DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN
Leopoldo Bravo
EN EL ACTO DE TOMA DE POSESION DEL CARGO
EL 11 DE DICIEMBRE DE 1983
En la Ciudad de San Juan, provincia del mismo nombre, de la República Argentina
Honorable Cámara:
Como hace 20 años, en circunstancias similares a las de hoy, por gracia de, Dios y mandato del pueblo de San Juan, hemos venido ante esta Honorable Cámara para expresar el juramento constitucional, y al propio tiempo esbozar, a grandes rasgos, el programa de realizaciones que hemos propuesto al pueblo de la Provincia.
El 30 de octubre próximo pasado, marca, a nuestro juicio, la iniciación de una nueva etapa en la vida institucional del país y de la Provincia, lo cual supone el principio de un período en pos de la reconstrucción moral y material de la República, que en años recientes vivió acontecimientos que conmovieron la vida nacional, tal el caso de la gesta de las Malvinas, a la cual San Juan aportó su cuota de sangre y sacrificio.
Mediante el contacto que a lo largo de estos meses hemos mantenido con todos los sectores del pueblo de San Juan señalamos, una y otra vez, que ningún partido, incluido el que propuso nuestra candidatura, estaba en condiciones de alcanzar, por sí solo, las justas soluciones que reclaman los sanjuaninos y menos aún; concretar un efectivo aporte para que el país todo, supe la dura realidad del presente que arrastramos desde hace décadas.
En función de ello, reiteradamente efectuamos un llamado a todos los sectores populares, ofreciendo públicamente las condiciones para un acuerdo sobre bases éticas y morales, porque consideramos que la de delicada situación del momento exige un adecuado conocimiento de los factores desencadenantes, voluntad política para enfrentarlos y unidad de acción para alcanzar el éxito.
Por sobre nuestras discrepancias nos pertenece por igual el futuro de San Juan, porque en gran medida su suerte será la nuestra.
Por ello consideramos que en nuestro suelo ningún sanjuanino podrá realizarse plenamente, si la provincia no se realiza.
No habremos de solucionar nuestros problemas, ni se concretará la transformación que proponemos, si cada uno, en el ámbito que desarrolla su actividad, no aporta su esfuerzo para que superemos progresivamente nuestra situación de estancamiento.
Tras ese objetivo, reiteramos nuestra convocatoria a todos los sectores de la vida sanjuanina, conceptuamos que nuestra provincia como parte integrante del país, en la cual se refleja la realidad nacional, no podrá encarar las soluciones deseadas solo con el esfuerzo, la imaginación o el tesón de un solo sector, sino que el triunfo será el fruto de la solidaridad y el esfuerzo conjunto de los sanjuaninos.
La provincia se ha puesto en marcha y necesita por lo tanto, de la participación de todos, para que, desde la coincidencia o el disenso, surjan los caminos más aptos para encarar la histórica tarea que nos hemos propuesto desarrollar.
San Juan es la suma de todos los sanjuaninos y cada uno de sus hijos tiene una tarea por ejecutar.
En la hora actual, no cabe entonces el repliegue de ninguno de sus hombres individualmente, o de los grupos sociales sobre sí mismos, pues ello actuaría en desmedro del vínculo que debe unir al cuerpo social y político de San Juan.
Para concretar la reconstrucción integral que paso a paso realizaremos, resulta imprescindible que gobernantes y gobernados estructuremos el lenguaje de todos, el de los grandes objetivos, pues hoy no hay lugar para las banderías parcializadoras que el pueblo no quiere, ni nuestra realidad política acepta.
Ratificamos nuestra vocación federalista, fruto de la convicción republicana y democrática del pueblo de San Juan, con quien, desde siempre, nos sentimos plenamente identificados.
No podíamos en esta oportunidad, dejar de formular una referencia especial a la juventud que en el corto, mediano o largo plazo, tendrá la responsabilidad de conducir los destinos de la Provincia y del país.
Conceptuamos que la instancia que hoy se inicia será positiva, en la medida que el importante sector de la ciudadanía que identificamos, como LA JUVENTUD, se sienta motivada a participar con la seguridad que tiene y que tendrá acceso al desempeño de un papel protagónico.
Ante Vuestra Honorabilidad ratificamos el compromiso asumido con el pueblo de San Juan , de empeñar, desde el gobierno, toda nuestra capacidad y energía en la lucha, por un cambio, que signifique la superación de falsas antinomias y un porvenir inmediato, en el cual nuestra juventud, no sólo pueda ejercer el derecho primario de elegir sino también tener asegurado el acceso al trabajo, al estudio, al perfeccionamiento espiritual y cultural, a la formación de un hogar y a una justa participación de las riquezas.
Con el sentido de un acto de justicia, queremos en esta oportunidad, también, expresar nuestro profundo agradecimiento a la mujer sanjuanina por el apoyo que en todo momento nos ha brindado.
Por otra parte, nuestro reconocimiento a la juventud y a la mujer no sólo se reduce a las palabras, lo cual es bueno, sino a los hechos, que es mejor.
Su participación en funciones de responsabilidad en los tres poderes del Estado, de lo cual es un ejemplo esta Honorable Cámara, nos releva de mayores comentarios.
Dijimos en nuestro contacto con el pueblo y hoy ratificamos en este recinto, que asumimos el pasado histórico del país y de la Provincia con todo su caudal de experiencia, que serán empleadas en la formulación de una política acorde con nuestra tradición y legítimos intereses, convencidos además, que las ideologías políticas no son material de importación y por lo tanto no consultan los reclamos del país.
Consideramos que hemos actuado con responsabilidad, desde el momento que desechamos el fácil camino del halago y de las promesas que jamás se cumplirán.
El pueblo de San Juan conoce o intuye, según el caso, la gravedad de la situación y exige de sus gobernantes y organizaciones políticas una respuesta clara y concreta, acerca de los medios y de los métodos a que se apelará para alcanzar las soluciones propuestas.
Ha llegado la hora de la verdad y para enfrentarla, en todo momento tendremos presente que el bien común es el supremo objetivo de la política.
A quienes se nos ha discernido la responsabilidad de gobernar, pero también a quienes participan de la difícil tarea de conducir, corresponde dar urgente respuesta a la realidad que vivimos; para lo cual es imperioso superar- los pequeños intereses de sector, si no queremos que el pueblo, apelando a otros métodos, opte por un camino sin retorno.
No podemos ignorar la profundidad de nuestra crisis, que tiene como caldo de cultivo un clima de inmoralidad, no solo en el ámbito público, sino también el privado. Con impotencia, el pueblo ha presenciado en estos últimos años el vaciamiento de la economía y las finanzas del país, generalmente a cargo de personajes que, sin pudor, han transitado desde las gerencias de consorcios nacionales y extranjeros, al manejo de nuestra economía.
La historia nos enseña que en los momentos más difíciles del país, las reservas morales irrumpieron en su vida política para rectificar el rumbo, siempre apoyadas por la desarrollada intuición de las mayorías.
A esas reservas, a esa intuición, apelamos para estructurar unidos la provincia y en la parte que nos corresponde, el país que todos queremos.
La gestión de gobierno que hoy iniciamos habrá de cimentarse en tres pilares fundamentales: PROMOCION INDUSTRIAL Y DESARROLLO ECONOMICO; VIVIENDAS Y AREAS DE FONTERA, poniendo especial énfasis la atención prioritaria de la salud, la minoridad e instrucción pública, en la cual nos hemos propuestos alcanzar para nuestra provincia, el grado cero de analfabetismo.
Desarrollo económico – promoción industrial:
Conoce Vuestra Honorabilidad y conoce el pueblo de San Juan, que nuestro incipiente desarrollo económico influye negativamente sobre los restantes sectores del cuerpo social y que, al margen de nuestra ubicación geográfica –de la que no renegamos- nos ha significado con el tiempo transformarnos en una provincia con acentuada dependencia de Buenos Aires, y en lo demográfico, en un centro expulsor de población como lo prueban los millares de comprovincianos que residen desde Ushuaia a Misiones, el centro, el oeste y la Capital Federal.
