DEL
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ARGENTINA
Luis Saenz Peña
AL ABRIR LAS SESIONES DEL CONGRESO NACIONAL
EN MAYO DE 1894
En la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina
SEÑORES SENADORES
SEÑORES DIPUTADOS:
Tengo el honor de inaugurar por segunda vez las sesiones del Congreso Nacional y la profunda satisfacción de hacerlo en medio de la paz conquistada, después de sacudimientos dolorosos que han puesto a prueba el poder de las autoridades constitucionales de la Nación y el temple de las fuerzas conservadoras llamadas a secundar su acción en todo el país.
Me ha tocado venir al poder en una época difícil y tormentosa. Tengo el convencimiento de que mi gobierno nada ha hecho para provocar las hostilidades de que ha sido objeto y los atentados que han conmovido la tranquilidad pública, obligándolo a poner en ejercicio todas sus facultades y energías constitucionales a fin de defender y salvar las instituciones con el restablecimiento del orden público.
Puedo decir, sin temor de incurrir en errores, que los gérmenes de anarquía que han hecho explosión en el último año, traían su origen de épocas precedentes. Tan profundas fueron las impresiones que el país experimentó, que, aun después de desaparecer sus causas, siguieron agitándolo, contribuyendo así a prolongar la doble crisis, política y económica, causa y efecto, alternativamente, de las revoluciones que han venido sucediéndose.
Como tuve el honor de decirlo la primera vez ante el Honorable Congreso, acepté el alto cargo a que fui llamado por la opinión de la república, en cumplimiento de indeclinables deberes de patriotismo y en la persuasión de que me sería dado satisfacer estas dos grandes exigencias del espíritu público: el afianzamiento de la libertad política dentro del orden constitucional, mediante el apoyo de gobernantes y gobernados, y la rehabilitación económica y financiera, a favor de una administración honrada.
Como tuve el honor de decirlo la primera vez ante el Honorable Congreso, acepté el alto cargo a que fui llamado por la opinión de la república, en cumplimiento de indeclinables deberes de patriotismo y en la persuasión de que me sería dado satisfacer estas dos grandes exigencias del espíritu público: el afianzamiento de la libertad política dentro del orden constitucional, mediante el apoyo de gobernantes y gobernados, y la rehabilitación económica y financiera, a favor de una administración honrada.
Desgraciadamente, tan sanos propósitos y la más firme voluntad puesta al servicio de las instituciones y de los intereses nacionales, no tuvieron la virtud y la eficacia deseadas. No bastaron para conjurar los males que ya se preveían, las exhortaciones hechas al patriotismo, las garantías acordadas a los partidos y una política de franca liberalidad, manifestada por actos inequívocos de que hay raros ejemplos en la vida nacional.
Hablando por primera vez ante el Honorable Congreso, deploré los hechos subversivos ocurridos ya entonces en algunas provincias, cuyas situaciones, por irregulares que fuesen, podían haberse modificado gradualmente, usando los partidos de los recursos legales, tanto más eficaces, cuanto más poderosas eran las aspiraciones y exigencias de la época, y cuanto menos podían contar los gobiernos divorciados de la opinión con la simpatía o el concurso de la autoridad nacional.
Señalando aquellas primeras manifestaciones del espíritu revolucionario, que salvaba todas las barreras, tuve que referirme igualmente a las denuncias que, por diversos conductos, recibía entonces sobre un plan subversivo que se preparaba con el fin de cambiar la situación política de la República, en vista del cual sólo había creído deber adoptar simples medidas de precaución y vigilancia, lleno de confianza, como lo estaba, en el vigoroso concurso de la opinión y en la lealtad e inquebrantable disciplina del ejército nacional.
Suponía por eso mismo, en aquel tiempo, que los proyectos anárquicos habían fracasado y que no se daría el escándalo de atentar, a la faz de la Nación, contra un gobierno libremente elegido, que prometía solemnemente una época de reparación y de justicia. Aquella seguridad fue tristemente desmentida por los hechos.
La situación se agravó día a día. La revolución estalló en varias provincias, casi simultáneamente, derrocando sus poderes públicos. Fuerzas armadas pasaban de unas provincias a otras. En algunos territorios nacionales hubo conatos revolucionarios. La capital federal se convirtió en centro de las conspiraciones y en plaza de guerra. Esos movimientos denunciaban un plan general para convulsionar la República entera y cambiar sus poderes locales y generales. En un plan que se mantenía encubierto porque carecía de bandera y de programa.
Cuando en presencia de esos hechos sucesivos y encadenados, de la anarquía que se precipitaba y de las denuncias que recibía diariamente el gobierno, acudí al. Honorable Congreso para solicitar medidas preventivas y constitucionales a fin de contener el desborde y de afirmar las instituciones quebrantadas, había aún quienes negaran el peligro y rehusaran investir al Poder Ejecutivo de las facultades indispensables.
La sublevación de algunos piquetes militares y de algunas naves de la armada nacional, coincidiendo con la concentración de los elementos revolucionarios en Santa Fe y la organización de una junta, en rebelión abierta contra el gobierno de la Nación, vinieron muy pronto a demostrar que no eran vanos los temores, ni infundadas las precauciones adoptadas, ni exageradas las medidas propuestas, las cuales habilitaron al Poder Ejecutivo para reprimir inmediatamente y enérgicamente el movimiento revolucionario.
El Honorable Congreso había venido en auxilio de la paz y de las instituciones dictando la ley que declaró a la República en estado de sitio y autorizó al Poder Ejecutivo para movilizar la guardia nacional, así como las leyes sucesivas de intervención a Buenos Aires, Catamarca, Santa Fe, San Luis, Corrientes y Tucumán; leyes que el Poder Ejecutivo tenía que cumplir y hacer cumplir en todo el territorio. Esa misión ha sido llenada felizmente. El orden ha sido restablecido en las provincias convulsionadas, donde se han organizado y funcionan regularmente los poderes públicos, de acuerdo con las constituciones y leyes respectivas.
Las memorias de los Ministerios darán cuenta de los procedimientos empleados y de las dificultades vencidas. Cúmpleme apreciar aquí los resultados generales, haciendo notar que, en pocos meses, en lucha con una rebelión poderosa en una situación anárquica y llena de complicaciones, que amenazaba conmover el poder legal en sus fundamentos, se ha logrado desarmar las revoluciones, restablecer la paz, retemplar la moral del ejército y de la armada, reorganizar los gobiernos, y mostrar así, en toda su plenitud, el poder incontrastable de la Nación.
El gobierno pudo apelar en ese trance a la opinión del país y confiar su causa a la guardia nacional, considerada como la defensa natural y la salvaguardia de un pueblo libre, en sus luchas internas. En breve tiempo se organizó un ejército de ciudadanos que acudieron solícitos a sofocar la rebelión. La autoridad nacional no transigió con el desorden, dispuesta a ser blanda y olvidadiza con los vencidos. Así se ha probado la impotencia del espíritu demagógico; y a pesar de tres años de incesantes agitaciones y calamidades políticas y financieras; la República ha salido triunfante de esas pruebas, con la conciencia de su fuerza material y de sus adelantos morales.
Tuve oportunidad de referirme anteriormente a la necesidad de una ley reglamentaria del derecho de intervención, que determine reglas fijas de procedimiento en los casos ocurrentes. En todo tiempo se ha hecho sentir y se ha recordado esa necesidad y aun se ha tratado de satisfacerla. Pero nunca fue el vacío más sensible que en las críticas circunstancias que acabamos de atravesar y en las que ha sido necesario intervenir simultáneamente en seis provincias argentinas, en situaciones bien diversas.
Me es satisfactorio decir, asimismo, que aquellas dificultades han sido allanadas por la inteligencia y el celo de que han dado relevantes testimonios los dignos ciudadanos a quienes se confió la delicada misión de presidir la organización de los poderes públicos en las provincias convulsionadas. Sólo incidentes pasajeros interrumpieron en algunas provincias la marcha de la intervención, debido a las causas enunciadas. Algunos interventores renunciaron entonces; y restablecida la tranquilidad general, las intervenciones volvieron a funcionar con toda la actividad permitida por las circunstancias especiales de las provincias sobre las cuales actuaban.
Los resultados de la intervención nacional en las diversas provincias han sido satisfactorios, aunque no colmasen siempre la aspiración de todos los partidos. A lo menos se ha podido observar y reconocer que la organización de los poderes públicos se ha practicado, bajo los auspicios de la autoridad nacional, con garantías de que rara vez gozaron aquéllos en circunstancias semejantes, como lo atestigua, entre otros hechos, el gran número de los ciudadanos, de distinta filiación, que tomaron parte en la lucha electoral, y el triunfo alcanzado en algunas partes por los mismos adversarios declarados del Gobierno Nacional.
Se ha visto, en efecto, un hecho digno de ser recordado y que, por sí solo, revelaría la alta imparcialidad y la imperturbable ecuanimidad de las autoridades nacionales que presidieron la reorganización de los gobiernos y las funciones de la soberanía popular.
Apenas dominada la rebelión, los conspiradores tomados con las armas en la mano, recobraron su libertad. El gobierno combatido por ellos les abrió inmediatamente los comicios. Pudieron inscribirse en los registros cívicos, sufragar y ganar elecciones, bajo la protección y garantías de la autoridad. Estos hechos, raros en la historia, caracterizan una época y hacen honor al país como a los funcionarios que han intervenido en ellos.
El Ministerio respectivo os instruirá del uso que he hecho del poder excepcional con que me investía la ley del estado de sitio. Tengo la convicción de no haber abusado de ese poder y de haber tomado únicamente las medidas indispensables para desarmar la rebelión, evitar su propagación y pacificar los espíritus. La ley de 16 de Diciembre del año anterior prorrogó el estado de sitio por sesenta días, que vencían el 16 de Febrero. Antes de esta fecha, estando en receso las Honorables Cámaras, el Poder Ejecutivo, por acto propio, limitó los efectos del estado de sitio a la capital de la república y a las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. Más tarde, el estado de sitio, así limitado fue prorrogado por otros sesenta días, siendo levantado mucho antes de vencer esa última prórroga, primero en la capital y Buenos Aires y luego en Santa Fe, coincidiendo esas medidas del gobierno con los acontecimientos felices que determinaban el restablecimiento de la vida constitucional en esas dos provincias, por la acción tranquila y salvadora del sufragio libre.
El estado de sitio apenas se hizo sentir sobre la prensa seria, que, aun bajo el imperio de esa ley excepcional, estuvo siempre facultada para discutir sin acritud la política nacional y la conducta de los gobernantes, abonándose así el propósito manifestado de no ir más allá de lo indispensable para dominar el espíritu revolucionario y anárquico que tan fuertes sacudimientos imprimió a la república.
Si no ha faltado al gobierno la energía necesaria para afrontar la situación, ha sido benévolo con los ciudadanos desarmados. Su severidad se ha detenido en el punto en que cesaban los peligros de una situación complicada que únicamente podía apreciar y juzgar en ese punto el poder que tiene sobre sí tan graves responsabilidades.
Solos los jefes principales de la rebelión quedaron detenidos y sometidos a la justicia nacional. Cuando por resolución judicial, recaída en el proceso respectivo, se acordó la libertad de aquéllos bajo fianza, me hallé colocado entre dos deberes igualmente imperiosos: el que me obligaba a acatar aquella resolución y el que me imponía el uso de medidas propias para salvar los grandes intereses políticos que me estaban confiados. Teniendo en cuenta tan graves responsabilidades, sin perjuicio de cumplir los autos judiciales, detuve nuevamente a los acusados mientras no desaparecían o se modificaban las circunstancias extraordinarias creadas por la rebelión. Pero poco tiempo después se dejaba sin efecto esa orden y los detenidos recobraban su libertad bajo la fianza judicial.
El criterio que ha dominado las intervenciones ordenadas por el Honorable Congreso y la política del Gobierno Nacional han tendido a la rehabilitación de las instituciones por la supresión de toda fuerza arbitraria, cualquiera que fuese su origen o denominación, viniese de la autoridad o partiese de la rebelión. Esos grandes conflictos políticos sólo podían ser dirimidos por la soberanía, a la que quedaban sometidos. Era necesario organizar nuevos gobiernos que tuviesen su origen y su apoyo en la opinión, consultada lealmente por medio del sufragio.
Es lo que se ha hecho. En todas las provincias convulsionadas se ha prescindido tanto de los gobiernos derrocados como de las revoluciones triunfantes, para organizar los poderes constitucionales por medio de las elecciones populares. Los nuevos gobiernos funcionan con arreglo a, sus propias instituciones.
En todos los puntos del territorio nacional hay orden y libertad. La autoridad de las leyes ha reemplazado a lo arbitrario. Todas las garantías civiles y políticas han quedado restablecidas. No hay un solo detenido, no hay un solo desterrado por causas políticas, fuera de aquéllos que están sometidos a la autoridad judicial o que, por medio de la fuga; se han sustraído a la responsabilidad de sus actos. El Poder Ejecutivo se ha apresurado a despojarse de sus facultades excepcionales, en cuanto cesaron las causas que determinaron su ejercicio.
Al recobrar, a tanta costa, esos grandes beneficios de la paz y de las instituciones, el Gobierno cree satisfacer el voto de la opinión, declarando que se halla firmemente resuelto a ejercitar todo su poder para impedir que nuevamente sea alterada la paz pública y ensangrentado el país, destruyéndose en un día la obra de muchos años y haciéndose imposibles los progresos morales y políticos que en vano se buscan fuera del orden y de la Constitución.
Poco habríamos aprendido en la historia y en las lecciones que dejan los últimos acontecimientos, si no estuviésemos penetrados de que no se asegura la paz con una política de exclusiones o de odios en el gobierno, ni menos con administraciones viciosas y desordenadas, que abruman a los contribuyentes y desacreditan al país.
Ni revoluciones ni oligarquías: esta debe ser la fórmula salvadora que traiga la armonía entre gobernados y gobernantes. Los primeros deben comprender hoy más que nunca, después de tan hondos sacudimientos, que por el ejercicio constante de sus derechos constitucionales y de los órganos y resortes de la ley, pueden aspirar a ejercer una influencia legítima en las provincias o en la Nación y a mejorar y perfeccionar las condiciones de los gobiernos, aleccionados también por la experiencia.
La época de prueba porque ha pasado la república ha dejado ver grandes deficiencias de la legislación, que se resue1ven en dudas y conflictos en el momento de su aplicación. La ley sobre justicia nacional que define y castiga los delitos contra la seguridad interior de la Nación, adolece de notables defectos que exigen su revisión, y llamo a ese respecto la atención del Honorable Congreso.
Me es grato declarar, con este motivo, que la prudencia de los poderes constitucionales y el acierto de sus juicios han allanado dificultades y salvado peligros hasta aquí, combinándose felizmente su acción en el propósito de garantir el orden social y político, tan recientemente conmovido.
Una de las primeras preocupaciones de mi gobierno fue la reforma de la ley electoral de la Nación. En mi mensaje anterior dí cuenta del nombramiento de una comisión de distinguidos ciudadanos a quienes se sometió el estudio del sistema que mejor consultase los progresos del derecho constitucional y asegurase la verdad y proporcionalidad del sufragio y de la representación popular. La comisión llenó su cometido y oportunamente remití al Honorable Congreso el proyecto confeccionado sobre la materia, acompañado de un mensaje en que recomendaba a V. H. la atención que reclama este problema palpitante y primordial de nuestra democracia.
La sanción definitiva del proyecto de ley ordenando un nuevo censo es también urgentemente reclamada por las prescripciones constitucionales y las exigencias de la administración. Hace veinticinco años que se practicó el último censo, cuando la Constitución ordena que se renueve cada decenio. Sin el censo, que es el balance de las fuerzas vivas del país, no es posible apreciar con exactitud su potencia productora ni repartir con equidad las cargas públicas.
Los progresos que ha desenvuelto la Nación desde 1869 en que se ejecutó el único censo nacional, exigen imperiosamente que se cumpla esta indicación constitucional. La creación de los territorios nacionales que se han organizado con posterioridad y que han atraído poderosos elementos de población y de riqueza, hará palpable ante el Honorable Congreso de la Nación que no es posible atender la administración política y económica de esos vastos territorios con el exiguo personal y gastos que autoriza el presupuesto; y el día que se realice el censo pondremos de manifiesto los grandes elementos de-prosperidad y ele riqueza a que alcanzado la potencia productora de la república. Os recomiendo que prestéis a este asunto la preferencia que su importancia requiere.
La liberalidad de nuestras costumbres y de nuestras leyes ha consagrado el libre acceso de los extranjeros al territorio nacional; pero es necesario que esa gran conquista de la civilización y de la humanidad no comprometa nuestro orden político ni nuestra seguridad social. Aquel que invoque la hospitalidad debe merecerla por su vida anterior y por su conducta subsiguiente. Si su entrada o su permanencia en nuestro suelo llegaran a constituir una amenaza contra nuestras instituciones o nuestra sociabilidad, el poder público, representante de la soberanía nacional, debe hallarse habilitado para contrarrestarla, negándole su entrada o decretando su salida del país.
Este derecho es de legislación universal y los acontecimientos del presente y las eventualidades del porvenir nos aconsejan incorporarlo a nuestros códigos.
No debo, señores, cerrar esta parte del mensaje anual sin hacer constar, con suma complacencia, que las relaciones constitucionales de mi gobierno con los gobiernos de provincias se mantienen bajo el pie de una cordialidad. Unidos en el sano propósito de poner término a las agitaciones que han perturbado la marcha del país en estos últimos tiempos, su acción combinada ha sido irresistible y será fecunda en el orden político y social.
Girando dentro de sus esferas propias, respetando el gobierno general la vida interna de los Estados y confiando los gobiernos locales en la garantía protectora de la Nación, ningún roce ha entorpecido el juego regular de sus respectivas atribuciones y todos marchan de perfecto acuerdo a la consecución de los altos fines para los cuales han sido instituidos por la autoridad soberana del pueblo argentino.
MUNICIPALIDAD
Las leyes que os dignasteis sancionar el año pasado, referentes a la Municipalidad de la Capital, han regularizado su situación financiera, permitiendo, en consecuencia, mejorar los servicios de esa importante rama de! poder público.
La lotería nacional, una vez cubiertos los beneficios que acordasteis a las sociedades de Misericordia. San Vicente de Paúl y Cruz Roja, en la primera mitad del corriente año, producirá una renta que se calcula en cuatro o cinco mil pesos mensuales para cada provincia, y para la Municipa1idad una entrada considerable, que ha sido afectada ya a los siguientes objetos: Casa de Aislamiento, Hospital Rawson, terminación del Hospital San Roque, Hospicio de las Mercedes (Manicomio), creación de un hospital en Belgrano y otro de enfermos crónicos, destinado a recibir los que hoy ocupan por tiempo indeterminado las camas de los demás establecimientos existentes. Por este medio y con las obras que se realizan en el Asilo de Mendigos, será posible, en el corriente año, suprimir por completo la mendicidad en las calles.
Se acordarán también subvenciones a las sociedades que sostienen hospitales o asilos de beneficencia.
Los fondos que destinasteis a la terminación de la Avenida de Mayo se entregaron a la Intendencia. Esta importante obra se halla casi terminada, faltando para su total apertura únicamente tres casas, a cuyos propietarios será necesario aplicar la ley que sancionasteis. Los recursos han dejado un sobrante de importancia con el que la Intendencia ha emprendido, en la Plaza de Mayo, las obras que serán siempre indispensables para su futura trasformación, según el carácter del monumento conmemorativo de nuestra independencia. En breve será sometida la nota en que se solicita la traslación de la estatua de Belgrano y la remoción de la pirámide al centro mismo de la plaza actual; porque el Poder Ejecutivo considera que es el Honorable Congreso el que debe resolver lo que crea conveniente al respecto.
Ha sido también cumplida la ley sobre reconstrucción del Pabellón Argentino a entera satisfacción de la Intendencia, siendo definitivamente inaugurado ese hermoso palacio de la industria, que es uno de los grandes atractivos del Municipio.
El impuesto sobre los hipódromos, que la Intendencia recibe desde Julio del año pasado, se invierte en terminar las obras del Parque 3 de Febrero, que se encuentran ya bastante adelantadas.
La ley que dispuso se pasase a la cuenta de Tesorería General el crédito del Banco Nacional contra la Municipalidad, ha completado la regularización de las finanzas que iniciasteis con la ley de consolidación de la deuda flotante. Merced a ella, se ha podido atender a cuestiones y créditos antiguos, que de otro modo no hubiera sido posible arreglar, quedando la Municipalidad sin deuda alguna; y con el sobrante; la Intendencia ha proyectado la compra de la quinta de Lezama con destino a parque público, dotando al Municipio de uno de los más bellos paseos que se conozcan.
La ley que autorizó el préstamo de 2.000.000 a la Municipalidad me parece que no permite distraer la suma para el paseo Lezama sin el reembolso de aquella cantidad.
Es satisfactorio hacer constar que la edificación urbana se desenvuelve en la capital de una manera notable, como lo prueba el hecho de haberse construido durante el año 1893, 2133 edificios; y desde el 1° de Enero al 26 de Abril del corriente año 1894, 841 edificios.
POLICÍA
La policía ha desenvuelto su acción dentro de la órbita de facultades, inherentes a su misión: pero sus procedimientos se resienten de la falta de uniformidad en los diversos casos que requieren su intervención.
Sus atribuciones no obedecen a principios consagrados por la ley, sino a prácticas y reglamentos que no siempre satisfacen a la integridad de los derechos ni a las exigencias de su rol; con menoscabo de su prestigio y acaso de los intereses de la comunidad.
A fin de subsanar esta anormalidad; el Poder Ejecutivo ha nombrado una comisión redactora de un proyecto de Código de Policía, que tendrá la satisfacción de someter a la consideración de V. H. en el presente periodo de sesiones.
La intervención policial en los actos políticos ocurridos durante el año, ha sido correcta y limitada estrictamente a guardar el orden público. A pesar del apasionamiento con que se han disputado el triunfo los partidos políticos militantes en la capital, no ha habido un solo caso de colisión o disturbio en que desgraciadamente degeneraban, en otras épocas nuestras contiendas cívicas.
Las elecciones verificadas en Julio y Febrero últimos, así como la inscripción en el Registro Cívico durante los meses de Octubre y Noviembre, no acusan un solo incidente digno de mención, ni que comprometa, ni remotamente, la autoridad moral de la policía.
Dictada la ley de estado de sitio, cuyas facultades generalmente ejercita, en la capital, el Presidente de la República por intermedio de la policía, ésta no ha necesitado variar su procedimiento ordinario respecto de todos los que no pretendieron de ningún modo alterar la paz pública o conmover el orden político de la Nación.
El servicio de seguridad se halla establecido convenientemente en todo el radio del Municipio; pero se siente ya la necesidad de crear algunas subcomisarías en parajes cuya población reclama ese servicio. En el proyecto de presupuesto para el año próximo se indicará esta ligera reforma.
Para la mejor organización del personal, el jefe de la repartición sólo propone ascensos, previo concurso, estimulando por este medio a los empleados superiores; y acordando a los vigilantes premios de estímulos, cuando se distinguen en el cumplimiento de su deber por actos de abnegación o heroísmo.
El Cuerpo de Bomberos complementa el servicio de seguridad policial pero su personal es insuficiente ya para atender a la multiplicidad de servicios que reclaman su constante atención.
Durante el año ha intervenido el Cuerpo de Bomberos en 67 incendios prestando además su eficaz y oportuno concurso en otros diversos accidentes.
Los capitales comprometidos en los lugares de incendios se calculan en la suma de 25.504.815 pesos y las pérdidas en 728.800, habiéndose salvado aproximadamente 24.776.000, alcanzando los valores asegurados en diferentes compañías a 2.080.500 pesos.
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Los delitos contra las personas han ascendido a 1.679; contra la propiedad a 3.134; contra la honestidad a 11 y 234 de otros caracteres.
Los autores probables de estos hechos suman 11.085 individuos, de los que fueron aprehendidos 6.914.
Las contravenciones registradas se descomponen en la siguiente forma: por ebriedad 19.280; por desorden 3.687; por cargar armas 890; por escándalo 156; y de otras clases 5.167.
CORREOS Y TELEGRAFOS
El servicio de correos y telégrafos se ha hecho con regularidad en toda la República. Institución de tan trascendental importancia, por los intereses de diversa índole que tiene que servir, debe siempre merecer especial atención de los poderes públicos.
Para honor de pueblo y gobierno argentinos, podemos afirmar, después de la labor y constancia de muchos años, que la comunicación postal y telegráfica de la República Argentina está al nivel de instituciones análogas en muchas de las principales naciones del mundo.
La rapidez y regularidad de las comunicaciones se acentúa y normaliza cada día; así como la confianza que el comercio y el público en general le dispensan, debido muy principalmente a la prescindencia política de su personal, consagrado por completo al servicio, dentro de los límites que le marca la ley.
La administración de los valiosos intereses y caudales que le están confiados a esta repartición, se hace con severidad y economía, sin desatender los múltiples servicios que las necesidades van creando constantemente. Este resultado, que hace honor a su dirección, se debe, en gran parte, a una comisión de distinguidos ciudadanos que le prestan su concurso desinteresado y patriótico.
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El Poder Ejecutivo se preocupa de dotar al servicio de correos y telégrafos de un edificio propio en esta capital, que responda a las necesidades siempre crecientes de la institución. Una comisión de distinguidos ciudadanos, nombrada por decreto de 25 de Julio último, se ocupa especialmente del asunto. Además, por el Ministerio del ramo se inician ya las gestiones necesarias para adquirir edificios propios y adecuados al mismo servicio en las capitales de provincias y ciudades principales de la República, que aun carecen de ellos.
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En el año de que os doy cuenta se han creado y librado al servicio público 74 oficinas, siendo 56 de éstas servidas ad honoren; y se han clausurado 20 por no responder a exigencias inmediatas, siendo de éstas 12 rentadas y 8 ad honorem.
Han funcionado durante el año, en toda la administración, r.095 oficinas: 994 rentadas y 101 ad honorem.
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Los transportes se han hecho en mejores condiciones, mediante diversas medidas adoptadas por la Dirección General, secundada en unos casos por las empresas de ferrocarriles y en otros por los vecindarios, que han prestado eficaz y decidido concurso a la administración. Se han establecido nuevas líneas de trasporte entre las poblaciones cuya importancia lo requería, sustituyendo entre otras los medios de vialidad, en obsequio al mejor servicio.
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El servicio telegráfico ha recibido especial dedicación, como lo demuestran los siguientes datos: Se han construido 804.10 kilómetros de línea; han sido reconstruidos y mejor utilizados 859.08, y se han reparado 2.800.05.
En la memoria del Ministerio del Interior se darán informes detallados de los diversos trabajos de la Dirección General, consistentes en proyectos de reparación de las líneas existentes, construcción de líneas proyectadas ya y en los estudios de líneas nuevas, trabajos que tienden a completar la red telegráfica de la República, bajo un plan metódico y bien meditado, tratando de establecer las comunicaciones directas de la. Capital Federal con los puntos más importantes del país.
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El movimiento de la correspondencia postal y telegráfica en 1893 ha sido el siguiente: Circulación de piezas internas 123.618.580, que representan un aumento de 3.4 % sobre el movimiento del año 1892; ídem de piezas internacionales 18.437.195, que representan un aumento de 6,3 % sobre la del año 1892.
El movimiento de los valores declarados asciende a 22.194.318 pesos moneda nacional, contenidos en 59.578 piezas de correspondencia depositadas en la oficina correspondiente.
Durante el año se han hecho 28.516 giros por valor de 2.854.560 pesos moneda nacional, representando un aumento sobre el año anterior de 12,50 % y 35,4 % respectivamente.
En el mismo año se han trasportado 357.806 encomiendas, representando también un aumento de 10,5 %.
Los telegramas particulares circulados en el año alcanzan a 2.456.818, que representan un aumento de 2,7 % sobre la circulación de 1892.
El correo y el telégrafo han producido en el año que acaba de trascurrir, la suma de 3.163.148.24 distribuidos en la siguiente forma:
Correos…………………………….. $ 2.085.861.01
Telégrafos…………………………. $ 1.005.279.43
Eventuales………………………… $ 72.007.80
$ 3.163.148.24
Esta cantidad representa un aumento de 15,2 por ciento sobre la renta: del año anterior.
TERRITORIOS NACIONALES
Las diversas secciones del territorio de la República merecen interesar vivamente la acción de los poderes públicos de la Nación. Allí radica, en gran parte, la base de la prosperidad general del país por la vasta extensión de sus zonas y los ensayos hechos con éxito de su aplicación a diversas industrias.
Dotarlos de medios de comunicación y vialidad que faciliten el comercio y el intercambio de sus productos, es la medida que más urgentemente reclaman los Territorios Nacionales. El Poder Ejecutivo, a pesar de la situación porque ha atravesado el país, no ha descuidado, dentro de los escasos elementos de que ha podido disponer, una sola medida que tienda a satisfacer, siquiera transitoriamente, esta imperiosa necesidad.
Además de las diversas providencias tomadas con este objeto, como la construcción de puentes que pongan en comunicación las colonias del Chaco, se ha dotado de edificios fiscales a los territorios de Misiones y Santa Cruz, autorizando la inversión de setenta y cinco mil pesos para su construcción. Espero que pronto podré hacer extensivos estos beneficios a los pocos territorios que aun carecen de edificios apropiados para la instalación de las oficinas públicas.
La reforma de la ley constitutiva de los territorios se impone. No pocas de las dificultades administrativas, que en más de una ocasión han sido un obstáculo serio al crecimiento y prosperidad de los Territorios Nacionales, tienen su origen en la falta de previsión de las leyes vigentes.
Territorios tan extensos, con poblaciones tan diseminadas y poco condensadas, no pueden prosperar sin una legislación que se inspire en las necesidades reales de los pobladores, y cuyos efectos se hagan sentir de una manera inmediata y continua, prestando al mismo tiempo mayor vigor y eficacia a la acción administrativa del gobierno central.
El Ministerio del Interior dedicará, en el corriente año, especial atención a todas las cuestiones que se relacionen con los Territorios Nacionales. En la Memoria que este Ministerio elevará oportunamente a la consideración de V. H. encontrareis expuestos con más detención los propósitos del Poder Ejecutivo y tendréis oportunidad de prestar a su realización vuestra ilustrada y eficaz cooperación.
MUSEO HISTÓRICO
Esta importante institución, que tantos servicios viene prestando a la causa de la historia y del patriotismo argentino, sigue una marcha próspera y benéfica para los intereses morales de la Nación.
El Museo Histórico, a pesar del corto período de tiempo en que funciona, ha conseguido interesar el favor de la opinión pública, merced al cual las donaciones de objetos de valor histórico han aumentado visiblemente, acrecentando la importancia de las colecciones existentes.
Hasta la fecha, el Museo Histórico ha sido visitado por 2.689 personas, que han dejado su firma en el libro que existe para ese objeto.
La publicación de la Revista Ilustrada, que comprende los anales de la institución, sigue haciéndose con regularidad, contando con la colaboración de distinguidos escritores y publicistas argentinos.
DEPARTAMENTO NACIONAL DE HIGIENE
La tarea del Departamento Nacional de Higiene durante el año trascurrido ha sido ardua y laboriosa. El país ha estado seriamente amenazado por la invasión de epidemias como el cólera y la fiebre amarilla, y es debido a las enérgicas y oportunas medidas dictadas que se ha obtenido el éxito más completo, conjurándose siempre el peligro de una importación. En el verano del 92 al 93 llegaron al puerto doce buques infestados, habiéndose producido en los mismos y durante el período de la observación cuarentenaria, 27 casos bien comprobados de fiebre amarilla. En estos primeros cuatro meses del año corriente, son 8 ya los buques que han tenido enfermos de tan temible flagelo, alcanzando a 28 el número de casos.
El Conservatorio Nacional de Vacuna, creado en 1890, está dando los resultados más satisfactorios, y el siguiente cuadro comparativo de las defunciones de viruela ocurridas en la Capital y en el Rosario, durante los años trascurridos desde su fundación, muestra de una manera elocuente el progreso alcanzado:
Buenos Aires
1890…….. 2.198 defunciones
1891…….. 278 “
1892…….. 30 “
1893…….. 14 “
Rosario
1890…….. 433 defunciones
1891…….. 94 “
1892…….. 1 “
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Uno de los principales propósitos del Departamento ha sido llegar a conocer el grado de salubridad de las provincias y territorios nacionales, para poder proyectar y aconsejar las obras de saneamiento que en un porvenir no lejano deben efectuarse en diversos puntos del país. Esta empresa, que indica un propósito de perfeccionamiento y progreso nacional, está muy lejos de ser irrealizable, y la creación de la oficina sanitaria responde a ese fin. En ella se van acumulando los datos necesarios, y los laboratorios, por su parte, contribuyen a recoger las observaciones que da la experiencia propia. Es esta la base que ha de servir para los estudios indicados, que diseñan ya los primeros pasos de la higiene nacional.
OBRAS PÚBLICAS
Puerto de la Capital: Durante el año 1893 han continuado los trabajos del puerto de la capital dentro de los límites asignados por la ley del presupuesto. El dique núm. 3 está terminado y los trabajos en la Dársena Norte lo estarán en breve plazo. Se ha empezado la construcción del nuevo dique núm. 4 y se prosigue el dragado del Canal del Norte.
Las obras certificadas durante el año ascienden a un valor de pesos oro 2.358.194.77 lo que nos da un total de pesos oro 22.945.127.206 como valor certificado desde que éstas comenzaron.
El Gobierno se preocupa actualmente de solucionar el importante punto relativo a la construcción de los depósitos de los diques, pues sin ellos el tesoro deja de percibir una fuerte entrada.
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En el Riachuelo se han dragado 847.243 metros cúbicos, siendo la profundidad mínima del canal de 18 pies debajo del cero y llegando en algunos parajes hasta 21 pies. La anchura del canal ha sido aumentada en algunos puntos 25 metros con una profundidad de 18 pies, El costo del metro cúbico de dragado es de 57 centavos, incluyendo gastos de dirección y reparación.
Las obras del Puerto del Rosario confiadas al señor Juan Canals han sido terminadas en la parte que le correspondía. Es necesario proceder al dragado del banco que impide el acceso de los buques al muelle nacional, terminar el extremo S. E. de los muelles de la primera sección, construir galpones para depósitos y efectuar otras obras de menor importancia.
La ciudad de Santa Fe reclama con urgencia la construcción de su puerto para facilitar en él el embarque de los productos de las colonias, y el Gobierno se preocupó de hacer estudiar esta obra y su costo para solicitar los fondos necesarios.
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Las obras para provisión de agua a La Rioja están en construcción, alcanzando el conducto principal a 5.243 metros. Es necesario estudiar las obras complementarias para la distribución de las aguas que aporta dicho conducto.
Se han continuado durante el año los trabajos de reconstrucción de! muelle de Concepción del Uruguay y se han ejecutado todas las obras del puerto de Corrientes, faltando sólo para ser librado al servicio público la expropiación de la zona necesaria para el movimiento del puerto y la construcción de dos depósitos fiscales.
El Departamento de Obras Públicas ha atendido durante el año a la conservación de los caminos nacionales de las provincias, invirtiendo en este trabajo la cantidad de pesos 163.400, así como también a la de los puentes, en la que se ha invertido la suma de 18.395 pesos.
Las obras de los puentes sobre el Río Grande, en Jujuy, y sobre el Río del Valle, en Catamarca, se hallan casi terminadas, faltando sólo algunos detalles para que puedan ser librados al servicio público.
El puente sobre el Río Santa Lucía en la Provincia de Corrientes, podrá ser habilitado en el año actual, pues las obras se prosiguen con gran actividad. No sucede lo mismo con el puente sobre el Río Batel, en la misma provincia cuya construcción ha sido detenida por diversas dificultades que felizmente han sido ya salvadas.
En breve se continuarán las obras del camino y muelle en Goya, paralizadas desde 1889, y se empezarán las obras de! puente sobre el Río Tunuyán, en Mendoza, de cinco puentes en el camino de Mendoza a San Rafael y del puente sobre el Río Tercero, en la Provincia de Córdoba.
Las obras de la Casa de Gobierno Nacional se han proseguido con actividad durante el año, habiéndose invertido hasta fines de Diciembre en su construcción la cantidad de 1.652.380 pesos.
Muchas otras obras, que seria largo enunciar, se hallan en vía de ejecución y aun faltan algunas autorizadas por leyes especiales o incluidas en el presupuesto vigente. La crisis porque ha pasado el Departamento de Ingenieros de la Nación no me ha permitido impulsarlas con vigor, por cuanto esa repartición es el eje obligado de toda obra pública. Reorganizado su personal, les dedicaré una atención preferente para que cuanto antes entren a actuar como factores decisivos de nuestro bienestar y de nuestro progreso. Ejecutarlas, en e! tiempo indispensable y en la medida de las fuerzas del erario público, será para mi una doble satisfacción de magistrado y de ciudadano.
OBRAS DE SALUBRIDAD
Una de las cláusulas del convenio celebrado en Londres para el arreglo de la deuda externa aprobado por V. H., establecía la transferencia al señor D. Juan B. Médíci, de las obligaciones que por el contrato de rescisión correspondían a la Buenos Aires Water Supply and Drainage Company Limited, y en su cumplimiento se firmó el 23 de Febrero del corriente año una acta reglamentando las condiciones de la trasferencia y la forma en que el señor Médici debía concluir y entregar las obras que aun no han sido terminadas.
Ha comenzado ya la recepción por la comisión, y se espera que dentro de breve plazo se recibirán todas, quedando así definitivamente concluidas y resueltas las debatidas cuestiones referentes al arrendamiento y rescisión de las Obras de Salubridad.
De acuerdo con las acertadas leyes que dictasteis el año próximo pasado sobre el ensanche del radio para la construcción de las obras domiciliarias, la comisión ha empezado ya las obras en el Hospital Rivadavia y la Penitenciaría, y sus ingenieros estudian actualmente los proyecto para la habilitación de nuevos distritos, fuera del actual radio de las obras generales en explotación.
Se han efectuado ya nuevas construcciones exigidas por el desarrollo de la población y autorizadas por leyes especiales votadas por V. H.
Entre las más importantes merecen mencionarse los filtros y los depósitos de clarificación, que, agregados a los antiguos, pueden producir noventa y cinco mil metros cúbicos de agua cada 24 horas.
Está terminado el proyecto para la construcción de la nueva casa de bombas de la Recoleta, y en breve se sacará a licitación su construcción de acuerdo con la ley núm. 2927; y se halla en preparación el proyecto para las nuevas bombas de Puente Chico, cuya necesidad empieza a hacerse sentir.
El Gobierno se ha preocupado del problema de la provisión de agua a Belgrano y ha encontrado que la idea más conveniente es la construcción de un pozo semisurgente, capaz de producir cinco mil metros cúbicos por día; se ha adoptado esta solución y los trabajos están en vías de ejecución.
La comisión ha construido las cloacas de varios edificios nacionales y municipales y en el año corriente quedarán terminadas las de la mayor parte.
Se han construido por los particulares durante el año cinco mil cloacas, que, agregadas a las diez mil existentes, dan, un total de quince mil; puede calcularse que estas quince mil cloacas corresponden a veintidós mil locales independientes. Como cálculo aproximado puede decirse que hay que construir todavía nueve mil doscientas cloacas.
El consumo de agua corriente en la ciudad ha sido de veintidós millones novecientos sesenta y seis mil setecientos y un metros cúbicos (22.966.731 m3) habiendo días en que se han consumido cien mil.
La longitud total de la cañería de aguas corrientes alcanza a seiscientos cuatro kilómetros y la red de cloacas tiene una extensión de trescientos cuarenta y uno.
Se ha recaudado por servicio de explotación de las obras 3.107.497.87 pesos y los gastos de explotación han ascendido a 1.334.091.61 pesos, dando un producto líquido de 1.773.406.26 pesos.
FERROCARRILES
La red ferrocarrilera de la República alcanza actualmente a 13.134 kilómetros y representa un capital de 399.457.906 pesos oro. Estas cifras por sí solas revelan su importancia y la influencia que ejercen al presente en el desenvolvimiento económico y comercial del país y la que ejercerán en sus destinos futuros.
A ella se debe, en gran parte, la valorización de las inmensas zonas de nuestro territorio y sin ella no habría sido posible llevar los elementos de civilización y de trabajo hasta los confines de la Nación. Los sacrificios que se han hecho para llegar a esos resultados son enormes y quizás han superado sus fuerzas económicas; pero su acción benéfica se ha hecho sentir inmediatamente y puede con verdad decirse que en todas partes donde se siente el silbato de la locomotora allí nace la vida y el trabajo. Ya no existe un solo núcleo importante de población en la República que no esté vinculado a los demás por una vía férrea, si se exceptúa la ciudad de La Rioja que tiende anhelosa sus brazos para recibir al agente poderoso que ha de transformarla explotando las riquezas que encierran sus montañas. V. H. ha dictado leyes para satisfacer esa necesidad a la vez que tan legítima aspiración de los habitantes de aquella provincia, y el Poder Ejecutivo, por su parte, se preocupa de cumplirlas en la esfera de su acción administrativa.
Observando el mapa de los ferrocarriles, se ve que la provincia de Buenos Aires tiene 4.078 kilómetros de vías férreas; Santa Fe 3.369, Córdoba 1.948, Santiago del Estero 1.046, Entre Ríos 718, Tucumán 487, Mendoza 372; Catamarca 362, San Luis 327, Corrientes 304, Salta 257, La Rioja 152, San Juan 83, Capital Federal 72, Territorio del Chubut 70, de la Pampa 68 y Jujuy 50.
Del capital invertido en vías férreas 42.107.501 pesos corresponden a las líneas de propiedad de la Nación; 83.259.321 pesos, a las que tienen un interés garantido por la misma; 224.717.783 pesos a empresas particulares; 49.373.300 pesos a empresas subvencionadas por las provincias.
El trabajo efectuado por todos los ferrocarriles en el año pasado, está representado por 12.969. 145 pasajeros, 6. 295.992 toneladas de carga y 64.094 toneladas de encomiendas y equipajes. Su comparación con la, cifras que arrojó el año anterior, revela un aumento de 1.381.562 pasajeros y 3.988.320 toneladas de carga, lo que demuestra que, a pesar de las dificultades financieras que aflijen al comercio, las fuerzas productoras no han disminuido, y, por el contrario, siguen una marcha ascendente.
El producto bruto alcanzó a 66.723.326 pesos moneda nacional, y los gastos a 39.338.490 pesos moneda nacional, con un resultado líquido de pesos 28.603.847, o sean un 2,18 % sobre el capital invertido, resultando que no puede considerarse satisfactorio para la industria ferrocarrilera, aunque se renga en cuenta la depreciación de la moneda en que se cobran las tarifas y la crisis económica porque atraviesa la Nación.
Estas mismas causas, que, como es notorio, han afectado directamente la renta pública, pusieron al gobierno en el caso de no poder atender con regularidad el servicio de las garantías durante los tres últimos años, no obstante su buena voluntad hacia estas empresas que habían introducido sus capitales al país; de manera que al fin del año próximo pasado, pesaban sobre el erario público por este concepto obligaciones que alcanzan a 8.732.205 pesos oro; teniendo a su vez cargos contra las empresas por valor de 17.596.219 pesos moneda nacional, por el importe de una parte de sus productos que deben entregar como devolución de la garantía, de acuerdo con las leyes respectivas.
El Poder Ejecutivo, a fin de regularizar en lo futuro el pago en una forma que, sin ser tan onerosa para la Nación, pudiera, a su vez, asegurar a las empresas una renta fija, nombró una comisión compuesta de personas competentes en la materia para que, previo un prolijo estudio de las leyes y contratos de concesión, propusieran la manera de solucionar definitivamente este problema, y espera presentar a V. H., en las sesiones del presente año, bases equitativas de arreglo que consulten los intereses públicos a la vez que los de las compañías ferrocarrileras.
El Poder Ejecutivo abriga la convicción de que las vías férreas son uno de los principales agentes de los progresos nacionales, tanto en el orden político como en el orden económico, porque permiten llevar la acción de los poderes públicos con toda rapidez a cualquier parte donde ella sea necesaria; ejercitan su acción civilizadora hasta en los más distantes territorios, y facilitan la explotación de los productos de nuestro suelo privilegiado; y es por esto que dedica una preferente atención a fin de que lleguen sus beneficios a los pocos centros importantes que aun no disfrutan de ellos.
RELACIONES EXTERIORES
Mantiénense nuestras relaciones con los gobiernos de América y Europa, en el mismo pie de franca cordialidad que os anunciaba en mi mensaje de 1893, a la que contribuyen eficazmente los miembros del cuerpo diplomáticos acreditados ante nuestro gobierno.
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La cuestión de límites con la República del Brasil, sometida al arbitraje pactado en 1889, pende actualmente del fallo del señor Presidente de los Estados Unidos.
Por las comunicaciones del enviado argentino para defender los derechos de la república en ese litigio, se tiene conocimiento de que en su oportunidad presentóse la memoria con todos los comprobantes que justifican nuestro título.
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Allanadas por el protocolo de 1° de Mayo de 1893, las diferencias que detuvieron la demarcación de límites con Chile, me complazco en anunciaras que por la primera vez esa demarcación ha sido iniciada a principios de este año sin inconvenientes. Canjeado, en Diciembre último, el protocolo mencionado, el Poder Ejecutivo resolvió, que nuestro Ministro Plenipotenciario en Santiago Dr. Quirno Costa, reasumiera las funciones de perito, considerando que, por su carácter de negociador de este pacto, se encontraba en la mejor aptitud para acordar con su colega, el señor Barros Arana, las instrucciones que deben servir de regla para los procedimientos de las subcomisiones encargadas de hacer prácticos en el terreno los ajustes internacionales existentes entre uno y otro país.
Esas instrucciones fueron expedidas, no sólo para las operaciones que acaban de ejecutarse, sino también para las que requiera toda la demarcación.
En cuanto a la de la Tierra del Fuego, la línea ha sido trazada en una extensión de 140 kilómetros, más o menos, señalada por diecisiete hitos. Es probable que en la próxima temporada de trabajos la demarcación se concluya y pueda pasar la subcomisión, durante ella, a operar en otro punto.
En la Cordillera, después de prolijos reconocimientos, se han colocado dos hitos en el encadenamiento principal de la misma, entre los grados 34 y 35, habiéndose efectuado diversos reconocimientos que facilitarán la continuación de los trabajos en Noviembre próximo, época en que será posible trasladarse allí.
Los estudios en el norte, con motivo del mojón provisorio colocado en el paso de San Francisco, han sido también hechos, y cada una de las subcomisiones que han trabajado en ese punto, pasará en breve su informe a los respectivos peritos.
Con fecha 26 de Marzo pasado, los peritos acordaron en Santiago solicitar de los gobiernos, en uso de las facultades que les acuerda la Convención de Agosto de 1888, el aumento de una o más subcomisiones, a fin de proseguir la demarcación con mayor actividad, y fijaron, además, la época en que sus delegados volverán al trabajo.
En vista de la armonía con que se marcha en este asunto, todo hace suponer que, como hasta ahora, no habrá dificultad que no pueda ser resuelta directa y amistosamente entre ambos gobiernos.
Otros trabajos han ocupado también a nuestra Legación en Chile. Se ha firmado una convención para la construcción de un camino carretero por el paso de Uspallata, desde donde llega el ferrocarril Trasandino, hasta la cumbre de la Cordillera, por el lado de Chile, y desde donde llega el mismo, por la parte argentina, hasta encontrarse con aquél en la línea divisoria.
El Gobierno de Chile, que disponía de fondos oportunamente, ha construido ya la parte del camino que le corresponde, y hoy puede hacerse en carruaje todo el trayecto por una vía de siete metros de ancho. La construcción del camino por la parte argentina, para lo cual solicitaré de V. H. los fondos necesarios, podrá quedar expedita para fines de Enero próximo, y entonces el viaje a través de los Andes, se hará con la mayor facilidad y rapidez.
Se ha hecho también un ajuste para la unión del telégrafo nacional con el de Chile, un convenio de canje de publicaciones, y están en vía de terminarse otros convenios que contribuirán a estrechar mis las relaciones entre uno y otro país, haciéndolas más frecuentes.
Puedo deciros que el gobierno argentino, como el de Chile, inspirados en sentimientos de justicia y de un interés recíproco bien entendido, no omiten esfuerzo para consolidar la cordialidad que existe entre uno y otro país, destinados a vincularse cada día más, desenvolviendo sus grandes elementos de progreso.
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Arreglada la cuestión de límites con Bolivia por el tratado de 10 de Marzo de 1893, sólo se espera el momento oportuno para dar principio a su ejecución, demarcando sobre el terreno los límites convenidos.
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Denunciada por el Brasil la Convención Sanitaria de 1887, el Departamento de Higiene ha tenido que dictar un reglamento basado en el texto de la expresada convención, a fin de no producir cambios en el sistema precaución al convenido con las potencias signatarias.
El gobierno oriental anunció confidencialmente al argentino su propósito de reunir un Congreso Sanitario en Montevideo, y este pensamiento, a que se asociará este gobierno, es posible que se realice en el corriente año.
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Con motivo de la revolución de Río Grande y el alzamiento de la escuadra brasileña, de 6 de Septiembre, el gobierno argentino ha tenido ocasión de acreditar al del Brasil la estrictez con que practica sus deberes internacionales. En el desenvolvimiento de los sucesos bélicos que han tenido lugar en la República del Brasil, el Poder Ejecutivo ha guardado toda consideración con el gobierno amigo de esa república y una conducta de prescindencia en semejante situación, atendiendo indicaciones del representante del Brasil acreditado ante este gobierno, dentro de estos propósitos, cuando los ha considerado justos.
Las vicisitudes de la guerra trajeron a nuestras aguas gran número de ciudadanos brasileños, refugiados en dos corbetas portuguesas. Las condiciones con que venían estas naves de un puerto infestado, eran un peligro para la salud pública, que obligó al gobierno a requerir su salida de las aguas argentinas. Me es agradable hacer constar que el representante de S. M. F. accedió luego a tan justo pedido.
Antes de dejar nuestras aguas las corbetas portuguesas, un número de los asilados brasileños buscaron evadirse, pasando a un pailebot Argentino que descargaba carbón, y de él fueron sacados y vueltos a bordo. Importaba esto una violación de nuestro territorio, de que se ha pedido la satisfacción correspondiente. El señor Ministro de Portugal, ha explicado los hechos que dieron lugar a la aprehensión, de una manera distinta de aquella que fue comunicada al gobierno, y con este motivo se ha ordenado una investigación prolija para proceder según corresponda en la gestión iniciada, que es de esperarse termine satisfactoriamente.
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Durante el año de que doy cuenta, se han gestionado ante el Poder Ejecutivo diversos pedidos de extradición por delitos comunes, y el Gobierno los ha resuelto con arreglo a la ley de 1885, y a las prescripciones del código de procedimientos; y con este motivo creo oportuno recomendar al Honorable Congreso los diversos proyectos de tratados de extradición que están pendientes ante V. H. los que facilitarán las resoluciones en los casos ocurrentes.
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El cuerpo diplomático de la república ha continuado con inteligencia y patriotismo en el desempeño de sus respectivos cargos. Respondiendo al mejor servicio, y en uso de la facultad constitucional atribuida al Poder Ejecutivo, se han dispuesto algunos cambios en la representación argentina, de lo que se dará en breve cuenta al Honorable Congreso.
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En la memoria ministerial correspondiente a la inmigración se consignarán detalladamente los datos oficiales que arroja el movimiento del año, limitándome someramente a hacer presente que aquélla aumenta lentamente por causas que son notorias. Durante el año 1892, todo el movimiento inmigratorio fue de 93.500, y durante el año 1893 ha sido de 110.226: y hecha la deducción total de la salida, resulta un saldo líquido a favor de la inmigración (en 1893), de 46.126 personas, cifra que considero exigua, dadas las necesidades de población de la república, con grandes territorios despoblados, que invitan a la inmigración a explotarlos para formarse su bienestar al amparo de las leyes protectoras de la. Nación; pero, si bien la cifra no es elevada, la oficina encargada del ramo informa que esta inmigración es constituida por familias que vienen a incorporarse a parientes ya existentes en el país, distribuyéndose con preferencia en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos.
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La oficina de Tierras y Colonias, que ha estado accidentalmente ha cargo de este Ministerio, bajo su nueva dirección prepara su reorganización, haciendo un estudio prolijo de las leyes existentes para proponer las reformas que se estime conveniente.
Esta repartición ha tenido un activo movimiento con motivo de la ejecución de la ley de 5 de Septiembre de 1885, que acordó premios en tierras a los expedicionarios a las fronteras del sur, y el gobierno ha creído un deber de justicia, cumpliendo dicha ley, mandar ubicar los premios que ella determinó a los que han llenado los requisitos de la misma, autorizando su ubicación en los territorios del sur, de la Pampa Central, Río Negro y Neuquén, para los personalmente agraciados, y limitando la de las transferencias de los boletos de premios al territorio del Chubut,
En la memoria respectiva se consignarán los detalles de todo este movimiento.
HACIENDA
El programa financiero de mi gobierno, ratificado y ampliado en mi mensaje del 12 de Octubre último, sigue cumpliéndose con toda fidelidad, sin demoras ni precipitaciones siempre perjudiciales.
El ha sido aceptado por V. H. y por el país entero; su éxito final requiere tiempo y perseverancia, y os puedo asegurar que en ningún caso, ni en momentos de optimismo ni de pánico a causa de las oscilaciones en el valor de nuestra moneda, dejaré de aplicarlo estrictamente, sin desviarme ni una línea del camino que me he trazado.
La república, por primera vez, tiene que bastarse a sí misma. Sin crédito para cancelar deudas con deudas, depende su presente y su porvenir del desenvolvimiento de su propia riqueza. En este sentido los momentos actuales son de prueba. El país necesita economizar y producir mucho para poder llenar sus compromisos y desenvolver su propia existencia económica y financiera.
Las tarifas proteccionistas que imperan en la mayoría de las naciones comercialmente ligadas con nosotros, el malestar monetario por la desvalorización de la plata, el desequilibrio europeo entre la producción y el consumo, los enormes gastos de los gobiernos y las cuestiones sociales que se debaten ya en el terreno de los hechos, producen una crisis que asume contornos universales; y si a estas causas externas agregamos la rebelión y la sequía que han empobrecido nuestras campañas, la baja excepcional en el precio de nuestros productos más nobles, las desconfianzas políticas hasta ayer, el drenaje de papel efectuado de este gran centro comercial en los meses de producción los inconvenientes serios de una liquidación general aun no terminada, y por último, la regularización en los servicios de nuestras deudas, después de varios años de espera, habréis adquirido una idea clara y precisa de los factores que actúan en estos momentos, para producir la desvalorización de nuestra moneda y la desconfianza consiguiente.
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La cifra que representa el valor en Pesos oro de la exportación de este año, es menor a la de 1892; pero esta diferencia se explica por los bajos precios de nuestros productos y porque en 1893 dejó de exportarse una fuerte cantidad de lanas y de cereales. Se calcula que aún existen la república 20.000.000 de pesos oro en trigos a exportar.
Pero si el valor ha disminuido, la cantidad ha aumentado, especialmente en los productos agrícolas.
1892………………………….. 470.000 toneladas de trigo
1893………………………….. 1.008.000 “ “
La marcha de nuestra exportación en los últimos cuatro años, se mantiene próximamente alrededor de 100.000.000 de pesos oro. Se requiere mayor esfuerzo, por lo mismo que los precios internacionales tienden a depreciarse; y en este sentido y con el concurso de V. H. y por intermedio del Banco de la Nación Argentina, se hace indispensable adoptar medidas que contribuyan a fortalecer la potencia productora de la república.
Necesitamos que este progreso productor sea más acentuado y evidente, parque son muchas las obligaciones de este país para con el exterior.
Para ello se requiere capital vinculado a la tierra y al trabajo del hombre, y el elemento extranjero inmigratorio. Lo primero es posible obtener reforzando el capital disponible del Banco de la Nación. Para lo segundo, necesitamos valorizar nuestra moneda.
46.126 inmigrantes en 1893, si bien acusan que la corriente tiende a aumentar, es cifra muy inferior a las necesidades siempre crecientes de nuestra industria y de nuestra producción. Debemos aspirar a 100.000 inmigrantes por año, porque hay para ellos, con la libertad de nuestras instituciones, tierras, trabajo y riqueza.
La importación sigue en aumento, y este hecho, como los demás que forman el cuadro de nuestro comercio en general, confirman nuestra creencia de que la cantidad exportada no disminuye, aun cuando las cifras de su valor indiquen todo lo contrario; porque es de toda evidencia que hoy nuestro país consume lo que paga, desde que se ha perdido el crédito personal y público.
IMPORTACIÓN
Todo este comercio exterior se ha efectuado en 1893 con 10.760 buques conteniendo 6.433.322 toneladas de registro, mientras que en 1892, fueron buques 9.184, conteniendo 5.840.024 toneladas de registro.
Y este aumento en la importación es más digno de tenerse en cuenta, si se recuerda que disminuye considerablemente la entrada al país de ciertos artículos, debido a la producción nacional del similar, como ser: el azúcar, el aceite, las sustancias alimenticias en general, tabacos, hilados y tejidos, cereales, etc., disminución que importa muchos millones de pesos oro.
La carga transportada en ferrocarriles ha aumentado en más de 3.000.000 de toneladas en 1893 sobre 1892, en más de 1.000.000 los pasajeros, en más de 4.000.000 el número de cartas y piezas llevadas fuera y dentro de la República por nuestros correos, 747.000 pesos más los giros postales; datos estos que indirectamente demuestran la actividad del comercio interior y que complementan el cuadro de la vida económica y comercial de la República.
De todas estas cifras resulta que la potencia económica de la República se mantiene en actividad. Se produce, y hay que esperar, si la lógica preside los acontecimientos humanos, que se producirá más en lo sucesivo.
La producción es riqueza, y para un país nuevo, de dilatados territorios aun incultos, en pleno período de desarrollo, la producción del presente es prueba evidente de engrandecimiento en lo futuro. Cuidar y fomentar en lo posible las fuentes productoras de nuestro país, es necesidad que se impone, como medio único de solucionar satisfactoriamente para todos, nuestros problemas económicos.
La renta ha seguido en aumento. En 1892 ascendió a pesos oro 1.344.841 y a pesos moneda. nacional 103.757.025. Mientras tanto, en 1893 alcanzó a pesos oro 7.688.503 y pesos moneda nacional 99.383.764.
Y si nos fijamos que en el primer trimestre de este año ella ha producido 2.736.632 pesos oro más 26.071.225 pesos papel, contra pesos oro 1.536.246 y 27.351.511 pesos papel del primer trimestre de 1893, obtendremos esta conclusión: que la renta de este año será mucho mayor que la del año pasado.
Las leyes de impuestos, que se os presentarán en oportunidad, se preparan actualmente por comisiones especiales, nombradas en el Departamento de Hacienda. Sus conclusiones responderán al plan general adoptado de antemano, de no aumentar los impuestos sino en casos muy justificados, de igualarlos más equitativamente y de mejorar y abaratar en lo posible su percepción.
En cuanto a la ley de aduana, que es la más importante, porque afecta serios intereses del país, ella será proyectada consultando los derechos adquiridos por tanta industria nacida y fomentada a la sombra de las tarifas protectoras; los intereses del consumidor suavizando el impuesto en aquellos artículos de primera necesidad; Y por último, los intereses generales de la República en cuanto a sus relaciones comerciales exteriores.
Considero que no es la oportunidad de volver a la eterna cuestión del librecambio y del proteccionismo. Nuestra ley actual es relativamente proteccionista; ella ha creado valiosos intereses, que no pueden ni deben ser atacados por reformas radicales. La ley de aduana es ley conservadora. Su reforma debe ser moderada y paulatina.
Os presentaré también un proyecto de ley creando un módico impuesto sobre el tabaco de producción nacional. Este nuevo gravamen se justifica porque nuestro sistema rentístico se basa sobre impuestos aduaneros e internos, porque no es justo que el productor se exonere de todo impuesto cuando él consumidor sufre y cuando la importación del similar disminuye y en consecuencia la renta correspondiente.
El sistema de comisiones encargadas de estudiar y proyectar estas leyes ha dado excelentes resultados en otros países. Es la única manera de poder utilizar conocimientos especiales, de dar mayor participación en el gobierno, y de producir trabajos meditados; y cumplo con el deber de declarar que los señores que forman esas comisiones, trabajan con asiduidad y contracción.
El presupuesto de gastos para 1893 subió a pesos 53.455.693 moneda nacional, más 13.735.823 pesos oro, más 14.299.966 en títulos Morgan. Se gastó 47.192.016 pesos moneda nacional, más pesos 11.913.460 oro y 7.348.671 en títulos. Por acuerdos y leyes especiales se bastó 15.253.274 pesos moneda nacional y 4.229.763 pesos oro.
El presupuesto para 1894 ascendió a 66.330.280 pesos moneda nacional, más 18.888.459 pesos oro. Pero como la ley de presupuesto puede considerarse como autoritativa y la situación económica empeoraba a causa de la sequía y de la baja en los precios de nuestros productos, creí medida de prudencia acordar ciertas economías, que, sin afectar el buen servicio público y el desenvolvimiento del país, colocarán al gobierno en posibilidad de aumentar sus reservas.
La situación de este gobierno es excepcional, desde que, no estando dispuesto a usar del crédito, necesita tener siempre una fuerte suma disponible, para hacer frente a gastos imprevistos o a los mismos servicios ordinarios, en el caso, no imposible, de disminución en la renta por la valorización del papel.
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El arreglo efectuado con los tenedores de los títulos de nuestra deuda externa y exteriorizada y aprobado por V. H., se cumple y se seguirá cumpliendo con toda puntualidad.
Nuestra deuda externa y exteriorizada comprendida en ese arreglo alcanzaba a 222.531.022 pesos oro. A esta suma debe agregarse al 31 de Diciembre. 8.526.334 pesos oro por “Empréstito cauciones del Banco Nacional”.
A deducir, 486.850 pesos oro por amortización desde Junio a Diciembre 31.3.570.462 por títulos del empréstito de consolidación y 18.117.172 pesos oro por Bono Lucas González y Cía., y títulos depositados en el Banco de Inglaterra.
Resulta, pues, que en 31 de Diciembre último, el total de nuestra deuda externa era de 208.882.872 pesos oro, debiendo prevenir que de los 3.570.462 en títulos de consolidación, 546.462 pesos oro han sido emitidos en este año, y el resto, o sea 3.024.000, si bien están comprendidos en el arreglo, aun no se han emitido, por cuanto la negociación a que están afectos no terminó.
En 31 de Diciembre de 1892 se debía por cauciones Banco Nacional………. $ oro 10.745.381
En 31 de Diciembre de 1893 resultó adeudarse………………………………............ $ oro 8.526.334
Es decir, que se ha pagado en el año……………………………………………................ $ oro 2.219.047
La deuda interna a papel, asciende a 43.520.041 pesos moneda nacional, comprendiendo 523.854 pesos emitidos hasta el 31 de Marzo último en títulos creados por la ley de 5 de Enero del corriente año, ley que se sigue cumpliendo previo examen de cada expediente por la Contaduría General de la Nación.
La deuda interna a oro comprende dos empréstitos: Ley de 29 de Octubre de 1891 Banco Hipotecario Nacional, cuyo servicio se hace por el mismo establecimiento, y ley de 30 de Noviembre de 1887 Bancos Garantidos, cuya emisión total fue de pesos 196.882.600 oro, de los cuales se han amortizado hasta la fecha pesos 37.258.100 oro.
La circulación en 31 de Diciembre de 1893, sobre la que se hace el servicio, es de 35.985.820 pesos oro. El servicio del resto de estos títulos está en suspenso, y en oportunidad volveré a solicitar del Honorable Congreso la autorización necesaria para efectuar la incineración de tanto título cuya existencia siempre será un peligro.
En mi mensaje de 12 de Octubre último fijé la deuda flotante a oro en 12.985.000 pesos, comprendiendo en esta suma 6.000.000, más o menos, provenientes de la renta devengada de los fondos públicos de 4 ½ %. Sobre esta deuda no ha habido modificación alguna; pero deseo vivamente formalizar, cuanto antes, los arreglos definitivos con las diversas provincias y bancos garantidos, a fin de proseguir la liquidación financiera de la crisis y de facilitar la marcha de mi gobierno.
La deuda por letras de tesorería tiende a desaparecer por completo, debido al sistema de abonar al contado todo crédito, previos los descuentos correspondientes. En 12 de Abril último la circulación de letras de tesorería representaba 881.801 pesos papel, más 565.013 pesos oro, comprendidas las letras por las obras del puerto. Dentro de algunos meses no habrá en plaza una sola letra a papel de tesorería.
Os he manifestado con reiteración, y me confirmo nuevamente, que durante mi Presidencia no contraeré nuevos empréstitos, por considerar que ese medio extremo debe reservarse para situaciones extraordinarias, y porque el monto actual de nuestra deuda es gravoso, si se tiene en cuenta la situación económica del país y las entradas anuales de su renta.
La administración está al día; y puedo aseguraros que, si bien se paga inmediatamente toda cuenta, ella se examina, se estudia y se discute, defendiéndose los intereses fiscales como si fueran intereses propios.
Los pagos hechos por intermedio de la Legación Argentina en Londres durante el año 1893, ascendieron a 10.962.396 pesos oro.
Se han enviado a Europa en los meses de este año, 3.823.265 pesos oro, más 303.181 pesos oro, que se han cobrado de diversas casas bancarias europeas, por servicios de renta y amortización recibidos y no devueltos.
Se han pagado, salvo algunas cuentas que aun tramitan, todos los gastos de la última rebelión, cuyo monto alcanza hasta la fecha, según los asientos de la contaduría general, a 5.676.717 pesos moneda nacional.
El 1° de Enero de este año, la reserva a papel del gobierno depositada en el Banco de la Nación era de 15.459.301 pesos moneda nacional. El 24 del mes pasado esa reserva alcanzó a 26.462.719 pesos moneda nacional. Se han reservado, pues, 11.000.000 en tres meses y veinticuatro días, sin haber aumentado en un peso la deuda exigible.
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La liquidación del Banco Nacional se sigue en ventajosas condiciones. Las cifras que se consignarán en la Memoria del Departamento de Hacienda, demuestran que la cuenta de la cartera en mora y en gestión, disminuye; que la cartera en actividad, aumenta; y que los bienes adquiridos en garantía o pago, acrecen diariamente. Los titulas emitidos a favor de los acreedores han sido bien recibidos en la Bolsa, cotizándose a precios elevados.
El Banco de la Nación signe una marcha próspera, a pesar de la inmovilización de sus depósitos y de parte de su capital invertido en los títulos del empréstito interno de 1891. Los datos numéricos consignados en la memoria, revelan que ese banco presta ya inestimables servicios a la industria y producción nacional; pero demuestran también que se hace indispensable adoptar una serie de medidas tendientes a fortalecer su capital y a movilizarlo, para que su benéfica acción sea más extensa y eficaz.
¿Conviene solucionar definitivamente el serio problema bancario?
La idea del Banco de Estado habilitador, dentro de términos prudenciales, independiente, en lo posible, de la acción de los poderes públicos, es por hoy la más simpática, y la que más consulta los primordiales intereses del país y del gobierno. Para producir mucho se requieren capitales prestados dentro de los plazos que la misma producción determine. Por razones de prudencia y en el deseo de solucionar esta cuestión de acuerdo con el máximum de opiniones, y en el temor de que la situación económica y monetaria del país sea poco propicia, considero conveniente aplazar por ahora toda determinación definitiva. .
El Banco de la Nación es en el hecho Banco de Estado; y si movilizamos sus depósitos y parte de su capital hoy inactivo, si aplicamos su acción a las necesidades a llenar, y si fortalecernos su fondo de reserva con el 50 % de sus utilidades, habremos cumplido con los deberes del presente y preparado en gran parte su transformación legal y definitiva.
El último servicio prestado al comercio de esta plaza, facilitando los descuentos cuando los demás bancos los restringían o los negaban por completo, lo recomienda a la consideración pública. Se ha comprobado una vez más que este país requiere un gran banco, el de la Constitución, capaz de regular la circulación y de posponer, en caso de peligro, el interés privado al interés público.
Tengo por norma dejar en plena libertad al digno directorio de este banco, para que cumpla con su elevado cometido, libre de toda influencia, pero dentro de la ley de su creación. Cuido y cuidaré de que las personas que lo componen ofrezcan al público toda clase de garantías, por su honorabilidad, solvencia y por su misma posición social.
En cuanto al Banco Hipotecario Nacional, la memoria del Departamento de Hacienda, os instruirá sobre su estado. Tengo el propósito, si fuese posible, de transformar este banco paulatinamente en establecimiento de préstamos habilitadores con dinero.
Se han enviado inspectores con instrucciones precisas para estudiar el estado y la marcha de los bancos que aun siguen acogidos a la ley de 1887, con el objeto de aplicarles con todo rigor los mandatos de la misma ley.
Conviene despejar el camino y concluir cuanto antes la liquidación de la crisis bancaria que hemos sufrido.
Conocéis ya mis ideas en cuanto a emisiones y circulación de papel inconvertible. En mi mensaje de 12 de Octubre y diversas oportunidades oficiales, contraje el solemne compromiso de no autorizar nuevas emisiones, y por el contrario, de limitar la actual circulación por medio de amortizaciones prudentes y periódicas.
Los compromisos de ayer quedan nuevamente confirmados, y en caso alguno autorizaré nuevas emisiones.
Se asegura que en este momento escasea el medio circulante y se prestigian nuevas emisiones, sin darse cuenta que el vacío circulatorio se produce, no por falta de moneda, sino por desconfianza. El público se aleja de los bancos y detiene oculto en su poder el capital circulante. Nueva emisión sería nueva causa de desconfianza y mayor mal.
Es de admirar que semejantes ideas aun cuenten con entusiastas defensores. Pareciera que los errores del pasado y la experiencia adquirida, fueran letra muerta para los que han sufrido y sufren todavía los efectos de la crisis.
En cumplimiento a una partida del presupuesto, se entregan al fuego 500.000 pesos moneda nacional por mes y por intermedio de la Caja de Conversión. Si a los 2.000.000 incinerados por este motivo se agregan los 2.000.000 de utilidad del Banco de la Nación, resulta que en los cuatro meses de este año ha disminuido la circulación en pesos 4.000.000.
Sé muy bien que esta cantidad no es suficiente; sé también que hay quienes opinan que estos millones debieran dedicarse con preferencia a la producción y a la industria; pero abrigo el convencimiento que la valorización de nuestra moneda de papel requiere, por una parte, producción y riqueza, y por otra, disminuir su cantidad. El progreso de nuestro país nunca será tan rápido como para necesitar, antes de poco, una circulación de pesos 292.000.000, sin contar la emisión menor.
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Administrar, es parte importante de mi programa financiero, porque la buena administración produce mayores entradas, más economía en los gastos y moralidad pública. En este sentido, las medidas adoptadas son muchas, variadas y eficaces.
Se ha reorganizado la dirección de rentas en condiciones de poder llenar debidamente los altos fines para que fue creada; se ha organizado sobre mejores bases el departamento de impuestos internos, consultando la mayor percepción y el buen control; la oficina de contribución territorial y patentes ha sido objeto de reformas sucesivas; se ha reorganizado el departamento de minas como medio de eficaz impulso a favor de una industria tan importante; se han dictado diversas reglamentaciones para el buen servicio del puerto, para la aplicación de las leyes de consolidación y de vinos artificiales, para impedir, dentro de lo posible, las defraudaciones en el papel sellado para la exportación de yerbales, para el transporte de animales en pie; se han adoptado una serie de medidas contra el contrabando; y por último, se han dictado diversos acuerdos perfeccionando los procedimientos aduaneros y la contabilidad general de la administración. Una comisión especial estudia y revisa actualmente todos los expedientes de pensiones y jubilaciones.
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He terminado esta parte de mi mensaje.
Sumiso a la verdad, os he presentado el cuadro general de la situación económica del país y financiera del gobierno, libre y exento de toda pasión optimista o pesimista.
JUSTICIA
La administración de justicia ha funcionado satisfactoriamente, dado el personal con que cuenta y los inconvenientes que se oponen a su fácil expedición.
En la capital de la República se nota, desde luego, que el personal es reducido para atender debidamente a los numerosos juicios que diariamente se inician y al despacho de los atrasados.
El aumento de algunos juzgados se impone, no sólo para evitar la acumulación de juicios que esperan sentencia por tiempo relativamente largo, sino también para facilitar a la justicia superior que pueda ejercitar la superintendencia que la ley orgánica le atribuye sobre la administración de justicia y que en tanto contribuiría a su funcionamiento más regular y a aumentar el prestigio que debe autorizarla.
Creo deber llamar la atención de V. H. sobre las proporciones que toma en la capital la criminalidad. Si bien es cierto que la extensión del municipio y la heterogeneidad de los elementos que forman su población, hace difícil evitar la consumación de crímenes, creo que habría necesidad de revisar el Código de Procedimientos en materia penal, porque esta sociedad está presenciando la consumación de crímenes atroces y los procesos se demoran por las tramitaciones, y articulaciones, sucediendo que, cuando vienen a ser fallados, se hace frustránea la aplicación de la pena como medida represiva para evitarla repetición de semejantes atentados.
Asimismo, debo llamar vuestra atención sobre un punto que exige tomar alguna medida para salvaguardar los intereses legítimos de la comunidad, contra las agresiones constantes de un grupo ya numeroso de reincidentes en delitos de raterías, robos de menor cuantía y contravenciones policiales, heridas, leves, etc., pues la policía aloja constantemente en esta capital de 600 a 700 individuos reincidentes incorregibles, que cuentan algunos 40 y 50 entradas y que obtienen inmediatamente su libertad bajo fianza, porque hay oficinas establecidas para este servicio, esterilizando la acción de la policía con grave perjuicio de esta sociedad. Creo que se hace necesario dictar una ley especial que autorice la traslación de los reincidentes, despues del tercer ingreso a la policía, a los territorios del Sur, por cuyo medio podría conseguirse fomentar la población de esos territorios, exonerando a la policía y al tesoro de la necesidad de aprehender constantemente a estos individuos y de mantenerlos entrando y saliendo a la policía.
