DISCURSO
EN TEL AVIV
Geert
Wilders [1]
[5
de Diciembre de 2010]
Shalom
javerim:
Permítanme
comenzar diciendo que es con gran tristeza que comparto vuestro dolor por la
muerte de más de 40 valientes israelíes que han perdido sus vidas - muchos
tratando de salvar a otros - en el gran incendio cerca de Haifa. Mi país,
Holanda, está, entre otros países, ayudando a sofocar este fuego, que amenaza
las vidas y propiedades de miles de vuestros compatriotas. Ofrezco mi más
sentido pésame a los familiares de aquellos que perecieron. Mis pensamientos
están con ellos. Israel es una inmensa fuente de inspiración para mí.
Cuando
llegué a vuestro país por primera vez, como adolescente, viví aquí durante un
año. No me avergüenzo de estar junto a Israel, sino orgulloso. Estoy agradecido
a Israel. Siempre defenderé a Israel. Vuestro país es la cuna de la
civilización occidental. Fundadamente la llamamos civilización judeo-cristiana.
A menudo Israel es tratado injustamente. El mundo mira la difícil situación de
los palestinos en los campos de refugiados en Líbano, Gaza y otros lugares, y
muchos culpan a Israel. La ONU
afirma que hay más de 4,7 millones de refugiados palestinos, y muchos culpan a
Israel. Estas voces dicen que a los palestinos se les debería permitir regresar
a "Palestina". Pero, ¿Dónde está Palestina? Muchos dicen que Israel
debe resolver los problemas de Palestina. Pero ¿Es Israel culpable de la
situación de los refugiados palestinos?
Mi respuesta es "No". Deben ser culpados los dirigentes árabes - y debe ser culpado el Islam. Permítanme primero decirle por qué, y después les diré dónde puede encontrarse a Palestina.
Mi respuesta es "No". Deben ser culpados los dirigentes árabes - y debe ser culpado el Islam. Permítanme primero decirle por qué, y después les diré dónde puede encontrarse a Palestina.
Al
final de la Segunda
Guerra Mundial, había 50 millones de refugiados. Hoy en día,
todos los problemas de los refugiados que datan de antes de la década de 1950
se han resuelto. Todos, excepto uno - el problema de los palestinos.
¿Por
qué este problema no se soluciona? La razón es simple: Porque los países árabes
no permitieron que se resuelva. Y porque el Islam no permite que se resuelva.
En
mayo de 1948, el número de judíos en los países árabes fue estimado en cerca de
un millón. Hoy en día, menos de 8.000 judíos quedan en todo el mundo árabe. En
1948, los países árabes expulsaron a los judíos y confiscaron sus propiedades.
Más judíos huyeron de los países árabes que árabes de Israel. ¿Dónde están los
campos de refugiados judíos? No hay ninguno.
Así
que, ¿Por qué hay campos de refugiados para palestinos en las zonas que rodean
a Israel? Porque los palestinos no eran bienvenidos en los países árabes
vecinos. No hubo solidaridad árabe, los refugiados fueron forzados a entrar a
campos y barrios marginales, donde muchos de sus descendientes todavía perduran
hoy.
Según
las definiciones internacionales, la condición de refugiado o persona
desplazada, sólo se aplica a los refugiados de primera generación. Sin embargo,
la ONU hace una
excepción para los palestinos. A los descendientes de los refugiados palestinos
se les concede la misma condición de refugiado que a sus antepasados. En
consecuencia, el número de los así llamados refugiados palestinos registrados
en la ONU , pasó
de 711.000 en 1950 a
más de 4,7 millones en 2010.
Estos
refugiados están siendo utilizados como un arma demográfica en contra de Israel.
En
lugar de culpar a los inhóspitos regímenes árabes, muchos culpan a Israel.
Amigos
míos, la culpa debe ser ubicada donde
pertenece: en el mundo árabe.
Los
refugiados judíos construyeron una nueva vida para sí mismos. Hicieron lo que
millones de refugiados han hecho en el curso de la historia incluyendo, en el
siglo XX, a los alemanes que tuvieron que abandonar los Sudetes y las
territorios al este de los ríos Oder y Neisse, los húngaros que huyeron de
Transilvania, los griegos que fueron expulsados de la costa egea de Anatolia,
los hindúes que huyeron del Punjab.
Con
cada generación, el resentimiento de estos refugiados y sus descendientes, se
disipa lentamente. El tiempo cura todas las heridas. La aceptación de la nueva
situación es la norma.
El
Islam, sin embargo, condiciona a los musulmanes a odiar a los judíos. Es un
deber religioso hacerlo. Israel debe ser destruido, porque es la patria de los
judíos.
