DISCURSO EN LA INAUGURACIÓN DEL
CENTRO CÍVICO DE SAN JUAN, EN LA PROVINCIA DE SAN JUAN
Néstor Kirchner
[5 de Junio de
2007]
Señor Gobernador de la provincia de San
Juan, querido amigo, una alegría volver a compartir contigo otro día de
realizaciones aquí, en esta querida y hermosa provincia y tierra sanjuanina;
señor vicegobernador; señor gobernador de la provincia de Mendoza, querido
amigo Julio; señor intendente municipal, Enrique Conti; señores ministros;
senadores; autoridades; Primera Dama Sanjuanina, gracias por acompañarnos nuevamente
en este día:
Yo les quiero contar que, hace muchos años, no tantos pero en plena crisis, allá por el 2000, 2001 estuve en San Juan, vine al pueblo de Chimbas con Camacho, que por allí lo vi a mi amigo Camacho y había conversado en Buenos Aires antes de salir en ese momento en el Senador hoy Gobernador, y acá en San Juan estaba la provincia totalmente paralizada; los trabajadores públicos no cobraban, los maestros y los empleados de los hospitales no cobraban; me dio un profundo dolor; una provincia potente, fuerte, con tanta historia como San Juan, por supuesto olvidada por el Gobierno Nacional, con una situación de crisis terminal. Me fui a ver y a saludar al gobernador de entonces, para hablar con él, haber en qué lo podía ayudar en este país anarquizado en esta situación tan grave que había.
Yo les quiero contar que, hace muchos años, no tantos pero en plena crisis, allá por el 2000, 2001 estuve en San Juan, vine al pueblo de Chimbas con Camacho, que por allí lo vi a mi amigo Camacho y había conversado en Buenos Aires antes de salir en ese momento en el Senador hoy Gobernador, y acá en San Juan estaba la provincia totalmente paralizada; los trabajadores públicos no cobraban, los maestros y los empleados de los hospitales no cobraban; me dio un profundo dolor; una provincia potente, fuerte, con tanta historia como San Juan, por supuesto olvidada por el Gobierno Nacional, con una situación de crisis terminal. Me fui a ver y a saludar al gobernador de entonces, para hablar con él, haber en qué lo podía ayudar en este país anarquizado en esta situación tan grave que había.
Y ustedes saben el contraste de ese San Juan
paralizado, a la construcción de este edificio que es terminar con el monumento
a la desidia. ¡Cuántas cosas cambiaron en San Juan, qué importante, qué vital
para la construcción del nuevo país! Son las dos caras absolutamente distintas.
Esto no es fruto de las cuestiones mágicas,
no es fruto de que se cambia una provincia y un país o un país y una provincia.
No se puede cambiar por sí sola un provincia; para que pueda cambiar un país
tienen que cambiar todas las provincias.
Entendimos en ese momento que la
reconstrucción de la
Argentina no se podía hacer de un día para otro; había que
empezar a construir la fe, la esperanza, la dignidad del trabajo, recuperar la
identidad nacional, recuperar la alegría de sentirnos argentinos que no éramos
los peores del mundo, que podíamos; escuchábamos ese discurso que hacen muchos
aquellos que adscriben aquellas teorías que han hambreado a América toda y al
pueblo argentino en particular; esa Argentina que soñaba y que algunos
dirigentes decían: estamos y se nos viene el precipicio que siempre en sus
discursos nos predecían el mayor de los males.
Nosotros, con la fe en los argentinos, con
la fe en Dios, en nuestro trabajo, en nuestra voluntad, en nuestra capacidad de
cambiar, decidimos avanzar decididamente en la recuperación de la fe y en la
reconstrucción del país.
Mientras algunos ponían todo bajo custodia
sus riquezas y demás, porque decían que la Argentina se derrumbaba, nosotros nos abrazamos
junto al pueblo para empezar a recuperar la patria, y empezamos un 25 de mayo
de 2003 con el 60 por ciento de desocupación, con el 60 por ciento de pobreza,
casi 30 por ciento de desocupación, 28 por ciento de indigencia, 170 por ciento
de deuda sobre el Producto, con argentinos y argentinas con los brazos caídos y
con la dignidad absolutamente abofeteada.
