MENSAJE
DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE NEUQUEN
Jorge Omar Sobisch
EN LA APERTURA DEL 34° PERIODO DE SESIONES ORDINARIAS
EL 1° DE MAYO DE 2005
Señor vicegobernador, señores miembros del Tribunal Superior de Justicia, señores senadores y diputados nacionales, señores legisladores provinciales, señores intendentes, autoridades nacionales, provinciales y municipales, señores representantes de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad, pueblo de la Provincia del Neuquén: mis primeras palabras son para recordar en este día tan especial, como es el Día del Trabajador, a quien durante toda su vida representó una expresión que a veces no se relaciona con el trabajo pero es la expresión de la paz y la solidaridad en el mundo, que son la fortaleza de todos los hombres y mujeres que tienen que trabajar para hacer un mundo mejor, un país mejor, una provincia mejor y cada lugar que hay en el mundo para que cada uno de los habitantes vivamos mejor.
Su sonrisa y su tristeza marcó precisamente esa fortaleza que tienen los hombres de paz y de alguna manera fue el gran trabajador de la paz, el gran trabajador de la solidaridad y de la unión de todos los pueblos del mundo y como consecuencia de esto, sin lugar a dudas, quien más trabajo por todos los trabajadores: Juan Pablo II.
Pero también quiero rendir un homenaje a aquellos constructores de sueños que hace cincuenta años lograron que este territorio patagónico pasara a ser la Provincia del Neuquén, algunos están aquí.
El 15 de junio de 1955, durante el Gobierno del general Perón se sancionó la Ley de provincialización de nuestra Provincia.
Su derrocamiento hizo que tuviéramos que esperar un día como hoy pero del año 1958, cuando asumió el gobernador don Ángel Edelman. En aquel tiempo nuestra Provincia estaba escasamente poblada, la sociedad neuquina era decididamente pobre. En el año 1960, de cada mil niños que nacían en Neuquén, ciento dieciocho morían durante el primer año de vida, dos de cada diez habitantes eran analfabetos y ni hablar de las condiciones sanitarias. La expectativa de vida de los habitantes del territorio no superaba los cuarenta y siete años.
El proyecto político que comenzamos a construir hace más de cuarenta años ha cambiado totalmente esa realidad, nuestro proyecto político está basado en la planificación, la continuidad política y la gestión. Nuestro proyecto político se asemeja a la teoría que le valió el Premio Nobel al matemático John Nash, en contraposición a las ideas de Adam Smith. Adam Smith: “el máximo nivel de bienestar se genera cuando cada individuo, en forma egoísta, persigue su bienestar individual y nada más que ello”.
Nash, en cambio, descubre que una sociedad maximiza su nivel de bienestar cuando cada uno de los individuos acciona a favor de su bienestar, pero sin perder de vista también a los demás integrantes del grupo. Y aquí viene la reflexión que tiene que ver con la gran cantidad de gente que vino a nuestra Provincia durante tantos años. Esa gran cantidad de gente vino en busca de un mejor bienestar, seguramente con un criterio individualista, pensaba primero en su familia, en sus hijos pero se encontró con un Gobierno del Movimiento Popular Neuquino que aplicaba a su gestión un espíritu similar al enfoque de Nash.
Al igual que el Premio Nobel, Nash, el Movimiento Popular Neuquino propone el bienestar individual de cada uno de los individuos, pero sin perder de vista el bienestar general. Estos postulados nos han permitido tener vigencia durante cuarenta años.
Un buen ejercicio, y que curiosamente no es realizado con frecuencia, es revisar las propuestas y las plataformas electorales de los distintos políticos que realizaron en campaña y observar su grado de cumplimiento y si tuvieron plataformas electorales también.
En el período ’91-’95, comprometimos en campaña la representación proporcional en la Legislatura Provincial, y cumplimos.
Hoy, con tan solo el tres por ciento de los votos, un ciudadano puede ser diputado; simultáneamente le dimos autarquía a la Justicia y en mi segunda gestión también al Poder Legislativo.
La independencia económica y la independencia política de los tres Poderes del Estado son una realidad en Neuquén. En esta misma línea de pensamiento nació la Ley de Coparticipación Municipal, la cual constituye hoy un modelo a nivel nacional y garantiza a cada municipio los fondos que les corresponden. Esto como nunca en la historia de la Provincia, generó un fortalecimiento de todos los intendentes y algunos de ellos se han convertido en referentes políticos importantes, a partir de esta justa distribución de las riquezas, que les ha permitido cuadruplicar sus recursos y, paralelamente, sus posibilidades electorales y aquí viene una reflexión: ¿importa la posibilidad electoral del intendente? o ¿importa el beneficio de la gente? No miremos de qué partido es el intendente, miremos que es el representante legítimo del pueblo y tiene la legitimidad del voto de su gente.
Qué bueno sería tener una Ley de Coparticipación Federal que respete lo que se planteó en la reforma de la Constitución del año ’94. Vale la pena preguntarse qué hubiera pasado si la Constitución del ’94 se hubiera respetado.
Seguramente no habríamos vivido la crisis del 2001 ni el bochorno de la elección presidencial donde nos obligaron a todos los argentinos a resolver la interna del justicialismo.
Tampoco la pulverización del Senado, que hoy en vez de representar a las provincias argentinas representa a la alquimia electoral del Pacto de Olivos y demuestra que lo que interesaba en ese momento era la reelección y como moneda de pago, conseguir un senador por la minoría y fortalecer el bipartidismo.
Durante la campaña electoral dijimos que íbamos a apoyar el crecimiento del sector privado y del sector público, teniendo como ejes la educación, la salud, la seguridad y el empleo. Pero no podemos mejorar la educación y la salud si nuestros niños no están bien alimentados. Para eso nos propusimos garantizar la seguridad alimentaria de la población en situación de riesgo.
