julio 25, 2010

Ultima entrevista televisiva a V. R. Haya de la Torre (texto)

ULTIMA ENTREVISTA DE VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE, CELEBRADA EN VILLA MERCEDES POR EL CONDUCTOR DEL PROGRAMA CONTACTO DIRECTO DEL CANAL 4 TV, ALFREDO BARRENECHEA
[Mayo de 1978]

BARRENECHEA: Usted dijo en su discurso en la Plaza San Martín (Lima, 6 de enero de 1978) que estaba más cerca de la muerte que de la vida; pero ¿qué sintió usted cuando en 1932 estuvo al borde de la muerte por fusilamiento? ¿Cómo fue su experiencia en ese momento?
VICTOR RAUL: Bueno, ese es otro tipo de experiencia porque uno está al borde de la muerte incidentalmente. No es nada que generalmente sea una cosa fatal, no es como por ejemplo cuando uno tiene 83 años y sabe que está más cerca de la muerte que de la vida. Con todo en ambas situaciones hay condiciones diferentes que se refieren al momento en que se vive y a la actitud en que uno está para enfrentarse a la vida.

BARNECHEA: ¿Cuál es la actitud de una persona de 83 años para enfrentarse a la vida política?
VICTOR RAUL: Bueno, si se siente bien, si se siente fuerte, si se siente vigoroso, es la actitud de un joven. Hay muchos jóvenes viejos. En mi caso yo me siento joven todavía. Sobre todo joven de mente, joven de los cinco sentidos, que es algo muy importante.

BARRENECHEA: Víctor Raúl, usted ha dicho hace algunos años que considera que el Partido Aprista no debe hacer más alianzas; eso lo declaró usted en la revista Caretas hace algunos años- ¿Usted cree que las alianzas del Partido a partir de 1956 le hicieron daño al Apra?
VICTOR RAUL: No, porque las alianzas en ese momento son alianzas de formación y en esto todos los grandes revolucionarios y los grandes expertos en problemas de relaciones, han dicho que es una necedad no pensar en alianzas. No hay partido en el mundo que no haya celebrado alianzas. Además nosotros no hemos celebrado nunca una alianza sustantiva, una alianza fundamental. Hemos celebrado alianzas parlamentarias, compromisos efímeros que han tenido solamente duración muy limitada, además compromisos de urgencia. Nosotros hemos sido un partido muy perseguido, un partido muy asediado y nosotros requeríamos, en un momento casi desesperado, buscar quien nos ayudara o quién nos entendiera. El problema en el Perú es que no hay entendimiento político, porque no hay educación política. Es un problema de ignorancia, es un problema de incomprensión por falta de capacidad y de preparación.

BARRENECHEA: En observaciones tejidas en torno a la experiencia del 45 al 48, se habla mucho; hay muchos libros escritos- sobre los alientos que el Partido Aprista daba a insurrecciones militares o insurrecciones populares contra el régimen legalmente constituido. ¿Qué hay de esto?
VICTOR RAUL: ¡Eso es falso! Esos son productos de la imaginación enfermiza de los opositores del Apra. Eso no tiene ninguna veracidad. Nosotros fuimos leales cooperadores y leales aliados del gobierno constituido... Yo no quisiera hablar más de esto porque tendría que asomarme al problema de las personas.

BARRENECHEA: Antes que nada ¿cuál es su opinión sobre Leguía?
VICTOR RAUL: Muy buena opinión.

BARRENECHEA: ¿Usted lo catalogaría como uno de los grandes personajes de este siglo en el Perú?
VICTOR RAUL: Sí. Como el mejor presidente civil de este siglo. Desgraciadamente, un presidente desviado, mal aconsejado, adulado y vulnerable a esas adulaciones.

BARRENECHEA: ¿Por qué usted que comienza hacer política con el régimen de Leguía, oponiéndose en 1923 en las jornadas de mayo contra su gobierno? Que muy joven es candidato a la presidencia en 1931, a veces me da la impresión que usted se representa la historia peruana como un diálogo exclusivo entre el Apra, como partido popular, y el ejército en ese momento representante de la oligarquía, y que esto es verdad más o menos hasta 1956; pero que a partir de 1956 aparecen una serie de otros partidos en la historia peruana, otros movimientos y otras personalidades y que usted no ha sabido o no ha querido acomodarse a esta realidad.
VICTOR RAUL: Es verdaderamente injusto; porque no corresponde a la realidad. Nosotros quisimos sobre todas las cosas una buena amistad con el ejército y eso fue lo que nuestros enemigos se preocuparon en impedir. Nosotros quisimos que la población civil y la población militar vinieran a juntarse, a unirse y a comprenderse. Yo he tenido muchos amigos militares y muchos amigos militares predispuestos a entendernos, predispuestos a acercarse al Apra-; pero eso fue deliberadamente impedido por los enemigos que calcularon muy bien donde estaban los obstáculos.

