ENSAYO ACERCA DE LAS CAUSAS DE LOS SUCESOS DESASTROSOS DE CHILE [1]
Informe secreto para el Director Supremo Carlos de Alvear
Camilo Henríquez
[1815]
Atendiendo al estado y circunstancias en que sorprendió a Chile su no meditada y repentina revolución, no era difícil anunciar su resultado y la serie de sucesos intermedios. Si se hubiese pedido entonces a algún observador imparcial y reflexivo que señalase el camino que debía seguirse para evitar los futuros males, él debía haber dicho a los chilenos:
Las formas republicanas están en contradicción con vuestra educación, religión, costumbres y hábitos de cada una de las clases del pueblo.
Elegid una forma de gobierno a la cual estéis acostumbrados.
Es indispensable que la autoridad suprema resida en persona de muy alto, y si es posible, de augusto nacimiento, para que se concilie el res¬peto interior, y sea reconocida y no despreciada de las potencias exteriores. Es indispensable revestirla de poder y fuerza para que se haga obedecer y temer.
Si formáis congresos legislativos, ellos ni serán respetados, ni regulares, ni duraderos.
Aunque llaméis populares a nuestros gobiernos, ellos no serán más que unas odiosas aristocracias. No temáis a los nobles que las crearon, ni a los soldados que las destruirán cuando quieran; porque la masa de la población jamás se interesará en sostener la forma aristocrática establecida por estos últimos, que no comprenderán porque será nueva para ella.
Ha la aristocracia sucederá necesariamente un gobierno militar, a quien le anuncio el odio de casi todos, la envidia de muchos y la falta de obediencia de parte de las tropas, a las cuales necesita lisonjear y regalar para elevarse, y de que siempre necesita para sostenerse.
El estado eclesiástico os hará una oposición muy dañosa; y vosotros la toleraréis, porque las resoluciones saludables y terribles que deberían adoptarse para destruirla son incompatibles con un gobierno compuesto de varios individuos, unos supersticiosos, otros ignorantes y otros dominadas por mujeres fanáticas.
Por ahora, no hagáis más que elegir a un hombre de moralidad y genio, revestido con la plenitud del poder, con título de Gobernador y Capitán General del reino, y que él adopte libremente las medidas que es¬time oportunas para prevenir lo futuro.
No os detengan los envidiosos recelos de que se haga monarca; no lo intentará, si tiene prudencia; si no la tiene, caerá; y en fin, dejad que lo sea, si, como Augusto, Constantino y Gustavo, tiene destreza para sostenerse ...
Debe tenerse presente que la formación de un gobierno debe ser de la aprobación de las naciones que pueden prestar auxilios; y si ellas se horrorizan con el nombre de república, debe olvidarse este nombre.
CAMILO HENRIQUEZ
[1] Luego de la derrota de Rancagua y refugiado en Buenos Aires, C.H. prepara este informe secreto para el Director Supremo Carlos de Alvear, en el que hace un balance de la experiencia chilena.
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