Planteamos un sistema alimentario vinculado a nuestros recursos naturales y a nuestra matriz cultural. Lo haremos incorporando la zona rural, los barrios, los pueblos, las ciudades y porqué no las provincias argentinas en un verdadero grito federal, de igualdad de oportunidades, porque un niño mal alimentado es un hombre condenado al fracaso. Su debilidad alimentaria lo condena de por vida a una debilidad intelectual.
Desde el interior del país estamos dando un grito de independencia cultural, porque nos alimentaremos de acuerdo a nuestra raíz nacional. No depender de la globalización alimentaria es una de las grandes decisiones que nos convertirán en un país libre.
Y yo me pregunto: ¿por qué de esto no se habla en la Argentina? ¿Esperamos que aparezca un niño desnutrido en la televisión para hablar de que tenemos que alimentar bien a nuestra gente para que, como consecuencia de esto, pueda llegar a ser un niño fortalecido y poder ser educado de acuerdo a la calidad de oportunidades que debemos generar todos los argentinos?
El crecimiento del analfabetismo en nuestro país es una de las graves consecuencias que estamos sufriendo por no hablar de los grandes temas.
Para que nuestra gente tenga empleo no solamente se tiene que alimentar, saber leer y escribir sino que tiene que tener, a través de la educación, una sólida formación que le garantice igualdad de oportunidades. Este deterioro de los sistemas educativos explica los altos índices de deserción y repitencia que se registran. Uno de cada diez de los que ingresan a nuestras universidades logra su título.
Hemos sostenido a la educación pública con la inversión más allá del país: dos mil cuatrocientos setenta y dos pesos por alumno. Pero corresponde preguntarnos si esta asignación extraordinaria de recursos ha tenido una correspondencia en la calidad de la educación que reciben nuestros niños y jóvenes. La calidad de la educación en esta Provincia no se ubica entre las más altas del país como ocurre con las tasas de inversión.
Si pagamos los mejores sueldos, tenemos la mayor inversión por alumno del país, las mejores escuelas, el mejor equipamiento, hay que preguntarse muy seriamente qué está pasando. Estos datos nos obligan a reflexionar e instalar en la comunidad educativa un profundo debate, un debate que tenga que ver con el presente y naturalmente con el futuro y ese debate no son los tanques de agua, ese debate es la capacidad intelectual que hoy le estamos robando a nuestros niños y los estamos condenando a un futuro que no será libre ni independiente si no son bien educados.
De la misma forma, la inversión en Salud no es comparable con cualquier otra inversión efectuada en provincia alguna. Ni siquiera en la historia de nuestra Provincia pueden encontrarse antecedentes similares.
Este proceso no se basa solamente en la construcción de establecimientos hospitalarios ni en la compra de equipamientos, vehículos, medicamentos, insumos; ni siquiera en el pago de salarios acordes a la responsabilidad.
El Plan de Salud se integra con el Plan Educativo, con el Plan de Seguridad, con el Plan Deportivo, con el Plan Cultural, con una mejora en la calidad de la vivienda, con una mejora en la alimentación, con la provisión de agua potable que en Neuquén cubre el noventa y ocho por ciento; de cloacas, que en Neuquén cubre el ochenta por ciento, y de energía eléctrica, que en Neuquén cubre un noventa y ocho por ciento.
La propuesta es prevenir y curar. Esa es la propuesta: prevenir y curar.
Quiero reiterar lo que mencioné al principio de mi discurso y confrontarlo con la actualidad.
En el año 1960, de cada mil niños que nacían en Neuquén, ciento dieciocho morían el primer año de vida. El año pasado, el índice de mortalidad infantil fue del diez por mil. ...
Por su parte, el Instituto de Seguridad Social se suma a todo este esfuerzo, constituyéndose en la mejor obra social del país.
El sistema público, junto con el Instituto, asiste a más del ochenta por ciento de la población.
El sistema va a la gente, no la gente al sistema, así fue concebido hace más de cuarenta años.
Planificación, continuidad y gestión.
Neuquén es la provincia que más invierte en niñez a nivel nacional y así lo ha publicado UNICEF, destinando dos mil setecientos cincuenta por año por niño.
Asegurar un acceso universal a la nutrición adecuada y a sistemas de salud y educativos de buena calidad es -reitero nuevamente- prevenir y curar.
Esta acción social sostenida se complementa con un importante Sistema de Seguridad.
Buscamos proteger, en primer lugar, la vida y los bienes de las personas; así como nuestros recursos naturales, nuestra fauna, nuestros lagos y ríos, dándole así una mirada integral a la seguridad en nuestra Provincia.
Con este sentido, hemos realizado un aporte con equipamiento a todos los bomberos voluntarios que día a día arriesgan su vida para proteger nuestros bienes; con una inversión que supera a la de todas las provincias argentinas juntas. Lo que se ha invertido en Seguridad para combatir los incendios en la Provincia del Neuquén, supera a todas las provincias argentinas juntas.
Una parte importante del delito está ligada estrechamente al cuadro general del deterioro social.
Esto requiere brindar una mejor alimentación, mejor educación, mejor trabajo, una mayor presencia del Estado y una participación efectiva de todos los actores sociales y, en última instancia, en última instancia, la Justicia y el brazo armado de la ley, que es la Policía.
Hoy la seguridad se enfrenta a nuevas amenazas globales como el terrorismo, el flagelo de las drogas y nuevos delitos a los que nuestra población no está acostumbrada.
No es de extrañar, entonces, que siendo nuestra Provincia la de mayor ingreso per cápita y la de menor desocupación, se pueda convertir en un bocado apetecible para las bandas organizadas.
Sobre todo teniendo en cuenta que las políticas de seguridad de las provincias más populosas están más focalizadas en forzar la migración de la delincuencia que dar una solución de fondo.
Debemos cambiar el viejo paradigma del trabajo policial, que era descubrir los autores del delito después que el daño estaba hecho, por un nuevo paradigma: interceptar a los delincuentes antes de que logren delinquir.
