noviembre 18, 2010

“Segregación hoy, segregación mañana, segregación para siempre” George C. Wallace (1963)

DISCURSO DEL GOBERNADOR ELECTO DE ALABAMA
Segregación hoy, segregación mañana, segregación para siempre
George C. Wallace
[14 de enero de 1963]

Antes de comenzar mi charla con ustedes, quisiera pedir que tengan paciencia por unos minutos mientras digo algo que está en mi corazón: Quiero agradecer a toda esa gente originaria de mi condado que le dio su primera oportunidad a un muchacho de campo ansioso para servir en la política del Estado. Siempre les deberé mucho a aquellos que me dieron esa primera oportunidad para servir.
Nunca olvidaré el cálido apoyo y la gran lealtad de las personas de Suttons, Haigler`r Mill, Eufaula, Beat 6 y Beat 14, Richard Cross Roads y Gammage Beat… en Baker Hill, Beat 8, y Comer, Spring Hill, Adams Chapel y Mount Andrew… White Oak, Baxter`s Station, Clayton, Loisville y Cunningham Place; Horns Crossroads, Texasville y Blue Springs, donde el voto fue 304 para Wallace y 1 para la oposición, y a la querida señora, quien según escuché, hizo ese voto en mi contra, por error, debido a que no puede ver muy bien, y por lo tanto jaló la palanca errónea. Bendito su corazón. En Clio, mi lugar de nacimiento, y Elamville. Nunca los olvidaré. Qué Dios los bendiga.
Y siempre recordaré esa mañana del día de las elecciones mientras esperaba y de repente, a las diez en punto de esa mañana, el primer resultado de una mesa fue dado a conocer por todo el estado: llevaba el mensaje, …Wallace 15, la oposición cero; y vino desde Hamrick Beat en Putman`s Mountain donde vive la gente de las montañas de nuestro estado. Que Dios bendiga al hombre de la montaña, su lealtad es inquebrantable.
Espero que me perdonen estos pocos momentos de remembranzas, pero deseo que ellos y ustedes sepan, que nunca olvidaré.
Y me gustaría poder dar la mano y gracias a todos ustedes en este estado que votaron por mí, y aquellos de ustedes que no, porque se que votaron de acuerdo a sus convicciones honestas y ahora, debemos estar juntos y mover al gran estado de Alabama hacia adelante.
Faltaría a mí deber, el día de hoy, sino agradezco a mi maravillosa esposa y buena familia por su paciencia, apoyo y lealtad, y no existe hombre en vida que no le deba más a su madre de lo que pueda pagarle jamás, y quiero que mi madre sepa que estoy consciente de mi deuda con ella.
Este es el día de mi Inauguración como Gobernador del Estado de Alabama. Y en este día siento una profunda obligación de renovar mis promesas, mis convenios con ustedes, la gente de este gran estado.
El General Robert E. Lee dijo que “deber” es la más sublime palabra en el lenguaje inglés y he llegado, cada vez más, a darme cuenta de lo que quería decir. Cumpliré con mi deber, con la ayuda de Dios, con cada hombre, con cada mujer…¡sí!, con cada niño en este estado. Voy a cumplir mi deber para con la honestidad y la economía en nuestro gobierno del Estado, por lo cual ningún hombre tendrá una parte de su medio de vida disminuida y ningún niño tendrá una parte de su futuro robada.
Yo he dicho que voy a eliminar los agentes de licor en este estado y que el dinero ahorrado sería devuelto a los ciudadanos. Estoy feliz de informarles que ahora estoy completando órdenes para varios centenares de tiquetes de ida y estampados en ellos están estás palabras ”para agentes de licor…destino…fuera de Alabama.” Estoy feliz de reportarles que los muchachos del big-wheeling cocktail-party, han recibido la noticia de que su whisky libre y paseos en barco han acabado…que el granjero en el campo, el trabajador en la factoría, el hombre de negocios en su oficina, el ama de casa en su hogar, han decidido que el dinero puede ser gastado mejor para ayudar en la educación de nuestros hijos, y a nuestros ciudadanos mayores, y que ellos han puesto un hombre en la oficina para que vigile que esto sea hecho. Así se hará. Permítanme decirlo una vez más, no más bebida de licor en la mansión de su gobernador.
