abril 14, 2011

Carta Pastoral: "Hay que ser valiente para oponerse a todo este sistema" Joaquín Piña, obispo emérito de Puerto Iguazú (2006)

CARTA PASTORAL PARA EL 14º DOMINGO DURANTE EL AÑO 2006
HAY QUE SER VALIENTE PARA OPONERSE A TODO ESTE SISTEMA
Mons. Joaquín Piña, obispo de Puerto Iguazú
[9 de julio de 2006]

Hermanos y amigos:
¡Felicitaciones para todos en el Día de la Independencia!
Coincide que hoy es también la Fiesta de la Virgen de Itatí. A la que le pido que nos conceda ser independientes de verdad.
Porque Dios nos creo libres para hacer el bien. No para que nos hagamos esclavos de nosotros mismos, (que esto es el vicio, o lo que ahora decimos las “adicciones”), o esclavos de otros que nos dominan.
Jesucristo vino al mundo para traernos libertad. Lean lo que dice en San Pablo en la Carta a los Gálatas, o a los Romanos. Es lo mismo que dice la Teología de la Liberación, que el mismo Papa Juan Pablo II dijo que era una cosa “buena y necesaria”, por que tiene su fundamento en la Biblia. (Claro que se puede desviar, como puede ocurrir con todas las cosas buenas, cuando lo ideologizan)
Pues bien, lo contrario a todo esto es el miedo.
El esclavo es el que siempre tiene miedo de su amo. Y Dios no quiere que tengamos miedo de nada, ni de nadie. El verdadero cristianismo no es la religión del miedo, sino del amor y de la libertad.
Y, ¡Qué curioso, que algunos le tienen miedo a la libertad!
Yo siempre traté de ser un hombre libre, y por esto digo algunas cosas, aunque a otros no le gusten mucho. (y tengo todavía otras por decir...)
Creo que ya les conté alguna vez que me toco vivir, años atrás, en el Paraguay de Storessner. Mi amigo, Ramón Juste, sacerdote jesuita, escribió, en aquel tiempo, un artículo muy bueno, que tuvo mucho eco, que se titulaba: “El Paraguay, un país dominado por el miedo”.
Pues bien, lo que yo lamento es que, en nuestro país, (y concretamente en esta Provincia), por más que se diga que estamos en democracia, tengamos que decir lo mismo.
Es impresionante cómo nuestra gente tiene miedo. Cómo vive dominada por el miedo.
¡No vayas a hablar! Ni se te ocurra protestar, porque te van a echar. Vas a perder lo poco que tenés. Hay que aguantar. Es cierto que estamos mal, pero ¿qué le vamos a hacer? ¿Qué podemos hacer nosotros? Mejor quedarse en la casa. ¿Para qué salir a la calle, o hacerle un escrache a este tipo que nos robó tanto, y que se enriqueció con la plata de pueblo? O, los que dicen, total, a mí no me va tan mal...
En fin, que ustedes saben mejor que yo lo que pasa.
Hay mucha gente buena. Hay gente honrada, que no está de acuerdo con todo esto. Con tantas injusticias y tanta corrupción. Aún entre los políticos. Intendentes, concejales, jueces... Yo conozco un Ministro que me parece buena persona, pero ¿qué va a hacer? Si no está de acuerdo con el de arriba, le dirán que se eche a un costado. Que si el Intendente no se vende al Ejecutivo Provincial, no obtendrá nada, ni para sí ni para el Municipio. Y... ¿Qué va a hacer? Está “dominado” por el miedo.
Sí, a mí me da mucha pena toda esta gente que se vendió “por un plato de lentejas”, como dice la Biblia.
Comprendo que hace falta ser valiente para oponerse a todo este sistema. Y por desgracia tenemos pocos hombres y mujeres valientes.
Ya que estamos celebrando nuestra Independencia, me permito decirles que no seríamos actualmente un país libre e independiente, si no hubiésemos tenido unos próceres, (por algo les llamamos Padres de la Patria), que fueron muy valientes y se jugaron por ella. Y por esto que merecen nuestro sincero homenaje. De los cobardes, ya nadie se acordará más. Les bendice su Padre Obispo

Mons. Joaquín Piña Batllevell, obispo de Puerto Iguazú

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