marzo 05, 2012

Mensaje del Gobernador de Río Negro, Pablo Verani, en el acto de toma de posesión del cargo (1995)

MENSAJE
DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE RIO NEGRO
Pablo Verani
EN EL ACTO DE TOMA DE POSESION DEL CARGO
EL 9 DE DICIEMBRE DE 1995

Asumo ante esta Legislatura, la máxima representatividad de la soberanía popular, el solemne compromiso de cumplir con coraje y responsabilidad, la indelegable tarea de conducir la provincia hacia sus mejores destinos. Son tiempos difíciles, como lo sabe y admite la sociedad.
Sin dudas, los más difíciles que Río Negro está obligada a sortear desde sus momentos fundacionales como provincia.
Son instancias que ponen a prueba el temple espiritual de quienes llegamos al ejercicio de las más altas funciones de gobierno en el marco de una crisis, cuya magnitud sacude a la Nación y a la gran mayoría de las provincias.
Tengo plena conciencia del volumen de la tarea a desarrollar, así como las dificultades que habremos de enfrentarnos todos los días, pero estoy seguro que estará de nuestro lado la comprensión de la dirigencia y los distintos sectores de la comunidad.
No ofrezco nada a nadie. Sólo propongo sacrificio y trabajo para recuperarnos, un sacrificio compartido y justo, donde el esfuerzo recaiga en quienes tienen mayores recursos, favoreciendo a los a los que menos tienen. Prometo que mis energías y lo mejor de mis capacidades estarán dedicadas a satisfacer el insigne honor que el pueblo me confirió el 14 de mayo.
Si bien los cargos honran a los hombres, también es cierto que los hombres deben honrar a los cargos.
Por eso reivindico como suprema aspiración, ser el gobernador de todos los rionegrinos sin excepción y afrontar dentro de cuatro años, como única recompensa moral, el juicio favorable de mis conciudadanos y la satisfacción del deber cumplido. Desde esta histórica Viedma ejerceré mi mandato con una amplia visión provincialista y con un enfático sentido integrador.
En Río Negro, interpretada como una verdadera unidad geopolítica, en su enriquecedora diversidad socio-cultural y sus respetables particularismos interregionales, no hubo ni habrá lugar para estériles competencias localistas o pretensiones hegemónicas. Retomo aquí el imperecedero legado del primer mandatario constitucional Edgardo Castello, quien concibió el desarrollo de la provincia como un esquema armónico de crecimiento entre las distintas zonas, tanto las de vanguardia como las más rezagadas.
Y viene a mi memoria la predica incansable de José Enrique Gadano en cuanto favorecer a las áreas más desprotegidas, para evitar los desequilibrios definitivos y lograr una mayor equidad entre las regiones. Este proyecto integrador, dinámico, será uno de los ejes principales de mi administración para contribuir a afianzar el sentido de la unidad rionegrina. Es decir, afianzar los lazos de Bariloche y la zona andina, de Río Colorado con el Valle Medio, de la Línea Sur con la costa atlántica, de Viedma y el Valle Inferior con el resto de la provincia. Atenderemos todo lo que contribuya a la integración física, social, cultural y económica de la provincia, así como la articulación territorial y la comunicación de sus distintas regiones. Pretendo que un día no tan lejano podamos erradicar la palabra "lejos" del lenguaje de los rionegrinos. Con este mismo espíritu estrecharemos vínculos con las provincias vecinas, como ya ha venido ocurriendo con Neuquén, mediante la construcción del puente Cinco Saltos-Centenario. Idéntico criterio adoptaremos con Chubut, sobre todo en materia forestal y turística. Con La Pampa a través de emprendimientos como el Dique Casa de Piedra, y el Partido de Patagones en la provincia de Buenos Aires, en el foro del Comité de Cuencas. Como ha sucedido en distintas etapas de mi vida pública, vengo a servir, sin sectarismos, sin compromisos, sin otras ataduras que las que me ligan con mi conciencia y el pueblo de la provincia
Llego a este sitial ostentando una representación compartida. La correspondiente a la Unión Cívica Radical, el partido de mis ideales permanentes y renovadas convicciones, y por agrupaciones que integran la Alianza Patagónica. Será un gobierno de puertas abiertas sin exclusiones. Estoy decidido a trabajar con cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos que defiendan con capacidad y honradez el camino que vamos a recorrer. El objetivo no es otro que iniciar la desafiante tarea de modificar realidades y trazar nuevos rumbos inspirados en la esperanza plena de imaginación creadora de aquella Argentina soñada por Moisés Lebenshon. Señores legisladores: Recibo y me hago cargo de un Estado deficitario y endeudado que en el curso del corriente año no ha cumplido con la prestación de sus servicios esenciales, caracterizado por el funcionamiento irregular de sus distintos organismos y reparticiones.
El estado financiero de la provincia es desesperante.
La dimensión de la crisis ha perturbado profundamente la administración pública por la imposibilidad de abonar puntualmente los salarios a activos y pasivos.
El desfinanciamiento y sus secuelas sobrepasaron los límites del Estado y alcanzó a ponderables sectores de la sociedad.
Las ciudades más importantes de la provincia se convirtieron en escenarios desconocidos donde junto a los legítimos reclamos de los estatales hubo eclosiones de violencia con perjuicio para las personas, los bienes públicos y privados que no se pueden justificar. Otro de los saldos fueron las marchas de protesta, más de 70 en los últimos meses, con su lógica negativa repercusión en el cumplimiento de la labor específicamente administrativa, en los tres del Estado. Creo oportuno advertir que el colapso de las cuentas provinciales no solo constituye un fenómeno inédito que irrumpió por propia gravitación en el debate cotidiano de los argentinos.
Se trata, básicamente, de un serio alerta, cuya persistencia puede poner a prueba las instituciones del estado de derecho, la paz social y la propia convivencia en la provincia. Finalizamos hoy una muy complicada transición donde resultó imposible adelantarse a los hechos.
No pudimos en ese lapso impulsar los remedios drásticos que la coyuntura reclamaba.
Una enérgica y oportuna anticipación habría disminuido el avance del endeudamiento y el gasto, facilitando la llegada de la nueva administración.
Retrocedimos. Las previsiones no se adoptaron pese a los claros síntomas de peligro, y desde mayo hasta hoy, el calendario fue marcando una inexorable cuenta regresiva. Pero nadie elige el momento ni las condiciones históricas de su protagonismo.
