MENSAJE
DEL
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ARGENTINA
José Figueroa Alcorta
AL ABRIR LAS SESIONES DEL CONGRESO NACIONAL
EN DE MAYO DE 1907
En la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina
SEÑORES SENADORES, SEÑORES DIPUTADOS:
En cumplimiento de un deber constitucionalmente establecido, me propongo daros cuenta del estado general de la Nación, al inaugurar el período ordinario de vuestras sesiones legislativas.
El cuadro de la actualidad nacional ofrece en su conjunto una demostración tan concluyente de energía, de vitalidad y de expansión progresiva, que satisface las más optimistas previsiones del cálculo económico, y halaga las más extremas exigencias del patriotismo.
La prosperidad y el adelanto en todos los órdenes de la vida orgánica argentina, son hechos impuestos a la consideración de propios y extraños, con caracteres perfectamente definidos; el desenvolvimiento es pleno, franco, sin restricciones ni artificios; el país crece, progresa y acentúa cada día con más vigor su influencia económica en el concierto mundial de la producción y la riqueza; y como lo haré notar en el detalle de las grandes síntesis que consignaré más adelante, esta evolución de crecimiento se realiza en forma y términos que vence todas las dificultades, domina los mayores obstáculos y se abre paso con demostraciones de capacidad vital realmente excepcionales.
A esta situación de progreso y de estabilidad efectiva en el orden de la economía material, puede y debe corresponder una situación equivalente de adelanto positivo, en el desenvolvimiento moral y político del país, y apresurémonos a decir que no hay nada fundamental que obste a la realización de ese paralelismo de fuerzas colectivas, que es en realidad la aspiración y el desiderátum de los pueblos civilizados.
El ejercicio de las instituciones políticas que nos rigen, sólo responde, en general, al concepto legal de las mismas, con deficiencias, errores o imperfecciones que es necesario subsanar y corregir con decisión, de buena fe y de buena voluntad, inspirándonos gobiernos y partidos, ciudadanos y funcionarios, en los grandes intereses que afecta y en las graves responsabilidades que impone el régimen de las instituciones libres, según sean ellas practicadas en su esencia y en su forma.
Ninguna aspiración tan legítima como la de radicar en los hechos el precepto legal de nuestro régimen; ningún propósito mejor determinado, ningún anhelo público más alto y más justo que el de fundar el gobierno sobre la base firme de las instituciones practicadas de verdad, leal y honestamente, sin reatos ni limitaciones ilícitas; y a esa noble aspiración de progreso político nos encaminamos en la jornada sin tregua del civismo, mal grado las resistencias de las malas artes electorales y los errores de los impacientes que pretenden sustituir una trasgresión por otra, con menoscabo irreparable de los grandes intereses morales y materiales del país, y colocando la cuestión fuera del terreno legal, en el que tiene ineludiblemente que resolverse.
La cultura política y el progreso institucional que alcanzamos, son, pues, sólo relativos, si bien el despertamiento cívico que los impulsa permite esperar una radicación más expansiva y de mayor firmeza en adelante, a condición de que procuremos obtener el mejoramiento propuesto como producto sano de un organismo vigoroso, como función normal, regular, tranquila y ordenada, sin espasmos ni violencias, que resultan notoriamente anacrónicas en la fecha cercana del centenario de nuestra vida de pueblo independiente y soberano.
He de insistir, pues, con fundada convicción, en la necesidad que señalé en mi programa, de propender al desenvolvimiento evolutivo de una política reparadora de verdad institucional, corrigiendo y extirpando defectos, subsanando inconvenientes y deficiencias, ampliando garantías y seguridades del mecanismo electoral, proveyendo con la más franca amplitud a todas las exigencias del comicio libre y a todos los procedimientos de extirpación del fraude, pero todo ello al amparo de la ley, por los medios y resortes legítimos del mismo régimen, con exclusión lógica de los factores de perturbación y de violencia, que, como entonces dije, son agentes generadores de despotismos y de anarquía.
El sentimiento público es manifiestamente contrario a la tendencia malsana de desviación del camino de las urnas para tomar la senda estrecha de las insurrecciones, no siempre determinadas por ideales confesables; se tiene fe en la acción permanente y constante, en la influencia eficaz y decisiva de las fuerzas vivas de la opinión, que actuando perseverantes y organizadas tienen que concluir fatalmente por imponerse y determinar el coronamiento de la obra de progreso político a que aspiramos, y pudiera excusarme de agregar, que comparto esas ideas y aspiraciones con el firme convencimiento de que está en ellas la verdad, y de que fuera de su órbita de acción no cabe sino lo transgresivo y lo arbitrario.
Mientras tanto, cumple a mi deber y a mi derecho afirmar, que en cuanto depende del ejercicio legal y político de mis facultades y atribuciones constitucionales, he llenado al respecto mi misión, haciendo efectivas las garantías ofrecidas de imparcialidad partidista, de respeto por las leyes, de fidelidad a mis declaraciones y principios, y al consignar esta actitud sólo tengo el propósito de reiterar la seguridad de que he de perseverar invariablemente en ella, sean cuales fueren los obstáculos y dificultades que se le opongan .
INTERIOR
La situación política se ha desenvuelto dentro de la más completa armonía de los poderes, así como de las relaciones de la Nación con las provincias y de éstas entre sí. Se ha mantenido, en general, incólume el orden público que el país requiere para dar impulso a su desarrollo y para utilizar mejor sus fuerzas vivas, fuente de nuestro progreso material y de nuestra civilización. La provincia de San Juan, sin embargo, se ha señalado como una excepción a la regla, con el estallido revolucionario del día 7 de Febrero último. El P. E., en uso de las facultades que le son propias durante el receso de vuestras sesiones, se apresuró a intervenir la provincia convulsionada, de conformidad estricta con los preceptos consagrados por la Constitución.
Guiado por el propósito de asentar sobre bases sólidas los poderes de San Juan, y de hacer efectivas las garantías y derechos, que forman la esencia del régimen republicano de gobierno, el P. E. se preocupó de designar un interventor nacional ajeno a las luchas partidistas y extraño a las pasiones de la política activa, que pudiera encarar los graves problemas locales con la imparcial ecuanimidad de un magistrado recto.
Ha desempeñado ese funcionario su mandato de acuerdo con las instrucciones que se le impartieron que, en síntesis, le imponían encuadrar su conducta dentro de las leyes fundamentales y secundarias de la Nación y de la provincia, y dentro del respeto debido a los intereses colectivos de la sociedad y a las prerrogativas del ciudadano, de manera de procurar que las autoridades reposaran sobre el pedestal amplio y seguro de la opinión.
Las elecciones se han producido en plena libertad, y es de esperar que el Gobierno surgido al amparo de estas garantías, responda a los grandes fines de paz y de prosperidad que se han tenido en mira, y que el pueblo todo, sin exclusiones odiosas, ni mezquinas divergencias, trabaje por afianzar el bienestar y el orden en la provincia.
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El pueblo de la Nación será llamado a ejercer sus derechos políticos en los comicios en la próxima renovación de la H. Cámara de Diputados, y a fin de rodear el acto de las garantías necesarias, despojándolo de los múltiples inconvenientes que la experiencia ha revelado, encarezco a V. H., la necesidad de prestar atención preferente al proyecto de reformas de la ley electoral que tuve oportunidad de presentaros en el pasado período de vuestras sesiones.
Pienso que la ley electoral debe ser objeto de continuados estudios, que permitan corregir con enmiendas parciales y sucesivas los defectos que rigen el sufragio se hallan en elaboración incesante. La observación que la práctica señale. Puede decirse que en todas partes, las normas de los hechos, las modalidades propias de cada país y los hábitos políticos, determinan las reglas más adecuadas para aproximarse al régimen de verdad y de pureza que debe ser el desiderátum de pueblos y gobiernos.
Tengo la íntima persuasión de que V. H., animado de idénticos propósitos, dictará este año disposiciones electorales, destinadas a combatir, siquiera sean las deficiencias más salientes de la ley que rige en la actualidad.
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La historia de nuestra evolución institucional y la deficiencia de los conocimientos geográficos cuando se fundaron diversas ciudades del interior que formaron después en la República núcleos centrales de Estados autonómicos, hicieron indispensable la cláusula inserta en el inciso 14, artículo 67 de la Constitución que autoriza a V. H. a fijar los límites de las provincias.
En virtud del ejercicio de esta prescripción previsora y en virtud también de arreglos directos y convenios arbítrales, han sido ya demarcadas, transitoria o definitivamente, muchas fronteras de provincias y territorios; pero quedan aún algunas indefinidas, que dan margen a debates y conflictos, a dificultades y tropiezos, cuya importancia aumenta con el desarrollo de las industrias y el mayor aprovechamiento del suelo. Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, discuten todavía sus límites jurisdiccionales, sin haber logrado salvar las dificultades del caso.
Me propongo activar la solución de estas cuestiones en la órbita de mis facultades. A ese fin, reuniré los datos y antecedentes que permitan aquilatar los derechos alegados por las partes, y someteré a la consideración de V. H., un proyecto que determine, de una vez por todas, los límites de las provincias, procurando en cuanto sea posible, armonizar los intereses encontrados y establecer compensaciones equitativas. Si V. H. le presta su aprobación, se salvarán multitud de obstáculos opuestos a la administración regular de tierras cuyo dominio eminente se encuentra en tela de controversia.
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La celebración del centenario de la independencia se aproxima y no ha sido posible hasta ahora dar impulso a los trabajos que requiere para corresponder a los elevados sentimientos que la determinan, a su significación histórica y a las justas expectativas de la opinión.
La comisión nombrada por el P. E. ha desempeñado sus tareas con laudable empeño, analizando minuciosamente proyectos y programas. y ha condensado sus ideas en resoluciones concretas, cuya aprobación final está subordinada a la sanción de V. H.
A fin de no demorar los estudios preliminares, V. H. autorizó al P. E. a invertir en ellos las sumas que se reputaron indispensables, y si bien, en tal virtud, ha sido posible dar algún impulso a trabajos preparatorios, es por demás evidente la necesidad de comenzar a la mayor brevedad, la ejecución de obras definitivas, pues de otra manera, hay peligro de no terminarlas, en la magnitud que el sentimiento nacional reclama, durante el corto lapso de tiempo que nos separa de la fecha de la conmemoración.
Para determinar el plan general y dar principio a los trabajos efectivos, sólo falta dar fuerza de ley a la iniciativa pendiente de vuestra ilustrada consideración. Confío, en consecuencia, en que merecerá la atención especial de V. H. en las presentes sesiones para no malograr propósitos que están en el ánimo de todos y que responden a trascendentales móviles de patriotismo, de justicia histórica y de verdadera conveniencia pública.
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Los servicios de Correos y Telégrafos se han desenvuelto en armonía con los progresos generales del país, pero la acción pública tiene que ser, en cuanto a ellos, constante y activa, a fin de responder a las exigencias, siempre crecientes, del desarrollo social y económico de la República.
Las estadísticas de 1906 revelan resultados superiores a los cálculos más optimistas. Han circulado 552.014.897 piezas postales, lo que representa un aumento de 51.627.034 sobre el movimiento del año anterior. Se han transmitido, por las líneas del Telégrafo de la Nación, 9.977.887 de despachos contra 8.934.652 expedidos durante el año 1905; y la renta, que se estimó en $ 8.000.000 para el pasado ejercicio, ha alcanzado a $ 9.086.593.41 m/n., es decir, ha superado en $ 1.086.593.41 m/n. a las previsiones administrativas.
En. cumplimiento de leyes dictadas por V. H., la red telegráfica existente, que es todavía demasiado limitada en parangón a las necesidades, ha sido extendida en 398 kilómetros de línea y en 1668 kilómetros de conductores, abarcando en la actualidad un total de 24.757 kilómetros de línea, con un desarrollo de 55.283 kilómetros de conductores Se han abierto, además, al servicio público 88 nuevas oficinas, lo que eleva el total de las que hoy funcionan a 2.012, número que debe ampliarse, en la medida que los recursos lo permitan, porque el incremento de la población y el desenvolvimiento industrial en la vasta extensión del territorio reclaman día a día mayores elementos de este servicio de vital trascendencia.
Durante el año en curso, se realizarán diversos trabajos, de acuerdo con las prescripciones de la ley Nº 4641 y las cláusulas del presupuesto en vigor. Se construirá la línea entre Saavedra y Bahía Blanca; se aumentará un conductor entre Tucumán y Recreo y dos conductores entre San Agustín y Córdoba y se adquirirán y colocarán nuevos cables subterráneos.
Han sido ya salvadas las dificultades que se oponían a la continuación del edificio destinado a la casa central de Correos y Telégrafos, que es indispensable para el funcionamiento regular de una repartición tan vasta y tan compleja. El local que hoy ocupa estrecho e inadecuado demanda un gasto considerable por concepto de alquileres, e impide adoptar muchas medidas que redundarán en otras tantas mejoras del servicio. Me propongo impulsar, dentro de las partidas votadas por V .H. en el presupuesto vigente, las obras comenzadas y suspendidas durante tanto tiempo, hasta dotar a la Dirección de Correos y Telégrafos del edificio que imperiosas necesidades aconsejan y reclaman.
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Como consecuencia del marcado progreso de la educación y de la cultura, se facilita cada vez más la acción de la policía de la capital, con la cooperación del público que la presta hoy, eficaz y amplia, en las delicadas tareas de salvaguardar la vida, el honor y la propiedad de los habitantes.
El desarrollo extraordinario de esta ciudad en población, industrias, comercio y actividad en general, ha aconsejado reformas importantes en la repartición para amoldarla a las exigencias siempre crecientes de la misión tutelar que le está confiada, y ha estimulado la preocupación de seleccionar el personal, a cuyo fin se han adoptado medidas que espero responderán a los objetivos que se han tenido en mira.
La rama de investigaciones, una de las más importantes de la institución, ha acentuado sus progresos en organización y eficacia, distinguiéndose en la vigilancia preventiva del elemento antisocial, en el éxito de su acción represiva como auxiliar de la justicia, y en su prudente observación de los movimientos obreros. Dentro de poco, estará en condiciones de preparar cédulas de identidad, que proporcionarán beneficios considerables a la población y que significarán nuevos vínculos entre la policía y el pueblo.
Me es grato consignar que del punto de vista del orden y de la seguridad, los resultados de la acción policial son francamente halagüeños. Las cuestiones obreras que en años anteriores conmovieron profundamente la tranquilidad general, se han desenvuelto sin dificultades mayores, al amparo de una garantía imparcial por parte de la autoridad que se ha limitado a salvaguardar con prudencia, pero también con energía, el orden y el ejercicio de derechos legítimos, en su mayor amplitud. El delito de sangre, que hace diez años daba el 3.57 por millar de habitantes, arroja hoy un 2.96 para igual proporción, y tiende a disminuir por la persecución y la represión enérgicas del uso de armas. El delito contra la propiedad que en 1897 era de 6.10 por mil habitantes, y que se mantuvo, con pequeñas alternativas, en la misma proporción hasta 1902, empezó a decrecer después de la reforma del Código Penal hasta llegar hoy a un 3.45 por mil.
La policía lucha, además, en la escasa medida de sus atribuciones y recursos a tal respecto, contra el mal creciente de la infancia desvalida, que, sin hogar ni educación, inunda por centenares las calles de la capital y que, en un futuro próximo, si no se le pone remedio eficaz; se habrá transformado en un grave peligro para nuestra sociabilidad, por la atmósfera de vicio en que se desenvuelve y que la prepara fatalmente para la delincuencia y la cárcel. Me preocupo seriamente de este problema, cuya solución más práctica será, tal vez, la de instalar colonias agrícolas donde estos niños desgraciados puedan convertirse en elementos de civilización y de trabajo.
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El Departamento Nacional del Trabajo, creado por V. H. en la ley de presupuesto del corriente año, fue instalado por decreto de 14 de Marzo último, y ha empezado ya sus tareas.
Os presentaré en breve un proyecto de ley orgánica que fije definitivamente sus atribuciones. Entre tanto, el Poder Ejecutivo le ha conferido las que tienen, por regla general, las oficinas similares de las demás naciones, y especialmente la de los Estados Unidos, creada en 1884, que por ser la más antigua, ha servido de modelo a casi todas las que funcionan en Europa.
La misión principal de las instituciones de este género es coleccionar materiales para la legislación del trabajo y para la mejor inteligencia de las cuestiones sociales, económicas y jurídicas que surgen de la vida industrial y afectan. la suerte de los trabajadores. Son oficinas técnicas, de estudio, de investigación y de consulta.
En esta virtud, el Departamento Nacional del Trabajo ha recibido encargo de reunir, coordinar y publicar estadísticas e informaciones relativas a las condiciones del trabajo en la República, y a los medios de promover la prosperidad material, social, intelectual y moral de los trabajadores.
La necesidad de legislar sobre estos asuntos es notoria. Se producen a cada momento en las fábricas, talleres y establecimientos mercantiles, contiendas graves que paralizan la producción del comercio, dificultan la vida, siembran el malestar y aun perturban el orden público. La legislación vigente no ha previsto esta situación, que proviene del rápido y completo desenvolvimiento económico de la civilización contemporánea. El mal no es exclusivo de la República Argentina, aunque aquí ofrezca aspectos particulares que es menester tener en cuenta. Casi todas las naciones civilizadas lo sufren con más o menos intensidad y vienen estudiando, desde muchos años atrás, la manera de remediarlo. Eso explica las numerosas leyes dictadas en los Estados Unidos, Europa y Australia sobre la duración y condiciones del trabajo, según la edad y el sexo del obrero, sobre accidentes del trabajo, sobre medios de conciliación y arbitraje entre patrones y trabajadores, sobre huelgas y cierres, sobre salarios y otros temas referentes a las relaciones del trabajo y el capital.
Conviene que nosotros no descuidemos tampoco este asunto, que afecta tan hondamente los intereses permanentes de la Nación, y que procedamos como los países que nos han precedido en este camino, estudiando los hechos, buscando en la realidad las verdaderas condiciones y motivos de los problemas sociales, y dictando, en seguida, leyes prudentes y previsoras, que respeten todos los derechos y aseguren el bienestar general.
La intervención del Departamento Nacional del Trabajo en estos asuntos será de grande utilidad, si se dota a la institución de los elementos y facultades que son indispensables para practicar investigaciones metódicas completas y frecuentes en todos los órdenes de la actividad industrial y económica de la República. El Poder Ejecutivo os propondrá oportunamente medidas adecuadas a estos fines.
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La salud pública se ha mantenido, en general, sin perturbaciones de importancia; los casos de enfermedades esporádicas observados en Buenos Aires, Rosario y Salta no revisten mayor significación sanitaria, por la facilidad con que han cedido y ceden a la aplicación de las medidas profilácticas.
Sin embargo, la capital de la República, ha sufrido, en el último año, una epidemia intensa de viruela, que se ha conseguido dominar. El impulso dado a la vacunación de los habitantes en el país, como de los que llegan diariamente o su suelo, y que necesitará de la atención de V. H. para conservarle permanente la extensión que reclama, nos permite confiar en que esa epidemia será la última que registren nuestros anales.
La conferencia convocada por el P. E. para establecer, a base de los estudios realizados y de las lecciones de la experiencia, los principios de una profilaxis nacional contra la lepra, ha tenido sus reuniones en el mes de Noviembre último, y ha llegado en el desempeño de su cometido, realizado de una manera encomiable, a la sanción de proposiciones de carácter práctico que, en su oportunidad, serán sometidas a V. H. en forma de un proyecto de, ley, cuya sanción y aplicación nos permitirá saldar una de las deudas que teníamos contraídas con la humanidad y la civilización.
Esta reunión de médicos de la República, la primera que se celebra después de la del paludismo, ha evidenciado la conveniencia de poner en contacto a los hombres encargados de velar por la salud pública, a objeto de uniformar la acción colectiva.
La nueva ley de farmacias, que ha resuelto un problema médico social de trascendencia, comienza a dar sus frutos, rodeando de las garantías eficaces el despacho farmacéutico. La reglamentación dictada .en Septiembre último, que no había tenido hasta hoy sino una aplicación parcial, entra en estos momentos íntegramente en vigor, y espero .que con ella se llenarán los propósitos que inspiran los preceptos adoptados.
Como complemento de esta reforma, es ya urgente sancionar una ley, sobre el ejercicio de la medicina, tan vivamente reclamada, y cuyo proyecto se encuentra a estudio de vuestras comisiones.
A fin de llenar el programa de organización de los servicios sanitarios fluviales, se han iniciado los trabajos para la erección de la estación de Corrientes, que nos procurará a la vez las seguridades indispensables en la parte que hasta hoy ha sido la menos defendida de nuestra profilaxia internacional. El P. E. espera que esa estación estará en condiciones de funcionar antes de terminar el corriente año.
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Ha sido y es una grave preocupación de mi gobierno, la de impulsar el desenvolvimiento de los territorios nacionales y de hacer descansar su administración sobre bases firmes, que impidan los eternos conflictos entre sus autoridades que faciliten. la acción reguladora de los diversos departamentos, y que hagan posible la explotación activa de las grandes riquezas que encierran sus tierras virgen es y casi desiertas en grandes extensiones.
Los preceptos en vigor, leyes y decretos, han señalado pautas fijas y uniformes para el gobierno de los territorios, reglamentando minuciosamente hasta los detalles más ínfimos de la administración local. El resultado de este régimen ha sido contrario a los prospectos que se tuvieron en mira. Al limitar las facultades y prerrogativas de los agentes del Gobierno federal y al privarles de libertad de criterio en la apreciación de los diversos problemas, propios de sociedades en formación, se han coartado sus estímulos e iniciativas, se ha trabado el desarrollo de sus actividades, con notable detrimento del progreso de las gobernaciones, abandonado en escala demasiado lata, a la acción espontánea de la empresa particular.
Entre tanto, los diversos territorios tienen caracteres propios que los singularizan y que reclaman orientaciones especiales para ser impulsados por la vía del progreso; no es posible someter al mismo cartabón la altiplanicie árida y helada de los Andes y las feraces tierras de la Pampa, prolongación geográfica de las praderas de Buenos Aires; no es posible aplicar exactamente las mismas normas a las impenetrables selvas del Chaco y a las lejanas regiones de la Tierra del Fuego.
Al fin de llegar a la reforma, en la medida paulatina y sucesiva que conceptúo prudente, he dispuesto que se haga por el departamento respectivo un estudio prolijo de las necesidades sentidas, acumulando los datos y pormenores revelados por la experiencia sobre los problemas que revisten carácter general para todas las Gobernaciones, y sobre aquellos otros que responden a las modalidades y a la idiosincrasia peculiar de cada una. Con ellos a la vista, podrá prepararse un plan metódico de reformas que, alejándose de las disquisiciones abstractas y de los formulismos teóricos, respondan a las exigencias reales de una buena administración.
Como éstos demandan por su propia naturaleza, un gran caudal de observaciones, y no es prudente esperar su terminación para solucionar dificultades que se presenten a diario con marcados rasgos de urgencia, me he preocupado, ante todo y sobre todo, de salvar dentro de lo posible y de los escasos recursos de que es dable disponer, las deficiencias del servicio policial, que señalan con tanta frecuencia y con tanta razón, los vecinos de algunos territorios. No, siempre se logra obtener el personal indispensable. Con frecuencia se le contrata en los grandes centros urbanos para ser conducido a, regiones que le son extrañas y donde se halla constantemente aseo diado por la atracción de los elevados salarios que son consecuencia de la escasez de brazos en las zonas apartadas del país.
De todas suertes, conceptúo un deber primordial de gobierno el de garantir la vida y la propiedad de quienes aportan su labor y capitales a cualquier punto de la República y en ello pondré todo mi esfuerzo y dedicación.
Por lo demás, y a despecho de los inconvenientes esbozados, el desenvolvimiento general del país tiene ya manifestaciones visibles en los territorios federales, incorporados definitivamente a nuestro progreso. En casi todos, las industrias florecen con gran vigor, al punto de ser factores importantes de la riqueza pública, y todo cuanto tienda a crearles ambiente favorable será de positiva ventaja para la Nación.
La ciudad de Buenos Aires, exponente de la riqueza y de la cultura nacionales, ha seguido un desarrollo armónico con el resto del país; pero su progreso mismo da caracteres de mayor urgencia a problemas de salubridad e higiene, de edificación, de bienestar material, de embellecimiento, de vialidad y tantos otros que la administración municipal estudia a fin de preparar, con método y prudencia, un plan de reformas que llevará a la práctica, en la medida que lo permitan los recursos financieros del municipio.
Ha continuado gobernada de acuerdo con el régimen transitorio establecido por la ley que creó la actual Comisión de Concejales, que desempeña sus funciones con la mayor dedicación y competencia. Pero, como lo hice notar al inaugurar vuestras sesiones del año anterior, esta situación no debe prolongarse por más tiempo, existiendo ya la necesidad sentida de afirmar sobre bases estables la organización de la municipalidad.
En cumplimiento de las promesas que tuve entonces oportunidad de formular, presenté a vuestra consideración un proyecto de ley que podía servir de norma para las deliberaciones, y confío que durante el transcurso de este año será posible prestarle la preferente atención que su importancia reclama y rodear a las futuras autoridades edilicias, que han de sustituir a la digna comisión actual, de las garantías indispensables para llenar su cometido con la eficacia que imponen los asuntos complejos y delicados de su resorte.
RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
Cultivamos esmeradamente las cordiales relaciones que unen a la República Argentina con los demás Estados. Y no sólo son cordiales estas relaciones, sino que tienden a estrecharse más cada día por la sinceridad con que nuestro país garantiza los derechos de los extranjeros, a la vez que por la simpatía que inspira al mundo el desenvolvimiento general de su progreso.
Correspondemos con lealtad y con franqueza a la amistad de los países vecinos; y por los órganos correspondientes de gobierno el P. E. actúa solícitamente en el sentido de robustecer los vínculos que a ellos nos unen y producir actos que tiendan a hacer efectiva la recíproca cooperación y la solidaridad en materias económicas y comerciales.
El acontecimiento más notable del año lo ha constituido la visita del Ministro de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos de América, a varias repúblicas sudamericanas, y entre ellas a la Argentina. El eminente estadista señor Root trajo un mensaje de grata cordialidad y simpatía del pueblo americano y del ilustre presidente Roosevelt; y él mismo pronunció en todas las oportunidades, palabras y. conceptos que traducían pensamientos elevados y sinceros, respecto del porvenir de las relaciones de los países americanos entre sí y con las demás naciones.
Conservaré siempre como uno de los recuerdos más gratos el de la visita del señor Root, a cuyo país y a cuya persona tributó la República Argentina, por todos sus órganos, las más altas y merecidas demostraciones de hospitalidad y de simpatía.
El viaje del señor Root ha empezado a traducirse en resultados positivos, pues se advierte ya mayor vigor en el ensanche de las relaciones comerciales y una acción más franca y resuelta de los poderes públicos de los Estados Unidos de América en pro de su desarrollo.
Las potencias europeas, a su vez, nos ofrecen frecuentes testimonios de su consideración y amistad. Me ha sido, en efecto, honroso recibir y agradecer las cartas autógrafas de los soberanos de Inglaterra y de España, que elevaron a la primera clase la jerarquía de su representación diplomática en nuestro país.
Suecia y Noruega, después de constituirse independientes, se han apresurado a vigorizar las antiguas relaciones que ligaban a los reinos unidos con la República Argentina, acreditando representantes diplomáticos.
Varios países, con los cuales no habíamos cultivado sino relaciones indirectas; han creado también representación en la República; y algunos estados de Oriente promueven negociaciones para acreditarlos.
La República Argentina responde eficazmente a estas demostraciones diplomáticas, y el Poder Ejecutivo os ha de someter en su oportunidad un plan completo y a la vez económico para asegurar la eficiencia de los servicios múltiples y fundamentales a que responde la diplomacia y el cuerpo consular en nuestra época.
Otros hechos han tenido lugar que atestiguan también la confianza y el respeto que inspira el país en el exterior.
Citaré en primer término el tratado de arbitraje y de “statu quo” subscripto en Buenos Aires el 12 de Enero de 1907 por los ministros de relaciones exteriores de Bolivia y del Paraguay. La mediación argentina desvaneció en este caso hondas inquietudes entre ambos Estados, y preparó la solución amistosa de un litigio de límites que las dividió durante largo tiempo amenazando la cordialidad de sus relaciones. Los gobiernos de Bolivia y del Paraguay nos han dado con este motivo testimonio de su franca amistad; y debo mencionar como el más alto de ellos la visita que hicieran al Gobierno Argentino, en Enero, sus ministros de relaciones exteriores, los distinguidos estadistas doctores Pinilla y Soler.
Con motivo de la transmisión del mando en las repúblicas del Uruguay y del Paraguay, mi Gobierno resolvió hacer demostraciones Ge simpatía a ambos Estados, por medio de representaciones navales y diplomáticas. La realizada en el puerto de Montevideo el 4 de Marzo produjo el efecto más satisfactorio en la opinión pública de los dos países. En el corriente mes tendrá lugar en las aguas del Paraguay la demostración en honor de la república hermana.
El carácter económico de las modernas relaciones internacionales ha inspirado a nuestra cancillería un meditado estudio sobre la forma más conveniente de desarrollar una política comercial, que regularice los intereses argentinos armonizándolos con los extranjeros, no sólo respecto de las naciones limítrofes, sino también de los Estados de otros continentes.
Los estudios y las iniciativas emprendidas a este respecto, como todos los detalles relativos a los hechos que dejo mencionados os serán expuestos, con suficientes .datos, en la memoria del departamento.
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La reorganización del Cuerpo Diplomático y Consular, para asegurar la idoneidad del personal y la eficacia de sus servicios, se impone con urgencia. No es posible adoptar en nuestro país el sistema de carrera inflexible, que limite las facultades políticas del Presidente de la República en materia de nombramientos, pero tampoco es oportuno conservar un sistema arbitrario, que aleja del servicio a los hombres preparados y de experiencia en la materia.
Consecuente con estas ideas, el P. E. os someterá oportunamente proyectos de ley que concilien ambos puntos de vista, de acuerdo con los principios de la Constitución.
La Nación ha concurrido a la conferencia panamericana de Río de Janeiro, dando así un testimonio de amistad a la república brasileña, en cuya capital se celebraba el acto, y demostrando una vez más el interés que nos inspira el bienestar, el progreso y la solidaridad de los Estados americanos.
Concurrirá también la República a la conferencia de La Haya, a la cual fue invitada en 1905 por el gobierno de S. M. el Emperador de, Rusia. Se ha recibido recientemente una nueva invitación para nombrar los delegados, enviada por el gobierno de S. M. la Reina de Holanda y hemos correspondido a ella debidamente. Si bien esta conferencia no tratará cuestiones de interés especial para la América, se ocupará de la reglamentación de graves asuntos de derecho internacional público que afectan intereses generales de progreso y civilización. Será un nuevo y nobilísimo esfuerzo hacia la concordia universal.
Por primera vez la América del Sur ha sido espontáneamente invitada por la Rusia, nación promotora de ésta y de la anterior conferencia, y hemos aceptado la invitación como un honor rendido al progreso de las instituciones del Nuevo Mundo y de nuestro país.
Por lo demás, soy de opinión que la República Argentina debe concurrir a todas las congregaciones de delegados de los países civilizados a que sea invitada, pues son oportunidades de revelar el estado de su cultura y de su prosperidad.
Por este ministerio se ha iniciado la reunión de una conferencia internacional, en Buenos Aires, para 1910, con objeto de uniformar el derecho internacional privado en cuanto se refiere a las aplicaciones del sistema del domicilio. Serán invitados los países que han incorporado a su legislación privada este sistema, y la conferencia tendrá, además, por objeto preparar un proyecto de conciliación entre la legislación del domicilio y la legislación que se funda en el principio de la nacionalidad, uniformadas en Europa por las conferencias de la Haya en los diferentes tratados sancionados por ella y ratificados por las potencias, desde 1892 a 1904.
Será este un acontecimiento digno de nuestra cultura y del progreso humano, destinado a influir eficazmente en la evolución moderna del derecho privado.
Invitada la República por el gobierno de Washington a tomar parte en las fiestas internacionales organizadas para conmemorar los orígenes de la nación americana, el Poder Ejecutivo decidió enviar la fragata “Presidente Sarmiento” y una delegación de jefes de la armada y del ejército, que bajo la presidencia del Ministro Argentino, harán una demostración amistosa a los Estados Unidos.
La República ha asistido, por otra parte, y asistirá durante este año, a varios congresos internacionales, a los cuales fue oficialmente invitada.
Las relaciones de los países sudamericanos más ligados a la República Argentina, son entre sí felizmente pacíficas, y la cancillería observa y fomenta este estado de cordialidad internacional, con el propósito de que la amistad y la influencia de nuestro país ejerzan en todas partes una acción conciliadora y de paz.
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Me es satisfactorio cerrar este capítulo de mi mensaje asegurando a V. H. que no obstante el extraordinario número de extranjeros que se mezclan a la actividad de la civilización argentina, no hay pendientes reclamaciones diplomáticas propiamente dichas; y que las indicaciones que los representantes de las naciones amigas suelen dirigir a nuestra cancillería, en interés de sus súbditos, son más bien inspiradas por el deseo de reunir datos o aclarar hechos y reciben la más eficaz y pronta atención.
El Cuerpo Diplomático extranjero acreditado en la República es numeroso y distinguido; y me complace vivamente manifestaros que se hace acreedor a la consideración nacional por la simpatía que demuestra al país, por la mesura de sus actos y por el interés intelectual que dedica al examen y difusión de nuestros progresos
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Las relaciones con la Santa Sede han adquirido en estos últimos meses una cordialidad que estaba un tanto resentida por la falta de una representación digna de los intereses de la mayoría católica de los habitantes del país, y de las consideraciones que todos los pueblos civilizados inclusive los protestantes profesan a la Santa Sede.
La elevación del rango de nuestra representación diplomática ante el Vaticano, a Legación de primera clase, ha producido un efecto benéfico, cuyos resultados no tardarán en ponerse de manifiesto de una manera satisfactoria.
Las instituciones de culto, beneficencia y caridad, son motivos de especial dedicación de este departamento.
Los altos prelados que rigen la marcha de la Iglesia argentina, los cabildos metropolitanos y los sacerdotes que secundan sus actos, son dignos de la consideración nacional por sus virtudes, labor y abnegación. El patriotismo es brújula de sus pasos, y a su favor las relaciones de la Iglesia y del Estado se desenvuelven armónica y tranquilamente.
La Sociedad de Beneficencia merece la gratitud del país y la simpatía y ayuda decidida del Gobierno. Las virtuosas y distinguidas matronas que la componen se dedican a la labor que la institución requiere con un empeño ejemplar y una inteligencia y eficacia dignas de todo encomio.
Las necesidades materiales a que la Sociedad de Beneficencia tiene que atender, reclaman sumas considerables; y no obstante la generosidad con que hasta ahora ha acudido a ellas el H. Congreso, será necesario que para el año entrante se provea con mayores recursos a ciertas necesidades urgentes, que afectan los intereses públicos y aun la cultura de nuestra sociedad. De ello se ocupará extensamente el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto en su memoria.
En el año actual se realizarán progresos efectivos como consecuencia de los estudios y proyectos preparados en el anterior, y entre ellos, el desarrollo de las obras destinadas a asilos y hospitales regionales, para la descentralización de estos servicios, que hasta ahora estaban radicados exclusivamente en la ciudad de Buenos Aires.
La Comisión de Asilos y Hospitales regionales, que trabaja gratuitamente con laudable celo, ha verificado serios estudios en las provincias del interior y del litoral, para levantar construcciones que permitan descentralizar esta rama de la asistencia hospitalaria y caritativa.
La lotería nacional ha concurrido con más de cinco millones de pesos a sostener estas necesidades y progresos de la beneficencia pública.
El P. E. es partidario de la supresión de la lotería, pero no podrá proyectarla inmediatamente, sino cuando las finanzas del país se encuentren de tal manera desahogadas que sea posible pedir a la normalidad y a la economía en los gastos, la suma que la lotería ofrece a la caridad y a la beneficencia pública. Mientras esa oportunidad llega, es necesario legislar severamente esta materia, a fin de normalizar sus servicios y de asegurar la eficacia de sus resultados, y a tal objeto os presentaré en concreto las opiniones del P. E. en el correspondiente proyecto del ley.
HACIENDA
La prosperidad económica de la Nación es la prosperidad de sus finanzas bajo un gobierno de orden y de libertad. Ha de explicarse así que nuestra situación financiera no ofrezca dificultad alguna que no pueda removerse por nuestro propio esfuerzo.
No son ya necesarias desde luego, en estas solemnidades, las reiteradas declaraciones de respeto por el crédito argentino con que mis ilustres antecesores contribuían a afirmar dentro y fuera de nuestros límites, la confianza en la riqueza, en la energía y en los destinos de la República.
Conservar una paz honrosa y fecunda, cultivar celosamente nuestro crédito, ahorrar en la vida administrativa y en la vida social, equilibrar los gastos y los recursos y sacrificar todas las conveniencias transitorias al culto del honor y de la verdad, no son ni deben ser meros conceptos generales, ni simples aspiraciones del patriotismo. La inmensa responsabilidad que comportan los valiosos intereses económicos y morales que representamos, y los deberes que impone a pueblos y gobiernos la solidaridad internacional de esos mismos intereses, sobran para buscar fundamentos a nuestro prestigio colectivo más que en promesas o palabras, en hechos efectivos y claros que afirmen y proclamen nuestra seriedad como nación organizada.
Si la Providencia y el trabajo nacional nos asegurasen en este año un excedente de renta como el del año anterior, este no podría bajar de 43.772.000 pesos moneda nacional, que fue el de 1906. Se invirtió en cubrir gastos extraordinarios autorizados por V. H., omitiéndose la emisión de títulos de deuda interna. De esta clase de recursos sólo se hizo uso durante ese año, por la suma de $ 1.000.177.50 a pesar de que los gastos imputados en títulos alcanzaban a $ m/n. 27419.540 en 31 de Diciembre de 1906.
Como el excedente de $ m/n, 43.772.000 no alcanzó a cubrir esos gastos extraordinarios y los autorizados por leyes especiales y acuerdos, y el presupuesto de 1906 se sancionó con un déficit de 5.000.000, se debió usar de esos recursos también extraordinarios hasta pesos 11.445.026.59, aun cuando el P. E. estaba autorizado para emitir por la Ley de Presupuesto hasta $ m/n. 42.892.124.17.
Hasta el 31 de Diciembre último, el total de las sumas que podían emitirse en títulos en cualquier momento por varios presupuestos y leyes especiales, alcanzaba a $ m/n. 53.655.140.84.
El mercado no puede continuar bajo la inquietud de emisiones que no reclame imperiosamente el progreso nacional, y pienso que debe reservarse una suma prudencial para consolidar la deuda exigible por expedientes, o para satisfacer necesidades premiosas, y renunciar formalmente a la mayor parte de esa emisión, contribuyendo así a la firmeza y mayor cotización del crédito interno de la Nación.
Es seguro que podrá contarse con el concurso de V. H. para realizar este acto de gobierno y de buenas finanzas.
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Hace pocos días se ha cerrado el último ejercicio, y su resultado final permite asegurar que sobre los gastos ordinarios de $ m/n. 182.578.824.25, se ha economizado la suma de $ moneda nacional 5.100.000, de la cual ha dispuesto el presupuesto vigente hasta $ m/n. 1.300.000 para cumplimiento de la Ley 5.043. A su vez, en los gastos extraordinarios, la economía por obras públicas no realizadas se aproxima a $ m/n. 11.500.000. El equilibrio en la inversión habría resultado más satisfactorio, si a la vez las leyes especiales y acuerdos no hubieran alcanzado a $ m/n. 22.100.000.
Contando con el concurso de V. H. y con que el cálculo de los recursos en efectivo del presupuesto vigente resulte fundado, la situación financiera del año corriente, por lo que hace a los gastos, puede normalizarse más aún. Se ha contribuido desde luego a este resultado, suspendiendo los gastos que no se consideraban indispensables o urgentes hasta $ m/n. 7.022.950 en efectivo y $ m/n. 1.080.000 en títulos.
Por lo demás, la tarea del gobierno en cuanto a la reducción de gastos no reproductivos, es cada vez más ardua y odiosa. Impone sacrificios de todo género, y es forzoso, sin embargo, realizarla, defendiendo tenazmente la renta pública de un empeño persistente y general por vivir del presupuesto. Nada tan fácil como conquistar voluntades a costa del contribuyente, ni tan satisfactorio como llenar de pronto las necesidades crecientes de nuestro desenvolvimiento; pero esto no es posible en la medida que conduce esa enfermedad social o la impaciencia dominante, sin burlar la fe pública, sin contrariar los mejores anhelos de V. H. que representa la voluntad de la Nación, sin sustraer al trabajo brazos y energías y sin labrar sucesivamente el descrédito y la ruina,
En estas observaciones se ha de inspirar el próximo proyecto de presupuesto, y mientras ellas sugieren a la sabiduría y al patriotismo de V. H. medidas previsoras destinadas a aliviar la responsabilidad que nos cabe a todos en tales hechos, aunque puedan limitar la iniciativa del H. Congreso en cierta clase de gastos, el Poder Ejecutivo acompañará en breves días a ese proyecto de ley, otro de sueldos que está listo para merecer la consideración de V. H.
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El crédito interno y externo de la Nación ha sido servido, y seguirá siéndolo, con un celo superior a todos los sacrificios que pueda exigirnos.
La legación argentina en Londres tiene con exceso los fondos necesarios para atender todos los servicios de la deuda externa y demás gastos en el exterior hasta ello de Julio del corriente año.
Respecto de la deuda interna, no sólo se ha evitado el aumentarla en más de cuarenta millones que el P. E. estaba autorizado a emitir; no sólo estamos en condiciones de renunciar formalmente al derecho actual de emisión por una suma considerable, no sólo ha sido amortizada en $ m/n, 942.800, sino que ha sido reducida en pesos oro 12.698.460, con la destrucción de títulos por esa suma, de la Ley 2216 de 3 de Noviembre de 1887, que existían en la Caja de Conversión como garantía de las emisiones de los Bancos de Santiago, La Rioja, Salta y Buenos Aires, hoy a cargo de la Nación. De esta manera la Deuda Interna no pasará de $ m/n. 88.243.800 y $ oro 3.701.540.
Llamo la atención también sobre otro dato influyente para la mejora de nuestro crédito interno. La circulación en letras de Tesorería que en 31 de Marzo de 1906 llegaba a $ oro 1.700.529.22 y $ m/n. 8.015.289.70 se ha reducido durante el último ejercicio, excluyendo las letras depositadas como simple garantía de créditos, a pesos oro 411.437.30 y $ m/n, 4.995.253.21.
La Deuda Externa consolidada ascendía el 31 de Diciembre de 1905 a $ oro 329.167.941.55. Durante el año último ha sido amortizada en $ oro 4.834.825.19 quedando reducida su circulación al 31 de Diciembre pasado, a $ oro 324.333.116.36.
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El retiro del Empréstito Morgan a fines de 1905, obligó a la Nación, como V. H. lo sabe, a hacer uso del crédito a corto plazo, y a obtener préstamos en Londres y París, por 7.500.000 ₤, cuya cancelación era todo un problema cuando se clausuraron vuestras sesiones últimas.
El quebranto de nuestros títulos en el interior y en el exterior, la suba del interés del Banco de Inglaterra, la grave perturbación de los mercados monetarios en Europa y en los Estados Unidos, anormalidades características y sin duda transitorias de nuestra situación interna, las condiciones gravosas de los créditos rotativos con que hacíamos frente a gran parte de nuestros compromisos externos, el resultado desfavorable de exploraciones y propuestas de capitalistas extranjeros, y otras circunstancias muy atendibles, hacían difícil la renovación de esos adelantos en forma honrosa para la Nación. Nunca habíamos tenido un compromiso próximo por suma tan considerable, y era necesario a la vez despejar inmediatamente el camino y evitar mayores dificultades, con previsión y con entereza.
Pesando estas y otras consideraciones de alto interés nacional, creyó el Poder Ejecutivo que no debíamos esperar el vencimiento de los adelantos, y que era conveniente para el país, crear un empréstito interno de $ oro 35.000.000 de 5% y 1% de amortización para cancelarlos definitivamente.
De esta manera se ha aliviado a la plaza y al país de una preocupación bien justificada, se ha internado un empréstito externo, satisfaciendo legítimas aspiraciones de V. H. y de la Nación, se han reducido los gastos y conjurado los peligros de los actuales créditos, se ha ahorrado sobre el servicio del empréstito retirado cuya duración era aún de 27 años, asegurando ventajas durante los 36 años que requerirá para su extinción el nuevo empréstito, se ha iniciado ventajosamente la cotización del “Crédito Argentino Interno” en las Bolsas de Londres, París y Berlín sobre 97 ½ como tipo de emisión, bajo la responsabilidad inmediata de los tres bancos más poderosos del mundo, se han hecho y restablecido relaciones financieras muy valiosas para el país.
Comprobando así, una vez más, la firmeza de nuestra relación histórica con los señores Baring Brothers, de Londres, éstos formaron un grupo de banqueros de que hacen parte Morgan y Cía., de Inglaterra, Banque de Paris et des Pays Bas, Comptoir National d’Escompte de Paris, Societé Generale pour favoriser le developpement du Commerce et de l’Industrie en France, de Paris, y Deutsche Bank y Direction der Discante Gesellschaft de Berlín; y la negociación se firmó en Buenos Aires en medio de dificultades conocidas de los mercados europeos, las que no han impedido que el nuevo empréstito se colocara al mayor tipo de emisión que haya alcanzado el crédito argentino, y en condiciones que, dadas nuestras circunstancias, resisten bien la comparación con operaciones análogas de países de finanzas mejor organizadas que las nuestras.
Se debe, pues, a la sabiduría de vuestras leyes y a la confianza que inspiran en el Exterior nuestros progresos económicos y morales esta ventaja, la que a su vez impone a la conducta de pueblos y gobiernos nuevas garantías de prudencia y de acierto, a cuyo amparo hemos de consolidar, lo espero, el crédito, el engrandecimiento y el bienestar del país.
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Nuestro sistema impositivo y rentístico merece constantemente mi atención. Su revisión es lenta, pero es efectiva. Desde luego, he debido observar la relación que tiene sobre las condiciones del trabajo y sobre los costos de la vida, y me he apresurado a constituir una Comisión que preside el ex Ministro de Agricultura doctor Emilio Frers, que estudia constantemente no sólo la tarifa y los derechos, aduaneros, sino también su reglamentación fiscal, y no tardará V. H., en conocer el resultado de los trabajos que realiza con la colaboración de personas competentes y atendiendo las observaciones de todos los gremios de la industria y del comercio.
Puedo anticiparos que con el valioso concurso de los mismos industriales a quienes no se les puede hacer la injusticia de creérseles interesados en conservar la exageración de ciertos derechos proteccionistas, que han perdido su oportunidad, éstos se han de moderar sucesivamente en beneficio del consumidor, de la prosperidad de la industria nacional, de la renta fiscal y de las condiciones normales del trabajo y del trabajador.
Con el mismo criterio conservador y progresista se realiza el estudio de otras leyes impositivas, sin prescindir de los gastos de percepción, que son elevados en general y que estimulan sin ventaja las complicaciones de la tramitación burocrática y los inconvenientes de la empleomanía parasitaria.
Todas las mejoras que creo haber realizado en la reglamentación del comercio y del tránsito y en la administración aduanera, no responden a otro objeto; y a la vez que observamos con este criterio, las deficiencias de nuestro sistema impositivo, debemos seguir las evoluciones que realiza en otros países, en estos días, bajo la doble influencia de la experiencia y de la economía social.
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El comercio exterior del año pasado acusa un total de $ 562.224.350 oro contra $ 527.998.261 oro en 1905. La cifra de 1906 se desdobla en $ oro 269.970.521 de importación y $ oro 292.253.829 de exportación.
La primera acusa un aumento de $ oro 64.816.101 con respecto a 1905 y la segunda una disminución de $ oro 30.590.012 en igual período. El aumento de la importación débese exclusivamente a las cosechas excepcionales de los tres últimos años que dieron margen a un gran bienestar entre los agricultores, y la disminución de la exportación, en parte a epizootias y en parte a contrariedades atmosféricas e invasiones de langosta. Aun cuando un aumento en la importación es generalmente signo de bienestar de los consumidores, es de desear sin embargo, que ese aumento no recaiga excesivamente sobre artículos de consumo improductivo, sino que sea mayor la parte que en la importación representan los artículos de consumo reproductivo. Y bien: a este respecto, hemos adelantado mucho. Diez años atrás acusaban los artículos de consumo improductivo el 67,2% de la importación total, y los de consumo reproductivo el 32,8%, mientras que en el año pasado figuran los primeros con el 45,5% y los segundos con el 54,5%. Todo esto quiere decir, que el mejoramiento de la índole económica de la importación ha progresado mucho, para bien del país. Lo que mucho llama la atención a quien consulta nuestra estadística del comercio exterior, es la importación de numerosos productos de horticultura que el país podría producir no sólo, para sufragar las necesidades del consumo propio, sino aún para exportar remanentes. Esto prueba que entre nosotros la horticultura deja aun mucho que desear, y que conviene estimularla por todos los medios posibles para que dejemos de ser tributarios del extranjero, en productos que nosotros mismos podríamos venderle, abaratando la vida y contribuyendo al saldo favorable de nuestra balanza comercial. No todo ha de ser trigo, lino y maíz, y lo que digo de la horticultura es también extensivo al cultivo del algodón, a fin de que la variedad de los cultivos compense las fallas que pueden sobrevenir en años no igualmente favorables para todos ellos.
Sobre la base de los datos de un trimestre pueden hacerse conjeturas acerca de los resultados del año entero, pero no es prudente fiarse demasiado de tales suposiciones, porque las vicisitudes del comercio exterior, como que dependen de un gran número de factores variables, no guardan proporción alguna con el tiempo y pueden dejar maltrecho el cálculo mejor fundado. El primer trimestre del corriente año acusa un comercio exterior de $ oro 1.516.071.02, contra $ oro 137.522.475 de igual período del año anterior. La primera de estas cifras se descompone en $ oro 54.660.885 de importación y en $ oro 96.946.217 de exportación. La importación del primer trimestre de 1907 supera a la del mismo período del año anterior en $ oro 3.281.509, y la exportación en $ oro 10.803.118. Hubo, además, una importación de metálico amonedado de $ oro 17.892.367, cifra que supera a la análoga del año anterior en $ oro 10.709.122.
Juzgando por inducción, de la importación del trimestre sobre la de todo el año, se llega a $ oro 224.020.020, en cuya cifra puede haber, según la experiencia de los últimos diez años, un error, que oscila entre menos, 5,4% y más de 5,6%; y haciendo otro tanto con la exportación, se obtiene la total del año en 319.954.511 $ oro, cuya cifra puede estar afectada, según la experiencia mencionada, de un error que oscila entre menos de 4,3% y más 4%.
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El depósito de la Caja de Conversión ha pasado en estos días de 120.000.000 de pesos oro, como resultado del saldo que arrojan nuestros balances comercial y económico.
Tenemos muy presente el solemne compromiso de la ley 3871 de convertir la emisión fiduciaria actual de billetes de curso legal, y el fondo en oro destinado exclusivamente a ese objeto, que en Mayo de 1906 era de $ oro 13.210.545.81, acaba de llegar a $ oro 18.762406.46.
De esta manera durante el último ejercicio no sólo se han reintegrado al fondo de conversión los $ oro 2.198.197.11 que faltaba para cubrir totalmente la suma de que se dispuso en 1901, sino que hemos elevado el mismo fondo de conversión a $ oro 18.762.406.46, en cumplimiento de las leyes que fomentan el encaje metálico de la moneda fiduciaria.
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La situación de la plaza y de los negocios en general ha ofrecido en los últimos meses del año anterior, manifestaciones de inquietud que han desaparecido, y cuyas causas hemos seguido con atención para influir sobre ellas convenientemente, si era posible, o para estudiarlas en todo caso con propósitos de legislación prudente y progresiva.
No hubo en ellas nada que comprometiese los fundamentos de la economía nacional, ni la eficacia normal de los instrumentos de la circulación monetaria. Los progresos de la producción y la expansión de los negocios, han podido denunciar un desequilibrio entre el capital disponible y el capital necesario, pero esto mismo tiende también a restablecerse, dejando observaciones útiles que conviene aprovechar; perfeccionando más que reformando las instituciones del crédito y de la circulación, mientras todo el país reconoce de nuevo que debe buscar en el ahorro, en la sobriedad de las costumbres de la vida y en el trabajo constante y seguro, más que en la exageración de los gastos y en las eventualidades de la especulación, la base de su riqueza y de su prosperidad.
La abundancia lile las cosechas, la baja tasa bancaria del descuento y la liberalidad de los préstamos, determinaron una expansión de negocios ciertos e inciertos, a la que siguieron medidas defensivas o de previsión más o menos oportunas de parte de los bancos, que coincidieron con fenómenos análogos de otros países; y los poderes públicos que alguna vez intervinieron en tales casos para atenuar la responsabilidad que les cabía en las causas de la perturbación, han podido hacerlo ahora con un objeto más conforme con su misión reguladora de los intereses generales y permanentes.
Este hecho importará un progreso aun modesto, pero al fin un progreso efectivo; y cuando se observa la influencia creciente que la producción argentina ejerce en los cambios internacionales, que el comercio exterior llega a 562.224.350 pesos oro por año; que la exportación agropecuaria ha alcanzado a 281.791.131 pesos oro en 1906; que en el último quinquenio la compraventa de sólo propiedades rurales ha reclamado una suma no menor de 790.000.000 de pesos moneda nacional y el crédito hipotecario rural otra no. menor de 395.000.000, y que en la misma proporción se van ampliando las demás formas de la actividad nacional, no puede desconocerse el interés legítimo con que el Gobierno aspira a estimular y regular, dentro de esa misión, los beneficios del crédito y de la circulación.
No ha respondido a otro objeto el empeño del Gobierno por mantener la mejor y más activa relación con todos los Bancos, su deseo de que éstos colabores en la misma tarea, estudiando en reuniones periódicas las necesidades de la situación bancaria, su requisición en favor de una información prudente y exacta de los balances, y algunas iniciativas de carácter legislativo con que el P. E. se propone llamar la atención de V. H.
Desde luego, atribuyo especial importancia al aumento de capital del Banco de la Nación Argentina, en no menos de cincuenta millones de pesos moneda nacional, a la terminación definitiva de la liquidación del Banco Nacional, y al arreglo de cuentas con el Banco Hipotecario Nacional, en condiciones que aseguren a este establecimiento su favorable situación actual.
Considerando urgente satisfacer estas necesidades, me he apresurado a asegurar los medios de conseguirlo, y en vuestras primeras sesiones tendré el honor de someteros los respectivos proyectos de ley, pudiendo anticipar que el Banco de la Nación Argentina, cuya prosperidad refleja la prosperidad económica de la República, quedará habilitado para colaborar en primera línea en la tarea común y primordial de acrecentarla vigorosamente.
JUSTICIA E INSTRUCCIÓN PÚBLICA
La administración de justicia acentúa cada día más su prestigio ante la opinión, constituyendo ese hecho uno de los que mejor demuestran el progreso del país.
En el orden nacional y en la capital de la República, los tribunales que conocen en las causas de mayor cuantía, actúan con recomendable competencia y rectitud, en los numerosos y complicados asuntos que se someten a su decisión, y si algunas deficiencias se notan todavía, provienen en general de errores en las leyes de fondo que deben aplicar y que será necesario corregir.
El foro y la opinión siguen reclamando, entre otras, la reforma del Código Penal en vigencia. El proyecto respectivo, preparado por la comisión de magistrados y jurisconsultos, nombrada por decreto de 19 de Diciembre de 1904, para estudiar las mejoras indispensables en nuestra legislación, fue sometido a vuestra consideración en las sesiones del período anterior.
La misma comisión está a punto de terminar el estudio de los procedimientos bajo la superintendencia de la Suprema Corte, en armonía con prescripciones constitucionales.
También aparecerán. allí desarrolladas algunas iniciativas del P. E., con las que concuerda la comisión, a fin de que en la administración de justicia se eviten dilaciones innecesarias, tan adversas a uno de los formas que requiere la ley orgánica de los Tribunales y el Código de Procedimientos, proyectes que serán sometidos a vuestra sanción en el curso del período actual. En esa oportunidad corresponderá decidir la posibilidad de unificar la justicia nacional, uniformando fueros y preconceptos primordiales de la buena justicia, Con tal objeto se procurará abreviar trámites en los juicios ordinarios; y al atribuir a los jueces de primera instancia, en especial tramitación sumaria, el conocimiento y resolución en causas en las que el valor cuestionado sea de cien a dos mil pesos, se resolverá en gran parte indirectamente el problema de la justicia de paz, y se podrá satisfacer el clamor público por la brevedad en esos juicios, que son los más frecuentes y los que más reproches suscitan contra la justicia argentina.
A fin de facilitar la tarea de los jueces en los territorios nacionales, el P. E. ha estudiado por medio de los inspectores de justicia, los conflictos que ocurren entre esos funcionarios, pero ha tenido que limitarse a medidas conciliatorias, ya que la intervención administrativa no alcanza a otras facultades legales.
Si a una ley que evitase las dificultades que hoy presenta el enjuiciamiento de magistrados, se agregara la mejor retribución de los funcionarios judiciales y la construcción de cárceles adecuadas en los territorios nacionales, pronto se obtendría el prestigio de esa magistratura. La buena justicia en los territorios, que inspire confianza por su rectitud, honestidad y medios efectivos de acción, es requisito primordial para atraer y radicar en nuestro suelo la población que reclaman aquellas vastas zonas semidesiertas.
El problema carcelario es, sin duda, el que más urgentemente requiere vuestra atención. Notoria es la desarmonía que existe entre nuestra legislación penal y el cumplimiento real de las condenas, debido a la falta de cárceles apropiadas, donde se evitaría la irregularidad de penas iguales cumplidas de manera desigual. La creación de cárceles comunes a las provincias y el mejoramiento de las correspondientes a los Territorios Nacionales, uniformaría la actividad de las condenas en todo el país, y evitaría las promiscuidades y aglomeraciones que hoy desnaturalizan la Penitenciaria y la Policía con detrimento del objeto de la pena y con infracción de prescripciones constitucionales expresas. Respondiendo a este propósito, el P. E. someterá a vuestra consideración un proyecto de ley que permita afrontar desde luego este problema tantas veces aplazado.
La justicia preventiva impone con urgencia el desarrollo de los asilos correccionales de menores.
La alarmante afluencia de niños inmigrantes y de nativos abandonados en las ciudades, exige establecimientos adecuados y la adopción de leyes que permitan ejercitar con amplitud ciertas funciones tutelares. Relacionada con la misión previsora de la justicia, funciona ya la Colonia Agrícola Industrial de Menores Varones de Marcos Paz; y aunque en condiciones casi rudimentarias, el Patronato de presos, fundado por el P. E. el 25 de Enero de 1906. El ensayo ha sido suficiente para demostrar la eficacia de esa institución, y la práctica diaria indica lo útil que seria su alcance preventivo, si pudiera ejercitarse sobre la familia del criminal, desde que éste se encuentra separado del hogar.
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Objeto de preferente atención del P. E., ha sido el considerable desarrollo de las Sociedades Anónimas, originado por el aumento de capitales y el creciente espíritu de especulación colectiva.
Si no se os ha presentado al respecto un proyecto de reformas al Código de Comercio, es porque asistimos en ese ramo de la actividad social a un período de transición, cuyas tendencias no deben ajustarse todavía dentro de leyes permanentes, a riesgo de paralizar impulsos nuevos, cuyos peligros para el público se conjuran, por ahora, con la vigilancia hecha por medio de la Inspección General de Justicia. Verificado el aumento en el personal de esa repartición, hoy desempeña satisfactoriamente su misión fiscalizadora sobre las 950 sociedades anónimas y civiles que existen, así como la que le incumbe en cárceles, juzgados de paz y registro civil en los Territorios Nacionales.
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Será también presentado a V. H. un proyecto de ley que delimite las funciones de los Procuradores Fiscales, pues debiendo éstos defender al Gobierno exclusiva y necesariamente en todo asunto en que la Nación demande o sea demandada, según lo determina expresamente la ley de la de Julio de 1896, conviene deslindar el carácter judicial o administrativo que les corresponde.
El inusitado movimiento que se observa en las operaciones traslaticias de dominio, exige algunas reformas en la ley actual del Registro de la Propiedad y en ciertos artículos del Código Civil, las que serán formuladas en el presente período ante V. H. y tendrán por objeto llegar a un sistema de inscripciones rápido y claro, que active la transmisión de la propiedad y fije un límite de prudente caducidad a los embargos e inhibiciones que paralizan en cierto grado la actividad comercial.
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El año transcurrido ha sido de adelanto efectivo en las diversas ramas de la instrucción pública, acreciendo en tales proporciones la población escolar, que no obstante el aumento de los recursos sancionados para este objeto, resultan todavía insuficientes.
La instrucción primaria progresa sensiblemente, no sólo porque se ha aumentado el número de escuelas en toda la República, sino porque la enseñanza armoniza cada vez más con los verdaderos fines que debe perseguir la escuela primaria, destinada tanto o más que a trasmitir conocimientos concretos y extensos, a desarrollar la aptitud general para el trabajo físico y mental, así como, en su justo límite, las aptitudes especiales requeridas para satisfacer las necesidades más apremiantes y comunes de la vida. Esto, agregado a la educación moral del niño, tarea primordial de la escuela, realiza el fin último de la misma: contribuir a la felicidad individual y colectiva.
Con ese criterio, el Consejo Nacional de Educación por intermedio de su inspección técnica, ha procedido a simplificar los programas, a correlacionar entre sí las distintas asignaturas y a imprimir carácter cada vez más práctico, más experimental y por lo mismo más intenso y eficaz a diversas enseñanzas que así lo requerían.
El estudio comparativo de los datos estadísticos correspondientes a la instrucción primaria, durante los años 1905 y 1906, arroja las siguientes cifras para toda la República.
Escuelas: en 1905, 5.199; en: 1906, 5.941. Aumento 742. Maestros: en 1905, 13971; en 1906, 16.292. Aumento: 2.321. Alumnos inscriptos: en 1905, 538.732; en 1906, 577.658. Aumento: 38.926.
Población escolar total calculada: 987.010. Concurre a escuelas un 59.30 010, es decir 585.353 alumnos. No concurre un 40.70%%, esto es, 401.657 niños.
En lo concerniente a la enseñanza de los estudios medios, el P. E. espera las resoluciones que competen a V. H., habiéndose limitado a innovar en aquello que era imperiosamente requerido por necesidades urgentes.
A este respecto, me permito pediros la ley general de educación media y la que crea el Consejo Superior de la misma. La primera, porque aparte de la prescripción constitucional que lo establece, no es posible continuar por más tiempo el ejercicio de una función tan delicada sin sujeción a un plan determinado y preciso, como régimen de una actuación de gobierno que es tarea de sociólogo, cuestión eminentemente institucional, que una ley sabia, emanada de vuestra ilustración, debe encauzar por rumbos ciertos, previo el estudio meditado de nuestra psicología colectiva, de causas y efectos, de ideales y aspiraciones, propósitos y objetivos, defectos y virtudes que actúan y palpitan en el seno de la vida argentina.
La creación del Consejo de Enseñanza Secundaria se halla también pendiente de vuestras deliberaciones; a este respecto me permito llamaros la atención sobre los graves inconvenientes que resultan del hecho de que esta enseñanza carezca de resorte técnico que presida su organización y en cuya existencia radica el mejor y más fácil funcionamiento de las enseñanzas primaria y universitaria. No sólo el Gobierno reclama esta creación, fundado en las necesidades apuntadas, sino que a diario, la opinión uniforme de los técnicos se exterioriza en forma favorable para esta iniciativa. El Consejo creado por decreto del año anterior, subsiste y presta un contingente apreciable de asesoramiento, pero sin ley que le fije atribuciones ejecutivas y de superintendencia, su acción es limitada. Dicho consejo prepara en estos momentos una investigación sobre el estado de nuestra educación secundaria, para lo cual ha puesto a contribución los estudios y la experiencia del personal docente del país, y sus conclusiones serán elevadas oportunamente a V. H.
Entre tanto, partiendo de las bases generales de organización que V. H. fija en determinadas leyes, el P. E. procura mejorar dicha organización, atendiendo exigencias evidentes.
El decreto de 18 de Octubre ppdo. regularizó la situación de los educandos frente a los diversos planes por los cuales habían seguido sus estudios, y suprimió una causa de anarquía y desorganización escolar.
Se han dictado varias disposiciones inspiradas en el concepto de una ordenada administración, relativas a asistencia de profesores, condiciones de ingreso a los Colegios Nacionales, concurso de ingreso a las Escuelas Normales, promoción de alumnos y percepción de la renta escolar; y por primera vez, en el curso pasado, todos los establecimientos del país han sido inspeccionados, con resultados provechosos para su desenvolvimiento futuro, por las instrucciones impartidas a los directores y maestros.
El decreto igualitario de 30 de Marzo del año anterior, inspirado en un concepto equitativo de la garantía constitucional de enseñar y aprender ha revelado en su aplicación, que no eran infundadas las esperanzas que lo determinaron.
Los colegios particulares han estado bajo la vigilancia permanente de inspectores especiales y justo es reconocer que, salvo algunas medidas severas de detalle y el cambio ordenado de algunos profesores particulares, han sabido aquéllos hacer honor a las franquicias acordadas, a cuya sombra podrán llenar la misión supletoria de la acción oficial, en digno paralelismo con ella.
Para determinadas asignaturas, la institución de los cursos temporarios de vacaciones ha llenado ampliamente sus fines, y el P. E. prepara un proyecto de ley, que someterá en breve a vuestras deliberaciones, estableciendo la “extensión secundaria” con carácter permanente; por este procedimiento, que abarcará todas las materias de la enseñanza media, piensa el Gobierno proveer a la mayor ilustración del personal docente, transmitiéndole, por el órgano de ilustrados inspectores conferenciantes, los adelantos más avanzados de las ciencias, contribuyendo a la vez, a perfeccionar y completar la competencia docente.
Se fundaron en el año anterior: en la Provincia de Buenos Aires, cuatro Colegios Nacionales, una Escuela de Comercio y dos Normales; en la de Santa Fe un Colegio Nacional y una Escuela Normal, y en esta ciudad una Escuela Profesional de Mujeres y la Academia Nacional de Bellas Artes. Todos estos institutos llevan vida próspera, y su población escolar se acrecienta, demostrando este hecho que responden a necesidades locales comprobadas. Otro tanto puedo decir de la Escuela Industrial del Rosario, que acaba de inaugurarse, y del Liceo Nacional de señoritas de esta Capital, que funciona desde el primer día de su apertura, con los cinco cursos completos y con una inscripción de 275 alumnas. Para este Liceo el P. E. dictó un plan de estudios análogo al de los Colegios Nacionales, sustituyendo algunas materias por otras de ciencias y artes domésticas, propias de la educación femenina.
La creación de este Liceo ha determinado el mejor medio de que la mujer pueda participar de los beneficios de la enseñanza secundaria. El sistema de la coeducación de los sexos tiene inconvenientes probados de adaptación a nuestro medio ambiente, y debe tenerlos también en sociedades más experimentadas que la nuestra, puesto que ninguna nación europea lo practica, con excepción de un ensayo inicial reciente en Suecia: entre los mismos americanos del norte, de quienes copiamos el régimen escolar mixto, se levantan hoy voces autorizadas pidiendo su abolición.
V. H. resolvió la anexión de algunos Colegios Nacionales a las Universidades respectivas y el Poder Ejecutivo ha dado estricto cumplimiento a esa anexión, incluyendo al Colegio central de esta Capital entre los anexados, en virtud de su histórica tradición universitaria y porque, dada la importancia de la Universidad de Buenos Aires, se hacía indispensable atribuirle un colegio de los antecedentes y del crédito del aludido.
Es indudable que son las Universidades las que, en su órbita, deben presidir el movimiento educacional del país, a la manera de focos elevados, irradiando su luz sobre planos inferiores. Por otra parte, la anexión contribuye a especializar y deslindar la doble faz de la educación secundaria: general de los conocimientos humanos la una, preparatoria de los profesionales o científicos la otra.
Hace tiempo ya que los estudios están desarticulados y la anexión permitirá a las Universidades coordinarlos, llenando el vacío con ciertas enseñanzas, que si bien no tienen un fin utilitario ni industrial, completan el desarrollo psicológico para estudios superiores determinados.
La enseñanza industrial y comercial está destinada a. igualar y tal vez sobrepasar a la llamada secundaria; es lógico que esto ocurra en un país como el nuestro.
La Escuela de Minas de San Juan, que como tal llevó siempre vida lánguida, ha sido convertida en Escuela de Química Industrial, y los resultados como tal en el primer año de existencia, han sido halagüeños.
Las escuelas profesionales de Artes y Oficios para mujeres están organizadas en forma que resiste la comparación con sus similares de Europa, según informes técnicos fundados; a dichos institutos el Gobierno le ha dedicado preferente atención, convencido de que determinarán nuevos rumbos y aplicaciones a la educación femenina, por el cultivo útil de las artes domésticas, contribuyendo a perfeccionar las pequeñas industrias correlativas, dentro de las condiciones económicas y sociales de nuestro medio.
Es indudable que el plan de estudios de las Escuelas Normales, es enciclopédico y superficial, en detrimento de los ramos fundamentales del arte de enseñar; la práctica y la crítica pedagógicas, que son los verdaderos resortes para formar buenos maestros, entran por parte mínima en los medios posibles de aplicación de esas asignaturas dentro del programa vigente. Convencido el P. E. de que urge obviar tales deficiencias, se propone hacerlo por medios y procedimientos conducentes.
La educación artística ha venido a agregarse a la amplia esfera de las tareas gubernativas en el ramo de la enseñanza pública. La Academia de Bellas Artes y de Industria y Artes decorativas, que funciona desde hace un año como Escuela nacional, es objeto de especial solicitud por parte del Gobierno, que está dispuesto a impulsar su progreso, para lo cual no ha ahorrado sacrificios hasta hoy. Se han dictado para esta Academia numerosas disposiciones orgánicas que examinareis en detalle en la memoria respectiva. En su desenvolvimiento ulterior, está destinada esta Academia a dividirse en dos Escuelas diferentes: la propia dé Bellas Artes y la de Industrias y Artes Decorativas; el doble carácter que hoy reviste, puede explicarse como inherente a una institución inicial, pero es claro que los fines de una y otra son diversos: la una cultiva el arte por el arte mismo, como concepción estética, mientras que la otra no es sino la aplicación de tecnicismos a ciertas industrias especulativas; ambas tienen, como se ve, fines distintos y hasta cierto punto incompatibles, porque el desinterés del arte absoluto rechaza el objeto utilitario, y concluirán las dos por estorbarse si se mantienen, como al presente, fundidas en un solo organismo directivo, o por lo menos es fácil prever una mezcla difusa de caracteres y tendencias en las dos enseñanzas.
La Academia a que me refiero, los numerosos establecimientos privados de género análogo, la Comisión de Bellas Artes y el Museo de igual índole, ofrecían un conjunto de tareas al Ministerio, que no podía continuar tramitándose por las oficinas generales del mismo; esto determinó el decreto de fecha 15 de Marzo del corriente año, creando una Sección de Bellas Artes en el Departamento de Instrucción Pública, que se sirve y atiende con los recursos y personal ordinario de éste.
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Las tres universidades nacionales funcionan regularmente, por más que sea sensible consignar que hace algunos días se ha producido en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, la deplorable crisis que conmovió a la de Medicina del mismo Instituto. Se confía en que las medidas adoptadas lograrán conjurar el mal reinante, y asegurar la normalidad de funcionamiento en el porvenir.
La inscripción universitaria para el corriente año, es de cuatro mil novecientos tres alumnos.
Los Estatutos de la Universidad de Buenos Aires fueron modificados por decreto de 29 de Agosto de 1906, sobre la base del proyecto elevado por el Consejo Superior. La modificación más importante consistió en dar acceso, por renovación parcial de las antiguas Academias, hoy consejos, a miembros elegidos y propuestos por el personal docente de las Facultades respectivas. De este modo, conservando la estabilidad necesaria de la institución, abonada por más de veinte años de funcionamiento, y sin violentar las disposiciones legales que la rigen, se estatuye la amovilidad periódica de las autoridades, la limitación de su mandato, la vigorización de sus medios disciplinarios y la participación, en la función electiva, de todos los componentes de las Facultades. Los primeros frutos benéficos de esta reforma no se han hecho esperar: nuevos elementos, vida más moderna, han ido a inyectarse en los organismos inamovibles de antaño y esto se ha complementado por sabias ordenanzas de las Facultades, estableciendo la libre docencia que estimula y revela vocaciones dignas de ser eficazmente impulsadas.
La ley que creó el Museo “Mitre”, con su Biblioteca anexa, ha recibido fiel cumplimiento, y hoy dicha casa es institución pública donde las presentes y futuras generaciones podrán no sólo informarse en las fuentes científicas o históricas que atesora, y recoger su espíritu en la reflexión sobre las virtudes del hombre ilustre que allí vivió, sino también aprender la lección viva de labor intensa y de patriotismo sincero que nos legó con el caudal afanosamente acumulado por la perseverancia y el estudio. El Museo de Bellas Artes ha recibido un contingente considerable, con la adquisición de la colección de calcos que formarán la sección de escultura comparada y la compra de numerosas obras de arte.
Tanto este Museo, como el de Historia Natural y el Histórico, van a ser dotados de edificios propios convenientes, según las autorizaciones legislativas últimamente sancionadas, y otras que vendrán pronto a solicitar nuestro voto.
No menos indispensable que los edificios proyectados, a que acabo de referirme, son necesarios los edificios de verdadero tipo escolar para nuestros colegios f escuelas. La ley de edificación escolar se ha aplicado con prodigalidad en las provincias, cuyos gobiernos y comunas han facilitado el terreno; se han terminado 3 edificios y hay en construcción 21 y en proyecto 7; en cambio, los institutos secundarios y especiales de la capital están instalados en casas particulares inadecuadas, carentes de las condiciones más elementales de una mediana higiene escolar y por las que se pagan subidos alquileres. La solución de las dificultades inherentes a la edificación escolar no es tan fácil en esta capital, por la carencia de terreno de propiedad del Estado para construir los edificios. La enseñanza secundaria y superior, que en ninguna parte del mundo son gratuitas, podrían servir sin extorsión a los estudiantes, de fuentes de recursos o de base de crédito para la rápida y necesaria edificación escolar. La ley de presupuesto ha incluido en los beneficios de la edificación a las Facultades de la Universidad de la capital; pronto será licitada la obra del local para la Facultad de Ingeniería, que será levantado en la Avenida de los Ombúes, en el Parque de Palermo, destinándose el área que hoy ocupa en la calle Perú, para levantar el edificio de la antigua e histórica Universidad y ensanchar el Colegio Central; los planos respectivos han sido encomendados al Ministerio de Obras Públicas, con la intervención de los rectorados correspondientes.
GUERRA
Sucesos de todos conocidos, habían producido en el ejército un estado de cosas en extremo perjudicial a los fines de su institución, a su vigor orgánico, a su moral y a su disciplina. Evidentemente quebrantado y débil, su restablecimiento se imponía como una imperiosa necesidad nacional, y por consiguiente, reclamaba la atención preferente y los más prolijos cuidados del Departamento de Guerra.
Y la labor de este Departamento en el sentido que informa el concepto anterior, ha sido empeñosa y perseverante. Levantado a una altura digna de su significado el sentimiento del deber militar, garantida la justicia, resguardado el derecho y establecida la más completa equidad en los procedimientos particulares y en la acción general de la autoridad superior, el ejército mejorado en su moral se mantiene dentro de los límites que le marcan sus propios fines, entregado por entero a la obra de su organización, perfeccionamiento y progreso.
En el propósito decidido de alcanzar la mayor capacidad militar de la Nación, el P. E. adhirió a la iniciativa de la Honorable Cámara de Diputados, que dio por resultado la modificación de la ley 4707, y con ésta el aumento a un año de la duración del servicio militar obligatorio. No era posible obtener en menos tiempo la necesaria preparación militar del ciudadano, su indispensable adiestramiento profesional. Esta nueva ineludible imposición del Estado al ciudadano, ha dado oportunidad para que se reconozca una vez más la elevada conciencia cívica del pueblo argentino y la medida de su voluntad en el cumplimiento del deber. La opinión nacional se ha manifestado casi unánimemente favorable al aumento, ya en vigencia, de la duración del servicio militar, y efectuada la aludida modificación se imponía la sanción de otra ley que limitara la obligación del servicio en tiempo de paz a sólo una parte del contingente anual fijada en un mínimun de 12.000 hombres, los que unidos a los 5.000 voluntarios cuya existencia autorizó la misma ley, formarían el ejército permanente de la Nación; pues, por una parte, la situación económica de la República no permitía el sostenimiento bajo banderas de la totalidad de los ciudadanos de una clase, y por otra parte, las necesidades militares del país quedaban así discretamente satisfechas sin mayores esfuerzos. La ley 5043, responde a las razones y obedece a las necesidades que acaban de exponerse.
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La parte dispositiva de la ley orgánica militar, que establece la división regional de la República, la creación de 52 distritos, la distribución en las cinco regiones de los cuerpos de tropas necesarias para el reclutamiento y la instrucción de los contingentes anuales y la eventual movilización de las reservas, así como la organización de éstas por el P. E., ha empezado a cumplirse con actividad y método.
El P. E., penetrado de la suma importancia que para el rápido y firme pasaje del estado de paz al de guerra representa la cumplida satisfacción. de la citada parte de la ley 4707, dispuso por decreto de fecha 31 de Enero último, la creación de siete batallones y una compañía independiente de infantería, de un regimiento de artillería montada, una sección de artillería a pie y una batería de ametralladoras; la transformación de los existentes de montaña en dos grupos de tres baterías cada uno, la del regimiento de ingenieros en un batallón de ferrocarrileros y cinco de ingenieros, y la del batallón del tren en cinco compañías independientes.
En vías de terminar esta vasta y benéfica transformación, el ejército argentino se compondrá muy en breve de cincuenta unidades, convenientemente distribuidas para las exigencias del reclutamiento de los contingentes anuales y para la pronta y eficaz concentración y organización de las reservas. Las unidades ya creadas, cuya elevación al pie de guerra o su duplicación o triplicación están previstas, nos darán, posiblemente, en cualquier caso, un ejército superior a todas las necesidades que pudieran presentarse en el presente o en un futuro más o menos próximo, con una instrucción práctica conveniente de sus cuadros y soldados.
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La instrucción, equipo, alojamiento y manutención de los conscriptos, ha preocupado de manera preferente la atención del Departamento de Guerra, que dentro de una evidente limitación de recursos, ha conseguido el perfeccionamiento de la instrucción en el sentido de hacerla no tan sólo provechosa para el ejército, bajo la faz militar, sino también para el ciudadano, que cumplido el período de servicio, vuelve en general a la vida civil con saldos favorables obtenidos por el severo régimen del cuartel.
No menos atención especial se consagra al estudio de los reglamentos tácticos y de servicios, el de los institutos de enseñanza militar, y el de los armamentos modernos que día a día se modifican y perfeccionan.
Con respecto a esto último, conviene hacer notar las grandes ventajas que reportará al ejército y al país en general, el cambio del antiguo y costoso sistema de enviar comisiones técnicas a Europa con el fin de estudiar y adquirir armamentos, por el recientemente implantado de llamar a concurso en el país y efectuar las compras dentro de él. Actualmente cinco grandes usinas europeas han concurrido a un concurso de artillería promovido por el Departamento de Guerra, y sin gasto alguno para el país, y ante una junta de jefes de notoria como potencia, se experimentan los mejores cañones alemanes, franceses e ingleses.
El estudio de los institutos de enseñanza militar trajo como consecuencia lógica la atención inmediata por parte de la autoridad militar del problema un tanto complicado y difícil de la formación de oficiales en número suficiente para cubrir las necesidades siempre en aumento del ejército, y el de establecer una conveniente nivelación de instrucción, cultura general y miras superiores de comando, entre éstos y los jefes.
Persiguiendo la solución del primero de estos problemas, se trata actualmente de simplificar el programa de ingreso al Colegio Militar y de reducir los estudios que en él se realizan hasta donde lo permita el propósito de que la preparación de nuestros oficiales sea de las más extensas y completas; y el segundo quedará en breve resuelto con la creación, ya efectuada, de la Academia de Jefes, en la cual podrán éstos completar su instrucción bajo las mismas inspiraciones y enseñanzas en que la completaron los numerosos oficiales preparados en el ejército alemán, por cuanto efectuarán aproximadamente sus estudios teóricos y prácticos, dirigidos por distinguidos jefes de aquel ejército, contratados al efecto, y con la concurrencia que se busca de la enseñanza de todos los institutos militares a un solo fin de preparación técnica superior.
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Otro punto que no se ha descuidado es el de la justicia militar, que se trata en el presente de depurar, perfeccionar y garantir en absoluto.
Esto, como asimismo todo el cuerpo de legislación constitutiva y orgánica del ejército, es materia de estudio para una comisión especial nombrada por el P. E., comisión que ha empezado a llenar su cometido y cuya probada competencia es por sí sola garantía de seguro y completo éxito.
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Por especiales consideraciones debo hacer notar que las bosquejadas gestiones del Departamento de Guerra, se han desenvuelto pensadas, meditadas, pacientemente calculadas, en un ambiente que si bien ha podido perjudicarlas en parte, en el sentido de la prontitud, no ha alcanzado, sin embargo, a interrumpirlas en su perseverante y firme continuidad ni a desvirtuarlas en sus definidos propósitos y claros objetivos, y que todas ellas, se han encuadrado en la ley, en la justicia y en la equidad.
MARINA
De acuerdo con lo que os dijera sobre la defensa marítima, al inaugurar el anterior período legislativo, fue sometido a la consideración de V. H. el proyecto de un plan general, comprendiendo la renovación indispensable de la escuadra y la defensa permanente del Río de la Plata; fijándose para lo primero dos terceras partes de la suma total y un mínimum de tiempo, y dejando indeterminado el plazo de ejecución para lo segundo; dentro o fuera de cuyos términos podría resolver el H. Congreso lo que creyera conveniente, después de conocer, por las informaciones del P. E., las consideraciones políticas, financieras y técnicas referentes al asunto.
Al proceder así os manifesté que, felizmente, y quizás por primera vez, podía el país contar con la necesaria tranquilidad internacional para que V. H. tuviera tiempo de reunir y considerar todos los detalles de un plan de defensa, y que las adquisiciones que se autorizaran podrían efectuarse, previa licitación general, sin recargo de primas de apuro y sólo con los recursos de rentas generales.
Nuestro país no ha sido, ni es partidario de tomar la iniciativa en materia de armamentos; pero, no debemos olvidar que los adelantos realizados como fruto de la experiencia de dos guerras navales y durante los doce años transcurridos desde que se trazaron los planos de nuestras últimas adquisiciones, son de una importancia tal, que tratándose de escuadras pequeñas como la nuestra, cualquiera de ellas, desde una superioridad relativa, puede descender, por la intervención de algunas poderosas naves modernas, a la más evidente inferioridad bajo el punto de vista del material.
Por otra parte, mientras no se exija de la riqueza pública, por el monto y la forma del gasto, ningún sacrificio extraordinario para agregar los elementos indispensables que han de dar eficacia a lo que poseemos, el Gobierno no ha creído que deliberadamente se debe mantener nuestra escuadra en tal estado que no sea capaz de responder a los altos propósitos de paz y seguridad que la justifican y determinan.
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El importante problema del personal subalterno está perfectamente solucionado con la creación de escuelas de clases y la conscripción, que satisface plenamente todas las exigencias, a pesar de que, de tres a cuatro años a esta parte, debido sin duda a la abundancia del trabajo y a los altos jornales en tierra, no haya ingresado en la escuadra, como voluntario, un solo ciudadano adulto.
Seis escuelas de especialidades, cuyos alumnos menores de edad están obligados a prestar tres años de servicio después de su egreso, permiten formar el personal para llenar las exigencias de la escuadra; y en cuanto a los conscriptos, que antes fueron considerados solamente como elemento auxiliar, han pasado después de felices ensayos a formar parte principal de todas las categorías, teniendo actualmente a su cargo el servicio exclusivo de la artillería menor y en su mayoría el de calderas; permitiendo reducir considerablemente el único elemento extranjero que tenemos en las filas, perteneciente a la clase de foguistas.
La eficiencia de los conscriptos instruí dos en las diversas especialidades ha sido comprobada prácticamente en variadas experiencias, y últimamente comisionando a un buque de primera clase en completo armamento, para que sirviéndose de ese personal, realizara con la mayor amplitud todos los ejercicios de mar y puerto. Terminada la prueba, un consejo de sus jefes y oficiales ha declarado oficialmente que, a su juicio, los conscriptos que hayan recibido una instrucción elemental en las escuelas especiales, durante ocho o nueve meses, como actualmente sucede, pueden reemplazar sin ninguna desventaja al concluir los dos años de embarque y práctica de mar, al personal de la escala permanente en una proporción del 70% al de cubierta y del 80% al de máquinas.
En caso de guerra, las necesidades de la armada serían ampliamente llenadas por las reservas constituidas por esos mismos conscriptos; lo que permite mantener en tiempo de paz un personal reducido y contar, sin embargo, en caso de emergencia, con los elementos necesarios para atender a las múltiples exigencias de las operaciones activas y al reemplazo de la gente puesta fuera de servicio.
Finalmente, la ley de conscripción, en su aplicación a la marina, es equitativa y apropiada a la índole del país, estando la carga repartida proporcionalmente entre todos los Estados, sin que entre nosotros, como en todas las naciones, los ciudadanos del interior del territorio tengan ninguna desventaja cuando se inician en el servicio naval de Guerra.
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Los buques de la escuadra han sido todos recorridos exteriormente en dique seco, y en su mayor parte arreglados internamente; y con los fondos que el H. Congreso ha votado en cantidad suficiente, se prosigue con la mayor actividad esta operación que comprende, además, para algunos, el cambio de calderas, lo que se terminará a fin de este año, quedando entonces enteramente listas las naves de combate y los torpederos.