El Poder Ejecutivo ha nombrado una comisión de distinguidos abogados para que, haciéndose cargo de las deficiencias de la ley orgánica de los tribunales, proyecte las reformas que estime más convenientes, Ese proyecto, con las modificaciones que crea deber introducirle, será sometido a vuestra consideración en las sesiones del presente año.
Tendiente a conocer la marcha de la administración de justicia en, sus menores detalles y poder atender en todo tiempo a la conveniente modificación de su ley orgánica, fundado en bases sólidas que la estadística proporciona; con elocuencia, el Poder Ejecutivo se ha preocupado de formar la estadística judicial. No habiéndose obtenido administrativamente, por falta de disposiciones legales que impongan a los funcionarios judiciales aquella obligación, se requirió de V. H. la sanción de un proyecto de ley que salvara los inconvenientes con que el Poder Ejecutivo tocaba para obtenerla. Su pronta sanción sería de la mayor importancia.
Para la mejor expedición de los funcionarios judiciales y mientras pueda construirse el edificio donde hayan de instalarse definitivamente, el Poder Ejecutivo se preocupa de dotarlos, provisoriamente, de un local más apropiado que el que ocupan.
No es posible que los tribunales de la capital funcionen, por más tiempo, en una casa tan inadecuada como la que tienen y en que no puede garantirse, siquiera, ni la seguridad de los expedientes que pueden comprometer los bienes y el honor de un gran número de habitantes.
La justicia superior de los territorios nacionales requiere una preferente atención. Los lugares apartados en que aquélla se administra hacen difícil, sino imposible, la superintendencia de la Suprema Corte y la colocan en condiciones especiales. El resultado que ha dado en la práctica, con marcadas excepciones, no es satisfactorio.
Para proveer a la reforma de su organización o a sus necesidades más premiosas, el Poder Ejecutivo presentará a vuestra consideración las modificaciones del caso. En la actualidad se preocupa de ello, recogiendo de los mismos territorios los antecedentes en que hayan de fundarse.
La justicia de paz de la capital reclama también su reforma. Los resultados obtenidos hasta hoy y las necesidades de este vasto municipio requieren su revisión. El Poder Ejecutivo se preocupa de proponerlo a V. H.
La Cárcel Penitenciaria ha recibido verdadero impulso durante el último año. Aparte de las mejoras que se han realizado en su local, organización y disciplina, sus talleres se hallan en plena actividad. Se ha dispuesto que las reparticiones públicas encomienden a la Penitenciaría los trabajos que ella pueda hacer y se ha reglamentado convenientemente la adjudicación de peculio a los presos que trabajan, teniendo en cuenta sus aptitudes y aplicación.
Pero el impulso dado a la Cárcel Penitenciaria de la capital no llena todavía las necesidades del municipio ni pueden cumplirse en ella las exigencias del Código Penal. Hay que adaptarla a nuestra legislación vigente.
El sistema de cárceles de la República no las llena tampoco y menos todavía en los Territorios Nacionales.
Atender lo mejor posible a estas necesidades que son una exigencia de la sociedad que debe desarrollarse al amparo de nuestras leyes, constituye una preocupación de mi parte y le daré preferente atención, solicitando en oportunidad de V. H. la sanción de leyes que las provean.
En vista de los resultados satisfactorios obtenidos por la comisión accidental que se organizó anteriormente para la inspección y estudio de la situación de las sociedades anónimas, el Poder Ejecutivo creó un cuerpo permanente de inspectores que se halla en ejercicio y cuyos informes han puesto en evidencia la necesidad de dictar serias medidas para que esas sociedades funcionen dentro de la ley y respondan con verdad a los propósitos de utilidad común que autorizan su existencia.
CULTO
Las relaciones de la Iglesia con el Estado, se mantienen en un pie de perfecta cordialidad.
Las necesidades materiales de aquélla, han sido eficazmente atendidas dentro de los recursos votados por V. H.
En las provisiones eclesiásticas no se ha producido desacuerdo ni ocasionado conflicto alguno. El Presidente de la República conserva en toda su integridad las prerrogativas del patronato nacional y se hace el deber de respetar en todos los casos las que corresponden a los representantes de la Iglesia.
Un nuevo Obispo, el de Salta, doctor Pablo Padilla, ha tomado posesión de su silla, previo el exequatur concedido a las bulas de su institución canónica.
También se ha concedido el “pase” a las bulas presentadas por los obispos titulares de Tiberiópolis y Arsinoe, doctores Antonio Espinosa y Juan A. Boneo.
Las diócesis existentes en la República abrazan extensiones territoriales que hacen muy difícil a los prelados respectivos el atenderlas debidamente.
El Honorable Congreso sancionó una ley estableciendo la creación de nuevas diócesis; pero esto no ha podido llevarse a efecto por dificultades que sobrevinieron con la Silla Apostólica y que creo hoy fáciles de allanar. Con este propósito propondré oportunamente al Honorable Senado la creación de una misión especial cerca de Su Santidad para arreglar estos asuntos.
INSTRUCCIÓN PÚBLICA
A pesar de la difícil situación porque ha atravesado el país, me es satisfactorio anunciaros que la instrucción primaria no ha decaído. Los resultados obtenidos son satisfactorios y sobrepasan a los del año anterior.
Sin contar con el auxilio de una buena estadística escolar de toda la República, puedo anunciaros que en el año próximo pasado se han matriculado 249.808 niños en 3.013 escuelas, teniendo una asistencia media de 194.067 alumnos.
Ha sobrepasado al año anterior en 213 escuelas y en 3.276 alumnos.
Este número, en el que están comprendidos los inscriptos en las escuelas de aplicación y privadas, es satisfactorio con relación al año pasado, pero no es el que corresponde a la población de la República.
Para dar instrucción al número de niños inscriptos, se han empleado 2.776 maestros y 4.965 maestras e invertido casi el máximum de los fondos votados por V. H. y los gobiernos de las respectivas provincias.
El número de escuelas, el de maestros, alumnos y fondos invertidos en la instrucción primaria en cada provincia, lo encontrareis minuciosamente detallado en la memoria del Ministerio respectivo.
El Consejo Nacional de Educación ha desplegado una actividad digna de encomio; y si ésta no es interrumpida por causas ajenas a su voluntad, la instrucción primaria adquirirá en el corriente año mayor incremento.
El Poder Ejecutivo cree conveniente fomentar, dentro de los recursos que el Honorable Congreso vote, la propagación de escuelas de artes y oficios; y, con esta idea, propende a proteger los establecimientos de educación, que ya tiene establecidos en diversas provincias de la República y en los territorios nacionales, la Congregación Salesiana, que está dando excelentes resultados en los establecimientos a su cargo. Considera que el Honorable Congreso consultará la propagación de estos beneficios, acordando en el presupuesto alguna subvención para distribuirla en tales establecimientos.
El estado de la instrucción secundaria es igualmente satisfactorio.
En los 16 establecimientos de enseñanza secundaria que costea la Nación, se han matriculado en el presente año 3.126 alumnos, dando esta cifra un aumento sobre el año anterior de 295 alumnos. De éstos terminaron su curso 325, lo que da un aumento sobre los graduados el año anterior de un 33 %.
La Nación ha invertido en el sostenimiento de estos colegios, en el año próximo pasado, la cantidad de 866.760 pesos moneda nacional, lo que arroja un costo por alumno de pesos 277.27.
La práctica ha demostrado que el plan de estudios de los colegios nacionales necesita una reforma. Son muchas las materias con que, por año, se recarga a estudiantes, que por su edad, bien pueden soportar un año más en los estudios preparatorios.
Tanto la necesidad de dotar a estos colegios de un plan de estudios más permanente, corno la de uniformar1os, garantir la competencia de su personal docente, como la de ejercitar en ellos la superintendencia eficaz que reclama la misma enseñanza y disciplina, ha inducido al Poder Ejecutivo a estudiar el medio de obtenerlo, inclinándose, desde luego, a la creación de un Consejo de Educación secundaria, que, corno el de la Educación primaria y el de la Universitaria, promuevan más eficazmente su desarrollo y le garanticen con la autoridad que le de la preparación y práctica de sus miembros.
En la oportunidad debida someteré a vuestra consideración el proyecto de ley respectivo.
A 3.983 alcanzó el número de matriculados en las escuelas normales de maestros, correspondiendo 335 a los cursos normales y 3.648 a los de aplicación anexos. Excede al del año anterior en 547 alumnos.
De éstos, se han recibido de profesores normales 8, de maestros 44 y 1 de subpreceptor.
La cantidad destinada para estos establecimientos fue de pesos 589.560 moneda nacional, correspondiendo, por consiguiente, por cada alumno, pesos 148,02 moneda nacional.
En las 14 escuelas normales de maestras se matricularon el año próximo pasado 4.862 alumnas, correspondiendo 650 a los cursos normales y 4.212 a los de aplicación.
Se han graduado en estos establecimientos 16 profesoras normales, 115 maestras normales y 7 de subpreceptoras.
Gastándose en las expresadas escuelas 687.840 pesos, cuesta la enseñanza de cada alumna 141,27 pesos.
El número de inscriptos en las siete escuelas mixtas, el año próximo pasado, ascendió a 2451, perteneciendo 223 a los cursos normales y 2.228 a los de aplicación.
Se han graduado 19 de profesor normal, una de profesora y 3 de profesoras especiales de jardín de infantes, 22 de maestras normales y 10 de maestras. Destinándose a este servicio 363.600 pesos moneda nacional, cuesta cada alumno pesos 148,34.
Por más halagador que sea este aumento en las escuelas normales, está, sin embargo, muy distante de llenar la necesidad que tiene la República de maestros diplomados. Hay todavía provincias que no cuentan para regentear los establecimientos de educación ni con un 20 % de profesores diplomados.
El Instituto de sordomudos ha seguido su marcha regular. Se han matriculado 48 alumnos.
En la Escuela de Minas de San Juan se han matriculado 18 alumnos; 12 en el primer año y 6 en el segundo. La cantidad votada para esta institución es de pesos 31.440,10 que arroja un costo de pesos 1.746.66 por alumno.
La Escuela Nacional de Comercio, única en su género en el país, ha recibido una nueva organización, y el plan de estudios en vigencia comprende todos los ramos necesarios para los jóvenes que quieran dedicarse a las carreras comerciales.
En los cursos preparatorios de la escuela, los alumnos reciben una sólida instrucción en las asignaturas requeridas para el ingreso al curso comercial, que se hace en tres años. El establecimiento está bajo la inspección y vigilancia de una comisión de comerciantes que, entre otras facultades, tiene la de proponer al Ministerio de Instrucción Pública toda medida que importe mejora para el establecimiento, y la dirección del mismo ha puesto en práctica, con excelentes resultados, las visitas semanales a las grandes fábricas de la capital.
Se ha inaugurado también, en dicho instituto un museo de materias primas y manufacturas nacionales que será de mucha utilidad para el estudio de las mercaderías y de la tecnología mercantil, cuyos ramos forman parte del plan general de enseñanza.
Asisten actualmente a los cursos diurnos 290 alumnos y a los cursos nocturnos 201 y puede asegurarse que con un local más amplio que el que ocupa al presente dicha escuela, sería doble la concurrencia de los alumnos.
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La Universidad de la capital, en sus distintas Facultades, ha funcionado con toda regularidad, llenando cumplidamente su cometido.
En el año próximo pasado se han matriculado 1.586 estudiantes, correspondiendo 688 a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, 690 a la de Ciencias Médicas y 208 a la de Ciencias Exactas. Ha habido un aumento de 47 alumnos sobre el anterior, sin incluir en ellos los estudiantes libres de los mismos cursos.
Dada la importancia e incremento que van adquiriendo las distintas Facultades de la Universidad de la capital, es indispensable dotar de edificio propio a la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, que aun no lo tiene, pues la de Derecho y Ciencias Sociales cuenta ya con el suyo y la Facultad de Ciencias Médicas va a ocupar en breve el propio, dotado de los gabinetes y laboratorio necesarios.
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El consejo superior ha promovido algunas reformas de los Estatutos Universitarios, que el Poder Ejecutivo ha aprobado por encontrarlas convenientes.
En la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales se ha establecido un curso preparatorio, prefacio de la enseñanza superior Y como ampliación de la secundaria, y la Facultad de Medicina persigue el propósito de dar mayor impulso y extensión a las enseñanzas prácticas.
En la Universidad de Córdoba se inscribieron el año próximo pasado 150 alumnos, correspondiendo 57 a la Facultad de Derecho, 47 a la de Medicina y 46 a la de Ciencias Exactas, Físico y Matemáticas.
GUERRA Y MARINA
Al daros cuenta de la extraordinaria labor del Ministerio de Guerra y Marina, debo empezar por recomendar a vuestra consideración y a la opinión general de la República, la página honrosa que toca al ejército y armada nacional en los sucesos que han tenido lugar en el año administrativo que vengo reseñando.
Pasiones políticas extraviadas conmovieron la tranquilidad pública de la Nación, haciéndose comprender, por rumores que se propagaban, que se cantaba, para anarquizar el país, con la defección del ejército y armada; pero los trabajos sediciosos que se desenvolvieron con tal criminal propósito, se estrellaron ante su lealtad y disciplina.
Los movimientos subversivos, como ya he expuesto, estallaron en diversas provincias, y simultáneamente tuvo lugar una tentativa audaz sobre la escuadra fondeada en este puerto, reagravándose con la sublevación ulterior del acorazado Andes, que conducía el numeroso armamento que el Gobierno Nacional enviaba para ahogar esta anarquía.
La rebelión fue dominada en el breve período de doce días, por hábiles operaciones combinadas de poderosas divisiones del ejército y armada.
Sometida la rebelión de Tucumán, con una rapidez que honra al ejército argentino, se acumularon sobre su último refugio, encerrado en el Rosario, tres poderosas divisiones del ejército, consiguiendo el propósito del gobierno de someterla sin efusión de sangre, pues las fuerzas sublevadas allí acantonadas se disolvieron sin tirar un tiro, y el Andes, dominado por los fuegos del acorazado Independencia, fue abandonado, tomando inmediatamente posesión de la plaza del Rosario las fuerzas legales de la Nación.
Así terminó esta tentativa criminal que amenazaba convulsionar toda la República; y no debo olvidar, al reseñar estos hechos, la cooperación eficaz y patriótica con que concurrió el Gobierno de Entre Ríos para someter a la rebelión en Santa Fe, y el de Santiago del Estero, rechazando una tentativa mandada por la sedición de Tucumán.
No debo olvidar tampoco la decisión y eficacia con que en veinticuatro horas, cuando se declaró en asamblea la República, acudieron a prestar su concurso, en apoyo del gobierno constitucional, cien mil guardias nacionales en diversas provincias, a la simple citación que se les hizo, invocando la autoridad del Presidente de la República.
Creo que merecen bien de la patria el ejército y armada y la guardia nacional de la República que le ha secundado, como asimismo la policía de esta ciudad, centinela inmediato del orden público en la capital de la Nación.
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Después de dominada por las armas la rebelión, sometí a consejo de guerra a los jefes del ejército y armada que habían cometido el grave crimen de levantar las armas que la Nación les entregó, contra de las autoridades constituidas, Los consejos de guerra organizados con arreglo a las ordenanzas del ejército y armada, condenaron a la última pena a dos de los cabecillas principales; pero el Presidente de la República, usando de la alta atribución que le confiere la Constitución, en Acuerdo de Ministros, creyó que debía conmutar esa pena, imponiendo la de presidio.
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Así terminó este episodio, de cuyas peripecias V. H. fue testigo, porque funcionaba el Congreso de la Nación; y debo aprovechar esta oportunidad para agradeceros la eficaz cooperación que me prestasteis en momentos tan difíciles y con la que pude dominar aquella grave situación.
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En la parte administrativa de este departamento ha habido trabajos extraordinarios para atender a las exigencias de la situación.
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El estado mayor general del ejército ha atendido con una consagración digna de elogio, a todas las exigencias de la situación extraordinaria que ha pasado; y creo de mi deber recordar la conducta abnegada y patriótica del señor Teniente General Emilio Mitre, a quien le tocó actuar en ese rol, en aquellos momentos difíciles; y cuando el ejército argentino tuvo la desgracia de perder a este patriota veterano, el estado mayor ha seguido desempeñado en sus delicadas funciones por el acreditado General Lorenzo Winter, después de haber tomado la activa participación a que fue destinado, para operar al frente de una división sobre el Rosario.
Esta repartición se preocupa de diversos proyectos para la administración militar.
Las necesidades del ejército han sido atendidas con toda puntualidad, haciendo las economías posibles, que han dado por resultado que de los fondos votados para estos servicios se ha economizado la suma de 1.825.973 pesos moneda nacional.
La disciplina del ejército hace honor a la Nación; y cuando se han denunciado abusos en la administración militar, se han sometido a consejo de guerra, cuando ha habido lugar a ello. Las sentencias de los consejos de guerra, después del procedimiento que forma la jurisprudencia militar de nuestro país, han sido mandadas cumplir estrictamente, porque el gobierno considera que cuando a un jefe de fuerzas se le justifican abusos de administración, debe hacer cumplir estrictamente esas sentencias, como un medio necesario y eficaz para conservar la disciplina y el brillo de la carrera militar, por más que muchas veces le sea doloroso mandarlas ejecutar.
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La Nación carecía de un presidio militar en el que pudieran cumplirse las condenas de los consejos de guerra, y con este objeto se ha establecido en el territorio de Santa Cruz una prisión militar, sometida a una reglamentación adecuada, estando recién construyéndose la edificación necesaria para este servicio.
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La Sanidad Militar, encargada de prestar sus múltiples servicios al ejército, está dotada de todo el personal y medios necesarios para llenar sus funciones, habiéndose provisto últimamente de una factura de medicamentos mandada expresamente por uno de los miembros que forman el cuerpo médico militar, como también instrumentos de cirugía y un lote de camillas de los últimos modelos para conducir heridos en campaña.
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El Gobierno se preocupa del bienestar del ejército y del modo más eficaz de atender a sus necesidades, y presentará a V. H. un proyecto para crear la Intendencia Militar que cree que debe dar benéficos resultados, sirviendo mejor las necesidades del ejército y consultando las economías del erario.
El Colegio Militar, que tiene la importante misión de preparar la juventud que se dedica a la carrera de las armas, es atendido con toda dedicación por el gobierno, y bajo una dirección ilustrada y competente, prepara los oficiales subalternos que deben ingresar al servicio del ejército, de los que hay premiosa necesidad.
El Arsenal de Guerra presta servicios de gran importancia, preparando todos los elementos que pueda necesitar nuestro ejército; y la Comisaría de Guerra atiende con eficacia las múltiples exigencias para su equipo.
El Ministerio presentará a V. H. el detalle de la parte administrativa en su memoria al Honorable Congreso; pero, antes de terminar esta breve reseña, creo de mí deber encarecer a V. H. el despacho de los proyectos de Código Militar sometidos a vuestra consideración. No es posible continuar por más tiempo rigiéndonos por las antiguas ordenanzas españolas, que dan origen, con frecuencia, en los consejos de guerra, a opiniones encontradas, creando verdaderas dificultades para el ejercicio de la justicia militar.
Con este objeto, y teniendo en consideración el tiempo que ha transcurrido desde que estos proyectos se presentaron a V. H, he nombrado una comisión de personas competentes, para que practique una revisión de dichos proyectos, a fin de que puedan ser despachados por el Honorable Congreso en el presente período legislativo, lo que me permito recordar a V. H.
Creo asimismo de mí deber llamar vuestra atención sobre la necesidad de las leyes de retiro y de reforma para regularizar las jerarquías superiores del ejército.
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La armada de la Nación, como dejo expuesto, ha conquistado una nueva página de honor en los sucesos bélicos que tu vieron lugar en la última rebelión, y en virtud de los hechos referidos espero que nadie se atreva a tentar nuevamente la lealtad y disciplina de los leales jefes y oficiales que la sirven.
El estado mayor de marina, bajo la dirección inmediata de su digno jefe el señor Contralmirante Daniel Solier, atiende a todas las necesidades de la armada con eficacia y contracción.
Los alumnos de la Escuela Naval acaban de realizar un viaje de instrucción para completar la teoría que aprenden con la práctica correspondiente; y esa escuela, bajo la dirección inmediata de un marino experimentado y científico, no dudo que dará los resultados que el país tiene derecho a esperar de ella.
El número de aspirantes de la Escuela Naval se duplicó, por requerirlo así las necesidades crecientes de la armada nacional.
El arsenal de marina ha prestado servicios importantes ejecutando reparaciones sobre diversos buques de la escuadra.
Funcionan ya todos los faros que contrató el gobierno, beneficiando considerablemente la navegación del Sur hasta la embocadura del Río Negro, siendo indispensable que se construyan otros a la entrada de los puertos comprendidos entre dicho río y la Isla de los Estados para facilitar el acceso a ellos y propender al desarrollo de la navegación en esa gran extensión de costa que empieza a poblarse. Se hace necesario asimismo proveer a los faros de primera clase en la costa, de semáforos y unirlos a la capital por telégrafos.
Creo oportuno llevar al conocimiento de V. H. que mi gobierno se ha preocupado de la necesidad de fomentar los extensos territorios del Sur de la Nación, poco atendidos hasta ahora; y con este objeto se ha establecido una línea ordinaria de navegación que, partiendo de este puerto, recorra todas las costas del Sur hasta la Tierra del Fuego, habiendo destinado tres buques a vapor de nuestra armada para este importante servicio; y experimento verdadera satisfacción a informar a V. H. que este servicio de navegación austral, lejos de ser oneroso a la Nación, va a producirle renta, no dando abasto la capacidad de los buques para las cargas que se le ofrecen en su tránsito, haciendo, al mismo tiempo, el gran servicio de proveer a todas las subprefecturas del Sur de todo lo que necesitan.
Otra de las necesidades que hay urgencia en atender es la construcción de diques para el servicio de nuestra escuadra. Creo deber poner en conocimiento de V. H. que durante el año 1893 la Nación ha pagado 175.000 pesos moneda nacional por el uso de diques para buques de la escuadra, y esto demuestra la urgente necesidad de construirlos con este objeto; y con tal propósito se ha firmado un contrato ad referéndum con los señores Cabassa y Cia. para la construcción por su cuenta de los dos diques en la dársena sur, uno de doscientos metros de largo y otro de ciento cincuenta, cuyas cláusulas y condiciones se someterán a V. H. a la mayor brevedad.
La administración de la armada se ha hecho con la mayor economía posible, comprándose muchos artículos en Europa por medio de la Legación Argentina en Londres, y el carbón a los representantes de las sociedades mineras en esta capital; y con este procedimiento se ha conseguido economizar en el presupuesto de marina 1.598.930 pesos moneda nacional.
SEÑORES SENADORES:
SEÑORES DIPUTADOS:
Tal es el cuadro general de la administración de que tengo el honor de dar cuenta a V. H.
Las vicisitudes que la Nación ha atravesado durante el año 1893 pero que ha podido dominar dentro de las atribuciones que la Constitución confiere a sus poderes fundamentales, nos autorizan a esperar una situación más normal y más propicia para los intereses generales de la República.
Las pasiones políticas han hecho su estallido el año 1893, y espero que los hechos producidos servirán de severa lección para renunciar en adelante a tentativas armadas, como medio de mejorar una situación política.
El Gobierno que presido puede ostentar con satisfacción el hecho de que es testigo toda la República. Ha sometido por las armas todo movimiento subversivo, haciendo respetar la autoridad constitucional, y ha presidido en seguida elecciones libres, ofreciendo a la consideración de todo el país el ejemplo elocuente de que el partido vencido por las armas, haya obtenido resultados legales en comicios libres, garantidos por la autoridad suprema de la Nación.
Creo, Señores Senadores y Diputados, que ha llegado la oportunidad de que todos escuchemos las exigencias del patriotismo levantado y sincero. Ya basta de licencia y de anarquía en la República. Si la agrupación política que se alzó en armas contra el orden constitucional de la Nación, se encarrila en la senda de la legalidad, será un motivo de justa satisfacción para todos y especialmente para mí, porque el gobierno que presido es el gobierno de la Constitución y de la ley.
Pero, si desgraciadamente, persistiese en sus doctrinas demoledoras, levantándose de nuevo contra el orden legal de la Nación, entonces, Señores Senadores y Diputados, sabré cumplir con mi deber, y solicito desde ahora todo vuestro concurso para defender las autoridades constituidas y asegurar la paz pública en todo el territorio nacional.
Con estos propósitos y reiterando mi confianza en que la Divina Providencia me ha de dar fuerzas suficientes para cumplir mis austeros deberes, cualesquiera que sean las dificultades que sobrevengan, ejercitando la atribución que me confiere la Constitución, declaro abiertas las sesiones ordinarias del 33° período legislativo del Honorable Congreso de la Nación.
Buenos Aires, Mayo de 1894.
LUIS SAENZ PEÑA
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