No hay quejas. Mi mandato recién comienza hoy.
Ahora el sinceramiento es indispensable en Río Negro para recuperar credibilidad y comprender lo que sucede.
Integramos - nadie lo discute - el grupo de estados federales más comprometidos desde el punto de vista económico y financiero del país.
En la configuración de esta acuciante realidad hubo factores concurrentes, tanto de índole provincial como nacional que actuaron a veces por acción y otras por omisión. Así llegamos a este pronunciado plano inclinado cuya resolución concita toda nuestra atención, todas nuestras horas, y que debe activar una ejemplificadora autocrítica en todos, quiénes de una u otra manera estuvimos en la primera línea del protagonismo provincial. Aún de quiénes advertimos sobre los riesgos del rumbo a su debido tiempo y sugerimos rectificaciones. Pero no se trata de abrir una polémica sobre las causas del desfinanciamiento, sino de reconocer las causas y sus efectos para resolver la crisis. Se trata de superar una coyuntura que compromete el presente y amenaza el futuro inmediato.
Río Negro no es una isla en el conflictuado y preocupante ámbito de la política económica nacional, cuya influencia es irresistible para todos los estados federales.
El trazo grueso de las grandes líneas políticas nacionales constituyen un común denominador, cuyos principales datos son el aumento de los índices de la desocupación y pobreza.
No resulta ajeno a estos indicadores la competencia de las importaciones con la producción nacional, el cierre de establecimientos industriales, la concentración de la economía en grandes grupo empresarios, el aumento de la deuda externa pese a las privatizaciones, una aguda recesión y la ruina de las economías regionales. En definitiva, la articulación de la economía del país a un circuito donde las decisiones estarán más alejadas de la voluntad de los Argentinos en el ámbito de las relaciones entre la nación y provincias, el Estado central ha interrumpido todo financiamiento transfiriendo servicios de educación y salud e incurrido en reiterados avances sobre los recursos fiscales.
Las provincias han resultado sacrificadas a los números del ajuste nacional y son víctimas de una arbitraria disminución de los fondos coparticipables. En este contexto Río Negro soporta una situación extrema, sobre cuya gravedad es necesario informar sin reservas y con total transparencia.
Es la manera de evitar repetir errores o ensayar costosos caminos. Nuestro gobierno debe enfrentarse con una problemática muy compleja que combina un fuerte déficit operativo con un elevado endeudamiento. Los gastos operativos superan los ingresos corrientes de coparticipación federal de impuestos, regalías hidrocarburíferas, impuestos provinciales, etcétera, en más de doce millones quinientos mil de pesos mensuales. A este déficit hay que sumarle las necesidades de financiamiento para hacer frente a la deuda contraída que como mínimo asciende a cuatrocientos setenta y seis millones de pesos. De este último total la deuda financiera es de doscientos sesenta millones de pesos, la deuda con proveedores asciende a ochenta millones de pesos, y la deuda por juicios contra el Estado, a más de veinte millones de pesos. La deuda salarial hoy, es de ochenta y cuatro millones de pesos. Las estrategias para resolver el equilibrio de las cuentas públicas es una tarea que no admite meros discursos ni atajos retóricos. Requiere acciones y hechos concretos que vayan con urgencia al centro de la cuestión. Las respuestas para resolver el problema financiero deben estar orientadas en el corto plazo a reducir el gasto, incrementar la recaudación de tributos provinciales y mejorar el perfil de vencimiento de las deudas salariales atrasadas, con proveedores y entidades financieras.
El noventa por ciento de los gastos corrientes lo componen las erogaciones en personal, incluyendo los aportes necesarios para pagarles a los beneficiarios de la Caja de Previsión Social de Río Negro.
Las elocuencias de las cifras hablan por sí mismas.
Ordenar las finanzas constituye una prioridad esencialísima, porque la emergencia no admite considerar otros frentes de abordaje.
Las circunstancias nos obligan sin márgenes de opción para actuar con gran firmeza. Ese es el punto de partida para cumplir con mi deber de garantizar la paz social de la provincia, impedir la quiebra del Estado y asegurar la gobernabilidad. Para obtener estos resultados pagaremos todos los costos políticos que fueran menester.
La prioridad es abonar en término los sueldos y regularizar la situación de los pasivos, seguramente los más perjudicados en este crítico momento que vivimos. El panorama del atraso salarial que viven la mayoría de las provincias es un punto de referencia inexcusable. Por eso resulta difícil a veces, conciliar las exigencias de los gremios con la limitada capacidad de respuesta de un Estado desquiciado. Es oportuno señalar, que no sólo seré el gobernador de los empleados públicos exclusivamente, sino de todos los rionegrinos.
Ninguna situación sectorial, por más sustantiva que sea puede monopolizar la atención de los máximos niveles de la administración, en desmedro de los otros sectores del múltiple y variado quehacer rionegrino. Habrá que dejar atrás la anarquía y la parálisis administrativa. Constituye una verdadera demanda social reestablecer el normal funcionamiento en la administración central, ministerios y organismos para que los agentes estatales vuelvan a cumplir su rol de servidores públicos de la comunidad a la que se deben. Se trata de que el estado debe volver a cumplir para recuperar la autoridad.
La estrategia para la contención del gasto contempla en una primera etapa la adopción de una serie de medidas generales con fuerte impacto sobre el déficit operativo.
La nueva ley de ministerios redujo la estructura gubernamental a dos carteras de estado y recreó la figura de la secretaría general.
Se disminuirá en un sesenta por ciento la planta de personal con designación política y el aparato administrativo funcionará con no más de doscientos funcionarios.
Se fijará como remuneración máxima a abonar la retribución correspondiente al cargo de gobernador de pesos tres mil quinientos. Se establecerá como haber previsional máximo el ochenta y tres por ciento de sueldo de gobernador.
Se disminuirán drásticamente los gastos de funcionamiento, teléfonos, viáticos y publicidad.
Para incrementar los recursos tributarios provinciales se ha puesto en marcha un programa de modernización del catastro provincial con financiamiento del Banco Mundial.
