DISCURSO EN LA CUMBRE DEL MERCOSUR EN
MONTEVIDEO
Néstor Kirchner
[9 de Diciembre de
2005]
Señoras, señores: en primer lugar queremos
agradecer la hospitalidad del pueblo y el gobierno de esta querida República
Oriental del Uruguay que con tanta generosidad nos recibe siempre. Queremos
expresar también la alegría de compartir otro encuentro con los señores jefes
de Estado y delegaciones en momentos que adquieren especial relevancia en
función de los acontecimientos que por un lado ayudan a revalorizar el MERCOSUR
y por otro nos desafían a la profundización del proceso integrador.
En esta breve intervención nos gustaría rememorar dos fechas, dar una bienvenida, recordar un encuentro y expresar en voz alta algunas reflexiones sobre nuestro futuro.
En esta breve intervención nos gustaría rememorar dos fechas, dar una bienvenida, recordar un encuentro y expresar en voz alta algunas reflexiones sobre nuestro futuro.
Hace pocos días, el 30 de noviembre, con el
presidente y amigo Lula hemos conmemorado los primeros 20 años de la firma de
la declaración que sirviera de base para la creación del MERCOSUR. Fue
rememorar lo que una vez fue un ideal, un sueño, un proyecto, y hoy constituye
una innegable realidad, el MERCOSUR es la ejecución paulatina de una utopía.
Una utopía que concibe la integración con
beneficios simétricos, mecanismos flexibles, graduales y progresivos. Para
servir a todos esa utopía, que es lo ideal, debe ser un objetivo que pueda
concretarse en acciones, en prácticas de creación de empleo que generen equidad
y bienestar para nuestros pueblos.
Nuestra integración no debe significar una
especialización donde algún país crezca en materia industrial y otros en el
papel de proveedores de bienes agrícola ganaderos, una integración que se agote
en lo comercial o sólo en lo intersectorial no ayudará a lograr economías
modernas y competitivas que puedan integrarse al mundo actual. Debemos
proponernos y alcanzar una integración y especialización hacia el interior de
los sectores en los que exista mejor posibilidad de complementarse para que
cada uno de nuestros países desarrolle plenamente las diferentes ramas de la
industria y del sector agropecuario, especializándose en algunos productos
dentro de cada una de ellas.
Integrar nuestras economías y enriquecer
nuestro comercio es imprescindible, de ello no caben dudas, pero la dirección y
el sentido que se le dé dependen de los objetivos políticos que como región
definamos.
Vamos a la otra fecha. En un día como hoy,
el 9 de diciembre de 1985, hace exactamente 20 años, la República Argentina
conocía la sentencia que condenaba por violación de los derechos humanos a las
juntas militares que condujeron la aplicación práctica de la doctrina de
seguridad interior. Los hechos que se condenaron a través del juicio hicieron
que las sociedades latinoamericanas recapacitaran sobre las terribles
consecuencias del abandono del estado de derecho, la democracia y el respeto a
los derechos fundamentales del hombre.
Es importante recordarlo porque antes de
avanzar en el proceso de democratización del continente los países integrantes
del MERCOSUR vivíamos bajo sangrientas dictaduras que atentaban contra los
derechos de sus propios compatriotas. Estos regímenes autoritarios se
integraban entre comillas para oprimir a sus pueblos y llevaban a nuestros
países al borde del enfrentamiento armado.
La consolidación de instituciones
democráticas en la región posibilitó dejar atrás desconfianzas, avanzar en el
acercamiento de nuestros pueblos, nuestras economías, nuestras instituciones y
nuestras culturas. Esta decisión política de integrarnos es consecuencia de la
democratización experimentada en la región, que posibilita cambios en los
conceptos y en las prácticas dentro de cada uno de los estados del MERCOSUR y
entre los países que lo integramos. La existencia de valores políticos comunes
y desafíos económicos similares contribuye a poner fin a las disputas y
rivalidades que en el pasado entorpecían las iniciativas de cooperación
regional.
En ese marco damos nuestra bienvenida a
Venezuela. La posibilidad de sumar nuevos miembros como la República Bolivariana
de Venezuela, además de una muestra de vitalidad en nuestro camino de
integración, puede ser un hito que marque una ampliación en el espacio del MERCOSUR
a escala continental. Esta nueva adhesión debe consolidarse como un paso para
la concreción de una Comunidad Sudamericana de Naciones en la inteligencia de
que la unidad y la integración nos hará grandes. Queremos además felicitar muy
especialmente al presidente don Hugo Chávez por el legítimo triunfo electoral
que ha obtenido.
En cuanto a recordar un encuentro en
noviembre pasado, hemos compartido fecundas jornadas de trabajo. Hace poco
hemos sido protagonistas de la exitosa reunión de la Cumbre de las Américas en
Mar del Plata, en la que se decidió una nueva agenda hemisférica. Es preciso
expresar nuestra satisfacción porque en un marco de pluralidad, diversidad, y
lo que es más importante sin imposiciones, hemos instalado una agenda que por
primera vez vincula el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática y la
estabilidad en la región con la cuestión crucial del empleo, del empleo
decente, del empleo de calidad, como modo de acceso de nuestros pueblos a una
plena ciudadanía social.
Es de destacar la tarea llevada adelante por
nuestro presidente del MERCOSUR, el señor presidente del Uruguay doctor Tabaré
Vázquez, que dirigió y expresó con absoluta certidumbre, claridad y
cristalinidad el pensamiento de los países del MERCOSUR. Le agradecemos aquí la
gestión llevada porque fue un antecedente de un antes y un después, el MERCOSUR
actuó como debía actuar y tuvo un presidente a la altura de la historia y de
las circunstancias.
Es preciso también que expresemos nuestro
agradecimiento porque en esa Cumbre entre todos llevamos a la práctica la idea
de la idea de la actuación en bloque para defender nuestros intereses comunes,
fortaleciéndonos en la discusión de nuestro modo particular y conjunto de
insertarnos en el mundo.
Es cierto que visiones sesgadas que abrevan
en las usinas del pensamiento único intentan debilitar nuestra integración y
quieren plantear las cosas falsamente, buscando imponer una interpretación de
los hechos de modo contrario a la verdad. Es falso que lograr consenso sobre el
99 por ciento de los puntos y discutir sobre el 1 por ciento restante resulte
comprometedor para el resultado de la Cumbre. Hay consensos amañados o impuestos que en
vez de aclarar ocultan las divergencias y hacen creer falsamente que no
existen, el MERCOSUR más allá de las ideologías tiene intereses que defender
para su integración beneficiosa al mundo. Pensar distinto y defender intereses,
no siempre convergentes, no puede ser sinónimo de fracaso o éxito, es señal de
la existencia de la pluralidad, de respeto por los puntos de vista soberanos de
cada país y dignidad merecida de reconocimiento a la responsabilidad de
representar a nuestros pueblos.
Quienes no han entendido esto seguramente
tampoco entenderán que los Estados parte del MERCOSUR volvamos a aunar nuestros
esfuerzos en el marco de las negociaciones de la Organización Mundial
de Comercio. Debemos allí luchar para lograr la eliminación de los subsidios a
la exportación y la drástica disminución de las medidas de ayuda interna que
los países desarrollados otorgan a productores ineficientes y provocan la caída
del precio de nuestros principales productos de exportación.
No entenderán que allí nos defendamos frente
a las presiones tendientes a imponer que disminuyamos nuestros niveles de
protección industrial y aumentemos la apertura de nuestro sector de servicios,
lo que atentaría contra nuestra industrialización y el nivel de empleo. La
confianza mutua y la profundización del MERCOSUR son los activos más importantes
con los que contamos en este proceso.
El MERCOSUR debe crecer hacia adentro en
calidad institucional y en la suma de la sociedad civil en su conjunto,
empresarios, trabajadores, académicos y estudiosos, organizaciones no
gubernamentales y sectores culturales, que deben seguir construyendo amplios y
dinámicos espacios de participación.
El MERCOSUR debe crecer hacia fuera, sumando
nuevos miembros que amplíen su espacio, que hoy abarca 250 millones de
personas.
Realmente nosotros estamos esperanzados y
apoyamos firmemente la profundización de las discusiones y la concreción de
acuerdos dentro del MERCOSUR. Es un gran desafío, como muy bien dijo recién
tanto el presidente Tabaré Vázquez como nuestro querido amigo presidente
Ricardo Lagos, que hoy participa en su última reunión de MERCOSUR y que
nosotros, en el caso de todos los países del MERCOSUR y en el caso particular
de Argentina, queremos agradecer su tarea, que en acuerdos o en diferencias en
el marco de la pluralidad siempre tendió a consolidar la solidaridad, la
convivencia y el encuentro de todos los países del MERCOSUR, de todos los
países de Latinoamérica, de todos los países de América del Sur. Sabemos que
nuestro querido amigo Ricardo va a seguir colaborando permanentemente, sabemos
de sus calidades, de su dignidad moral, le deseamos la mayor de las suertes y
sabemos que tenemos un amigo con el que siempre nos encontraremos con los
brazos abiertos para luchar por las libertades, para luchar por los encuentros
y para luchar por la conciliación de intereses de la región.
También es muy importante la asunción que va
a hacer a cargo de la
Secretaría de Coordinación del MERCOSUR el licenciado Carlos
Alvarez. Nosotros desde la
Argentina agradecemos la confianza que hemos puesto en quien
creemos que tiene las mejores calidades intelectuales, políticas y morales para
representarnos y para representar a todos en la construcción política,
institucional y económica que el MERCOSUR debe llevar adelante. Lo hacemos con
mucha esperanza y sé que estamos brindando lo que mejor tenemos para poder
avanzar en esta tarea y en este sueño que todos nosotros día a día queremos
llevar adelante.
Sabemos que a veces existen frustraciones,
sabemos que a veces existe cierta impotencia por que no podemos avanzar en la
velocidad que tenemos que hacerlo, pero también les puedo decir que creo,
porque esto lo he conversado firmemente con el presidente Lula, que cada país
debe asumir la responsabilidad que tiene en la integración del MERCOSUR, en la
superación de las asimetrías, en la solidaridad, en el aprender de otros
procesos exitosos como el de la Comunidad Económica Europea, que tiene
procedimientos que pueden ser adecuados, imitados e insertados en lo que
tenemos que llevar adelante nosotros en la región para consolidar el MERCOSUR,
porque es muy importante que los países miembros del MERCOSUR sientan que las
asimetrías desaparecen, sientan que aparecen los fondos de infraestructura,
sientan que la integración política va acompañada de la integración económica y
que el que está un poquito mejor ayuda al que está un poquito con más
problemas, porque eso también hace a una real integración.
Les vuelvo a repetir, nos sentimos muy
orgullosos por la Cumbre
de Mar del Plata y también, finalizando, queremos agradecer la tarea llevada
adelante por el anterior secretario del MERCOSUR, el doctor Duhalde, que
también puso todo de sí para ayudar a esta tarea que él vivió como Presidente y
como Secretario.
Nosotros saludamos fuertemente la
incorporación como miembro pleno en proceso de adaptación a las normas que
lleva adelante la querida República Bolivariana de Venezuela y por supuesto la
tarea que desarrollan todos los países asociados dentro del MERCOSUR, que es
muy importante, que es vital y en la que debemos avanzar.
Querido Ricardo, es tu última reunión del MERCOSUR,
pero seguramente vas a estar participando activamente en la integración, en la
defensa, en los derechos, en la consolidación de la pluralidad de esta
Latinoamérica que amás y querés tanto. Fue un placer trabajar juntos durante
todo este tiempo y seguramente como presidente nuevo que me incorporaba
aprender muchas cosas al lado tuyo. Muchas gracias, y gracias también querido
Tabaré por compartir este momento.
NESTOR KIRCHNER
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