Empezamos esta tarea de recuperar el derecho
a volver a sentirnos en nuestra tierra y en nuestra patria, con 4.000 millones
de dólares de reservas, con el Fondo Monetario rodeándonos para abordarnos
definitivamente y con los acreedores de la deuda privada, viendo qué se podía
llevar de lo que quedaba de la Argentina. Empezamos a trabajar y seguíamos
escuchando a los economistas de la derecha o neoliberales argentinos que aún
los escuchamos hablar, diciendo que teníamos que pagar todos los males que
habíamos hecho a este mundo que había creído en la Argentina y los
argentinos no habían cumplido. Resulta que, a pesar de eso, los culpables de todo
éramos los argentinos.
Nosotros dijimos: “no venimos a dejar las
convicciones y las ideas detrás del sillón en la Casa Rosada , en el
despacho, bajo ningún aspecto”. Venimos
a levantar las ideas y las convicciones que días antes había dicho acá en San
Juan, cuando generamos el Acta de Compromiso Histórico que casi cumplimos
permanentemente en las calles hermosas sanjuaninas, en una noche inolvidable
donde el pueblo de San Juan nos daba fuerzas para salir a luchar por la
iniciativa política en el país.
Dijimos: “ni claudicar ni arrodillarnos;
salir a defender con hidalguía y dignidad los derechos de los argentinos. Y empezamos con el primer problema, a las
pocas horas, porque de estas cosas hay que acordarse, me tocó conducir la Argentina y la primera presión
la tuve de esa Corte Suprema que llenó de vergüenza a todos los argentinos, que
me quería presionar con los problemas del “corralito”, con los problemas de la
devaluación, con los problemas que en la Argentina habían quedado después de la explosión
del 2001 y dije que no iba a aceptar esas presiones; tomé el micrófono, me
comuniqué con le pueblo argentinos y dije, “vamos a empezar por tener una Corte
Suprema independiente y digna que nos de tranquilidad a todos los argentinos
para terminar con estas extorsiones”.
A las pocas horas y días, empezó este
proceso; de la misma forma dije: “no quiero vivir ni ser Presidente de una
Argentina donde no haya memoria, justicia y verdad”; me pronuncié contra los
indultos, contra la obediencia debida y el punto final. Dije “quiero vivir en
una Argentina donde haya memoria, donde haya justicia y donde todos aquellos
argentinos que fueron torturados y abatidos por la dictadura, tengan la
posibilidad de acceder -y toda la sociedad argentina- a ese derecho de justicia
que corresponde.
Algunos me dijeron que con eso iba a dividir
a la sociedad argentina, porque lo que parece es que querían más un panqueque
que un presidente y yo no vine a ser un tibio, me vine a jugar por las ideas de
Argentina que creía con todas sus fuerzas.
Continuaron las horas y llegó la
renegociación de la deuda privada; con Cristina que me acompañó en todas las
horas y en todos esos momentos, saben bien lo firme que tuvimos que ponernos
cuando tuvimos que decir y hacer la última oferta que reconocíamos el 30 por
ciento de la deuda y hacíamos la quita del 70 y que se presentaran en tanto
tiempo y quienes no se presentaran sería problemas de ellos.
Yo veía que muchos que trabajaban conmigo se
ponían nerviosos y pálidos, pero esa compañera que ven allí, Cristina, me dijo:
“Néstor, metele para adelante con el coraje que tuvimos en todos los tiempos y
logramos por primera vez en la historia ahorrar 70.000 millones de dólares a
los bolsillos argentinos por primera vez en la historia; llegó diciembre de 2005
y seguíamos siendo rodeados por el Fondo Monetario que venía a decirnos qué es
lo que teníamos que hacer; lo que querían hacer es lo que hicieron en otra
época, pero se olvidaba que ahora había otros hombres y otras mujeres con otro
coraje y otra dignidad nacional, que no estaban dispuestos a aceptar los
designios que ellos tenían.
