noviembre 18, 2010

Discurso de Barbara Jordan en la Convención Nacional del Partido Demócrata de EE.UU (1976)

DISCURSO DE APERTURA EN LA CONVENCION NACIONAL DEL PARTIDO DEMOCRATA [1]
¿Quién entonces hablará por el bien común?
Barbara Jordan [2]
[12 Julio de 1976]

Hace ciento cuarenta y cuatro años, miembros del Partido Demócrata se reunieron por primera vez en una convención para seleccionar un candidato a la Presidencia. Desde entonces, los Demócratas han seguido convocando una vez cada cuatro años, conformando una plataforma de partido y nominando un candidato Presidencial. Y nuestra reunión de esta semana es una continuación de esta tradición.
Pero hay algo diferente en esta noche. Existe algo especial acerca de esta noche. ¿Qué es diferente? ¿Qué es especial? Yo, Barbara Jordan, soy su orador principal-.
Muchos años han pasado desde 1832, y durante ese tiempo habría sido más inusual para cualquier partido político nacional el pedirle a una Barbara Jordan que ofrezca un discurso de apertura…pero esta noche estoy aquí. Y siento que, a pesar del pasado, mi presencia aquí constituye una pequeña evidencia adicional de que el Sueño Americano no necesita ser pospuesto por más tiempo.
Ahora que tengo esta gran distinción, ¿Qué diablos se supone que voy a decir? Podría fácilmente gastar este tiempo recitando los logros de este partido y atacando a los Republicanos pero escogí no hacer eso.
Podría mencionar los múltiples problemas que los Americanos tienen, podría enumerar los problemas que causan que la gente se sienta cínica, enojada, frustrada: problemas que incluyen falta de integridad en el gobierno; el sentimiento de que el individuo no cuenta más; la realidad de la pobreza material y espiritual; el sentimiento de que el gran experimento Americano está fallando o ha fallado. Podría recitar estos problemas y entonces podría sentarme y no ofrecer soluciones.
Pero no escogí hacer eso tampoco.
Los ciudadanos de América esperan más Ellos merecen y ellos quieren más que un recital de problemas. Somos un pueblo en un dilema sobre el presente. Somos un pueblo en búsqueda de nuestro futuro. Somos un pueblo en búsqueda de una comunidad nacional. Somos un pueblo tratando no solo de resolver los problemas del presente: desempleo, inflación… sino también estamos tratando a una escala mayor de cumplir con la promesa de América. Estamos tratando de cumplir con nuestro propósito nacional; el crear y sostener una sociedad en la cual todos nosotros seamos iguales.
A lo largo de la historia, cuando la gente ha buscado nuevas formas de resolver sus problemas, y de defender los principios de esta nación, en muchas ocasiones han recurrido a los partidos políticos. A menudo han recurrido al Partido Demócrata.
¿Qué es, que tiene el Partido Demócrata que lo convierte en el instrumento que las personas usan cuando buscan maneras de dar formas a su futuro? Bueno, creo que la respuesta a esta pregunta se encuentra en nuestro concepto de gobierno. Nuestro concepto de gobierno es derivado de nuestra visión de la gente. Es un concepto profundamente enraizado en un conjunto de creencias firmemente grabadas en la conciencia nacional de todos nosotros.
Ahora, ¿cuáles son estas creencias?
Primero, nosotros creemos en la igualdad para todos y privilegios para ninguno. Esta es una creencia de que cada Americano, independientemente de su origen, tiene la misma importancia en el foro público, todos nosotros. Debido a que creemos en esta idea tan firmemente, nosotros somos inclusivos más que un partido exclusivo.
Dejen que todos vengan
Pienso que no es accidental que la mayoría de aquellos que emigraron a América en el siglo XIX se identifican con el Partido Demócrata. Nosotros somos un partido heterogéneo formado por Americanos de diversos orígenes. Nosotros creemos que la gente es la fuente de todo el poder gubernamental; que la autoridad de la gente debe ser extendida, no restringida. Esto puede ser conseguido únicamente proporcionando a cada ciudadano con todas las oportunidades para participar en la gestión del gobierno. Ellos deben tener esto.
