INFORME RATTENBACH (*)
Informe de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico Sur
[16 de Septiembre de 1983]
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Índice:
I PARTE – INTRODUCCIÓN
I. Resolución de la Junta Militar y acta de constitución de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico Sur
II. Los supremos intereses de la Nación
III. Estructura del Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto en el Atlántico Sur
IV. Glosario de las abreviaturas
V. Documentación consultada por la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico sur
VI. Índice correspondiente al cuerpo del Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico sur
II PARTE - ANTECEDENTES DEL CONFLICTO
Capítulo I - Situación general
Introducción
Ámbito geoestratégico
Antecedentes históricos
Capítulo II - Las negociaciones hasta el 02 de abril de 1982
Pronunciamientos internacionales a partir de 1965
Los contactos bilaterales
La ronda de negociaciones de Nueva York/81
La resolución 502 del Consejo de Seguridad
Antecedentes
La constitución de la Comisión de Trabajo
Análisis de los documentos emitidos
La planificación estratégica a partir del 02 abril 82
Conclusiones
Capítulo IV - La decisión estratégica militar
El incidente de las islas Georgias del Sur
La reacción británica
La decisión de la Junta Militar
La toma de Malvinas
[Cont. 2/4…]
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I PARTE
INTRODUCCIÓN
I. Resolución de la Junta Militar y acta de constitución de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico Sur
DECRETO DE CREACION DE LA COMISION
BUENOS AIRES, 2 de Diciembre de 1982
CONSIDERANDO:
Que la trascendencia del conflicto bélico vivido recientemente en el Atlántico Sur, como los elevados intereses de la Nación cometidos, imponen la necesidad de que sea analizada y evaluada la acción política y estratégico militar del mismo.
Que para ello, dada la alta investidura de quienes ejercieron dicha conducción, se hace imprescindible que la Junta Militar, como órgano Supremo de la Nación, asuma la facultad de ordenar esta tarea.
Que a tal efecto resulta conveniente la creación de una Comisión para que reúna los elementos de juicio, analice y asesore a la Junta Militar en el cumplimiento de la finalidad contemplada en el considerando precedente.
Por tanto,
LA JUNTA MILITAR
ESTATUYE:
1° La Junta Militar asume la facultad de analizar y evaluar las responsabilidades de quienes integraron la Junta Militar y el Poder Ejecutivo Nacional, en cuanto hace a la conducción política y estratégico militar del conflicto bélico del Atlántico Sur.
2° Créase una Comisión de análisis y evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur, que tendrá como misión asesorar a la JUNTA MILITAR en el ejercicio de sus facultades y a los fines consignados en el presente.
3° Dicha Comisión estará integrada por seis (6) Oficiales del Grado de Generales o equivalentes, dos (2) por cada Fuerza Armada.
4° Para el cumplimiento de su misión la Comisión de Análisis y Evaluación tendrá las siguientes facultades:
1. Solicitar a través de su Presidente, informes, documentos, antecedentes y todo otro elemento que se estime útil, a cualquier organismo público y a personas físicas o jurídicas públicas o privadas, todos los cuales estarán obligados a proporcionarlo dentro del término que se fije bajo apercibimiento de Ley. Al efecto, no se podrá oponer disposición alguna que establezca el secreto de lo requerido.
2. Ordenar y tomar declaraciones testimoniales, las que serán prestadas por lo menos con la presencia de tres (3) miembros, uno (1) por cada Fuerza, y recibir toda manifestación verbal o escrita de los responsables de los hechos analizados.
5° Las disposiciones del Código de Justicia Militar y su reglamentación, las del Código Penal de la Nación Argentina y del Código de Procedimientos en Materia Penal de la Capital Federal y Territorios Nacionales, serán de aplicación con relación a las facultades precedentes, en cuanto fueran compatibles con las normas contenidas en el artículo anterior y la jurisdicción natural a que se encuentren sometidos los organismos y personas mencionados en el artículo 4°.
6° La Comisión de Análisis y Evaluación concluirá sus actuaciones elevando un informe a la JUNTA MILITAR que contendrá su opinión fundada sobre:
1. El desempeño en el ejercicio de las funciones y las responsabilidades emergentes respecto de la conducción política y estratégico militar del conflicto.
2. Las responsabilidades de cualquier persona, sean de carácter penal, disciplinario y/o del honor que surjan de lo actuado y que, as u juicio, deban ser investigadas y juzgadas por la jurisdicción común o militar respectiva, en la forma que legal y reglamentariamente corresponda.
7° La Comisión de Análisis y Evaluación prestará juramento ante la Junta Militar, dictará su reglamento interno y elegirá su presidente. Funcionará en el Edificio del Congreso Nacional y para el cumplimiento de su misión podrá solicitar a la JUNTA MILITAR la designación del personal militar que le preste colaboración, y contará con el apoyo administrativo que le deberá proporcionar el Jefe de la Comisión de las Fuerzas Armadas en el Congreso de la Nación.
8° Comuníquese, publíquese, dé se a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.
DECRETO DE DESIGNACION DE LOS MIEMBROS
BUENOS AIRES, 2 de Diciembre de 1982.
VISTO lo acordado en Acta N° 241 de fecha 25 de noviembre de 1982 y lo estatuido en Acta de fecha 2 de diciembre de 1982, puntos 3 y 7.
Por ello,
LA JUNTA MILITAR
RESUELVE:
ARTICULO 1°.- Designar como integrantes de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades políticas y estratégicas militares en el Conflicto del Atlántico Sur a los señores Teniente General (R) D. BENJAMÍN RATTENBACH y al General de División (R) D. TOMAS ARMANDO SÁNCHEZ DE BUSTAMENTE por el Ejército, al Almirante (R) D. ALBERTO PEDRO VAGO y al Vicealmirante (R) D. JORGE ALBERTO BOFFI por la Armada, y al Brigadier General (R) D. CARLOS ALBERTO REY y al Brigadier Mayor (R) D. FRANCISCO CABRERA por la Fuerza Aérea.
ARTICULO 2°.- Los señores Oficiales Superiores designados prestarán juramento ante la Junta Militar en su sede natural de reuniones en el Congreso de la nación en acto a realizarse en el día de la fecha, y en el subsiguiente, darán por iniciadas las tareas asignadas a la citada Comisión, con las responsabilidades y atribuciones estatuidas al efecto.
ARTICULO 3°.- Comuníquese, publíquese, dé se a la Dirección Nacional del Registro oficial y Archívese.
RESOLUCIÓN N° 15/82.
ES COPIA
II. Los supremos intereses de la Nación
El 2 de abril de 1982 la Nación y el mundo se enteraron sorpresivamente que las Fuerzas Armadas Argentinas habían desembarcado en las Islas Malvinas y que nuestro Pabellón se izaba en ellas, reafirmando nuestros derechos soberanos después de 150 años de usurpación por parte de Gran Bretaña.
Esta fecha quedará grabada en la historia: LAS MALVINAS, QUE SON PARTE DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, VOLVÍAN A SU PATRIMONIO, aunque breve tiempo después, nuestro pabellón tuvo que ser arriado, superado el esfuerzo por el enemigo.
Para resultar victoriosos en una confrontación internacional, no sólo vale tener derechos, sino que también hacen falta poder, buena conducción, organización y fuerzas bien adiestradas, equipadas y aprovisionadas. La fuerza, empleada equivocada e inoportunamente, no es el medio idóneo para hacer valer los derechos frente al adversario y ante toda la comunidad internacional.
Es absolutamente necesario aclarar en forma completa y veraz lo sucedido. Así lo exigen la soberanía nacional agraviada, la dignidad de la República Argentina y el honor de sus Fuerzas Armadas.
Esta Comisión decidió, en consecuencia, actuar con profundidad y firmeza, evitando lo superficial y los detalles intrascendentes que pudieran apartarla de los grandes interrogantes.
Ello obliga a considerar si realmente los altos mandos de la Nación tomaron las decisiones adecuadas, si actuaron como los conductores necesarios para un pueblo adulto en grave y crítica situación y si tuvieron la sensatez requerida para elegir los caminos idóneos a fin de alcanzar el objetivo final perseguido: LAS MALVINAS ARGENTINAS.
Si ellos no apreciaron correctamente las posibilidades del país, ni previeron las consecuencias ulteriores, de muy poco han servido el entusiasmo nacional, el sacrificio de los hombres que yacen en las Islas y en el fondo del mar, y el coraje de los que supieron empuñar honrosamente sus armas en tierra, mar o aire.
La justicia deberá aplicarse con el rigor que corresponda a quien hubiese procedido con negligencia o impericia, tanto en lo político cuanto en lo militar, más aún cuando esto hubiese ocurrido en ejercicio de las altas responsabilidades de gobierno. Es obligación irrenunciable de esta Comisión contribuir a la reparación y la satisfacción a la República por los graves perjuicios causados a las vidas humanas y al patrimonio de la Nación, y por la honda frustración ocasionada al espíritu patrio y a la unidad de los argentinos, mediante la determinación de quienes pudiesen resultar responsables de no haber cumplido los deberes correspondientes a sus investiduras.
III. Estructura del Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto en el Atlántico Sur
A. El Informe Final completo consta de un total de 17 (Diecisiete) volúmenes, de acuerdo con el siguiente detalle:
• CUERPO DEL INFORME FINAL - Un volumen único.
• ANEXOS AL INFORME FINAL - Diez tomos, numerados correlativamente de I a X.
• DECLARACIONES - Cinco tomos, numerados correlativamente de I a V.
• ACTAS - Un volumen único.
B. La estructura de Informe propiamente dicho (Cuerpo del Informe Final) ha sido confeccionada de acuerdo al siguiente detalle:
Se ha dividido el contenido del Informe en CINCO PARTES, numeradas correlativamente de la I a V en números romanos.
Cada parte lleva el número que la identifica y su correspondiente designación, todo escrito en letras mayúsculas en la parte superior central de la página.
Las Partes, a su vez, se dividen en CAPÍTULOS. Estos son QUINCE, numerados correlativamente de I a XV, independientemente de la Parte a la cual pertenecen.
El número y designación de cada Capítulo ha sido colocado con letras mayúsculas, en la parte superior central de la página correspondiente.
Los Capítulos se dividen en TÍTULOS y Subtítulos, escritos en mayúsculas y minúsculas, respectivamente, y ubicados marginalmente en el lugar correspondiente de la página de que se trate.
Todo el texto del Informe Final ha sido dividido en párrafos que se han numerado, correlativamente, desde el número 1 al número 890.
Algunos párrafos, por necesidades propias de la redacción, se han dividido en incisos que, para su identificación, fueron señalados por letras minúsculas ubicadas alfabéticamente y seguidas de un punto. En caso de necesidad de subdividir un inciso, se procedió a identificar los correspondientes apartados con un número arábigo, ubicado correlativamente y seguido de un cierre de paréntesis.
C. Para auxiliar la lectura e interpretación del texto, se incluye como punto IV de la Introducción un GLOSARIO DE ABREVIATURAS, donde se han anotado todas aquellas que aparecen en el presente Informe
IV. Glosario de las abreviaturas
A Artillería
A Sub Antisubmarino
A Sup Antisuperficie
A.R.A. Armada
A/A Antiaérea
AA Antiaérea
AADD Aeródromos
ABIT Asociación Brasileña de Transportadores Internacionales
AD Aeródromo
AD Apoyo directo (Ejército)
ADF Equipo radioeléctrico para navegación por radiobalizas
AIEN Agrupación de Inteligencia Estratégica Nacional
ALC Apoyo logístico complementario
ALERT MK II Radar
ANEA Área Naval Estratégica Austral
ANSA Agencia Italiana de Noticias
AP Acción Psicológica
AP Associated Press
AS Acción Psicológica
Agr Log Agrupación Logística
B Com Batallón de Comunicaciones
BACE Base Aeronaval Comandante Espora
BAM Base Aérea Militar
BDT Buque desembarco de tanques
BIAA Batallón de Infantería Antiaéreo
BICO Batallón de Comunicaciones
BIM Batallón de Infantería de Marina
BLOW PIPE Misil tierra-aire (Ejército)
BNPB Base Naval de Puerto Belgrano
Br I Brigada de Infantería
C Ae Componente Aéreo
C.I.C. Centro de Información de Combate (Armada)
C.J.I. Comité Jurídico Interamericano
C.P. Corto Plazo
CA Componente Aéreo
CAD Comando Aéreo de Defensa
CAE Comando Aéreo Estratégico
CAT Comando Aéreo de Transporte
CCB y S Centro de Búsqueda y Salvamento
CEE Comunidad Económica Europea
CEOPECON Centro de Operaciones Conjuntas
CFAS Comando Fuerza Aérea Sur
CG Conflicto Grave
CIC Centro de Información y Control
CICR Comité Internacional de la Cruz Roja
CID Colegio Interamericano de Defensa
CJA Comando en Jefe de la Armada
CJE Comando en Jefe del Ejército
CJFA Comando en Jefe de la Fuerza Aérea
CN Componente Naval
CNV Comisión Nacional de Vigilancia
COATLANSUR Comandante del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur
COBRA Misil hiloguiado tierra-tierra (Ejército)
CODAS Comando Defensa Aérea Sur
CODASUR Comando de Defensa Aérea Sur
COFUERSUB Comando de la Fuerza de Submarinos
COGUAMILVINAS Comandante de la Guarnición Malvinas
COL Centro de Operaciones Logísticas
COMIL Comando Militar
CON Centro de Organización Normalizado
CON Comando de Operaciones Navales
CRV Comodoro Rivadavia
CT Componente Terrestre
CTR Centro de Control de Tráfico Aérea
CZEKALSKI Cañón sin retroceso de 105 mm
Co Cerro
Cte. FFTT Comandante de las Fuerzas Terrestres
DELARGENU Delegación Argentina en las Naciones Unidas
DEMIL Directiva de Estrategia Militar
DIMATER Dirección de Material Aeronáutico EC Equipo de Combate
ECA Equipo de Control Aéreo
EDN Escuela de Defensa Nacional
EDPV Embarcación de desembarco para personal y vehículos
EEI Elementos Esenciales de Inteligencia
EEII Elementos esenciales de información
EGA Emergencia
EJ Ejército
ELMA Empresa Líneas Marítimas Argentinas
EM Estado Mayor
EMC Estado Mayor Conjunto
EMGA Estado Mayor General de la Armada
EMGE Estado Mayor General del Ejército
EMGFA Estado Mayor General de la Fuerza Aérea
ENO Enemigo
ESBA Escuadrón de Sanidad Base Aérea
ESG Escuela Superior de Guerra
ESMACON Estado Mayor Conjunto
ETHERTON Universidad China
FA Fuerza Aérea
FAB Fuerza Aérea Boliviana
FAS Fuerza Aérea Sur
FFTT Fuerzas Terrestres
FIC Falkland Island Company
FT Fuerza de Tarea
FTC Fuerza de Tarea Conjunta
GA Grupo de Artillería
GADA Grupo de Artillería de Defensa Aérea
GAL Río Gallegos
GB Gran Bretaña
GOE Grupo de Operaciones Especiales
GRA Río Grande
GRE Gobernador Gregores
GUC Gran Unidad de Combate
HC Hipótesis de Conflicto
HCG Hipótesis de Conflicto Grave
HG Hipótesis de Guerra
HUD Head uf display (Sistema electrónico y óptico para determinar datos de tiro)
ILS Sistema electrónico de aproximación para aterrizaje
I.M Infantería de Marina
IGTF Isla Grande de Tierra del Fuego
J Cte (s) J Junta de Comandantes en Jefe
JCJ Junta de Comandantes en Jefe
JGC Jefe del Grupo Comando
JID Junta Interamericana de Defensa
JM Junta Militar
JP 1 Tipo de Combustible para aeronaves
KC Aviones tanque (combustible)
L Latente
L.P. Largo Plazo
LACPC Límite anterior del campo principal de combate
LADE Líneas Aéreas del Estado
LPD Buque de desembarco
LPM Buque porta helicóptero
MAGIC Misil aire-aire (Fuerza Aérea-Armada)
MAMBA Misil hiloguiado tierra-tierra (Ejército)
MES Medidas de Conducción Social
MET Meteorología
METT Codificación de: enemigo-terreno y condiciones meteorológicas
MLV Malvinas
MMC Mensaje Militar Conjunto
MOR Morón
MP Mediano Plazo
Mor Mortero
NDA Novedades diarias de armamento
NOAL No alineados
OA Observador Adelantado
OCEM Oficial de Coordinación para Evacuaciones Aeromédicas
OCRE Organización de corresponsales de Radio al exterior
OEA Organización de Estados Americanos
OEM Objetivo Estratégico Militar OEM Oficial de Estado Mayor
OEOP Objetivo Estratégico Operacional
OIM Oficial Ingeniero Militar
OM Objetivo material
ONU Organización de las Naciones Unidas
OO Orden de Operaciones
OOMM Objetivo materiales
ORI Órgano de Reunión de Información
OS Organismo de Sanidad
OTAN Organización del Tratado del Atlántico Norte
OTAS Ordenes de Transporte Aéreo Sur
OTTO-MELARA Obús calibre 105 mm (Ejército-Artillería)
P Probable
PAC Patrulla Aérea de Combate
PAL Palomar
PAL Portaaviones liviano
PC Puesto de Comando
PIEN Plan de Inteligencia Estratégica Nacional
POA Puesto de Observación adelantada
PON Procedimiento Operativo Normal
PPS Radar
PRAVDA Diario Oficial Soviético
PSBA Puesto de Socorro de Base Aérea
PTA La Planta
RASIT Radar
RASU Región Aérea Sur
REM Reserva Estratégica Militar
RI Regimiento de Infantería
ROLAND Misil antiaéreo (Interfuerzas)
RREE Relaciones Exteriores
RU Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
S.I.N. Servicio de Inteligencia Naval
SAFRIR Misil aire-aire (Fuerza Aérea-Armada)
SAM 7 Sistema misilístico (Ejército)
SCD Sistema de computación de datos
SCZ Santa Cruz
SEAM Sistema de Evacuación Aeromédica
SIDE Secretaría de Inteligencia de Estado
SIDEWINDER Misil aire-aire (Fuerza Aérea-Armada)
SIN Sistema Nacional de Inteligencia
SIP Secretaría de Información Pública
SJU San Julián
SOFMA Cañón de 155 mm (Ejército-Artillería)
SRM Sarmiento
SSBA Servicio de Sanidad de Base Aérea
SSEE Servicios Especiales
SSGG Servicios Generales
SUB Gran Unidad de Batalla
Sb Submarino
T.O.R. Equipo de comunicaciones MULTIPLEX de detección y corrección automático de errores
TASS Agencia Soviética de Noticias
TIAR Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
TIGERCAT Sistema misilístico
TO Teatro de Operaciones
TOAS Teatro de Operaciones del Atlántico Sur
TOS Teatro de Operaciones Sur
TRE Trelew
TTOO Teatro de Operaciones
UK United Kingdom (Reino Unido)
UN Naciones Unidas
USU Ushuaia
V Vigente
VC HOWAG Vehículo Blindado
VC PANHARD Vehículo blindado
VC TAM Tanque mediano
VCN 113 Vehículo blindado
VDS Sonar de profundidad variable
VUE Vehículo de uso especial
VUG Vehículo de uso general
ZAR Almirante ZAR
V. Documentación consultada por la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico sur
El detalle de la documentación utilizada por esta Comisión para la realización de este Informe Final se incluye como Anexo A, incorporado al Tomo X de Anexos.
VI. Índice correspondiente al cuerpo del Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico sur
I PARTE – INTRODUCCIÓN
I. Resolución de la Junta Militar y acta de constitución de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico Sur
II. Los supremos intereses de la Nación
III. Estructura del Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto en el Atlántico Sur
IV. Glosario de las abreviaturas
V. Documentación consultada por la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico sur
VI. Índice correspondiente al cuerpo del Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico sur
II PARTE - ANTECEDENTES DEL CONFLICTO
Capítulo I - Situación general
Introducción
Ámbito geoestratégico
Antecedentes históricos
Capítulo II - Las negociaciones hasta el 02 de abril de 1982
Pronunciamientos internacionales a partir de 1965
Los contactos bilaterales
La ronda de negociaciones de Nueva York/81
La resolución 502 del Consejo de Seguridad
Capitulo III - El planeamiento de la Junta Militar
Antecedentes
La constitución de la Comisión de Trabajo
Análisis de los documentos emitidos
La planificación estratégica a partir del 02 abril 82
Conclusiones
Capítulo IV - La decisión estratégica militar
El incidente de las islas Georgias del Sur
La reacción británica
La decisión de la Junta Militar
La toma de Malvinas
La toma de las islas Georgias del Sur
Conclusiones
Capítulo V - Las negociaciones a partir del día 02 de abril de 1982 (1)
Las negociaciones a partir del día 02 de abril de 1982
Intervención del general Haig. Su primer visita a Buenos Aires
La segunda visita a Buenos Aires del general Haig
La última etapa de la gestión Haig
Conclusiones finales de la Comisión respecto de la gestión de asistencia del secretario de Estado de los EE.UU.