Este año vamos a invertir ciento cincuenta millones de pesos más en la incorporación de la más alta tecnología a nivel mundial, duplicando de esta forma el presupuesto del año pasado en esta área. Neuquén va a contar a partir de este año del Sistema de Seguridad más moderno del mundo y el único Sistema de Seguridad planificado durante cinco años en la República Argentina. Construir un Sistema de Seguridad no es descabezar a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas de Seguridad, con eso simplemente se hace un acto de demagogia e irresponsabilidad y al mismo tiempo de debilitamiento de aquellas Fuerzas Armadas que nos ha puesto la Constitución y la ley para que nos defienda.
En nuestro proyecto político, estas cuatro patas de la acción social sostenida: educación, desarrollo social, salud y seguridad, se complementan con una fuerte lucha contra el desempleo.
Todavía recuerdo cuando dije en Senillosa que mi mayor desafío era combatir la desocupación -período ’91/’95- (sonriendo).
También recuerdo cómo se divertían algunos analistas políticos porque en mi primera gestión no lo logré. El ex intendente de Senillosa se ríe y se acuerda, fue... la verdad que se hicieron un picnic conmigo. Pero la planificación, la continuidad y la gestión hicieron posible que pudiera cumplir mi sueño del período ’91-’95.
Logramos bajar la desocupación del veintidós al seis por ciento. El índice más bajo de la Argentina en los últimos diecisiete años, todos ustedes.
La tendencia que hemos marcado es ir eliminando los planes sociales, poniendo el acento en la promoción del empleo más que en la contención del desempleo.
El hecho concreto es que desde enero del año pasado hasta la fecha hemos dado de baja a nueve mil quinientos planes de empleo; pasando de veinticinco mil setecientos a dieciséis mil doscientos. Casi un cuarenta menos. Cuando en la Argentina, los supuestos caudillos de turno piden más planes sociales, en la Provincia del Neuquén estamos construyendo trabajo genuino y trabajo digno y nuestros dirigentes ya no piden planes sociales, porque se han dado cuenta que la verdadera razón del ser humano es ganar su sustento a partir de la capacidad que seamos capaces de construir en nosotros para que tenga trabajo digno.
En la Administración Pública ha proliferado la mecánica de emplear a beneficiarios de planes sociales, generando numerosas injusticias.
Comenzamos a partir del 1 de julio a incorporarlos, previo examen e informes de sus superiores, con la misma condición laboral que el resto de los agentes, reparando una iniquidad laboral, ya que hoy, para una misma tarea, una persona cobra ciento cincuenta pesos y otra, como mínimo, setecientos cincuenta, junto a vacaciones pagas, obra social y una futura jubilación.
Creo que esto también tiene que ser parte del debate en nuestra sociedad. ¿Cómo asignaremos los recursos dentro del Estado?
Otro tema que debemos resolver es el trabajo en negro, que se genera en complicidad entre los beneficiarios de planes de empleo y algunos sectores empresariales.
Esta complicidad se convierte en un perjuicio a futuro para los trabajadores, porque no podrán acceder a una obra social ni a una jubilación digna. Aquí creo que vale la pena que todos reflexionemos porque nos tenemos que comprometer toda la sociedad, los empresarios, los sindicalistas, los legisladores, todos los sectores, la Justicia, para ejercer los controles necesarios porque estamos condenando a mucha gente que por ignorancia no conoce el sistema, los estamos condenando a que no tengan una jubilación en el futuro, explicándole que si está en blanco pierde el subsidio y realmente lo que le estamos haciendo es que no tenga ni obra social ni jubilación y beneficiándose los que siempre han explotado a los trabajadores.
La vivienda propia familiar es uno de los sueños más anhelados por toda la población, es una de las bases más sólidas para el crecimiento del núcleo primario de cada persona.
Por esta razón y para hacer más ágil y efectivo el sistema de vivienda provincial, decidimos crear la ADUS, donde participan el Instituto de la Vivienda y el Banco de la Provincia.
Cada ciudadano accede a una vivienda, eligiendo comprarla o construirla, en donde quiera y como quiera.
En los primeros cuarenta días de operatoria ya hemos convocado a mil veinticuatro inscriptos y les hemos entregado los certificados para que puedan acceder a su crédito.
Estamos combatiendo el sistema más perverso de la Argentina: el FONAVI, donde lo que menos importa es la calidad de la vivienda, privilegiando los negocios que disfrutan unos pocos y que pagamos todos los argentinos. Pero aquí quiero detenerme un momento porque hemos entregado -como dije acá- mil veinticuatro títulos y hasta ahora ninguno a podido cobrar ninguno de esos títulos. La misma lucha que tuve durante un año para poner en marcha la ADUS, se está dando ahora. Algún interés, algún pícaro o algunos irresponsables que no cumplen con su función, están haciendo caer en el descrédito a la ADUS. Me comprometo ante el pueblo de la Provincia que voy a caer con todo el peso de la ley para separar a esos funcionarios que no cumplen con su deber.
Reitero, los ejes centrales del modelo son: la educación, la seguridad, la salud y el empleo.
Esto se refleja en hechos concretos.
Mientras que nuestra población creció en los últimos cinco años un diez por ciento, este Gobierno ha respondido con un aumento del gasto social del setenta y cinco por ciento.
En el año 1999 destinamos a Salud, Educación y Seguridad quinientos treinta y ocho millones de pesos. En el año 2004 se destinaron novecientos cuarenta millones de pesos. Este año asignaremos novecientos noventa millones.
En Educación, el presupuesto ha crecido un sesenta por ciento, como consecuencia de una mayor inversión en infraestructura edilicia y al aumento de personal docente y no docente en calidad y en cantidad, espero.
Aquí tenemos otro dato que nos invita a reflexionar: la inversión creció en un sesenta por ciento y la cantidad de alumnos creció solamente en un doce por ciento. ¿Qué está pasando? ¿Algo está pasando? sesenta por ciento contra doce.
Pero hay otro dato todavía que es mucho más serio: en los últimos dos años han ingresado al Sistema Educativo provincial cuatro mil seiscientos alumnos y se han incorporado mil veintiocho docentes, es decir, que por cada cinco nuevos alumnos incorporamos un docente. Esto es para pensar. Hay que debatir y encontrar quién se beneficia y quién se perjudica.
El sector Salud es el segundo que más recibe del Presupuesto provincial después de Educación. Invertimos en infraestructura, funcionamiento y personal más del doble de lo que se destinaba en el año 1999.
Por eso, quiero hacer una reflexión.
Si nuestro gasto social por habitante aumentó tanto, si además hemos incorporado un gran número de docentes, policías y trabajadores de la salud a los sistemas sociales de la Provincia, con sueldos que son de los más elevados de nuestro país y si sumamos a todo esto el crecimiento de la obra pública y su equipamiento es mucho mayor que el crecimiento poblacional que debe atender. Me pregunto, ¿cuál es la verdadera raíz de nuestros problemas?
¿No deberíamos preguntarnos por qué ante esta importante inversión que el Estado hace, nuestros niveles de calidad educativa se encuentran deprimidos?
O, ¿por qué vivimos extorsionados por grupos minúsculos que sólo buscan alterar la paz social?
No debemos olvidar que el Estado y sus instituciones no son de los que están adentro sino lo que deben servir al conjunto de la sociedad que es quien, a través del pago de sus impuestos, lo sostiene.
En mi primer mandato comenzamos a dar señales distintivas de un nuevo modelo en el desarrollo de las obras públicas, apuntando a obras esenciales para la producción, el turismo y la vivienda. Asumimos que los resultados comenzarían a darse con los años. Y no nos equivocamos.
La obra pública en nuestra Provincia está definida con criterios solidarios, buscando promover la radicación de habitantes en diversas zonas de nuestro territorio que, por no contar con las obras mínimas de infraestructura, termina provocando un desplazamiento de esas poblaciones a las villas miserias de nuestra capital.
Este ejemplo lo hemos visto en la Argentina. Por no tener economías regionales fuertes, por no invertir los gobiernos nacionales en infraestructura y en mejorar la calidad de vida de la gente, la gente emigró a los cordones urbanos de las grandes ciudades, con las consecuencias que todos nosotros conocemos.
El gasoducto y el pavimento a Villa La Angostura; la planta de líquidos cloacales de San Martín de los Andes; el pavimento a Cardenal Samoré y Pino Hachado; la Ruta 40; el pavimento a Andacollo; las multitrochas Centenario-Cinco Saltos, Plottier-Neuquén-Cipolletti y sus puentes, reforzando así, nuestra política de integración regional.
¿Podemos imaginarnos cuál sería hoy la situación sin estas obras en la Provincia del Neuquén?
Así, desde ese momento hemos realizado seiscientas cuarenta obras que se encuentran en distintos grados de gestión con una inversión superior a los trescientos cuarenta millones de pesos, o el equivalente de más de cien millones de dólares.
Esto, sin contar las obras que realizan las empresas públicas, como el EPAS, EPEN, HIDENESA, entre otras.
El asfalto a Villa Pehuenia, Aluminé e Icalma; la ruta a Rincón de los Sauces; la ruta de los Siete Lagos; el Aeropuerto de Neuquén; la planta de líquidos cloacales de Chapelco; el gasoducto a Andacollo y Huinganco y un promedio de diez escuelas por año. Recordar lo que dije de la matrícula de alumnos y recodar las diez escuelas por año que estamos construyendo y también recordar y analizar que se están despoblando escuelas en algunos lugares y seguimos construyendo otras en otros lugares de la Provincia. Éste es un tema que tenemos que estudiarlo en profundidad.
Dimos continuidad a las obras financiadas por los organismos de créditos internacionales, como la pavimentación de diversas rutas, la construcción de la Terminal de colectivos de Neuquén, instalaciones de saneamiento y varias obras de electrificación rural, por un valor total de ciento sesenta millones de pesos.
Estamos construyendo el Ferrocarril Trasandino, dejando atrás cien años de postergaciones y promesas incumplidas.
Inauguramos la multitrocha hasta Plottier ahora queremos llegar hasta Senillosa.
Tiene una explicación, porque luego de la expropiación de las tierras que se convirtieron de tierras improductivas en tierras productivas y generaron un nuevo movimiento económico a partir de la construcción de la nueva cárcel y su posterior puesta en marcha, naturalmente vamos a generar otro polo económico que tenemos que acompañarlo con la obra pública y así seguiremos después para Cutral Có, Plaza Huincul, vamos a recorrer toda la Provincia, como estamos llegando al norte de la Provincia, que vamos a llegar hasta Las Ovejas con la obra que ya hemos empezado.
Las rutas mejoran y potencian la actividad económica, sociales y culturales y brindan mayor seguridad al automovilista y al peatón. Y acá quiero recordar una frase que era muy interesante; porque el tiempo es el que trae la verdad, cuando se hablaba de la ruta de la muerte, cuando construíamos la Ruta 22, la ruta de la muerte. Bueno, antes de construir la multitrocha fallecían anualmente en la Ruta 22, veintiséis personas, hoy los accidentes fatales no superan dos por año. O sea, la ruta de la muerte se convirtió por la planificación, la gestión, la continuidad y si alguno de ustedes quieren por la tozudez, en la ruta de la vida.
Continuamos las obras hacia el Paso Mamuil Malal, el Paso Icalma y vamos a avanzar con el Paso Pichachén, consolidando nuestra vinculación con Chile.
