DISCURSO DEL PRIMER DÍA DEL DEBATE GENERAL EN EL PARLAMENTO DE HOLANDA
Geert Wilders [1]
[16 de Septiembre de 2009]
Esto está acabado. Este gobierno está por los suelos, como un coche viejo atascado en la arena. Todavía hace algo de ruido, pero cualquiera puede ver que la máquina no puede moverse un metro más. Se acabó la batería. Es el final.
Señora Presidenta, esto sería de risa si no fuera que se trata del futuro de los Países Bajos. Si no, podría usted burlarse de ese pequeño club de gente sin remedio que mira a través de un parabrisas empañado con la esperanza de que haya alguien que les pueda indicar qué camino tomar. Se conocen, y saben que no hay solución. Que tomaron malas decisiones y no notaron la señal que advierte: “Atolladero a la izquierda”. Sin embargo, torcieron a la izquierda. Porque su GPS ideológico está programado sólo para ir a la “izquierda” desde los años sesenta. No pueden hacer otra cosa. Wouter [Bos, Vice Primer Ministro, Ministro de Hacienda, Socialista (PvdA)] está al volante, Andre [Rouwvoet, Ministro de Juventud y Familia, Unión Cristiana (CU)] en el asiento de bebés, a Jan Peter [Balkenende, Primer Ministro, demócrata-cristiano (CDA)] le da todo lo mismo siempre y cuando su partido consiga quedarse en el asiento delantero. [V1]
Trataron de arrojar algo de lastre. Ataron a la señora Vogelaar [ex ministra de Integración, Socialista (PvdA)] a un árbol. Aboutaleb [alcalde marroquí de Rotterdam, Socialista (PvdA)] se bajó en Rotterdam con todos sus pasaportes. Van Geel [el líder del grupo parlamentario del CDA] hubiera preferido tomar el desvío a Brabante para tomar el cargo de Gobernador Real allí. Jan Peter [Balkenende] grita todo el tiempo: “Quiero ir a Bruselas”, y el lorito de Al Gore, la Srta. Cramer [ministra de Vivienda y Medio Ambiente, Socialista (PvdA)] grita desde el asiento trasero: “¡No tan rápido, que es malo para los osos blancos! “El único camino el PvdA propone es hacer un par de vueltas alrededor de los canales de Ámsterdam.”
Sr. Primer Ministro, acabe con esto por favor. Envíe este cacharro al chatarrero y cobre la chatarra. No tiene sentido seguir. Sólo hay una razón por la cual el gobierno sigue en pie tambaleándose: por temor a las elecciones.
Yo lo entiendo. Es comprensible. Porque cuando en los Países Bajos vayan a votar, se verá que la actual crisis afecta a un partido específico… que está en el gobierno. La gente de Balkenende/Bos, que son buenos sobre todo para lanzar miles de millones [¿a la raya del campo?], a los grandes bancos. Si se permite elegir a los Países Bajos, votará contra la rapacidad, los bonos abultados y la codicia de sinecuras. ¿Cómo se atreve el gobierno a exprimir a los ciudadanos de a pie mientras gasta miles de millones en los bancos y los juguetes de la izquierda, y cientos de millones para los 19.000 solicitantes de asilo que nos esperan el próximo año, casi el doble del número del año pasado?
Si el holandés llegara a decir lo que piensa sobre los recortes presupuestarios… pues bien, puedo predecir lo que va a decir: la atención médica, la policía, y la educación se librarán. Para los holandeses no se debería ahorrar en esos temas. Pero se cerrarán las fronteras a los buscadores de fortuna. Los holandeses quieren que el grifo de la ayuda al desarrollo se cierre, y que se acaben los miles de millones que fluyen al Moloch burocrático de la Unión Europea. Luego, la televisión pública izquierdista tendrá que arreglárselas con mucho menos dinero, y se pondrá punto final al costoso JSF [F-35 Joint Strike Fighter, avión de combate].
Si se deja opinar a los votantes, el grupo parlamentario del PvdA cabrá en un Mini. Esconder la cabeza ya no sirve. La coalición que ha encallado puede meter la cabeza bajo el salpicadero, pero los votantes están a punto de perder la paciencia, están contando los días que quedan para las próximas elecciones, que, a más tardar, tendrán lugar el 11 de mayo de 2011. Los votantes quieren un nuevo Parlamento y un nuevo gobierno en lugar de esta panda de incapaces apoltronados en un coche atascado.
Sin embargo, hagamos justicia, este gobierno ha conseguido también muchas cosas. Por ejemplo, la integración va muy bien… Por lo menos, la integración de los Países Bajos en Dar-al-Islam, el mundo islámico. Este gobierno coopera con entusiasmo en la islamización de los Países Bajos. Las élites de toda Europa están abriendo las compuertas de la inmigración a lo grande. Dentro de poco, en la Unión Europea una de cada cinco personas será musulmana. Buenas noticias para este gobierno multiculti para el que bajar la cabeza ante los horrores de Alá es la principal tarea. Buenas noticias para el CDA [Partido Democristiano, el del Primer Ministro]: C. D. A. que significa Cristianos al Servicio de Alá [Christenen Dienen Alá].
[…]
Señora Presidenta, este gobierno, esta elite no tiene ni la más mínima voluntad de oponerse a la islamización. La ve como un gran enriquecimiento del paisaje neerlandés. Todas esas preciosas mezquitas, esas lindas pañoletas, esos acogedores burkas. Sí, los Países Bajos son mucho más bellos con eso. Aquí y allá, de vez en cuando caen dejan algunos muertos, o son violadas algunas chicas, y finalmente, nuestro país irá a la quiebra. Pero esto no puede estropear la juerga. Sólo un amargado puede prestarle atención a eso. Un poco de paciencia, esperamos la venida de la utopía islámica.
Señora Presidenta, la mejora ambiental empieza por uno mismo. Muchos neerlandeses están irritados por la contaminación del espacio público por el Islam. En otras palabras, en algunos sitios nuestras calles se parecen vez más a las de la Meca y Teherán. Pañuelos, barbas de odio, burkas, chilabas. Hagamos algo al respecto. Empecemos por la reconquista de nuestras calles, y asegurémonos de que los Países Bajos parecerán los Países Bajos otra vez. Las pañoletas son un verdadero signo de la opresión de la mujer, de su sometimiento, de su incautación. Son un símbolo de una ideología que está ahí fuera para someternos a nosotros. Por lo tanto: es hora de una limpieza general de nuestras calles. Si nuestros nuevos ciudadanos holandeses tanto quieren demostrar su amor a esa ideología del desierto medieval, deberían hacerlos cómodamente en un país musulmán, pero no aquí, en nuestro país.
Señora Presidenta, este país tiene un impuesto especial sobre la gasolina y el gasóleo, tiene licencias de aparcamiento y un impuesto a los perros; tiene un impuesto a los billetes de avión y un impuesto sobre el embalaje, así que ¿por qué no gravar el uso del velo? Un impuesto a las cabezas de trapo. Adquiera una licencia para el año y páguela en efectivo. 1.000 euros al año [1500 dólares] me parece una cantidad adecuada. De esa manera, obtendremos algo por lo que nos ha costado tanto. Yo diría: “el que contamine que pague. Mi pregunta: ¿está el gobierno dispuesto a introducir el impuesto al pañuelo?
Señora Presidenta, el gobierno se niega a decir a los ciudadanos lo que nos cuesta la inmigración masiva y la presencia de inmigrantes no occidentales. El gobierno se negó a responder a nuestras preguntas sobre este tema. Afortunadamente, sabemos aproximadamente lo que la broma nos cuesta. El semanario holandés Elsevier hizo el cálculo, que sobrepasó los doscientos mil millones de euros. Para ser precisos: 216 miles de millones de euros [318 mil millones dólares]. En lo que va de año alcanza casi 13 mil millones de euros [20 mil millones dólares].
Pero, Señora Presidenta, este gobierno no quiere saberlo. “Porque nosotros tampoco vamos a calcular cuánto nos cuestan los ancianos”, dice el gobierno. ¿Cómo es eso de que no sabemos cuánto cuesta un anciano? Un anciano cuesta € 165 por día en una residencia, un delincuente preso € 192 y un TBS [no sé qué es] 476 euros. Pero cuando se trata del ganado electoral del Partido Socialista [PvdA] la respuesta es: ojos cerrados y prietas las filas. En ese caso, hay que esconder la verdad. Cuando se trata de inmigración, la información de repente, parece casi un secreto de Estado. Y eso que esa inmigración es el resultado de la política del gobierno, el resultado de la decisión de abrir las compuertas a lo ancho.