Influyentes
eruditos islámicos, como Muhammad Tantawi, el Gran Imán de Al-Azhar en El
Cairo, el centro más prestigioso de estudios musulmanes, llama a los judíos
"enemigos de Allah". Tantawi, que falleció en marzo pasado,
generalmente era considerado un moderado por los medios de comunicación y los
responsables políticos occidentales. Pero, ¿Cómo, este "moderado", se
dirigió a una delegación de musulmanes palestinos que lo visitó en 2002?
Los
instó a intensificar los ataques suicidas contra los israelíes, afirmando que
toda, así llamada, "operación martirio" contra - cito -
"cualquier israelí, incluyendo niños, mujeres y adolescentes, es un acto
legítimo de acuerdo con la ley religiosa [islámica], y un mandamiento islámico,
hasta que el pueblo de Palestina recupere sus tierras". - fin de la cita.
Nizar
Qabbani, uno de los poetas más admirados en el mundo árabe, elogió la locura de
aquellos que están cegados por una ideología de odio. En su poema Oda a la Intifada , escribió:
"Oh, loco pueblo de Gaza, Mil saludos a los locos. La era de la razón
política hace tiempo se ha ido. Así nos lo enseña la locura".
Esa
es la naturaleza de los enemigos islámicos que enfrentan los judíos - pura
locura.
Israel,
por otra parte, es un faro de luz, es como una menorah de Hanukkah cuyas luces
se han encendido en una región que, hasta 1948, se vio envuelta por la
oscuridad.
Amigos,
Israel no tiene la culpa de la situación en Medio Oriente. El problema es el
rechazo del Islam al derecho de Israel a existir. Sólo el mes pasado, Fatah
concluyó su convención en Ramallah declarando su ostensible rechazo a reconocer
a Israel como estado judío.
El
problema es, también, la negativa de nuestros líderes occidentales a entender
que Israel es el canario de Occidente en la mina de carbón: si a los judíos se
les niega el derecho a vivir en libertad y paz, pronto se nos negará a todos
ese derecho. Si la luz de Israel se extinguiera, todos nosotros enfrentaríamos
la oscuridad. Si Israel cae, cae Occidente. Es por eso que todos somos Israel.
Pero
mientras Occidente se niegue a entender cómo los palestinos son utilizados como
un arma contra Israel, no será capaz de ver quién es verdaderamente culpable;
no será capaz de ver que no es el deber de Israel el proporcionar un estado
palestino - por la simple razón de que ya existe un estado palestino, y ese
estado es Jordania.
En
realidad, mis amigos, Jordania es Palestina. Echen un vistazo al mapa de esta
parte del mundo, tras el colapso del Imperio Otomano después de la Primera Guerra
Mundial
Tanto
el Israel contemporáneo como la actual Jordania eran parte del Mandato
Británico de Palestina.
En
1922, los británicos dividieron Palestina en Cisjordania y Transjordania – este
último abarcando el 78 por ciento del territorio de Palestina. Los británicos
entregaron ese territorio a su aliado, el hombre fuerte Hachemita, Abdallah ibn
Hussein. Abdallah era el hijo del emir Hussein bin Ali, guardián de la ciudad
santa islámica de La Meca.
Los hachemitas pertenecen a la tribu Quraish - la tribu de
Mahoma, el fundador del Islam. Son un cuerpo extraño en Palestina.
En
1946, Transjordania se convirtió en un estado independiente bajo el régimen
hachemita. En noviembre de 1947, las Naciones Unidas propusieron dividir el
restante 22 por ciento de Palestina. El territorio entre el río Jordán y el mar
se dividió en una parte judía y otra árabe. Los representantes judíos aceptaron
el plan de partición de la ONU ,
pero los representantes árabes se negaron. En un intento de "echar a todos
los judíos al mar", iniciaron la guerra de 1948 – la cual perdieron.
Se
tomaron venganza, sin embargo, en los judíos de Jerusalén oriental y del resto
de Cisjordania - las antiguas provincias de Judea y Samaria - en poder de las
fuerzas árabes. Toda esa región fue étnicamente limpiada de todos los judíos.
Incluso los nombres de Judea y Samaria fueron borrados del mapa y sustituidos
por el ridículo término "Margen Occidental". Una margen de río de más
de 40 kilómetros
de ancho. Yo vengo de un país lleno de ríos, y allí los márgenes de los ríos
tienen sólo unas pocas decenas de metros de ancho.
Israel,
incluyendo Judea y Samaria, ha sido la tierra de los Judíos desde tiempos
inmemoriales. Judea significa Tierra de los Judíos. Nunca en la historia del
mundo, ha habido un estado autónomo en el área que no haya sido judío.
La
diáspora de los judíos, que comenzó después de su derrota por los romanos en el
año 70 DEC, no condujo a la salida de todos los judíos de su antigua patria.
Judíos han estado viviendo en el valle del Jordán durante siglos hasta que los
invasores árabes los expulsaron en 1948, cuando las provincias de Judea y
Samaria fueron ocupadas por el Reino Hachemita de Transjordania, que abrevió su
nombre a Jordania en 1950.
Y
hasta 1967, cuando Israel recuperó el antiguo centro judío de Judea y Samaria,
nunca nadie, ningún erudito islámico o político occidental, exigió que hubiera
un estado palestino independiente en la denominada Margen Occidental.
¿Debe
Israel negociar tierras por paz? ¿Debería asignar Judea y Samaria a otro estado
palestino - un segundo, junto a Jordania? Mis amigos, permítanme ser muy claro:
El conflicto en Medio Oriente no es un conflicto sobre territorios, sino más
bien una batalla ideológica.
Las
personas se equivocan cuando asumen que renunciando a Judea y Samaria y a Jerusalén
Oriental y permitiendo que los palestinos la tengan, se pondrá fin al conflicto
entre Israel y los árabes. En 2005, Israel sacrificó los asentamientos en Gaza
por el bien de la paz. ¿Se consiguió la paz?
Todo
lo contrario, la situación empeoró porque el conflicto es esencialmente
ideológico. Dado que el conflicto es ideológico, las concesiones territoriales
son contraproducentes. Las ideologías no pueden ser derrotadas con concesiones.
Son alentadas y envalentonadas por las mismas. Las ideologías deben ser
confrontados con el hierro, nunca rendirse, “nunca, nunca, nunca, nunca - en
nada, grande o pequeño, importante o insignificante". Esa es la lección
que el mundo aprendió de Winston Churchill cuando se enfrentó a la malvada
ideología del nazismo.
Este
conflicto, aquí en Medio Oriente, no es acerca de tierras y fronteras, sino
acerca del jihadismo islámico opuesto a la libertad occidental. Desde el
momento en que se fundó Israel, los líderes árabes han rechazado todos los
planes de partición y toda iniciativa para un arreglo territorial. La ideología
islámica, simplemente, no acepta el concepto de un estado judío. Ni Hamás ni
Fatah están dispuestas a reconocer el derecho del pueblo judío a un estado
propio en su patria histórica. Ninguna concesión territorial por parte de
Israel podrá, nunca, cambiar eso.
Los
enemigos ideológicos de Israel quieren borrar a Israel como nación. Simplemente
niegan al estado judío el derecho a existir y a vivir en paz, dignidad y
libertad.
Por
el bien de su propia supervivencia y seguridad, Israel necesita fronteras
defendibles. Un país que tiene un ancho de sólo 15 kilómetros , es
imposible de defenderse.
Esa
es la razón estratégica por la que los judíos necesitan establecerse en Judea y
Samaria.
Por
lo tanto, las ciudades y pueblos judíos en Judea y Samaria no son un
impedimento para la paz; son una expresión del derecho judío a existir en esta
tierra. Son diminutos puestos de avanzada de la libertad, desafiando a las
fuerzas ideológicas que niegan, no sólo a Israel sino a todo Occidente, el
derecho a vivir en paz, dignidad y libertad.
Nunca
olvidemos que el Islam amenaza no sólo a Israel, el Islam amenaza al mundo
entero. Sin Judea y Samaria, Israel no puede proteger a Jerusalén. El futuro
del mundo depende de Jerusalén. Si cae Jerusalén, Atenas y Roma - y París,
Londres y Washington - serán las próximas.
Por
lo tanto, Jerusalén es el principal frente de protección de nuestra
civilización común. Cuando la bandera de Israel no ondee más sobre las murallas
de Jerusalén, Occidente no será más libre.
Sin
embargo, también debe encontrarse una solución pacífica para los muchos palestinos
de los campamentos de refugiados en Líbano, Gaza y otros lugares. Cada año,
cientos de millones de euros y dólares de ayuda internacional se gastan en los
refugiados palestinos.
La
ayuda financiera, sin embargo, no proporcionó a los refugiados un nuevo hogar,
un lugar para vivir y construir un futuro para sus hijos y nietos. Es obvio
donde ese lugar debe estar. Debe estar en Palestina, así como, después de la Segunda Guerra
Mundial, el lugar obvio a donde ir, para los refugiados alemanes del Este, fue
Alemania. Puesto que Jordania es Palestina, es deber del gobierno jordano dar
la bienvenida a todos los refugiados palestinos que voluntariamente quieran
asentarse allí.