Ustedes lo veían, los diarios lo sacaban,
corriendo por Palermo, saliendo y entrando del Sheraton, nos venían a decir lo
que teníamos que hacer los irresponsables e imprudentes argentinos. Juntando
moneda tras moneda en apenas 2 años de gobierno, qué cosas habrán hecho en esta
Patria para haber estado tantos años dependiendo del Fondo Monetario, le
pagamos y le dijimos chau al Fondo. La Argentina tomó su decisión nacional de recuperar
la capacidad de resolver por sí misma el rumbo y el camino por donde quería ir.
Esto es muy importante, porque hay muchos
que se reciclan, hay muchos que creen que no tenemos memoria y que tratan hoy
de decirnos qué es lo que tenemos que hacer los argentinos. Pero los argentinos
sé que tenemos memoria y sabemos quienes son los que nos llevaron al borde del
abismo; sabemos quienes son los que decían que había que inclinarse hacia el
Fondo Monetario Internacional; sabemos quienes son los que decían que teníamos
que aceptar cualquier política de aumento tarifario; sabemos quienes son los
que decían que nosotros no podíamos manejar ni nuestra empresa de aguas, ni
nuestra empresa de correo, ni las comunicaciones como lo empezamos a hacer con
toda nuestra fuerza; sabemos quienes son los que nunca creyeron que la Argentina tenía su
capacidad y su responsabilidad en los propios argentinos para resolver los
problemas que día a día tenemos que resolver, porque muchas son las asignaturas
pendientes.
Nos miraban y nos decían que si seguíamos
con las políticas que teníamos solamente iba a haber un efecto rebote, que
íbamos a crecer un año y después nos íbamos a caer de vuelta, los mismos que
quebraron y fundieron el país o los mismos que se llevaron sus riquezas afuera.
Hace 4 años y entramos en el quinto año de crecimiento consecutivo, no recuerda
la historia argentina, 5 años de crecimiento a este nivel, ¿dónde están los que
decían que era el efecto rebote? Por qué no se dan cuenta que hay un verdadero
cambio definitivo en el país.
Aquellos que nos decían que la pobreza iba a
bajar lentamente, del 60 por ciento, al último índice que estoy seguro que ya
es menor, pasamos al 26,9; del casi el 30 por ciento de desocupación pasamos al
8,3 y del casi 28 por ciento de indigencia pasamos al 8 por ciento. La
industria nacional el último año creció el 8,3 por ciento, está creciendo al
6,8 por ciento este año. Crecimos el primer cuatrimestre de este año el 8 por
ciento y hemos crecido en los 3 años y medio anteriores a un promedio del 8,4,
8,5 u 8,6 por ciento. Hemos recuperado la capacidad en la distribución del
ingreso y hemos recuperado también el poder adquisitivo de los trabajadores,
hemos recuperado con mucha fuerza, después de muchísimo tiempo y lo vamos a
seguir haciendo, más de 10 aumentos en la jubilación mínima que por años estuvo
enterrada, dignificando a aquellos que estuvieron por tanto tiempo olvidados,
nuestros jubilados. Claro que falta, claro que tienen que ganar más, pero
estamos subiendo la escalera no siguiendo hacia el subsuelo.
También para aquellos hermanos y hermanas
que quedaron presos de las políticas del ’90, generamos un plan de inclusión
familiar, de jubilación importantísimo, un plan de inclusión jubilatoria que
nos permitió que un millón de argentinos puedan ingresar definitivamente a ese
plan. De 4.000 o 5.000 millones de reserva que teníamos hoy la Argentina tiene 40.800
millones de dólares de reserva que son de todos los argentinos. ¡Miren si se
puede administrar distinto, miren qué sentido tiene administrar con Justicia y
equidad!
Cuando le pagamos al Fondo decían que era
una irresponsabilidad, porque nos quedábamos sin reservas; ahora dicen que
tenemos muchas reservas, ellos son siempre así, nunca quieren que a la Argentina le vaya bien,
tengan fuertes recuerdos de lo mismo.
Hoy estamos en San Juan comprometidos con
esta tierra, con esta inauguración que significa mucho, pero hay algo que es
fundamental que se lo decía a Cristina cuando venía hacia aquí, los puedo mirar
a los ojos, porque todo lo que les dije a los sanjuaninos, querido compañero
gobernador, querida Cristina, queridos hermanos, lo hemos cumplido, no hicimos
promesas falsas, acá está la realidad clara y concreta.
Decía el gobernador de San Juan recién que
los que vienen de la Capital …
y lo voy a corregir. Yo estoy por un tiempo en la Capital , porque el
presidente reside en la
Capital , pero soy un hombre del Sur, un pingüino que vive en
Santa Cruz, esa es mi tierra y vivo allá. Amo la Capital y amo a los
porteños pero vengo del Sur.
Les puedo decir con toda mi fuerza que me
siento orgulloso que el Hospital Rawson esté funcionando, que la obra de
cloacas esté avanzando, que la obra de Circunvalación se convierta en una
realidad, pero también este gobernador que tienen ustedes siempre me pone
nuevos desafíos y está bien. Yo le digo al gobernador que me parece genial que
si tenemos que hacer el Teatro del Bicentenario lo hagamos juntos, porque San
Juan lo merece.
Está bien, me parece bárbaro que
Desamparados pueda ascender con la historia que tiene, desde pibe lo conocemos
a Desamparados de San Juan, lo veíamos en la revista El Gráfico, en El Mundo
Deportivo, en Goles, también San Martín de San Juan que tiene la posibilidad de
ascender a la Primera A ,
es un verdadero gesto federal que también como lo hace Godoy Cruz en Mendoza lo
pueda hacer San Martín de San Juan en San Juan. Me parece que es algo
espectacular.
Estamos dispuestos a compartir el esfuerzo
de llevar el proyecto y la construcción del estadio que merecen los sanjuaninos. Pero cuando venga Racing ¡cuidadito!. La
verdad que es una profunda alegría y espero que en febrero, cuando se inaugure
la segunda parte de este hermoso complejo Centro Cívico, y en agosto cuando se
inaugure definitivamente, no tengan dudas que alguien del Sur va a haber; no sé
si será pingüino o pingüina, pero acá los va a estar acompañando. Por ahí vengo como Presidente y por ahí vengo
como primera dama, no hay problema, también estoy con todos ustedes, por honrar
a las damas, la verdad es que no soy muy lindo, dicen que como primer
caballero, no hay problema.
Pero la verdad vamos a seguir haciendo todo
por esta hermosa tierra argentina, lo único que les pido a todos los argentinos
desde San Juan, de esta amada tierra que sólo nos ha brindado amor y cariño, a
todos los argentinos desde la
Capital a Jujuy, desde la Capital a Tierra del Fuego, que me ayuden; es
dura la lucha por defender los intereses de la patria. Yo podría jugar a ser un
poquito más educado, pero a veces me tengo que poner fuerte para que no
avasallen los intereses de los argentinos, porque es lo fundamental, es la
primera responsabilidad que tengo. Y lo hago, porque no bien a tratar de quedar
bien con todos, sino me vine a jugar por mi pueblo, por mi patria, por mi
bandera, por los argentinos, por el país federal, por una Argentina para todos
y por una Argentina con todos; por una Argentina plural, con pasión y con amor.
Muchas gracias San Juan, muchas gracias, los
felicito tremendamente por esta obra, muchas gracias Gobernador, felicitaciones
por su gran gobernación, muchas gracias sanjuaninos, intendente, trabajadores,
muchas gracias “gorros amarillos” que volvieron a la Argentina con la fuerza
del trabajo, muchas gracias todo San Juan, un humilde colaborador, un
santacruceño, un sureño.
Muchas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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