enero 16, 2014

Proclama del general de la expedición auxiliadora de las Provincias interiores, D. Francisco Antonio Ortiz de Ocampo, el 25 de Julio de 1810.

EPOCA PRIMERA
La Revolución de Mayo y la Independencia
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Proclama del general de la expedición auxiliadora de las Provincias interiores, D. Francisco Antonio Ortiz de Ocampo, el 25 de Julio de 1810.

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En este instante, hermanos y compatriotas pisáis ya el terreno que divide a vuestra amada Patria de la ciudad de Córdoba; de esa ciudad, que habiendo dado en todos tiempos tantas y tan distinguidas pruebas de fidelidad y amor a sus legítimos Señores, hoy se mira oprimida y agobiada bajo el yugo feroz de un déspota que quiere a su antojo medir su suerte por su fortuna miserable.
Soldados, a libertarlos vais de tan vergonzosa esclavitud y enarbolar en ella el pabellón augusto de nuestro Amado Soberano el señor D. Fernando VII, de cuyo sagrado nombre abusan los malvados para encubrir su desmesurada codicia, y su insaciable sed de dominar, y lo que es más, para entregarnos como esclavos a una dominación aborrecible, que ha hecho y está haciendo la infelicidad de nuestra madre Patria.
Acordaos que es santa y justa la causa que os ha arrancado del seno de vuestra Patria y de los dulces brazos de vuestras esposas y vuestros hijos, y que os ha conducido por medio de estos desiertos campos para colmaros de triunfos y glorias inmortales. La moderación y la constancia es todo cuanto tiene que recomendaros al presente vuestro General. Estad persuadidos firmemente que vuestra misión es de auxilio y no de conquista; que vais a abrazar a vuestros hermanos, y no a sacrificarlos al fuego como a vuestros enemigos. Solo el que se os oponga con las armas en las manos será desconocido por vosotros, y tratado como un enemigo rebelde y obstinado; pero el habitador pacífico de los campos y los Pueblos al que unido a vuestra justa causa ha mirado con horror la espada que quiso el despotismo hacerla empuñar contra vosotros, a esos todos debéis mirar como unos hermanos vuestros, oprimidos por la fuerza; y por lo mismo dignos de vuestro auxilio y compasión. Acordaos que todo el continente americano tiene fija la vista sobre vuestra conducta sucesiva. Tened presente que vuestra Patria, vuestra amada Patria, Buenos Aires, os observa, y que pendiente de vuestros triunfos solo espera tener la primer noticia de ellos para inscribiros en el número de sus primeros y más distinguidos defensores: Volveréis a vuestra Patria, volveréis, sí, cubiertos de honor y gloria, y entonces vuestros hijos tendrán la vanidad de llamarse descendientes de los auxiliares del Perú. 
Cuartel general de la Esquina, 25 de Julio de 1810.
ORTIZ DE OCAMPO

Fuente: Neptalí Carranza, Oratoria Argentina, T° I, pág. 23 y sigte., Sesé y Larrañaga, Editores – 1905. Ortografía modernizada.

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