Nos hemos propuesto corregir progresivamente esta realidad porque en la medida en que San Juan desarrolle cabalmente su potencialidad, podremos ser la gran provincia del oeste central argentino, uno de los nexos naturales con el Pacífico, logrado lo cual, en el año 2000 podríamos estar llegando al millón de habitantes.
En primer lugar, nos referiremos a la viticultura que como cultivo no ha tocado su techo, ni agotado su potencialidad. Fundamentalmente, la cuestión reside en un ordenamiento que, necesariamente primero de ser nacional y luego, completado por las provincias productoras.
Por lo que nos corresponde, hemos dado y daremos los pasos necesarios para apoyar y promover la actividad privada, que tendrá la responsabilidad de optimizar la utilización de todos los usos que la una como alimento admite.
En éste, como en otros rubros de la actividad económica, apoyaremos la difusión y desarrollo del movimiento cooperativo, como lo señala nuestra Constitución Provincial, facilitando dentro de este esquema, la integración vertical de la producción, sin perjuicio de otras formas jurídicas que el sector privado quiera adoptar, siempre con la finalidad de estimular el espíritu de solidaridad y cooperación.
Nos parece oportuno señalar , que buscamos la inserción del Estado en la economía con el objeto de promover la economía privada, que a partir de hoy debe asumir el rol de verdadero motor del desarrollo económico, puesto que de ninguna manera pretendemos sustituir o eliminar la tarea y participación que es propia de los particulares. Por otra parte, este es el espíritu de la ley de promoción económica y desarrollo industrial recientemente sancionado.
Viviendas:
Cuando oportunamente anunciamos que la solución al déficit habitacional tendría carácter prioritario durante el período de gobierno que hoy iniciamos, no nos inspiró una especulación electoral, sino que formulamos ese programa a la ciudadanía porque advertimos, entre otras cosas, que ningún proyecto de transformación económica de nuestra provincia alcanzará el éxito buscado, si previamente no vamos dando solución al problema grave de la vivienda.
Lograr este objetivo significará, asimismo, a nuestro juicio, elevar el nivel social y frenar el éxodo de sanjuaninos hacia otros horizontes, al propio tiempo que, poniendo en marcha el factor multiplicador de la industria de la construcción daremos , como señalamos anteriormente, una base firme para transformar en hechos las leyes de promoción industrial y desarrollo económico y la creación del área de frontera, recientemente sancionadas, en alguna medida por nuestra gestión, pero también por la del gobierno que hoy ha concluido sus funciones.
Una de las primeras iniciativas en este terreno consistirá en enviar a consideración de Vuestra Honorabilidad sendos proyectos de ley, mediante los cuales, en cumplimiento del artículo 32 de la Constitución de la Provincia, instituiremos legalmente el régimen denominado “LOTE-HOGAR”; cuya finalidad será posibilitar la construcción de un núcleo de vivienda mínima, en terreno propio y que estará, destinado, en especial, a los millares de familias sanjuaninas cuyo nivel de ingresos no les permite acceder a ninguno de los planes de viviendas en vigencia.
Además, mediante una adecuada actualizaci6n, pondremos en vigencia el sistema de ahorro y préstamo para la vivienda, que instituimos en los últimos meses de nuestro primer gobierno constitucional y que, por diversas circunstancias, fue dejado en el olvido.
Queremos recordar ante Vuestra Honorabilidad, lo que una y otra vez dijimos durante el desarrollo de nuestra campaña de esclarecimiento.
Con absoluto realismo nos abocaremos a solucionar la cuestión de la vivienda, para lo cual recurriremos, no solo a los planes mencionados, que se perfeccionarán y/o modificarán tantas y cuantas veces sea necesario, sino también a los sistemas actuales y a los que ponga en vigencia el gobierno de la Nación.
Ateniéndonos a un orden de prioridades, se dará preferencia a los sectores más necesitados, teniendo en cuenta los matrimonios con familia numerosa y a los matrimonios jóvenes, pero continuando en una escala ascendente, se dará paulatina soluci6n a todos los estratos de la sociedad sanjuanina.
Para concretar la iniciativa del Lote-Hogar, el gobierno pondrá en disponibilidad los terrenos fiscales no destinados a una finalidad específica.
A través de la Secretaría de Vivienda se proporcionará ayuda y dirección técnica, pero también apelaremos al sentimiento de solidaridad que los sanjuaninos ponemos en acción toda vez que nos convoca una iniciativa de bien común.
Los Municipios, por su contacto directo con los vecinos, desempeñaran un rol de primera línea en la consecución de este objetivo, no solo mediante el relevamiento de necesidades y el aporte de sus medios disponibles, sino también facilitando la subdivisión de la tierra destinada a la construcción de la vivienda propia.
Los servicios de infraestructura demandarán también un esfuerzo mancomunado, pero sin lugar a dudas, significará un paso adelante para las familias que vayan accediendo a la propiedad del suelo y de la vivienda.
Por otra parto, queremos señalar que nuestro esfuerzo y el del pueblo para dar solución a este problema se pondrá en movimiento donde sea necesario, tanto en las zonas urbanas, rurales, como en los más apartados lugares de la Provincia, porque uno de los objetivos de este proyecto es estimular el apego de los pobladores a su tierra, porque sin la presencia y participación del hombre, de la familia y de la juventud, todo proyecto de transformación económica, no pasaría de los límites de su mera formulación.
Área de Frontera:
En forma reiterada, por distintos medios y en diversas oportunidades, y nosotros mismos en nuestra propuesta al pueblo de San Juan, nos hemos referido a la necesidad de diversificar las fuentes de nuestra economía, hasta hoy preponderantemente basada en la vitivinicultura.
Nos parece oportuno destacar, que proyectar la extensión del accionar de gobierno hacia otros campos, hasta hoy escasamente aprovechados y en cierta medida no integrados al quehacer provincial, en manera alguna significa minimizar la importancia, o postergar las posibilidades de progreso de nuestra industria madre, para lo cual -como está demostrado- el Valle de Tulum ofrece cualidades ecológicas de excepción. Del tema, efectuaremos una mención especial en el capítulo correspondiente.
Hemos proyectado movilizar paulatinamente el inmenso potencial agrícola, ganadero y minero de los valles andinos y alto andinos de los Departamentos de Iglesia, Calingasta y Jáchal, que paradójicamente constituyen en nuestra provincia, uno de los sectores en retroceso.
Con vistas a proveer los medios que posibiliten una solución de carácter permanente para estos departamentos, en el año 1981 el gobierno de San Juan inició gestiones ante el Poder Ejecutivo Nacional, para que se creara un “área de frontera” en nuestra provincia, de acuerdo a lo dispuesto por las leyes nacionales números 18.575 y 21.431. Esas gestiones las intensificamos durante nuestro gobierno y han culminado con éxitos hace un par de meses
Estamos persuadidos y la experiencia nos lo demuestra, que las leyes por buenas que sean, por sí solas, no pasan de ser un instrumento que reclaman del factor humano la indispensable decisión para ponerlas en práctica.
En función de ello, en la nueva ley de ministerios se previó la creación de una Secretaría de Área de Frontera, con directa dependencia, del Poder Ejecutivo y que en el plazo mas breve posible, propondrá las medidas necesarias para que la creación de nuestra área de frontera, no se transforme en una declaración intrascendente.
Cuando decidimos que unos de los pilares en que se fundamentaría nuestra acción de Gobierno sería el promover el desarrollo de nuestros departamentos del oeste, no lo proyectamos por una cuestión de tipo emocional, sino respaldados en antecedentes históricos y en resultado de estudios realizados, o en vías de concreción.
En una palabra, creemos haber procedido con absoluto realismo.