La intervención del Perú
Otras intervenciones del Perú
La gestión ofrecida por el rey de España
Las gestiones en Naciones Unidas
La propuesta británica del 17 de mayo
Algunas gestiones realizadas en EE.UU. durante este período
Conclusiones sobre el primer período de negociaciones en Naciones Unidas
La continuación de las negociaciones en el ámbito de las Naciones Unidas
La segunda ronda de negociaciones bajo la gestión del Secretario General
La última intervención del Secretario General
El cierre
Conclusiones sobre el segundo período de negociaciones en Naciones Unidas
Conclusiones finales acerca del proceso de las negociaciones a partir del 02 de abril de 1982
Documentos importantes agregados
Propuesta de acuerdo formulada por el gobierno de los EE.UU. el 27 de abril de 1982
Propuesta de acuerdo interno formulada por el gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte el 17 de mayo de 1982
Aspectos contenidos en las proposiciones de Gran Bretaña y Argentina que fueron considerados por los embajadores de Gran Bretaña y EE.UU. ante las Naciones Unidas el día 19 de mayo de 1982
Capítulo VI - El planeamiento contribuyente
El objetivo estratégico
Las previsiones para el conflicto austral
Los planes contribuyentes
III PARTE - EVALUACIÓN Y ANÁLISIS CRÍTICO
Capítulo VII - El accionar de las fuerzas propias
El accionar de los Comandantes en Jefe
El accionar de los Comandantes Operacionales
El accionar de los Comandantes de Nivel Táctico
El accionar de otros medios propios
La inteligencia estratégica
La logística
La acción psicológica (AS)
El costo humano y material de la guerra
Capítulo VIII - Las causas de la derrota
Fallas de orden político
Fallas en el planeamiento
Fallas en la conducción
Fallas en la oportunidad
IV PARTE - DETERMINACIÓN DE LAS RESPONSABILIDADES
Capítulo IX - Responsabilidades en el nivel político nacional
Responsabilidades en el nivel político nacional
Junta Militar
Poder Ejecutivo Nacional y Gabinete Nacional
Capítulo X - Responsabilidades en el nivel estratégico militar
Comité Militar
Comisión de trabajo
Comandante en Jefe del Ejército
Comandante en Jefe de la Armada
Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea
Jefe del Estado Mayor Conjunto
Capítulo XI - Responsabilidades en el nivel estratégico operacional
Responsabilidades en el nivel estratégico operacional
Capítulo XII - Responsabilidades en otros niveles
Responsabilidades en otros niveles
Capítulo XIII - Encuadramiento jurídico de los responsables
Encuadramiento jurídico de los responsables
Encuadramiento individual
V PARTE - EXPERIENCIAS Y ENSEÑANZAS
Capítulo XIV - Las lecciones del conflicto
Introducción
Aspectos nacionales
Aspectos institucionales
Capítulo XV - Conclusiones finales
Conclusiones finales
Acta de constancia de finalización de las tareas de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico Sur
II PARTE
ANTECEDENTES DEL CONFLICTO
CAPÍTULO I
SITUACIÓN GENERAL
Introducción
1. El contenido de este capítulo presenta conocimientos generales sobre el tema, por lo que sólo se mencionarán en él en apretada síntesis aquellos elementos de juicio que han hecho crisis en el reciente conflicto político-militar, referidos a la recuperación de las Islas Malvinas para patrimonio de la Nación, y únicamente se aspira a señalar dentro de él las facetas más importantes que perfilan los derechos argentinos desde la usurpación del Reino Unido en 1833.
2. Asimismo se aplicará un criterio similar para esbozar los conceptos de orden geopolítico y estratégico, los cuales quedarán referidos a lo fundamental.
Ámbito geoestratégico
3. El marco geográfico Atlántico Sur comprende una extensa zona costera de tres continentes (América, África y Antártida), que encierra una de las superficies oceánicas más extensas del mundo.
4. Se comunica al Norte con el Atlántico Norte a través del estrechamiento situado entre la saliente Nordestina del Brasil y la zona del Cabo Blanco en África, al Este con el Océano Índico entre la saliente Sudafricana y las costas de la Princesa Ragnhild en la Antártida, y al Oeste con el Océano Pacífico a través del Pasaje Drake, el canal del Beagle y el Estrecho de Magallanes.
5. Este amplio y vinculante espacio oceánico encierra una cantidad de islas y archipiélagos separados entre sí, a veces por enormes distancias. En su parte Norte se presenta la isla Trinidad, perteneciente al Brasil, y las islas Gough, Tristán da Cunha, Santa Elena y Ascensión, pertenecientes a Gran Bretaña. Al Sudeste, la isla Bouvet de Noruega y, en la parte Sur, se sitúa la región del conflicto que nos ocupa: las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, ocupadas por el Reino Unido y cuya soberanía es reclamada por la República Argentina.
6. La particular situación de los archipiélagos australes mencionados hace que éstos se proyecten fundamentalmente sobre el Pasaje Drake y el Continente Antártico. En ambos aspectos, la posición, clima y conformación de las Islas Malvinas son particularmente importantes, ya que desde sus bases puede ejercerse una efectiva presencia en la comunicación entre los océanos Atlántico Sur y Pacífico, y son un adecuado punto de apoyo para las operaciones antárticas por parte de los países que no pertenecen al Cono Sur Americano. De allí su importancia para el Reino Unido o cualquier otra potencia que pretenda ejercer una presencia política o militar en el área.
7. Pero, intrínsecamente, la geografía conforma, por sí misma, sólo el elemento natural en el que se desarrollan los hechos políticos.
Para que aquélla asuma una significación de orden geopolítico, debe estar imbricada por la influencia de la actividad humana.
8. En este aspecto, el valor geo-económico de la región es relativo, ya que la mayor parte de él se refiere a un orden potencial. El recurso más explotado es la pesca, y entre los recursos potenciales no renovables, cabe destacar que la plataforma epicontinental argentina, en la cual se hallan basadas las Islas Malvinas, es rica en nódulos de manganeso, hierro, níquel, cobalto, silicio ferroso y cromo. Pero los que adhieren particular significación son los probables recursos de hidrocarburos, especialmente los de la Cuenca Marina Austral y la denominada Malvinas Norte, con reservas que pueden llegar a ser más importantes que los depósitos del Mar del Norte.
9. La importancia del Atlántico Sur desde el punto de vista estratégico no se deriva de los recursos renovables o no renovables, reales o potenciales que pudiere ofrecer, sino que ella proviene de su tráfico marítimo, ya que más de 200.000 barcos surcan sus aguas por año, enarbolando banderas de numerosos países, pero particularmente de Europa Occidental.
10. Dentro de este tráfico marítimo, hay uno de especial relevancia estratégica: el transporte de crudo. Aproximadamente el 80% del petróleo que abastece a Europa occidental desde el Golfo Pérsico y el 40% de las importaciones de los EE.UU. recorren las aguas del Atlántico Sur por la vía de la Ciudad del Cabo, en búsqueda de los puertos del Hemisferio Norte.
11. De este tráfico mencionado, sólo una pequeña parte lo hace por la ruta del Pasaje Drake y la región del conflicto austral. Pero, teniendo en cuenta que la totalidad del tráfico marítimo de nuestro país debe necesariamente cruzar las aguas del Atlántico Sur, en su ruta a puertos de ultramar, donde se colocan nuestras exportaciones y se obtienen los insumos básicos para la industria nacional, puede afirmarse que el control de esas vías de comunicación asume un rol vital para la Nación.
12. Al respecto, el control de los pasos interoceánicos del Cono Sur puede llegar a asumir una importancia significativa en caso de un conflicto regional o mundial que pudiese afectar al Canal de Panamá, vía de comunicación marítima vital entre el Pacífico y el Atlántico, cuyo tráfico se vería así derivado al Estrecho de Magallanes, el Canal de Beagle y, particularmente, el Pasaje Drake.
13. La presencia de una potencia ajena a la región, ocupando política y militarmente los archipiélagos australes motivo del conflicto del Atlántico Sur, junto a su actitud agresiva que lesiona las aspiraciones de la República Argentina sobre esos territorios, adquiere, de esta forma, una proyección de enorme trascendencia sobre objetivos permanentes de la Nación, cercena su integridad territorial, condiciona sus vías esenciales de comunicación y estratégicamente el equilibrio de poder en el Cono Sur del Continente.
Antecedentes históricos
14. Los derechos argentinos sobre los archipiélagos australes se derivan no sólo de razones geográficas y geomorfológicas, por pertenecer las islas al Continente Americano y hallarse basadas en la plataforma epicontinental argentina, sino que, además, se apoyan en razones de orden histórico: las islas formaron parte del Virreinato del Río de la Plata y, como tal, son el legado histórico de España a la República Argentina, la cual por otra parte a partir del año 1820 hace efectivo el control político de las Islas Malvinas, junto con otros territorios insulares en el Atlántico Sur.
15. Tampoco puede ser discutida la legitimidad de los derechos de España sobre estos territorios, obtenida a través de sucesivos conflictos con el Reino Unido y los consecuentes tratados de paz que los epilogaron, lográndose así el reconocimiento expreso de los derechos soberanos de la Madre Patria sobre las islas, origen y raíz de la soberanía histórica de la República Argentina sobre ellas.
16. Pero Gran Bretaña, en búsqueda de los mismos objetivos que la llevaron en los años 1806 y 1807 a tratar de tomar por la fuerza la ciudad de Buenos Aires, el 3 de Enero de 1833 ocupó ilegítimamente las islas, desalojó al gobierno y a la población argentinos y ejerció ininterrumpidamente su dominio por casi 150 años. Cabe acotar que esos objetivos políticos llevaron al Reino Unido a consolidar su imperio colonial en el siglo pasado al margen de la ley internacional ocupando por la fuerza los territorios que consideraba de utilidad a su metrópoli.
17. Los restantes antecedentes históricos se omiten, en bien de la brevedad y de la abundante bibliografía existente al respecto y a efectos de abordar los aspectos esenciales que nutren el origen, desarrollo, epílogo, consecuencias y responsabilidades del conflicto, cuyo análisis constituye el deber de esta Comisión.
18. El proceso de reclamaciones diplomáticas argentinas a través de la historia, se inicia a los 12 días de la usurpación británica del año 1833; es decir, no bien se tuvo conocimiento en Buenos Aires del atropello.
19. Planteadas tales circunstancias, la Argentina emprendería, generación tras generación, un largo sendero de tramitaciones diplomáticas llenas de fundamentos, firmes pero pacíficas, en forma periódica y constantemente reiterada, sin ningún atisbo de ver coronados sus legítimos derechos.
20. Al constituirse la Organización de las Naciones Unidas en el año 1945, se abre para nuestro país otra opción, en función de las nuevas pautas del derecho internacional público, fundamentalmente al aprobarse la Resolución 1514 [1], donde se expresa la necesidad de descolonizar el mundo, mejorando así las relaciones entre los hombres y los pueblos.
21. Pero sería recién a partir de la Resolución 2065 [2], donde las negociaciones entre la República Argentina y el Reino Unido habrían de tener un vuelco fundamental.
22. En conclusión, la situación conflictiva presenta dos hechos fundamentales:
a. El Reino Unido ocupó por la fuerza en 1833 un territorio perteneciente a la República Argentina. Esto es históricamente irreversible.
b. Desde entonces a despecho de cuanta negociación se haya realizado Gran Bretaña ocupa las islas por la fuerza y pretende seguir haciéndolo.
CAPÍTULO II
LAS NEGOCIACIONES HASTA EL 02 DE ABRIL DE 1982
Pronunciamientos internacionales a partir de 1965
23. Las negociaciones diplomáticas con Gran Bretaña por el diferendo Malvinas toman una orientación favorable para la Argentina a partir de la Resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Anexo II/1); en esta Resolución que constituyó un éxito de la diplomacia Argentina se reconoce la existencia de una disputa de soberanía entre Argentina y Gran Bretaña, urgiéndose a esta última a poner fin a dicha situación colonial.
24. La Resolución 2065, emitida en el año 1965, es el punto de partida de conversaciones bilaterales, con altas y bajas en relación a los probables acuerdos. Sólo ocasionalmente Gran Bretaña se avino a negociar sobre el tema de soberanía. El 14-AGO-68, en un “Memorándum de Entendimiento”, el gobierno británico aceptó que estaría preparado para ceder la soberanía de las islas bajo la condición esencial de que los intereses de los isleños fuesen respetados (Anexo II/2). El memorándum fue rechazado por los isleños y duramente criticado por el parlamento y la prensa inglesa. En estas circunstancias, el gobierno inglés abandonó esta línea y, en lo sucesivo, buscaría más bien poner el acento en convenios para la explotación económica del mar, particularmente después del informe Shackleton [3]. Toda vez que se intentó avanzar sobre el tema soberanía, Gran Bretaña se escudó en el principio de autodeterminación de los isleños para trabar los esfuerzos argentinos, principios que no siempre, de acuerdo con las circunstancias, manejó desde la misma óptica (Anexo II/3).
25. El 01-JUL-71 se concretó un convenio relacionado con las comunicaciones y, a partir de este convenio, Argentina llevó adelante una política de captación gradual de la voluntad de los isleños (Anexo II/4).
26. En el año 1971, la FAA inició un servicio aéreo con aviones anfibios “Albatross” y para fines de ese mismo año construyó una pista de planchas de aluminio que posibilitó la operación con aviones de mayor porte (Tipo “Fokker” F-27). Ello permitió el desarrollo de un servicio regular a cargo de Líneas Aéreas del Estado (LADE).
27. Por otra parte, YPF y Gas del Estado establecieron sus servicios en las islas, mientras que el gobierno argentino ofreció a los isleños asistencia médica en el continente y el ingreso de sus hijos a las escuelas e institutos de educación, todo esto posibilitado ahora por el establecimiento de una línea aérea regular, a lo cual se agregó el transporte marítimo, a cargo de Transportes Navales, con fines de abastecimiento y viajes de turismo. Años más tarde, Gran Bretaña construyó su propia pista de asfalto, pero el servicio aéreo continuó siempre a cargo de LADE con aviones Fokker F-27 y F-28, y con personal militar de la FAA designado con carácter permanente en Puerto Stanley. (Luego Puerto Argentino.)
28. El apoyo a los isleños, al principio, dio buenos resultados, como forma de acercamiento a la idea del traspaso de la soberanía. Este buen comienzo, sin embargo, fue empañado por ciertas dificultades que se produjeron en las islas cuando empezó el arribo masivo de turistas argentinos en buques de pasajeros.
29. El esfuerzo diplomático de Argentina se orientó con perseverancia hacia la finalidad de obtener el apoyo de los foros internacionales, siempre coherente con sus principios de integridad territorial y respeto a los intereses y estilo de vida de los isleños.
30. Así fue que, paralelamente al desarrollo de las conversaciones bilaterales, se logran los siguientes pronunciamientos en el seno de las Naciones Unidas: (En general y en particular.)
a. Año 1967. Resolución 2353 (XXII). Toda situación colonial que destruya la unidad nacional es incompatible con los objetivos y propósitos de las Naciones Unidas. (Anexo II/5).
b. Años 1966/67/69/71. Consensos. Son decisiones unánimes de la Asamblea General, donde se insta a ambas naciones a proseguir con la Resolución 2065.
c. Año 1970. Resolución 2621(XXV), declarando que la continuación del colonialismo en todas sus formas es un crimen que viola la Carta de las Naciones Unidas, la declaración sobre la concesión de la independencia a los pueblos coloniales y los principios del derecho internacional. (Anexo II/6).
d. Año 1974. Resolución 3160(XXVIII). Preocupación por falta de progreso en las negociaciones y reconocimiento de los esfuerzos argentinos (Anexo II/&).
e. Año 1976. Resolución 31/49. Aceleración de las negociaciones y reconocimiento de los esfuerzos argentinos. (Anexo II/8).
31. Argentina logró, además, diferentes pronunciamientos favorables por parte del Movimiento de Países No Alineados (Anexo II/9).
32. Como puede advertirse, a través de la Organización de las Naciones Unidas y los No Alineados, Argentina había logrado un adecuado consenso sobre la legitimidad de sus derechos contra el mantenimiento de la situación colonial por parte de Gran Bretaña. En el Anexo II/3 se incluyen conceptos fundamentales sobre la libre determinación, principio sustancial de la posición británica.
Los contactos bilaterales
33. A comienzos del año 1976, habiendo Gran Bretaña calificado de estériles las conversaciones sobre soberanía y ante el anuncio de la misión Shackleton, así como del incidente entre un buque del mismo nombre y el A.R.A. “Almirante Storni”, se procedió al retiro de embajadores y las negociaciones quedaron interrumpidas.
34. En estas condiciones se llegó al gobierno conservador de la señora Thatcher. Se había producido un enfriamiento total con respecto a las negociaciones por la cuestión de soberanía en Malvinas. Antes de entregar el poder, la administración laborista había cerrado, prácticamente, toda posibilidad de diálogo.
Las Gestiones Ridley – Cavándoli [4]
35. A partir de la llegada al gobierno de la nueva administración (mayo 1979), se comenzaron gestiones para reanudar las negociaciones. Al respecto, se llevaron a cabo las siguientes tratativas:
a. JUN-79. Viajó a las islas el Subsecretario Ridley manteniendo reuniones una de ida y otra al regreso con el Comodoro Cavándoli, con la intención de retomar las negociaciones por Malvinas. Cabe aclarar que, desde el inicio de la administración conservadora, ésta había puesto de manifiesto una clara disposición para intensificar las relaciones bilaterales, especialmente las de carácter económico.
b. SEP-79. Durante la realización de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Brigadier Pastor [5] y Lord Carrington [6] acordaron la reposición de Embajadores. En esa oportunidad, el Brigadier Pastor manifestó a su interlocutor que, si bien sabía que el tema Malvinas podía no ser prioritario para el Reino Unido, en ese momento, tenía problemas internacionales que resolver (Rhodesia en particular).
c. NOV-79. Se invitó a Ridley a una primera reunión exploratoria, la que no fue aceptada, haciéndose alusión a las razones expuestas anteriormente.
d. MAR-80. Se programó ya en firme una reunión formal a nivel Subsecretarios, dentro del marco de las resoluciones de las Naciones Unidas. Se propuso agenda abierta a efectos de establecer todos los elementos intervinientes y se aceptó la presencia de un isleño, pero no como tercero en la disputa, sino formando parte de la delegación británica.
e. ABR-80.(28/30). Se desarrolló en Nueva York la ronda de negociaciones; durante su transcurso, Ridley manifestó su deseo de tener una conversación privada con el Comodoro Cavándoli. Esta se acordó de inmediato y, además, se dispuso la concurrencia del Comodoro Bloomer Reeve y el Embajador Harding (segundo de Ridley en el Foreign Office). Dicha reunión tuvo lugar el mismo día 28, sin la asistencia de Harding. Como resultado de ella se obtuvieron las siguientes conclusiones:
1) Que debía haber una solución, dentro de la cual el tema soberanía argentina era imprescindible.
2) Que toda solución debía tener en cuenta la voluntad de los isleños, según Ridley, y los intereses, según Argentina.
f. Dentro de esas ideas Ridley manifestó:
1) Que la solución global no era fácil para el Reino Unido; que él personalmente había debido vencer la resistencia de Lord Carrington y de la primer Ministro Thatcher para concurrir a estas reuniones.
2) Que pensaba que una solución podía ser al estilo Hong Kong, con las lógicas salvaguardas, y que las fechas debían ser cuidadosamente elegidas para dar seguridad a los isleños. Sin embargo, declaró que no estaba autorizado para expresar estas ideas, las cuales debía presentar entonces a su gobierno.
3) Que en alrededor de seis semanas sabría si se lo autorizaba a proseguir por ese camino.
4) Que tenían un gran enemigo en la FIC [7], pero que él lo arreglaría si la parte argentina cooperaba, ejerciendo presión sobre ella. (Este concepto lo repitió tres veces).
5) Que era imprescindible mantener el tema en absoluto secreto, ya que un trascendido podía malograrlo todo. Se le manifestó que todo era negociable si mediaba un acuerdo de principio sobre el tema soberanía argentina y que la idea sería cuidadosamente evaluada.
6) Se comprometió a estudiar de “buena fe” una solución aceptable políticamente para el Reino Unido y los isleños.
36. Una posterior conversación con el Embajador Harding permitió apreciar que éste desconocía el tema y compartía la necesidad de solucionar la disputa, incluyendo el tema soberanía.
37. JUL.1980, Ridley propuso una reunión absolutamente confidencial para el mes de septiembre, por cuanto ya tenía instrucciones de su gobierno. El concurriría con el Embajador Harding, y el Comodoro Cavándoli con el Comodoro Bloomer Reeve [8].
38. SEP.1980 (Días 10 y 11). Se llevó a cabo una reunión en Coppet (Suiza), en el hotel donde se alojaba Ridley, de acuerdo con lo previsto.
Ridley manifestó a su inicio:
a. Que la reserva absoluta era base primordial.
b. Que estaban autorizados por el gabinete para reunirse, pero todas las resoluciones debían ser consideradas “ad referéndum” de dicho gabinete.
c. Que lo que se tratara podía constituir una base para el acuerdo que se expondría al gabinete y con autorización, concurrirían a Malvinas para preparar a la población a que aceptara la proposición, sin que se hiciera referencia a las reuniones confidenciales que habían tenido lugar.
d. Que el Reino Unido estaba preocupado por la economía de las islas y aceptaba que no era posible encarar ningún proyecto sin contar con la participación argentina.
39. Después de dos días completos de intensas reuniones, se llegaron a acordar los siguientes puntos:
a. Habría transferencia de soberanía a Argentina por las islas y el mar que las rodeaba. Respecto de Georgias y Sándwich del Sur, si bien el Reino Unido no aceptaba los títulos argentinos (era exclusivamente desde el punto de vista legal) y ellos podrían ser incluido dentro de un acuerdo para explotar en conjunto.
b. La titularidad de la soberanía sobre las islas y su zona marítima sería transferida a Argentina a partir de la fecha en que se firmara el acuerdo.
c. A fin de garantizar a los isleños y sus descendientes el gozo ininterrumpido de su forma de vida bajo las instituciones británicas, sus leyes y prácticas, se realizaría una administración británica combinada, que sería simultáneamente asegurada mediante un arriendo al Reino Unido por un período de 99 años (última postura del Reino Unido), graduable por generaciones (postura argentina). Los habitantes serían súbditos británicos a la firma del acuerdo, tal como se dijera anteriormente.
Sus hijos, de doble nacionalidad obligatoria, y los nietos de los actuales, argentinos, con lo que se disminuía el tiempo y se quitaba una fecha fija.
d. Los términos del acuerdo estarían sujetos a reajustes cada 10 años.
e. El gobierno argentino sería representado por un Comisionado General, Alto Comisionado, o similar.
f. El gobierno británico sería ejercido por un Gobernador y un consejero elegido localmente.
g. Existiría un consejo conjunto para entender en los proyectos económicos de las islas y sus zonas marítimas.
h. Las banderas argentinas y británicas flamearían lado a lado en los edificios públicos de las islas.
40. En temas de detalle:
a. Argentina se haría cargo de la Superintendencia de Obras Públicas, el servicio médico, la administración del aeropuerto, el servicio FIGAS, etc.
b. El Reino Unido retiraría los Royal Marines y desmantelaría la FIC.