BARRENECHEA: Yo me refería, Víctor Raúl, no a la relación entre el Apra y el ejército, sino me refería a otros partidos que aparecieron después del año 56. La pregunta va a lo siguiente: ¿No cree usted que le ha hecho daño al Partido Aprista la frase de; SOLO EL APRISMO SALVARA AL PERU? ¿No le ha dado imagen de partido sectario?
VICTOR RAUL: No, el Aprismo necesitaba una voz de afirmación, una voz optimista y segura, además; no una voz ilusoria, sino una voz que representaba la promesa y el compromiso. Esa voz era un reto para nosotros, una obligación histórica que nosotros contraímos. Un desafío que le hacíamos al país.

BARRENECHEA: Ahora, esas circunstancias ¿No cree usted que han cambiado ya que hoy es necesaria la colaboración con otras fuerzas sociales, políticas, institucionales que hay en el país, toda vez que el Partido Aprista ya es reconocido como el Partido más importante en la vida peruana?
VICTOR RAUL: Sí, pero todo eso es Aprismo. Nosotros necesitamos continuar la modelación del Partido. En eso pienso yo seriamente, porque eso corresponde a la etapa en que yo ya no voy a vivir. Hay que dejar un Partido fuerte, sólido. Un partido moderno, contemporáneo. Un partido que realmente represente la unidad monolítica y la fuerza organizada.

BARRENECHEA: Dígame usted, se habla mucho -incluso en sus discursos usted lo ha mencionado- de las similitudes entre el Programa del Partido Aprista de 1931 y el programa del gobierno militar desde 1968 y yo quisiera preguntarle; no qué cosas son similares, sino cuáles son las diferencias fundamentales entre el programa del gobierno militar y el Programa aprista.
VICTOR RAUL: Lo fundamental es la falta de democracia. Nosotros suponíamos crear un movimiento y llegar a un gobierno que fuera inseparable del pueblo y que realizara la educación del pueblo. Al mismo tiempo que se gobernaba, se educaba. Eso faltó. Faltó el otro protagonista. El gobierno militar fue un gobierno autoritario, un gobierno totalitario que se consideraba monopolizador de todas las sapiencias del estadista y eso era artificial y falso; por eso hemos llegado a la situación que estamos.

BARRENECHEA: Usted ha... Le hablaba yo de la experiencia del 45 al 48 pero hay otra experiencia importante que es la experiencia de 1963-68 en donde hubo obstrucciones, vetos, incomprensiones entre el partido que había logrado el ejecutivo y el partido que había logrado la mayoría parlamentaria. ¿Usted no cree que en el futuro -a partir de 1980- esta situación no debería volver a repetirse?
VICTOR RAUL: Sí, habría que procurar que no se repita, pero habría que procurar muchísimo que nuestros líderes políticos se educaran mejor para la vida cívica y para las relaciones entre las organizaciones colectivas y las organizaciones gubernamentales.

BARRENECHEA: ¿Cuáles serían las reglas de juego que usted propondría para esos entendimientos políticos?
VICTOR RAUL: Bueno, las reglas de juego son muy difíciles de dictar, así como las reglas del ajedrez; pero hay que dejar una buena parte a la imaginación. Yo creo mucho en la imaginación. En 1968 estuve en París cuando se produjeron los sucesos que todos conocemos, sucesos estudiantiles, etc. Y yo me acuerdo que una de aquellas noches en que yo me iba diariamente al Barrio Latino para ver como marchaba el proceso que tenía mucha similitud con nuestro movimiento de la Reforma Universitaria de 1918, como fue dicho y comentado por gente que había vivido los dos sucesos. Yo leí una vez escrito en un muro y con letras toscas de propaganda mural, algo que no olvidé: “le imaginacion up phoder” -la imaginación al poder- Aquí lo que falta es Imaginación y hay una torcida fantasía que es lo que obstaculiza todos los caminos de la buena política.

BARRENECHEA: Yo quisiera volver a la pregunta que le había hecho sobre la experiencia del 63 al 68. Allí hubo toda una polémica -en parte teórica y en parte política- sobre cuál era el principal poder del Estado; pero uno aprecia en el mundo contemporáneo; en la política del mundo contemporáneo- un decrecimiento del rol del Parlamento y un reforzamiento del rol Ejecutivo. En Francia, por ejemplo, fue el famoso ejemplo del general De Gaulle, con esa primacía presidencial ¿Usted no cree que una sociedad moderna exige revisar; los, llamaríamos- excesivos atributos del parlamentarismo?
VICTOR RAUL: No. Creo que una sociedad moderna debe afirmar fuertemente el poder del Parlamento. En la Constitución del Japón, por ejemplo, se dice el Parlamento es el Primer Poder del Estado. Esa fue la revolución inglesa de Loocke y Loocke lo dijo: “El Parlamento es el Primer Poder del Estado”. Esa es la sustancia y la esencia del gobierno inglés. Esa es en el fondo la voluntad del gobierno de Estados Unidos. El Parlamento debe tener la primacía, porque educar al parlamento es sumamente importante. Lo que ocurre es que, cuando un Parlamento no está educado y en vez de hablar, grita y en vez de discutir, rifle, pelea, entonces....

BARRENECHEA: Usted no cree... sabe, usted me ha... Me parece que usted estuviera describiendo una situación futura. ¿No cree usted que pueda pasar algo parecido a lo que usted dice en la Asamblea Constituyente?
VICTOR RAUL: Hay que procurar que no sea así.

BARRENECHEA: Pero evidentemente es uno de sus principales peligros.
VICTOR RAUL: Ya lo creo, porque siempre hay ese lado turbulento y primitivo e infantil de la política. Y nosotros tenemos que procurar la iniciación de la forma educativa del Parlamento. El Parlamento debe ser educado en la forma como le ha permitido por ejemplo, al parlamento inglés gobernar tantos siglos con un respeto absoluto de los derechos humanos, con un respeto que va conquistando más y más los privilegios que tiene el individuo, el ser humano.

BARRENECHEA: Usted ha señalado varias veces, que la crisis actual es una crisis peor que la crisis de la guerra con Chile ¿Por qué?
VICTOR RAUL: Porque están las cifras que lo dicen. Porque nosotros llegamos a la guerra con Chile con las posibilidades de un respaldo económico. Hoy no lo tenemos. El contrato Grace fue un respaldo, fue una salida económica. Teníamos el ferrocarril central, teníamos el guano, teníamos los ferrocarriles que hizo Balta, hizo Pierola. El contrato Dreyfus sirvió para eso. Pierola, Balta y los hombres de esa época, -los progresistas, los realmente creadores- tuvieron un sentido de previsión. Por lo menos esa es la influencia de Meiggs, esa es la influencia de los hombres que se abrieron el camino para sentar las bases de una construcción material, de una infraestructura material. Hoy no la tenemos. Se ha creado ensayos de aventura más espectaculares que estructurales.

BARRENECHEA: A propósito del problema con Chile, es un problema que hay que ventilar públicamente, en la medida que es un problema nacional, es un problema que interesa a todo el país. Vinculado con este problema hay un problema muy álgido que es el del armamentismo. Uno de los renglones más importantes de la deuda externa es la compra de armamentos. Esto tiene otro factor que es que a partir de la crisis del petróleo en 1,973 una de las formas de reciclaje económico, una de las formas en que los países desarrollados han recuperado los dólares transferidos a los países de la OPEP, han sido la venta de armas. Pero evidentemente hay que poner coto a esta Situación. ¿Qué solución ve usted para este problema del armamentismo? ¿Llegado al poder el Apra continuará en esta política de compra de armamentos?
VICTOR RAUL: Debíamos procurar no olvidarnos de un consejo que en Europa se dio a los alemanes: “Nunca crear más de un frente”. No ser un país con una predisposición estratégica para pelear con cuatro o cinco, o para rivalizar con cuatro o cinco -Primero habría que tener una diplomacia inteligente, Una política internacional más constructiva. En primer término yo soy integracionista de manera que no creo que haya solución de los problemas nacionales sin un viraje integral de la solución integracionista. La integración de nuestros países va a ser una presión histórica va a ser un mandato y un imperativo. En fin; pero eso lo dejamos al futuro, eso es la tarea de todos los pueblos grandes. Unirse, sin unión para el Perú no hay solución. Si nosotros miramos el asunto desde un punto de vista puramente nacional -estrictamente nacional-, entonces nosotros no vamos a alcanzar resultados muy favorables, nosotros necesitamos mirar primero a resolver nuestros problemas desde un punto de vista continental.

BARRENECHEA: No, fíjese Víctor Raúl, yo comparto esa visión, pero en la práctica actual del Pacto Andino, por ejemplo, se encuentra en problemas muy serios, entre tanto no lleguemos a esa situación de integración. Yo le había hecho una pregunta muy concreta. ¿Si el Apra llegaría al poder continuaría o no continuaría con la compra de armamentos tal como se ha hecho hasta este momento por parte del gobierno militar?
VICTOR RAUL: Tan pronto como nosotros debemos considerar el problema yo le diría, a usted que no. En principio no; pero es que hay que ver la estrategia que impone esta respuesta. Nosotros necesitamos crear otro tipo de diplomacia, otro tipo de relación. ¿Cuál es el objetivo de nuestra política internacional? ¿Cuál es nuestra posición respecto de Bolivia, que es un vecino muy cercano y que puede resultar en cierto momento muy incómodo? ¿Cuál es la relación nuestra con los demás países? El Pacto Andino está mal planteado. El Pacto Andino lo que tiene de difícil radica en su origen. El Pacto Andino es un pacto de dos gobiernos constitucionales y cuatro dictaduras.

BARRENECHEA: Mirando al futuro ¿Usted cree que el conflicto del mundo va a resolverse entre el capitalismo y el comunismo?
VICTOR RAUL: Bueno, en cierto modo sí, pero yo creo que van a venir nuevas que van a determinar otras soluciones de las cuales el comunismo va a ser superado; porque el comunismo no se ha realizado, estamos en la etapa del capitalismo del Estado. El comunismo no ha llegado a cumplirse y yo creo que los líderes rusos -especialmente Lenin- va a quedar como el fundador de un nuevo tipo de capitalismo que inicia un camino diferente del que hasta ahora se ha seguido.

BARRENECHEA: Yo le hacía esa pregunta para ligarla después a América Latina. De alguna manera hay dos polos, dos ejemplos en América Latina que son Puerto Rico -de un lado- y de otro lado, Cuba. ¿Cree usted que los próximos 20 años va haber una división. de los países latinoamericanos orientándose unos hacia el modelo de Puerto Rico, de una colonia asociada al imperio norteamericano y otro hacia Cuba, una colonia asociada al imperio soviético?
VICTOR RAUL: Bueno, eso es lo que quieren seguramente Rusia y los Estados Unidos, cada uno en sus respectivas direcciones. Pero yo veo que la solución va a ser otra...

BARRENECHEA: ¿Cuál sería?
VICTOR RAUL: La solución va a ser el triunfo de una revolución técnica y la tecnificación del nuevo concepto revolucionario. En los pueblos desarrollados se ha producido un fenómeno diferente de los pueblos subdesarrollados y yo creo que ese tipo de revolución diferente es el que vamos a vivir o van a vivir las generaciones jóvenes.

BARRENECHEA: Víctor Raúl que imagen guarda usted... ¿Cómo cree que recordará la historia al general Velasco?
VICTOR RAUL: Bueno, como un intento de realización frustrado por falta de calidad y conocimiento del hombre que pretendió realizarlo.

