enero 01, 2011

Discurso de Geert Wilders en el Parlamento Británico (2010)

DISCURSO EN EL PARLAMENTO BRITANICO
Geert Wilders [1]
[5 de Marzo de 2010]

Gracias. Es fantástico estar de vuelta en Londres. Y es estupendo que, esta vez, voy a ver más de esta maravillosa ciudad, que únicamente el centro de detención del Aeropuerto de Heathrow.
Hoy me encuentro ante vosotros, en este lugar extraordinario. Ciertamente, este es un lugar sagrado. Este es, como Malcolm siempre dice, la madre de todos los Parlamentos. Y estoy profundamente conmovido por tener la oportunidad de hablar ante vosotros.
Gracias a ustedes, Lord Pearson y Lady Cox, por vuestra invitación y por mostrar mi película Fitna. Gracias amigos míos, por invitarme.
Lo primero, es que tengo grandes noticias. El miércoles pasado, se celebraron elecciones municipales, en los Países Bajos. Y por primera vez mi partido, el Partido de la Libertad, tomó parte en ellas. Nuestro partido participó en dos ciudades. En Almere, una de las mayores ciudades holandesas, y en La Haya, la tercera mayor ciudad, que es el hogar del Gobierno, del Parlamento, y de la Reina. Y, ¡nos salió de maravilla!. En una sola barrida mi partido se convirtió en el más grande de Almere, y en la segunda fuerza política de La Haya. Grandes noticias pues para el Partido de la Libertad, e incluso mejores para la gente de esas dos bellas ciudades.
Y aún tengo más buenas noticias. Hace dos semanas el Gobierno holandés se derrumbó. En junio tendremos elecciones generales. Y el futuro para el Partido de la Libertad pinta estupendamente bien. De acuerdo con algunas encuestas, nos convertiremos en el mayor partido de los Países Bajos. Quiero ser modesto, pero quién sabe, ¡podría incluso convertirme en el Primer Ministro de aquí a unos meses!
Damas y caballeros, no lejos de aquí se encuentra una estatua del mejor Primer Ministro que ha tenido vuestro país. Y me gustaría contaros una cita suya hoy aquí: “El mahometanismo, es una fe proselizante y militante. No existe fuerza más retrógrada que esta en el mundo. Ya se ha extendido por toda el África Central, alzando guerreros impávidos a cada paso (…) la civilización de la Europa moderna podría caer, del mismo modo en que cayó la civilización de la Antigua Roma”. Estas palabras son, ni más ni menos que las que Winston Churchill escribió en su libro “La Guerra del Río”, en 1899.
Churchill estaba en lo cierto.
Damas y caballeros, yo no tengo ningún problema, y mi partido no tiene ningún problema con los musulmanes como tales. Hay muchos musulmanes moderados. La mayoría de los musulmanes son ciudadanos cumplidores de las leyes, y quieren vivir una vida igualmente pacífica que la que nosotros y yo mismo queremos. Yo lo sé. Eso es por lo que siempre hago una clara distinción entre la gente, los musulmanes, y la ideología, entre el Islam, y los musulmanes. Hay muchos musulmanes moderados, pero no existe tal cosa como un Islam moderado.
El Islam lucha por la dominación mundial. El Corán ordena a los musulmanes el ejercicio de la yijad. El Corán ordena a los musulmanes imponer la ley sharia. El Corán ordena a los musulmanes que deben imponer el Islam en el mundo entero.
Como dijo el antiguo Primer Ministro turco Erbakan: “Europa entera se volverá islámica. Nosotros conquistaremos Roma”.
El dictador libio Gaddafi dijo: “Hay decenas de millones de musulmanes en el continente europeo hoy en día, y su número no para de aumentar. Es el signo claro de que el continente europeo se convertirá al Islam. Europa será, un día ya no muy lejano, un continente musulmán”. En verdad, por una vez en su vida estaba diciendo la verdad. Porque, recordad: ¡la inmigración masiva y la demografía son nuestro destino!
El Islam no es meramente una religión, es fundamentalmente una ideología totalitaria. El Islam quiere dominar todos los aspectos de la vida, desde la cuna, hasta la tumba. La ley sharia es una ley que controla cada detalle de la vida en las sociedades musulmanas. Desde la ley pública y familiar, hasta la ley penal. Es una ley que determina cómo se debe comer, vestir, e incluso ir al lavabo. La opresión de la mujer es buena, beber alcohol es malo.
Creo que el Islam no es compatible con nuestra forma de vida occidental. El Islam es una amenaza a los valores occidentales. La igualdad del hombre y la mujer, la igualdad entre homosexuales y heterosexuales, la separación entre Iglesia y Estado, la libertad de expresión, están todas bajo presión por causa de la islamización. Damas y caballeros: el Islam y la libertad, el Islam y la democracia, no son compatibles. Son valores opuestos.
No es ninguna casualidad el que Winston Churchill denominase al “Mi Lucha” de Adolf Hitler como “el nuevo Corán de la fe y la guerra, turgente, locuaz, informe, pero preñado con su mensaje”. Como sabéis, Churchill realizó esta comparación entre el Corán y “Mi Lucha”, en su libro “La Segunda Guerra Mundial”, una obra maestra por la cual recibió el Premio Nobel de Literatura. La comparación del Corán con “Mi Lucha” [Mein Kampf] es totalmente acertada. El núcleo del Corán es la llamada a la yijad. La yijad significa un montón de cosas, y es la palabra árabe para decir “lucha”. Kampf es el término alemán para “lucha”. Yijad y Kampf significan exactamente lo mismo.
Islam significa “sumisión”, y no puede haber ningún error sobre su objetivo. Eso es algo determinado. La cuestión es si nosotros en Europa, y vosotros en Gran Bretaña, con vuestro glorioso pasado, nos someteremos o defenderemos firmemente nuestra herencia.
Nosotros vemos al Islam despegar en Occidente a un ritmo increíble. Europa se está islamizando rápidamente. Un montón de ciudades europeas contienen enormes concentraciones islámicas. París, Ámsterdam, Bruselas y Berlín son sólo unos pocos ejemplos. En algunos lugares de esas ciudades, las normas musulmanas se están imponiendo ya. Los derechos de las mujeres están siendo destruidos. Burkas, velos, poligamia, mutilación genital femenina, asesinatos de honor. Las mujeres deben ir a clases de natación separadas, y no deben dar la mano. En muchas ciudades europeas ya existe el apartheid. Los judíos, en un número cada vez mayor, están abandonando Europa.
Como indudablemente ya sabéis, mucho mejor que yo, también en vuestro país, la inmigración masiva ha aumentado rápidamente. Esto ha causado una enorme presión sobre vuestra sociedad británica. Mirad lo que está pasando por ejemplo en Birmingham, Leeds, Bradford, y aquí en Londres. Los políticos británicos que se han olvidado de Winston Churchill, han tomado la ruta de menor resistencia. Se han rendido. Han abandonado.
El año pasado, mi partido solicitó al Gobierno holandés que realizara un análisis de coste-beneficio sobre la inmigración masiva. Pero el gobierno rehusó darnos una respuesta. ¿Por qué?. Porque tiene miedo de la verdad. Las señales no son buenas. Una revista semanal holandesa, “Elsevier”, calculó que los costes de la inmigración superaban los 200 Millardos de euros. Sólo en el año pasado, se llegó a una cifra de 13 Millardos de euros. Se han realizado más cálculos en toda Europa: de acuerdo con el Banco Central de Dinamarca, cada inmigrante danés procedente de un país musulmán le cuesta al Estado danés más de trescientos mil euros. Lo mismo se puede ver en Noruega y Francia. La conclusión que se puede sacar de esto es lo siguiente: Europa se está empobreciendo a día de hoy. Se hace más pobre gracias a la inmigración masiva. Más pobre gracias a la demografía. Y los izquierdistas están asustados.
Yo no sé si es cierto, pero he leído en varios periódicos ingleses que los laboristas abrieron las puertas de la inmigración masiva, siguiendo una política deliberada para cambiar el panorama social en el Reino Unido. Andrew Neather, un antiguo consejero del gobierno, y escritor de discursos para Tony Blair y Jack Straw, dijo que el objetivo de la estrategia inmigratoria laborista era, y le cito, “frotar los morros de la derecha en la diversidad, y rendir sus argumentos como pasados de moda”. Si esto es cierto, es algo sintomático de la izquierda.
Damas y caballeros, no os equivoquéis: la izquierda está facilitando la islamización. Los izquierdistas, socialistas y compañía, se alegran por cada nuevo banco sharia que se crea, por cada nueva hipoteca sharia, por cada nueva escuela islámica, por cada nuevo tribunal islámico. Los izquierdistas consideran al Islam como algo equivalente a nuestra propia cultura. ¿Ley sharia, o democracia?. ¿Islam, o libertad? Eso en realidad no les importa. Pero nos importa a nosotros. Toda la élite izquierdista es culpable de practicar el relativismo cultural. Las universidades, iglesias, cámaras de comercio, la prensa, los políticos. Todos ellos, están traicionando nuestras libertades, tan duramente adquiridas.
Y yo me pregunto a mí mismo el por qué, ¿por qué los izquierdistas y socialistas han dejado de luchar por ellas?. Hubo un tiempo en el que los izquierdistas levantaban barricadas por los derechos de las mujeres. Pero, ¿dónde están ahora?. ¿Dónde están en el 2010?. Están mirando hacia el lado contrario. Porque son fanáticos del relativismo cultural, y son dependientes del voto musulmán. Dependen de la inmigración masiva.
Gracias al cielo que Jacqui Smith ya no está en el gobierno. Fue una victoria para la libertad de expresión el que un juez británico barriese de un plumazo su decisión de impedir que entrara en su país el año pasado. Espero que los jueces de mi país sean al menos igual de sabios, y me liberen de todos los cargos en Holanda, más adelante en este año.
Desafortunadamente, hasta el momento no lo han hecho tan bien. Porque ellos no querían oir la verdad acerca del Islam, ni están interesados en escuchar la opinión de expertos legales de primer orden en el campo de la libertad de expresión. El mes pasado, en una sesión preliminar, el tribunal rechazó quince de los dieciocho testigos expertos cuya presencia yo había solicitado.
Tan sólo a tres de esos expertos se les permitirá el ser escuchados. Afortunadamente, mi querida amiga y heroica psiquiatra americana, la Dra. Wafa Sultan será uno de ellos. Pero su testimonio se escuchará a puerta cerrada. Aparentemente la verdad acerca del Islam, no debe ser contada en público, y la verdad acerca del Islam deber permanecer en secreto.
Damas y caballeros, estoy siendo juzgado por mis creencias políticas. Ya sabíamos que la persecución política existía en los países de Oriente Medio, como Iran y Arabia Saudí, pero nunca en Europa, nunca en Holanda.
Estoy siendo juzgado por comparar el Corán con “Mi Lucha”. Es ridículo. Me pregunto si en Gran Bretaña se pondrán alguna vez las creencias de Winston Churchill a juicio…damas y caballeros, el juicio político que se está llevando a cabo contra mí, debe parar.
Pero no todo es acerca de mí, esto no va acerca de Geert Wilders. La libertad de expresión está en peligro. Como quizás ya sepáis ahora, uno de mis héroes, la autora italiana Oriana Fallaci, tuvo que vivir con miedo de que la extraditaran a Suiza por causa de su libro anti-islámico “La Rabia y el Orgullo”. El dibujante holandés Nekschot fue arrestado en su propia casa en Ámsterdam, por diez policías, por culpa de sus dibujos anti-islámicos, Aquí, en Gran Bretaña, la autora americana Rachel Ehrenfeld fue denunciada por difamación por parte de un hombre de negocios saudí. En Holanda, Ayaan Hirsi Ali, y en Australia dos Pastores cristianos fueron denunciados. Y podría seguir, y seguir. Damas y caballeros, a través de todo Occidente, gente amante de la libertad está sufriendo esta “yijad legal” que está en marcha. Esto es la “guerra judicial” islámica. Y, damas y caballeros, no hace mucho tiempo el dibujante danés Kurt Westergaard estuvo a punto de ser asesinado a consecuencia de sus caricaturas.
Damas y caballeros, deberíamos defender el derecho a la libertad de expresión. Con todas nuestras fuerzas. Con todo nuestro poder. La libertad de expresión es la más importante de nuestras muchas libertades. La libertad de expresión es la piedra fundamental de nuestras sociedades modernas. La libertad de expresión es el aliento de nuestra democracia, y sin libertad de expresión nuestro modo de vida, nuestra libertad, se habrá esfumado.
Creo que es nuestra obligación preservar la herencia de los valientes y jóvenes soldados que asaltaron las playas de Normandía. Que liberaron a Europa de la tiranía. Esos héroes no pueden haber muerto en vano. Es nuestra obligación defender la libertad de expresión. Como dijo George Orwell; “Si la libertad significa en realidad algo, significa el derecho a decirle a la gente aquello que no quieren oír”.
Damas y caballeros, yo creo en otra política, es la hora del cambio. Debemos darnos prisa. Ya no podemos esperar más. El tiempo se acaba. Si me lo permitís, citaré a uno de mis presidentes americanos favoritos, que es Ronald Reagan, que dijo en una ocasión: “Necesitamos actuar hoy, para preservar el mañana”. Y es por eso por lo que yo propongo las medidas siguientes, sólo mencionaré unas cuantas, para preservar nuestra libertad:
Primero, tendremos que defender la libertad de expresión. Es la más importante de nuestras libertades. En Europa, y de hecho en Holanda, necesitamos algo similar a la Primera Enmienda norteamericana.
Segundo, tendremos que poner fin y librarnos del relativismo cultural. A los relativistas culturales, a los socialistas de la sharia, les digo orgullosamente: nuestra cultura occidental es muy superior a la cultura islámica. No temáis decirlo. No eres un racista cuando dices que tu cultura es mejor.
Tercero, necesitamos parar la inmigración masiva procedente de los países islámicos. Porque más Islam, significa menos libertad.
Cuarto, tendremos que expulsar a los inmigrantes criminales y, seguidamente a su desnacionalización, tendremos que expulsar a los criminales con doble nacionalidad. Y hay muchos de esos en mi país.
Quinto, tendremos que prohibir la construcción de nuevas mezquitas. Ya hay bastante Islam en Europa. Especialmente porque los cristianos en Turquía, Egipto, Irán, Irak, Pakistán e Indonesia son maltratados, y por eso debería haber un padrón en la construcción de mezquitas en Occidente.
Y por último, pero no menos importante, tendremos que librarnos de todos esos que se hacen llamar líderes. Lo he dicho antes: Menos Chamberlains, más Churchills. Elijamos líderes auténticos.
Damas y caballeros. A la anterior generación, la de mis padres, la palabra “Londres” les sonaba como un sinónimo de esperanza y libertad. Cuando mi país fue ocupado por los nacional-socialistas, la BBC le ofrecía un parpadeo diario de esperanza, en la oscuridad de la tiranía nazi. Millones de mis compatriotas la escuchaban en secreto. Las palabras “esto es Londres”, eran un símbolo de un mundo mejor que llegaría pronto.
¿Qué será lo que se emita dentro de cuarenta años? ¿Será todavía “Esto es Londres”?, ¿o será “Esto es Londonistán”? ¿Nos traerá la esperanza?, ¿O nos señalará las coordenadas de La Meca y Medina? ¿Ofrecerá Gran Bretaña sumisión, o perseverancia?, ¿libertad, o esclavitud? La elección es vuestra. Y en los Países Bajos, la elección es nuestra.
Damas y caballeros, nosotros nunca nos disculparemos por ser libres. Nunca abandonaremos. Y ciertamente, como uno de sus antiguos líderes dijo: Nunca nos rendiremos.
La Libertad debe prevalecer, y la libertad prevalecerá.
Muchas gracias
GEERT WILDERS

Fuente: www.layijadeneurabia.com
[1] Geert Wilders (nacido en Venlo, Países Bajos, el 6 de septiembre de 1963) es un político neerlandés, fundador del Partido para la Libertad (PVV) de inusitado crecimiento en Holanda. Desde 1998 fue diputado del parlamento de los Países Bajos, inicialmente como miembro del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD; pero en 2004, por causa de desacuerdos políticos, se separó del VVD y fundó su propio Partido por la Libertad (PVV) de tendencia liberal conservadora. Es tildado no obstante de xenófobo por ser contrario al Islam, como admirado por muchos otros, quienes lo consideran líder “sin rival de los europeos que desean mantener su identidad histórica”. El 27 de marzo de 2008 Wilders publicó en Internet su película, FITNA. Su planteo central es la amenaza de la “Islamización de Europa”, sobre la que advierte por la creciente inmigración musulmana y su falta de integración a la cultura de los países donde se asienta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario