"La luz en la colina" Ben Chifley (1949)

DISCURSO EN LA CONFERENCIA ANUAL DEL PARTIDO LABORISTA AUSTRALIANO, EN NUEVA GALES DEL SUR

“La luz en la colina” [1]

Ben Chifley

[12 de Junio de 1949]

He tenido el privilegio de liderar el Partido Laborista durante casi cuatro años. No han sido tiempos fáciles y no ha sido un trabajo fácil. El trabajo es matador y sería imposible realizarlo si no fuera por la ayuda de mis colegas y miembros del movimiento.

Ningún Ministro Laborista o líder tiene nunca un trabajo fácil. La urgencia que descansa detrás del movimiento Laborista, apurándolo a que haga cosas, a crear nuevas condiciones, a reorganizar la economía del país, hace que las personas que trabajan en el movimiento Laborista, gente que lidera, nunca pueda tener un trabajo fácil. El trabajo del evangelista nunca es sencillo.

Debido a las vueltas en la rueda de la fortuna, su Primer Ministro (El señor McGirr) y yo obtuvimos alguna prominencia en el movimiento Laborista. Pero la fuerza del movimiento no puede venir de nosotros. Podemos hacer planes y aprobar legislación para ayudar y dirigir la economía de este país. Pero el trabajo de obtener las cosas que las personas de este país desean viene de las raíces del movimiento Laborista-las personas que lo apoyan.

Cuando me senté en una reunión Laborista en el campo con solo diez o quince hombres reunidos, encontré a un hombre sentado a mi lado que había estado trabajando en el movimiento Laborista por 54 años. No tengo duda de que muchos de ustedes han estado haciendo lo mismo, sin esperar ninguna ventaja para el movimiento, sin esperar ninguna ganancia personal, sino porque creen en un movimiento que ha sido construido para brindar mejores condiciones a las personas. Por lo tanto, el éxito del Partido Laborista en las siguientes elecciones depende enteramente, como siempre lo ha hecho, de las personas que trabajan.

Trato de pensar sobre el movimiento Laborista, no como un medio para poner una moneda extra de seis peniques en el bolsillo de alguien, o como un medio de convertir a alguien en Primer Ministro o Premier, sino como un movimiento que busca traer algo mejor a las personas, mejores condiciones de vida, mayor felicidad a la masa de las personas. Tenemos un gran objetivo – la luz en la colina- el cual tratamos de alcanzar trabajando en el mejoramiento de la humanidad, no solamente aquí, sino en cualquier lugar en la que podamos dar una mano de ayuda. Si no fuera por esto, el movimiento Laborista no tendría nada valioso porque luchar.

Trato de pensar en el movimiento laborista no como en el hecho de poner una moneda de seis peniques en el bolsillo de alguien, o de convertir a alguien en primer ministro o premier, sino como en un movimiento que le da algo mejor al pueblo, mejores estándares de vida, mayor felicidad al grueso del pueblo. Tenemos un gran objetivo –la luz en la colina– que intentamos alcanzar trabajando para el mejoramiento de la humanidad no sólo aquí sino en cualquier lugar donde podamos tender una mano para ayudar.

Si el movimiento puede hacer que alguien este más confortable, si le puede dar a un padre o madre una mayor sensación de seguridad para sus hijos, una sensación de que si una depresión viene habrá trabajo, de que el gobierno se está esforzando por hacer lo mejor, entonces el movimiento Laborista estará completamente justificado. No es acerca de las personas como yo que tenemos nuestras limitaciones. Solo espero que la generosidad, amabilidad y amistad demostradas hacia mi por miles de mis colegas en el movimiento Laborista, continúen siendo brindadas al movimiento y añadan entusiasmo a su labor.

BEN CHIFLEY

Traducción libre: © www.constitucionweb.com

[1] “La luz sobre la colina” es una frase usada para describir la filosofía del Partido Laborista Australiano. La frase fue acuñada en una conferencia dictada por el entonces Primer Ministro de Australia Ben Chifley. EL discurso, brindado cerca de concluir el mandato de Chifley, como Primer Ministro, es un tributo a las personas que crearon el movimiento Laborista de Australia y, sin dar detalles políticos específicos, tuvo resonancia para cada corriente de opinión dentro del partido.