DISCURSO EN EL ACTO
DEL 50° ANIVERSARIO DE TENARIS-SIDERCA
Néstor Kirchner
[15 de Septiembre
de 2004]
Señor gobernador de la provincia de Buenos
Aires; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señor intendente
municipal de Campana; señor presidente de la Organización Techint ,
Paolo Roca, señores directivos de la empresa; trabajadores, operarios, personal
de Tenaris-Siderca, señoras y señores: en primer lugar, quiero agradecerle al
señor presidente de Techint, Paolo Roca la posibilidad de compartir este
aniversario de 50 años funcionando en la patria y generando trabajo e inversión
en la Argentina.
En segundo lugar, no tengo dudas sobre cómo quiere ala Argentina
la familia Roca. En el Sur, a nosotros, de la mano de Germán Sopeña,
prestigioso periodista, nos ayudaron en toda la tarea del poblamiento, avance,
inversiones en lo que hace al Chaltén, Calafate y Laguna del Desierto y de eso
nunca nos vamos a olvidar, dejaron su vida, precisamente, yendo a pensar con la
misma utopía que nosotros allí, pensábamos lo que el Sur le podía brindar al
país.
En segundo lugar, no tengo dudas sobre cómo quiere a
Creo que es una Argentina en la que debemos
hablar con absoluta sinceridad. Hay dos visiones de la Argentina : está la
visión que predominó durante la década del 90 que, más allá del saqueo y la
corrupción a la que fue sometida nuestra patria, era una visión claramente no
industrialista basada en la especulación financiera, en la inversión en
servicios, en la destrucción de la estructura del empresariado y la industria
nacionales y, por supuesto, tuvo como elemento central la destrucción de
millones de puestos de trabajo de argentinos y argentinas. Yo digo que la Argentina que se basó en
ese concepto, es la Argentina
del autoritarismo económico donde la única idea era: o hacemos esto o llega el
caos a nuestro país. Nos tuvieron así de rehenes durante mucho tiempo.
Y la otra visión, es la de la Argentina plural, la Argentina que cree que
la industria, la producción y la inversión pública pueden ser motores centrales
de la construcción de una economía con trabajo, empleo, justicia y equidad.
¿De qué sirve la inversión, de qué sirve que
un país crezca -le pregunto a todos mis amigos y amigas presentes aquí- si el
crecimiento económico va solamente para un pequeño grupo? Ese vaso de agua que
decían que iba a derramar en la década del 90, derramó lágrimas para los
argentinos pero no derramó un solo segundo de crecimiento para nuestra patria
ni un solo segundo de felicidad para los trabajadores y los empresarios
nacionales.
Esto fue así y son las dos Argentinas que se
visualizan: un pequeño grupo que quiere esa Argentina de unos pocos y muchos
otros que, con aciertos y errores, queremos una Argentina con todos y para
todos. Y para eso, los argentinos tenemos que volver a tener coraje; tenemos
que volver a creer en nosotros mismos, como creyó la familia Roca; tenemos que
terminar con la baja estima que nos crearon en esa cultura noventista que
menciono, donde todo lo que se hacía en la Argentina era malo, todo lo que generaba el
trabajo argentino era malo y donde la calidad del trabajo y de los trabajadores
argentinos era malo, todo lo teníamos que mirar y reflejarnos en otros lados.
Además, nos hicieron creer y llegamos a creerlo nosotros mismos que era
imposible generar una cultura superadora y nos atrajo el abatimiento de la
teoría o de la filosofía de la resignación cuando desde el mundo reconocen que
la calidad de los empresarios argentinos, la tecnología que en su momento se
creó y se está creando en la
Argentina , la calidad del intelecto, de las manos y del
esfuerzo de los trabajadores argentinos, son de las mejores del mundo.
Yo le pido a los argentinos que entremos a
mirarnos un poco más para adentro y a respetarnos a nosotros mismos. Somos
capaces de hacer un país distinto; somos capaces de vencer la indigencia, la
pobreza y el desempleo y somos capaces de generar la industria y un
empresariado nacionales. Pero tenemos que tener firmeza, no caer ante el desaliento
del desprestigio de los que invierten dinero fuerte para tratar de mostrarnos
como irrazonables a los que queremos hacer un país de la producción y el
trabajo.
Recién algunos amigos trabajadores me decían
que no afloje. No tenga duda, estoy jugado por convicción, por pensamiento y
por corazón con una Argentina con todos y para todos. Y en esta oportunidad que
me ha dado el pueblo de mi patria, no estoy especulando si a algunos selectos
les gusta o no lo que estamos pensando realizar con la Argentina.
Sé que son momentos difíciles, sé que muchas
veces vamos caminando por un desfiladero, pero nos tenemos que jugar. Yo ya no
quiero más la Argentina
de la derrota, sé que si nos jugamos y vamos para adelante y tenemos en claro
las situaciones, vamos a construir la Argentina de la victoria que va a ser el trabajo,
la educación y la posibilidad de hacer un país distinto. Esta es la Argentina que estamos
soñando e implementando.
Desde que empezamos nuestro Gobierno, dicen
que viene la inflación, que si no nos rendimos a los pies de las propuestas de
los organismos internacionales y de los fondos buitres, va a llegar la noche
para la Argentina.
Durante años estuvimos de rodillas ante los organismos
internacionales y los fondos buitres. ¿Y cómo nos fue?
Recuperemos la dignidad y digamos basta, la Argentina quiere cumplir
pero quiere que el país se pueda realizar, que se pueda integrar, que podamos
tener la esperanza de que con nuestro esfuerzo vamos a poder hacer un país
totalmente distinto.
Ahora también hablaban de la “teoría del
amesetamiento”, se ponen serios y dicen que se va a “mesetar” la economía
argentina. Espero que en las próximas horas el ministro de Economía nos dé
buenas noticias para que vean que nada se “mesetó” y se den cuenta que la cosa
está funcionando con trabajo, con inversión argentina, que realmente estamos
haciendo un esfuerzo entre todos los argentinos que va a dar resultados muy
grandes.
También está la distribución del ingreso, la
indigencia, la pobreza. Los trabajadores metalúrgicos saben que han logrado una
recuperación salarial muy importante para la actividad como pocos gremios en la Argentina lo han hecho,
si bien todos lo han obtenido. Trabajamos juntos con sus autoridades gremiales
para tratar de restituir lo perdido y pueda recuperarse el poder adquisitivo de
los compañeros y compañeras que trabajan como corresponde, sabiendo que es
fundamental que para que un país crezca, que crezcan nuestras empresas, pero
también que crezca la posibilidad de los trabajadores de poder crecer, de poder
hacer estudiar a sus hijos, de tener esperanzas, de tener sueños, de saber que
pude haber una patria mejor.
¡Claro que lleva tiempo! Le decía al
canciller Moratinos, de España, ayúdennos, ustedes estuvieron 25 años y han
avanzado y nosotros los miramos con mucho respeto; nosotros estamos empezando a
remontar la cuesta y nos está yendo bien. Si tenemos solidaridad, no tengo
ninguna duda que mucho antes de los 25 años la Argentina va a ser
nuevamente tierra de esperanza, de justicia y de solidaridad.
Por eso, hoy vengo a compartir este momento
con esta firma que en 50 años nunca bajó los brazos. Problemas institucionales,
problemas políticos, problemas de todo tipo, proyectos económicos inviables,
pero cuando hay un sendero, cuando hay conducción, cuando hay una visión firme
de adónde se quiere ir, el éxito está allí, el éxito son los miles de
trabajadores, los mercados del mundo que se han ganado, la tecnología de primer
nivel y el respeto que le han hecho adquirir a la empresa y a la Argentina. Nosotros ,
los argentinos, estamos eternamente agradecidos.
Por eso, les agradezco poder compartir este
día de cumpleaños y les digo a todos ustedes que con mucha firmeza, alegría y
pasión, con mucha autoestima, vamos a seguir trabajando muy fuerte por nuestra
querida patria y por nuestro país, por nuestra bandera. Acertamos y nos
equivocamos, pero corregiremos los rumbos todas las veces que sea necesario.
Ya vimos cómo nos fue con los hombres
perfectos que nunca se equivocaban, pero nuestro objetivo es volver a premiar
al que estudia, al que investiga, al que trabaja, al que hace las cosas como
las tiene que hacer, creyendo en Dios y creyendo que se puede construir una
sociedad mejor y que definitivamente los valores queden bien equilibrados: que
el corrupto, el que saquea y el ladrón, tengan el destino que merecen, pero que
el que investiga, el que estudia, el que trabaja, el que se dedica fuertemente
hacia el conjunto de la sociedad argentina, también tenga el premio y el
reconocimiento, como tuvieron nuestros abuelos, nuestros pioneros que eran
reconocidos por la tarea que se llevaba adelante. En la Argentina se dejó de premiar ese tipo de valores.
Les quiero agradecer también a todos los
amigos presentes y a los trabajadores. Muchas gracias, muchas gracias por esa
mano extendida, muchas gracias por ese “no afloje”, les aseguro que hicieron
que me cayeran unas lágrimas porque dan fortaleza y dan fuerza.
Yo vengo de un lugar alejado y chiquito como
el Sur, pero les puedo asegurar que con toda la potencia que da el frío de
aquel lugar. No tengan ninguna duda que estoy aquí para este destino y este
tiempo de la historia; no vengo a especular qué es lo que puede pasar conmigo;
si sé que me tengo que equivocar lo menos posible para que junto con ustedes
podamos construir la
Argentina que nos merecemos.
Muchísimas gracias y gracias por compartir
este momento.
NESTOR KIRCHNER
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