Por su parte y complementariamente, la Dirección Provincial de Rentas aplicará distintos mecanismos para reducir la evasión, que junto a una amplia moratoria impositiva permitirá elevar los ingresos fiscales. Otra de las metas es eliminar el déficit de la Caja de Previsión Social. El mantenimiento del ente previsional le significa a la provincia un desequilibrio de cuatro millones de pesos mensuales. Esa cifra se genera por el déficit actual, los retiros otorgados pendientes, la diferencia del aporte sobre el dieciséis por ciento; el déficit del régimen policial y el reemplazo del aporte extraordinario declarado inconstitucional. Este diagnóstico tiende a agravarse a largo plazo, en tanto se profundiza la brecha entre egresos crecientes por la incorporación normal de pasivos, y los ingresos por efecto de la racionalización de la administración que hace suponer muy pocos cargos estables nuevos.
En relación a la cancelación de las deudas salariales con los agentes públicos, se recurrirá al pago con Certificados de Cancelación de Deudas, ya que los montos para cumplir con esas obligaciones en pesos resultan incompatibles con la situación financiera de la provincia.
El sector de las empresas públicas y entes prestadores de servicios tarifados también ofrecen un preocupante panorama.
A excepción del Departamento Provincial de Aguas, la Corporación para el Desarrollo Económico Portuario, y la Empresa de Seguros Horizonte, las restantes presentan quebrantos en sus balances. Empresas como Canal 10 - Televisión de Río Negro y Servicios Aéreos Patagónicos (SAPSE) -esta última en proceso de recuperación- además de optimizar su gerenciamiento necesitan aportes de capital privado para un eficaz aprovechamiento de los mercados de alta potencialidad donde desenvuelven su actividad. Otras, como Servicios Ferroviarios Patagónicos S.A., (SEFEPA), e Hierros Patagónicos de Río Negro S.A. ( HIPARSA), requieren desarrollar proyectos económicamente viables, alternativos a los actuales que no será posible sostenerlos en el tiempo por el quebranto que muestran sus balances.
Confiamos en la eficacia de las medidas enumeradas - las únicas que disponemos en estos momentos - para equilibrar las cuentas públicas, evitando así apelar a las reducciones salariales o a los despidos. Descontamos que la magnitud de este esfuerzo conjunto posibilite superar la crisis y en poco tiempo poner término a la excepcionalidad determinada por la emergencia.
No podemos pedir ni exigir sacrificios si no conducimos el Estado provincial con transparencia y sentido republicano, exentos de toda frivolidad, y donde los rionegrinos puedan percibir todos los días el cambio que están reclamando. Privará una severa y rigurosa austeridad en el manejo de las cuestiones públicas, avalada y controlada desde el más alto nivel del gobierno.
La fuerza del ejemplo debe servir a todos; desde los más altos funcionarios hasta el mas humilde de los empleados públicos. Habrá firmeza para impedir cualquier actividad de los inescrupulosos de adentro y fuera del Estado. Extirparemos todo factor de corrupción. Seremos inflexibles en la investigación de las irregularidades que se puedan cometer y en la aplicación de sanciones en la órbita de nuestra competencia.
Con el mismo rigor defenderemos el patrimonio moral y el prestigio de los buenos funcionarios.
La administración que comienza no será el botín de guerra de los vencedores de la última contienda electoral. La práctica del clientelismo político, en cualquiera de sus formas, no tendrán lugar en la nueva gestión. El Estado no será una agencia de colocaciones al servicio de los influyentes o falsos influyentes.
Mi propio partido, la Unión Cívica Radical, como oficialismo, tiene la doble responsabilidad de distinguir con absoluta claridad sus límites, de los del gobierno. No habrá posibilidades de confundir una cosa con otra.
Por eso no abrigo dudas que el criterio que hemos expuesto será compartido por los integrantes de los restantes poderes y las municipalidades.
Pero esto no puede quedar reducido a un simple ordenamiento de cuentas o pruritos ordenancistas. Debemos avanzar.
Cuando comencemos a remontar el déficit y logremos el equilibrio de las cuentas públicas, estaremos en condiciones de impulsar una reforma estructural del Estado que ya se torna indispensable, con roles claramente definidos y con prestaciones de servicios acordes con los ingresos disponibles.
Tenemos un Estado deficitario y desprestigiado, víctima de su propia fragilidad, una herramienta invalidada que hace del federalismo una ilusión. Un verdadero gigante descerebrado, oneroso e ineficaz. Sin fuerza vital, incapacitado para cumplir su rol de regulador de las pujas sectoriales y garante de la justicia distributiva. Un Estado perimido, desconectado de los aportes de la moderna tecnología, que es una pesada carga para la comunidad provinciana. Una superestructura atrofiada que insume una altísima proporción de los recursos presupuestarios, y convierte a los gobernadores en gestores de fondos o mendicantes ante el poder central.
Redimensionar el Estado no es otra cosa que fortalecerlo, sin apelar a cesantías del personal, conciliando eficiencia con solidaridad.
Es la única manera que tienen los gobernantes de preocuparse seriamente, sin demagogia, por los humildes, los más pobres, los más marginados. Tomar rumbo hacia el futuro es siempre una opción entre dificultades. Apuntamos hacia un nuevo Estado rionegrino que no debe confundirse con el otrora Estado paternalista que todo lo podía, ni con el Estado desertor de inspiración liberal que deja todo librado a la oferta y la demanda o a los humores o predilección del mercado.
La crisis debe asumirse como un punto de inflexión y hacer de ella una oportunidad creadora que desencadene rectificaciones positivas en el accionar del gobierno.
Se revisará la total estructura organizativa y funcional del Estado. Aprovecharemos el trabajo que está realizando una consultora extranjera con el concurso de técnicos Rionegrinos, destinado a elaborar un proyecto de reforma integral de los sistemas de administración financiera y control del sector público provincial. Proponemos entonces un nuevo modelo que deberá adecuarse a ciertas orientaciones globales sin que signifique sacrificar principios, sino priorizar el bien común. A diferencia del ajuste propuesto y ejecutado por el gobierno central, la transformación de la provincia debe apuntar al interés general por sobre los distintos sectores, priorizando el trabajo y la producción, por encima del consumo, los servicios y los gastos improductivos.
No resignamos banderas. Profundizaremos las innegables transformaciones que se han producido en Río Negro en estos últimos años retomando la iniciativa movilizadora y activa, que se identifica con el laborioso quehacer de nuestros conprovincianos. Son medidas que nadie quiere ejecutar, por especulaciones de corto vuelo, o por simple adhesión al inmovilismo reaccionario.