Nosotros creemos que el gobierno, el cual representa la autoridad de todas las personas, no únicamente de un grupo de interés, sino de toda la gente, tiene la obligación de poner de relieve activamente, buscar remover activamente aquellos obstáculos que podrían bloquear los logros individuales…obstáculos producto de condiciones raciales, sexuales y económicas. El gobierno debe tratar de eliminarlos.
Nosotros somos un partido de innovación. Nosotros no rechazamos nuestras tradiciones, pero estamos dispuestos a adaptarnos a circunstancias cambiantes, cuando el cambio debe ocurrir. Nosotros estamos dispuestos a sufrir la incomodidad del cambio para lograr un futuro mejor. Tenemos una visión positiva del futuro basada en la creencia de que la brecha entre la promesa y la realidad de América puede algún día ser cerrada. Creemos eso.
Esto mis amigos, es la base de nuestro concepto de gobierno. Esta es una parte del motivo del porque los Americanos han recurrido al Partido Demócrata. Estos son los cimientos sobre los que una comunidad nacional puede ser construida.
Entendamos todos que estos principios rectores no pueden ser descartados para obtener beneficios políticos a corto plazo. Representan lo que es este país. Ellos son propios de la idea de América. Y estos son principios que no son negociables. En otros tiempos, podría estar aquí y dar este tipo de exposición sobre las creencias del Partido Demócrata y eso sería suficiente. Pero, hoy en día eso no es suficiente. La gente quiere más. Esa no es una razón suficiente para la mayoría de las personas de este país para que voten por los Demócratas. Hemos cometido errores. En nuestra prisa por hacer todas las cosas para todas las personas, no previmos las consecuencias de nuestras acciones. Y cuando las personas alzaron sus voces, no las escuchamos. Pero nuestra sordera fue solo una condición temporal, y no una condición irreversible.
A pesar de que estoy aquí y admito que hemos cometido errores, todavía creo que a medida que las personas de America juzgan a cada partido, ellos van a reconocer que nuestros errores fueron errores del corazón. Ellos reconocerán esto.
Y ahora debemos mirar al futuro. Escuchemos la voz del pueblo y reconozcamos su sentido común. Si no lo hacemos, no sólo blasfemamos de nuestra herencia política, dejamos de lado los lazos comunes que unen a todos los estadounidenses.
Muchos temen al futuro, muchos desconfían de sus líderes, y creen que sus voces nunca son escuchadas. Muchos buscan únicamente satisfacer lo que sus negocios privados requieren. Para satisfacer intereses privados.
Pero este es el gran peligro que enfrenta América. Que dejemos de ser una nación y nos convirtamos en una colección de grupos de interés: ciudad contra suburbio, región contra región, individuo contra individuo. Cada uno tratando de satisfacer sus propios deseos.
Si esto ocurre, quién entonces hablará por América?
Esta es la pregunta que debe ser contestada en 1976.
¿Vamos a ser un solo pueblo unido por un espíritu común compartido en un esfuerzo común o nos vamos a convertir en una nación dividida?
A pesar de toda su incertidumbre, no podemos huir del futuro. No debemos convertirnos en los nuevos puritanos y rechazar nuestra sociedad. Debemos hacer frente y manejar el futuro juntos. Esto se puede hacer si restauramos la creencia de que compartimos un sentido de comunidad nacional, que compartimos un esfuerzo nacional común. Se puede hacer.
No existe orden ejecutiva; no existe ley que pueda exigir al pueblo Americano que forme una comunidad nacional. Esto lo debemos hacer como individuos y si lo hacemos como individuos, no hay Presidente de los Estados Unidos, que puede vetar esa decisión. Como primer paso, debemos recuperar nuestra creencia en nosotros mismos. Somos un pueblo generoso, por lo tanto ¿por qué no podemos ser generosos con los demás? Tenemos que poner en nuestro corazón las palabras pronunciadas por Thomas Jefferson:
Vamos a restaurar a las relaciones sociales la armonía y ese afecto sin el cual, la libertad e incluso la vida no son más que cosas tristes.
Una nación está formada por la voluntad de cada uno de nosotros para compartir la responsabilidad de defender el bien común. Un gobierno se vigoriza cuando cada uno de nosotros está dispuesto a participar en la conformación del futuro de esta nación.
En este año de elecciones debemos definir el bien común y comenzar de nuevo a moldear un bien común y comenzar nuevamente a dar forma a un futuro común. Dejemos que cada persona, hombre o mujer haga su parte. Si un ciudadano no está dispuesto a participar, todos nosotros vamos a sufrir. La idea de América, a pesar de que es compartida por todos nosotros, se realiza en cada uno de nosotros.
Y ahora, ¿qué se supone que deben hacer aquellos de nosotros que son electos funcionarios públicos? Nos llamamos a nosotros mismos servidores públicos pero les diré esto: nosotros como servidores públicos debemos establecer un ejemplo para el resto de la nación. Es hipócrita que el funcionario público amoneste y exhorte al pueblo a defender el bien común. Se requiere más de los funcionarios públicos que consignas, apretones de manos y comunicados de prensa. Se requiere más. Debemos apegarnos estrictamente a la rendición de cuentas. Debemos ofrecer a la gente una visión del futuro.
Si nosotros como funcionarios públicos prometemos, debemos cumplir. Si nosotros como funcionarios públicos proponemos, debemos producir. Si le decimos al pueblo Americano que ha llegado el momento para que se sacrifique; debemos sacrificar. Si el funcionario público dice eso, nosotros (los funcionarios públicos) debemos ser los primeros en dar. Tenemos que ser. Y de nuevo, si cometemos errores, debemos estar dispuestos a admitirlos. Tenemos que hacerlo. Lo que tenemos que hacer es encontrar un equilibrio entre la idea, la creencia, de que el gobierno no debe hacer nada. Establecer un equilibrio
No debemos hacernos ilusiones acerca de la dificultad de formar este tipo de comunidad nacional. Es duro, difícil, no es fácil. Pero un espíritu de armonía sobrevivirá en América solo si cada uno de nosotros recuerda que compartimos un destino común.
Tengo confianza de que podamos formar este tipo de comunidad nacional.
Tengo confianza de que el Partido Demócrata puede abrir el camino. Tengo confianza. No podemos mejorar el sistema de gobierno que nos legaron los fundadores de la República, no hay manera de mejorar en este aspecto. Pero lo que podemos hacer es encontrar nuevas formas para aplicar dicho sistema y realizar nuestro destino.
Ahora, comencé este discurso comentándoles acerca de la singularidad de Barbara Jordan haciendo el discurso de apertura. Bueno, voy a cerrar mi discurso citando a un presidente republicano y les pido que al escuchar estas palabras de Abraham Lincoln, las relacionen con el concepto de comunidad nacional en el que cada uno de nosotros participa:
Como yo no sería un esclavo, entonces no sería un amo. Esto expresa mi idea de democracia. Lo que sea que difiera de esto, en la medida de la diferencia, no es democracia.
Nueva York, Julio 12 de 1976
BARBARA JORDAN

Traducción libre: © http://www.constitucionweb.com/
[1] Primer discurso pronunciado por una mujer afroamericana en la Convención Nacional de los Demácratas.
[2] Barbara Charline Jordan (21 feb. 1936 a 17 en. 1996). Política estadounidense líder del movimiento de derechos civiles. Fue la primera afroamericana elegida para el Senado de Texas y la primera mujer del sur en ser elegido a la Cámara de Representantes de EE.UU. Recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, entre numerosos otros honores. A su muerte se convirtió en la primera mujer afroamericana en ser enterrado en el Cementerio Estatal de Texas.

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