BARRENECHEA: Víctor Raúl, yo quería pasar a un tema personal nuevamente. La política y la historia a veces están determinadas por incidentes personales. El famoso asesinato de Francisco José, desencadenando la primera guerra, por ejemplo. Hay un famoso examen, el examen que a mi juicio le salió más caro a este país. El examen universitario que le tomó a un estudiante llamado Haya de la Torre, un profesor llamado Luis Miró Quesada ¿Cómo fue ese incidente?
VICTOR RAUL: El examen fue... y a mí me es triste el tener que desmentir un reportaje que hizo el mismo señor que dirigió el examen. Un reportaje reciente cuando dice que los examinadores eran el doctor Ricardo Dulanto -que no fue examinador- él y el señor Ibérico. El jurado lo formaron él, el señor ibérico y el doctor Borja García, un señor Borja. No, no formó parte el doctor Ricardo Dulanto que él lo vincula; porque Ricardo Dulanto fue después secretario de Leguía. No tomó parte. Y el examen fue simplemente que me llamó a preguntarme en primer término: Medio y Educaci6n, en segundo término: Educación Popular. Yo le contesté y él me replicó que eso no lo había enseñado en clase. Hay que saber que el doctor Miró Quesada fue tachado en la Reforma Universitaria, tachado por mi, por Raúl Porras Barrenechea quienes éramos sus alumnos y por dos o tres provincianos más.
Primero lo tachamos porque considerábamos que no sabía enseñar y por esa tacha vino la venganza del examen de 1923, porque ese examen fue en enero de 1923. La fecha que él da es también equivocada. Están ahí los documentos en la secretaría de la Facultad de Letras. Fue un incidente de maestro y alumno que adquirió una gravedad desproporcionada y una resonancia que ha ido adquiriendo mayor dimensión justamente porque los personajes hemos tenido que actuar en el campo político.

BARRENECHEA: Se les ha acusado a ustedes -se le ha acusado a usted concretamente de tener una suerte de complejo de Adán. De reaccionar frente a los problemas con la frase: Nosotros ya lo hemos dicho en 1931, lo hemos dicho en el Programa Máximo de ese año. Yo quería preguntarle a usted. ¿Qué es lo que el Apra, -aparte de ser una.... un fragmento fundamental de la historia peruana de este siglo- que deja para el futuro? ¿Qué propuesta tiene para el futuro? ¿Qué propuesta tiene para cuando haya que cambiar todas las nuevas maneras de organizar las sociedades por la escasez de energía, cuando el petróleo se acabe, cuando nos enfrentemos a una situación en la cual haya que innovar tecnológicamente, aceleradamente? En un mundo interdependiente que ya no es el mundo de 1931. ¿Qué plantea el Apra en ese momento? ¿No forma parte, más que del futuro, del pasado de este país?
VICTOR RAUL: No, es que justamente el programa del Apra está... Debe comenzar a aplicarse. El programa del Apra tiene como fundamento el pueblo peruano. No inventar una realidad que no existe sino descubrir la realidad del pueblo peruano. Ese es el más importante significado de nuestro programa. Nosotros hemos hecho un planteamiento, diferente, porque nosotros no vivimos atentos a lo que hace Alemania, Italia o Rusia. Nosotros creemos que esas realidades son completamente diferentes de la nuestra. Esa fue la experiencia justamente que yo gané en mis 18 años de estar en Europa. No hay paralelo posible y a partir de que no hay paralelo posible, viene nuestro planteamiento de que si los problemas son diferentes, las soluciones tienen que ser diferentes también.

BARRENECHEA: ¿Usted conoció mucho a José Carlos Mariátegui?
VICTOR RAUL: Bueno...

BARRENECHEA: Mariátegui, ¿fue aprista?
VICTOR RAUL: Mariátegui fue aprista cuando se fundó el Apra hasta el año 28, cuando él ya comienza a enfermarse ¿no? Mariátegui fue amigo. El no participó en las jornadas del 23 de mayo, él trajo sus ideas de Europa muy empapadas de la literatura italiana que había traducido a Marx y él tuvo esa imagen europeísta, Como lo dice el prólogo de su obra central “Siete Ensayos”. Cuando él acepta nuestro término Indoamérica, pero dice que Indoamérica debe estar modelada, pues, bajo la inspiración europea y que sin Europa, sin la experiencia europea no hay una verdadera concepción auténtica indoamericana.

BARRENECHEA: Ahora él en 1928 justamente en el famoso editorial de la revista AMAUTA, cuando el Apra empieza a convertirse de un frente en un partido, Mariátegui rompe muy claramente con ustedes.
VICTOR RAUL: ¡El 28! ¡28!...

BARRENECHEA: Hay otra gran figura de la historia de la cultura peruana que es César Vallejo que fue amigo suyo...
VICTOR RAUL: Pero, César Vallejo fue un poeta!

BARRENECHEA: Lo dice como si fuera algo despectivo...
VICTOR RAUL: ¡No! Fue un poeta, Como si dijera fue un escultor.