Luego de terminada la Terminal de Ómnibus y el Aeropuerto en Neuquén, vamos a continuar con el edificio del Banco de la Provincia, con la nueva Legislatura, el edificio del Poder Judicial, con el Centro Administrativo Ministerial y las ciento veintisiete hectáreas, donde ya estamos construyendo el edificio de la Escuela de Bellas Artes. Me manifestaban los miembros del Tribunal Superior de Justicia que había algunos problemas pero lo vamos a solucionar, son problemas que debemos solucionar para que también la Justicia tenga un edificio acorde a su calidad, su capacidad intelectual y a la responsabilidad que tiene ante la sociedad.
Así, estas obras se convierten en manifestaciones concretas de un Estado dinamizador de la actividad pública y privada.
En Neuquén, de la mano de un proyecto político definimos un rol para el Estado.
Hace algunas décadas era posible pensar en un Estado que planificaba todo, que trabajara centralizadamente y que asumiera todo tipo de funciones ejecutivas.
En el otro extremo, en épocas más recientes, el Estado fue considerado como un estorbo. La necesidad de un Estado “mínimo” llevó a su demolición, suprimiéndose y recortándose muchas de sus funciones, mediante achicamiento y privatizaciones.
En la Argentina de los últimos quince años convivimos con ambas corrientes. Creo que la política del Movimiento Popular Neuquino encontró el equilibrio justo entre estas dos corrientes para no destruir el Estado, para que la privatización no sea un fin en sí mismo y que la política y la continuidad de la política y la gestión marquen cuál era y es y debe ser el Estado que nosotros queremos.
En 1999, al asumir mi segundo mandato, nos tuvimos que enfrentar a una situación económica social durísima. Era el principio del fin. Ya avizorábamos la crisis que luego se desató en el 2001.
Teníamos seiscientos millones de dólares de déficit.
Teníamos que actuar rápidamente.
Decidimos, aun contra la opinión de muchos, la prolongación de los contratos petroleros para garantizar la seguridad jurídica a los inversores que habían confiado en nuestra Provincia.
Privilegiamos los sectores que consideramos prioritarios: los hidrocarburos, la producción y el turismo.
Potenciar la actividad hidrocarburífera para generar en el corto plazo actividad económica y trabajo. Pero también para obtener recursos presupuestarios que impulsen la producción, el turismo y las obras públicas que tengan que ver con estos dos sectores y también la acción social.
Otra vez nuestro proyecto político era el que guiaba todas nuestras acciones.
Otra vez volvíamos a hacer hincapié en la planificación como hace cuarenta años.
En cinco años generamos más de diecisiete mil puestos de trabajo nuevos.
Iniciamos la reconversión de la matriz productiva provincial.
Actualmente la Provincia produce el treinta por ciento de las frutas y hortalizas que consume y también el treinta por ciento de la carne. En 1999 estas cantidades eran insignificantes.
Hoy Neuquén es la nueva región vitivinícola del país con dos mil quinientas hectáreas de viñedos y cuatro bodegas.
Se desarrollaron instalaciones de frío y almacenaje para generar valor agregado a la fruticultura provincial.
Contribuyendo a diversificar la actividad económica de Cutral Có y Plaza Huincul, se instalaron en el Parque Industrial dos destilerías y una planta de derivados del metanol, que está pronta a ser inaugurada.
Avanzamos en el beneficio del oro en Andacollo y en el proyecto de procesamiento de mármoles, cal y bentonita en Zapala -el diputado ha trabajado muchísimo por estos temas- (mirando al diputado Irizar) y de potasio en Rincón de los Sauces.
Quiero decirles a... sobre todo a los señores legisladores y a todo el pueblo de la Provincia, que hoy están trabajando en la Provincia del Neuquén dos de las empresas más importantes del mundo: VALE DO RIO DOCE -que es la empresa más importante del Brasil de explotación de potasio- y Río Tinto -que es una de las empresas más importante del mundo en la explotación de estas áreas- y que tenemos la cuenca de potasio más importante de América del Sur y que Brasil en diez años no tiene potasio; de manera que si los estudios que se están haciendo -que ya hay sobre el terreno trabajando más de cuatrocientas personas- dan resultados, vamos a generar una riqueza que va a ser similar a la riqueza petrolera. Pero no solamente eso, sino que le va a dar continuidad a todos los proyectos y estudios que hemos realizado y que tiene una fortaleza: esto se va a explotar cuando el actual gobernador no sea más gobernador de la Provincia y esto creo que es uno de los grandes secretos, porqué hemos fracasado en la Argentina. Hicimos proyectos en el mediano plazo y en el corto plazo; hay que apuntar a los proyectos en el largo plazo, independientemente de la cuestión electoral.
Privilegiamos el turismo como uno de los ejes de la estrategia de desarrollo; Villa La Angostura, San Martín de los Andes y Caviahue recibieron fuertes inversiones y los últimos años vieron agotadas sus plazas hoteleras ante la llegada de contingentes turísticos del país y del exterior.
Un aspecto distintivo en la gestión fue incorporar a los empresarios locales en la acción de gobierno.
Comenzamos con el Centro PyME, continuamos con el Mercado Concentrador y más reciente con la Empresa de Turismo NeuquénTur.
En 1999 había diez mil hectáreas en condiciones productivas en la Provincia.
Con la incorporación de las nuevas áreas de San Patricio del Chañar, Añelo, Picún Leufú, Senillosa, Chos Malal, hemos alcanzado las veinte mil hectáreas. Estamos trabajando en la provisión de agua potable y riego a la zona de la meseta, desde el Lago Mari Menuco hasta Neuquén capital; en la concreción de un canal que nos permitirá irrigar la zona de Zapala, utilizando las aguas del arroyo Carrera; y en el acueducto Los Barreales-Cutral Có-Plaza Huincul.
Estos proyectos suman veinte mil nuevas hectáreas de superficie bajo riego. Y vuelvo a lo que decía: en unos años más no va a estar este gobernador pero dispondremos de cuarenta mil hectáreas en producción, cuatro veces más de las que encontramos en 1999.
Nosotros hicimos lo que sabemos hacer. Escuchamos a la gente. Proyectamos las obras en función de las necesidades de los habitantes de nuestra Provincia y gestionamos, haciendo de un sueño una realidad.
A partir de la sanción legislativa del incentivo ganadero, frutícola y forestal, hemos transformado la discusión de la ganadería, la fruticultura y la forestación en políticas de Estado, a partir de la planificación con una participación activa de los sectores involucrados y con una fuerte seguridad jurídica y política.
Este año llegamos a un treinta por ciento de participación de ganado provincial en la faena local, fundamentalmente a través del incentivo ganadero que implica fomentar la terminación del ganado en la Provincia, y al éxito que tuvieron el Plan de Engorde de Ganado, para lo cual el Gobierno adelantó el incentivo y los remates que se realizan en Junín de los Andes, luego de varios años de parálisis.
Pero es necesario consolidar este proyecto, para ello este año se puso en marcha un Programa Genético Provincial, con la colaboración de la Asociación Argentina de Criadores de Aberdeen Angus y de Hereford, con un mejoramiento global de la base genética de los productos provinciales sin importar su tamaño.
Se habilitó para el tránsito provincial el Matadero de Piedra del Águila, en función de un trabajo conjunto con el intendente municipal y el sector privado que se hizo cargo del mismo.
Por primera vez en la historia, el Matadero de Chos Malal fue habilitado por SENASA para la exportación.
Gestión, mucha gestión para crecer y generar divisas genuinas.
El primer año de combate organizado contra la carpocapsa nos permitió reducir un sesenta y siete por ciento este flagelo, aún muy generalizado en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén.
Otorgamos un premio de dos millones ochocientos mil pesos a los productores que hicieron bien su trabajo.
Crecimos en la exportación apícola. Tenemos un cincuenta por ciento más de colmenas nuevas, que nos permiten llegar a la próxima temporada a cuatrocientas toneladas. Hace cinco años producíamos solamente cincuentas toneladas.
Nos consolidamos como la primera provincia argentina productora de fruta fina y ya pasamos las cien hectáreas en producción, fundamentalmente de frambuesas y moras.
Este año superaremos por primera vez las trescientas toneladas de producción y en tres años la meta es llegar a mil toneladas.
El 21 de septiembre del año pasado se realizó el lanzamiento del Programa Provincial de Cunicultura y simultáneamente la comercialización de carne de conejo para su exportación.
La cuenca neuquina, con genética de origen francés, cuenta actualmente con cuatro mil madres de producción con una capacidad de cuatrocientas toneladas año de exportación. Quiero decir que el país exporta un millón de toneladas. En cinco años exportamos los neuquinos el cuarenta por ciento de todo lo que se exporta en la Argentina.
En ambos casos, frutas finas y cunicultura hace cinco años no alcanzaban a cubrir un cinco por ciento de la producción actual.
Estamos colocando en el mercado nacional veinticinco mil kilogramos de hongos comestibles producidos en la Provincia, y más de ciento ochenta toneladas de plantas aromáticas.
También logramos objetivos que parecían inalcanzables como el corrimiento de la barrera sanitaria, que dio solución a un grave problema de abastecimiento de carne en la ciudad de Neuquén y su zona de influencia.
Otro programa de créditos que ha implementado el Mercado Concentrador, con productores de escasos recursos, que quizá ninguno de estos productores calificaría para un crédito bancario pero lo interesante de esto es que todos, absolutamente los que reciben los créditos, están pagando y no hay nada de mora. Los productores del Mercado Concentrador reciben sus créditos y pagan puntualmente; algunos... no, la mayoría sin garantías.
El Plan Maestro de Turismo, en el que participaron todos los municipios de la Provincia, junto a los privados y el Estado provincial, ha permitido que creciéramos un quince por ciento este último año, superando en un cincuenta por ciento a la media nacional.
Caviahue y Copahue superó el treinta y cinco, transformándose en el destino turístico de mayor crecimiento de Neuquén y del país.
Habíamos comprometido el año pasado poner en funcionamiento el hotel Sol de San Martín de los Andes y transformarlo en un hotel escuela.
Hoy está funcionando y tiene más de doscientos cincuenta alumnos que han llegado desde toda la geografía argentina e incluso desde Chile, Brasil y Nicaragua, formando técnicos en Gastronomía, Hotelería, Turismo, Producción Agroalimentaria y Desarrollo Local, e inclusive hemos puesto en marcha el primer doctorado en Innovación, Territorio y Competitividad.
Hace menos de un mes inauguramos la red de gas, como hiciéramos hace más de diez años con Villa La Angostura. Me refiero a Copahue-Caviahue.
Así como en su momento encaramos obras de comunicación de energía y saneamiento en Villa La Angostura, San Martín y Junín de los Andes y hoy todos podemos apreciar el impacto que han tenido estas obras en el crecimiento del turismo.
Hoy estamos fortaleciendo con créditos blandos el desarrollo de alojamientos y servicios en los centros más relegados y no por ello menos extraordinarios por su patrimonio turístico como Caviahue, Villa Traful, Villa Pehuenia y en el norte neuquino pero también en Plottier, hemos dado crédito para el primer hotel de Plottier.
Estamos convencidos que este modelo político que privilegia la mejora continua en las condiciones de nutrición, salud, educación, seguridad y empleo digno de la población de nuestra Provincia, va a influir considerablemente en el futuro.
Otro de los ejes de mi segunda gestión fue controlar la deuda y ordenar las cuentas.
Ayer como hoy, nos anima una visión equitativa en la distribución de los dineros públicos, tanto hacia adentro como hacia fuera del Estado.
Pero, ¿cómo garantizamos una distribución equitativa de los dineros públicos, de forma tal que nos permita financiar la provisión de los servicios básicos, el funcionamiento de los tres Poderes del Estado, la construcción de obra pública, el funcionamiento de los municipios y un fuerte apoyo a los sectores privados?
