abril 14, 2011

Carta Pastoral: "No quiero rezar un responso por la democracia" Joaquín Piña, obispo emérito de Puerto Iguazú (2006)

CARTA PASTORAL PARA EL 20º DOMINGO DURANTE EL AÑO 2006
“NO QUIERO REZAR UN RESPONSO POR LA DEMOCRACIA”
Mons. Joaquín Piña, obispo de Puerto Iguazú
[20 de agosto de 2006]

Hermanos y amigos:
Menudo revuelo que armaron, días pasados, con esto de que Piña iba a ser constituyente. Yo les dije, bien claro, que por supuesto que estoy en contra de este proyecto de reforma de la Constitución, que me parece un disparate. Una absoluta falta de respeto a la democracia y a nuestra Carta Magna. Que nos pondríamos en línea con los países más totalitarios que en el mundo han sido. Ahí sí que tendríamos que rezar un responso (un Réquiem), por la democracia. Y encima, todos se iban a reír, o a burlar de nosotros. ¿Cómo se les pudo ocurrir elegir a un Gobernador vitalicio, sin plazos ni límite alguno?
Esto está más que claro. Y por lo tanto, que yo apoyo todo lo que se pueda hacer por frenar este proyecto hegemónico, que es algo absurdo, y espero que la ciudadanía se ha de dar cuenta de ello. Por más que ya sabemos que los que tienen todo el aparato del poder, y la plata, harán todo lo posible por seguir adelante con lo suyo, engañándole a la gente, comprándoles con dinero, avasallando con todo. Aparte de lo que nos va a costar esta votación: treinta millones, me dicen. ¿Y la campaña? Esto ni se contabiliza. ¡Cuántas raciones de comida, o jarros de leche se podrían dar a los niños desnutridos, en los comedores, etc.! Así es como se tira la plata de los pobres...
Me parece que lo que acabo de decir sobre mi postura, está bien claro. Pero lo que no está tan claro es que el Obispo tenga que ser un “convencional”. Porque entiendo que ésta no es mi misión. Yo soy un Ministro del Evangelio. Un Pastor, que es cierto que está muy preocupado por su grey. Por las cosas que ocurren. Por cómo se engaña y manipula a la gente, pisoteando su dignidad. Cómo se consiente este atropello a las instituciones y la misma democracia.
De ahí mi prédica. No es una prédica política, como dicen los que no entienden nada. Desde la Diócesis, lo que hace rato que estamos procurando es ayudar a la gente, mediante las Escuelas de Ciudadanía y otros medios. La Pastoral Social. Hace falta que nuestra gente conozca y aprenda a defender sus derechos y obligaciones. Que no se calle, por miedo, ante las injusticias. Que no vivan siempre con miedo. Porque les amenazan, les aprietan, les controlan. Está prohibido pensar diferente de lo que piensa el Mburuvichá, y mucho más hablar. ¿Qué le vamos a criticar, si todo lo hacen bien? Están convencidos de ello. Ojalá que fuera cierto, que todo lo hacen bien. Que se extirparan las mañas de la vieja política, como nos prometieron al comienzo los de la Renovación.
Creo que ya les conté lo que me dijo una Señora, en Wanda, que esto, más que una renovación se parece a una prostitución, (que ya saben que es vender el cuerpo, o la dignidad, por plata). Bueno, disculpen. No quiero ofender a nadie. Dios quiera que sea una renovación, un cambio de verdad. Que se termine con la vieja política. Porque como lo dijo mi hermano Juan Rubén, aquí no vemos que haya cambiado nada. Más bien habría que decir que hemos ido de mal en peor. De Guatemala a Guatepeor (!)
Por ello, este reclamo, este llamado que escucho de algunos que dicen que nos dejemos de lado de banderías políticas e ideologías. Que ya no es cuestión de Partidos Políticos, sino de defender la democracia, los derechos de los ciudadanos. O si lo quieren aún más claro, de derechos humanos.
Tanto, digo yo, luchamos por sacudirnos de encima la dictadura y recuperar la democracia. Por favor, no caigamos en otro tipo de gobierno totalitario.
Pido a Dios que les ilumine. Que nos ilumine a todos. A mí en particular que me inspire lo que tengo que hacer. Les he dicho que creo que mi papel, como Pastor, no es precisamente e de ser candidato a nada. Nunca lo fui. No ambiciono para mí nada. Pero sí que, como Pastor, estoy dispuesto a defender a mi rebaño con lo que haga falta. ¿Me explico?
Bueno, pero ¿será candidato o no? Como dije el domingo pasado en nuestra Fiesta, en el Santuario de Santa María del Yguazú, estoy dispuesto a aceptar con tal de que no se presente gente con antecedentes demasiado negativos. Aunque ya sabemos que santo no hay ninguno. Pero, al menos, que no sean tan sinvergüenzas como algunos que conocemos. Gracias por su apoyo.
A todos les quiere mucho, y les bendice su Padre Obispo

Mons. Joaquín Piña Batllevell, obispo de Puerto Iguazú

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