marzo 21, 2010

"Ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria..." Gral. George S. Patton

Discurso al III Ejercito de los Estados Unidos en alguna parte de Inglaterra, en vísperas de la invasión aliada a Francia durante la Segunda Guerra Mundial [1]
"Ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria."
George S. Patton
[5 de Junio de 1944]

Sentaos.
Quiero que recordéis que ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria. La ganó haciendo que otros pobres estúpidos bastardos murieran por ella.
Muchachos, todas esas historias de que América no quiere luchar, que pretende estar al margen de la guerra, son un montón de estiércol. A los americanos por tradición les entusiasma luchar, todo verdadero americano ama el acicate de la pelea. Cuando erais niños todos admirabais a los campeones: al corredor mas veloz, a los ases del futbol, a los boxeadores mas duros. Los americanos aman al ganador y no pueden soportar al que pierde. Todo americano juega siempre para ganar, yo no apostaría el pellejo por un hombre que estando perdiendo, se riera. Por eso los americanos nunca hemos perdido ni perderemos una guerra, porque la sola idea de perder nos resulta odiosa.

Ahora nuestro ejercito es un equipo, vive come, duerme y lucha como un equipo. Todo eso de la individualidad es solo basura. Los que escribieron esa majadería sobre el individualismo para el Saturday Evening Post no conocen de una verdadera batalla más de lo que saben de fornicación. Ahora tenemos la mejor comida y equipo, el mejor espíritu y los mejores hombres del mundo.
Todos sabéis, y es la verdad, que compadezco a esos pobres contra los que vamos a luchar, por Dios que así es, ya que no sólo vamos a disparar contra ellos, ¡nuestra intención es arrancarles las entrañas y usarlas después para engrasar las ruedas de nuestros tanques, vamos a matar a esos miserables teutones por millares!
Bien, algunos de vosotros estáis dudando de si tendréis miedo bajo el fuego, eso no debe preocuparos, estoy convencido de que todos cumpliréis con vuestro deber, los nazis son el enemigo, ¡cargad contra ellos, derramad su sangre, disparadles en el vientre! Cuando pongáis vuestra mano sobre una masa informe que momentos antes era el rostro de vuestro mejor amigo… ya no dudaréis.
Deseo recordaros otra cosa, no quiero recibir ningún mensaje que diga: “estamos aguantando nuestra posición”. ¡No aguantamos nada!, ¡que aguante el enemigo! Nosotros avanzamos constantemente y no tenemos ningún interés en aguantar nada excepto al enemigo, vamos a agarrarle por la nariz y a darle un puntapié en el trasero, ¡a patadas enviaremos a esos teutones al infierno acabando así con ellos en un santiamén!
Bueno, sin duda habrá algo que podréis contar cuando volváis a vuestras casas, y dar gracias a Dios por ello, y si dentro de treinta años sentados junto al hogar y con vuestro nieto sobre las rodillas, él os pregunta qué es lo que hicisteis en la Segunda Guerra Mundial, no tendréis que contestarle: “pues... acarreé estiércol en Louisiana”. ¡No! señores, ustedes podrán mirarlo fijamente a los ojos y decirle: “Hijo, tu abuelo fue con el III Ejército y un hijo de una maldita perra llamado George Patton!.
Bien, ahora, hijos de perra, ya sabéis cómo pienso. Ehh... estaré muy orgulloso de dirigiros en esta lucha muchachos, siempre y en todo lugar.
Esto es todo.
GEORGE S. PATTON
[1] Quien vio la película “PATTON” nunca se olvidará de la apertura. George Campbell Scott, retratando Patton, que está de pie delante de un inmensa bandera americana, entrega su versión del gran general estadounidense comenzando con este discurso. Los guionistas lo escribieron basados en el discurso original. A su traducción le hemos agregado el remate del penúltimo párrafo que no lo incluyen. Una versión del discurso original fue impresa en 1951 por la Nueva Revista de Mercurio americana, versión casi exactamente igual a la impresa por John O'Donnell en su "Material de Capitolio" la columna para el Nueva York las Noticias Diarias el 31 de mayo de 1945. Según los editores del Nuevo Mercurio americano, su copia se obtuvo de Diputado Joseph Clark Baldwin.

1 comentario:

  1. ¿Alguien podría tener dudas de que ese hombre no era cobarde ni hipócrita?. Desde luego que ¿quién, en su sano juicio, desearía la guerra?. Pero para enfrentar y vencer a individuos como Hitler, un loco asesino, son necesarios muchos hombres como Patton. Sin dudas, no era político, y los políticos le pagaron... "a su manera". Patton es una película que vale la pena ver, aunque deja un sabor amargo.





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