marzo 09, 2010

Discurso de Clausura en la Conferencia de Bandung de Jawaharlal Nehru, Primer Ministro de la India

DISCURSO DE CLAUSURA EN LA CONFERENCIA AFROASIÁTICA DE PAÍSES NO-ALINEADOS REALIZADA EN BANDUNG, INDONESIA, ENTRE EL 18 Y EL 24 DE ABRIL DE 1955 [1]
“…mirar el mundo tal como es hoy en día
Jawaharlal Nehru
[2]
[24 de Abril de 1955]

Sr. Presidente:
El giro que ha tomado esta discusión es mucho más amplio que el que habíamos esperado previamente. De hecho, ha cubierto la totalidad de las principales temáticas. Hemos tenido hace un momento la suerte de escuchar al distinguido líder de la delegación turca quien nos dijo qué mentiras, como líder responsable de la nación debe decir y cuales no. Él nos dio un una declaración competente de lo que yo llamaría un lado que representa la forma de ver de uno de los principales bloques existentes en el mundo del presente. No tengo dudas de que una declaración igualmente competente puede hacerse de parte del otro bloque. Yo no pertenezco a ninguno de ellos y propongo no pertenecer a ninguno de los que hay en el mundo. Si hemos de estar solos, estaremos solos, ocurra lo que ocurra (y la India ha estado sola sin ninguna ayuda contra un imperio poderoso, el Imperio Británico) y nos proponemos enfrentar todas las consecuencias...
No acordamos con las enseñanzas comunistas, ni acordamos con las enseñanzas anticomunistas, porque ambas están basadas sobre principios erróneos. Yo nunca discutí el derecho de mi país a defenderse a sí mismo; tiene que hacerlo. Nos defenderemos nosotros mismos con todas las armas y fuerzas que tenemos, y si no tenemos armas nos defenderemos sin armas. Estoy convencido de que ningún país puede conquistar a la India. Incluso los dos grandes bloques de potencias juntos no pueden conquistar a la India; ni tampoco la bomba atómica o la de hidrógeno. Sé lo que es mi pueblo. Pero también sé que si confiamos en otros, como quiera que sean de poderosas las grandes potencias si vamos hacia ellas en busca de sostén, entonces somos ciertamente débiles...
Mi país ha cometido errores. Todos los países cometen errores. No tengo dudas de que cometeremos errores; tropezaremos y caeremos y nos volveremos a incorporar. Los errores de mi país y quizá los errores de otros países aquí presentes no tienen mucho peso; pero los errores de las grandes potencias tienen un gran peso para el mundo y pueden llevarlo a una catástrofe terrible. Hablo con el mayor de los respetos de estas grandes potencias porque ellas no son solamente grandes en poder militar sino también en desarrollo, en cultura, en civilización. Pero sostengo que la grandeza a veces trae valores muy falsos, falsos principios. Cuando ellos comienzan a pensar en términos de fuerza militar -quienquiera sea, el Reino Unido, la Unión Soviética, o los EE.UU- entonces se están alejando del camino recto y el resultado de ellos será que el poder arrollador de un país conquistará el mundo. Desde hace mucho el mundo ha tenido éxito en prevenir tal cosa; no puedo hablar por el futuro...
..Hasta donde a mí me incumbe, no importa qué guerra tenga lugar; no tomaremos parte en ella a menos que tengamos que defendernos. Si me uno a cualquiera de estos grandes grupos pierdo mi identidad... ¿Si todo el mundo tiene que estar dividido entre estos dos grandes bloque cuál será el resultado? El resultado inevitable será la guerra. En consecuencia todo paso que se tome en reducir el área del mundo que puede llamarse no-alineada es un paso peligroso y conduce a la guerra. Reduce ese objetivo, ese balance, esa visión que otros países sin poder militar pueden quizá ejercer.
Honorables miembros, pongan gran fuerza en el poder moral. Ahora estamos tratando con la fuerza militar, pero yo sostengo que la fuerza moral cuenta y que la fuerza moral de Asia y África debe contar, a pesar de las bombas atómicas y de hidrógeno de Rusia, los EE.UU. o cualquier otro país...
...Muchos miembros presentes aquí obviamente no aceptan la ideología comunista, mientras otros sí lo hacen. Por mi parte yo no lo hago. Soy una persona positiva, no una persona “anti”. Quiero un bien positivo para mi país y para el mundo. ¿En consecuencia, los países de Asia y África estamos privados de cualquier posición positiva excepto la de ser pro-comunistas o anti-comunistas? ¿Se ha llegado a esto, a que los líderes del pensamiento que han dado religiones y toda clase de cosas al mundo tienen que estar clavados a este o aquel grupo y ser seguidores de este partido o el otro expresando sus deseos y ocasionalmente emitiendo una idea? Esto es lo más degradante y humillante para cualquier pueblo o nación con auto-respeto. Para mí es un pensamiento intolerable que los grandes países de Asia y África hayan pasado del cautiverio a la libertad sólo para degradarse o humillarse de esta manera...
