junio 20, 2012

Discurso de Nestor Kirchner en el lanzamiento del Plan Nacional Incluir (2004)

DISCURSO EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DEL PLAN NACIONAL “INCLUIR”
Néstor Kirchner
[13 de Julio de 2004]

Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señores intendentes; representantes de organismos internacionales; jóvenes, señoras y señores: en una Argentina como la nuestra, tan golpeada, a la cual se le originó durante mucho tiempo acciones depredadoras muy importantes, la de reconstruir es una tarea casi gigante.
Por eso nosotros hemos aceptado, casi con caridad cristiana muchas veces, soportar análisis y diagnósticos de aquellos – y esto para los jóvenes es muy importante, para los que nos miran de la casa y desde luego todos ustedes – que llevaron a una situación casi límite a la Argentina. Hoy pareciera ser que nadie lo hizo, hablan todos como si el pueblo argentino no tuviera memoria. Por eso dicen que yo me tengo que callar la boca. Acá lo que pasó, pasó y bueno, ya pasó. Yo creo que tenemos que tener una gran memoria, amigos, jóvenes, les digo desde lo más profundo de mis convicciones y sentimientos que estamos empezando a recuperar a la Argentina, pero estamos todavía en el infierno tratando de salir de él. Una Argentina que debe 170.000 millones de dólares y ustedes no son responsables, no tenemos que asumir el endeudamiento y cargarlo sobre las espaldas del conjunto de los argentinos por malas administraciones, por malos gobiernos, por decisiones, megacanjes, etcétera.
Yo escucho hablar inclusive a ministros de esos gobiernos, hoy puestos a dirigentes, que hablan y hablan de esa Argentina, pero cuando tuvieron que estar -algunos fueron jefes de Gabinete, otros fueron ministros de Economía, ministros de Defensa, fueron mil cosas- nunca encontraron una solución para nada, nunca. Y a los que nos miran por la televisión se los digo, nunca, acuérdense, tengan memoria; al contrario, llegamos a una catástrofe. Y yo no lo digo con el ánimo de pelea ni mucho menos, sino con el ánimo de tener memoria, porque si en esta Argentina no hay actos de contrición va a volver a pasar lo que nos sucedió en determinado momento. Nosotros tenemos que tener mucha fuerza y mucha vocación para construir ese país distinto.
Ahora fuimos logrando el Plan Manos a la Obra, fuimos logrando los microemprendimientos, las cooperativas de viviendas y servicios están abiertas para todos. Cuando yo escucho por ahí que dicen, no cualquier dirigente, cualquier gente, cualquier hermano y hermana que la necesita, se organiza en una cooperativa, la ayudamos desde el Ministerio de Trabajo y desde el Ministerio de Desarrollo Social vamos y conseguimos con el intendente la tierra y hacemos las viviendas, pero con trabajo argentino, trabajando. Sin ningún inconveniente ni ningún tipo de problema.
Y también ahora tenemos que avanzar fuertemente sobre nuestros jóvenes. Hay reconversión productiva del campo, crece la economía, venimos de lo más profundo, hay mucha inversión pública, mañana vamos a anunciar un plan que es está llevando adelante muy fuerte en todo el país. Lo que pasa es que a veces las inversiones se desparraman por la provincia de Buenos Aires, por las 24 provincias y también en Capital Federal.
Entonces yo, a algunos amigos, cuando hablan del plan de obras públicas yo les invitaría a que me acompañen a recorrer el país para que vean las 114 mil viviendas en marcha que hay ya, y la cantidad de rutas, obras de servicios públicos que se están haciendo, que estamos cumpliendo y pagando. Y vamos a anunciar mañana un fuerte plan de obras públicas pero vamos a anunciar después inversiones en obras públicas muy importantes, antes de fin de mes, que van a generar inversión y trabajo.
Tenemos que ir a fortalecer los órganos de investigación de la Argentina, premiar a nuestros investigadores, a nuestros técnicos, que son los que nos van a dar la capacidad de generar valor agregado a todos nuestros productos, que nos van a permitir canalizar el rumbo de la Argentina. Y también volver a estimular a nuestros jóvenes.
Partimos con este plan de inclusión juvenil, que es un inicio donde en tres años más de 400 mil jóvenes, yo le diría que vamos a llegar a 500 mil, y con 45 mil becas para aquellos que están más vulnerables. Creo que es un inicio muy importante, obviamente que uno no llega a todos los que tendría que llegar, pero entre todos empezamos a construir las posibilidades para que nuestros jóvenes puedan empezar a ver un horizonte. Difícil porque se nos llevó a la resignación, se nos castró la esperanza, se nos hizo bajar los brazos, se nos quitó la capacidad transgresora, se nos quitó la capacidad de pensar, se nos dijo que el destino necesariamente tenía que ser así, sino no había destino para la Argentina.