Cumpliré con mi deber de trabajar duro para traer la industria a nuestro estado, no solo manteniendo un clima de gobierno honesto, sobrio y de libre empresa en el cual la industria, podrá tener confianza... sino en salir del estado y conseguir que las empresas se queden… de tal manera que nuestra gente cuente con empleos industriales en Alabama y puedan proveer una mejor vida a sus hijos.
No olvidaré mi deber con nuestros ciudadanos mayores, de tal manera que sus vidas puedan ser vividas en la dignidad y el enriquecimiento de los años dorados, ni con nuestros enfermos, tanto mentales como físicos; ellos sabrán que no los hemos abandonado. Quiero que el granjero sienta la confianza de que en este gobierno Estatal, el cuenta con un socio quien trabajará con él en el aumento de sus ingresos y el incremento de sus mercados. Y quiero que el hombre que trabaja sepa que tiene un amigo que está sinceramente tratando de mejorar su campo de actividad.
Quiero asegurar a cada niño que este gobierno Estatal no tiene miedo de invertir en su futuro a través de la educación, de tal manera que no se vean menos capacitados en cada aspecto de sus vidas.
Hoy, he estado donde una vez estuvo Jefferson Davis, y tomé el juramento hacia mi pueblo. Es bastante apropiado entonces que desde esta Cuna de la Confederación, este mismo Corazón de la Gran Tierra Sureña Anglosajona, que hoy en día hagamos sonar el tambor de la libertad como generaciones de antepasados lo hicieron antes de nosotros, una y otra vez a través de la historia. Vamos a levantarnos ante el llamado de la sangre amante de la libertad que está en nosotros y enviemos nuestro mensaje a la tiranía que suena sus cadenas sobre el Sur. En el nombre de las más grandes personas que jamás hayan pisado esta tierra, yo trazo la línea en la tierra y sacudo el guante ante los pies de la tiranía, y yo digo: segregación hoy, segregación mañana, segregación por siempre.
El reporte de disturbios escolares de Washington D.C es repugnante y revelador. No vamos a sacrificar a nuestros hijos ante cualquier sistema escolar de ese tipo ―y ustedes pueden escribir eso. Las tropas federales en Mississippi podrían ser mejor empleadas en la seguridad de los ciudadanos de Washington D.C., donde es incluso inseguro caminar o asistir a un juego de pelota— y esa es la capital de la nación. Estaba más seguro en un bombardero B-29 sobre Japón durante la guerra en un ataque aéreo, que la gente de Washington cuando camina al vecindario de la Casa Blanca. Un ejemplo más cercano es Atlanta. Los funcionarios de la ciudad adulan por razones políticas sobre la integración escolar y después construyen barricadas para detener la integración residencial—¡que hipocresía!
Vamos a enviar este mensaje de nuevo a Washington por medio de nuestros representantes quienes están con nosotros hoy, que a partir del día de hoy nos mantenemos de pie, y el talón de la tiranía no puede apretar el cuello de un hombre de bien, que tenemos la intención de tomar la ofensiva y llevar nuestra lucha por la libertad por todo el país, blandiendo el equilibrio de poder que sabemos que poseemos en las tierras del Sur, que nosotros, no el insípido bloque de votantes de algunas secciones vamos a determinar en la siguiente elección quien se sentará en la Casa Blanca de estos Estados Unidos. Que a partir de este día, a partir de esta hora, a partir de este minuto, nosotros damos la palabra de una raza de honor, que ya no vamos a tolerar su bota en la cara por más tiempo y dejemos que algunos de esos jueces pongan eso en sus pipas de opio de poder y lo fumen por lo que vale.
¡Escúchenme, Sureños! Ustedes hijos e hijas que se han trasladado hacia el norte y el oeste a lo largo de esta nación, nosotros los llamamos desde su tierra natal para que se unan con nosotros en apoyo nacional y voten, y sabemos, que donde sea que estén, lejos de los hogares de las tierras del Sur, que ustedes responderán, pues aunque es posible que vivan en los límites más lejanos de este vasto país sus corazones nunca han abandonado Dixieland.
Y ustedes hijos e hijas originarias del viejo patriotismo de roca de Nueva Inglaterra, y ustedes fuertes hijos del gran Medio Oeste, y ustedes descendientes del llameante espíritu de libertad pionera del lejano Oeste, los invitamos a que vengan y estén con nosotros ya que son de espíritu Sureño y de filosofía Sureña, ustedes son Sureños también y hermanos con nosotros en nuestra lucha.
Lo que he dicho sobre segregación va doble este día…y lo que he dicho a o sobre algunos jueces federales va triple este día.
Alabama ha sido bendecida por Dios como pocos estados en esta Unión han sido bendecidos. Nuestro estado cuenta con el diez por ciento de todos los recursos naturales de todos los estados de nuestro país. Nuestro sistema de navegación interior no le sigue a ninguno…y tiene el potencial de ser el mayor sistema de transporte fluvial en el mundo entero. Poseemos más de treinta minerales en cantidades utilizables y nuestro suelo es rico y variado, adecuado para una gran variedad de plantas. Nuestro pino nativo y el sistema forestal producen madera más rápido de la que podemos cortar y sin embargo, sólo hemos arañado la superficie del gran potencial de madera y pulpa que existe.
Con abundantes lluvias y ricas praderas, nuestra industria ganadera está en la infancia de un futuro gigante que nos puede convertir en un centro del comercio de la creciente industria empacadora de carne y de alimentos preparados. Tenemos el clima favorable, arroyos, bosques, playas y bellezas naturales que nos convierte en la meca de recreo en el auge de la industria turística y de recreo. Ubicado en el gran valle de Tennessee, contamos con el centro de Cohetes del mundo y las llaves de la frontera del espacio.
Mientras que el comercio con una Europa en desarrollo construyó las grandes ciudades portuarias de la costa este, nuestro propio puerto de rápido desarrollo de Mobile hace frente como una puerta magnética al gran continente de Sur América, mas de dos veces más grande y cientos de veces más rico en recursos, incluso ahora despertando a los avances crecientes del capital emprendedor con un potencial de crecimiento y riqueza más allá de cualquier sueño actual para nuestro desarrollo portuario y los resultados correspondientes a través de las vías de conexión fluviales que recorren nuestro estado.
Y mientras las industrias manufactureras de la libre empresa han estado viniendo a nuestro estado en números crecientes, atraídas por nuestros abundantes recursos naturales, nuestro número creciente de trabajadores calificados y nuestras condiciones favorables, su tasa actual de establecimiento aquí puede ser incrementada desde el pequeño chorro que actualmente representan a una corriente de emprendimiento y esfuerzo, capital y expansión que pueda unirse a nosotros en nuestro trabajo de desarrollo y enriquecimiento del futuro educativo de nuestros hijos, las oportunidades de nuestros ciudadanos y el aprovechamiento de nuestros talentos tal como Dios nos los ha dado. Para hacer realidad nuestras ambiciones y para hacer realidad nuestros sueños, nosotros, como gente de Alabama, debemos tener conocimiento del mundo de nosotros mismos. Debemos redefinir nuestra herencia, reeducar nuestros pensamientos en las lecciones que nuestros antepasados conocían tan bien, de primera mano, para poder funcionar y para crecer y prosperar. No podemos esconder por más tiempo nuestra cabeza en la arena y decirnos a nosotros mismos que la ideología de nuestros padres libres no está siendo atacada, ni está siendo amenazada por otra idea…ya que así es. Nos enfrentamos a una idea que si un gobierno centralizado asume suficiente autoridad, suficiente poder sobre su pueblo, podrá proveer una vida utópica… que si se le da el poder de dictar, de prohibir, de exigir, de demandar, de distribuir, de decretar y de juzgar lo que es mejor y será nuestro padre… y nuestro Dios. Es una idea de gobierno que anima a nuestros miedos y destruye nuestra fe…ya que ahí donde hay fe no hay miedo, y donde hay miedo no hay fe. Por medio del fomento de nuestros temores de inseguridad económica, se demanda que pongamos el control y manejo de nuestra economía en el gobierno; fomentando nuestro temor con respecto al desarrollo educacional se demanda que pongamos la educación y las mentes de nuestros niños bajo el manejo y el control del gobierno, e incluso alimentando nuestros temores a las enfermedades físicas y a los años de declive por la edad, el gobierno ofrece y demanda ser nuestro padre a través de todo e incluso en la tumba.
