abril 18, 2010

Ley de Residencia o Ley Cané Nº 4144 (1902)

LEY DE RESIDENCIA O LEY CANÉ Nº 4.144 [1]
[22 de Noviembre de 1902]

[…] SANCIONA CON FUERZA DE LEY:

ARTÍCULO 1º - El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida del territorio de la Nación a todo extranjero que haya sido condenado o sea perseguido por los tribunales extranjeros por crímenes o delitos comunes.
ARTÍCULO 2º - El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida de todo extranje¬ro cuya conducta comprometa la seguridad nacional o perturbe el orden público.
ARTÍCULO 3º - El Poder Ejecutivo podrá impedir la entrada al territorio de la República a todo extranjero cuyos antecedentes autoricen a incluirlo entre aquellos a que se refieren los artículos anteriores.
ARTÍCULO 4º - El extranjero contra quien se haya decretado la expulsión tendrá tres días para salir del país, pudiendo el Poder Ejecutivo, como medida de seguridad pública, ordenar su detención hasta el momento del embarque.
ARTÍCULO 5º - De forma.

[1] En 1902 se organizaron en el país las primeras Federaciones de Oficio del movimiento obrero. En el mismo año fueron a huelga estibadores de Buenos Aires y similares conflictos se plantearon en Bahía Blanca, Zárate y Rosario. La detención de un grupo de huelguistas produjo un movimiento de solidaridad que motivo que 5000 peones de las barracas y el Mercado Central de Frutos de Avellaneda, fueran también a la huelga. Como tal situación amenazaba con paralizar las exportaciones el gobierno intento reemplazar a los huelguistas con tropas y peones del estado, frente a lo cual, los estibadores y conductores de carros también fueron a la huelga en solidaridad con los primeros, sumándose finalmente la FOA que declaró la huelga general. La magnitud del movimiento provocó entonces la alarma del gobierno que declaró el estado de sitio, procedió a allanar locales sindicales y detener a sus dirigentes, y la circulación de la prensa revolucionaria. En estas circunstancias, el Congreso votó esta ley, la primera en el país destinada a la represión del movimiento obrero. Finalmente, el 22 de noviembre de 1902 el Senado, sobre la base de un proyecto de Cané y tomando en cuenta el despacho de la Comisión de Asuntos Constitucionales que suscriben los señores Pérez y Carbó, sanciona la Ley de Residencia. Por ella muchos militantes anarquistas fueron deportados de inmediato, y la ley quedó pendiente como una espada de Democles sobre los obreros más combativos.

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