Comenzamos con un proceso de desregularización de la economía, definiendo una estructura impositiva caracterizada por la de menor presión impositiva del país, y por una mayor cobertura y hemos conseguido resultados que nos ponen como ejemplo en la Argentina.
Durante los distintos períodos de gobierno, sostuvimos el salario de los empleados estatales.
Cumplimos con nuestro compromiso electoral de devolver el veinte por ciento.
Ante el impacto de la devaluación y de procesos inflacionarios, dimos un once por ciento de incremento a todos los trabajadores y posteriormente reforzamos a los más relegados, para que pudieran contabilizar ciento veinte pesos de bolsillo de aumento generalizado.
De igual modo, antes que comenzaran las clases, duplicamos el monto que se paga por ayudas escolares primarias y secundarias.
De esta forma, hoy, el que menos gana en la Provincia del Neuquén percibe setecientos cincuenta pesos por mes, cifra similar al de la canasta familiar.
Hoy el Estado provincial en el conjunto de los Poderes, destina una suma de novecientos treinta y cinco millones de pesos en salarios para los treinta y ocho mil empleados públicos; de ellos, más de diecisiete mil quinientos son docentes, cinco mil quinientos pertenecen al Sistema de Salud y cinco mil doscientos a la Policía.
Si sumamos la totalidad de los empleados públicos provinciales y municipales nos encontramos que cuarenta y ocho mil neuquinos dependen directamente del Estado.
Si incluimos a su familia, llegan casi a doscientos mil.
¿Es razonable que sobre quinientos mil habitantes haya esta cantidad? Sí, en una provincia como la nuestra, porque estamos creciendo, porque el Estado tiene un rol dinamizador de la economía y el Estado tiene que acompañar el crecimiento de nuestra Provincia con los servicios esenciales. De manera que, a nuestro juicio, es razonable. Lo que creo que no es razonable es que tengamos en algunos centros poblados los altos índices de ausentismo que tenemos, que debe ser parte del debate serio y responsable que tenemos que instalar en la sociedad.
Pero también es importante discutir en qué otras cosas gastamos nuestro Presupuesto.
Casi la mitad se destina al pago de salarios y al funcionamiento del Poder Ejecutivo. Un tercio se destina en transferencias a municipios, comisiones de fomento, Justicia, Poder Legislativo, subsidios a sectores sociales carenciados, educación privada, organizaciones no gubernamentales, entre otras. Y tan sólo el veinte por ciento se destina a promover nuestra economía privada, a través de la obra pública y de la implementación de créditos blandos para la promoción de nuevas actividades económicas. Y aquí vale la pena hacer una reflexión: si con tan sólo el veinte por ciento en estos últimos cinco años hemos generado este crecimiento; si hiciéramos un Estado entre todos, sin criticar a nadie sino con un debate serio y responsable, un poco más chico y pudiéramos destinar como mínimo un diez por ciento más al desarrollo de la actividad privada, seguramente la Provincia crecería mucho más rápido en beneficio de los habitantes de nuestra Provincia. Vale la pena que todos hagamos un ejercicio y nos pongamos a trabajar en este sentido.
A nadie escapa que cada vez que nuestra sociedad decide incrementar los dineros que se destinan a uno de estos rubros, es necesario quitarles a otras. No hay salida.
Algunos de ustedes me podría decir que la opción que nos queda es aumentar nuestros ingresos. Es cierto. Y eso venimos haciendo a partir del crecimiento sostenido de la producción primaria y de la generación del valor agregado.
Pero debemos ser muy claros en este sentido con la sociedad.
La otra vía para aumentar estos ingresos es incrementando el valor de los impuestos.
Nuestra Provincia es una de las cuatro que menos Coparticipación Federal recibe.
Porque cuando se discutió se nos dijo que como teníamos regalías petroleras debíamos resignar una buena parte de lo que nos correspondía. Y hoy, con las retenciones, nos dijeron lo mismo.
Como aumentaba tanto el petróleo, los neuquinos nos teníamos que sacrificar para que la Nación tuviera superávit fiscal.
Con este superávit, Nación dice que construye escuelas, rutas y viviendas. Si es así, me alegro por el resto de los argentinos. Pero a nosotros, los neuquinos, ¡no nos toca nada! Están viviendo una fiesta con nuestro sacrificio y ni siquiera nos invitaron. ¡Por lo menos un pedacito de torta que nos den para comer! Nada nos dieron.
Pero quiero dimensionar el sacrificio que estamos haciendo todos los neuquinos, todos, absolutamente todos.
El sistema de retenciones a nuestras exportaciones hidrocarburíferas, desde que fueron implementadas hace tres años, ya suman dos mil millones de pesos, un Presupuesto.
En tres años nos sacaron un Presupuesto. ¿No valdría la pena discutir todos juntos que nos devuelvan esto que nos corresponde o, por lo menos, que nos inviten a ver cómo se distribuye o, por lo menos, que alguna vez nos den algo y que no firmen, como firmaron en San Martín de los Andes, la construcción de una obra y después nos mandaron a los quince días otro papel donde decían que no se hacían cargo de esta obra, o que no vengan a nuestra Provincia a repartir migajas de lo que es nuestro.
De todas maneras pueden venir, porque ni siquiera nos llaman cuando vienen y ésta es una Provincia libre pero, digamos la verdad, están repartiendo nuestro dinero.
En este tema, como en mucho aspectos de la política energética, nuestra Provincia mantiene profundas diferencias con el Gobierno nacional.
En plan lanzado el año pasado fue un plan de adquisición de energéticos a otros países a precios internacionales para salir de un problema coyuntural, que se incrementará este año, porque la gran mayoría de las obras anunciadas ni siquiera se han iniciado.
Tampoco estamos de acuerdo con comprarle gas a Bolivia a dos dólares el millón de BTU cuando nuestro gas se compra a setenta centavos de dólar; o sea, en Bolivia pagamos dos dólares el millón de BTU y el gas neuquino lo pagan setenta centavos de dólar, gas neuquino, gas argentino.
No estamos de acuerdo con el convenio entre el Estado nacional, las empresas productoras y las refinadoras, firmado a espaldas de las provincias productoras, que fijó un tope de barril de petróleo en el mercado interno de veintiocho coma cincuenta dólares y que por su implementación la Provincia del Neuquén dejó de percibir, durante la vigencia de enero 2003 a abril de 2004, la suma de noventa y cuatro millones de pesos; por esto ya hemos iniciado juicio.
No estamos de acuerdo con la pesificación de las tarifas del gas y electricidad, utilizando un argumento falaz, que es de beneficiar a los sectores más humildes, cuando todos sabemos que estos sectores -los sectores más humildes- usan gas en garrafas que no tiene precio regulado.
Así, en realidad, terminan subsidiando a las grandes fortunas que viven en Buenos Aires y le cobran el gas a nuestra gente a valores absurdos, aun cuando viven a pocos minutos de los yacimientos más grandes de la Argentina.
Nuestro Gobierno, en abril del año pasado, propuso soluciones concretas. Construir un gasoducto desde nuestros yacimientos hasta Concepción. Pero una vez más el centralismo porteño nos dijo que no, privilegiando una obra que todavía no ha podido poner en marcha. Pero hoy, como consecuencia de eso, ya Chile comenzó a proyectar un gasoducto, con una inversión de quinientos millones de dólares para que sea Perú quien lo ayude a paliar el déficit. En unos pocos años más, nuestro gas no lo vamos a exportar a Chile porque lo van a exportar los peruanos, con lo cual vamos a perder regalías y cuando perdamos regalías, obviamente vamos a perder calidad de vida para los neuquinos y después le echaremos la culpa a alguien pero el problema lo estamos generando hoy y tenemos que alzar la voz para reparar el daño que nos van a ocasionar en el futuro.
Hemos trabajado muchos años los neuquinos para lograr la apertura de mercados externos para nuestro gas, como para que la falta de visión y decisión de un Gobierno nacional nos quite el fruto de nuestro sacrificio.
El cardenal Bergoglio muy bien definió nuestro sistema político como “una calesita donde son siempre los mismos los que agarran la sortija”. Debemos eliminar la lista sábana. Debemos reducir los cuerpos políticos. Debemos eliminar esta farsa de postularse para dos cargos simultáneamente. Me gustaría saber ¿qué se le dice a la gente cuando se es candidato a gobernador y diputado en la misma boleta? ¿Cómo se explica esto? Debemos cerrar toda posibilidad de reelección indefinida. Debemos renovar la dirigencia política neuquina, dejando paso a los más jóvenes, sumándole nuestra experiencia. Debemos impulsar el voto electrónico.
Que yo esté aquí hoy, inaugurando las sesiones ordinarias en esta Legislatura, recién en el mes de mayo, muestra a las claras lo vetusto de algunos párrafos de nuestra Constitución.
Debemos tomar con seriedad esta discusión. Debemos presentar propuestas y debatirlas de cara a la sociedad. Con este fin llevamos adelante una mesa de diálogo con todos los sectores sociales de nuestra Provincia. A todos los que estuvieron a favor y a los que están en contra, muchísimas gracias.
Porque los altos índices de participación ciudadana obtenidos nos llevan a decir, sin vanidad, que en Neuquén, pese a algunas minorías intolerantes, han triunfado quienes quieren construir una provincia distinta.
Tenemos una gran oportunidad para trabajar seriamente en actualizar y simplificar nuestra Carta Magna, adaptándola a la nueva realidad nacional e internacional y a la posibilidad de integrarnos regionalmente.
Hoy aquí estamos reunidos los tres Poderes: la Legislatura Provincial, que recibe en su seno al Poder Ejecutivo y al Poder Judicial y afuera está el otro poder, que le da validez a los que contamos con la legitimidad del voto y que le da validez a la Constitución y a las leyes por las cuales funciona el Poder Judicial, y ese poder de la gente se basa en la riqueza de la capacidad intelectual y la fortaleza que tiene nuestro pueblo y en la explotación racional, sustentable e inteligente de nuestros recursos naturales. Al amparo de la Constitución debemos fortalecer y defender a los tres Poderes y también al amparo de la Constitución debemos generar alternativas para que nuestros recursos naturales y nuestra gente se sientan integrados en un proceso productivo que genere riqueza genuina, trabajo, seguridad y educación y terminemos con la indignidad de que el gobernante de turno pueda manipular a los más humildes.
Cuando estaba escribiendo el discurso, tuve una sensación muy particular y la quiero compartir con ustedes, y sentía como una gran tranquilidad y sentía que tenía que hablar desde la tranquilidad, desde la solidaridad, sin el agravio y hablar de los temas importantes que le interesan a la Argentina. Levanté la vista y vi esta esquela -que me acompaña hace muchos años- y que la quiero compartir con ustedes; dice: “Diciembre 12 del año ’91. Querido Jorge, quiero hacerte llegar mis palabras de aliento, al asumir la difícil tarea de gobernar la Provincia en estos momentos. Conocés mejor que yo los obstáculos que se ofrecen a tu gestión pero el acierto en elegir a tus colaboradores facilitará grandemente el esfuerzo de superarlo. Cuenta con la oración de tu director de hace treinta y cinco años. Un afectuoso abrazo. Jaime de Nevares”.
Estoy seguro que más que yo, es necesario que todos los neuquinos y los argentinos contemos con las oraciones de Juan Pablo II, de Jaime de Nevares y de tantos hombres importantes que hicieron el mundo de paz, solidaridad y justicia que todos necesitamos.
Muchísimas gracias.
JORGE OMAR SOBISCH
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