Yo les planteo a ustedes: todos los pactos han traído no seguridad sino inseguridad a los países que han entrado en ellos. Han traído el peligro de las bombas atómicas y todo lo demás mucho más cerca de lo que hubiera sido de otra manera. No han agregado nada a la fuerza de ningún país, sostengo, más que la que hubiera tenido por sí solo. Pueden haber producido alguna idea de seguridad, pero se trata de una falsa seguridad. Por lo tanto es una cosa mala para cualquier país el estar adormecido en la seguridad...
...Hoy en el mundo, yo sostengo, no solamente a causa de la presencia de estos dos colosos sino también por la llegada de la era atómica y de la bomba de hidrógeno, ha cambiado el concepto entero de guerra, de paz, de política. Estamos pensando y actuando en términos de una era pasada. No importa lo que los generales y soldados aprendieran en el pasado, es inútil en la era atómica. Ellos no entienden sus implicaciones o sus usos. Como dijo un militar eminente; “Ha cambiado la concepción completa de la guerra. No hay precedentes.” Puede ser así. Ahora no importa si un país es más poderoso que el otro en el uso de la bomba atómica y la bomba de hidrógeno. Uno es más poderoso en su ruina que el otro. Esto es lo que significa decir que se ha llegado al punto de saturación. Como quiera que sea de poderoso un país, el otro también es poderoso. Para dar en el clavo, el mundo sufre; no puede haber victoria. Quizá pueda decirse correctamente que debido a este mismo peligro terrible, la gente se contiene de ir a la guerra. Eso espero. La dificultad es que mientras los gobiernos quieren contenerse de la guerra, algo ocurre de repente y hay guerra y ruina absoluta. Hay otra cosa: a causa de la situación actual del mundo puede haber una agresión. Si hay una agresión en cualquier parte del mundo, ésta está ligada para resultar en una guerra mundial. No importa donde sea la agresión. Si uno comete la agresión hay guerra mundial.
Quiero que los países aquí presentes lo comprendan y no piensen en términos de ninguna limitación. Hoy, una guerra no importa lo limitada que sea está ligada a la conducción a una gran guerra. Aún si son utilizadas armas atómicas tácticas, como se las llama, el paso siguiente será el uso de la gran bomba atómica. No pueden detener estas cosas. En la lucha de un país por la vida o muerte, no va a detenerse en pequeñeces como ésta. No va a decidir en nuestro lugar o en el de cualquier otro pero llevaría a la guerra, la ruina y la aniquilación a otros antes de aniquilarse a sí mismo completamente. La aniquilación ocurrirá no solamente en los países comprometidos en la guerra, sino que las olas radioactivas que se desplazan por miles y miles de millas destruirán todo. Esa es la postura. No es una postura académica; no es una postura de discusión de ideologías; ni es una postura de discutir la historia pasada. Es mirar el mundo tal como es hoy en día.
JAWAHARLAL NEHRU
[1] La conferencia reunió a más de mil representantes de cincuenta Estados y de treinta movimientos de resistencia anticolonial en torno al denominador común de la descolonización afroasiática. Para que se entiende su importancia, si hubiera que elegir los acontecimientos históricos mas representativos en la segunda parte del Siglo XX, habría que incluir entre ellos la Conferencia de Bandung que proclamó el fin de la era colonial y la emancipación del hombre de color de Asia o de África, conjuntamente con la muerte de Stalin en 1953, que puso término a la fase belicosa del comunismo; la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, que marcó el fin de la Guerra Fría; la paz de Ginebra en 1954 (fin de la guerra francesa de Indochina); la crisis cubana de los misiles en 1963 que hizo temer una guerra nuclear; la explosión de la bomba H china en 1967; la derrota de Estados Unidos en Saigón en 1975 y el surgimiento, con el Ayatollah Ruhollah Khomeini, del Islam combatiente en 1979.
[2] Primer Ministro de la India y padre de Indira Gandhi.

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