Consideramos que no es el momento para ofrecer una detallada información sobre la real potencialidad de los departamentos Iglesia, Calingasta y Jáchal, para no extendernos en demasía sobre el tema, pero a modo de simple referencia cabe, por ejemplo, señalar que, en el presupuesto provincial del año 1863, en el rubro cálculos de recursos, se asignaba al impuesto de invernada la suma de 75 mil pesos, lo cual a valores corrientes de la época, sobre un total de 111.599 pesos, representan casi el 70 por ciento del total de los recursos del erario provincial.
Con el correr de los años, un poco por el olvido de los sanjuaninos, pero mucho también por la influencia de la política aduanera manejada desde Buenos Aires, derivó en que el 49,3 por ciento de nuestro territorio provincial no gravitara en el desarrollo económico y social de San Juan y que, como primera consecuencia palpable, se convirtiera en la zona de menor densidad geográfica, con 0,3 por ciento habitantes por kilómetro cuadrado.
Gracias de Dios, los tiempos, los hombres y las perspectivas han cambiado. Estamos decididos a revertir progresiva e integralmente la actual realidad de nuestra área de frontera.
Contribuirán al logro de ese objetivo, la paulatina aplicación de la ley nacional número 18.575 y las que en tal sentido se han dictado, o se dictaren en el futuro. A ello agregaremos en la medida que corresponda, los beneficios de la ley de promoción industrial, cuya sanción en su momento, no sólo apoyamos con expresiones de deseo, todo lo cual aunado a la voluntad de hacer de los sanjuaninos, serán los factores básicos para promover el desarrollo integral de nuestra provincia.
El gobierno no escatimará esfuerzos para el logro del objetivo propuesto; Brindaremos las condiciones para que el aporte de la iniciativa privada sea una realidad; gestionaremos cuanta decisión sea necesaria obtener del gobierno nacional, de las grandes empresas del estado y de otros organismos oficiales y privados; apelaremos a la contribución técnico-científico de nuestra casa de altos estudios; descontamos, desde luego la dedicación de nuestras legisladores nacionales y provinciales, de los funcionarios y empleados.
Todo este esfuerzo, que impulsaremos fundamentalmente supone la colaboración del pueblo de San Juan y de sus diversas instituciones.
En última instancia, conceptuamos que la concreción de los propósitos enunciados en lo que hace a nuestra área de frontera, más que el lucimiento del gobierno que no hará otra cosa que cumplir con su deber, significará el triunfo del pueblo de San Juan, en lo cual estamos todos empeñados.
Salud Pública:
En el ámbito de la salud nos hemos propuesto una real transformación en la medicina asistencial en nuestra provincia.
Para ello reasumiremos la responsabilidad de organizar y orientar la atención médica para ponerla al alcance de todos los sectores sociales de San Juan y que además, habrá de llegar a todos los rincones de la provincia.
Dentro de estos principios, tendrá prioridad la atención del niño, la mujer embarazada, los discapacitados, la clase pasiva y el contralor de las enfermedades endémicas.
En función de ello, en el proyecto de ley de presupuesto que será sometido a consideración de Vuestra Honorabilidad, hemos previsto un adecuado incremento con destino a la atención del rubro salud, tal cual lo prometimos durante la campaña de esclarecimiento.
En este campo, los problemas por resolver son de variado carácter y van desde el primordial factor humano, a cuestiones de orden técnico y también financiero.
Queremos señalar en este aspecto, que consideramos a los medicamentos como un bien social que debe estar al alcance de todos, por lo cual aseguraremos progresivamente, su provisión, a través del servicio hospitalario.
Para alcanzar los objetivos propuestos, nos parece oportuno anticipar que actualizaremos, modificaremos y/o implementaremos las disposiciones de carácter legal o administrativo que fuere menester.
Tenemos también como objetivo orientar y fortalecer el sistema de obras sociales, de modo que estén en condiciones de cumplir cabalmente con la finalidad de su creación.
Por otra parte, hemos decidido transformar el hospital público, en un verdadero y moderno centro asistencial, el cual sin desmedro para nadie, estará al servicio de todos.
Además, será respetado el derecho del paciente a la libre elección del médico, o equipo médico, como así también el libre ejercicio de la profesión, dentro de un marco legal de carrera médico-hospitalaria que se traduzca en una prestación ágil y eficiente, en función de las necesidades de la población.
Por último, queremos destacar que la salud pública en todos sus aspectos, en nuestra área de frontera, tema al cual específicamente ya nos referirnos, tendrá especial consideración y allí, como en todas las zonas rurales de la provincia, los agentes sanitarios serán el brazo largo del hospital yendo en busca del paciente.
Instrucción Pública:
Es nuestro propósito fortalecer, expandir y actualizar el sistema educativo y cultural para hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades de los ciudadanos y eliminar definitivamente el analfabetismo.
Nuestra acción estará orientada a atender los requerimientos de todos los niveles de enseñanza que dependen del gobierno provincial, efectuando los ajustes necesarios para garantizar un adecuado desarrollo del quehacer educativo.
Pero fundamentalmente, asumimos el público y formal compromiso, de vigilar permanentemente el estado de nutrición escolar y arbitrar los medios para erradicar, definitivamente, el déficit alimentario que provoca un alarmante impacto en el desarrollo del aprendizaje. No podemos hablar de educación si no hablamos de un apropiado nivel de alimentación.
Coincidentemente, se estructuraran programas, que, con auténtico contenido nacional y cristiano, contemplen al mismo tiempo el factor económico de la familia y el alumno.
Por otra parte, no se escatimarán esfuerzos para asegurar la existencia de establecimientos educativos en la cantidad necesaria, sobre todo en las zonas marginales, privilegiando las escuelas rurales y en el área de frontera.
Jerarquizar la función docente, en todos sus trascendentales aspectos, será otro de nuestros objetivos prioritarios. Para ello no sólo se asignarán recursos suficientes, sino que transformaremos en Secretaría de Estado a la actual Subsecretaría de Instrucción Pública.
Asimismo la autonomía del área escolar será restaurada mediante el pleno ejercicio de las facultades que le competen al Honorable Consejo General de Educación.
Cultura:
En materia cultural sostendremos una política tendiente a proteger los valores de nuestro ser nacional.
Mediante una adecuada evaluación, se determinará el estado y necesidades de cada Municipio en esta área, creando en ellos centros departamentales de cultura, o en su caso, jerarquizando los que existen, a fin de que cada comunidad fije libremente las prioridades de su zona y al mismo tiempo pueda aportar las manifestaciones que genuinamente le son propias.
Estos centros actuarán como nexos con la Dirección de Cultura, la que brindará la asistencia y apoyo necesario.
Por otra parte y en la medida que las posibilidades lo permitan, se tenderá a la creación de elencos estables en las disciplinas artísticas con menor desarrollo hasta el momento, poniendo énfasis en la jerarquización de las bibliotecas y en el funcionamiento del mercado artesanal provincial, revalorizando el trabajo del artesano rural, para que su tarea sea rentable y digno medio de vida, como sucede en otros lugares del país.
Finalmente y como lo señaláramos en oportunidad de la realización del Primer Congreso Latinoamericano de Cultura, bregaremos para que nuestro accionar no quede limitado exclusivamente a las expresiones culturales que derivan de la filosofía, las letras y el arte, sino que se extienda a todos los ámbitos del quehacer del hombre iberoamericano, como medio de auténtico y sincero acercamiento e integración de nuestros pueblos.
Industrias de Base Agraria y Ganadería:
Un aprovechamiento racional de las riquezas que en potencia nos ofrece nuestro suelo, nos enseña la necesidad de ampliar adecuadamente las bases de sustentación de nuestra economía, que en primer lugar lograremos en la medida que la actividad del campo se oriente hacia la producción de materias primas para industrias de base agraria, no competitivas con otras regiones del país y de gran aceptación en los mercados internos y externos, en lo cual tenemos experiencia, tal el caso del algodón de fibra mediana - larga y la producción de semilla.
Consideramos que esta actividad será factor complementario para el desarrollo de los valles andinos en especial y que, por sus condiciones ecológicas pueden obtener productos de alta calidad, que se traducen en importantes ingresos estacionarios.
Gestionaremos de la Nación reconozca a nuestros valles andinos como zona semillera y además impulsaremos el aspecto de la investigación y la experimentación, para poner a disposición del productor de semillas, no solo de alto potencial genético, sino también de nuevas variedades hortícolas para la industria.
La actividad ganadera también será incorporada a la economía provincial, para lo cual estimularemos su desarrollo en los valles andinos y alto andinos, además de Jáchal y Valle Fértil, que reconocen un pasado mejor basado en las explotaciones pecuarias.
Esta iniciativa se insertará en la proyectada extensión de la ganadería a las zonas marginales, como lo ha anunciado el gobierno de la Nación.
Adecuaremos, perfeccionaremos, o crearemos los mecanismos apropiados para que el productor de nuestro campo reciba la parte que en justicia le corresponde. Para ello, entre otras cosas, promoveremos una mayor y directa participación en los grandes mercados del país y del exterior.
Turismo:
No escapa al elevado criterio de Vuestra Honorabilidad que el moderno fenómeno del turismo para diversos países y regiones es el principal factor de recursos financieros, con la ventaja de la dispersión del ingreso que genera por el apreciable número de servicios personales que demanda.
San Juan posee excelentes recursos susceptibles de ser incorporados a la industria turística, en la cual el papel del estado se limitará a preservar ese patrimonio, resguardar el interés general y proveer los medios para que la actividad privada logre en la materia un adecuado desarrollo.
Sólo subsidiariamente y en forma transitoria, el estado participará en la explotación de esta actividad económica.
En este sentido cabe señalar, por ejemplo, que el mantenimiento y extensión de la actual red vial provincial pavimentada, como la que se incorporará en un futuro próximo, tal el caso de la ruta número 412 que une las villas de Calingasta e Iglesia, contribuirá a movilizar el potencial económico de esos departamentos, y facilitará además, el acceso a sus centros de interés turístico.
En una palabra, nuestra red vial perfeccionará su papel de factor comunicador y de desarrollo de la industria turística, pero ésta, además, necesitará de una adecuada difusión en el país y en el exterior.
Minería:
Consideramos que en la industria extractiva, está el genuino y futuro desarrollo integral de nuestra provincia.
En este terreno se han dado algunos pasos que vislumbran ese futuro promisorio, pero de todas maneras tenemos problemas por resolver.
Como decisión inicial gestionaremos del Consejo Federal de Inversiones, se cumpla el convenio destinado a realizar el inventario minero de la provincia, porque a partir de allí, vamos a poder concretar una acción orgánica y sostenida.
Cabe señalar que nuestra provincia pasee un extraordinario potencial, en volumen y calidad, de minerales no metalíferos, tales como las calizas, calcitas, mármoles, dolomitas, arcillas y bentonitas, algunas de las cuales en su explotación aplican avanzada tecnología produciendo materias primas para infinidad de industrias radicadas en los más diversos lugares del país.
De todas maneras, uno de nuestros objetivos es incorporarnos a la minería metalífera.
Como complemento indispensable de estas iniciativas, gestionaremos el cumplimento del Decreto Número 5340/63 y de la ley nacional número 8875 conocidas como "Compre Argentino" y "Contrate Nacional" respectivamente.
Estamos convencidos, por ora parte, que el desarrollo de la pequeña y mediana minería, en un futuro cercano será la base de los grandes emprendimientos y de la transformación económica que buscamos.
Como no podría ser de otra manera el estado apoyará decididamente como lo ha hecho mediante la ley provincial de promoción minera, las que surgen de las disposiciones actuales del gobierno nacional y el eventual apoyo del Plan San Juan de la Subsecretaría de Minería de la Nación y de nuestro Departamento de Minería, toda iniciativa de la actividad privada teniendo en cuenta que esta tiene en la industria extractiva, un campo de acción ilimitado.
Recursos Hídricos y Energía:
La limitada disponibilidad de recursos hídricos en nuestra provincia, nos demuestra, sin mayores consideraciones, la necesidad de acentuar su racional aprovechamiento, optimizar el uso conjunto de aguas subterráneas y de superficie, estudiar el grado de influencia de la industria en la contaminación del recurso y el reuso de efluentes, todo lo cual significa una tarea de gobierno de carácter permanente.
Será necesario, además, en función del objetivo de asentar poblaciones y promover el desarrollo, ampliar el estudio de los valles intermontanos, de las cuencas menores y cerradas y de los ríos Jáchal y San Juan sin descuidar por cierto estudios de nivología y glaciología con la finalidad de cuantificar el recurso de la alta cordillera.
De todas maneras, estamos plenamente convencidos que sólo utilizando racionalmente el recurso, el desarrollo industrial que proponemos podrá ser alcanzado en la medida que dispongamos de suficiente energía generada en nuestra provincia.
Por ello consideramos apropiado el momento, para reiterar que haremos todo lo posible para iniciar durante nuestro mandato la presa El Tambolar, uno de los grandes aprovechamientos de múltiple finalidad que admite el río San Juan.
Gestionaremos de la nación un tratamiento prioritario para esta gran obra, mientras concluyen los estudios del proyecto definitivo.
Otro gran aprovechamiento hidroenergético sobre nuestro principal río está dado por la presa de El Horcajo, cuya construcción licitamos y adjudicamos en el mes de junio de 1966 en ocasión de nuestro primer gobierno constitucional, coincidente con la gestión presidencial del Doctor Arturo Illia.
Como es de conocimiento de Vuestra Honorabilidad, por cuestiones de orden institucional, no alcanzamos a suscribir el correspondiente contrato.
Más tarde, por cambios en la política energética, se dejó de lado ese gran proyecto, en cuya actualización nos empeñaremos en este gobierno.
Queremos recordar, que tras el objetivo de disponer de energía propia, se encuentra en construcción la central hidroeléctrica de pie de presa de Ullúm, la cual, de acuerdo a lo previsto, entrará en servicio a fines de 1985m o principios de 1986.
Esta central cuya capacidad de generación es de 50 megavatios, significará un rédito anual de 6 millones de dólares, aproximadamente.
Hemos proyectado también aprovechamiento de pequeña y mediana envergadura, sobre nuestros cursos de agua, tema sobre el cual disponemos de múltiples antecedentes, tanto en el valle de Tulúm, como Zonda, Calingasta, Iglesia y Jáchal, en algunos casos, para obtener energía eléctrica, en otros, para mover la rueda de los molinos de cereales y mineros.
En su época, estos aprovechamientos significaron llevar la industria a las zonas productoras de materias primas, pero en lugar de perfeccionarlos, los abandonaron hasta dejarlos perder.
Nuestro propósito es completar en el menor tiempo posible, inventario de eventuales aprovechamientos, clasificarlos, ordenarlos, e inmediatamente lanzarnos a este tipo de realizaciones.
Finalmente, queremos señalar que tenemos plena conciencia de la responsabilidad que se nos ha conferido, como así también, de la complejidad y profundidad de los problemas que debemos afrontar.
Con la ayuda de Dios, la colaboración de Vuestra Honorabi¬lidad y de todo el pueblo de San Juan, podemos esperar un futuro promisorio.
Por nuestra parte, tenemos la decisión de encarar la tarea encomendada, sin reparar en peligros, ni retacear el esfuerzo personal. Cuando así lo resolvimos, tuvimos presente el aforismo del Padre de la patria que nos dice, que las empresas se han hecho para los hombres de coraje. Durante la campaña de esclarecimiento nuestra educación política utilizó el lema: “Pongamos una estrella en la urna", a la par que una y otra vez efectuamos un llamado a la concordia, a la mutua colaboración, que hoy reiteramos.
Los sanjuaninos respondieron plenamente a ese llamado, lo cual hoy nos permite afirmar que quien a triunfado -sin exclusiones- es el pueblo de San Juan, para quien renació la esperanza, por que en su firmamento, la buena estrella vuelve a brillar con renovado fulgor, para toda la familia sanjuanina. Gracias.
LEOPOLDO BRAVO
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