Señora Presidenta, los Países Bajos tiene aproximadamente un millón de musulmanes. Muchos de ellos son inmigrantes. Y ninguno de esos vino aquí por amor a los Países Bajos. Ninguno de éstos vino a los Países Bajos porque les resultara un país de ensueño, con todos esos infieles. ¿Para qué vinieron entonces? Bueno, por los beneficios sociales, por ejemplo. Y antes de que me reprenda por decir esto, yo no soy el único que dice esto. El parlamentario Tofik Dibi [Izquierda Verde] dijo recientemente que los jóvenes de Marruecos ven a los Países Bajos como una utopía donde se pueden obtener ayudas gratuitas. Un despacho de dinero fácil, a mi entender. En resumen, vienen aquí por un cálculo económico. Allí, sin dinero; aquí el premio gordo.
Señora Presidenta, ¿se sorprende de que nos preguntemos cuánto nos cuesta este juguete de la izquierda a nosotros? ¿De que hagamos un cálculo financiero? Si lo hacen ellos antes de venir ¿por qué no nosotros? El mensaje del Gobierno es el siguiente: paga y calla. ¿Sabe qué le digo? La fiesta pro inmigración debe continuar, vais a disfrutar trabajando dos años más [de la edad actual de jubilación]. Dos años a trabajar y sudar para financiar la islamización. ¡Menudo panorama!
El Gobierno guarda silencio sobre los costes y deja a un lado la Constitución. El PVV [partido de Wilders] pagará ese silencio mañana con un voto de desconfianza. Además, vamos a llevar acabo esa investigación nosotros mismos. Se invita a toda Holanda a contribuir con sus ideas. ¿Qué tenemos que incluir para ello? ¿Qué elementos hemos olvidado? ¿Cuánto nos cuesta la inmigración masiva? Todo el mundo será capaz pronto de ir a un nuevo sitio www.watkostdemassaimmigratie.nl [cuantonoscuestalaimnigracionmasiva] Estará en funcionamiento próximamente. Haremos nuestra propia investigación o la subcontrataremos.
Señora Presidenta, todo ese dinero que nos cuesta la inmigración masiva lo podemos utilizar de mucho mejor manera. Por ejemplo, para nuestros ancianos. No toquéis la AOW [pensión pública]. No aceptamos que haya recortes en la AOW. ¡Qué propuesta tan antisocial! ¡Qué sinsentido además: aumentar la edad de jubilación: menos de un 15% de las personas de 63 y 64 años están trabajando en la actualidad. Para nosotros estas personas no tienen que trabajar dos años más [hasta 67]. La gente de la calle sabe cuál es el problema. Se lo pueden decir exactamente. Saben que el problema es la inmigración masiva. Nos has costado al menos 216 miles de millones de dólares en los últimos cuarenta años. Señores del Gobierno, no se les pase por su cabeza recortarle 4 mil millones a la AOW.
Ni se les ocurra pasar la factura al hombre de la calle. Todo el mundo debería poder jubilarse a los 65 años. Nuestra propuesta es la siguiente: cerrar las fronteras a los cazadores de fortuna de los países musulmanes. Esto nos proporcionará miles de millones de los que podemos hacer un buen uso dedicándolos a la defensa de la AOW.
Nos encontramos en una encrucijada: podemos optar por más inmigración masiva o por nuestros ancianos. El Partido por la Libertad [el de Wilders], escoge a nuestros ancianos.