Es un gobierno que nos dice que es bondadoso mientras obtiene su poder de nosotros con los frutos de su rapacidad de la riqueza que hombres libres han producido anteriormente y construye con base en el uso de un crédito que se desmorona, sin responsabilidad para con los principales deudores; nuestros hijos.
Es una ideología de gobierno erigida en el fomento del miedo la cual no reconoce la ley básica de nuestros padres, que los gobiernos no producen riqueza, la gente produce riqueza, gente libre; y esas personas tienen cada vez menos libertad, conforme aprenden que existe poca recompensa para la ambición, que se requiere fe para arriesgar y ellos no tienen ninguna, conforme el gobierno debe restringir y penalizar y brindar incentivos fiscales y de emprendimiento y debe incrementar sus gastos en recompensas, entonces este gobierno debe asumir cada vez más y más papeles de policía y nos encontramos con que nos hemos vuelto gente temerosa del gobierno, no gente temerosa de Dios. Nos encontramos con que hemos reemplazado fe con miedo, y pensamos que podríamos servir al Todopoderoso pero en la realidad, el gobierno se ha convertido en nuestro dios. Es, por lo tanto, un gobierno sin Dios y su llamado a los pseudo-intelectuales y los políticos es para cambiar su estatus de servidor del pueblo a amo del pueblo, para jugar a ser Dios, sin fe en Dios y sin la sabiduría de Dios.
Es un sistema que es todo lo contrario de Cristo, debido a que alimenta y anima todo lo degenerado y básico en nuestro pueblo, ya que asume las responsabilidades que nosotros mismos deberíamos asumir. Sus portavoces pseudo-liberales y algunos defensores de Harvard, nunca han examinado la lógica de su sustitución de lo que llaman “derechos humanos” por derechos individuales, ya que su propaganda utiliza palabras que tienen un atractivo para los no pensantes. Su lógica es totalmente material e irresponsable, ya que recorre toda la gama completa de los deseos humanos, incluyendo la teoría de que todos tienen el derecho al voto sin la responsabilidad espiritual de preservar la libertad. Nuestros padres fundadores reconocieron estos derechos, pero solo dentro del marco de esas responsabilidades espirituales. Pero la fuerte y simple fe y el sano razonamiento de nuestros padres fundadores hace tiempo que han caído en el olvido conforme los llamados “progresistas” nos dicen que nuestra Constitución fue escrita para los días del “caballo y la calesa”, pero así también lo fueron los Diez Mandamientos.
No hace mucho tiempo, los hombres estaban asombrados y maravillados ante las ciudades, los edificios, las escuelas y las autopistas que el gobierno de la Alemania de Hitler había construido, al igual que siglos antes se habían detenido maravillados ante los edificios de Roma, pero todo eso no podía sostenerse, ya que el sistema que los creó había podrido el alma de los constructores y, a su vez, podrido la base de lo que Dios quiso que los hombres deberían ser. Hoy en día, ese mismo sistema a escala internacional se extiende por el mundo. Es el “mundo cambiante” del que nos han hablado es llamado “nuevo” y “liberal”. Es tan antiguo como el más antiguo dictador. Es degenerado y decadente. A medida que el racismo nacional de la Alemania de Hitler persiguió a una minoría nacional al capricho de una mayoría nacional, también el racismo internacional de los liberales busca perseguir la minoría blanca internacional al capricho de la mayoría de color internacional, lo que hace que seamos manejados de acuerdo al deseo del bloque Afro-Asiático. Pero los supervivientes belgas del Congo no pueden presentar su caso a una comisión de crímenes de guerra, tampoco los portugueses de Angola, tampoco los supervivientes de Castro, tampoco los ciudadanos de Oxford, Missisipi.