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Se ha modificado el sistema de enseñanza de todas las escuelas, inclusive la de oficiales, en el sentido de dar preferencia a la parte experimental y teniendo en vista, sobre todo, que en caso de movilización, pueda embarcarse el total de alumnos y desempeñar a bordo alguna función útil; asimismo la instrucción, de tiro se ha organizado de acuerdo con los métodos que siguen las marinas más adelantadas y bajo el concepto de tener siempre en servicio tantos apuntadores como cañones cuenta la escuadra.
Con el actual sistema de instrucción del personal subalterno, antes del próximo licenciamiento en el mes de Enero y sin necesidad de llamar a las reservas, se podrá hacer una experimentación simultánea del funcionamiento de las máquinas, diversos mecanismos, torpedos y artillería de todas las unidades de combate, pues para entonces se tendrá perfectamente adiestrado el personal necesario.
La Prefectura General de Puertos, los arsenales, Intendencia, escuelas y demás reparticiones auxiliares de la armada, desenvuelven su acción ordinaria con la mayor eficiencia en el cumplimiento de sus respectivos servicios.
AGRICULTURA
La acción del Departamento de Agricultura se ha desenvuelto dentro del plan trazado en mi mensaje inaugural del año pasado, realizando todas las promesas que han correspondido a las facultades del Poder Ejecutivo, sea por resoluciones de gobierno o por iniciativas aun pendientes de vuestra deliberación.
Con el propósito de aprovechar elementos propios de la Nación, os he presentado en las primeras sesiones del anterior período un proyecto de fomento de los territorios nacionales para abrir en ellos surcos de progreso, costeados por el aumento de precio de las tierras públicas que ellos mismos habrán de producir, y sin comprometer en lo mínimo, ni los recursos del tesoro, ni el crédito, que tanto debemos cuidar en el mercado universal de los capitales. Aceptado ese plan que recomiendo muy especialmente a la consideración del H. Congreso, ya no se distribuiría más la tierra sin valor, para dársela luego como un obsequio a los afortunados adquirentes a expensas de los contribuyentes no beneficiados. El procedimiento quedaría invertido. Primero se valorizaría la tierra con el canal o por el ferrocarril, y luego se pagaría el ferrocarril o el canal con la valorización de la tierra, quedando todavía excedentes para el fisco.
Os he remitido también otros proyectos anunciados; sobre enseñanza agrícola, para darle formas definitivas; sobre colonias indígenas para resolver sin añejas e inhumanas crueldades el problema de los indios en el Norte; sobre reformas al Código de Minería; tan indispensables para el progreso de esa industria; sobre el censo agropecuario, reclamado con apremio por las alarmantes presunciones de disminución de nuestros rebaños a causa de las excesivas matanzas de animales hembras y de crías; sobre pesquerías en las costas del Sur, actualmente excluídas de la industria lícita y sólo explotadas por un filibusterismo que ya no es propio de estos tiempos.
La relación circunstanciada de lo que ha hecho ese Departamento de Gobierno os será ofrecida en la Memoria correspondiente, y habré por eso de limitarme a daros cuenta de los hechos más importantes ocurridos en el país en los asuntos que tienen atingencia con sus funciones.
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La agricultura, fuente principal de nuestra riqueza, por haber dejado en segundo término a la ganadería antes dominante, ha respondido en gran parte durante el año transcurrido, a las esperanzas que en ella se cifraban, no obstante los perjuicios y los inconvenientes de la langosta y la sequía.
La primera ha exigido grandes sacrificios de dinero con los que se habría asegurado una parte considerable de la producción de cereales, a no ser la acción incontrarrestable de la segunda, que perjudicó las sementeras de trigo en una extensa zona de cultivos y las de maíz en un perímetro aun mayor.
Pero sírvanos de estímulo la enseñanza de los hechos pasados, pues a pesar de los contrastes sufridos, la exportación de 1906, aun disminuida en 30 millones con relación a la de 1905, alcanzará a cubrir los saldos del pasivo internacional de nuestro próximo balance, por poco que nos ayude la fortuna en las cosechas venideras; y la experiencia obtenida en la última campaña contra la devastadora plaga, ha llevado a todos los espíritus la convicción de que la langosta se puede destruir, que no será nunca un mal irreparable, siempre que se aprovechen las lecciones que deja, en las futuras campañas, al reorganizarse los servicios, dando a la comisión central la autonomía indispensable para una acción eficiente, recursos propios y abundantes, y lo que es absolutamente fundamental, conviniendo todos, pueblos y gobiernos, en que las exigencias del favoritismo partidista deben quedar excluídas por completo de los procederes administrativos y de la elección del personal.
El P. E. ha atendido con especial solicitud las indicaciones de las corporaciones gremiales al dar forma en el año pasado a la organización de la defensa, y recientemente, al modificarla en parte para ajustarla aun más a las necesidades del momento. Aprovechando del digno proceder de la anterior comisión, acaba de reconstituirla, dando entrada en ella a nuevos elementos que antes no estaban representados; y espero confiadamente que el país habrá apercibido con satisfacción esta actitud del Gobierno.
Un impulso irresistible de mis sentimientos de justicia me mueve a ensalzar ante el H. Congreso el patriótico desinterés y el abnegado espíritu de sacrificio de que han dado prueba los miembros de la anterior comisión; cumplo al hacerlo constar un deber que me es muy grato.
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El descenso en el valor de lo exportado en 1906 no importa un retroceso; es un hecho accidental propio de un país cuyos productos agropecuarios constituyen el 96% de la exportación total.
La gradual elevación en la curva de sus excedentes exportables, no puede ser regular y uniforme; obedeciendo a leyes ineludibles debe sufrir necesariamente depresiones y reacciones, alternativas que marcarán el año 1905 sobre éstas y el 1906 sobre aquéllas. No hay así razón de alarmas por tales diferencias que habrán siempre de tenerse en cuenta. Lo que hay, por el contrario, es una útil prueba de la solidez de nuestras fuerzas productoras, dada por el limitado efecto de un año estéril, sobre la enorme extensión en que se desenvuelven nuestros cultivos, menos expuestos por ello a las contingencias de un desastre general.
Si el valor de la exportación de 1906 es inferior en 30 millones al del año 1905, es en cambio superior a la del primero del pasado quinquenio en 172 millones, y a la del promedio de los 55 años, inclusive 1905, en 36 millones. Y para apreciar mejor el cuadro en su conjunto, conviene apuntar este hecho sugerente: mientras el consumo interno anual aumenta en una unidad, el saldo exportado de trigo aumenta en 3 y ¾, el de lino en 5 y el de maíz en ½.
El cambio internacional de productos, tomado en su conjunto, ha tenido en el último año un aumento sobre 1905, de más de 34 millones de pesos oro, habiendo subido sus continuados excedentes en el quinquenio, de 282 a 562 millones de la misma moneda. Así, las cifras que representan el más perfecto exponente de la riqueza de una Nación, demuestran con su precisión matemática, que la República ha llegado a doblarla en el breve espacio de cinco años.
y lo que es aún más halagador, mientras los aumentos de la importación de artículos improductivos han sido en el quinquenio de 48 millones de pesos oro, los excedentes sumados de las importaciones de artículos reproductivos fueron de 112 millones; de donde resulta que si los aumentos fueron de un 30% en los efectos consumidos, llegaron para las futuras capitalizaciones a la significativa proporción de un 70%, lo que autoriza la suposición de que en el futuro habrán de desenvolverse nuestras industrias en proporciones realmente considerables.
Tales guarismos, por otra parte, a la vez que auguran días de mayor prosperidad para el porvenir, son también un índice satisfactorio de la actividad en el pasado, desde que la disminución proporcional de la parte de consumos, en el renglón de las entradas, dados los notables aumentos de la población, ya superior a seis millones de habitantes, habiendo crecido durante los dos últimos años en más de medio millón, tiene forzosamente que haber sido reemplazada por la producción nacional de efectos antes provistos por la industria extranjera.
Sólo así se explica la sorprendente curva gráfica de los encajes metálicos, que en sólo cinco años se eleva ya a la suma de ciento cuarenta millones de pesos oro, porque de haberse adquirido en otras plazas los productos que la industria fabril argentina elabora, el balance de los saldos internacionales no habría permitido acumular tales reservas.
Las perspectivas del comercio y de la industria no pueden ser, pues, más halagadoras. Si los progresos han sido considerables, la potencia productiva del país los augura mayores aún para el futuro, no pudiendo atribuirse los pequeños tropiezos del momento a otra causa que no sea la pérdida de la cosecha del maíz y la crisis de los mercados europeos afectados por trastornos que, como la historia nos enseña, son siempre pasajeros.
En lo que concierne a la ganadería, hay signos que acusan un retroceso visible en las exportaciones de productos ovinos, sea porque, el rebaño nacional disminuye o porque debido al crecimiento extraordinario de la población, ella exige un consumo de carne cada vez mayor. Influirán probablemente las dos causas, pero es seguro que la más poderosa sea la primera, como lo prueba el hecho de bajar junto con la cifra de las carnes congeladas, la que corresponde a las lanas y pieles, y también el considerable aumento de precios en las ovejas de consumo para las campañas.
La reacción en la cría: del ganado ovino vendrá de la Patagonia, que es urgente cruzar de ferrocarriles para colocarla en condiciones de explotación económica, y confío por ello en que la merma de ese renglón sea sólo transitoria.
La exportación de carnes bovinas congeladas se ha mantenido en la cifra del año 1905 y ambas acusan un aumento de 60% sobre la de 1904.
Ha señalado una innovación en las prácticas establecidas, la actuación de mi gobierno en todo lo que se refiere a la policía sanitaria de los ganados y a la fiscalización de los productos de origen animal producidos en el país o introducidos del extranjero. Se ha modificado la reglamentación de la ley respectiva procurando su mayor eficacia; se ha establecido una inspección de las fábricas de artículos de cerdo, todos los que pasan por las aduanas, que antes no se hacía, y por primera vez, se ha ordenado con toda severidad, la clausura y el aislamiento de los establecimientos en que aparecían enfermedades contagiosas capaces de cerrar las puertas de los mercados consumidores. En la estricta aplicación de la ley el P. E. hase visto obligado a lesionar intereses que han conseguido traer hasta el Congreso mismo los ecos de sus protestas; pero no se ha vacilado ante las exigencias del deber de decir la verdad, aun a costa de sacrificios, porque el P. E. entiende que por arriba de las ventajas materiales, deben estar siempre las razones de alta moralidad, tanto para los ciudadanos como para el gobierno.
Y nada se ha perdido, porque merced a esa política de sinceridad y de acción severa, se ha conseguido extinguir los focos de fiebre aftosa, por ahora desaparecida del país, y puede alimentarse la fundada esperanza de que en poco tiempo más sería del todo suprimida la malhadada peste si llegase a reaparecer.
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El año de 1906 terminó con la cifra de inmigración más elevada desde que empezó su afluencia a las playas argentinas, habiendo alcanzado a 252.536 inmigrantes, con un saldo radicado de 202.164. Para todos ha habido trabajo remunerador inmediato quedando siempre subsistente la demanda de brazos para toda clase de ocupaciones. Los hechos están así demostrando, sin dar lugar a duda, que las únicas fuerzas atractivas del inmigrante son los altos salarios y la seguridad de la vida, siendo tan costosos como efímeros los medios artificiales que alguna vez se han ejercitado para conseguir el aumento de la corriente inmigratoria.
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La tierra pública como la del dominio particular continúa aumentando de precio, acaso en proporciones excesivas, por lo que encarece los costos de la producción, habiendo sobrepasado las entradas por rentas de tierra fiscal en más de un millón de pesos curso legal sobre la estimación del cálculo de recursos del ejercicio último, produciendo los remates efectuados promedios mucho más altos que los supuestos con el mayor optimismo. El P. E. ha dictado nuevos reglamentos modificando la venta y arrendamiento de tierras públicas, así como las explotaciones forestales, y ha solucionado la precaria situación de los antiguos pobladores sin título, acordándoles por equidad compensaciones prudentes, sin perjuicio de declarar intrusos a todos los que se hayan apoderado de tierras del Estado con posterioridad a la ley de Enero de 1903. Se ha creado y reglamentado además un sistema de “Reservas de Tránsito”, para facilitar la vialidad en los territorios, llenando así una necesidad vital que se hace sentir más a medida que ellos son poblados.
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Solicitada muy especialmente la atención del P. E. por todo lo qué se refiere a la enseñanza agrícola, ha reorganizado las escuelas técnicas y superiores con nuevas bases y ha disuelto las escuelas primarias y secundarias que no han dado en la práctica los resultados esperados, sustituyéndolas de acuerdo con la ley general de presupuesto, por chacras experimentales y escuelas de aprendices, que no dudo habrán de prestar aquí, como ha sucedido en los Estados Unidos, los más grandes y eficaces servicios a la agricultura. Está también resuelto establecer en algunas provincias del interior, talleres para disecación. y envase de frutas, e instalaciones para el aprovechamiento del mimbre, y propender a la introducción de toda clase de árboles frutales, de gomeros, de plantas textiles y de aplicaciones industriales con que es conveniente estimular su transformación económica, y acrecentar sus medios de vida y bienestar.
Anticipándome a vuestra aprobación, he ordenado también que se perforen pozos semis urgentes y se levanten molinos con depósitos amplios en todos los pueblos y villas de las provincias que carecen de medios para procurarse agua limpia, pensando que nada puede haber más urgente que dotar a esas poblaciones de elemento tan indispensable para la salud y la vida.
Ha quedado ya en servicio el primero de la serie en el pueblo de San Isidro, de la provincia de Catamarca, y habrá de continuar la obra en la medida de los recursos y de las perforadoras disponibles.
Tenemos que dotar a esas provincias de embalses y canales de riego para que puedan desarrollar sus industrias; hay que darles agua pura para que las epidemias no diezmen sus poblaciones. Lo impone el sentimiento y el interés bien entendido del país.
OBRAS PÚBLICAS
La crisis de elementos de trabajo que se ha hecho sentir en todo el país, como consecuencia del rápido aumento de la producción y el consiguiente desarrollo de las industrias y del comercio, ha impuesto el retardo consiguiente a las obras públicas que ejecuta la Nación. Ello no obstante, mucho se ha adelantado en el mejoramiento de las vías de comunicación, tanto terrestres como fluviales, y en la ejecución de las diversas obras reclamadas por las necesidades del servicio público.
La red de ferrocarriles en explotación era al finalizar el año pasado de 20.814 kilómetros, lo que significa un aumento en dicho año de 555 kilómetros; y en lo que va transcurrido del presente se han librado al servicio público 404 kilómetros más; debiendo terminarse hasta el fin del año una gran parte de los 5547 kilómetros que hay actualmente en construcción, y de los cuales 1142 kilómetros pertenecen a la Nación.
