DISCURSO EN EL ACTO
DE FIRMA DE ACUERDOS CON LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Néstor Kirchner
[1 de Febrero de
2005]
Señor presidente de la República Bolivariana
de Venezuela, querido amigo Hugo Chávez; señores miembros de la comitiva que lo
acompañan; autoridades nacionales; señores empresarios; señores integrantes del
sector gremial; señores representantes de las organizaciones sociales; señoras
y señores: queremos testimoniar nuestra alegría por tenerlo otra vez con
nosotros en una visita tan rica en avances significativos y concretos para la
integración política, cultural, económica y comercial de nuestros respectivos
países. Honda satisfacción nos produce darle la más calurosa bienvenida a
usted, amigo Presidente, y a su comitiva que lo acompaña en esta visita de
trabajo.
Esperamos que en durante su estadía se sientan como en su propia casa.
Esperamos que en durante su estadía se sientan como en su propia casa.
En momentos en que el mundo vive profundos
cambios que se producen en medio de las tensiones internacionales, producto del
crecimiento de la brecha existente entre países ricos y pobres, necesitamos
estrechar lazos de unidad para fortalecer el multilateralismo. En tiempos en
que América Latina en general, y la República Argentina
en particular, viven momentos de cambio y buscan consolidar un crecimiento
sustentable, lograr incrementar la calidad institucional, atraer inversiones
productivas, incrementar su productividad, mejorar la distribución del ingreso
y crear empleo decente, es necesaria la unidad para hacer del continente un
territorio de paz.
Esta visita de trabajo, los temas que hemos
abordado, los acuerdos que se firman, se realizan bajo estos signos y en ellos
debe buscarse su significación profunda. Multilateralismo en la marcha hacia un
nuevo orden mundial y continentalismo para el logro de un desarrollo
sustentable con inclusión social deben ser las divisas de toda Latinoamérica,
para encontrar un territorio de unidad en la acción que nos permita llevar a la
práctica nuestros ideales. Es mucho el camino que falta recorrer en estos
temas, pero es necesario dar con firmeza los primeros pasos.
Es evidente que el mundo no ha encontrado
todavía la manera práctica de sustituir los mecanismos que fueron creados
durante la bipolaridad que caracterizó la llamada guerra fría, por otro que
incremente la participación multilateral en las decisiones de los países miembros
de las Naciones Unidas. Ello constituye una limitante y un riesgo de
crecimiento de las tensiones internacionales, es a la vez un impedimento para
lograr mayor eficacia en la prevención de conflictos, la lucha contra el
terrorismo con legalidad y el respaldo de la opinión pública internacional.
Multilateralismo que debe ser el nombre del
instrumento más eficaz para la lucha por la paz, la seguridad, la defensa de
los derechos humanos, la obtención del desarrollo y el progreso social.
Multilateralismo debe ser el camino para poder ganar la batalla contra la
pobreza y la exclusión, las enfermedades, el delito del narcotráfico y la
degradación ambiental.
La unidad Latinoamericana debe ser la clave
para lograr nuestro desarrollo sustentable con inclusión. América Latina ha
sostenido en los comienzos de sus luchas los ideales de igualdad, libertad y
solidaridad. Sin embargo, su acontecer la ha revelado como territorio propicio
para dictaduras, fuertes conflictos internos, persecuciones y pobreza.
En nuestros países han sido aplicadas
prolijamente recetas producto de consensos ajenos con pretensión de
universales, con expresión de pensamiento único y la característica común de
haber sido aconsejadas desde los organismos de crédito internacionales y adoptadas
localmente como supuesto remedio a nuestros males. Sin embargo, o mejor dicho,
producto de lo mismo, es hoy el territorio de las más grandes desigualdades.
Por eso decimos que no lograremos ni nuestra unidad ni nuestro desarrollo con
recetas impuestas impuestas y renunciando a nuestra autonomía a las decisiones.