Es esta teoría de poder político internacional que llevó a un grupo de hombres en la Corte Suprema por primera vez en la historia de Estados Unidos, a emitir un edicto, no en base a precedentes legales, sino con base en un volumen, el editor del cual dijo que nuestra Constitución está obsoleta y debe ser cambiada, y los escritores de los cuales, algunos han admitido pertenecer a un máximo de medio centenar de organizaciones de frente comunista. Es esta teoría la que ha llevado a este mismo grupo de hombres a poner al descubierto brevemente el núcleo impío de esta filosofía al prohibir que los niños pequeños en las escuelas puedan decir una oración. Y nos encontramos con la evidencia de esta impiedad incluso en la eliminación de las palabras “en Dios confiamos” de algunos de nuestros dólares, las cuales fueron colocadas ahí como una evidencia por nuestros padres fundadores, de la fe sobre la cual este sistema de gobierno fue construido. Es el espíritu de la sed de poder que causó que un Presidente en Washington tomara la pluma del Cesar y con un golpe de esta hiciera una ley.
Una ley que la cámara del Congreso se negó a aprobar, una ley que nos dice que podemos o no podemos comprar o vender nuestras propias casas, excepto bajo sus condiciones, y salvo bajo su discreción. Es el espíritu de sed de poder que ha llevado al mismo presidente a lanzar una ofensiva de un total de veinticinco mil soldados en contra de una universidad, de todos los lugares, en su propio país, y en contra de su propio pueblo, cuando esta nación mantiene solamente seis mil soldados en la ciudad sitiada de Berlín. Hemos sido testigos de tales actos de "la fuerza hace el derecho" alrededor del mundo conforme los hombres cedieron a la tentación de jugar a ser Dios, pero nunca antes habíamos visto esto en América. Rechazamos tales actos como hombres libres. Nosotros no desafiamos, ya que no hay nada que desafiar, ya que como hombres libres no reconocemos el derecho de ningún gobierno a dar libertad, o negar libertad. Ningún gobierno erigido por el hombre tiene tal derecho. Como dijo Thomas Jefferson, “El Dios que nos dio vida, nos dio libertad al mismo tiempo; ningún rey conserva el derecho de la libertad en sus manos.” Tampoco cualquier gobernante en el gobierno estadounidense.
Tenemos la intención, bastante simple, de practicar el patrimonio de libertad tal como nos fue heredado como hijos de padres libres. Tenemos la intención de revitalizar la forma verdaderamente nueva y progresista del gobierno que tiene menos de doscientos años de edad, un gobierno fundado inicialmente en este país pura y simplemente en la fe, de que existe un Dios personal el cual recompensa el bien y castiga el mal, que el trabajo duro va a recibir su merecido, que la ambición y el ingenio y la inventiva, y el beneficio de estos, son rasgos y metas admirables, que el individuo es alentado en su crecimiento espiritual y a partir de ese crecimiento llega a un carácter que aumenta su caridad hacia los demás y a partir de ese carácter y esa claridad también se ven influenciados los negocios, los trabajadores, las granjas y el gobierno. Nuestra intención es renovar nuestra fe como hombres temerosos de Dios, no hombres temerosos del gobierno o cualquier otra clase de hombre temeroso. Tenemos la intención de arremangarnos nuestras mangas y ponernos a trabajar para desarrollar todo esto que Dios nos ha dado, para vivir vidas completas y útiles y en completa libertad de todo temor. Entonces podremos disfrutar de toda la riqueza del Gran Sueño Americano.
Hemos colocado este letrero, "En Dios creemos", sobre nuestro Capitolio Estatal en este Día de Inauguración como evidencia física de la determinación de renovar la fe de nuestros padres y practicar la herencia de libertad que nos legaron. Hacemos esto con el claro y solemne conocimiento que tal evidencia física es evidentemente una violación directa de la lógica de esa Corte Suprema en Washington D.C., y si ellos o sus voceros en este estado desean poner término a este desafío, yo digo, entonces que les dejemos sacar el máximo partido de ello.
Esta nación nunca fue pensada como una unidad de uno, sino como una unidad de muchos, esta es la razón por la cual nuestros antecesores amantes de la libertad establecieron los estados, con el fin de dividir a los derechos y poderes entre los Estados, asegurando que ningún poder central pudiese obtener control absoluto del gobierno.
Estamos destinados a vivir en un esfuerzo conjunto bajo este gobierno, seamos bautistas, metodistas, presbiterianos, Iglesia de Cristo, o cualquier denominación o creencia religiosa de la persona, cada uno respetando el derecho de los demás a pertenecer a una denominación separada, cada uno, trabajando para desarrollarse a sí mismo, enriqueciendo el total de todas nuestras vidas a través de un esfuerzo unido. Y con respecto a lo que se refiere a nuestra vida política, seamos Republicanos, Demócratas, Prohibición (me imagino que se refiere a la prohibición del alcohol, pero no estoy seguro así que traduje literalmente), o cualquier partido político, cada uno luchando desde su propia posición política, respetando los derechos de los demás para ser independientes y trabajar desde dentro de su marco político y cada posición política separada haciendo su contribución a nuestras vidas.
Y de la misma forma, así fue determinado en nuestras vidas raciales, cada raza, dentro de su propio marco tiene la libertad de enseñar, de instruir, de desarrollar, de preguntar, de pedir y recibir ayuda merecida de otros pertenecientes a estaciones raciales separadas. Esta es la gran libertad de nuestros padres fundadores de América, pero si nos amalgamamos en la unidad que es defendida por los filósofos comunistas, entonces el enriquecimiento de nuestras vidas, la libertad de nuestro desarrollo se habrá ido para siempre. Nos convertimos por lo tanto en una sola unidad de mestizos bajo un solo gobierno todopoderoso, y valemos para todo, y para nada.
La verdadera hermandad de América, de respetar la separación de los demás… y unirse en el esfuerzo…ha sido tan retorcida y distorsionada de su concepto original que está ocurriendo la “pequeña maravilla” que el comunismo está tomando el mundo.
Invitamos a los ciudadanos negros de Alabama a trabajar con nosotros desde su posición racial separada, tal como vamos a trabajar con ellos, para desarrollar, para creer en libertad individual y enriquecimiento. Queremos trabajos y un buen futuro para ambas RAZAS, los tuberculosos y los enfermos. Esta es la herencia básica de mi religión, si de ella hago ejercicio pleno, ya que todos somos obra de Dios.
Pero advertimos a aquellos, de cualquier grupo, que piensan seguir la falsa doctrina de la amalgamación comunista que no rendiremos nuestro sistema de gobierno, nuestra libertad racial y religión, que la libertad fue conseguida a un alto precio y si requiere un elevado precio para conservarla, somos capaces, y estamos dispuestos a pagarlo.
La teoría de los liberales de que la pobreza, discriminación y falta de oportunidades es la causa del comunismo es una teoría falsa, si esto fuera cierto el Sur hubiese sido desde hace mucho tiempo el mayor bloque comunista en el hemisferio occidental, ya que después de la gran Guerra Entre los Estados, nuestra gente se enfrentó a una tierra desolada de universidades quemadas, cosechas y hogares destruidos, con mano de obra agotada y lisiada, e incluso la mula, la cual era necesaria para trabajar la tierra, fue tan diezmada que comunidades enteras compartían un solo animal para efectuar la labranza de primavera. No hubo ayuda del gobierno, ningún tipo de Plan Marshall, ningún apoyo para asegurar que nuestro pueblo no sufriera; en su lugar el Sur fue arrasado por aventureros inescrupulosos y las tropas federales, a todos los Sureños les fue negado el derecho del voto a punta de bayoneta, de tal manera que la infame e ilegal Enmienda 14 fuera aprobada. No hubo dinero, ni comida ni esperanza tampoco. Pero nuestros abuelos solo se arrodillaban únicamente en la iglesia e inclinaban su cabeza ante Dios.