BARRENECHEA: ¿Fue amigo suyo?
VICTOR RAUL: Sí, mucho.

BARRENECHEA: ¿Qué cosa recuerda principalmente de Vallejo?
VICTOR RAUL: Bueno, nosotros hemos entrado juntos a la Universidad. Nosotros hemos participado de los primeros años de relación. Nosotros hacíamos la vida que hacen los estudiantes y nosotros discutíamos mucho sobre poesía, literatura, en esa época leíamos mucho juntos, estudiábamos juntos. El no era muy amigo del deporte, yo sí y por eso discutíamos; pero era muy bueno, era una excelente persona.

BARRENECHEA: ¿Qué cosa leían ustedes?
VICTOR RAUL: Poesía... leíamos por ejemplo “Las flores del mal” de Baudelaire, leíamos el prólogo de Teófilo Gautier. Todo eso. Nosotros leíamos las novelas de Eca de Queiros, nosotros leíamos toda esa literatura de la época y nos gustaba mucho también la poesía española, los Machado y Rubén Darío. Cuando murió Rubén Darío, nosotros le hicimos un funeral pagano y cuando terminó ese funeral que fue el año 1916 ó 17, entonces Vallejo proclamó que Darío había muerto y aquella escena -en una noche, en un restaurante de Trujillo llamado Los Norbos- culminó cuando Antenor Orrego proclamó a Vallejo el primer poeta de América. Eso era... parecía una ilusión, nos parecía una fantasía; pero nosotros lo tomamos en serio, como un vaticinio, como la seguridad de algo que iba a cumplirse. Lo coronamos aquella noche, él lloró con toda seriedad y todos nos quedamos convencidos de que habíamos consagrado al Primer Poeta de América. Si la profecía no se hubiera cumplido, habríamos comentado este incidente como algo ridículo, pero hoy estamos convencidos que fue el principio de una nueva era en la vida del pensamiento literario latinoamericano. Después de esto muchísimos adeptos y seudo adeptos han venido a sumarse a la Corte de Vallejo, pero nosotros lo honramos mucho porque realmente vimos en él las características del genio desde su aparición.

BARRENECHEA: Usted me hablaba hace algunos días de Mario Vargas Llosa y un libro suyo de ensayo sobre Bovary. Recuerdo haber conversado en este mismo sitio con usted y con Mario una noche hace algo más de un año y medio sobre ese libro. ¿Qué libro de Vargas Llosa le ha impresionado más?
VICTOR RAUL: “La Ciudad y los perros”, es el que más me gusta porque me parece más vivido, más real.

BARRENECHEA: Yo siempre he tenido con usted una discrepancia sobre la literatura de Vargas Llosa, porque yo creo que la novela más perfecta de él es “Conversación en la Catedral” ¿Por qué no le gusta a usted?
VICTOR RAUL: No me gusta porque es una conversación que no refleja al conspirador. Yo he sido conspirador, en eso sé más que Vargas Llosa. Vargas Llosa cree que la revolución se puede conversar en una mesa de café. Yo he sido enemigo de los conversadores revolucionarios en mesas de café tanto en París, como en Londres, como en Nueva York, como en Lima.

BARRENECHEA: Pero si usted ha sido un conspirador tan permanente, un conspirador profesional tan eficiente ¿Por qué no tomó nunca el poder?
VICTOR RAUL: Bueno, porque yo quise que el poder fuera siempre en estos países -para ser poder educador- por las vías legales, y las vías legales nunca se me abrieron.

BARRENECHEA: ¿Y cómo juzga el caso de un gran amigo suyo; a cabo de estar hace unos días en Caracas- Rómulo Betancourt que en 1945 llevó su partido a tomar el poder por vía insurreccional?
VICTOR RAUL: ¡Ah!, bueno él tuvo otra escena en que actuar y tuvo otros hombres con quien hacer. Nosotros -sobre todo en el campo militar- no tuvimos la cooperación que tuvo Rómulo en muchos sectores del ejército venezolano, entre la juventud militar que fue muy inteligente, muy alerta y muy comprensiva para su programa.

BARRENECHEA: Usted, aparte de haber sido amigo de Vallejo, de haber leído a Baudelaire juntos, es aficionado a la música y ha tenido siempre una tentación por el arte. ¿Qué cosa hubiera sido usted de no haber sido político?
VICTOR RAUL: Cualquier cosa que no fuera ser algo muy notable. Como no pude ser notable como pianista, como violinista, como poeta, pues me dedique a otra poesía, que es la poesía que crea los pueblos y que los interpreta y los ama y los siente.

BARRENECHEA: ¿Me permite una pregunta, un poco irreverente?
VICTOR RAUL: Sí.

BARRENECHEA: El hecho de ser, esto es muy viejo en la historia... en la tradición del pensamiento político desde Platón y desde los griegos la diferencia entre los políticos y los filósofos y como había que hacer a los filósofos reyes. Usted no es un poco más un político-poeta, un político-filósofo. ¿Habría sido usted un buen Presidente de la República?
VICTOR RAUL: Bueno, yo creo que no se puede ser lo uno sin ser lo otro. No puede ser uno un soñador, un romántico, un fantaseador. Hay que ser un hombre práctico, hombre que debe mirar la política en el reflejo, en el resplandor del sentimiento popular.

BARRENECHEA: ¿Qué pasará, Víctor Raúl, con el Partido Aprista, que es un partido que ha estado identificado con usted. El Apra en su historia, y en su ideología ha sido -para lo bueno y para lo malo- inseparable de su vida, de sus virtudes y de sus defectos. ¿Qué pasará cuando usted... ya no esté en la Vida con el Partido Aprista?
VICTOR RAUL: Yo creo que habrá un esfuerzo en los mejores apristas -que están en el pueblo- identificarse con las ideas... Las ideas tienen que cambiar; pero los hombres, los propósitos y las lealtades que vigilan esas ideas y que tratan de cumplirlas las mantendrán.

BARRENECHEA: ¿Habrá... un nuevo jefe? ¿O como a la caída de los grandes dirigentes de organizaciones colectivas habrá direcciones colegiadas?
VICTOR RAUL: Yo soy partidario de las direcciones colegiadas. No sé cuales serán las formas que tomen y las direcciones que adopte el Partido Aprista...

BARRENECHEA: Usted lleva... ¿qué cosa me decía...?
VICTOR RAUL: Eso lo dejamos al futuro...

BARRENECHEA: A la imaginación.
VICTOR RAUL: A la imaginación de los que vengan.

BARRENECHEA: Usted tiene sesenta años en la vida política de este país ¿Usted está contento de su vida?
VICTOR RAUL: ¡Muy contento! Muy tranquilo.

BARRENECHEA: Usted... quiero que me conteste una pregunta. Haciendo un esfuerzo de modestia y revisando la historia de su vida. Y pensando no en las elecciones del 4 de junio (se realizaron el 18 de junio al haber sido postergadas), sino, pensando en la posterioridad y en la historia ¿Cuál ha sido el principal error de su carrera política?
VICTOR RAUL: Haber creído mucho en la gente... y haber confiado mucho en los primeros conceptos que aparecían como normativos de la vida nacional.

BARRENECHEA: ¿Qué quiere decir con eso?
VICTOR RAUL: Bueno, que... cuando se habla de la credibilidad, yo la tuve enteriza y completa. Yo creía en todas las ideas y en todas las palabras que se pronunciaron, cuando yo era joven, y después he visto que había mucha mendacidad y mucho incumplimiento en todo ello.

BARRENECHEA: ¿Cómo, quiere... y cómo cree que la historia de este país lo va a recordar el año dos mil?
VICTOR RAUL: No sé, quizás se olviden de mí.

BARRENECHEA: ¿Y si no se olvidan?
VICTOR RAUL: Y si no se olvidan... bueno, bueno no puedo decir. Eso ya pertenece... a un campo que yo llamaría de la brujería política.

BARRENECHEA: Pero si yo le he pedido un esfuerzo de modestia hace unos segundos con una pregunta, ahora le pido un esfuerzo de vanidad, cómo le gustaría que lo recordaran. ¿Qué cosa es lo principal que usted cree que ha dejado a este país?
VICTOR RAUL: La comprobación de que he servido. La comprobación de que no he hecho otra cosa que dedicar mi vida enterizamente al servicio del país, al servicio del pueblo... Yo he puesto amor, he puesto... decisión, voluntad y he hecho todo lo posible por servirle.
Lima, Mayo de 1978

No hay comentarios:

Publicar un comentario