Los resultados de la explotación confirman plenamente los datos que dejo consignados sobre el estado próspero de la producción y del comercio en general. Así, el tráfico de viajeros ha superado en un 25% al del año anterior y el de cargas en un 15%; pero las utilidades netas han permanecido casi estacionarias, pues sólo representan un 4% de aumento, lo que se explica por el encarecimiento de la mano de obra y de los materiales de consumo, especialmente el combustible.
En previsión del aumento de tráfico, se han adoptado medidas para que las empresas ferroviarias puedan disponer del material necesario a fin de satisfacer las exigencias del comercio, y es de esperar que con los aumentos de material que se han realizado, podrán hacer un servicio regular.
La capacidad del total del tren rodante está representada por 2116 locomotoras o sean 452 más que el año anterior; el material de carga por 872.000 toneladas o sean 186.000 de aumento en el mismo período; y la superficie cubierta por tinglados, por 748.000 metros cuadrados.
Se han proseguido regularmente algunas de las líneas que el Estado construye y entre ellas la de Bolivia, que en explotación desde el año ppdo. hasta el pueblo de Humahuaca, se espera tener lista hasta la frontera, a fines del corriente año.
El ferrocarril en la frontera de Bolivia significa llenar la primera parte del vasto programa de vinculaciones políticas y comerciales, que estas vías internacionales representan. Pero para que él sea cumplidamente satisfecho y no resulten estériles los sacrificios que ha tenido que hacer el país con ese objeto, y para dar vida y movimiento a este ferrocarril, me permito encarecer a V. H. el pronto despacho del proyecto de ferrocarril desde la Quiaca hasta Tupiza, que espera vuestra sanción. Esa sección de línea, cuya construcción ha sido motivo de un acuerdo entre los gobiernos argentino y boliviano, vendrá por otro lado a complementar el vasto sistema del ferrocarril Central Norte, cuya salida a un puerto, por la línea de San Cristóbal a Santa Fe estará también en condiciones de abrirse al servicio público el corriente año.
Concluidas ambas vías se podrá ofrecer paso por la República al comercio del centro y Sur de Bolivia y se vendrá a favorecer el intercambio de productos de esas zonas con las del Norte y centro de nuestro país.
La República Argentina .será también, entonces, la primera nación sudamericana que habrá cumplido con uno de los principales propósitos que inspiraron al gobierno de los Estados Unidos la reunión de la conferencia internacional americana de Washington en 1889, esto es, la construcción del Gran Ferrocarril Panamericano.
Las líneas de San Juan a Serrezuela y de Tinogasta a Andalgalá se construyen con retardo sobre los plazos del contrato, a causa de dificultades con los contratistas, las que el P. E. trata de solucionar por los medios legales que les corresponden.
El desarrollo de los ferrocarriles particulares se ha visto un tanto detenido por causas complejas que no es del caso mencionar, y hoy constituye un anhelo de gobierno el que desaparezcan esos inconvenientes y que la corriente de capitales extranjeros destinados a ese objeto se restablezca en la proporción que lo requiere la riqueza de tantos territorios que procuran seguir el camino de prosperidad y adelanto por el que marcha el resto del país.
Constituye una aspiración del gobierno la construcción de nuevas líneas férreas de propiedad del Estado, pero ello se realizará a medida que los recursos del Tesoro lo permitan, y en aquellos territorios que por sus condiciones actuales no presentan aliciente al capital privado, buscando que éste se arraigue en las zonas que son requeridas para las prolongaciones naturales de los ferrocarriles existentes. Estas zonas también deben ofrecerse para que nuevas empresas aporten su contingente de vitalidad, en la esperanza de un interés razonable, que la riqueza de nuestra tierra les brinda. En esta forma podrá obtenerse un medio de contralorear las tarifas, dejando que el principio de la oferta y la demanda determine el límite lógico, regulador del interés que el capital debe obtener, dentro de las proporciones de lo razonable y de lo justo.
Consecuente con estas ideas, me propongo impulsar la construcción de los ferrocarriles del Estado y facilitar lo referente a empresas privadas, para lo cual presentaré a vuestra consideración varios proyectos de ley de carácter general, tales como lo relativo al límite de intervención en las tarifas; al propósito de igualar a los ferrocarriles existentes y que en adelante se establezcan, en lo que se refiere a la liberación de derechos e impuestos; y en fin, lo concerniente a la construcción de ferrocarriles económicos.
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Las grandes arterias de navegación fluvial han sido materia de preferente atención tanto en el orden de los estudios hidrográficos para conocer con exactitud sus fondos como en el de trabajos para facilitar la navegación, y las operaciones concernientes en sus puertos.
En primer término puede considerarse la canalización de la barra de Punta de Indio que implica la solución del problema de un puerto para buques de 30 pies de calado en el Río de la Plata; y los trabajos ya realizados y los que se ejecutan, permitirán tener a fines del año una excavación de 6 ½ pies en una extensión de 21 kilómetros sobre el referido banco. La terminación de esta obra demostrará si es posible la conservación del canal en condiciones razonables de economía, Y en consecuencia si el ensanche futuro del puerto debe hacerse en concepto de recibir buques de aquel calado.
Con los escasos elementos de dragado de que dispone la Nación, se han mantenido en condiciones de dar pasaje a los buques que vienen a nuestros puertos por los canales de acceso al de la capital y a los del Rosario y Uruguay; pero no ha sido posible hacerlo con los de Colastiné, Paraná y Concordia por falta del material excavador; y como esos puertos adquieren cada día mayor importancia, y el de Santa Fe será habilitado en un tiempo no lejano, y ha de ser el punto de salida y de entrada del tráfico del Norte y del Oeste, es indispensable la adquisición de un tren de dragado apropiado a este servicio, por lo cual me permito llamar la atención de V. Ha fin de que dicha adquisición sea oportunamente autorizada.
En el puerto de la capital se han realizado obras importantes para aumentar la capacidad de los depósitos de mercaderías y habilitar la Dársena Norte, lo mismo que en el puerto de La Plata, a fin de facilitar la exportación de cereales.
En el Paraná se ha construido una dársena, que ha sido ya librada al servicio público, y se proseguirán las obras del puerto de ultramar; y en el Uruguay se ha dado comienzo al ensanche del puerto en concepto de recibir buques de ese mismo porte.
El puerto de Concordia quedará terminado en el año corriente, y el de San Nicolás se lleva a cabo en condiciones satisfactorias.
Las obras del puerto del Rosario se prosiguen con bastante regularidad; habiéndose ejecutado en el año por valor de $ 2.083.597. Están en servicio 1.640 metros lineales de muelles y el producido de la explotación ha sido de $ 1.375.757 oro sellado.
La obra portuaria más importante a realizarse, la más imperiosamente reclamada por las necesidades urgentes de la producción y del comercio, y que en el concepto del P. E. es necesario abordar y resolver cuanto antes, y tan pronto como previamente lo sean las dificultades que han impedido hasta hoy su realización, es la relativa al ensanche del Puerto de la Capital.
Entre esos problemas previos, está como antes he dicho, la barra de Punta de Indio, que es de esperar sea resuelto en concepto de poder realizar el ensamble del pueblo con toda la amplitud que requieren los intereses cada día más considerables que lo reclaman.
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Las demás obras que se efectúan en todo el territorio de la República para satisfacer necesidades de la enseñanza, de la higiene, etc., se prosiguen dentro de los recursos que asigna el presupuesto y de los medios y elementos de trabajo de que se puede disponer en cada localidad.
De acuerdo con las disposiciones de la ley 4301, se han construido puentes en diversas localidades.; habiéndose invertido en ellos pesos 744.704 moneda nacional, y se preparan los elementos para seguir con otros cuya colocación se efectuará en el presente año.
La conservación de caminos se ha hecho en la extensión que lo ha permitido la suma votada para ese objeto; pero, debo hacer presente a V. H., que ella ha sido insuficiente, debido no sólo a la mayor cantidad de trabajo a efectuar, sino también al aumento considerable en el valor de los jornales.
La pavimentación de las calles de acceso al puerto de la capital, que fue ordenada por la ley núm. 4581, ha sido retardada por falta de los contratistas, pero se ha licitado nuevamente y se espera que en todo el presente año podrá terminarse.
Las obras de salubridad en la ciudad de Buenos Aires y la mayor parte de las capitales de provincia, se han proseguido durante el año 1906, dentro de los recursos votados por V. H.
Completamente terminadas las de esta capital comprendidas en el radio Bateman, se continúa con las correspondientes a los terrenos del puerto, que serán libradas al servicio público antes de terminar el año actual. Se prosiguen con actividad los estudios y preparación del proyecto de ensanche, a fin de hacerlas extensivas a toda la parte urbana del municipio.
En las ciudades de Santiago del Estero, Rioja, San Luís, Jujuy, Corrientes y San Juan, se han terminado y están en explotación las obras de provisión de agua, y en la de Salta se han entregado al servicio público todas las de saneamiento construidas de acuerdo con el convenio de 15 de Enero de 1903. Las de la ciudad de Santa Fe podrán habilitarse en tres meses más, y en todo el corriente año las del Paraná.
Vencidas las mayores dificultades y ejecutados los trabajos más difíciles en Córdoba, hay motivo para esperar que el saneamiento de esa ciudad quede terminado antes de un año. En Mendoza se continúa la construcción de cloacas domiciliarias y las obras de conducción del agua del río Blanco, que ha de reemplazar la actual provisión no sólo deficiente sino de calidad inferior.
Finalmente, se empezará en breve la colocación de cañería adquirida para completar la provisión de agua potable y las demás obras proyectadas para Catamarca, así como las de cloacas en Jujuy y San Juan.
Se efectúan los estudios sobre el terreno y se prepara proyectos de cloacas en Corrientes, Santiago del Estero y Tucumán, de desagües fluviales en Santa Fe y de agua y cloacas en Mar del Plata. Los demás estudios a que se refiere la ley número 5055, que comprende más de treinta ciudades o pueblos, se irán ejecutando a medida que se terminen los que actualmente practica la Dirección General de Obras de Salubridad.
Desde el año 1903 se ha invertido en obras sanitarias, de acuerdo con las autorizaciones conferidas por las leyes números 3967, 4158 y las de ampliación de esta última, la cantidad de $ 16.694.500 m/n., y de los cuales corresponden $ 6.099.380 a la ciudad de Buenos Aires y el resto a las provincias. Durante el año ppdo. se ejecutaron obras en esta capital por valor de $ 1.392.688 m/n., y en las provincias por pesos 4.349.680 moneda nacional.
El producto bruto de la explotación de las obras de Buenos Aires en 1906, alcanzó a $ 6.656.974 m/n, y los gastos de explotación fueron $ 2410.641 m/n., lo que da como producto líquido $ 4.246.333. La relación entre productos y gastos resulta entonces poco mayor de 36%%. La renta ha aumentado en $ 556.974 m/n sobre la suma calculada.
Lo cobrado en las capitales de provincia en el mismo período fue $ 474.591, contra un gasto de $ 408.782, dando como producto líquido $ 65.809 m/n.
Pero debe tenerse presente que en varias de ellas las obras no dan sino una parte del rendimiento que correspondería al capital invertido porque, o no están terminadas, o se han librado al servicio público en los últimos meses del año.
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Consecuente con las ideas manifestadas en el mensaje del año pasado, sobre la conveniencia de fomentar la agricultura en ciertas zonas de la República, por medio del riego, construyendo diques de embalse, se han organizado comisiones técnicas para que practiquen los estudios de las obras necesarias en las provincias de Salta y de La Rioja, y oportunamente serán sometidos a V. H. los proyectos a que ellos den lugar, a fin de que si lo estimáis conveniente, se voten los fondos necesarios para la ejecución de esas obras.
La irrigación del valle del Río Negro, es sin duda la obra más trascendental que en esta materia podrá iniciarse, pues permitirá entregar a la colonización una extensa zona de terrenos ferocísimos que ahora se hallan improductivos y desiertos por falta de agua que los fecunde. En el presupuesto venidero se os propondrá una suma destinada a hacer frente a las erogaciones que la complementación de los estudios necesarios demanden.
Las obras ejecutadas para tomar las aguas del Río V con destino a la irrigación de una zona de terreno en Villa Mercedes, fueron terminadas, y prestan ya los servicios que se tuvieron en vista al resolver su ejecución.
Los trabajos de reparación del dique de la Puntilla en San Juan, se han proseguido con la relativa actividad posible, cuidando especialmente de conservar la provisión de agua en los canales de riego, con lo que se ha logrado salvar las cosechas que representan un elevado guarismo en la cifra de producción de Cuyo.
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Todo lo ejecutado en el año transcurrido no es sino una parte del vasto programa de las obras públicas iniciadas por las necesidades del considerable crecimiento del país; pero como el desarrollo completo de ese programa requiere la inversión de sumas cuantiosas que no es posible ni sería prudente destinar en su totalidad a este objeto, se realiza el plan de lo que las circunstancias aconsejan, para no comprometer con gastos excesivos intereses generales de otro orden que es primordialmente necesario tener en cuenta.
Esta será la norma en que ha de mantener su actitud el Poder Ejecutivo en la gestión de esta importante rama de la administración pública.
SEÑORES SENADORES Y DIPUTADOS:
De lo que queda sucintamente relacionado, debemos deducir que hay grandes intereses generales, que hay múltiples necesidades colectivas, que hay importantes servicios públicos requiriendo imperiosamente la acción legislativa.
El vasto dominio impone en lo moral y en lo físico, actividades y orientaciones francas, definidas, eficientes.
Las determinaciones del precepto legislativo, están solicitadas lo mismo por el régimen imperfecto de algunas de nuestras leyes de carácter político, que por las deficiencias notorias de las relativas a la administración de justicia, al régimen militar, a la gestión financiera y económica; lo mismo por la mejora que requiere la anarquía actual de los planes provisorios vigentes de instrucción pública, que por las exigencias del arduo problema que plantea la cuestión social; lo mismo por el impulso natural del propio desenvolvimiento, que pide puertos, ferrocarriles, caminos, canales y demás agentes de producción y de transporte, que por los apremios de solución conveniente para la actualidad y el porvenir de las industrias, del comercio, y en general del progreso del país en todos los órdenes de su vigorosa economía.
Os está reservada, pues, ardua tarea, que realizareis sin duda con patriótica consagración, y de la que me propongo participar, en la órbita de mis atribuciones y deberes, encaminando la actuación del Gobierno en las orientaciones del bien público. Para alcanzar y cumplir estos designios, los coloco como a vuestras deliberaciones, bajo los auspicios de la Divina Providencia, y declaro inauguradas las sesiones del presente período legislativo.
JOSÉ FIGUEROA ALCORTA
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