julio 24, 2010

Discurso de Haya de la Torre en la Plaza San Martín (1967)

DISCURSO EN LA PLAZA SAN MARTIN
Víctor Raúl Haya de la Torre
[21 de Julio de 1967]

Quisiera comenzar estas palabras recordando que en mis salidas y regresos al viejo mundo suelo generalmente hacerlo en silencio y que esta noche por voluntad del Partido se ha querido dar a mi regreso un carácter excepcional de recepción multitudinaria.
Yo lo agradezco desde el fondo de mi corazón pero me lo explico porque en los 122 días de mi ausencia del Perú se han producido en el país y en el continente acontecimientos de gran significación para nuestra causa que ha visto al fin cabalmente reivindicada toda aquella programación idealista que unos consideraron utópica y otros erótica, proyectada no solamente a una dimensión nacional del Perú sino en el ámbito continental.
En estas verdaderas reivindicaciones o rescates que nosotros hemos logrado en Punta del Este y Montevideo esta quizás la mejor defensa de aquellos ideales originarios del APRILE que fueron enunciados en esta misma plaza hace ya 34 años.
Punta del Este ha consagrado para el Perú la victoria de un gran ideal continentalista de integración costeado por nosotros en la soledad de la incomprensión o del rechazo para rescatar viejos propósitos y aspiraciones de próceres, actualizarlas y darles una nueva dinámica y situarlas en el camino de las realidades del mundo contemporáneo.
Nosotros los APRISTAS hemos padecido nuestro ideal continentalista, pues precisamente por haber logrado la victoria de la confirmación es que nos sentimos libres de resentimientos, enconos o resignaciones.
La coalición del pueblo ha logrado darle al país la esperanza de que éste no es un Perú de caciques, sino un país de instituciones orgánicas en las cuales los individuos pierden importancia para darle paso a las organizaciones, hay otro palacio mas modesto pero mas auténtico que es el Parlamento. El Parlamento como expresión de voluntad del Pueblo debe contribuir a la descaudillización del poder en el Perú, la descentralización del poder. Los departamentos que producen más deben tener más de las rentas que producen, que son el resultado y la proyección del trabajo de sus hijos. Justicia económica, el aprismo sostuvo el principio de las corporaciones. El aprismo no jugó jamás con los problemas nacionales, el aprismo no engañó jamás al Pueblo
En asuntos que se refieren a las relaciones de Países en Desarrollo con el capital extranjero nosotros hemos sido claros desde 1,931 y nos hemos anticipado a leyes económicas que hoy son de estudio de un lado y otro lado mundo, esa ley económica que dice que ningún país subdesarrollado podrá salir de su retraso sin la ayuda del capital de los países desarrollados, y quien diga al pueblo que podemos vivir como Robinson Crusoe, esta mintiendo al pueblo. Necesitamos de la ayuda económica y tecnológica extranjera. El problema es que nosotros no seamos siervos ni esclavos de esa ayuda, sino que la controlemos y la utilicemos en beneficio de los sagrados intereses del país.
Porque nosotros no hemos de ser como ellos? Porque nosotros no hemos de lograr los altos destinos de desarrollo? Yo he querido que el Perú sea el país piloto de una América Latina, democrática, unida, justiciera, culta y libre para sus hijos. A la juventud le toca la tarea de cumplir y completar lo que nosotros comenzamos. Nosotros necesitamos de una nueva juventud; Una juventud que descubra el drama de nuestra recóndita realidad. Vamos hacer un mundo nuevo en esta tierra abrupta que nos desafía.
Nosotros rescatamos ese mandato ese designio de nuestros libertadores, y desde aquí también salió el grito de la integración, y de que este Partido padeció año tras año por mantener este principio fundamental; Nosotros fuimos vilipendiados, la incomprensión llegó a decir que éramos enconados adversarios de todo lo que signifique Patria. Somos los personeros de un ideal peruano nuevo, y que es la verdadera expresión de un país que quiere surgir en su antigua y permanente misión histórica, lo que nosotros entendemos por patria, es la suma de los intereses y anhelos que forman la patria. El Perú son los peruanos y la grandeza del Perú depende de la grandeza de los peruanos y la justicia de Perú depende la justicia para los peruanos, y la cultura y civilización del Perú depende de la cultura y civilización para los peruanos.
Celebrando ante un gran concurso aprista yo quiero decirles a todos los peruanos, con la autoridad no personal, sino como representante de un movimiento, que al fundar nuestro Gran Partido, nosotros dijimos que abríamos los brazos a todos los ciudadanos que quieran cooperar con nosotros, en el esfuerzo unánime de transformar el Perú. Yo quiero decirles que nuestro llamamiento está en pie. Nuestra oposición no fue jamás obstructiva ni destructiva. Nosotros queremos que el Partido mantenga esta Voz de Fraternidad , le decimos a todos los peruanos que siempre quisimos y queremos un Perú Nuevo; Un Perú Nuevo que siga la ruta de aquellos grande países que han logrado sus más altas expresiones de progreso, por el esfuerzo, por el trabajo, por el sacrificio, por la decisión. !No queremos un país de holgazanes!, !No queremos un país de burocracias doradas!, con altos sueldos que el país paga y no corresponde al trabajo que se hace, !No queremos que el presupuesto se invierta en obras no reproductivas! o en !gente que sólo consume y no produce!. Nosotros necesitamos movilizar el país, dinamizarlo por el esfuerzo conjunto, darle al peruano una nueva característica, un nuevo perfil psicológico.
VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE

No hay comentarios:

Publicar un comentario