Nosotros seremos los primeros en ejecutarlas. Adelantarse a los hechos, plantear los ejes del debate, serán el norte de las políticas oficiales, para situar nuevamente a Río Negro en el espacio de liderazgo que supo alcanzar.
Comenzamos a escalar una cuesta pronunciada.
Un cambio de gobierno no es suficiente para superar tan agudos problemas. Acometer la tarea que nos aguarda tiene los alcances de una verdadera empresa colectiva, donde sus protagonistas deben ser capaces de articular una fórmula de solidaridad.
El rumbo pasa por el pluralismo, como base del sistema democrático y mecanismo de funcionamiento político para el análisis de los problemas y adoptar las decisiones, respetando el consenso para canalizar los conflictos. No se trata de una declamación. Desde hace ya varios meses, en mi condición de gobernador electo convoqué a la dirigencia del Frente de Gremios Estatales para intercambiar precisiones, discutir medidas y suministrar toda la información disponible. Posteriormente habilitamos el foro para la concertación al que se incorporó el sector empresario, principio del pacto social en cuyo ámbito puede procesarse y resolverse el conflicto, mientras las diferencias no se contradigan con una serena convivencia. En este sentido me complace anunciar que hemos llegado a un acuerdo con el Frente de Gremios Estatales para crear por ley una comisión mixta específica destinada a analizar la problemática del Estado y formular propuestas para su reformulación y modernización.
También hubo diálogo y seguramente lo seguirá habiendo con la dirigencia política y con los obispos de la diócesis de Viedma, General Roca y Bariloche, sobre el presente y las perspectivas de la provincia. Es que nadie puede marginarse ante la emergencia. Nadie puede invocar privilegios ante a una crisis que afecta al conjunto de la sociedad y de la que nadie saldrá indemne.
No puede haber indiferentes ante el gran problema común, ni compartimentos estancos que impidan el acercamiento de las posiciones.
Por otra parte resulta obvio que en la superación de las actuales circunstancias adquieren relevancia nuestros vínculos con el gobierno nacional que se intensificarán en todos los niveles que satisfagan los intereses rionegrinos. Esta respetuosa correspondencia no impedirá que pensemos diferente.
Tampoco callarán nuestros requerimientos para un definitivo y mas favorable replanteo de las relaciones nación-provincia, la discusión siempre reactualizada sobre la distribución de los recurso así como la defensa de la autonomía provincial y nuestros recursos naturales. Desde Río Negro propugnamos un cambio de ciento ochenta grados en las condiciones políticas vigentes para finalizar la desigual relación existente entre la nación y el interior y abrir cauce a un federalismo real, asentado sobre bases concretas. Un federalismo real, sólido, alejado de las devaluadas invocaciones folklóricas, o el chauvinismo mesiánico que minimiza, a niveles de intranscendente divertimento, la deuda pendiente entre el pueblo y el interior. Río Negro fue territorio nacional entre 1884 y 1957. Conoció durante ese pasado una larga historia de olvido y maltrato por parte de la nación. Sufrimos la desconsideración de una factoría proveedora de materias primas, mientras nuestros ciudadanos fueron de segunda categoría a los efectos del derecho político de elegir y ser elegido. A partir de la provincialización la situación no fue mucho mejor. Salvo algunos paréntesis excepcionales, el poder central ha contribuido a succionar nuestras riquezas devolviendo en ínfima proporción lo que indefectiblemente ha servido para mejorar el nivel de vida y el confort de los grandes centros urbanos en torno al litoral portuario, privilegiando aún más la pampa húmeda. Esta voracidad de la nación que no ha cesado, es objeto de continuos reclamos, a los que adscriben también las provincias con gobiernos justicialistas.
En la convención constituyente de Santa Fe, en 1994, de la que tuve el honor de participar, el tema fue motivo de recordados debates, y se acordó que el congreso debía legislar una ley de coparticipación equitativa y sobre todo de acendrado espíritu federal. La norma brilla todavía por su ausencia y Río Negro con sus recursos disminuidos o en cesación de pagos, comparte sus angustias con muchas de sus hermanas, en los cuatro puntos cardinales, dejadas a la intemperie en medio de una crisis general. Los estados patagónicos no formamos el núcleo de los anteriores a la Nación, pero somos nada menos que el futuro sobre el que se acabará de plasmar el proyecto de Nación, todavía inconcluso.
Debemos compatibilizar la existencia y la fuerza del Estado nacional - la nación - con las provincias, pero también bregar para buscar como estado federal un merecido lugar bajo el sol.
La presencia en este recinto de Don Felipe Sapag, verdadero símbolo de las reivindicaciones federalistas ante el poder central, reafirma nuestras convicciones.
Río Negro tiene tradición y vocación para esta lucha pacífica, y planteará a los gobiernos hermanos de la región patagónica la necesidad de un frente común que nos conduzca a un mejor destino.
Comprovincianos, el estado de las finanzas provinciales, así como sus severos condicionamientos, que se insertan además en las inocultables dificultades de la economía nacional, impiden que me detenga hoy en la enunciación de un plan formal y pormenorizado de gobierno. No quiero improvisar. No quiero prometer lo que no podré cumplir.
No quiero mentirle al pueblo de la provincia.
Un proyecto de gobierno definitivo, abarcativo de toda la problemática rionegrina recién será elevado a esta legislatura, junto al presupuesto para el próximo ejercicio, en el mes de marzo. Entonces, con los avances de este proceso previo, el análisis de sus resultados, y la mirada puesta en los recursos, tendremos un diagnóstico acabado. Podremos marchar sin vacilaciones, priorizando objetivos y estableciendo fines. No habrá acertijos, sino un rumbo certero y planificado.
Pero es sabio tener en cuenta que cualquier programa de gobierno, aún el mas acabado en su concepción técnica resultará insuficiente, si carece de alma, y si no tiene como destinatario al hombre. Y si sus ejecutores no adoptan desde el mismo inicio, una actitud de total compromiso, sumando el entusiasmo, a la acción persistente y continuada. Mientras tanto quiero dar a conocer aquí, algunos lineamientos generales de las políticas que llevaremos adelante en las principales áreas del Estado.
ECONOMÍA Y RECURSOS NATURALES
En un proceso de cambio acelerado de las relaciones entre el sector público y privado, en un contexto nacional y provincial de crisis, es necesario reorientar el accionar del gobierno tendiendo en cuenta y tendiendo a la generación de riquezas que permita mejorar la calidad de vida de los rionegrinos. En el área de Economía, mi gobierno promocionará la generación de riquezas sobre la base de la producción agropecuaria e industrial, y la puesta en valor de los importantes recursos naturales que posee la provincia. Los cambios necesario para mejorar la rentabilidad de la producción, no serán posible sin una adecuada política de promoción, comercialización y marketing, que acompañe a los sectores productivos. Se debe impulsar un nuevo sistema de producción donde se incorpore el capital ambiental, patrimonio de la Patagonia, a través de la denominación de origen.
Es necesario debatir las metodologías para desarrollar nuevas ventajas competitivas. Para ello debemos producir con igual o mayor calidad que otros, a igual o menor precios que otros, pero siempre productos que los consumidores demanden. Río Negro sustenta su desarrollo en la pequeña y mediana empresa agropecuaria y agroindustrial, por lo que orientaremos los esfuerzos a la búsqueda de fuente de financiamiento acorde con la capacidad de pago de los sectores. Integraremos el accionar de los sectores públicos y privados, orientando los esfuerzos hacia la oferta y la comercialización de productos rionegrinos en los mercados internos y externos. Merece aquí una mención especial el puerto de San Antonio Este, el puerto de los rionegrinos, salida de nuestra producción y las provenientes de otros puntos del país. Serán estimuladas sus potencialidades. La Corporación para el Desarrollo Económico Portuario -su ente administrador- tendrá el mas pleno apoyo para mejorar la operatividad de la estación marítima, conducente a aumentar sus ingresos, mejorar su operatividad y disminuir su estacionalidad. San Antonio Este es una de las vigas del desarrollo provincial y vértice insustituible para los proyectos de integración biocéanica con Chile. Quiero recordar los acuerdos de paz y amistad, y de complementación física y económica firmados con el vecino país, como su firme intención de incorporarse al Mercosur. Las propuestas de integración física entre nuestras dos naciones se han visto robustecidas, además, por la importante tarea que viene cumpliendo el comité de Fronteras de la Región de los Lagos. Se asistirá a todos los sectores de la economía en la generación, adopción y transferencia de tecnología. En relación con los recursos naturales orientaremos los esfuerzos en dos lineamientos básicos; la preservación del medio ambiente y en una agresiva política de valoración de recursos, en especial la pesca marítima y continental, la producción forestal, así como la exploración minera. La preservación se desarrollará en un cuerpo unificado de guarda de los recursos naturales, y se implementará un sistema de conservación de áreas naturales protegidas. La valoración de nuestros recursos renovables y no renovables debe implementarse a través de la búsqueda y sistematización de información básica, desarrollando una estrategia sólida y pujante para la captación de inversiones regionales y extra regionales.
HACIENDA
En Hacienda priorizaremos el equilibrio de caja con un paquete de medidas que elevaré en forma inmediata a la legislatura, tendientes a reducir las erogaciones corrientes y
a incrementar los recursos de origen provincial, basado en una ampliación de la estructura tributaria y mayor eficiencia de aparato recaudador y no en una mayor presión tributaria. El presupuesto prorrogado durante el primer trimestre de 1996 reflejará la asignación presupuestaria en forma mensual, ajustado al nivel de recursos, pero atendiendo especialmente a aquellas áreas fundamentales del Estado provincial relacionada a los servicios básicos de educación, salud, seguridad y justicia. La formulación del presupuesto 1996 se realizará a partir de la reestructuración del estado provincial, teniendo como base un nivel de gasto compatible con el nivel de recursos, para alcanzar el equilibrio presupuestario. Instrumentaremos en el corto plazo un nuevo sistema de administración financiera que permitirá modernizar y mejorar sustancialmente la gestión del sector público provincial. Habrá una moratoria impositiva amplia, y reestructuraremos el organismo recaudador, que presenta actualmente un alarmante estado de desorganización, con la finalidad de eliminar la evasión impositiva. La eliminación del déficit operativo no es condición suficiente para garantizar el normal funcionamiento del Estado provincial. La cancelación del endeudamiento con proveedores, contratistas, prestatarios y con el sistema financiero, requieren en tal sentido de su normalización. Propondremos su reestructuración con el objeto de modificar el perfil de los vencimientos y hacerla compatible con las reales posibilidades del estado provincial.
GOBIERNO
Desde el Ministerio de Gobierno fortaleceremos la participación y el protagonismo de la comunidad en las acciones del Estado. Procuraremos la consulta, a la población sobre la marcha de los servicios y políticas del Estado tendiendo a determinar problemas y las correcciones que la comunidad reclama. Atenderemos particularmente las relaciones con las organizaciones no gubernamentales, las que en los últimos años han cobrado una fuerte incidencia en los ámbitos sociales, científicos, culturales y económicos de la sociedad. En la defensa de los valores de la convivencia democrática, dedicaremos especial atención a enfrentar toda forma de discriminación. Atenderemos particularmente la problemática de la seguridad, realizando el máximo esfuerzo que la situación económico-financiera nos permita para continuar con el equipamiento policial y el refuerzo de personal. Nuestra meta es garantizar la seguridad de las personas y bienes de la provincia y para eso la policía actuará con energía y racionalidad dentro del marco de la constitución, las leyes y reglamentos. Se replanteará la relación del gobierno provincial con los municipios respetando sus autonomías, procurando aumentar su participación en la prestación de algunos servicios básicos del Estado y a definir la distribución de recursos entre jurisdicciones con criterios equitativos. Como consecuencia la prestación de determinados servicios, hoy provinciales, por parte de los municipios, permitirá el mejor aprovechamiento de los recursos, el mayor control por los ciudadanos y el mejoramiento de su calidad.
Este proceso de transformación que impulsaremos debe desarrollarse mediante mecanismos que garanticen junto con los compromisos asumidos por los municipios, la transferencia de los recursos correspondientes por el Estado provincial. Deberá analizarse un nuevo marco legal de la participación municipal que contemple criterios que alienten la austeridad de las estructuras comunales, la eficiencia en la prestación de servicios y en la recaudación de tributos locales. Desde el año 1.989, el gobierno nacional viene impulsando la modalidad de otorgamientos de Aportes del Tesoro Nacional a la provincia con afectación específica a ciertos municipios de Río Negro. Esta circunstancia además de vulnerar la facultad del Estado provincial de distribuir internamente sus recursos, a creado odiosas y discriminatorias condiciones de tratamiento entre las comunas, que obedecen a criterios totalmente discrecionales del gobierno central.