Por eso hoy estamos profundamente contentos de poder compartir con todos ustedes el lanzamiento del Programa Nacional de Inclusión Juvenil. A apoyarlo con todo, a profundizarlo, a avanzar, a recrear con ustedes, conjuntamente en el trabajo que vayamos llevando adelante con los jóvenes, nuevas ideas que ustedes mismos nos puedan aportar para adecuarlo, para mejorarlo, para que tenga mayor capacidad de respuesta, para que realmente podamos encontrar las soluciones que los argentinos estamos buscando.
Por eso creo que la salida de Argentina es honestidad, trabajo, esfuerzo, consolidar el proceso de crecimiento que estamos llevando adelante, firmeza. Evidentemente nos va a llevar tiempo salir, las magias ya vimos donde nos llevaron, ningún país sale en un año ni en dos ni en tres, tenemos que tener un horizonte estratégico. Pero si todos los días y todos los años vamos viendo que vamos subiendo dos o tres peldaños y empezamos a ver que tenemos un destino diferente, la Argentina se va a consolidar como el país que merece ser.
Yo no voy a salir a decir que acá mágicamente nos vamos a recuperar ni voy a salir a ostentar que la Argentina creció el año pasado el 8.7 por ciento, que este año está creciendo y que sigue haciéndolo. El país debe tener por lo menos crecimientos que oscilen entre el 3, 4, 5 por ciento durante muchos años para realmente llegar a tener la Argentina que nosotros nos merecemos. Pero por voluntarismo, por impulsos, por acciones mesiánicas esto no se encuentra; esto se hace con trabajo, con esfuerzo, con sacrificio y con decisión.
Así que, queridos amigos, queridos jóvenes, empezamos este camino; estamos absolutamente abiertos a todo el pensamiento de ustedes, a mejorar en todo lo que se pueda este Plan que se pone en marcha, pero se pone en marcha. No es un plan cerrado que tenga la verdad absoluta; seguramente en el andar ustedes van a encontrar mecanismos que lo lleven a ser cada día más ágil y más eficiente, pero decididamente es un paso trascendente que compartimos con ustedes y que creemos que va a marcar un antes y un después.
La verdad, que podamos estar hablando acá en la Casa de Gobierno, funcionarios, jóvenes, nosotros, todos con un plan de inclusión de jóvenes, en esta Argentina hace mucho tiempo que este tipo de cosas no pasaba. Significa que cualitativamente las cosas las vamos cambiando entre todos, no hay alguien que cambie individualmente un país. Un país culturalmente lo vamos cambiando entre todos, vamos adquiriendo nuestra fe entre todos, vamos asumiendo la realidad. El facilismo ya sabemos donde nos llevó y la resignación también, pero el trabajo cotidiano todos sabemos que con fuerza y decisión nos va a llevar a buen puerto.
Yo no tengo ninguna duda sobre este tema, si tenemos en claro los objetivos, si tenemos buena memoria. Hay que tener buena memoria. Y esto no es lo que dicen que quiero discutir, yo defiendo las ideas. Tengamos buena memoria, porque si no, siempre vemos aparecer a los personeros del fracaso nuevamente en escena y son los que nos fueron quebrando la fe, la voluntad, nos bajaron los brazos y nos instigaron a que de la Argentina había que irse. ¿Se acuerdan ustedes? Esto se decía hasta hace muy poco.
Por eso ustedes tienen que ser el puente continuador de las políticas que nosotros podamos implementar. Yo no quiero que la Argentina vuelva para atrás. Dios quiera que de nuestro Gobierno para adelante, venga toda una nueva generación que definitivamente plasme y consolide el cambio en la Argentina. Sería muy triste que los personeros del ayer sean los continuadores de todo el esfuerzo que estamos haciendo porque no habríamos aprendido la lección de la historia.
Lo importante es que con el albor, con la fuerza de todo este esfuerzo que estamos haciendo, sean generaciones de jóvenes argentinos decididos a plasmar el cambio para la construcción de un país mucho más inclusivo y mucho más justo.
Les quiero agradecer profundamente vuestra presencia acá. A tener muchas ganas, a tener mucha fuerza. Les puedo asegurar que cada mañana me levanto con más fuerza y con más decisión, lo hago con mucho amor, con muchas ganas y contento. Contento con las ganas de trabajar, contento con defender la convicción, contento con no renunciar a las ideas, contento con saber que en la Argentina la impunidad se va terminando.
Obviamente que hay mucho caminos para resolver, pero evidentemente creo que no solamente deben mejorar los gobiernos sino que también deben mejorar muchas otras instituciones, deben aprender a ser mucho más serias, a tener mucha mayor capacidad investigativa, a realmente pensar y elaborar para que generemos un país donde la verdad relativa de cada uno nos permita generar una síntesis superadora.
Nuevamente les agradezco profundamente vuestra presencia acá, con las puertas abiertas, esta su Casa, es la Casa de todos los argentinos y a trabajar con mucha fuerza. Dios quiera que me inviten, en la medida que se van poniendo en marcha todos planes, para compartirlos con ustedes y poder demostrar, que realmente se den cuenta todos los argentinos, que cuando la polea de la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable.
Muchas gracias.
NESTOR KIRCHNER

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