Los cambios necesitan la generación de
fuertes consensos, políticas internas disolventes de la tensión detallada de
las realidades locales para lograr la eficacia buscada. Así como el sistema internacional
requiere de una adaptación de las Naciones Unidas al nuevo contexto mundial,
dotando a sus organismos de mayor democracia y transparencia para que avance el
multilateralismo. América del Sur necesita avanzar hacia mayores grados de
integración para que pueda triunfar la igualdad en esta lucha.
No lograremos aquello con la continuidad de
discurso de subordinación ni renunciando a nuestra autonomía en las decisiones,
para poder construir una nueva estrategia de desarrollo sustentable con
inclusión social, incrementar la generación de empleo, aumentar los niveles de
ingresos de los más pobres, darles un mejor acceso a la educación, la salud, la
vivienda y los servicios vitales, debemos construir una sólida unidad
continental. Desunión, fragmentación, luchas entre países hermanos, han
resultado funcionales para que la pobreza y la desigualdad proliferen en
nuestro continente. MERCOSUR, Comunidad Andina, Comunidad Sudamericana, deben
ser los vehículos para lograr el retroceso de nuestros males. En el fortalecimiento
de los organismos regionales y en la construcción de la unidad sudamericana
está la base de nuestro futuro.
Por ello, señor Presidente, su visita de
trabajo debe servir para que marchemos hacia una intensa cooperación bilateral,
con el establecimiento de mecanismos aptos para promover las relaciones
económicas, las inversiones, y ahondar en el intercambio cultural y científico
al servicio de la creación de un sendero de cooperación e integración
latinoamericana.
Debemos desarrollar proyectos conjuntos que
apunten a la formación de asociaciones de empresas, promover cadenas de valor,
apadrinar pequeñas y medianas empresas, establecer mecanismos de trabajo en
común, proyectar y concretar inversiones productivas que incorporen tecnología
y diseño a nuestra producción de bienes y servicios.
El centro de nuestra labor debe ser
incrementar las oportunidades de trabajo para nuestros pueblos. En esa línea se
enmarca el acuerdo de asociación en materia petrolera entre PEDEVESA y ENARSA,
para la instrumentación de un plan de negocio conjunto, que se evidencia ya en
la apertura de dos estaciones de servicio y expendio de combustibles. Hacia
allí apunta el segundo acuerdo para el abastecimiento del fuel oil y gasoil
entre Camesa y de PEDEVESA, en el marco del convenio integral de cooperación
que firmáramos el 6 de abril de 2004.
Así se pudo concretar la finalización de las
tareas de mantenimiento de la primera unidad PDV Marina realizadas por
Astilleros Río Santiago, y se abre camino la realización de nuevos trabajos de
mantenimiento y la posible construcción de buques petroleros tipo Panamac. En
esa vía, Invap, Imedic y el Ministerio de Salud de la República Bolivariana
de Venezuela avanzarán para la provisión de equipos de medicina nuclear e
incubadoras, y en el equipamiento de ascensores para hospitales por parte de la
empresa argentina Ascensores Servas SA. Nuestros respectivos ministerios de
Salud aportarán en ese sentido a través de la cooperación y la investigación la
formación de recursos humanos y el desarrollo y la aplicación de nuevos
proyectos.
En materia de cooperación en el sector
agrícola, la concreción del primer embarque de ganado en pie en el marco de lo
acordado en la Declaración
de Isla Margarita del 23 de julio de 2004, marca la importancia del apoyo
recíproco.
La puesta en marcha del proyecto de
Televisión Sur y el avance en las negociaciones para que las empresas de
construcción argentina participen en la reconstrucción y extensión de
autopistas en el país, son pruebas de todo lo que podemos hacer y lograr
juntos.
En ese sentido, la instrucción a nuestras
cancillerías para convocar a la
V Reunión de la Comisión Mixta Permanente Argentino – Venezolana,
aporta a asegurar la continuidad y profundidad del impulso a la relación de
cooperación en la promoción del desarrollo social y económico, y en el combate
contra la pobreza y la exclusión social.