Señora Presidenta, una política económica sana comienza con impuestos más bajos. Son necesarios para los primeros pasos en el camino hacia unos mejores Países Bajos, y se puede hacer ya a partir del próximo año. Por eso hemos presentado una contra-propuesta de presupuesto. En 2010 comenzamos con un recorte de siete mil millones de dólares en los juguetes y subsidios para la izquierda. Con esto reduciremos el impuesto sobre la renta en el segundo grupo [el impuesto sobre la renta y la propiedad y la seguridad social, que es ahora aproximadamente un 42%] en un 3%. Esto no son solo unos pocos euros menos [como en el presupuesto del gobierno], sino algunos cientos de euros más para la familia promedio. Muchas personas por lo tanto, tendrán más dinero en el bolsillo. Además reduciremos el déficit en más de mil millones de euros, por lo que pondremos mil millones adicionales para asistencia [como residencias de la tercera edad] y finalmente devolveremos “el duro de Kok” [impuesto temporal extraordinario a la gasolina, de 25 centavos, presentado por el ministro de Hacienda socialista Wim Kok en 1991, y que se convirtió en permanente] en la estación de gasolina. Y en opinión del PVV, no habrá recortes en el presupuesto de la policía. Ni un centavo. Anularemos los recortes irresponsables de este gobierno en relación con la policía.
Y, aparte de la reducción de impuestos, tenemos que otros planes a los planes para mitigar en lo posible la crisis económica. Dos planes para impulsar la economía. Primero: reducir el impuesto sobre la transferencia de la propiedad en la mitad [impuesto sobre las ventas inmobiliarias, 6-8% del precio de venta]. Eso hará que el mercado de la vivienda se reanime poco a poco, porque comprar una casa será más barato.
Segundo: impulsaremos la creación de empleo haciendo temporal más barata la mano de obra barata. El PVV presupuestará 320 millones de euros para ayudar a que quienes han perdido sus puestos de trabajo consigan más rápidamente un empleo en el sector privado. Eliminaremos las cargas sociales durante un año a los empresarios que contraten a personas desempleadas. Esto permitirá volver a trabajar a 100.000 personas que se han quedado sin trabajo por la crisis. ¡100.000 personas! Sra. Presidenta, esto me parece a mí – cuando padecemos uno de los índices de desempleo más grandes desde la Segunda Guerra Mundial – mucho más eficaz que seguir permitiendo la llegada de hordas de trabajadores polacos, como hace el gobierno.
El gobierno está preparando los mayores recortes de la historia. “Todos los tabúes políticos están abiertos a discusión”, dijo Wouter Bos [Vicepresidente y Ministro de Finanzas, socialista], el hombre que ha niqueló a los banqueros con muchos miles de millones y que ahora quiere que el hombre de la calle pague la factura. Presidenta, la política financiera de este gobierno es indefendible, comprendo que el portavoz financiero del el Partido Socialista [PvdA], el Sr. Tang, haya hecho todo lo posible para evitar un debate al respecto.
Señora Presidenta, el señor Bos debe empezar de una vez con su propia medicina de izquierdas. Y no ponga sus manos en la asistencia, la policía, y la educación. No será fácil para decírselo a su propio electorado, pero hay que hacerlo. Señora Presidente, acabe con la televisión pública izquierdista, reduzca al mínimo su contribución a la Unión Europea, ponga fin a esas subvenciones a la cultura, acabe- con la excepción de las ayuda de emergencia -con la locura de la ayuda al desarrollo, y olvídese del carísimo avión JSF.
Señora Presidenta, la delincuencia debe ser tomada en serio. Hay que reconquistar los Países Bajos, calle por calle, barrio por barrio, en cada fiesta en la playa. Con los agentes que actúan con rigor contra los delincuentes en lugar de dedicarse a poner multas e infracciones por conducir a unos pocos kilómetros por hora por encima del límite, como les ordenan los mandos políticos. [V2] Señora Presidenta, la escoria que es detenida por un arañazo (¿?) también tiene que recibir sanciones reales. Más tiempo tras las rejas. Nunca más castigada al “servicio comunitario” o con una pena de prisión menor por violación. Tenemos que detener a los terroristas callejeros marroquíes. Hay que tratarlos con mano dura.
Señora Presidenta, en nuestra nueva Holanda, la pena más grave será la de prisión, no la residencia de ancianos. Los cuidadores de las residencias son realmente amables, pero no son suficientes, por tanto, entre otras cosas, queremos mil millones adicionales para la atención de los ancianos. El pañal de 24 horas sustituye la visita al aseo, no hay tiempo para una ducha diaria. Para fumarse un cigarrillo, hay que llevar fuera a los ancianos, a menudo con silla de ruedas. Pero a veces no han sido sacados durante varios días, o semanas. Incluso tienen que pagar por que les laven su ropa, y por una galleta para el café. Se acabó.
