DISCURSO EN EL ACTO
DE LANZAMIENTO DEL PLAN NACIONAL “INCLUIR”
Néstor
Kirchner
[13 de Julio de
2004]
Señores ministros del Poder Ejecutivo
Nacional; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señores
intendentes; representantes de organismos internacionales; jóvenes, señoras y
señores: en una Argentina como la nuestra, tan golpeada, a la cual se le
originó durante mucho tiempo acciones depredadoras muy importantes, la de
reconstruir es una tarea casi gigante.
Por eso nosotros hemos aceptado, casi con caridad cristiana muchas veces, soportar análisis y diagnósticos de aquellos – y esto para los jóvenes es muy importante, para los que nos miran de la casa y desde luego todos ustedes – que llevaron a una situación casi límite ala Argentina. Hoy
pareciera ser que nadie lo hizo, hablan todos como si el pueblo argentino no
tuviera memoria. Por eso dicen que yo me tengo que callar la boca. Acá lo que
pasó, pasó y bueno, ya pasó. Yo creo que tenemos que tener una gran memoria,
amigos, jóvenes, les digo desde lo más profundo de mis convicciones y
sentimientos que estamos empezando a recuperar a la Argentina , pero estamos
todavía en el infierno tratando de salir de él. Una Argentina que debe 170.000
millones de dólares y ustedes no son responsables, no tenemos que asumir el
endeudamiento y cargarlo sobre las espaldas del conjunto de los argentinos por
malas administraciones, por malos gobiernos, por decisiones, megacanjes,
etcétera.
Por eso nosotros hemos aceptado, casi con caridad cristiana muchas veces, soportar análisis y diagnósticos de aquellos – y esto para los jóvenes es muy importante, para los que nos miran de la casa y desde luego todos ustedes – que llevaron a una situación casi límite a
Yo escucho hablar inclusive a ministros de
esos gobiernos, hoy puestos a dirigentes, que hablan y hablan de esa Argentina,
pero cuando tuvieron que estar -algunos fueron jefes de Gabinete, otros fueron
ministros de Economía, ministros de Defensa, fueron mil cosas- nunca
encontraron una solución para nada, nunca. Y a los que nos miran por la
televisión se los digo, nunca, acuérdense, tengan memoria; al contrario,
llegamos a una catástrofe. Y yo no lo digo con el ánimo de pelea ni mucho
menos, sino con el ánimo de tener memoria, porque si en esta Argentina no hay
actos de contrición va a volver a pasar lo que nos sucedió en determinado
momento. Nosotros tenemos que tener mucha fuerza y mucha vocación para
construir ese país distinto.
Ahora fuimos logrando el Plan Manos a la Obra , fuimos logrando los
microemprendimientos, las cooperativas de viviendas y servicios están abiertas
para todos. Cuando yo escucho por ahí que dicen, no cualquier dirigente,
cualquier gente, cualquier hermano y hermana que la necesita, se organiza en
una cooperativa, la ayudamos desde el Ministerio de Trabajo y desde el
Ministerio de Desarrollo Social vamos y conseguimos con el intendente la tierra
y hacemos las viviendas, pero con trabajo argentino, trabajando. Sin ningún
inconveniente ni ningún tipo de problema.
Y también ahora tenemos que avanzar
fuertemente sobre nuestros jóvenes. Hay reconversión productiva del campo, crece
la economía, venimos de lo más profundo, hay mucha inversión pública, mañana
vamos a anunciar un plan que es está llevando adelante muy fuerte en todo el
país. Lo que pasa es que a veces las inversiones se desparraman por la
provincia de Buenos Aires, por las 24 provincias y también en Capital Federal.
Entonces yo, a algunos amigos, cuando hablan
del plan de obras públicas yo les invitaría a que me acompañen a recorrer el
país para que vean las 114 mil viviendas en marcha que hay ya, y la cantidad de
rutas, obras de servicios públicos que se están haciendo, que estamos
cumpliendo y pagando. Y vamos a anunciar mañana un fuerte plan de obras
públicas pero vamos a anunciar después inversiones en obras públicas muy
importantes, antes de fin de mes, que van a generar inversión y trabajo.
Tenemos que ir a fortalecer los órganos de
investigación de la
Argentina , premiar a nuestros investigadores, a nuestros
técnicos, que son los que nos van a dar la capacidad de generar valor agregado
a todos nuestros productos, que nos van a permitir canalizar el rumbo de la Argentina. Y también
volver a estimular a nuestros jóvenes.
Partimos con este plan de inclusión juvenil,
que es un inicio donde en tres años más de 400 mil jóvenes, yo le diría que
vamos a llegar a 500 mil, y con 45 mil becas para aquellos que están más
vulnerables. Creo que es un inicio muy importante, obviamente que uno no llega
a todos los que tendría que llegar, pero entre todos empezamos a construir las
posibilidades para que nuestros jóvenes puedan empezar a ver un horizonte.
Difícil porque se nos llevó a la resignación, se nos castró la esperanza, se
nos hizo bajar los brazos, se nos quitó la capacidad transgresora, se nos quitó
la capacidad de pensar, se nos dijo que el destino necesariamente tenía que ser
así, sino no había destino para la Argentina.
Por eso hoy estamos profundamente contentos
de poder compartir con todos ustedes el lanzamiento del Programa Nacional de
Inclusión Juvenil. A apoyarlo con todo, a profundizarlo, a avanzar, a recrear con
ustedes, conjuntamente en el trabajo que vayamos llevando adelante con los
jóvenes, nuevas ideas que ustedes mismos nos puedan aportar para adecuarlo,
para mejorarlo, para que tenga mayor capacidad de respuesta, para que realmente
podamos encontrar las soluciones que los argentinos estamos buscando.
Por eso creo que la salida de Argentina es
honestidad, trabajo, esfuerzo, consolidar el proceso de crecimiento que estamos
llevando adelante, firmeza. Evidentemente nos va a llevar tiempo salir, las
magias ya vimos donde nos llevaron, ningún país sale en un año ni en dos ni en
tres, tenemos que tener un horizonte estratégico. Pero si todos los días y
todos los años vamos viendo que vamos subiendo dos o tres peldaños y empezamos
a ver que tenemos un destino diferente, la Argentina se va a consolidar como el país que
merece ser.
Yo no voy a salir a decir que acá
mágicamente nos vamos a recuperar ni voy a salir a ostentar que la Argentina creció el año
pasado el 8.7 por ciento, que este año está creciendo y que sigue haciéndolo.
El país debe tener por lo menos crecimientos que oscilen entre el 3, 4, 5 por
ciento durante muchos años para realmente llegar a tener la Argentina que nosotros
nos merecemos. Pero por voluntarismo, por impulsos, por acciones mesiánicas esto
no se encuentra; esto se hace con trabajo, con esfuerzo, con sacrificio y con
decisión.
Así que, queridos amigos, queridos jóvenes,
empezamos este camino; estamos absolutamente abiertos a todo el pensamiento de
ustedes, a mejorar en todo lo que se pueda este Plan que se pone en marcha,
pero se pone en marcha. No es un plan cerrado que tenga la verdad absoluta;
seguramente en el andar ustedes van a encontrar mecanismos que lo lleven a ser
cada día más ágil y más eficiente, pero decididamente es un paso trascendente
que compartimos con ustedes y que creemos que va a marcar un antes y un
después.
La verdad, que podamos estar hablando acá en
la Casa de
Gobierno, funcionarios, jóvenes, nosotros, todos con un plan de inclusión de
jóvenes, en esta Argentina hace mucho tiempo que este tipo de cosas no pasaba.
Significa que cualitativamente las cosas las vamos cambiando entre todos, no
hay alguien que cambie individualmente un país. Un país culturalmente lo vamos
cambiando entre todos, vamos adquiriendo nuestra fe entre todos, vamos
asumiendo la realidad. El facilismo ya sabemos donde nos llevó y la resignación
también, pero el trabajo cotidiano todos sabemos que con fuerza y decisión nos
va a llevar a buen puerto.
Yo no tengo ninguna duda sobre este tema, si
tenemos en claro los objetivos, si tenemos buena memoria. Hay que tener buena
memoria. Y esto no es lo que dicen que quiero discutir, yo defiendo las ideas.
Tengamos buena memoria, porque si no, siempre vemos aparecer a los personeros
del fracaso nuevamente en escena y son los que nos fueron quebrando la fe, la
voluntad, nos bajaron los brazos y nos instigaron a que de la Argentina había que
irse. ¿Se acuerdan ustedes? Esto se decía hasta hace muy poco.
Por eso ustedes tienen que ser el puente
continuador de las políticas que nosotros podamos implementar. Yo no quiero que
la Argentina
vuelva para atrás. Dios quiera que de nuestro Gobierno para adelante, venga
toda una nueva generación que definitivamente plasme y consolide el cambio en la Argentina. Sería
muy triste que los personeros del ayer sean los continuadores de todo el
esfuerzo que estamos haciendo porque no habríamos aprendido la lección de la
historia.
Lo importante es que con el albor, con la
fuerza de todo este esfuerzo que estamos haciendo, sean generaciones de jóvenes
argentinos decididos a plasmar el cambio para la construcción de un país mucho
más inclusivo y mucho más justo.
Les quiero agradecer profundamente vuestra
presencia acá. A tener muchas ganas, a tener mucha fuerza. Les puedo asegurar
que cada mañana me levanto con más fuerza y con más decisión, lo hago con mucho
amor, con muchas ganas y contento. Contento con las ganas de trabajar, contento
con defender la convicción, contento con no renunciar a las ideas, contento con
saber que en la Argentina
la impunidad se va terminando.
Obviamente que hay mucho caminos para
resolver, pero evidentemente creo que no solamente deben mejorar los gobiernos
sino que también deben mejorar muchas otras instituciones, deben aprender a ser
mucho más serias, a tener mucha mayor capacidad investigativa, a realmente
pensar y elaborar para que generemos un país donde la verdad relativa de cada
uno nos permita generar una síntesis superadora.
Nuevamente les agradezco profundamente
vuestra presencia acá, con las puertas abiertas, esta su Casa, es la Casa de todos los argentinos
y a trabajar con mucha fuerza. Dios quiera que me inviten, en la medida que se
van poniendo en marcha todos planes, para compartirlos con ustedes y poder
demostrar, que realmente se den cuenta todos los argentinos, que cuando la
polea de la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable.
Muchas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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