Sin que en esta resumida enunciación se
agoten las iniciativas que compartimos, basta para probar el gigantesco campo
que la colaboración bilateral nos abre, propicio para que nuestros pueblos
incrementen su bienestar.
Sabemos que lograr un mundo con más
democracia y con más igualdad no es ya un problema que aqueje sólo a los países
más pobres, esperamos que los países más desarrollados estén dispuestos y sepan
encontrar el modo de ayudar a extender la igualdad y evitar que la brecha entre
pobres y ricos se agigante.
Pero sabemos que lo central, por lo menos
para el caso de nuestros países y en el caso de América Latina, sobre todo en
América del Sur, es que nuestros pueblos comprendan y defiendan los cambios que
tienen por finalidad encontrar soluciones propias a nuestros propios problemas.
En el compromiso de nuestros pueblos está la
garantía del éxito de los esfuerzos que realizamos para lograr reducir
drásticamente la pobreza y terminar con la exclusión social. En el marco de
nuestro desarrollo sustentable con empleo, producción e inclusión, esta visita
tiende a fortalecer la coordinación y la búsqueda del objetivo de fortalecer la
unidad latinoamericana.
Para finalizar, nos interesa muy
especialmente agradecer el constante apoyo que usted, su gobierno y el pueblo
de Venezuela, han dado a los legítimos derechos de la República Argentina
en la disputa de la soberanía por las islas Malvinas, Georgias del Sur,
Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Crear trabajo para enfrentar la pobreza y
fortalecer las instituciones democráticas requiere articular políticas activas,
generadoras de desarrollo sustentable, con miras a consolidar un nuevo
paradigma que dote a las transformaciones económicas de un fuerte contenido
ético. La unidad entre la República Argentina y la República Bolivariana
de Venezuela debe contribuir al logro de tales de objetivos. Su visita de
trabajo constituye un importante hito en ese camino.
Querido amigo Presidente, nuevamente muy
contento de que esté usted aquí en su casa, su país, la República Argentina
que lo acoge como un hijo más. Creo que América Latina, los países de América
del Sur, tanto la
Comunidad Andina como el MERCOSUR, estamos en un momento de
inflexión histórica, donde podemos demostrar si somos capaces de sentar las
bases de la construcción de los espacios que nuestras regiones requieren.
Confío plenamente en sus conceptos, en su visión, en el entendimiento de que es
fundamental, desde la verdad relativa de cada uno de nuestros países y de sus
necesidades relativas, encontrar el espacio superador que nos permita contener
decididamente a la región y convertirla en una voz en el mundo, donde definitivamente
nos tengan en cuenta como una región con ideas comunes, con intereses comunes e
integrada solidariamente. Está en nosotros encontrar respuestas a ese desafío.
Nos toca vivir este tiempo de la historia
donde a las expresiones permanentes de deseo que hemos tenido tenemos que
acompañar realizaciones como las que estamos expresando en el día de hoy.
Realidades concretas, que nuestros pueblos vean que somos capaces de articular
acciones y decisiones que permiten generar inversiones productivas, empleo,
trabajo, solidaridad e integración. Ese es el camino que nos requieren nuestras
sociedades.
Creo que es un paso central y esencial el
que estamos dando hoy. Seguramente, como lo hemos conversado, tenemos que dar
muchos pasos rápidamente y estamos dispuestos a hacerlo. Sabemos también que
tenemos que profundizar y enamorar de esta idea al resto de los países de la
región que no están. Hay que encontrar el marco de profundizar estas acciones
para que definitivamente los habitantes, nuestros hermanos de América del Sur,
se den cuenta de que están teniendo una dirigencia a la altura de la historia.
Querido amigo presidente Chávez, esta es su
casa y Dios quiera que podamos seguir trabajando de esta forma, pensando en las
sociedades, en nuestra gente y en nuestros países, pensando en que la
solidaridad es el camino y el rumbo para superar los tantísimos problemas que
tenemos.
Muchísimas gracias por estar aquí.
NESTOR KIRCHNER
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