Ni por un solo instante ellos consideraron la vía fácil de la dictadura federal y el amalgamiento a cambio de estómagos llenos. Ellos pelearon. Extrajeron raíces dulces de la tierra y con sus propias manos y las pusieron a cocer en ollas de hierro, recogieron yerbas de los bosques y bellotas de la tierra. Ellos pelearon. No siguieron ninguna doctrina falsa, ellos sabían lo que querían y pelearon por la libertad. Se levantaron desde sus rodillas en la mayor muestra de coraje absoluto, firmeza y agallas que se haya registrado en la historia escrita ¡y ellos ganaron! El gran escritor, Rudyard Kipling escribió de ellos lo siguiente: “Allá, en las Tierras del Sur de los Estados Unidos de América, vive la más grande raza de hombres luchadores, en todo el mundo”
Y es por esto que hoy, estoy acá avergonzado de los gordos llorones bien alimentados que afirman que es inevitable, que nuestra causa está perdida. Estoy avergonzado de ellos, y estoy avergonzado por ellos. Ellos no representan al pueblo del Sur.
Y debemos tomar nota de otro hecho, con todos los problemas con los comunistas que algunas secciones de este país tienen, no existen suficientes comunistas originarios del Sur para llenar una caseta telefónica, y esto es algo que está en los registros públicos del FBI.
Le recordamos a todos los que están al tanto de lo que ocurre en el Sur, que un Sureño, Peyton Randolph, presidió el Congreso Continental en los inicios de nuestra nación, que un Sureño, Thomas Jefferson, escribió la Declaración de Independencia, que un Sureño, George Washington, es el Padre de nuestra país, que un Sureño, James Madison, fue el autor de nuestra Constitución, que un Sureño, George Mason, fue el autor de la Carta de Derechos y fue un Sureño el que dijo, “Denme libertad o denme la muerte,” Patrick Henry.
Los Sureños han jugado un magnifico papel a la hora de erigir este gran sistema de libertad inspirado en la divinidad, y con Dios como nuestro testigo, los Sureños lo salvaremos.
Vamos, como gente de Alabama, a tomar la mano del destino y caminar fuera de la sombra del miedo y a cumplir con nuestro destino divino. Vamos, no simplemente a defendernos, sino a asumir el liderazgo de la lucha y a llevar ese liderazgo a través de la nación. Dios nos ha puesto acá en esta crisis, no vayamos a fallar en este, nuestro momento histórico más importante.
A todos ustedes que están aquí, presentes en esta audiencia, y para ustedes a través de este gran estado, donde quiera que estén escuchando mi voz, quiero con humildad y con toda sinceridad, agradecer su fe en mi.
Prometo que trataré de ser un buen gobernador. Les prometo esto, si Dios me da la sabiduría y la fuerza, seré sincero con ustedes. Seré honesto con ustedes.
Voy a aplicar la vieja regla de nuestros padres, que cualquier cosa que merezca ser defendida, merece que la defendamos en un cien por ciento. Me han enseñado que libertad significa ser libre de cualquier amenaza o temor del gobierno. Yo nací en esa libertad, fui criado en esa libertad. Tengo la intención de vivir en esa libertad, y con la voluntad de Dios, cuando muera, le habré dejado esa libertad a mis hijos, como mi padre me la dejó a mí.
Mi promesa a ustedes de “Levantarse por Alabama,” es un compromiso más fuerte hoy de lo que fue el primer día que hice esa promesa. Voy a “Levantarme por Alabama,” como Gobernador de nuestro Estado, ustedes estén conmigo, y nosotros, juntos, podremos darle un liderazgo valeroso a millones de personas a través de esta nación que mira hacia el Sur en busca de esperanza en esta lucha para ganar y preservar nuestras libertades.
Así me ayude Dios.
Y mi plegaria es que el Padre que reina arriba de nosotros bendiga a todas las personas de este gran Estados soberano y nación, tanto blancos como negros.
Les doy las gracias.
Montgomery, Alabama, Enero 14 de 1963.
GEORGE C. WALLACE

Traducción libre: © www.constitucionweb.com
[1] George Wallace, cuatro veces gobernador de Alabama, encarnó en los Estados Unidos el símbolo del racismo, pero llegó a reconocer sus errores y a pedir perdón. Pasó a la historia por haber sido el gobernador que impidió el ingreso en la Universidad de Alabama, en 1963, de los dos primeros estudiantes negros, después del fin oficial de la segregación racial. Aquellas imágenes de violencia causaron tal impacto en el país que garantizaron el apoyo de la opinión pública a las leyes por los derechos civiles firmadas por el presidente Lyndon Johnson.

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