Los delincuentes, sin embargo, no están tan mal. Se pasa mucho mejor en la cárcel. Tienen derecho a salir una hora al día, tienen el derecho a la diversión y al deporte. ¿Ropa, zapatos? ¡Gratis total!. Las celdas están llenas de humo, porque se les permite fumar allí. Tienen más guardias por recluso que enfermeras por anciano.
La propuesta de la PVV es muy clara. Las personas mayores deben vivir mucho mejor que los presos. Pero ahora es al revés. Eso tiene que cambiar, y me gustaría que el Primer Ministro respondiera a eso. Den a nuestros ancianos de las residencias más derechos que a los presos, y quiten los lujos a esos presos delincuentes. Nada de juego de ordenador, no más televisores, nada de comida halal, nada de deporte ni distracciones. Hágales sentir que son unos criminales. Y mimen a nuestros mayores. Denles, al menos, tantos cuidadores como guardianes hay en la cárcel. Denles a nuestros ancianos el derecho ducharse todos los días, de salir afuera todos los días, de fumar en sus habitaciones. Señora Presidenta, no parece demasiado pedir para que la gente que tuvo que comer los bulbos de los tulipanes en el Invierno del Hambre [1944-45], para quien trabajó en la reconstrucción de los Países Bajos tras la guerra -que estas personas reciban mejor trato de los ladrones, violadores y asesinos.
A consecuencia de estos abusos, el PVV quiere salir a las barricadas. El gobierno también se pone furioso de vez en cuando, pero por otras razones. El Ministro del Interior [Socialista], Ter Horst, justo antes del verano, llamó a una verdadera rebelión. ¿Una rebelión de quién? Bueno, ¡una rebelión de las elites! ¿Hubo alguna vez un ministro holandés que dijera nunca semejante sandez? Miss Ter Horst se engañó a sí misma y creyéndose el Che Guevara del Binnenhof [edificio del Parlamento en La Haya]. ¡Elitistas de todos los países, uníos! No tenéis nada que perder salvo vuestras sinecuras.
Señora Presidenta, concluyo. Los Países Bajos estarían mucho mejor sin este gobierno. Serían más ricos, más seguros, más sociales, y sobre todo, más holandeses. La élite está con sus dulces sueños color de rosa, pero la gente no está loca. El pueblo, que ha sido traicionado durante décadas, empieza a reaccionar. Se siente el cambio en el aire. La esperanza brilla en el horizonte. Se pueden sentir en todas partes. Es imparable. Todo el mundo lo ve. Excepto la gente que va en ese pequeño coche en medio de la noche, perdido en el bosque. Atascado en la arena. Se acabó la batería. Es noche cerrada y el silencio absoluto. Un perro orina contra la rueda delantera. Van der Laan come el último chusco con carne halal. Esto no puede durar mucho más. Los animales salvajes ya huelen el sudor frío. Nadie se atreve a decir nada. Wouter [Bos] esconde sus ojos de miedo detrás de gafas de sol RayBan (que pasó como gastos).
Están todos perdidos. Nadie se preocupa ya por ellos. El silencio es roto sólo por el GPS que le dice a este gobierno “Ha usted llegado a su destino”.
Es tiempo de elecciones
GEERT WILDERS
Fuente: http://layijadeneurabia.com - http://gatesofvienna.blogspot.com - http://gatesofvienna.blogspot.com
[1] Geert Wilders (nacido en Venlo, Países Bajos, el 6 de septiembre de 1963) es un político neerlandés, fundador del Partido para la Libertad (PVV) de inusitado crecimiento en Holanda. Desde 1998 fue diputado del parlamento de los Países Bajos, inicialmente como miembro del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD; pero en 2004, por causa de desacuerdos políticos, se separó del VVD y fundó su propio Partido por la Libertad (PVV) de tendencia liberal conservadora. Es tildado no obstante de xenófobo por ser contrario al Islam, como admirado por muchos otros, quienes lo consideran líder “sin rival de los europeos que desean mantener su identidad histórica”. El 27 de marzo de 2008 Wilders publicó en Internet su película, FITNA. Su planteo central es la amenaza de la “Islamización de Europa”, sobre la que advierte por la creciente inmigración musulmana y su falta de integración a la cultura de los países donde se asienta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario