DISCURSO EN EL ACTO
DE CONMEMORACIÓN DEL 452° ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE SANTIAGO DEL
ESTERO
Néstor Kirchner
[25 de Julio de
2005]
Señor gobernador de Santiago del Estero,
querido amigo; señor Intendente Municipal de la ciudad de Santiago del Estero
que nuevamente nos recibe con tanto afecto; señor vicegobernador de la
provincia de Salta; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y
Provincial; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señores
legisladores; señores intendentes de localidades vecinas; señoras, señores:
nuevamente estamos aquí en Santiago del Estero, hoy celebrando los 452 años de
la ciudad de ciudades, la amada por todos los argentinos, la histórica, la
cultural, la heroica Santiago del Estero. Es para mí un profundo honor, como
Presidente de todos los argentinos, poder estar presidiendo junto al Gobernador
y al Intendente los actos en el día de hoy.
Quiero agradecer profundamente a los miles de santiagueños que se volcaron a las calles nuevamente a saludarnos, a tocarnos, a darnos fuerza desde sus casas, en las calles, en la presencia masiva de este acto; un eterno agradecimiento que lleva a convertir esta relación de quien les habla con este querido pueblo de Santiago del Estero en los comienzos de un amor eterno, porque realmente he sentido afecto, cariño, de esta parte del Norte sufrida dela
Patria que agradezco profundamente.
Quiero agradecer profundamente a los miles de santiagueños que se volcaron a las calles nuevamente a saludarnos, a tocarnos, a darnos fuerza desde sus casas, en las calles, en la presencia masiva de este acto; un eterno agradecimiento que lleva a convertir esta relación de quien les habla con este querido pueblo de Santiago del Estero en los comienzos de un amor eterno, porque realmente he sentido afecto, cariño, de esta parte del Norte sufrida de
Ustedes saben que el Norte Argentino fue
lamentablemente cuna del olvido durante décadas de las distintas acciones de
los distintos gobiernos nacionales. Se engendró pobreza y olvido, allí donde
nació la Patria. Por
distintas circunstancias el propio Santiago del Estero fue sufriendo un proceso
de marginación a veces por la falta de políticas nacionales y otras veces en el
error de encerrarse en sí mismo. Porque un país debe integrarse, debe abrirse
de par en par y la solidaridad debe ser absolutamente mutua entre los gobiernos
federales y los gobiernos provinciales.
Yo vengo a Santiago del Estero a acompañar
el cambio, a acompañar la transformación, a acompañar los nuevos tiempos, a
acompañar el reencuentro de todos los santiagueños, a acompañar a las fuerzas
nacionales y populares, a acompañar el respeto y la vigencia de los derechos
humanos, a estar junto a aquellos que durante tiempo sufrieron el olvido; a
abrazarme a las madres que tanto sufrieron, por esa generación de amigos y
compañeros que no están, y también abrazarme a las madres del dolor que tanto
han sufrido por distintas circunstancias, con los brazos abiertos
acompañándolos desde el Gobierno Nacional.
Vengo también absolutamente apasionado y
entusiasmado por este proyecto de gobierno que quiere llevar adelante Santiago
del Estero; ese coraje de decir: “Presidente, acompáñenos en la reparación
histórica”, a esas ideas del señor Gobernador y de todos los intendentes de
Santiago del Estero, sean de las fuerzas políticas que sean, que desean que
este Santiago crezca y se consolide.
Señor Gobernador: adelante con este proyecto
de reparación histórica, con este proyecto de devolverle las glorias que
Santiago merece, ponerlo en marcha y cumplirlo. El 25 de Mayo les dije que el
25 de julio iba a estar acá, es la palabra de un sureño argentino que viene a
cumplir con sus hermanos del Norte con los brazos absolutamente abiertos y aquí
estoy.
Sueño con que mis próximos viajes a Santiago
del Estero sean para ir inaugurando obras y poniéndolas en marcha, resolviendo
las obras históricas y que junto al Gobernador visitemos otros municipios de
Santiago del Estero para decirles que el Gobierno Nacional y el Gobierno
Provincial van juntos hasta el último confín de esta amada provincia.
También, queridos santiagueños, hay que
tener todo el coraje que la hora de la Patria indica. Cuando se quiere cambiar, cuando
se quiere construir una nueva relación entre la gente, la sociedad y el Estado,
cuando se quiere definitivamente terminar con las viejas corporaciones, cuando
se quiere abrir plural y democráticamente el país, cuando se lucha por lo
nuevo, cuando no nos apegamos a los intereses del pasado, seguro que aparecen
trabas, aparecen trabas todos los días porque cuando se quiere cambiar hay
muchos intereses que han vivido muy bien del pasado, y a mí honestamente no me
interesa consolidar los intereses del pasado que agobiaron al pueblo argentino.
Desde el primer día que me senté allá en la Casa Rosada -y lo digo
desde esta madre de ciudades a todo el país- dije que no iba a dejar las
convicciones en la puerta de la misma; algunos por ahí no creyeron, hoy se
estarán dando cuenta de que tienen que empezar a creer porque no va a haber
ningún tipo de acuerdismo que me haga renunciar a los principios de construir
una nueva Argentina que nos dé la inclusión social, la justicia, la dignidad,
una nueva dirigencia, un nuevo tiempo que largamente los argentinos nos merecemos.
Absolutamente decidido a eso estoy caminando
los confines de una punta a la otra de esta Argentina. Voy con los brazos
abiertos, con el corazón reparador a abrazarme a todos, piensen como piensen,
si piensan y quieren esta tierra, sin renunciar a las ideas pero sumando la
calidad de las otras ideas para lograr la gran idea que contenga a todo el
pueblo argentino en el gran proceso de transformación que este país se merece.
Pero la gran idea es parte de la idea relativa de unos y la idea relativa de otros;
no es el acuerdo de la vieja dirigencia que lo único que le importa es
sobrevivir ellos a espaldas del pueblo argentino; la gran idea es que renazca
el pueblo argentino, que otra vez el pueblo argentino pueda tener el rol
protagónico que se merece.
Por eso me emocionaron las palabras del
señor gobernador Zamora de Santiago del Estero, mi querido amigo que nos hemos
aprendido a conocer cuando dijo:” lo vamos a apoyar Presidente en la tarea de
cambio de la Argentina ,
allí donde nos toque actuar”. Les agradezco profundamente a los santiagueños en
general, al señor gobernador en particular y a las fuerzas políticas nacionales
y populares de Santiago del Estero ese gesto, porque ese cariño y esa decisión
a uno lo fortalecen espiritualmente, le dan esa fuerza necesaria para seguir
avanzando fuertemente en el cambio.
Yo le digo lo mismo, señor gobernador
Zamora: avance, adelante que el Gobierno Nacional lo va a acompañar fuertemente
para que Santiago del Estero tenga el destino que merece.
Santiagueños: por allí muchos dicen -a pesar
de que hoy estoy en el día del aniversario de Santiago del Estero, pero nunca
fue la hipocresía y la falsedad mi forma de actuar-; algunos dicen que camino
el país, y lo hago desde el 26 de mayo, haciendo campaña; tratan de desprestigiar
el trabajo que llevo adelante, pero a mí no me molesta, yo hago campaña,
campaña por la vida, campaña contra el hambre, campaña por el trabajo, campaña
por un país federal, campaña por los derechos humanos, campaña por la justicia,
campaña por la dignidad. Voy a caminar hasta el último día de mi mandato hasta
el último pueblo de mi Patria, porque ese es el mandato, juntarme con mi gente
y permanentemente trabajar junto a ellos.
También, no les voy a pedir como les dijeron
en el pasado que los acompañen y después lo llevaron a cualquier lado, pero sí
vengo humildemente a pedirles que me ayuden, porque sé que con la fuerza del
pueblo, con la decisión de un pueblo que no se resigna, esta Argentina va a
seguir cambiando y creciendo con la fuerza que lo está haciendo ahora. Porque
cuando el pueblo se pone en marcha, el motor de la historia avanza rápidamente
hacia los lugares que merece, y ese motor de la historia lo estamos poniendo en
marcha entre todos los argentinos para encontrar y construir ese país distinto.
Por eso, cuando analizamos el crecimiento
del país, más allá del 20 por ciento en estos dos años y pocos meses que
llevamos adelante, cuando analizamos el crecimiento del consumo, de la
recaudación, de las reservas, cuando analizamos la baja de la indigencia, la
pobreza y el desempleo, cuando analizamos que llegan inversiones a cada uno y
en cada lugar de la
Argentina , cuando analizamos que entramos a vivir en otro
país distinto, nos vamos a entusiasmando fuertemente. Yo, queridos amigos, les
digo que esto se defiende con presencia, trabajo y decisión; que hay urgencias
en la Argentina ,
hay y habrá asignaturas pendientes durante mucho tiempo, pero que no nos lo
vengan a decir los que traen las asignaturas pendientes o los que nos quieren
volver a la vieja metodología de la década del ´90 que nos llevó a que la Argentina se quiebre
económica, espiritual y socialmente y se llene de excluidos.
Nosotros queremos construir un nuevo país,
un país donde se puedan abrir las puertas para todos los argentinos. Es una
tarea difícil porque los intereses no descansan, pero sé que los santiagueños
tomados de las manos de los hermanos salteños, de los hermanos tucumanos, de
los hermanos jujeños, de los hermanos de Tierra del Fuego, de los hermanos de
Entre Ríos, de los hermanos de la provincia de Buenos Aires, de los hermanos de
la Capital Federal ,
marchando por las calles de la
Patria y con la bandera argentina por delante, van a
consolidar un proceso de transformación y de cambio que este país se merece.
Nunca más volver a las viejas prácticas sino construir esa Argentina que
nosotros nos merecemos.
Santiagueños y santiagueñas, para ir
terminando: les quiero dejar mi profundo agradecimiento, les quiero agradecer
este cariño, este afecto, esta confianza. No saben ustedes cómo a uno lo
potencia y lo energiza saber que hay miles de corazones aquí en Santiago del
Estero diciendo: ”aguante Presidente, no baje los brazos, dele para adelante
que este pueblo criollo lo acompaña con su sentido federal, con su historia de
dignidad, con su historia de sufrimientos y de triunfos que tiene adelante”.
Santiago del Estero muchas gracias; me voy
con otro día inolvidable, me voy con el compromiso eterno, me voy también con
la disposición de que cada vez que el señor Gobernador me diga: “vamos a tal
pueblo de Santiago del Estero”, allí voy a estar. Dentro de poco también voy a
estar en la provincia de Salta, quiero seguir recorriendo este Norte Argentino
injustamente agredido; entre ustedes y nosotros lo vamos a poner de pie.
¡Viva la Patria , viva la Argentina , viva la
bandera de Santiago del Estero y viva la bandera de la Patria !
Santiagueños: un sureño los abraza con toda
la fuerza del Sur y de la
Patria toda.
Gracias Santiago, gracias señor Gobernador
NESTOR KIRCHNER
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