Reclamaremos la corrección de esta anomalía, procurando la remisión de los "A.T.N." a la Provincia, para que ésta los distribuya equilibradamente entre sus estados municipales. Reforzaremos la complementación con el Estado Nacional en materia de seguridad y justicia. Procuraremos zanjar las diferencias con el Servicio Penitenciario Federal que actualmente existen, sobre el convenio de internos de Río Negro, para garantizar su normal funcionamiento. Procuraremos activar el proceso de transferencia de los establecimientos penitenciarios a la provincia.
POLÍTICA LABORAL
Llevaremos a cabo una política laboral que acompañe el desarrollo de los distintos sectores económicos con equidad y justicia. Los rionegrinos debemos inclinarnos por un estado social de derecho que implica el reconocimiento del rol del estado en las políticas destinadas a llevar, justicia, dignidad y calidad de vida a nuestra sociedad.
En muchas ocasiones las relaciones económicas en nuestra sociedad son injustas, reconocimiento de que la ética de la solidaridad no se ajusta a las leyes del mercado. Se trata entonces de generar condiciones para el acuerdo y la participación social. El diálogo y la negociación responsable entre las organizaciones gremiales, las asociaciones profesionales de empleados y el gobierno provincial son los instrumentos idóneos para la resolución de los conflictos.
Privilegiaremos la negociación a la confrontación, procurando consensuar con los actores sociales un modelo para nuestra provincia.
SALUD
El Estado provincial es garantía del derecho a la salud de todos los rionegrinos y asegura el acceso a una cobertura suficiente en forma equitativa. La necesaria reforma del sector se producirá actuando sobre la estructura pública, la obra social provincial y sobre los mecanismos de financiamiento que garanticen la viabilidad del proyecto. Profundizaremos la descentralización de los hospitales públicos porque no existe mejor control sobre este servicio que el que pueden ejercer los propios usuarios. Este cambio no significará enajenar las instituciones, ni resignar nuestra obligación constitucional, sino acercar las decisiones a los niveles locales para buscar la mayor eficiencia y calidad en los servicios que se prestan. Deberemos estimular la recaudación correspondiente a prestaciones que hoy se brindan a personas con cobertura de obras sociales y seguro. Se dispondría así de mayores recursos para la obtención de quienes no cuenten con ese tipo de protección. Implementaremos el seguro provincial de salud como mecanismo que permitirá optimizar la asignación de los recursos provenientes de rentas generales, y evitar subsidios cruzados desde los presupuestos hospitalarios a obras sociales y empresas de seguros. Avanzaremos en la reformulación del estatuto y escalafón, lo que permitirá nuevas reglas de juego para los trabajadores de la salud, recompensando el mejor desempeño y la asignación de los recursos disponibles. La obra social es una herramienta fundamental para la política de salud del gobierno. Preservaremos su capacidad de financiamiento a través de la intangibilidad de sus recursos, que se integrará al logro de los objetivos del Estado provincial y que deben referirse a todos los rionegrinos. La gravedad de la crisis nos obliga a sumar esfuerzos y recursos disponibles en nuestra comunidad. Ha pasado la época en que los términos público y privado, en salud, eran términos antinómicos. Convocaremos a una mesa de concertación en salud, para que sobre la base de la transparencia en los números provinciales acordemos un esquema prestacional de emergencia que permita la continuidad de los servicios públicos y privados para todos los rionegrinos, que asegure la continuidad de las empresas del sector y que además, sea efectivamente financiable por el Estado provincial.
ACCIÓN SOCIAL
En el ámbito específicamente social de la estructura de gobierno se intensificarán en número y calidad los programas destinados a llegar y proteger a los sectores más carenciados de la sociedad rionegrina.
Para lograr el máximo de eficacia en ese cometido, se impulsará una firme planificación para optimizar la utilización de los recursos, evitando la superposición actual entre organizaciones gubernamentales, tanto provinciales como nacionales, como las entidades no gubernamentales. Con esa finalidad funcionarán centros de coordinación regional en distintos lugares de la provincia. Estas delegaciones trabajarán en forma coordinada con las municipalidades, y con total autonomía presupuestaria y ejecutiva. Las delegaciones regionales efectuarán un prolijo relevamiento de las necesidades y requerimientos, y serán responsables además, del control en cuanto al cumplimiento de los objetivos definidos por los entes gubernamentales y no gubernamentales. Entre los distintos proyectos en acción social se prevé el de formular convenios con organismos no gubernamentales, para la recuperación de los menores con causas judiciales.
También se están evaluando programas para ofrecer alternativas laborales, a través del Programa Técnico de Asistencia Laboral (ex-Sépalo). La finalidad será capacitar en oficios con salida laboral a todas aquellas personas asistidas en los distintos programas sociales (Pronur-Peñi-Pronono, etc).
CULTURA
Conservar, recuperar y acrecentar el patrimonio cultural y la identidad de los rionegrinos es un objetivo prioritario. Protegeremos todas las formas de expresión cultural. Atenderemos las necesidades técnicas y administrativas de las redes culturales cuya máxima representatividad la constituyen las bibliotecas populares. Se impulsará la integración de los discapacitados al quehacer cultural y se promoverá la participación en la conservación del medio natural y urbanístico de la comunidad. Se revalorizará la función del mercado artesanal como ámbito de concentración y comercialización de las obras, o artesanías, con la finalidad de que los artistas y artesanos obtengan una adecuada compensación económica. Se promoverá la creación de espacios de cooperación e intercambio para favorecer la libre comercialización de las obras y su inserción en el mercado del arte y las industrias culturales, como instrumento para su desarrollo.
DEPORTE
Asignaremos una especial importancia al deporte como medio para la educación integral de los rionegrinos.
Unificaremos esfuerzos y recursos desde la Dirección Provincial de Deportes. Mediante una conducción abierta se definirán las metas a cumplir, formas de trabajo, y los organizativos para el crecimiento de la actividad. Se potenciará el deporte federado y el de rendimiento. Se fomentará un gran desarrollo en el deporte comunitario y social, y se recuperará el deporte escolar, colegial e intercolegial. Dentro de estas líneas de trabajo se consensuarán decisiones, y se descentralizarán las acciones en el marco de un sistema para todos.