41. Asimismo, se acordaron los siguientes pasos:
a. Informar a los respectivos gobiernos.
b. Clarificar en forma directa las dudas (Ridley-Cavándoli).
c. Informar sólo lo necesario a los Embajadores (el acuerdo en proyecto), para evitar toda posibilidad de pérdida de reserva.
d. Efectuar en Naciones Unidas una reunión de Cancilleres.
e. Efectuar una nueva reunión, todavía secreta, para reajustar todo, si ello fuera necesario.
f. Llevar a cabo una negociación final en los organismos internacionales, donde no se haría mención de las reuniones confidenciales. Cada parte negociaría como desease una postura de “máxima”, hasta llegar, “duramente”, a lo pactado.
g. Con la autorización correspondiente, Ridley iría a las islas para comenzar a convencer a los isleños.
42. El 25-SEP-80, se transfirió el resumen de la reunión entre ambos cancilleres, según informe de la Cancillería Argentina: (Anexo II/10).
a. El Canciller manifestó que “es esencial acelerar las negociaciones sobre las Islas Malvinas a fin de alcanzar cuanto antes un acuerdo que ponga término definitivamente a la disputa”.
b. En esa línea de pensamiento, expresó la satisfacción del gobierno argentino por el espíritu y buena voluntad del actual gobierno británico y del propio Lord Carrington, tendiente a hacer verdaderos progresos en esa materia. Las negociaciones de Nueva York y Ginebra fueron pasos sumamente positivos.
La hábil fórmula elaborada a raíz de las conversaciones de Ginebra entre el Ministro Ridley y el Comodoro Cavándoli contenía dos elementos básicos: reconocimiento y transferencia de la soberanía efectiva a la Argentina por un lado y el subsiguiente arriendo al Reino Unido por el otro QUE PERMITÍAN VISLUMBRAR, POR PRIMERA VEZ, UNA POSIBILIDAD SERIA Y CONCRETA DE HALLAR UNA SOLUCIÓN. Sin embargo, cabe destacar que para Argentina, el plazo previsto de duración del arriendo resultaba excesivo. Ese aspecto, como también otros detalles que sería preciso aclarar y trabajar, podrían ser motivo de una nueva reunión entre los señores Ridley y Cavándoli.
c. Lord Carrington agradeció esas manifestaciones y coincidió en que las conversaciones habían sido muy constructivas, agregando que:
ELLO NO OBSTANTE, CON TODA FRANQUEZA Y PARA EVITAR CUALQUIER MAL ENTENDIDO, CREÍA NECESARIO DECIR QUE ÉL DEBÍA AUN EXPONER A SUS COLEGAS DEL GABINETE BRITÁNICO LO TRATADO EN GINEBRA, PARA OBTENER LA CONFORMIDAD DE SEGUIR ADELANTE CON LA NEGOCIACIÓN. ADEMÁS, DESEABA CLARIFICAR, UNA VEZ MÁS, QUE PARA EL GOBIERNO BRITÁNICO ERA INDISPENSABLE CONSEGUIR LA APROBACIÓN DE LOS ISLEÑOS SOBRE LO QUE SE ACORDARÍA. ESTO PODÍA CREAR DIFICULTADES Y DESDE YA ÉL QUERÍA SEÑALARLO CON TODA HONESTIDAD.
El señor Ridley consideró que, aunque difícil, no sería imposible lograr la conformidad de los isleños. Basaba su confianza en el hecho de que el arriendo implicaba introducir los plazos ciertos que ellos querían para encarar el futuro.
d. Al referirse a este factor, Lord Carrington dijo que los isleños tenían conocimiento de la posibilidad del arriendo (leaseback) y parecían aceptarlo. Terció en ese momento el secretario Mr. Lyne, para acotar que sólo habían contemplado en términos muy generales esa posibilidad, pero que ignoraban por completo lo tratado en Ginebra.
e. Lord Carrington retomó la palabra para añadir que, así como el factor tiempo presentaba un problema para el lado argentino, había que estar conscientes de que podrían surgir otras dificultades. Pero, dijo enseguida, que tenían la mejor voluntad de hacer esfuerzos para resolverlas.
Manifestó que había advertido en la intervención del Canciller Pastor, en la Asamblea General, una referencia a la buena disposición argentina de velar por los intereses de los isleños y que esto era algo muy positivo.
f. El Ministro expresó que, desde luego, comprendía muy bien que surgirían inconvenientes para ambas partes, pero reiteró su convencimiento de que, mediante esfuerzos recíprocos, podía hallarse una solución que fuera aceptable para los gobiernos argentino y británico y que al mismo tiempo diera satisfacción a las inquietudes de los malvinenses.
Con énfasis agregó que la Argentina tenía el propósito de tomar todos los recaudos del caso para asegurar y garantizar el bienestar de los isleños. Y no ya dentro del marco limitado de las islas, sino del mucho más amplio y promisorio de todo el país. Por ejemplo, había en la Argentina tierras muy ricas que podrían ser puestas a disposición de los jóvenes malvinenses que quisiesen mejorar su situación económica.
Estas y otras cuestiones debían ser estudiadas con más detalles y en profundidad.
g. El Brigadier Pastor preguntó entonces a Lord Carrington cuáles eran, a su juicio, los próximos pasos a dar. ESTE RESPONDIÓ QUE A SU REGRESO A LONDRES DEBERÍA INFORMAR A LOS MINISTROS SOBRE TODO LO RELATIVO A LA REUNIÓN DE GINEBRA.
h. Hasta entonces, en razón de su desplazamiento a Nueva York y otros asuntos urgentes, no había tenido oportunidad de hacerlo.
Luego, obtenida la conformidad el gabinete, el señor Ridley tendría que ir a las islas para conocer la reacción de los isleños, y más tarde, podría tener lugar otra reunión con el Comodoro Cavándoli.
i. En este punto, los dos Ministros reiteraron la más absoluta necesidad de que todas esas tratativas y movimientos fueran mantenidos dentro de un marco de total hermetismo y reserva, ya que cualquier filtración prematura podría poner en peligro el exitoso desenlace de la negociación.
43. El 21-NOV-80, Ridley viajó a las islas dentro del esquema previsto. Se reunió con el Comodoro Cavándoli en Buenos Aires y manifestó: (Anexo II/11)
a. Que presentaría el tema a los habitantes de las islas dentro de los entendimientos que habían tenido, y que lo expondría ante los componentes del Consejo Legislativo que estaban en contacto directo con los habitantes.
b. QUE NO HABÍA SIDO UNA TAREA FÁCIL CONSEGUIR LA AUTORIZACIÓN DEL GABINETE.
c. QUE LA PRIMER MINISTRO SE HABÍA MOSTRADO RENUENTE AL PROYECTO, PERO QUE FINALMENTE LO HABÍA APROBADO.
d. Que no se sabía qué aceptación tendría en Malvinas, pero que un rechazo no debía producir desánimo, sino la implicancia de nuevas insistencias.
e. QUE ESTIMABA QUE DEBÍA PRODUCIRSE ALGUNA PRESIÓN DE ARGENTINA SOBRE ÉL PARA PODER PRESENTARSE BAJO ESA CONDICIONES EN MALVINAS.
Se acordó que, al regreso de Malvinas, Ridley no tomaría contacto con el Comodoro Cavándoli, a efectos de no dar la impresión de estar rindiendo cuentas, pero lo actualizaría de lo que sucediera en las islas a través del Embajador Williams.
44. Por la parte argentina se decidió dar a conocer un comunicado de prensa, fijando nuestra posición con respecto al viaje de Ridley.
45. En DIC-1980, a su regreso de Malvinas, Ridley envió a Cavándoli la siguiente nota:
“MENSAJE DEL SR. NICHOLAS RIDLEY PARA EL SUB-SECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES, COMODORO CAVÁNDOLI:” (Anexo II/12)
Me dio mucho gusto verle a Ud. el (xxx) de Noviembre, aunque nuestra reunión tuvo que ser algo breve. En esa ocasión me comprometí a informarle sobre mi visita a las islas.
Ud. habrá visto ya los informes de la prensa sobre mi viaje, Y ESPERO QUE LA REACCIÓN A ÉL EN ARGENTINA NO LE ESTÉ CAUSANDO DEMASIADOS PROBLEMAS. Pero después de que llegara a las islas, se me hizo evidente que la cuestión tenía que tratarse plenamente y en público. Todavía no puedo predecir cuáles vayan a ser los resultados de mi viaje. ENCONTRÉ UN RECONOCIMIENTO GENERAL DE LA NECESIDAD DE RESOLVER LA DISPUTA, PERO, COMO UD. SABE, LA CUESTIÓN INCITA EMOCIONES, Y AUN UNA CIERTA DESCONFIANZA, TANTO AQUÍ COMO EN LAS ISLAS, Y UNA SOLUCIÓN AL PROBLEMA EXIGIRÁ TIEMPO Y PACIENCIA. Comprendo que esto significa que no se pueden fijar plazos definitivos. POR NUESTRA PARTE, COMO CREO QUE UD. ESTÁ CONSCIENTE, NO PODEMOS SEGUIR MÁS HASTA QUE TENGAMOS EL ACUERDO DE LOS ISLEÑOS. ESPERO QUE ESTA INCERTIDUMBRE NO LE VAYA A COMPLICAR LA SITUACIÓN Y ESTOY MUY AGRADECIDO POR EL CUIDADO Y DISCRECIÓN QUE USTEDES HAN DEMOSTRADO EN TRATAR LA CUESTIÓN. [9]
Si Ud. tiene alguna pregunta más detallada, le podrá dar una respuesta Anthony Williams y, por mi parte, pondré al Embajador Ortiz de Rosas al tanto de la cuestión. Permítame enviarle a usted y a su familia mis mejores deseos para una feliz Navidad y próspero año nuevo.
NICHOLAS RIDLEY”.
46. El 02-DIC-80 Ridley explica la posición del Ministerio de Asuntos Exteriores en una reunión de la Cámara de los Comunes. En ella es ridiculizado, (Anexo II/13), como consecuencia de la visita que efectuara a Malvinas, por la posición de los isleños. Dadas las opiniones vertidas en la Cámara de los Comunes, va tomando peso LA POSTURA BRITÁNICA DE “CONGELAMIENTO DE TODO TIPO DE CONVERSACIONES POR EL TÉRMINO DE DIEZ AÑOS”.
47. El extracto del informe oficial de la Cámara de los Comunes del 02-DIC-80, documento que se incluye como Anexo del Informe Franks, reflejaba la poca disposición británica y el tratamiento del problema de fondo, apoyándose en justificativos emocionales, poco profundos y carentes de veracidad.
El propio Gabinete manifestó, en relación a este debate: (Informe Franks, párrafo 82)
“El Gabinete advirtió que esta cuestión tenía un alto contenido emotivo para los parlamentarios y la opinión pública británica y que se había exagerado la hostilidad de los isleños a la solución planteada por el Sr. Ridley; sería trágico que las Islas se perdieran la oportunidad de escapar a la ruina económica por la actitud de sus defensores en Wetminster”.
48. En Enero de 1981, se tramitó una nueva ronda de negociaciones. Es aceptada por la parte británica para febrero de 1981.
49. El 17-FEB-81, el Embajador del Reino Unido tuvo una entrevista con el Comodoro Bloomer Reeve con el objeto de anticiparle cuál sería la posición británica en la próxima ronda de negociaciones en Nueva York Y LA NECESIDAD DE QUE LOS REPRESENTANTES ISLEÑOS SE RETIRARAN DE ELLA PREOCUPADOS POR LOS ACONTECIMIENTOS Y SU FUTURO.
50. El 21-FEB-81, el Embajador Ortiz de Rozas informó telefónicamente acerca de una reunión con Ridley, coincidente, en gran medida, con lo expuesto por el Embajador Williams al Comodoro Bloomer Reeve. Ridley deseaba una entrevista confidencial previa a las reuniones con el Comodoro Cavándoli. Resulta importante saber qué dijeron los ingleses.
51. El 23-FEB-81, en virtud de lo acordado a través del Embajador Ortiz de Rozas, se llevó a cabo una reunión confidencial con el señor Ridley en la residencia del Embajador Británico ante Naciones Unidas, previa a la ronda de negociaciones. Asistieron el Sr. Ridley, el secretario privado Sr. Temple, el Comodoro Cavándoli y el Comodoro Bloomer Reeve. Ridley manifestó:
a. Que los isleños tenían una absoluta falta de información acerca de la postura argentina y su urgencia en solucionar el tema.
b. Anticipó cuál sería el tratamiento que daría al asunto en cuestión y solicitó colaboración al Comodoro Cavándoli para que los representantes isleños captaran acabadamente la posición argentina y la urgencia existente en encontrar una solución.
52. El Comodoro Cavándoli tomó nota de lo expuesto y anticipó:
a. Que la posición argentina sería de rechazo a la propuesta de congelamiento por diez años.
b. Que Argentina había llegado al límite de su paciencia.
c. Que estaban decididos a quitar toda la cooperación existente y retirarse de las negociaciones si no se trataba seriamente el tema de la soberanía.
53. Ridley manifestó estar de acuerdo, y que el mayor rigor mostrado por Argentina redundaría en beneficio del objetivo final.
54. Bajo estas condiciones, se coordinó al detalle el desarrollo de la nueva ronda de negociaciones, incluso teniendo en cuenta que, al estar integrada la delegación británica por dos miembros del consejo de las islas, la transferencia de información sería fidedigna.
La ronda de negociaciones de Nueva York/81
55. El 23 y 24-FEB-81, en Nueva York, se efectuó una nueva ronda de negociaciones, de la cual resultó: (Anexo II/14)
a. Tal cual lo acordado, la parte británica expuso lo acontecido en los últimos meses y los resultados del viaje de Ridley a Malvinas con las tres propuestas que llevó y la respuesta que obtuvo de ellas:
PROCURAR EL CONGELAMIENTO DEL TEMA SOBERANÍA ARGENTINA POR DIEZ AÑOS.
b. La parte argentina rechazó la propuesta y conminó a completarla en términos de igualdad, siendo el primero la restitución de soberanía a la Argentina, y el segundo, la explicitación de las demandas británicas.
Después de un largo intercambio de ideas, la parte británica estableció (previo a una extensa consulta privada con los representantes isleños) que sus requerimientos, en orden prioritarios, eran:
1) Sobre la base de que los británicos tienen un sistema democrático de gobierno y aceptando que la autodeterminación e independencia de las islas no era posible, se debían ofrecer:
-Seguridades de poder continuar bajo ese régimen.
-Garantías para esa situación.
-Garantías para no ejercer en el futuro presiones tendientes a modificar lo pactado.
2) En lo económico:
-Control del régimen de pesca y su explotación, y cierre a terceros estados.
-Apertura de las posibilidades de comercio de las islas a inversores de distinta índole.
56. Por su parte, Argentina expuso:
a. Que el tiempo político se estaba acabando.
b. Que las inversiones realizadas y el esfuerzo no justificaban su dimensión, principalmente porque eran rechazados por la desconfianza de los isleños.
c. Que Argentina era un ejemplo mundial de cumplimiento de sus obligaciones internacionales.
d. Que las Naciones Unidas serían un excelente garante de los compromisos que se contrajeran.
e. Que el resto de las cuestiones estaban supeditadas a un acuerdo sobre el tema de restitución de soberanía a la Argentina.
57. Al finalizar la ronda, se emitió un comunicado conjunto que reveló simple formalidad y escaso avance en las negociaciones (Anexo II/15).
La gestión del doctor Camilión
58. En Marzo de 1981 se produjo el cambio de presidente en la Argentina y el Doctor Camilión se hizo cargo de la Cancillería.
59. Al poco tiempo, al ocurrir un incidente con oficiales del Ejército Argentino en Chile, el Comandante en Jefe del Ejército, General Galtieri, dispuso el cierre de la frontera. ESTA GRAVE DECISIÓN INCONSULTA CONMOVIÓ AL NUEVO GOBIERNO Y OBLIGÓ A UNA INTENSA Y DELICADA GESTIÓN POR PARTE DE NUESTRA CANCILLERÍA. Por esa razón, el tema Malvinas quedó postergado en la atención del Canciller.
60. Después de la última ronda de negociaciones (23/24 de Febrero en Nueva York) se advirtió UNA CRECIENTE POSICIÓN DE DUREZA EN LA CÁMARA DE LOS COMUNES, DONDE UNA MINORÍA MUY ACTIVA SE SOLIDARIZÓ CON EL SECTOR “KELPER” QUE PROPICIABA EL CONGELAMIENTO DE LAS NEGOCIACIONES. El Foreign Office, si bien en una posición más conciliadora, sostenía aún la posibilidad de negociar la soberanía de las islas, sin incluir en este “paquete” a las Georgias y Sándwich del Sur, a las que consideraba como la base para sus operaciones y reclamos en la Antártida.
61. Ante estos hechos, el 27-JUL-81, el Doctor Camilión envió una nota al Embajador británico en la que reclamó “una negociación acelerada, dado que la situación colonial resultaba un anacronismo tan inaceptable como insostenible para la dignidad de la Nación Argentina” (Anexo II/16).
62. En SET-81, el Doctor Camilión se entrevistó en Nueva York con Lord Carrington, quien no mostró ninguna disposición a negociar seriamente.
La reunión no arrojó resultados positivos.
63. En Gran Bretaña, durante el transcurso del año 1981, el tema había motivado diferentes opiniones en cuanto a la solución más conveniente.
Algunos sectores políticos, especialmente activos, lograron neutralizar la aparente tendencia de la Secretaría del Exterior a encarar seriamente las negociaciones y propugnaron congelarlas por espacio de diez años (Anexo II/13).
La posición mantenida por Lord Carrington, expresada en el párrafo anterior, es, obviamente, la resultante de ese cambio en la actitud negociadora por lo menos declamaba- que se produjo en Gran Bretaña.
En el Anexo II/17 se incluye la documentación referida al pensamiento británico en 1982, en relación a las negociaciones por el tema Malvinas.
La gestión del doctor Costa Méndez
64. Al hacerse cargo de la Cancillería, el Doctor Costa Méndez tuvo dos reuniones con el General Galtieri, en las cuales éste le impartió entre otros temas la directiva de activar al máximo las acciones diplomáticas tendientes al reconocimiento de nuestra soberanía en Malvinas, agregando que no descartaba que se tuviese que llegar a algo más que la diplomacia. Nuestra Cancillería, cumpliendo la directiva del presidente, entregó al Embajador británico en Buenos Aires una propuesta para la reactivación de las negociaciones a ser tratadas en la próxima reunión conjunta, demorada hasta FEG-82 por problemas británicos (Canadá) y argentinos (cambio de autoridades) (Anexo II/18).
65. En la segunda quincena de Febrero, el Presidente Galtieri le informó a Costa Méndez que se estaba analizando la posibilidad de una ocupación militar de las Islas Malvinas. Según su propia manifestación, el ex-canciller consideró que se trataba de estudios, que no había decisión de ocupar las islas y menos, por cierto, fecha de ocupación. Tampoco se le encargaba, como Ministro de Relaciones Exteriores, la preparación de apoyo diplomático para ese requerimiento, sino solamente tenerlo en cuenta.
66. Los días 26 y 27 de Febrero se llevó a cabo la ronda de negociaciones en Nueva York, interviniendo en la delegación argentina los Embajadores Ross y Ortiz de Rozas. Gran Bretaña estuvo representada por los Ministros Luce y Fearn y el Embajador Williams, además de dos concejales de las islas. Esta delegación insistiría en dar prioridad a los deseos de los isleños.
67. La ronda finalizó con la aparente voluntad de la delegación británica de recomendar la propuesta argentina al gobierno británico. Esta presentación, denominada “Propuesta de Reactivación”, propiciaba el establecimiento de una “Comisión Permanente negociadora” que debería reunirse todas las primeras semanas de cada mes, alternadamente en cada capital, a fin de mantener la continuidad e impulso de la negociación. (Anexo II/19).
68. El primero de Marzo se emitió un comunicado conjunto, cuyo contenido principal fue el siguiente:
“La reunión tuvo lugar en un clima cordial y positivo. Las dos partes reafirmaron su decisión de hallar una solución a la disputa de la soberanía y consideraron en detalle una propuesta argentina sobre procedimientos para lograr mayores progresos en este sentido. Acordaron informar a sus gobiernos al respecto”. (Anexo II/20)
69. El Doctor Costa Méndez consideró necesario emitir un comunicado ampliatorio argentino, que se publicó al día siguiente en Buenos Aires, o sea el 02-MAR. Su texto aprobado por el PEN fue el siguiente:
“La Argentina ha negociado con Gran Bretaña con paciencia, lealtad y buena fe, durante más de 15 años, en el marco señalado por las resoluciones pertinentes de la O.N.U., la resolución de la disputa de la soberanía sobre esas islas. El nuevo sistema constituye un paso eficaz para la pronta solución de esa disputa. Por lo demás, si eso no ocurriera, LA ARGENTINA MANTIENE EL DERECHO DE PONER TÉRMINO AL FUNCIONAMIENTO DE ESE MECANISMO Y DE ELEGIR LIBREMENTE EL PROCEDIMIENTO QUE MEJOR CONSULTE A SUS INTERESES”.
70. Este comunicado que afectaba las relaciones exteriores del país fue emitido sin consulta previa del CJFA y del CJA, y motivó una propuesta del Embajador Williams. Posteriormente fue utilizado por Gran Bretaña como indicador de la intencionalidad argentina.
71. De las declaraciones del Doctor Costa Méndez a esta Comisión se desprende también que en las reuniones del 09 y 16-MAR se presentaron a la Junta Militar alternativas que no contemplaban el uso de la fuerza. (Esta Comisión aprecia que, en realidad, no se trataba de alternativas, sino de la implementación de un curso de acción basado en la posibilidad de una nueva ronda de negociaciones.) (Anexo II/21)
72. El 08-MAR-82, llegó al país el Subsecretario de Estado de EE.UU. Thomas O. Enders. En las reuniones que mantuvo con el Presidente y con el Canciller, Enders manifestó que a EE.UU. no le interesaba el caso Malvinas y que la posición de su país en este asunto era “hand off” (manos afuera). Más tarde, en el mes de agosto, Enders, en el informe a la Cámara de Representantes, declaró explícitamente que los EE.UU. nunca habían tenido, ni tenían entonces, interés alguno en establecer una base militar de ningún tipo en las islas.
Las gestiones en las Naciones Unidas
73. El día 20-MAR-82, el Presidente Galtieri recibió al Doctor Eduardo Roca, recientemente designado embajador argentino en las Naciones Unidas. En esa audiencia, Galtieri le comunicó “LA DECISIÓN DE OCUPAR LAS ISLAS EN EL FUTURO, PORQUE NO QUEDABA OTRA SALIDA”.
74. El cargo le fue ofrecido a Roca en el mes de Diciembre de 1981 y recién llegó a Nueva York el 24-MAR-82, cuando ya estaba en pleno desarrollo la crisis por el asunto Georgias. Roca había postergado su viaje para someterse, previamente a una intervención quirúrgica, y viajó convaleciente.
75. En esa fecha, la situación argentina en la O.N.U. estaba comprometida por una acusación de Nicaragua sobre la intervención de elementos argentinos en la preparación de una invasión somocista, que se lanzaría desde Honduras.
76. El incidente referido a las islas Georgias del Sur y sus consecuencias diplomáticas se mencionan en el Capítulo IV.
La resolución 502 del Consejo de Seguridad
77. En estas condiciones, la capacidad de maniobra argentina se hacía muy difícil con los países no alineados, de los cuales, seis integraban el Consejo de Seguridad, (Declaraciones del Embajador Roca) a saber: Guyana, Jordania, Panamá, Togo, Uganda y Zaire.
Además de los ya mencionados, integraban el Consejo de Seguridad los siguientes países: Francia, Irlanda, Japón, Gran Bretaña, EE.UU., China, Polonia, España y la Unión Soviética.
78. Posteriormente, los sucesos se precipitaron. El día 31-MAR-82, el Embajador Roca recibió instrucciones de presentar en el Consejo de Seguridad, una nota denunciando a Gran Bretaña por agresión en el caso Georgias, pero fue sorprendido 3 horas después por la de Gran Bretaña al Consejo ante una “inminente invasión argentina a las Malvinas”, cuestión de la cual no se le había informado (Anexo II/22).
79. El 02-ABR, el Embajador Parsons pidió la reunión del Consejo. El Embajador Roca todavía no tenía instrucciones y enfrentó una situación dramática, pues su discurso le llegó a su banca desde Buenos Aires mientras escuchaba la presentación de Parsons.
80. El Embajador argentino consiguió demorar el pronunciamiento hasta el día siguiente, en que llegaría el Canciller Costa Méndez para exponer ante el Consejo de Seguridad.
81. ENTRE EL 02 Y EL 03 ABR, EL EMBAJADOR ROCA INTENTÓ OBTENER EL VETO DE RUSIA O CHINA. El Embajador Troianovsky [10] le contestó que era una decisión de “highest authorities”, (las más altas autoridades), es decir que no tenía atribuciones para ello y que su voto sería de abstención.
82. El Embajador chino, con mucha cordialidad en el trato, evadió de igual forma pronunciarse sobre el requerimiento. Idéntica gestión realizó la Cancillería desde Buenos Aries, sin resultados.
83. El 03-ABR, a las 17.00 hora argentina, el Consejo de Seguridad aprobó por 9 votos a factor, uno en contra (Panamá) y 4 abstenciones, la moción de Gran Bretaña. Su texto es el siguiente:
“El Consejo de Seguridad, recordando la declaración hecha por el PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD EL 01-ABR-82 A LOS GOBIERNOS DE LA ARGENTINA Y DEL REINO UNIDO PARA QUE EVITEN EL USO DE LA FUERZA en la región de las islas Falkland, profundamente preocupado por los informes sobre la invasión el 02-ABR-82 por fuerzas armadas de la Argentina y declarando que existe un quebramiento de la paz en la región de las Islas Malvinas (Falkland Islands):
a. Exige un inmediato cese de las hostilidades.
b. Exige el retiro inmediato de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas (Falkland Islands).
c. Exhorta a los gobiernos de Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una solución diplomática a sus diferencias y que respeten totalmente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”.
Conclusiones
84. A fines de Diciembre de 1981, con la designación del General Galtieri en la Presidencia de la Nación, quedó integrada la nueva Junta Militar, como órgano supremo del Estado. En ese mismo mes, existen referencias de que el General Galtieri y el Almirante Anaya ya habían considerado la posibilidad de la ocupación militar de las Islas, como forma de forzar a Gran Bretaña a la realización de negociaciones serias y definitivas. En el mes de Enero de 1981, el Brigadier General Lami Dozo se incorporó a la misma idea.
85. Es decir, que la nueva Junta asumió su cargo en el momento en que la negociación se encontraba en un “IMPASSE”, como resultado de la última reunión del Doctor Camilión con Lord Carrington en Septiembre de 1981, en la que este último había dado a entender la poca predisposición británica para seguir seriamente las negociaciones.
Debemos recordar que esta falta de vocación fue la constante de los diecisiete años de negociaciones, aspecto que nadie puede dejar de considerar.
86. La “Propuesta de reactivación” que propuso Costa Méndez en ese momento (27-ENE-82), fue una medida paralela a la planificación militar que se inició aproximadamente en esa fecha.
87. La velada amenaza que estaba contenida en la parte final del comunicado ampliatorio del 02-MAR, constituyó, desde el punto de vista diplomático, un inconveniente inoportuno, cuyo único resultado fue encrespar la resistencia en los Comunes.
88. Además, al expresar que el Gobierno Argentino, a partir de ese momento, “puede elegir libremente el procedimiento que mejor consulte a sus intereses”, estaba confirmando las sospechas de una probable acción militar, que desde hacía algún tiempo ya se comentaba en los medios periodísticos y parlamentarios de Gran Bretaña.
Este imprudente comunicado en xxxxx fue una alerta para Gran Bretaña, (Comunicación del Agregado Naval en Londres) (Anexo II/24), pese a que el ex canciller aclaró durante su visita del 03-MAR-82 a Brasil que los medios a que hacía referencia el comunicado eran, por supuesto, los contemplados por la Carta de las Naciones Unidas.
89. El Canciller Costa Méndez no produjo ningún asesoramiento en el sentido de advertir al Comité Militar acerca de las consecuencias políticas y diplomáticas de la ocupación militar, ni tampoco acerca del momento elegido, en relación a una evaluación estratégica en el marco mundial y americano, la que nunca se realizó formalmente, y que estaba en su alta responsabilidad el hacerlo.
90. El gobierno británico había resuelto desactivar para el mes de MAY-82 una parte substancial de su fuerza naval de superficie. Esta información fue ampliamente comentada por la prensa. El Canciller, sin embargo, no tomó en consideración este dato. Omitió consultar sobre este asunto con el Embajador Argentino en Londres, quien podía brindarle una información esencial para determinar la fecha más adecuada para la ocupación militar, que obviamente debía realizarse después que la flota británica estuviera desactivada (Declaración de Ortiz de Rozas).
91. No se justifica la falta total de información en que se mantenía a nuestro Embajador en Londres, quien desconocía los planes argentinos (Operación “Alfa”, contrato “Davidoff”, etc.). Tampoco fue consultado respecto de una posible reacción británica ante la recuperación de los archipiélagos. Resultó, por otra parte, inoportuna la designación del Embajador Ortiz de Rozas para desempeñar otras funciones en Roma, teniendo en cuenta la importancia de ambas funciones y la distancia entre ambas capitales.
92. Con respecto a la ocupación militar, Costa Méndez no tenía una idea clara de cuál era el límite del objetivo que se había propuesto la Junta y cuál era la alternativa en caso de producirse la respuesta militar por parte de Gran Bretaña. Los testimonios recibidos permitieron aseverar que el Dr. Costa Méndez no clarificó debidamente este esencial aspecto de la decisión.
93. Hay también un evidente descuido de nuestro frente diplomático en la ONU. No podían ser peores las condiciones para presentar batalla en este foro. No se tuvo en cuenta que:
a. El Embajador Roca había llegado a las Naciones Unidas en condiciones de salud precarias, una semana antes de la fecha de invasión (24-MAR), y cuando ya estaba en desarrollo la crisis por el asunto Georgias. No se había familiarizado con el ambiente y encontró frialdad entre los miembros del Consejo, de quienes el gobierno argentino espera apoyo.
b. Existía en numerosos países, parcialmente en los países europeos, un rechazo hacia el gobierno argentino por la cuestión de los derechos humanos.
c. La situación argentina se encontraba comprometida ante los países del llamado “3er. mundo” por las siguientes causas:
1) Denuncia de Nicaragua ante el Consejo de Seguridad por la presencia de tropas argentinas en Centroamérica.
2) A principios de marzo, el ex canciller había declarado que “no pertenecíamos al 3er. mundo”.
3) Entre los miembros No permanentes del Consejo de Seguridad había seis países “No Alineados”.
4) Nuestras representaciones en Cuba y Nicaragua no estaban cubiertas con personal del rango de embajador.
94. En estas condiciones, resultó inexplicable la premura por la ocupación. En la obsesión de resguardar la sorpresa estratégica, se eligió el peor momento desde el punto de vista de la política internacional. Lo sensato era superar la crisis de las Georgias y mantener la previsión de ocupación para una fecha posterior, y enderezar, mientras tanto, nuestra política exterior hacia el campo de los “No alineados”, para conquistar su apoyo. Esto debió ser advertido por el ex canciller.
95. También debe imputársele una errónea evaluación sobre la actitud que asumiría EE.UU. en caso de conflicto, a la luz de los intereses políticos en juego.
96. La participación de asesores del Ejército Argentino en Centro América y nuestra posible influencia en Bolivia, fueron factores que el Gobierno apreció erróneamente, ya que supuso que tales acciones tendrían tal importancia para los EE.UU., que su gobierno estaría comprometido a mantenerse equidistante en caso de conflicto con Gran Bretaña (Declaración del Almirante Anaya).
97. Si bien Enders manifestó en su visita a Buenos Aires, que a EE.UU. no le inquietaba el caso Malvinas, esta posición se refería, obviamente, a la disputa en el marco de las negociaciones pacíficas.
98. Por otra parte, se sabía que Gran Bretaña y EE.UU. tenían fuertes intereses comunes en la OTAN y que, en caso de conflicto, este último país apoyaría en forma ostensible al Reino Unido.
99. El 01-ABR, en las últimas horas de la tarde, el General Haig convocó al Embajador Takacs en Washington y le manifestó estar en conocimiento de que se llevaba a cabo en esos momentos la invasión; pidió entonces que se detuviera esta operación que iba a encender el conflicto entre los países amigos de EE.UU., ofreció sus buenos oficios para actuar como mediador y advirtió finalmente, que si se desataba la guerra EE.UU. no podía permanecer neutral y necesariamente tendría que apoyar a Gran Bretaña.
100. Toda esta información Takacs la transmitió telefónicamente en forma inmediata y personal a Costa Méndez, considerando que el señor canciller “le había entendido claramente” y le adelantó, además, que el Presidente Reagan estaba tratando de comunicarse telefónicamente con el Presidente Galtieri, para ratificarle estos mismos conceptos. Al mismo tiempo, los agregados militares hacían lo propio con sus respectivos Comandos.
101. El Doctor Costa Méndez declaró que recibió la información y, a su vez, le transmitió al Presidente Galtieri la posición de los EE.UU.
102. El Brigadier Lami Dozo reconoció, también, que había recibido esta información por radiograma del Agregado Aeronáutico en Washington.
103. Pocas horas después, el Presidente Reagan le expresó al General Galtieri, telefónicamente, su honda preocupación por la gravedad de este hecho, ratificando la disposición de su gobierno para evitar el conflicto bélico.
104. EL GOBIERNO ARGENTINO TUVO, DESDE EL PRIMER MOMENTO (01-ABR), LA RATIFICACIÓN PRECISA DE QUE EE.UU. APOYARÍA A GRAN BRETAÑA EN EL CASO DE DESATARSE EL CONFLICTO ARMADO.
El hecho de no considerar la manifestación estadounidense en su estricta implicancia entra en el campo de lo subjetivo, puesto que no se tiene una base que vaya más allá de lo especulativo. El aviso de EE.UU. fue interpretado a la luz de los propios conceptos y no de las realidades políticas por parte de las autoridades nacionales.
105. Los tres ex Comandantes en Jefe y el ex canciller declararon que la crisis de Georgias precipitó la decisión de ocupar Malvinas.
Ello presupone la comisión de un error fundamental en el proceso de la toma de decisiones, ya que se antepuso lo accesorio a lo principal. (Este aspecto será analizado en detalle en el Capítulo III).
106. El Dr. Costa Méndez pretendió soslayar la responsabilidad cuando afirmó que el COMIL no le pidió asesoramiento en aspectos que eran de su competencia. Obviamente, la excusa resulta inaceptable, pues no conviene en la jerarquía personal y oficial por él ejercida.
107. Los Artículos 87 y 88 de la Constitución otorgan a los ministros una responsabilidad indelegable y (xxx) con la del presidente.
Además, los ministros, en su carácter de consejeros, representan en el gobierno las ideas más influyentes de la sociedad. Por eso, debido a su elevada misión, no pueden aceptar ciegamente la opinión del presidente, sino examinar por sí, como hombres de Estado, como servidores de la República, lo que es justo, legal y útil al bien común. Por otra parte, esta es la doctrina constitucional de la República Argentina.
CAPITULO III
EL PLANEAMIENTO DE LA JUNTA MILITAR
Antecedentes
108. En el presente capítulo se analizará la planificación producida por la Junta Militar, la Comisión de Trabajo y el Comité Militar, en el que interviene el Estado Mayor Conjunto como organismo asesor. La cronología de los sucesos más significativos relacionados con el planeamiento se detalla en el Anexo III/1.
109. La doctrina vigente en materia de planeamiento se establece a partir de los Objetivos Nacionales. De éstos se derivan los objetivos políticos y la consecuente política nacional para lograrlos.
Es responsabilidad del Nivel Político Nacional la elaboración de un documento denominado “Apreciación y Resolución de la Estrategia Nacional”, en el cual se fijan las Hipótesis de Conflicto y las Hipótesis de Guerra, intervienen en su redacción la Secretaría de Planeamiento, junto con otros organismos nacionales.
110. Sobre la base del documento mencionado, se debe elaborar la Apreciación y Resolución de Estrategia Nacional, que es el punto de partida del documento denominado Directiva Estratégica Nacional, es decir que éste documento debe basarse en el desarrollo previo de aquél.
111. El día 04-ENE-82 se realizó una reunión de la Junta Militar en el Edificio Libertad, de la cual no existen actas, oportunidad en que se analizó la trayectoria de las negociaciones con el Reino Unido desde 1965 hasta la fecha. Los últimos sucesos ocurridos en relación con el diferendo indicaban (Cap.I. Inf. ExCC.JJ, Pág. 2/13):
a. Rigidez de Gran Bretaña en las negociaciones.
b. Creciente influencia del elemento “kelper” en ellas.
c. Presión pro-isleña en el parlamento británico, tendiente a incrementar las fuerzas británicas en las Islas Malvinas.
112. En definitiva, se resolvió emprender una acción diplomática agresiva para el caso Malvinas, con el objeto de reactivar los esfuerzos para una solución de la disputa, indicándose la necesidad de iniciar los estudios para analizar la factibilidad y conveniencia de una ocupación de las Islas, fundada en la NECESIDAD DE TENER UNA ALTERNATIVA VÁLIDA PARA EL CASO DE QUE GRAN BRETAÑA DILATARA LAS NEGOCIACIONES. ESTO CONSTITUYÓ EL EMBRIÓN FORMAL DE LA ALTERNATIVA MILITAR. (Cap.I. Inf. Ex -CC.JJ, Pág. 14)
La constitución de la Comisión de Trabajo
113. El día 12-ENE-82, la Junta Militar reunida en el Edificio Libertador, trató “la planificación militar del caso Malvinas como acción alternativa, en caso de fracasar la solución negociada con Gran Bretaña y teniendo siempre el propósito de lograr el objetivo político a través de un acuerdo”. (Informe ex Comandantes en Jefe, Cap. I, pág. 15).
114. En tal oportunidad y por resolución no incorporada al Acta de la Junta Militar, se designó una Comisión de Trabajo (CT) para “analizar la previsión del empleo del Poder Militar para el caso Malvinas, con un enfoque político militar que especificara los posibles modos de acción”, designándose a los señores General de División D. Osvaldo Jorge García, Vicealmirante D. Juan José Lombardo y Brigadier Mayor D. Sigfrido Martín Plessl para integrar el organismo encargado de elaborar los documentos correspondientes.
115. Los integrantes de esta Comisión de Trabajo (CT) que recibieron la directiva de mantener el máximo secreto, realizaron la tarea prácticamente sin colaboradores y manuscribieron los documentos producidos. Los señores JJ.EE.MM. y el Canciller serían informados, oportunamente, por la Junta Militar. Según las declaraciones de los integrantes de la Comisión de Trabajo (CT), la directiva no escrita que recibieron fue la de planificar la toma de las Islas Malvinas. Cabe acotar que esta decisión resulta prácticamente inédita en los procesos de planeamiento teniendo en cuenta que se estaba previendo simplemente la materialización de una hipótesis de guerra no desarrollada hasta ese entonces, cuando lo normal hubiera sido asignar la tarea del Estado Mayor Conjunto, organismo específico para ella.
116. Debe destacarse que las restricciones en el manejo de la información fueron la causa principal por la cual la Comisión de Trabajo (CT) no pudo realizar la elaboración del planeamiento en forma correcta, omitiendo consultar a otros organismos del Estado respecto de la información que debió considerar esencial obtener. DICHA INFORMACIÓN EXISTÍA en la Secretaría de Planeamiento ya que la hipótesis de conflicto y la guerra con Gran Bretaña se hallaban contemplados en el documento “Plan de Inteligencia Estratégica Nacional” (Ámbito Externo) cuyos lineamientos principales fueron elaborados por la Secretaría de Planeamiento durante el año 1981 y en el cual se asignaba a este conflicto la prioridad N° 2 (a continuación del Conflicto Austral) y se lo calificaba como “Conflicto Grave” e “Hipótesis de Guerra en el corto plazo” (Fojas 2, 3 y 4 del mencionado documento de la Central nacional de Inteligencia).
Ni los miembros de la Junta Militar ni los integrantes del Comité de Trabajo ni tampoco los Miembros del Gabinete conocían la existencia de estos documentos, los cuales, consecuentemente, no fueron consultados. (Ver Capítulo VII - La inteligencia estratégica.)
117. Cabe acotar que el requisito impuesto de mantener el secreto no eximía a la Comisión de Trabajo (CT) de la responsabilidad de elaborar correctamente el planeamiento, dado que de poco valdría mantener una intención oculta si no se planificaba debidamente la acción que permitiría el logro de los objetivos propuestos.
118. Otra circunstancia que influyó notablemente en el proceso de planificación está dada por los plazos que la Junta Militar fue imponiendo a su ejecución. Las previsiones originales presuponían un empleo eventual no anterior al 09-JUL-82, produciéndose luego un adelanto para no antes del 15-MAY, con el presupuesto de un aviso previo no inferior a quince días. Finalmente, el 26-MAR-82 se resolvió ejecutar la operación el día 1° de abril de 1982, alternativamente el día 2 ó 3 de dicho mes.
119. Estos hechos provocaron una superposición en la planificación de los distintos niveles (Nivel Estratégico Nacional, Nivel Estratégico Militar, Nivel Estratégico Operacional, y Nivel Táctico).
Ello afectó el proceso de planificación de comando sensiblemente, teniendo en cuenta dos de sus aspectos básicos.
a. El planeamiento de cada nivel debe estar basado en el del nivel inmediato superior.
b. La determinación de las operaciones eficaces, que permitirán el logro de los objetivos (xxx) son producto de una planificación correctamente elaborada.
120. Para orientar el desempeño de sus tareas, el Brigadier mayor Plessl y el Vicealmirante Lombardo fueron instruidos, en los días sucesivos, por sus correspondientes Comandantes en Jefe; no sucedió lo mismo con el General de Brigada García, quien no recibió ninguna directiva.
121. Con referencia al criterio del secreto de la operación, es necesario destacar que el Comandante en Jefe de la Armada, a mediados de diciembre de 1981, viajó a Puerto Belgrano para poner en funciones al nuevo Jefe de Operaciones Navales (Vicealmirante Lombardo). En esa oportunidad, le ordenó, en reunión privada, que estudiara la posibilidad de la toma de las Islas Malvinas, indicándole que sólo participara la información a sus almirantes subordinados (Comandantes de la Flota de Mar, Aviación Naval, Infantería de Marina y Jefe de Estado Mayor). (Ver declaración VI. Lombardo)
El Comandante en Jefe de la Armada ratificó por escrito esta orden (Anexo III/2). Esta intención está revelando, por otra parte, una inquietud operativa por parte del Almirante Anaya, previo a lo que resolvería la Junta Militar el día 12-ENE-82.
122. Finalmente, no se justifica la necesidad del mantenimiento del secreto, tan enfáticamente ordenado y observado por la Junta Militar a la Comisión de Trabajo, para realizar simplemente un planeamiento preventivo como se adujo en distintas oportunidades.
Los documentos producidos por la Comisión de Trabajo
123. Los integrantes de la Comisión de Trabajo comenzaron a fines de enero la elaboración de los documentos que darían origen a una operación para ocupar las Islas Malvinas, y, al no recibir directivas precisas, se auto fijaron los objetivos a lograr.
En tal sentido, confeccionaron en primera instancia una “Directiva Estratégica Militar” (DEMIL), cuando lo más correcto y conveniente hubiese sido la elaboración previa de una “Apreciación y Resolución de Estrategia Nacional”(ARENAC) -si ésta no hubiese estado confeccionada- de acuerdo con las normas y doctrinas de planeamiento. Esta tarea, por otra parte, correspondió a un nivel orgánico superior.
124. En lugar de hacerlo ante la Junta Militar en pleno, el documento elaborado por la Comisión de Trabajo fue expuesto individualmente por cada miembro a su Comandante en Jefe, durante el mes de febrero, mereciendo -salvo pequeñas correcciones- su aprobación.
Esta aprobación individual estaba sustentada por las directivas impartidas por el COMIL en el sentido de que, por tratarse de exposiciones que serían realizadas en forma consecutiva de acuerdo con las fases fijadas para la ejecución de la operación, y ya que con las fases fijadas para la ejecución de la operación, y ya que la primera de ellas estaba destinada a la preparación de los elementos participantes de cada Fuerza y otra por tanto netamente específica, no se justificaba una reunión del COMIL a tal efecto.
La urgencia provocada por los sucesos de Georgias hicieron que de la aprobación parcial de cada Fuerza de la Fase Preparatoria debiera pasarse directamente a la aprobación total del documento. Esto, obviamente, atentó, desde el inicio, contra el logro de una adecuada coordinación en todas las actividades a desarrollar.
125. El Brigadier General Lami Dozo requirió que se cambiara el nombre del documento, ya que correspondía emitir, en realidad, una Directiva Estratégica Nacional.
Este requerimiento del Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea aproximó el método de planificación de comando a lo doctrinario, pero no lo corrigió completamente, puesto que previo a la DENAC se debió confeccionar -o consultar- una ARENAC. Para dar mayor claridad a lo que queda dicho, en el Anexo III/3 se detallan gráficamente los documentos que corresponde emitir, el nivel orgánico involucrado y lo que en la realidad se hizo.
126. Posteriormente, la Comisión de Trabajo se abocó a la confección el Plan de Campaña Esquemático, basándolo en la DENAC 1/82, cuando hubiese correspondido, previamente, elaborar una AREMIL/DEMIL.
Este Plan, confeccionado para orientar la planificación de los niveles inferiores de comando, se realizó sin suposiciones y calculando las capacidades del enemigo limitadas sólo a las existentes en el TO Malvinas.
127. El referido plan preveía la ocupación de las islas con una considerable y numerosa fuerza de tareas anfibia a partir del día “D”, por medio de una operación incruenta, la instalación de un gobierno militar y un repliegue posterior de las fuerzas, salvo una reducida guarnición militar de apoyo al gobernador. Todo lo enunciado debía estar realizado el día “D+5”.
128. La DENAC 1/82 y el Plan de Campaña Esquemático fueron expuestos al COMIL el día 16-MAR-82. Tales documentos merecieron la aprobación de dicho organismo, el que, en esa misma reunión, asignó al Estado Mayor Conjunto responsabilidades en la planificación posterior de la alternativa militar.
Los documentos Producidos en el Estado Mayor Conjunto
129. El día 09-MAR-82, la Junta Militar resolvió que el Jefe del Estado Mayor Conjunto, como secretario del Comité Militar, comenzara a trabajar, a partir de esa fecha, como coordinador entre lo militar y lo nacional para el caso Malvinas.
130. En la reunión del Comité Militar del día 16-MAR-82, el jefe del Estado Mayor Conjunto presentó un plan de trabajo que fue aprobado y que incluía la elaboración de los siguientes documentos:
a. Ampliación de la DENAC 1/82, previendo la reacción militar de Gran Bretaña y una posible intervención de Chile en el conflicto.
b. La confección de una DEMIL reducida que incorporase la situación planteada en el apartado anterior.
c. Elaboración de un Plan Esquemático de Campaña correspondiente a la DEMIL reducida. Este plan podía contener, por consiguiente, todas las previsiones para una reacción militar británica.
131. El COMIL consideró que la próxima evaluación de los progresos de esta planificación se realizaría hacia fines de marzo. Además, autorizó la participación del Segundo Jefe de Estado Mayor Conjunto y de los Jefes de Jefaturas de dicho organismo, desdoblándose así la tarea, a efectos de cumplimentar lo ordenado.
132. Hallándose el Estado Mayor Conjunto abocado a dicha tarea, lo sorprendió la decisión de la Junta Militar del día 26-MAR-82 en el sentido de ocupar Malvinas, sin que se hubiese completado la planificación correspondiente. En el Anexo III/4 se grafica la situación del planeamiento estratégico al 16-MAR-82 y al iniciarse la Operación “Azul”.
133. Los documentos en cuya elaboración intervino el Estado Mayor Conjunto fueron los siguientes:
a. DENAC N° 2/82 (completamiento de la DENAC 1/82).
b. DEMIL N° 1/82.
c. Directiva N° 1/82 del COMIL.
134. EL ESTADO MAYOR CONJUNTO NO ALCANZÓ A ELABORAR EL PLAN DE CAMPAÑA ESQUEMÁTICO, CORRESPONDIENTE A LA DEMIL 1/82, debido a la falta de tiempo, dada la decisión de la Junta Militar de adelantar las fechas previstas para la realización de la operación.
Análisis de los documentos emitidos
Directiva Estratégica Nacional 1/82 (DENAC 1/82) - (Anexo III/5)
135. Este documento está conformado por una introducción, el cuerpo propiamente dicho de la DENAC y unas conclusiones finales. Su contenido es de tipo mixto, por cuanto hace referencia a aspectos de orden político y militar. Su redacción presupone la no existencia de una Apreciación y Resolución de Estrategia Nacional (ARENAC).
136. Las observaciones que se pueden hacer al documento son las siguientes:
a. Con respecto a su elaboración, existen diferencias en cuanto a la determinación de las fechas fundamentales que guardan relación con ella. Las principales autoridades militares con responsabilidad en el planeamiento han sido imprecisas en todo aquello referido a fechas. Así, por ejemplo, cuando esta Comisión requirió las fechas relativas al momento en que habían recibido la orden o el día en que expusieron los planes, manifestaron “...en la tercera semana de marzo...”o “...a mediados de marzo...”, etc. Además, como en la mayoría de los casos cada fecha fue ordenada por cada Comandante en Jefe, no existe posibilidad de confrontarlas.
b. Falta de profundidad en los análisis, lo cual es el producto de:
1) La inexistencia de un documento escrito inicial (ARENAC).
2) La falta de tiempo.
3) La falta de intervención de órganos competentes, ya que el planeamiento fue realizado sólo por un equipo “ad hoc”, sin el apoyo necesario para este tipo de tareas.
c. El alcance que se dio al documento es impropio, ya que incursiona en otros niveles de planificación, tales como los de una AREMIL/DEMIL, al emitir una Resolución Estratégica Militar y un Concepto Estratégico Militar, puntos éstos que deben normalmente ser elaborados en tales documentos y no en una DENAC.
Directiva Estratégica Nacional 2/82 (DENAC 2/82) - (Anexo III/6).
137. En este documento se corrigieron, en gran parte, las imperfecciones observadas en la DENAC 1/82. Se redactó entonces un concepto estratégico nacional, se determinaron con precisión las fases y se ordenó, en forma más correcta, el planeamiento militar.
138. No obstante ello, el documento es pasible de las siguientes observaciones:
a. No hace referencias a una ARENAC.
b. Existe una discrepancia de fechas entre el cuerpo de la dirección y el Anexo 3. Esta diferencia es importante, pues si la fecha correcta es la indicada en el anexo, existe muy poco tiempo disponible entre la emisión de esta DENAC (fechada MAR-82) y la aplicación e las operaciones (02-ABR-82). Queda la impresión de que, sobre la marcha de los acontecimientos, se hubiese decidido adelantar la fecha del inicio de las operaciones, sin haber producido las correcciones necesarias en el planeamiento.
c. El Anexo I de la DENAC 2/82 (Evaluación Estratégica en el Marco Mundial y Americano) no está incluido, salvo una mención que expresa: Será preparada y expuesta por el Ministro de Relaciones Exteriores ante el Comité Militar cuando éste lo juzgue necesario”. Esta afirmación es grave, pues se parte de una apreciación incompleta que condiciona todo el planeamiento.
d. Las capacidades del enemigo, tal vez producto de lo mencionado en los incisos anteriores, han sido consideradas en forma poco profunda, al igual que el análisis de una probable reacción británica, no existiendo certeza acerca de qué documentos o funcionarios fueron consultados al respecto. La consideración y análisis de las capacidades del enemigo son fundamentales en el proceso de planeamiento, ya que de la confrontación de éstas con los modos de acción propios habrá de determinarse la factibilidad final y aceptabilidad de éstos, de lo cual surgirá el mejor modo de acción para lograr el objetivo deseado.
e. El propio modo de acción desarrollado por esta Directiva no registra ninguna variante con respecto al que oportunamente se expresara como Resolución estratégica en la DENAC N° 1/82.
139. Este documento, si bien adoleció de la falta de una fecha precisa, ha sido confeccionado correctamente. Estaba referido a acciones de gobierno y no a operaciones militares.
Directiva Estratégica Militar 1/82 (DEMIL 1/82) - (Anexo III/8).
140. El estudio del documento DEMIL 1/82, según la metodología de Estado Mayor para la resolución de problemas militares operativos, permite observar lo siguiente:
a. La omisión del primer paso del proceso de planeamiento, que conduce a la selección de objetivos correctos.
b. La omisión del primer paso del proceso de planeamiento, que conduce a la correcta determinación de las operaciones eficaces para lograrlo.
141. Estas omisiones se debieron, en primer término, a la falta del documento ARENAC previo a la emisión de la DENAC y, posteriormente, en el nivel que nos ocupa, a la falta del documento AREMIL como paso previo a la DEMIL.
142. Debe tenerse en cuenta que una apreciación de situación comprende:
a. Un resumen de la situación.
b. La expresión de una misión.
c. El análisis del poder relativo (fuerzas propias, fuerzas en oposición y características del teatro de operaciones).
d. El análisis de aptitud, factibilidad y aceptabilidad de los modos de acción concebidos, para transformarlos en retenidos.
f. La confrontación de los modos de acción retenidos con las capacidades remanentes de enemigo, para llegar así a la resolución que es el mejor modo de acción.
Lo señalado da una idea aproximada de la dimensión del error que significa comenzar la planificación a partir de una resolución impuesta sin un buen trabajo de planeamiento previo.
143. La Resolución Estratégica Militar (REMIL) de la DEMIL 1/82 (supuestamente el mejor modo de acción) expresa:
“Emplear parte del Poder Militar para CONQUISTAR, CONSOLIDAR Y ASEGURAR el objetivo estratégico militar: (imponer a Gran Bretaña una situación militar de hecho, que dé solución definitiva al pleno ejercicio de la soberanía argentina en las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y contribuir a afirmar su pleno ejercicio en el Atlántico Sur) “.
NOTA: Las frases entre paréntesis no están expresadas en la redacción original, pero se deduce su mención de otros documentos, siendo conveniente su inclusión para clarificar el análisis.
144. Esta REMIL es pasible del siguiente análisis:
a. Aptitud: (Dado por cumplido el modo de acción (Tarea de la REMIL) con respecto al efecto deseado -ED- (Propósito de la REMIL).
1) Naturaleza: (emplear parte del Poder Militar) es afín con el ED.
2) Integridad o alcance: (conquistar, consolidar y asegurar la acción en el ámbito geográfico mencionado) cumple íntegramente con el ED.
3) Oportunidad o urgencia: (en el momento o circunstancia más favorable) cumple también con el ED.
Por lo expuesto, se considera que es APTA.
b. Factibilidad: (medios contrapuestos e influencia del Teatro de Operaciones).
1) Es el punto crucial de análisis ya que, evidentemente, si el objetivo hubiese sido “conquistar”-en lugar de “conquistar, consolidar y asegurar”- en una consiguiente adecuación del Objetivo estratégico miliar y del ED, el modo de acción podría haberse considerado “factible”. Pero resulta obvio que no había una capacidad propia para enfrentar a un oponente de tal dimensión por un tiempo prolongado (consolidar-asegurar), pese a que las capacidades del enemigo fueron enunciadas en forma excesivamente optimista. (La CT, quien recibió la orden de prever la “ocupación” únicamente, consideró a la misma como factible. El Estado Mayor Conjunto, que debió planificar considerando la reacción británica con eventual participación de Chile, debió llegar a la conclusión de que la operación NO ERA FACTIBLE). Nótese que el COMIL, cuando decide la ejecución de la operación, (el 23 de marzo), no consulta al Estado Mayor Conjunto sino a la Comisión de Trabajo respecto a la fecha más temprana y conveniente para la realización. 2) Las características del Teatro de Operaciones, por otra parte, tampoco resultaban propicias a las fuerzas propias, habida cuenta de que la fecha en que se inician las operaciones bélicas presuponía para la Fuerza Aérea Argentina, accionar en el peor período del año (Condiciones meteorológicas adversas, período mínimo de luz diurna). Por otra parte, dichas características climáticas afectaban también, en mayor medida, a las fuerzas terrestres propias que a las del enemigo, mejor adiestrado, equipado y ambientado a este tipo de clima y terreno.
3) Debe sumarse a ello el escasísimo aviso previo que se dio a las unidades propias para cumplir misiones de guerra (lo cual provocó que se enviasen a Malvinas tropas sin adiestramiento ni equipamiento adecuado, que no se hubiese completado la puesta a punto de las Fuerzas Aeronaval y Submarina y la improvisación de tácticas de ataque a buques y armamento a utilizar por parte de la Fuerza Aérea Argentina).
Como consecuencia de lo enunciado se tiene, entonces, un panorama completo de la falta de libertad de acción con que tuvieron que operar las fuerzas propias.
4) Por otra parte, al conocerse que el enemigo enviaba el grueso de su flota, y que era apoyado por los EE.UU., el Mercado Común Europeo y la OTAN, debieron actualizarse las capacidades del enemigo, a la luz de las cuales el análisis del poder relativo era totalmente desfavorable a las Fuerzas Armadas de la Nación.
Por lo expuesto, el análisis de factibilidad resulta NO FACTIBLE.
Aceptabilidad: (Consecuencias en cuanto al costo). No siendo el Modo de Acción factible, corresponde no hacer el análisis de Aceptabilidad. Ello no obstante, si el análisis de factibilidad hubiese sido “Parcialmente Factible”, las consecuencias en cuanto a riesgo de fracasar habrían condicionado totalmente la aceptabilidad de la operación.
145. Por lo expuesto en el párrafo anterior, la Resolución de la DEMIL 1/82 se considera:
a. APTA, NO FACTIBLE y por consiguiente NO ACEPTABLE.
b. Si hubiese resultado (xxx) y PARCIALMENTE FACTIBLE, no habría resistido el análisis de ACEPTABILIDAD.
146. A la luz de este análisis somero surge que un modo de acción más apto, factible y aceptable que el desarrollado en la Resolución, hubiese sido, por ejemplo:
a. “Emplear parte del Poder Militar para CONQUISTAR EL OBJETIVO Estratégico Militar (imposición a Gran Bretaña de una situación militar e hecho que propenda a dar solución definitiva a la soberanía argentina en los archipiélagos australes)... etc”; o bien:
b. “Emplear parte del Poder Militar para conquistar las Islas Malvinas a efectos de imponer a Gran Bretaña una situación militar de hecho que permita negociar diplomáticamente la soberanía argentina en los archipiélagos australes desde una posición más favorable... etc.”.
147. Cualquiera de los dos modos de acción mencionados precedentemente hubiese permitido alcanzar ventajas en las negociaciones a pesar de las fallas producidas en el planeamiento de la operación de las fuerzas propias.
Plan Esquemático de Campaña del Teatro de Operaciones Malvinas (Anexo III/9).
148. El análisis del Plan de Campaña Esquemático permite hacer las siguientes observaciones:
a. Teniendo en cuenta que el logro de la sorpresa era un criterio básico para asegurar una operación incruenta y minimizar una posterior reacción internacional adversa, la concepción de la operación mediante el empleo de una numerosa fuerza de tareas anfibias no era lo más indicado. Hubiese sido más conveniente, en consecuencia, concebir otros modos de acción más reducidos en medios que habrían permitido el logro del objetivo preservando los criterios impuestos, con una mayor simplicidad y economía y con una acogida internacional más positiva.
b. El criterio del mantenimiento del secreto y el adelanto de aproximadamente 45 días en la realización de la operación, afectaron su desarrollo, al menos en los siguientes aspectos:
1) No permitió a la mayor parte de los niveles de conducción, tomar conocimiento oportuno de la operación a realizar, lo cual se tradujo en:
-Fallas de coordinación entre los mandos para las acciones posteriores a la recuperación de las islas.
-Fallas de preparación del personal y material de diversos componentes -mal adiestrados y equipados- que debieron luego intervenir en el conflicto.
-Fallas en las apreciaciones de los distintos niveles de comando, por falta de información del enemigo y de una adecuada elaboración de sus capacidades.
2) Falta de tiempo para el adiestramiento específico y conjunto de los elementos intervinientes.
3) Deficiencias de orden logístico, técnico, de inteligencia y comunicaciones.
c. Con respecto a la defensa inicial de la zona recuperada, no existió, a nivel de este documento, un planeamiento previo, ya que no estaba contemplada la reacción británica, y se estimaba que la operación estaría concluida el día “D+5” con la evacuación de la Fuerza de Desembarco. Una eventual reacción sería disuadida mediante el empleo de la Reserva Estratégica Militar (Comando de Operaciones Navales).
d. Por igual motivo no se previeron medidas de orden operativo y logístico, que hubiesen sido de gran ayuda para afrontar la contingencia que finalmente ocurrió.
e. Esta reacción no fue ajena a las consideraciones de la Comisión de Trabajo, ya que ésta, en sus conclusiones, estaba alertando a la Junta Militar acerca de tal posibilidad.
Por consiguiente, lo racional hubiese sido adoptar lo más peligroso como posible, y desde el primer momento adecuar las previsiones y la planificación a esa contingencia. En el Anexo III/10 se incluye una copia de la Introducción y de las conclusiones de la DENAC N° 1/82.
149. Independientemente de las observaciones mencionadas en el párrafo anterior, la operación se ejecutó correctamente y de acuerdo con las previsiones de la planificación, respetando también los criterios impuestos por la conducción superior.
La planificación estratégica a partir del 02 abril 82
150. El incidente producido en las Islas Georgias del Sur sorprendió las tareas encaradas a partir del 16-MAR-82 por el Estado Mayor Conjunto. Este hecho y su evolución promovieron la agilización del planeamiento estratégico, y el Estado Mayor Conjunto se vio obligado a suspender la elaboración creadora de los documentos decididos por el COMIL en la reunión del 16-MAR-82, para dedicarse a compaginar y completar los documentos realizados por la Comisión de Trabajo.
151. Adoptada la decisión de ocupar las Malvinas, estos documentos se completaron, en la medida de lo posible y fueron aprobados por el COMIL el 23-MAR-82. El Plan de Campaña que se pone en ejecución tiene previsiones que avanzar, EXCLUSIVAMENTE, hasta la ocupación de los archipiélagos y una primera y débil resistencia en ellos. La DEMIL N° 1/82, también aprobada el 30-MAR-82, contiene los lineamientos generales que servirán de orientación a la defensa efectiva de las islas ante una reacción británica de cierta magnitud, esto es, las previsiones que se encuadrarán en la campaña que ejecutará el Teatro de Operaciones Atlántico Sur.
152. Una vez completada la toma de los archipiélagos, la Junta Militar se vio sorprendida por tres hechos trascendentales para la obtención el objetivo político que había planificado:
a. La Resolución 502 del Consejo de Seguridad, adversa a las aspiraciones propias.
b. La reacción de Gran Bretaña, en contraposición de lo previsto, enviando una poderosa fuerza de tareas anfibia a recuperar las islas.
c. La facilidad otorgada por EE.UU. a Gran Bretaña, sustentada en acuerdos existentes, para la utilización de las instalaciones militares de la Isla ASCENSIÓN.
153. Asimismo, la emotiva reacción popular que se produjo a lo largo y ancho de todo el país, le hizo sentir al Gobierno Nacional un fuerte respaldo a sus acciones, lo cual indujo a que el Presidente de la Nación hiciera pública manifestaciones de compromiso con el pueblo, que a la postre significaron la pérdida del margen de negociación de que se disponía inicialmente, y que era -por otra parte- el objetivo expresado de “OCUPAR, PARA NEGOCIAR”.
154. Al tenerse conocimiento de que los EE.UU., en caso de conflicto bélico, apoyarían al Reino Unido, se dispuso oportunamente de un elemento de juicio más que suficiente para disuadir a nuestro país de intentar una escalada militar para el logro de sus objetivos. (Declaración Emb. TAKACS, Pág. 205.)
155. El cambio de la orientación estratégica se observaba ya en los primeros días posteriores al 02-ABR, cuando se adoptó la decisión de “REFORZAR PARA DIFICULTAR EL INTENTO DE RECONQUISTA por parte de Gran Bretaña”(Informe de los ex Comandantes en Jefes, Capítulo II, páginas 34 y 35 y acta N° 8 del COMIL, 03-ABR-82, Anexo (VI/3). El día 06 de Abril, en una reunión del Comité Militar, el General de División García expuso sobre la operación realizada en Malvinas, ASÍ COMO DE LAS PREVISIONES QUE DEBERÍAN TOMARSE PARA SU POSTERIOR DEFENSA. Es decir que no se estaba considerando la posibilidad de evacuar tropas, sino todo lo contrario.
156. El día 03-ABR-82, el CTE. OPERAC. NAVALES expuso ante el COMIL su concepto sobre la maniobra (xxx) a ser ejecutada en el teatro de operaciones. Esta fue aprobada por el alto organismo y [11], posteriormente, se plasmó en el plan esquemático elaborado por el referido Comando de Teatro.
El día 04-ABR-82, el CEMIL propuso misiones específicas al CAE debido a que este Comando Estratégico no las había recibido por parte de la DEMIL N° 1/82.
157. A partir de esos momentos, la Junta Militar o el Comité Militar no produjeron documentos de planificación, sino que, mediante decisiones adoptadas generalmente en las reuniones del Comité Militar, orientaron el accionar de los comandos subordinados. De esta forma el día 07 de Abril se desactivó el Teatro de Operaciones Malvinas y se creó el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (Ver Anexo III/11). Ese mismo día, por Decreto del PEN N° 688, se convocó en forma total o parcial al personal de la reserva de las Fuerzas Armadas (Ver Anexo III/12), pese a que, anteriormente, esta actividad había sido considerada innecesaria.
158. La estrategia de la Junta Militar, una vez producido el refuerzo de las islas con numerosas tropas y pertrechos militares, se centró en las posibilidades de lograr un acuerdo concertado mediante la participación de los EE.UU., con la gestión del Secretario de Estado Haig, y, posteriormente, con otros intentos de negociación (Ver Capítulo V).
159. Esta decisión de la Junta Militar tuvo su raíz en el planeamiento defectuoso realizado antes del día 02 de Abril, al no contemplar la posible reacción del gobierno británico, así como otras circunstancias previsibles que pudieron evitarse o morigerarse.
Al hacerse efectiva la capacidad más peligrosa del enemigo, que era reaccionar con todo su poderío militar con el apoyo de los EE.UU., no había planes contingentes que, previendo esta posibilidad hubiesen suministrado a la conducción estratégica-militar y política de la Nación una salida más decorosa que la obtenida finalmente.
Ante el requerimiento de esta Comisión, las principales autoridades militares y civiles coinciden en manifestar que una reacción británica con empleo masivo de su poder militar fue considerada poco menos que imposible, por lo menos en la etapa inicial del planeamiento de la alternativa militar argentina. [12]
Conclusiones
De carácter general
160. El estudio de la alternativa militar como un medio de obligar a Gran Bretaña a cambiar la dinámica de las negociaciones resultaba apta, teniendo en cuenta el estancamiento de las tratativas y la presión de los “kelpers” en el Parlamento británico, para congelar las negociaciones e incrementar las fuerzas británicas en el sector (aspecto compartido por otros sectores, tanto oficiales como privados: Almirantazgo, FIC, etc.)
161. La designación de la Comisión de Trabajo como organismo “ad hoc” para estudiar la factibilidad de una alternativa militar para la toma de las islas resulta improcedente, ya que:
a. Se trataba de la elaboración de un documento tipo “Hipótesis de Guerra”, para lo cual existen organismos específicamente preparados.
b. Los criterios impuestos de desarrollar el planeamiento sin ningún tipo de colaboradores obligan a la Comisión de Trabajo a una tarea para la cual no estaba preparada, por la complejidad del proceso de planeamiento.
162. El criterio del mantenimiento del secreto impuesto en forma casi absoluta produjo los siguientes inconvenientes:
a. Designación de la Comisión de Trabajo (un Oficial Superior de cada Fuerza) para el planeamiento, en lugar de emplear los organismos específicos de planeamiento.
b. Negó a la Comisión de Trabajo la posibilidad de consultar a otros organismos y documentos cuya información era esencial para el desarrollo correcto del planeamiento, lo que fue la causa de que se cometieran gruesas fallas en él.
c. No se justificó la necesidad del mantenimiento del estricto secreto de la operación, considerando que se trataba de una alternativa sin fecha precisa de ejecución y existiendo medios doctrinarios para lograr el mismo efecto, salvo en el caso de que la decisión de ocupar las islas estuviese prácticamente adoptada.
163. Los distintos plazos que la Junta Militar fue imponiendo al planeamiento, constituyeron también, causas de serias falencias posteriores, ya que:
a. Provocaron superposiciones en la planificación de diferentes niveles.
b. Impidieron que el planeamiento contribuyente pudiese basarse en el del nivel inmediato superior, y afectaron directamente la determinación de operaciones eficaces para lograr los objetivos propuestos.
c. Impidieron la obtención y elaboración de una información esencial.
164. Se observó en la concepción de la “alternativa militar” un tratamiento diferente entre las Fuerzas Armadas, ya que la Armada estaba alertando acerca de esta posibilidad a mediados del mes de Diciembre de 1981 a sus comandos superiores, mientras que la Fuerza Aérea y el Ejército recién tomaron conocimiento de ello el día 05-ENE-82.
165. También existió un tratamiento diferencial para con los integrantes de la Comisión de Trabajo por parte de los Comandos en Jefe, ya que uno de ellos (Comando en Jefe del Ejército) no orientó al General de División García en las etapas iniciales del planeamiento y tampoco se dieron a la Comisión de Trabajo instrucciones completas para su tarea.
166. El planeamiento estratégico no se basó en la teoría de las intenciones, sino en capacidades. Las suposiciones no figuran en ningún documento expresadas como tal, pero hay dos de ellas, asumidas erróneamente por la Junta Militar, que afectarían todo el planeamiento y la toma de decisiones posterior:
a. Gran Bretaña reaccionaría diplomáticamente ante la ocupación de las islas. Si eventualmente llegara a hacer uso del poder militar, sería sólo con intenciones disuasivas para cuidar su imagen internacional.
b. EE.UU. no permitiría la escalada militar del conflicto y obligaría a las partes a encontrar una solución negociada.
167. Por imperio de las circunstancias, el incipiente estudio del empleo de la “alternativa militar” debió ajustarse apresuradamente a la realidad, subordinando así lo principal a lo accesorio al producirse el hecho de las islas Georgias del Sur ya que:
a. El planeamiento estratégico no estaba apoyado sobre bases firmes. Debió utilizarse una planificación concebida para una eventual operación que, en caso de ejecutarse, lo sería en una fecha más propicia y más alejada.
b. Al ponerse en ejecución la operación AZUL, no se había completado el planeamiento contribuyente. Por otra parte, la mencionada operación, responsabilidad del Comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, contenía previsiones que alcanzaban solamente la ocupación de las Islas Malvinas y una primera resistencia contra una eventual reacción británica inmediata.
c. La actividad prioritaria, que era la defensa de las islas contra una reacción militar británica de magnitud, solamente había sido tratada como eventualidad en el marco de la DEMIL N° 1/82. Es así que cuando el COMIL decidió el 23-MAR ocupar las islas hizo efectiva esta decisión el 26-MAR, y aún cuando el 02-ABR las islas se reincorporaron a nuestro patrimonio nacional, NO EXISTÍA EN CONCRETO UN PLAN PARA SU DEFENSA, EN EL CASO DE QUE GRAN BRETAÑA DECIDIERA RECUPERARLAS POR LA FUERZA.
Este plan de defensa, materializado en el Plan Esquemático del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur fue emitido el día 12-ABR-82, como se ve diez días después de ocupadas las islas.
GRAN BRETAÑA INICIO LA RECUPERACIÓN ANTES DE QUE ARGENTINA HUBIERA PREVISTO CÓMO DEFENDER LAS ISLAS.
168. La falta de elaboración de las apreciaciones con la profundidad y el detalle que las circunstancias imponían, dieron por resultados documentos estratégicos incompletos, superficiales y erróneos.
169. Resulta evidente que el incidente Georgias fue el factor generador de la ocupación de las Islas Malvinas. El desarrollo de este aspecto, de trascendental importancia, se realiza en el Capítulo IV.
De planteamiento propiamente dicho
170. Desde el punto de vista del planeamiento doctrinario, y sin tener en cuenta las circunstancias que determinaron o condicionaron el accionar de la conducción involucrada, pueden deducirse las siguientes conclusiones:
a. El Nivel Político Nacional (PEN/JM) no previó la aplicación de pautas esenciales en un proceso de planeamiento, asignando criterios y oportunidades de ejecución que afectaron sensiblemente la planificación propia y de los niveles orgánicos subordinados.
b. El organismo asesor de la Junta Militar (Comisión de Trabajo) tampoco previó la aplicación de pautas esenciales en un sistema de planeamiento, y no tuvo en cuenta sus propias limitaciones para la elaboración de los documentos que se ordenaron.
Si bien la Comisión de Trabajo alertó al COMIL en sus “Conclusiones”, respecto de la necesidad de que un organismo capacitado siguiera el desarrollo de estas operaciones, no puso especial énfasis en señalar a dicho organismo, durante la reunión del 26-MAR-82, sobre los riesgos que presupondría para el país una eventual reacción británica de magnitud.
c. El Estado Mayor Conjunto emitió el Documento DEMIL 1/82 con poca profundidad de desarrollo y con dudas respecto de las fechas de ejecución. Como consecuencia de ello, la DEMIL no reflejó el mejor modo de acción que debería haber surgido de un proceso normal de planeamiento, al confrontar los modos de acción propios con las capacidades del enemigo.
171. En la concepción de la orgánica operacional y por fundamentos no estrictamente militares, se crearon dos comandos estratégicos operacionales (TOM y TOAS), uno para la conquista y otro para la defensa de un mismo objetivo, creando serias dificultades a la conducción. Hubiera sido más simple y eficaz concebir un solo comando conjunto para llevar a cabo toda la operación y dividir a ésta en fases.
172. Otras falencias detectadas son las siguientes:
a. No se delimitaron claramente las responsabilidades y jurisdicciones en los espacios terrestres, aéreos y marítimos, para la defensa del objetivo.
b. No se determinaron claramente la dependencia, atribuciones y responsabilidades del Gobernador Militar, tanto de sus funciones de gobierno como de Comandante Militar de la Guarnición Malvinas.
c. Con respecto al C.A.E., la DEMIL no le asignó una misión y tareas claras y definidas. Estas debieron imponerse en la reunión del COMIL del 04-ABR-82.
d. Dadas las características del Teatro de Operaciones, se debieron incluir directivas y previsiones respecto de la obtención, reunión y transporte de los abastecimientos con destino a las Malvinas.
e. Se designó como Gobernador a un militar, en lugar de un civil. Esto último hubiese sido más aceptable en términos internacionales. [13]
Conclusión final
173. El procedimiento adoptado por la Junta Militar para preparar la Nación para la guerra contradijo las más elementales normas de planificación vigentes en las Fuerzas Armadas y en el Sistema Nacional de Planeamiento.
Ello motivó que se cometieran errores fundamentales respecto de la orientación política y estratégico militar con que se inició el conflicto, y aquélla con que se lo concluyó. De no haberse cometido este error, pudo cambiar el curso de la guerra y haberse podido lograr el objetivo político que se perseguía, de otra forma.
CAPÍTULO IV
LA DECISIÓN ESTRATÉGICA MILITAR
El incidente de las islas Georgias del Sur
174. El incidente de las Islas Georgias del Sur, que aparentemente fue el elemento desencadenante del conflicto, estuvo ligado estrechamente con una operación comercial privada gestada por un comerciante argentino llamado Constantino Davidoff, consistente en el desguace de los puestos balleneros pertenecientes a una empresa británica ubicados en la Isla San Pedro.
175. El señor Davidoff firmó contrato con la empresa “Salvensen Limited” de Edimburgo, el cual quedó protocolizado ante el escribano Ian Roger Frame el 19-SET-79 con vigencia hasta el 31-MAR-83.
En octubre de 1979, el comerciante argentino se puso en contacto con las autoridades de Puerto Stanley [14], a fin de ponerlas en conocimiento de la existencia del mencionado contrato y sondear la posibilidad de alquilar una embarcación para transportar la chatarra obtenida del desguace de las factorías, a lo cual las autoridades locales se negaron.
176. El próximo paso del señor Davidoff consistió en formalizar una empresa para la entidad “Islas Georgias del Sur Sociedad Anónima” (en formación) con dos socios más. Posteriormente, procuró contratar un transportador que le permitiera observar “in situ” la magnitud y herramientas necesarias para el trabajo a desarrollar en las factorías balleneras.
177. Informado nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores de las actividades del señor Davidoff, el Director de Antártida y Malvinas de dicha Cartera de Estado, Embajador Blanco, elevó un memorándum con fecha 10-AGO-81 al Subsecretario de Relaciones Exteriores, por el cual se recomendaba la aprobación de las actividades de la empresa privada argentina en las Islas Georgias del Sur y se aconsejaba a la Armada darle su apoyo (Anexo IV/1).
178. Acordado el traslado de Davidoff y un grupo reducido de gente para evaluar los trabajos a realizar, el 15-DIC-81 zarpó de Buenos Aires el A.R.A. “Almirante Irizar”. Arribó a Bahía Stromness el día 18-DIC-81.
179. El Grupo Davidoff permaneció en Puerto Leith durante varias horas, siendo luego transportado a Ushuaia, desde donde se trasladó a Buenos Aires por vía aérea.
180. Al regresar a Buenos Aires el señor Davidoff, quien había viajado a Puerto Leith con autorización de la Embajada Británica en esta Capital, fue llamado por el Embajador Británico Williams, quien le advirtió que debía haberse presentado en Grytviken al llegar a la isla San Pedro, pero el incidente no pasó a mayores.
181. A todo esto el C.O.N. había iniciado la planificación del asentamiento de un grupo científico en la isla San Pedro, semejante a lo realizado en las islas Sándwich del Sur en 1976.
Al tenerse conocimiento en dicho Comando de la “Operación Davidoff” se consideró la posibilidad de agregar el grupo científico (que se denominó “Alfa”) aprovechando la permanencia de los obreros de acuerdo con lo mencionado en el párrafo 177 (Declaración del VL Lombardo) (Ver Anexo IV/2).
182. El Grupo “Alfa”, con un total de 15 hombres al mando del TN Astiz, permaneció en Tierra del Fuego afectado a la Campaña Antártica en tarea de adiestramiento y debía ser trasladado a Puerto Leith a la finalización de ésta.
183. Las instrucciones para este grupo fueron oportunamente impartidas por la Jefatura de Operaciones del Estado Mayor Naval (Declaraciones del CL Otero y CN Trombetta) (Ver Anexo IV/2).
La marcha de los acontecimientos
184. El día 5 de enero de 1982 se realizó una reunión de la Junta Militar en el Edificio Libertador en la cual se consideró la marcha general de las negociaciones con Gran Bretaña por el diferendo de las Islas Malvinas, concluyéndose en adoptar una acción diplomática agresiva (Ver párrafo 112 del Cap. III). Con respecto a la Operación “Davidoff”, se resolvió que ella no se realizara antes de la ronda de negociaciones prevista para fines de febrero de ese año en Nueva York con los representantes del Reino Unido, a efectos de no dar motivo a éstos para dificultarla.
185. El señor Davidoff, con el propósito de trasladarse nuevamente a Puerto Leith a completar el relevamiento de las factorías, decidió contratar una embarcación privada, lo cual no pudo concretar por diferencias respecto del costo del viaje. Estas tratativas se efectuaron con el propietario -y Capitán- de un yate de nombre “Caimán”, de bandera panameña, quien en conocimiento de las características de los elementos que se encontraban en las factorías, decidió hacer el viaje en su propio beneficio, en la segunda quincena de febrero, según quedó registrado en los libros de Grytviken (Anexo IV/3). El señor Davidoff no se hallaba a bordo, según su propia declaración, y en esa oportunidad, el “Caimán” realizó los trámites exigidos por las autoridades británicas de la mencionada localidad de la Isla San Pedro, invocando el nombre de Davidoff.
186. El día 12 de enero, la Junta Militar había resuelto ordenar la planificación de la alternativa militar para el caso del fracaso de las negociaciones. El Plan Esquemático de Campaña que elaboró la Comisión de Trabajo, encargada del planeamiento, concluyó que la operación de recuperar los archipiélagos era apta, factible y aceptable y que las FF.AA. estarían listas para ejecutarla a partir del 15-MAY-82, pero que LA PÉRDIDA DE LA SORPRESA ESTRATÉGICA, que posibilitaría el refuerzo militar de las Islas por parte de Gran Bretaña, CONDICIONARÍA LA FACTIBILIDAD Y ACEPTABILIDAD DE LA OPERACIÓN (Inf. ex Ctes. En Jefe, Cap. I, pág. 18).
187. El 02-FEB-82, la Junta Militar consideró la alternativa de la Operación “Alfa”, concluyéndose que no era conveniente realizarla por el momento. La oportunidad de su ejecución quedaba supeditada al asesoramiento del Ministro de RR.EE. Asimismo, se resolvió aplazar nuevamente el viaje de la empresa “Georgias del Sur S.A. e F” con el objeto de no (xxx) las últimas negociaciones conjuntas de Nueva York.
188. A fines de febrero, la empresa “Georgias del Sur S.A.” fue alertada por Transportes Navales sobre el alistamiento del personal que sería embarcado el día 11-MAR-82 en el buque “Bahía Buen Suceso”, para su posterior traslado a Puerto Leith. La fecha de zarpada era la prevista normalmente para el servicio cubierto por dicha Empresa Estatal.
189. Estas, de acuerdo con lo detallado en el Capítulo II, párrafos 65 y 66, se efectuaron en un clima cordial, aunque motivaron que nuestra Cancillería, el día 02-MAR-82, emitiera el comunicado ampliatorio que concluía con la frase “...la Argentina mantiene el derecho... de elegir libremente el procedimiento que mejor consulte sus intereses”.
Cabe destacar que en el Reino Unido, el día 03-MAR-82, luego de tomar conocimiento de los cables procedentes de la Embajada Británica en Buenos Aires, la Primer Ministro ordenó preparar “planes de contingencia”, ampliando su intención el 08-MAR, al preguntar al Ministro de Defensa cuánto tiempo le insumiría a los buques de la flota llegar a las Islas Malvinas, en caso de ser necesario (Informe Franks, párrafos 152 y 153).
190. El día 09-MAR, Davidoff presentó en la Embajada Británica en Buenos Aires una nota con la lista del personal que sería trasladado a Puerto Leith, cumplimentando así los requisitos impuestos por las autoridades inglesas. Además, y por iniciativa de la propia empresa, se gestionaron los certificados provisorios instituidos por la Declaración Conjunta de Buenos Aires del año 1971 para las personas que viajasen desde y hacia Malvinas, que fueron entregados por el Ministerio de RR.EE. (Anexo IV/4).
El 15-MAR, el Canciller y el Jefe del Estado Mayor Conjunto que la operación “Alfa” debía suspenderse. Esto fue ratificado el 16-MAR por el COMIL.
191. El “Bahía Buen Suceso” con los obreros de Davidoff realizó la travesía con destino a las Georgias, arribando a Puerto Leith el 19 de Marzo de 1982.
192. La información periodística consignó que los obreros descendieron del barco y enarbolaron la bandera nacional en un mástil, aunque Davidoff negó este hecho, aduciendo que cuando sus hombres desembarcaron, la bandera ya ondeaba en el lugar. Por otra parte, si bien los obreros llevaban una bandera argentina, ésta se hallaba en el contenedor, en esos momentos aún a bordo del buque. De cualquier forma, el izamiento de la bandera no provocó problemas mayores, habida cuenta que la enseña fue arriada poco después, a pedido del personal británico.
193. Poco más tarde, personal británico perteneciente al British Antartic Survery (BAS), que se hallaba observando el desembarco, (4 personas), dieron la novedad al Jefe de Base de Grytviken, quien informó al Gobernador Rex Hunt en las Islas Malvinas que un grupo de civiles y militares argentinos había invadido la Isla San Pedro. (Inf. ex Ctes. - Cap. (xxx) Pág. 37).
La reacción británica
194. La respuesta del Foreign Office no se hizo esperar. El día 20 de Marzo instruyó a Puerto Stanley para que comunicara a Grytviken las siguientes instrucciones:
a. Los argentinos debían abandonar Puerto Leith y presentarse en Grytviken.
b. Se debía arriar la bandera argentina y no alterar las señales del lugar.
c. No se debía desembarcar personal militar ni emplear armas de fuego.
195. Por su parte, el embajador británico en Buenos Aires expresó al Embajador Blanco que había recibido órdenes de Londres de presentar un mensaje conteniendo los siguientes puntos:
a. Los obreros debían abandonar Puerto Leith.
b. Se debían presentar en Grytviken.
c. Se debía arriar la bandera.
d. No se debía interferir en las instalaciones del B.A.S.
e. No se debían alterar las señales.
f. No se debía permitir desembarcar personal militar.
g. No se debía permitir llevar armas a tierra.
El Embajador británico concluyó indicando que Londres consideraba al incidente como MUY SERIO.
196. La respuesta argentina, expresada por medio del Embajador Blanco, expresaba: (Inf. ex Ctes. Cap. I, Pág. 31 y 40).
a. Que el Bahía Buen Suceso no era un buque de guerra sino de transporte, de características comerciales, y bien conocido por las autoridades británicas.
b. Que el transporte de Davidoff en ese buque se debía a la falta de otro medio para llegar a las Islas Georgias a realizar su contrato.
c. Que el “Bahía Buen Suceso” saldría de las Georgias el día 21-MAR, una vez finalizado el desembarco de material, y se dirigiría hacia sus puertos acostumbrados, en la Patagonia.
d. Que no había personal militar desembarcado, ya que tampoco lo había a bordo, ni se habían llevado armas de guerra, contrariamente a lo informado por el B.A.S.
e. Que si hubo manipulación de elementos en tierra, lo había sido a efectos de acondicionar el muelle para la descarga.
f. Que la circunstancia del viaje del buque “Bahía Buen Suceso” y del personal de Davidoff era bien conocida por el gobierno inglés, a través de la comunicación que efectuara el citado empresario a la embajada del Reino Unido en Buenos Aires, y de la que ésta tomó conocimiento previo.
g. Que en el contexto de las negociaciones, según el gobierno argentino, los hechos de las Georgias no revestían mayor importancia y se los debía considerar en tono menor.
h. Que algunas de las aseveraciones de la gente del B.A.S. en cuanto a pertrechos, desembarco de armas y personal militar, no eran exactas, por lo que se permitía presumir que otros de los hechos alegados no eran ajustados a la realidad y habían contribuido innecesariamente a aumentar el tono del incidente.
197. El Embajador Williams expresó que Davidoff ya había ido dos veces a Georgias por la “puerta de atrás” (sin pasar por Grytviken), por lo que se exponía a la rescisión del contrato o a su arresto, la próxima vez que fuera a la isla San Pedro. Añadió, además, que el “Bahía Buen Suceso” también había debido pasar por Grytviken.
198. El Embajador Blanco contestó que el buque mencionado cumplía en forma excepcional ese itinerario, que las actividades de un comerciante privado no podían influir en la política exterior argentina, e insistió en no dar trascendencia al episodio aún cuando el Reino Unido debía recordar que ésa era una zona en disputa que Argentina consideraba propia. (Inf. ex Ctes. Cap. I página 40).
El Embajador Británico prometió informar a su gobierno y colaborar para disminuir los efectos desfavorables de estos hechos.
199. El día 21-MAR a las 08.30 hs. zarpó de Puerto Stanley [15] el HMS “Endurance” con 22 “marines” a bordo, con la misión de dirigirse a Puerto Leith a evacuar a los trabajadores argentinos, si ello era necesario. De acuerdo con el informe de Lord Franks “se tenía la intención de llevar a cabo la operación correcta y pacíficamente y con la mayor moderación posible”.
200. Ese mismo día, en el Foreign Office, el Sr. Fearn informó al Sr. Molteni, Encargado de Negocios de la República Argentina en Londres, que su gobierno estaba satisfecho con las explicaciones recibidas y que confiaba en que el “Bahía Buen Suceso” dejara las islas el día 22 CON EL GRUPO DESEMBARCADO, esperando que estos hechos no se repitiesen y aclarando que el Reino Unido no haría, de este incidente, una cuestión mayor.
201. Pero también el día 21, el Representante del Gobierno Argentino en Puerto Stanley informó que LAS OFICINAS DE LADE HABÍAN SIDO VIOLENTADAS POR DESCONOCIDOS durante la noche, y en el interior se había colocado una bandera británica sobre una argentina y la inscripción “Tip for Tap, Buggers” (Ojo por ojo, ladrones).
202. El día 22-MAR, siguiendo instrucciones impartidas por nuestra Cancillería, el Sr. Molteni se entrevistó en el Foreign Office con el Sr. Fearn, quien agradeció la rapidez de la reacción argentina y se expresó en términos conciliatorios, afirmando que su gobierno daba por superado este incidente y no le otorgaba relevancia, una vez que el buque hubiese zarpado CON LOS OBREROS A BORDO.
Respecto de esto último, el Encargado de Negocios argentino replicó que tenía conocimiento de que el “Bahía Buen Suceso” había partido, PERO IGNORABA LO REFERENTE AL PERSONAL. El Sr. Fearn concluyó que a esta altura de los sucesos debía dar un comunicado de prensa a efectos de evitar que la noticia trascendiese con una difusión no correspondiente con su entidad. El Sr.Molteni le sugirió, al respecto, HACER UNA MENCIÓN A LA PARTIDA DEL BUQUE Y A SU CONDICIÓN.
203.Ese mismo día el Foreign Office emitió un comunicado informando que obreros argentinos habían desembarcado sin documentación en Puerto Leith, y que el gobierno de Buenos Aires había dado seguridades que serían evacuados el día anterior, no habiendo confirmación de esto último.
204. Esa misma tarde, el vespertino “The Standard” de la capital británica mencionaba en grandes titulares una “invasión argentina a las Islas Georgias del Sur”, pero omitiendo mencionar el incidente de LADE en Puerto Stanley, y que el “Bahía Buen Suceso” había abandonado la Isla San Pedro el día anterior.
205. En relación con el comunicado del Foreign Office, Argentina emitió un comunicado de prensa que informaba que el día 21-MAR el “Bahía Buen Suceso” había abandonado Puerto Leith hacia otros puertos habituales de su itinerario, LUEGO DE HABER DESEMBARCADO EN DICHO PUERTO A PERSONAL Y MATERIAL perteneciente a una empresa privada la cual había celebrado el correspondiente contrato comercial.
206. En horas de la tarde del día 22-MAR, el Embajador Williams se comunicó con el Embajador Blanco en la Cancillería, a efectos de averiguar si se había evacuado al personal de la Isla San Pedro, a lo cual se le informó que se averiguaría. Posteriormente, se le confirmó que el personal de tareas aún continuaba en la isla.
Manifestó, sintiéndose molesto, que esa gente debía partir inmediatamente por no haber cumplimentado su registro en Grytviken, contestándosele que, por distintas causas, su evacuación era muy difícil.
207. La prensa vespertina de Gran Bretaña del día 22-MAR, tanto en sus expresiones escritas como orales y televisivas, dio amplia difusión al incidente de las Islas Georgias del Sur, coincidiendo en expresar que se trataba de un acto de “agresión” premeditado por el gobierno argentino, OMITIENDO NUEVAMENTE MENCIONAR LA CUESTIÓN DE LAS OFICINAS DE LADE EN MALVINAS. Pudieron observarse, además, comentarios de varios parlamentarios, en particular de Lord Carrington, que exageraron el incidente, aparentemente para probar la utilidad del buque HMS “Endurance”, mencionando la “autodeterminación de los isleños, la invasión de territorio británico y la exigencia de explicaciones”.
208. En este sentido, las declaraciones del miembro de la Cámara de los Comunes John Stokes fueron especialmente fuertes, cuando afirmó que no debía dejarse de lado el incidente, AUN SI LOS TRABAJADORES HUBIESEN ABANDONADO PUERTO LEITH por entonces.
209. El mismo día 23, por la mañana, el Embajador Williams hizo entrega a nuestra Cancillería de una nota comunicando a la Argentina que los Ministros habían acordado que el HMS “Endurance” llegaría a Puerto Leith el 24-MAR A FIN DE DESALOJAR A LOS ARGENTINOS que continuaban allí, trasladarlos a la Argentina vía Puerto Stanley. En la adopción de estas medidas, esperaban la cooperación del gobierno argentino. La nota finalizaba anunciando una declaración oficial británica que se haría ese mismo día ante el Parlamento.
210. Ese día, en el Parlamento británico, se discutió acaloradamente la cuestión entre los miembros de la oposición y del oficialismo, como consecuencia de lo cual el Sr. Molteni recibió de manos del Ministro Fearn la siguiente información:
“1) Que enfrentaba en estos momentos una difícil situación, de la cual daban pruebas publicaciones periodísticas de la fecha y el debate parlamentario de la Cámara de los Comunes, sobre el cual informó por separado.”
“2) Que el Foreign Office había hecho todos los esfuerzos posibles ayer por la tarde (22-MAR), para evitar que la prensa sobredimensionara los acontecimientos en Georgias del Sur, pero ello sólo se había logrado parcialmente, lo cual contribuyó al alto contenido emocional del debate en la Cámara de los Comunes luego de la presentación del Sr. Luce.”
“3) Que debido a esta situación y atento a que había quedado en Georgias del Sur un grupo de diez personas que estaban allí sin autorización, el gobierno no había tenido otra alternativas que ordenar al Endurance que evacuara a dichas personas a Malvinas debido a que interpretábase su presencia como una ocupación argentina.”
“4) Que el Comandante del buque tenía instrucciones precisas de proceder con toda cautela a fin de evitar incidentes mayores y que el Foreign Office haría todos los esfuerzos posibles para evitar la trascendencia de la noticia y que el desplazamiento del Endurance no había sido mencionado por el Sr. Luce en el Parlamento.”
“5) Que nuestro gobierno no había cumplido los entendimientos realizados a través del Embajador Williams en cuanto a la evacuación del personal.”
211. Al respecto, el Sr. Molteni expresó:
a. Que había estado presente en el Parlamento y que conocía las reacciones de quienes participaron en el debate, así como los comentarios del Sr. Luce y que, efectivamente, el clima había sido de grave emotividad, pero una situación similar no debía descartarse en Argentina.
b. Que la estadía de las personas por él mencionadas en Georgias del Sur no merecía la interpretación que le daba el gobierno británico, ya que ellas estaban cumpliendo un contrato comercial, cuya existencia era pública.
c. Que las evacuaciones que Gran Bretaña se proponía llevar a cabo con el “Endurance” resultarían de consecuencias imprevisibles, y sus repercusiones en Argentina serían inevitablemente negativas, sumándose a las consecuencias de los actos lesivos contra Argentina en Malvinas.
212. Estas novedades fueron transmitidas al Embajador Ros en Buenos Aires, decidiéndose que el Sr. Molteni se entrevistase nuevamente con el Sr. Fearn, mientras el Dr. Costa Méndez hacía lo propio con el Embajador Williams en nuestra Cancillería, donde le expresó que el gobierno argentino era de opinión que se continuara con las negociaciones y que no se empleara la fuerza.
213. La reunión Molteni-Fearn se realizó a las 20.30 hs. de Londres, en la cual el Foreign Office se notificó de lo expresado por nuestra Cancillería en la entrevista Costa Méndez-Williams en Buenos Aries, información que había recibido por vía de la Embajada británica en Argentina. Como consecuencia de estas actitudes, Lord Carrington DECIDIÓ ORDENAR AL HMS “ENDURANCE” QUE SE DIRIGIERA MOMENTÁNEAMENTE A GRYTVIKEN Y ESPERARA INSTRUCCIONES, en lugar de dirigirse a Puerto Leith a evacuar a los obreros, al punto que solicitaba al gobierno argentino que el “Bahía Buen Suceso” regresara a Georgias a recoger a los obreros. Debido a que el gobierno británico se hallaba bajo una intensa invasión política y periodística, esperaba una urgente decisión de nuestro gobierno.
214. Posteriormente el Foreign Office hizo llegar a la Cancillería argentina una segunda nota, que confirmaba lo expuesto anteriormente y que expresaba:
“En vista de los muy fuertes sentimientos que este incidente ha despertado en el Reino Unido (tal como su Encargado de Negocios lo habrá comprobado hoy en el Parlamento), es esencial que el personal argentino que continúa en Georgias del Sur debe ser retirado sin demora. Si el gobierno argentino es capaz de disponer el retorno inmediato del “Bahía Buen Suceso”a Leith para recoger y trasladar a Argentina al personal y equipo que allí continúan -yo estaría en condiciones para autorizar este procedimiento Y NO VERÍA NECESIDAD QUE EL HMS “ENDURANCE” ESTÉ INVOLUCRADO.
Si esto no pudiera hacerse, no tendríamos otra alternativa que la de retirarlos nosotros mismos. Esperamos entonces que el gobierno argentino pueda darnos tales seguridades y pueda hacernos conocer, tan pronto como sea posible, cuándo podemos esperar que el “Bahía Buen Suceso” haya realizado este cometido.
Nuestro principal objetivo en estos momentos debe ser EVITAR QUE ESTA CUESTIÓN ADQUIERA DESARROLLO Y TRASCENDENCIA POLÍTICA.
Es esencial que nosotros no perdiéramos de vista la primordial necesidad de asegurar que el clima político adecuado exista para nuestros esfuerzos mutuos tendientes a resolver la disputa en torno a las Falklands pacíficamente mediante negociación. Para este fin debemos procurar conducir el actual problema tan cuidadosa y prudentemente como sea posible.”
(Nota: La trascripción en letras mayúsculas fue realizada por esta Comisión).
215. El día 23-MAR en horas de la noche, la cuestión fue debatida por primera vez en la Cámara los Lores. El tratamiento que se dio al problema, si bien más mesurado que el observado en la Cámara de los Comunes, estuvo caracterizado por la importancia que se le asignó al tema (concurrieron el ex premier ministro Callaghan y el líder alterno de la oposición laborista Healy) y por las críticas que ambas bancadas hicieron al Foreign Office.
La decisión de la Junta Militar
216. El día 23-MAR, el Comité Militar se reunió a partir de las 09.30 hs. en el Edificio Libertad. Estuvieron presentes, además de los miembros de la Junta Militar, el Jefe del Estado Mayor Conjunto.
Ulteriormente, arribó el Canciller. El acta correspondiente se adjunta como Anexo IV/5.
217. Durante la reunión se dio el nombre de “Azul” a la futura operación para la toma de Malvinas y se trató el tema de las islas Georgias del Sur, así como también algunos aspectos referentes a la planificación ya iniciada de la alternativa militar. Además, se le dieron al Canciller las siguientes instrucciones:
“Continuarán las conversaciones y negociaciones con el Embajador Británico con el concepto de prolongarlas en el tiempo”.
218. Al considerar el problema producido por los hombres de la Empresa “Las Georgias el Sur S.A.” en Puerto Leith, se tuvieron en cuenta los siguientes modos de acción:
a. Proteger al personal argentino.
b. Interceptar al HMS “Endurance” para”:
1. Evitar que arribara a Puerto Leith y procediera a la evacuación el personal argentino.
2. Evitar que llegar a Puerto Stanley (luego Puerto Argentino), con el personal evacuado.
c. Destacar a Puerto Leith el buque A.R.A. “Bahía Paraíso” que se encontraba en esos momentos en las Islas Orcadas del Sur.
219. Ulteriormente, al arribar el Canciller a la reunión, se llegó a la siguiente decisión:
a. Enviar inmediatamente el “Bahía Paraíso” a Pto. Leith, tratando de que llegara antes de cualquier evacuación y la impidiera.
b. Si los trabajadores ya habían sido evacuados por el HMS “Endurance”, no efectuar ninguna acción de interceptación para no dar pie a un incidente bélico.
220. Al considerarse las intenciones británicas, se concluyó que existía un evidente intento de exagerar el incidente, por una considerable presión de los isleños sobre el Parlamento y el gobierno británico. Por consiguiente, el Comité Militar resolvió:
a. Continuar las conversaciones con el embajador británico, a fin de evitar una inmediata acción militar del gobierno del Reino Unido.
b. Si el Embajador Williams insistía en un desalojo inmediato, habría que hacerle notar la gravedad del hecho y las consecuencias que podría acarrear.
c. Llevar el tema del incidente a las futuras negociaciones sobre las Malvinas.
221. Por su parte, el Canciller fue autorizado a emitir un segundo comunicado de prensa, donde debía especificar el carácter privado del contrato de la Empresa “Georgias del Sur S.A.”, aclarando, además, que el señor Davidoff había cumplido con un viaje similar en diciembre de 1981 y que la Embajada británica en Buenos Aires tenía pleno conocimiento del viaje que, por otra parte, había autorizado.
222. El día 24-MAR se recibió en Buenos Aires una información de Londres que daba particulares detalles de las discusiones en el Parlamento, el día anterior. Sorprendió por sus alcances lo expresado en su discurso por el señor Luce (Ver Anexo IV/6), quien hizo especial hincapié en los siguientes aspectos:
a. El compromiso del gobierno británico para apoyar o defender a los isleños y SUS TERRITORIOS con toda su capacidad.
b. La imposibilidad de que hubiese algún cambio en las islas sin el consentimiento de los isleños. SUS DESEOS ERAN PRIMORDIALES. Además, no se haría nada sin el consentimiento de esa Cámara.
c. La existencia de una FUERZA BRITÁNICA en el área, ADEMÁS DEL “ENDURANCE”.
223. El Embajador Williams fue notificado por el Canciller Costa Méndez, que los trabajadores NO SERÍAN RETIRADOS DE PUERTO LEITH, NI SE PERMITIRÍA SU EVACUACIÓN POR LA FUERZA. El Embajador argumentó que los obreros podían trasladarse a Grytviken para legitimar su presencia, colocando, eventualmente, un sello que registrara su ingreso a la Isla.
224. En su declaración, el Doctor Costa Méndez expresó textualmente:
“Yo estaba inclinado a eso y prácticamente había aceptado, y tanto había aceptado, que eso fue a Londres y vino una comunicación de Carrington diciendo, bueno, si eso se hace la cosa puede andar bien.”
Sin embargo, esto no pasó de una intención, ya que el mismo Canciller aclaró:
“¿Pero qué pasó? En una segunda reflexión llegamos a la conclusión de que eso equivalía a debilitar la posición, es decir, que aceptaríamos el sello -y ahí nos quedamos empantanados. Si en lugar de ir nosotros, salir e ir a Grytviken, viniera gente de Grytviken a Leith y ahí se planteó una de esas cosas, realmente -con perdón de la palabra- malditas, que se presentan muchas veces en una negociación. Los ingleses querían que saliéramos. En el fondo, el tema de la tarjeta no les importaba nada. Lo que los ingleses querían era anunciarlo. Ellos habían comprometido con el Parlamento la salida de los obreros de Leith. Entonces, van a Grytviken y vuelven. Entonces, no han salido, dicen”. Esas cosas tan inglesas. “Salieron y ahora sí han entrado con las cosas firmadas”. Es decir, que ellos salvan el escrúpulo; más que el escrúpulo, la comedia”.
225. En su informe, los Comandantes (Capítulo II, pág.55), expresaron que el Doctor Costa Méndez indicó Williams que los certificados no requerían ningún sellado y que todo se podría arreglar encuadrando el ingreso de los obreros dentro del Acuerdo de Comunicaciones de 1971.
226. Informado del tema el Doctor Roca en las Naciones Unidas, se le pidió que buscara la opinión de los EE.UU. dado que la cuestión se estaba agravando a cada momento. Al consultar al respecto a la Embajadora Kirpatrick, ésta respondió que descartaba la posibilidad de que los ingleses recurrieran al foro de la ONU para resolver el problema (Anexo IV/7).
227. Ese mismo día, 23-MAR, se recibió de Londres la versión de la presentación del señor Wiggin, Subsecretario de Estado de Defensa, durante un debate en el Parlamento, en el cual expresó que: “esta guarnición (Atlántico Sur) está normalmente apoyada por el HMS “Endurance” y EN EL FUTURO SERÁ APOYADA POR OTROS BARCOS DE LA ROYAL NAVY”, mencionando, además, el interés estratégico del área y la posibilidad de la creación de unas OTAS (Organización del Tratado del Atlántico Sur).
En nuestra Cancillería, en tanto, se recibió una nota de Lord Carrington, expresando:
“Los trabajadores están ilegalmente. Debe quedar perfectamente en claro que esta situación no ha derivado de nuestra iniciativa.
La han provocado la acción irresponsable de Davidoff y la aparente incapacidad del gobierno Argentino para tomar las acciones necesarias”.
228. Lo que sin embargo impresionó más el día 25-MAR, fue la recepción de una información con respecto a un texto moción presentado el día 24 DE MARZO en la Cámara de los Comunes. El cable 656 de Londres retransmitió el mismo texto:
“Título del texto moción: LAS ISLAS FALKLANDS. Se pide:
Que esta Cámara, estando sumamente preocupada por las implicaciones evidentes como resultado el desembarco de un grupo de personas en las Georgias del Sur -dependencia de las Islas Malvinas- llevado allí por un barco de transporte naval argentino, pide al gobierno de su Majestad que dé todas las seguridades de que SE MANTENDRÁ EN ESTACIÓN EN EL ÁREA UNA FUERZA DE LA MARINA REAL LO SUFICIENTEMENTE FUERTE COMO PARA REPELER CUALQUIER INTENTO DEL GOBIERNO ARGENTINO DE ANEXAR ESTA COLONIA BRITÁNICA A LA FUERZA. Además, pide al gobierno de su majestad que declare en términos inequívocos que la soberanía de las Islas Malvinas no será transferida a ningún gobierno extranjero, a menos que así lo pidan los isleños por medio de un referendo”.
229. Los parlamentarios adherentes a este proyecto superaron los 58 en el primer día de haberse inscripto el tema, lo cual tomó inmediato estado público en la prensa británica.
230. En Buenos Aires, el señor Davidoff hizo pública la historia de su contrato, la validez de los documentos y la información que proveyera a la Embajada británica antes de zarpar (Anexo OV/8).
231. El día 24-MAR se reunió nuevamente el Comité Militar en el Edificio Libertador, a efectos de analizar nuevamente el incidente Georgias, resolviéndose: (Anexo IV/9)
“a. El Gobierno no retirará a los ciudadanos argentinos que fueron a trabajar a Georgias.”
“b. Desembarcar el Grupo del A.R.A. Bahía Paraíso para proteger al personal que está en Leith e impedir que sean reembarcados por el Endurance.”
“c. Si el Endurance reembarca al personal argentino y los lleva a Malvinas, se analizará la situación antes de ordenar la interceptación con las corbetas.”
En ese día, el Embajador británico se entrevistó tres veces con el Canciller y recibió la información de que LOS TRABAJADORES NO SERÍAN RETIRADOS de Puerto Leith, y no se permitiría su evacuación por la fuerza.
El Embajador propuso la alternativa “que se traslade a los obreros a Grytviken TODOS JUNTOS O POR TANDAS para legitimar su presencia”(sellados).
El Canciller manifestó que “no era necesario” por el Acuerdo de Comunicaciones de 1971 (Pág.55 del Informe de los Comandantes).
232. En esa misma reunión del 24-MAR y teniendo en cuenta las informaciones provenientes de Londres, durante las últimas 48 horas, se resolvió que el día 26-MAR, el Comandante del Teatro de Operaciones Malvinas expusiese ante el COMIL las fechas más tempranas y aceptables para considerar la ejecución e la operación “Azul”.
(Ver información de los ex Ctes. Cap.II Pág.56). ESTA DETERMINACIÓN SE CONSTITUYÓ ASÍ EN EL PRIMER INDICIO VISIBLE DE QUE SE ESTABA DECIDIENDO LA TOMA DE LAS ISLAS MALVINAS EN UNA FECHA ADELANTADA CON RESPECTO A LAS PREVISIONES REALIZADAS HASTA ESE MOMENTO.
233. El día 25-MAR, Lord Carrington insistía en la exigencia de trasladar a Grytviken a los obreros para legalizar su situación, explicando que éste era el último esfuerzo inglés para evitar un enfrentamiento inevitable. Por medio del Embajador Williams, se le insistió en los mismos términos mencionados en el párrafo 231 y que no se podría negociar bajo la presión de un buque de guerra, ni bajo la amenaza de expulsión de la publicidad exagerada, tanto de fuentes oficiales como privadas británicas. Finalmente, se le notificó que el “Bahía Paraíso” se encontraba en la zona para proteger a los obreros en territorio que Argentina consideraba como suyos (Anexo IV/10).
234. En otro orden de novedades, se recibió la información de que la Guarnición Malvinas iba a ser reforzada con una dotación de “marines” que habían sido embarcados en navío RRS “John Biscoe” en Montevideo, el día 24, y que el navío RRS “Bransfield” había zarpado de Punta Arenas el día 25, con destino a Puerto Stanley.
235. El día 26-MAR a las 19.15 horas, se reunió el Comité Militar en el Edificio Libertador, a efectos de analizar los acontecimientos referidos a las Islas Georgias del Sur, considerándose las siguientes circunstancias no incluidas en el Acta: (Cap.I, pág. 62 del Informe ex Ctes).
a. La evidente intención del gobierno inglés de reforzar las Islas Malvinas.
b. La arbitrariedad en el manejo del incidente Georgias por parte de Gran Bretaña.
c. El intento de exagerar el conflicto al máximo para justificar un pedido de CONGELAMIENTO DEFINITIVO DE TODA CONVERSACIÓN SOBRE LA SOBERANÍA DE LAS ISLAS.
d. La insistencia no cuestionada en el Parlamento británico en el derecho de autodeterminación de los isleños, junto con el pedido de establecimiento de una flota y tropas para la defensa de ese territorio “autónomo” .
e. El envío el “Biscoe” y “Bransfield” y la actitud bélica del “Endurance”.
236. Lo expresado en el párrafo anterior puede ser analizado en la siguiente forma:
a. La evidente intención del gobierno inglés de reforzar las Islas Malvinas se vió respaldada por el parlamento y la prensa inglesa, donde recrudecieron los pedidos de reforzar Malvinas y enviar buques de la flota. Estos pedidos, por otra parte, ya habían aparecido a raíz de la publicación del Comunicado de RR.EE. del 02-MAR y debían atribuirse, entre otros, a la insistencia de los representantes de los “Kelpers”, de la FIC y en forma indirecta, de la Royal Navy.
Lo que no resultó tan evidente fue que esos refuerzos se llevaran a cabo, en la magnitud que luego se hizo, si el conflicto de las Georgias se hubiera resuelto diplomáticamente, pues no podía olvidarse la existencia de un plan británico en marcha, que debía cumplirse en breve plazo, para la reducción de las fuerzas navales de superficie.
b. La supuesta arbitrariedad en el manejo del incidente Georgias por parte de Gran Bretaña fue una afirmación que no se ajustó TOTALMENTE a la realidad debido a que ha de reconocerse que también la hubo del lado argentino.
Si el señor Davidoff, CON CONOCIMIENTO DE LAS AUTORIDADES ARGENTINAS, efectuó sus gestiones ante la Embajada Británica en Buenos Aires para el ingreso a las islas Georgias, nuestro país admitió en la oportunidad que si bien eran éstas territorio que reclamaba como propio, estaban, de hecho, en poder de Gran Bretaña y ella ejercía su autoridad en dichas Islas.
Si el Ministerio de RR.EE. entregó a cada uno de los obreros el “Certificado Provisorio”(Tarjeta Blanca) establecido en la Declaración Conjunta de 1971, tácitamente, que las Islas estaban en poder de Gran Bretaña, al procederse en forma similar a lo que se hacía en las Islas Malvinas. Debe recordarse que dicho certificado se establecía que debía presentarse cada vez que fuese solicitado.
La inclusión de este punto b. en el análisis en cuestión debe atribuirse al posible desconocimiento por parte de los miembros de la Junta Militar de las disposiciones establecidas en la Declaración Conjunta, situación que puede imputarse a un inadecuado asesoramiento del Canciller, como aparece en las respectivas declaraciones.
La inclusión de las Islas Georgias del Sur dentro de los alcances del Certificado Provisorio habría sido conveniente para Argentina, ya que hubiese incluido a este archipiélago dentro de lo estipulado en el Acuerdo de Comunicaciones del año 1971, según lo reconoció el Doctor Costa Méndez en su declaración, lo cual no fue oportunamente advertido por él. De allí que Gran Bretaña de hecho convalidaba el uso de la tarjeta blanca para Georgias, la que no figuraba explícitamente en el Acuerdo a comienzos de 1971.
c. El intento de exagerar el conflicto al máximo para justificar un pedido de CONGELAMIENTO DEFINITIVO DE TODA CONVERSACIÓN POR LA SOBERANÍA DE LAS ISLAS es una apreciación que no surge tan clara de los hechos, salvo la declaración o proposición de congelar definitivamente las negociaciones, que se observaba en los debates del Parlamento Británico. De haber sido así, lo conveniente hubiese sido disminuir la tensión para descolocar la posición británica de negativa a la negociación.
d. La insistencia -no cuestionada por el Parlamento Británico- en el derecho de autodeterminación de los isleños, junto con el pedido de establecimiento de una flota y tropas para la defensa de ese territorio “autónomo”, eran principios sustentados desde tiempo atrás por sectores interesados británicos.
e. El envío del “Biscoe” y “Branfields”, la actitud bélica del “Endurance” y la amenaza inicial de retirar de Puerto Leith a los obreros por medio de esta última nave, fue, sin duda, una actitud bélica; pero este buque se encontraba demorada en Grytviken desde el 23, por orden de Lord Carrington, a la espera del resultado de la negociación (Cable 639 del Encargado de Negocios en Londres).
Por otra parte, ese mismo día 23 se envió a Puerto Leith al Bahía Paraíso con la orden de desembarcar un grupo de I.M. y de proteger a los obreros.
237. Luego de lo indicado en el párrafo 235, el COMIL (Informe ex Ctes Jefe - Cap. II, pág. 11), llegó a la conclusión que:
“La voluntad de utilizar el incidente Georgias para justificar una presencia naval británica en el Atlántico Sur, acompañada por una actitud NO NEGOCIADORA, pone en peligro la propia posición negociadora argentina”.
238. Aparecía aquí la idea de la “Operación Militar” ya prevista, cuya factibilidad hubiese quedado anulada si Gran Bretaña concretaba una presencia naval en el Atlántico Sur (por lo menos en el corto plazo, es decir, durante la gestión de los entonces integrantes de la Junta Militar). Sin embargo, no se consideró la posibilidad de resolver el conflicto de las Georgias por vía de la negociación, que impediría a Gran Bretaña utilizar tal conflicto para justificar dicha presencia naval.
239. El 26-MAR-82, la Junta Militar consideró formalmente distintos modos de acción como:
a. Continuar las negociaciones con Gran Bretaña.
b. Someter el caso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
c. Ocupar las Islas (Malvinas).
Luego de un rápido análisis decidió adoptar el modo de acción c., esto es:
OCUPAR LAS ISLAS
Con este fin se consultó a la Comisión de Trabajo, que estableció como posible fecha más próxima la que mediaba entre el 01 y 03 de Abril.
240. Si bien en el Informe de los ex Comandantes en Jefe no apareció el asesoramiento del Canciller en la toma de la decisión de “ocupar las Islas”, este asesoramiento existió, por cuanto en su declaración, aquél manifestó:
“ESTUVE DE ACUERDO con la decisión de la Junta Militar y no manifesté oposición porque en ese momento NO VEÍA NINGUNA SOLUCIÓN al conflicto de Georgias por otra vía que NO FUERA LA OCUPACIÓN DE MALVINAS, PARA NEGOCIAR INMEDIATAMENTE”.
241. Este apoyo del Canciller a la decisión de la Junta Militar se basó en la apreciación efectuada en RR.EE., cuya conclusión determinó que en ese momento “NO HABÍA UNA OPCIÓN MEJOR”.
Las acciones consideradas en dicha apreciación fueron:
a. NEGOCIAR DIRECTAMENTE CON GRAN BRETAÑA: Era muy difícil pues existía un “ULTIMATUM” británico con el envío del Endurance (ya se han mencionado las alternativas relacionadas con este hecho en el párrafo 236).
Había muchas negociaciones con Gran Bretaña que no avanzaban.
Además, existía una información del Encargado de Negocios en Londres sobre “querer alargar las negociaciones” para poder armar la defensa de las islas y estar mejor preparados para cualquier conflicto.
b. O.N.U.: No era una opción válida. Se necesitaba tiempo para afirmar nuestra posición y, además, la O.N.U. no intervendría si no había agresión (Poco después debió recurrirse a esta Organización).
c. O.E.A.: estaba excluida, porque naturalmente Gran Bretaña no iba a admitir la intervención de un Organismo Regional.
d. MEDIACIÓN: Era la opción que más nos interesaba y que luego se sugirió (30-MAR) al Embajador de los EE.UU. en Argentina, siempre que el problema a tratar fuese el de todas las Islas. El mediador por excelencia debía ser EE.UU., puesto que era el único capaz de obligar a Gran Bretaña a entrar seriamente en negociaciones.
La Cancillería analizó (Anexo IV/11) las características de una posible mediación de EE.UU. y alertó sobre los riesgos.
Además, EE.UU. concurriría a la mediación con un presupuesto básico: que su gestión no iría más allá de la estabilidad del gobierno de la señora Thatcher. A partir de allí, ingresaría en el conflicto como aliado de Gran Bretaña.
Aceptar esta mediación implicaba aceptar un máximo posible: aquellos que EE.UU. consideraba adecuado antes de dar su apoyo a los británicos. Si se piensa que esta especulación era de conocimiento de Gran Bretaña, se comprenderá mejor POR QUE ESTA NO MANIFESTÓ NINGÚN INTERÉS SERIO EN LAS NEGOCIACIONES.
242. La decisión de ocupar las Islas Malvinas tenía por objeto: (Informe ex Ctes en Jefe, Cap. II, pág. 53)
a. AFIRMAR Y DEFENDER la posición argentina en Georgias.
b. IMPEDIR que Gran Bretaña militarizara las Islas y estableciera un sistema de defensa naval y aéreo en ellas.
c. IMPEDIR el refuerzo e la posición británica en la zona, ya que esto incidiría en forma negativa sobre los derechos, estrategias, posiciones y objetivos de Argentina en el Atlántico Sur y en Antártida.
d. ACTIVAR las negociaciones y MEJORAR la posición negociadora Argentina.
243. Esta decisión no resiste un análisis lógico, pues la acción de “ocupar las Islas” no resultaba APTA por sí sola para cumplir con el ambicioso propósito enunciado anteriormente.
Si ella hubiera sido la de “Ocupar y Mantener”, podría haber sido apta. Sin embargo, era preciso realizar una Apreciación Estratégica Militar completa, con un análisis exhaustivo de las capacidades propias del enemigo, los factores de poder y debilidad, etc., a fin de poder determinar la FACTIBILIDAD de dicha acción.
244. En la DEMIL 1 se incluyeron estos (xxx) en forma muy somera, más bien parecía querer cumplirse con un formulismo doctrinario más que hacer un análisis de la FACTIBILIDAD y, sobre todo, la ACEPTABILIDAD, que habría significado mantener la ocupación de las Islas (Este análisis fue realizado con más detalle en el Capítulo III).
Debe reconocerse que esta DEMIL estuvo elaborada en forma apresurada y fue aprobada el mismo 26-MAR.
245. Lo concreto consistió en que nunca se pensó en una reacción militar británica de la magnitud que ésta tuvo en definitiva. Los ex Comandantes en Jefe lo pusieron de manifiesto (Cap. II pág.2) al asentar el “Concepto de la Operación” que dice:
“La ocupación de las Islas NO TENÍA como propósito INICIAR UNA ESCALADA BÉLICA, ni dar por terminadas las negociaciones, ya que ésa no era la medida más aceptable para el logro del objetivo político”.
246. A su vez, en el Cap. I, págs. 65/66, han señalado:
“Analizadas las capacidades del enemigo (EMC), factores de fuerza y debilidades de Gran Bretaña, resultaba evidente que LUEGO DE LA OCUPACIÓN DEBÍA ENCAMINARSE EL PROCESO HACIA UNA NEGOCIACIÓN”.
“MANTENER UNA GUARNICIÓN ESPECIAL REDUCIDA, hasta llegar a un ACUERDO NEGOCIADO con Gran Bretaña, no hará necesaria UNA GRAN PRESENCIA DE FUERZAS”.
(Esto último contradice el propósito de la ocupación enunciado anteriormente: Consolidar, defender, impedir y activar.)
247. La decisión de “Ocupar las Islas Malvinas” fue tomada porque ya existía, desde diciembre de 1981, la idea de que para llegar a negociaciones exitosas con Gran Bretaña iba a ser necesario hacer uso del poder militar. La decisión se adoptó con rapidez puesto que ya estaba planeada la ocupación, lo que permitía cumplir la etapa inicial. Pero nunca se planificó cómo defender las Islas una vez ocupadas.
En definitiva, la decisión, que se mantenía latente, estuvo influida por aspectos políticos particulares, tal, por ejemplo, la conveniencia de producir una circunstancia significativa que revitalizara el Proceso de Reorganización Nacional (sin juzgar éticamente esta consideración) [16], unida también a la poco manifiesta vocación negociadora de Gran Bretaña. Esta decisión se conformó, casi definitivamente, el 23-MAR, cuando la Junta Militar pudo minimizar el hecho Georgias si hubiera tenido auténtica intención de hacerlo, e hizo eclosión el 26-MAR, cuando la Comisión de Trabajo estableció (muy posiblemente presionada por los hechos y por la casi descartada posibilidad, por parte del COMIL, de una considerable reacción británica), que las fecha más próxima en que la operación AZUL podía realizarse mediaba, alternativamente, entre el 01, 02 ó 03 de Abril.
Ese mismo día, en la reunión del COMIL (Acta Nro. 4), se impartieron instrucciones al Canciller (Anexo IV/12):
a. Demorar la contestación al Embajador Británico TODO LO POSIBLE.
b. No ofrecer ninguna propuesta del Gobierno Argentino, en la contestación, y manejar la situación diplomática para llegar al día jueves 01, viernes 02 o sábado 03, sin inconvenientes.
Se impartieron también instrucciones a las Fuerzas Operativas.
248. El 28-MAR, el Doctor Costa Méndez entregó al Embajador Williams un mensaje para Lord Carrington, con la propuesta de negociar la soberanía argentina sobre los Archipiélagos en disputa, y le manifestó aquél que esos incidentes ERAN CONSECUENCIA DE LA ACTITUD DE GRAN BRETAÑA. Mientras tanto, en el parlamento británico existía concordancia -por parte de todos los sectores- en calificar el incidente de Georgias del Sur COMO UN INTENTO DELIBERADO DE LA ARGENTINA PARA DESAFIAR LA SOBERANÍA BRITÁNICA.
La toma de Malvinas
249. Obtenida de la Comisión de Trabajo la confirmación de que las FF.AA. podían realizar la operación de ocupar las Islas Malvinas a partir del día 01-ABR como fecha más temprana, la Junta Militar ordenó formalmente la ejecución de la Operación “Azul” en reunión del Comité Militar Nro. 4/82, del día 26-MAR-82, fijándose el día “D” el 01-ABR (en horas nocturnas) con flexibilización al día 02 ó 03 de dicho mes.
250. Se constituyó así la Fuerza de Tareas Anfibia Nro. 40 bajo el Comando del Contralmirante D. Walter O. Allara. Esta Fuerza estaba integrada por los siguientes componentes:
a. La Fuerza de Desembarco se integró con el Batallón de Infantería Nro. 2 (BIM 2), una Agrupación de Comandos Anfibios, una Sección de Tiradores del Ejército, un Grupo de Comandos Anfibios y una Reserva.
b. Un grupo de Transporte, con el Buque de Desembarco de Tropas A.R.A. “Cabo San Antonio”, el Rompehielos A.R.A. “Almirante Irizar” y el buque Transporte “Isla de los Estados”.
c. Un Grupo de Apoyo, Escolta y Desembarco, formado por las Fragatas Tipo 42 A.R.A. “Hércules” y “Santísima Trinidad”, más las Corbetas A.R.A. “Drumond” y “Granville”.
d. El Grupo de Tareas Especiales, constituido por un Submarino Clase “Guppy” (ARA “Santa Fe”).
251. Las naves habían zarpado de sus apostaderos el día 28-MAR, hallándose a bordo del A.R.A. “Santísima Trinidad”, de acuerdo con lo resuelto por el COMIL, el Comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, General de División D. Osvaldo J. García. Debido a las malas condiciones meteorológicas, la operación se demoró 24 horas, respecto de su fecha más temprana. La Fuerza de Tareas quedó dispuesta para el asalto final el día 1-ABR, a última hora.
252. La misión de la Fuerza de Tareas establecía la reducción de la resistencia armada de la Isla, constituida por 68 Infantes de Marina del Destacamento de la Marina Real NP 8901, más algunos irregulares voluntarios pertenecientes a la población local, la ocupación de Puerto Stanley (1), la toma del aeródromo para permitir el abastecimiento de las Islas con medios aéreos propios, y la instalación de un Gobierno Militar Argentino en el archipiélago (Ver Anexo IV/14).
253. A las 00.30 horas del día 02-ABR se inició el desembarco en la zona de Puerto Enriqueta, 4 Km al S. de la capital de las Islas, donde los Comandos Anfibios de la Armada iniciaron su marcha hacia las barracas de los “marines” británicos en Moody Brook.
Tres horas más tarde hacían lo propio los buzos tácticos desembarcados del Submarino A.R.A. “Santa Fe” en las proximidades del Cabo San Felipe, con la tarea de tomar el faro de ese lugar y preparar el desembarco del Transporte “Cabo San Antonio”. Este buque desembarcó en la Playa “York” al BIM 2 y tropas del RI 25, los que debían tomar el aeropuerto y avanzar hacia Puerto Stanley en un movimiento de pinzas que convergía sobre Government House, desde el E, mientras los buzos tácticos lo hacían desde el O.
254. La maniobra resultó exitosa, ya que hubo solamente una débil resistencia, la cual se tradujo en tres bajas propias, aunque no se infringió ninguna baja al enemigo, tal como lo establecieron los criterios operacionales impuestos por el COMIL. El cese del fuego y la rendición del Gobernador Hunt se realizó a las 09.15 horas, ante el General de División García.
255. Durante el resto del día se completó el desembarco administrativo de medios y pertrechos, incrementado por el puente aéreo que se inició a las 07.00 horas, luego de haberse completado el despeje de los obstáculos existentes en la pista.
256. En horas de la noche, habiéndose completado las fases del alistamiento, despliegue, desembarco, asalto y consolidación del objetivo previsto en el Plan de Operaciones, se inició la fase de reembarco de los efectivos comprometidos, de acuerdo con la Resolución prevista en la DEMIL Nro. 1/82.
257. Esta fase fue interrumpida en su ejecución debido a la orden impartida por la Junta Militar al recibir ésta las primeras informaciones de que Gran Bretaña estaba dispuesta a enviar una considerable Fuerza de Tareas Naval para recuperar las Islas.
/…Continúa 2/4
Fuente: http://www.cescem.org.ar
(*) El 2 de diciembre de 1982, la Junta Militar que todavía gobernaba nuestro país, resolvió crear una “Comisión de análisis y evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur”. Su objetivo era sentar las bases para juzgar las responsabilidades de quienes habían tomado la decisión de ir a la guerra el 2 de abril de 1982 y de planificar y conducir el desarrollo del conflicto, tanto en el aspecto político como en el específicamente militar.
El informe llevó el nombre oficial de Comisión y tuvo carácter secreto.
Para cumplir con su cometido, esta comisión pidió informes a los organismos respectivos y recibió declaración a todas las personas que consideró necesario para conocer los hechos que investigara.
Estaba formada por seis oficiales de alto rango, dos por cada fuerza armada, y presidida por el más antiguo de ellos, el teniente general Benjamín Rattenbach.
Esta comisión elaboró un informe que sirvió de base para el juicio que realizara el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, (que es el máximo tribunal de justicia militar) y que dictara las condenas para los tres ex comandantes y para el ex gobernador de las islas.
El informe hizo un análisis de los antecedentes históricos, y en particular de las negociaciones diplomáticas llevadas a cabo hasta el 2 de abril de 1982, haciendo referencia a las resoluciones de las Naciones Unidas y a los convenios celebrados con el Reino Unido a lo largo de la historia.
También analizó, las gestiones de los diversos diplomáticos que tuvieron a su cargo negociar con Gran Bretaña la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas, hasta llegar a la designación de Nicanor Costa Méndez como Ministro de Relaciones Exteriores de la Junta Militar conducida por Galtieri, evaluando en particular su actuación durante la guerra.
Analiza el plan que llevó a la Junta a tomar la decisión de recuperar las Malvinas y cuáles fueron luego las decisiones que se tomaron para enfrentar los acontecimientos que se sucedieron. Se evaluó el accionar de las fuerzas propias, se analizaron las causas de la derrota, y finalmente determinó las responsabilidades en los niveles político, estratégico militar y estratégico operacional; sugiriendo el encuadramiento jurídico que debía aplicarse a las conductas de los responsables y puntualizando las experiencias y enseñanzas que dejó el conflicto.
Copia de este informe se filtró en la prensa y fue publicada originalmente en fragmentos en la revista Siete Días. Allí se reveló que para juzgar a los responsables la Comisión recomendaba tener presente el Código de Justicia Militar que, entre otras cosas, pide la pena de muerte para quien entrega una plaza sin pelear. También hubo hallazgos sobre graves errores e irresponsabilidades en los altos mandos.
Según reveló casi 20 años más tarde Augusto Rattenbach, hijo de Benjamín Rattenbach, la Junta Militar intentó tapar y hasta adulterar el resultado del informe para “alivianar los cargos”. Las Fuerzas Armadas nunca publicaron el documento y las copias que aún hoy se encuentran en Internet no están legitimadas.
Para concluir, la Presidenta en 25/1/12 en el marco de una escalada del conflicto que mantiene con Gran Bretaña por Malvinas, anuncia la publicación de este informe. Sin embargo, cabe aclarar, que su texto en el presente es una transcripción y un anticipo del oficial, y por lo tanto puede tener errores o diferencias con el original. Asimismo, lo transcripto es solo el cuerpo del informe, no incluyendo los anexos.
Notas:
[1] Resolución 1514 (XV) Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales. Resolución aprobada sin remisión previa a una Comisión. Decimoquinto Período de Sesiones de la Asamblea General, 14-DIC-60.
[2] Resolución 2065 (XX) Cuestión de las Islas Malvinas (Falkland). Resolución aprobada por la Asamblea General sobre la base del informe de la Cuarta Comisión (A/6160). Vigésimo Período de Sesiones de la Asamblea General, tema 23 del Programa, 16-DIC-65.
[3] Informe Shackleton: Su versión traducida al castellano puede encontrarse en la Revista “ESTRATEGIA” de JUL-76.
[4] Subsecretarios de RR.EE. de ambas Carteras de Estado por ese entonces.
[5] Ministro de RR.EE.
[6] Titular del “FOREIGN OFFICE”.
[7] Falkland Island Company.
[8] Jefe de Gabinete del Canciller.
[9] Cabe señalar que esta nota es enviada por Ridley con posterioridad a su exposición ante la Cámara de los Comunes, en la que había sido enérgicamente combatido (Ver Anexo II/13).
[10] Embajador Soviético en la ONU.
[11] Acta N° 8 del COMIL, 03 ABR 82.
[12] Ver declaraciones de los Ex CC.JJ.
[13] Las MALVINAS formaban parte del Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Al designar un General en actividad como Gobernador Militar, en lugar de -por ejemplo- un delegado civil, se hacía menos transigente la actitud propia.
[14] Luego Puerto Argentino.
[15] Luego Puerto Argentino.
[16] El General Galtieri despidió al Doctor Roca el día 16-FEB, diciéndole: ... “voy a tomar Malvinas...” (Ver declaración del Dr. Roca).
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