EDUCACIÓN
Para este gobierno que se inicia, el gasto en educación es la mejor inversión, porque la educación es un bien social, una verdadera herramienta de crecimiento personal
y comunitario. El contexto socioeconómico actual pone en peligro la prestación de los servicios educativos con criterios de gratuidad, accesibilidad y universalidad. Por eso debemos acentuar la eficacia y la equidad en el manejo organizativo y financiero del sector, mediante la reforma del sistema educativo garantizando los logros pedagógicos obtenidos desde el advenimiento de la democracia. Transformaremos la estructura central del Consejo de Educación, adecuando su administración a los requerimientos que la hora exige. Tendrá prioridad la prestación de los servicios educativos básicos y se restringirá el gasto en las áreas que no se encuentran directamente vinculadas a la atención de los alumnos. Avanzaremos en la capacitación y perfeccionamiento docente en el marco de la ley federal de educación, con adecuación a la política educativa que estableceremos desde el Poder Ejecutivo provincial. Reformularemos las actuales estructuras. Trabajaremos con docentes, padres, alumnos y la sociedad rionegrina en su conjunto. La educación es un problema de todos. No dejaremos de asumir nuestras responsabilidades. No dejaremos de cumplir con nuestras obligaciones: los niños en las aulas y los docentes enseñando. Volcaremos todos los esfuerzos que se requieran para evitar la pérdida de un solo día de clase. No entendemos el desarrollo y el crecimiento de la sociedad si descuidamos el capital mas valioso que tenemos, nuestros hijos.
TURISMO
En turismo, la transformación del ex-ministerio en la actual Secretaría de Estado, no significa de ningún modo restarle protagonismo e importancia. Tendrá el apoyo político y económico del gobierno provincial, que reconoce a esa actividad como uno de los ejes fundamentales del desarrollo económico provincial. Se pondrá en marcha un plan inicial para el bienio 1996-1997 sobre la base de propuestas concretas y realizables, sumando esfuerzos con otros organismos oficiales e instituciones privadas. Se proseguirá con las políticas tendientes a lograr una fuerte penetración nacional, regional e internacional, mediante la disposición de todos los recursos naturales disponibles y una eficiente prestación de servicios. Se ha previsto rescatar algunas funciones que fueron delegadas a los municipios para fijar una política en todo el ámbito de la provincia, buscando la integración y el concordante accionar de las comunas y el protagonismo de la actividad privada. Se tratará de resolver el problema de las obras inconclusas, especialmente en Bariloche (Centro de Congresos y Convenciones, Puerto, Estación Terminal, etc) para complementar la oferta turística no estacionaria, ferias, congresos, convenciones etcétera, sin olvidarnos de esta hermosa costa atlántica que tenemos desde Viedma hasta Sierra Grande.
Se arbitrarán todas las medidas necesarias para la protección del medio ambiente y del patrimonio cultural.
OBRAS PÚBLICAS
La transformación de la ex-subsecretaría de Obras y Servicios Públicos, en Secretaría de Estado, define su jerarquización y la importancia que tendrá en los planes de gobierno. Entre sus funciones se cuentan las relacionadas con la supervisión de distintos entes autárquicos y organismos provinciales para armonizar e interrelacionar su actividad, ganar en eficiencia y disminuir costos. Desde este nivel de la administración se generarán proyectos para brindar asistencia técnica a las municipalidades referidas a temas de infraestructura que hacen a la planificación urbana. Me refiero a infraestructura de servicios de gas, agua, pavimento, cloacas, alumbrado público, espacios verdes y la interconexión de pueblos y ciudades con redes viales provinciales y nacionales.
Se estudiará la situación de importantes obras públicas cuya construcción se encuentra paralizada en distintas ciudades de la provincia y se revisarán los contratos para finalizarlas en el menor tiempo posible. En este sentido se iniciarán gestiones ante organismos nacionales e internacionales destinadas a obtener créditos con esa finalidad y para iniciar nuevos proyectos. Somos concientes del efecto multiplicador de la obra pública que no solo satisface legítimos requerimientos y reivindicaciones en las distintas regiones, sino que también genera nuevos puestos de trabajo. Se solicitará a la Nación la concesión de las rutas nacionales por parte de la provincia por el sistema conservación, operación y transferencia. Esto permitirá que la provincia pueda discutir posteriormente la construcción de las obras prioritarias en cada uno de los tramos. Es decir que lograremos de esa manera poder de decisión en esta materia, en función de la planificación de la provincia. También se replanteará la formación y el funcionamiento del sistema de consorcios camineros otorgando prioridad a la región sur. No se dejarán zonas aisladas y se atenderán todas las regiones, principalmente las que tienen mayores problemas.
VIVIENDAS
En materia de viviendas y a través del I.P.P.V. se construirán en el período 1995-1999 un total de 4.046 unidades habitacionales con un ritmo de 1.000 viviendas por año. Otras obras son las del convenio C.G.T.-Provincia con entrega prevista en los próximos 90 días, y que alcanza a 450 viviendas e infraestructura en Allen, Cinco Saltos y El Bolsón. Otras 600 del mismo plan se entregarán en el curso de 1996 en Río Colorado, Cipolletti y Bariloche. En convenio con municipios y otras entidades intermedias hay 185 viviendas en construcción en Fernández Oro, Chimpay y Dina Huapi. También en el ámbito del I.P.P.V. se efectuará una intensa campaña de escrituración con intervención del sector privado y las asociaciones profesionales de escribanos. Esto permitirá la obtención de nuevos fondos con las operatorias de titularización de hipotecas así generadas. Asimismo, se encuentran en estudio distintos proyectos, entre ellos el de gestión asociada para la construcción de nuevas viviendas y administración de la cartera de adjudicatarios, con actores posibles como el gobierno, la U.O.C.R.A. y la Cámara de la Construcción. Otro está referido a la obtención de nuevos fondos (adicionales) mediante la regularización de las deudas y dominios y su uso como bien transable (venta de las hipotecas, securitización, emisión de títulos, etcétera. También se contempla la creación de un sistema provincial de vivienda con independencia del FONAVI. A parte de la reconocida labor que desarrolla el I.P.P.V. el proyecto C.A.S.A. tiene como finalidad contribuir a solucionar las dificultades habitacionales de aquellos comprovincianos de menores recursos que todavía no ha accedido a una vivienda, o habiéndolo logrado, desean refaccionar, ampliar o mejorar la existente. Se intensificará la actividad que viene cumpliendo este organismo cuyos resultados han sido espectaculares. Los préstamos individuales en materiales, asistencia técnica, asesoramiento, orientación, planos de arquitectura, estructura, e instalaciones en las viviendas, se extenderán también a otros sectores de la comunidad rionegrina.
RECURSOS HÍDRICOS
En relación con los recursos hídricos defenderemos los intereses regionales frente al conflicto de intereses interprovinciales sobre su uso, disposición y preservación. Desde el Departamento Provincial de Aguas fomentaremos y acompañaremos la consolidación de los consorcios de riegos existentes, y la formación de los consorcios de segundo grado, en el plano de una política de descentralización y reforma del Estado, que tiene como protagonistas a los mismos productores. Pondremos especial empeño en el crecimiento de los porcentajes de población urbana con desagües cloacales, en la construcción de las plantas depuradoras de líquidos cloacales faltantes, y acompañaremos el crecimiento poblacional con la actual cobertura de agua potable. También sumaremos esfuerzos con la actividad privada para lograr a la brevedad el tratamiento de los desagües, que significan una agresión al recurso hídrico. Mantendremos el manejo unificado y armónico de nuestros recursos hídricos para el bienestar, calidad de vida y crecimiento económico de todos los rionegrinos.
PLANIFICACIÓN
Otorgaremos un papel trascendente a la planificación de las acciones oficiales para posibilitar la transformación, modernización y crecimiento de Río Negro. La urgencia no debe generar desconcierto. La planificación se ajustará a la elaboración de estrategias innovadoras, estableciendo ejes de desarrollo para cada región de la provincia. Potenciaremos los emprendimientos con alto valor agregado, ocupación de personal, innovación tecnológica e incremento de la calidad. El gobierno se adelantará a los hechos previendo y trabajando en consecuencia, sin postergar decisiones que irremediablemente deben asumirse orientando los puntos a debatir con la participación de los sectores sociales de la provincia.
CONTROL DE GESTIÓN
Pero estamos seguros que todo lo que hagamos para optimizar el estado, no será útil ni tendrá efectos persistentes en el tiempo, si no existe un adecuado control de gestión. Tenemos experiencia. Muchos planes y proyectos correctamente elaborados e impulsados desde los más altos niveles de decisión han sido tergiversados o desvirtuados y en la medida que recorren la maraña de los estamentos burocráticos, quedan en el camino. Para evitar estas realidades hemos creado una unidad de control técnico-político de la gestión de gobierno, integrada por un muy reducido grupo de funcionarios que deberá dar rápidas y contundentes respuestas ante posibles desvíos, tan comunes en el accionar del Estado. Este control de gestión, deberá complementarse con el accionar de los organismos de control interno y externo que prevé nuestro régimen constitucional.
Estamos en el punto de partida de un camino sin retorno. La prosperidad del futuro estará basada en la austeridad del presente. Soy conciente de que esta política de sacrificios es y será dolorosa. Pero también que las penurias se originaron en la propia crisis y no en las medidas para superarlas.
Los invito a sumarse con entusiasmo para superar este trance. No es tarea para solitarios. Nuestro programa esta abierto y dispuesto a ser enriquecido con ideas y propuestas. Hay lugar para el optimismo. Están intactas las reservas morales y materiales de la provincia. Los inmensos recursos hídricos, la riqueza de su subsuelo, la feracidad de sus valles, el panorama sin igual de lagos, bosques y montañas, sus costas fluviales y marítimas, su inmensurable meseta, todo incita a lanzar la imaginación hacia renovadas metas.
Desde el punto de vista de la economía provincial, las principales actividades como la agro-industria, la pesca y el turismo, se han visto beneficiadas durante 1995 por las mejoras en los precios internacionales y las políticas cambiarias de los países vecinos. Por otra parte y como ejemplo de esta estimulante realidad, la tasa de desocupación de Río Negro está entre las más bajas del país. Hago un ferviente llamado a los partidos políticos, las instituciones intermedias y de servicios, los empresarios, los técnicos y científicos, los universitarios, los señores gremialistas, la gente de la cultura y a los jóvenes.
Es en la adversidad y no en la bonanza cuando se aprecia la dimensión de los hombres y los pueblos.
No somos una provincia solo porque convivimos en un mismo espacio geográfico; también constituimos una solidaridad espiritual, histórica y cultural, una identidad común en el tiempo y en el espacio. No convivimos por estar juntos, sino para hacer algo trascendente juntos. Somos una comunidad de propósitos y de anhelos compartidos. El solo cambio de rumbo tiene un gran valor, aunque no basta con un giro parcial. Hace falta un cambio total.
El gobierno cumplirá con su misión con todos los medios a su alcance y ejercerá con serenidad y energía sus atribuciones constitucionales y legales. No retrocederemos. Pero la superación de esta crisis no tiene para nosotros otro ámbito de solución que en la plena vigencia del sistema democrático, y el funcionamiento pleno de las instituciones. Por eso tenemos que demostrar que la democracia, aún en estas instancias críticas y de convulsiones, es compatible con la libertad y derechos de las personas.
Defendamos el estado de derecho en Río Negro. Desalentemos a los predicadores del fracaso, prevengámonos contra los trasnochados vernáculos que todavía no han descartado la intervención federal a la provincia.
Rionegrinos:
Tenemos que reconciliarnos y recuperarnos.
Acepto la responsabilidad de mis errores, que serán el fundamento de futuros aciertos. Pero no es el acierto del gobernante lo único que permite llevar adelante a la provincia, sino la labor y el acierto de todos, en la esfera modesta o relevante de cada uno. No asumo esta altísima responsabilidad para ser un gobernador más en la burocrática y fría galería de los retratos de las iconografías oficiales. Debo admitir que la coyuntura me plantea un desafío que armoniza con mi temperamento, aunque hubiera preferido un momento diferente. Será una manera de culminar una vida plena de militancia y de lucha al servicio de la gente, para terminar mi mandato con las manos limpias, como siempre las tendré. Estaré en el centro de la escena, dando la cara, tomándole el pulso al pueblo, escuchando el clamor de los rionegrinos sin distingos, compartiendo tristezas y alegrías, caminando juntos.
Con la concurrencia de todos alcanzaremos la victoria. La crisis será derrotada. Es mi compromiso. Gracias.
PABLO VERANI

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