Hasta
finales de los 1980, los gobernantes Hachemitas de Jordania no negaban que su
país era Palestina. Lo dijeron en numerosas ocasiones. En 1965, el Rey Hussein
dijo: "Las organizaciones que tratan de diferenciar entre palestinos y
jordanos son traidores". En fecha tan tardía como 1981, Hussein repitió -
cito - "Jordania es Palestina y Palestina es Jordania".
En
marzo de 1971, El Consejo Nacional Palestino, también, declaró que - cito – “lo
que vincula a Jordania con Palestina es un vínculo nacional [...] formado,
desde tiempo inmemorial, por la historia y la cultura. El establecimiento de
una entidad política en Transjordania y otra en Palestina es ilegal". -
Fin de la cita
A
fines de los 1970, sin embargo, las autoridades árabes comenzaron a diferenciar
entre los jordanos y los palestinos. Lo que previamente se consideraba que era
traición e ilegalidad, de repente se convirtió en línea de propaganda. En marzo
de 1977, Zahir Muhsein, miembro del comité ejecutivo de la OLP , admitió en una franca
entrevista para el diario holandés Trouw: - cito - "Sólo por razones
políticas y tácticas hablamos hoy sobre la existencia de un pueblo palestino,
ya que los intereses nacionales árabes demandan que postulemos la existencia de
un definido ‘pueblo palestino’ para oponerse al sionismo. Por razones tácticas,
Jordania, que es un estado soberano con fronteras definidas, no puede reclamar
Haifa y Jaffa, mientras que yo, como palestino, indudablemente puedo exigir
Haifa, Jaffa, Beer Sheva y Jerusalén. Sin embargo, en el momento en que
recuperemos nuestro derecho a toda Palestina, no esperaremos ni un minuto para
unir Palestina y Jordania". –
En
1988, cuando bramaba la primera Intifada, Jordania renunció oficialmente a
cualquier reclamo de soberanía sobre la llamada Margen Occidental. En los
últimos años, las autoridades jordanas han despojado a miles de palestinos de
su ciudadanía jordana. Lo hacen por dos razones.
En
primer lugar, porque los extranjeros gobernantes Hachemitas temen que los
palestinos podrían algún día hacerse cargo de su propio país. Y en segundo
lugar, porque quitarles a los palestinos su ciudadanía jordana apoya la
falsedad de que Jordania no es parte de Palestina. Y que, por consiguiente, los
palestinos deben atacar a Israel si quieren un lugar propio.
Reduciendo
arbitrariamente a miles de sus ciudadanos a la condición de apátridas, las autoridades
jordanas quiere forzar a los palestinos a orientar sus aspiraciones hacia el
establecimiento de otro estado palestino en Judea y Samaria. Esta decisión es
una gran injusticia cometida por los gobernantes Hachemita de Jordania - este
clan extranjero instalado por los británicos.
No
soy ingenuo. No soy ciego a la posibilidad de que, si Jordania fuera gobernada
por los palestinos, esto podría conducir a la radicalización política en
Jordania. Sin embargo, una continuación de la situación actual, con toda
seguridad, conducirá a la radicalización. Necesitamos un cambio de paradigma.
Si seguimos pensando en la misma línea en la que lo hemos hecho hasta ahora,
ninguna solución pacífica del problema palestino es posible, sin poner en
peligro la existencia de Israel y perturbar el tejido social y económico en
Judea y Samaria.
El
reasentamiento de millones de palestinos en estas pequeñas provincias es
simplemente imposible y no va a suceder.
A
los escépticos, les digo: ¿Cuál es la alternativa? ¿Dejar la situación actual
tal como está? No, mis amigos, el mundo debe reconocer que existe un estado
palestino independiente desde 1946, y que es el Reino de Jordania.
Permitir
que todos los palestinos se establezcan voluntariamente en Jordania es una
mejor manera de ir hacia la paz que la actual, llamada propuesta de dos estados
(en realidad, propuesta de tres estados) propagado por las Naciones Unidas, el
gobierno de EE.UU. y las élites gobernantes de todo el mundo. Sólo queremos una
solución democrática y no violenta para el problema palestino. Esto requiere
que el pueblo palestino tenga el derecho de establecerse voluntariamente en
Jordania y elegir libremente su propio gobierno en Amman. Si el actual rey
Hachemita sigue siendo tan popular como hoy en día, puede permanecer en el
poder. Eso corresponde que la gente de Palestina lo decida en reales elecciones
democráticas.
Mis
amigos, adoptemos un enfoque totalmente nuevo. Reconozcamos que Jordania es
Palestina.
Y
al mundo occidental le digo: Apoyemos a Israel porque los judíos no tienen otro
estado, mientras que los palestinos ya tienen a Jordania. Apoyemos a Israel
porque la historia de nuestra civilización comenzó aquí, en esta tierra, la
patria de los judíos. Apoyemos a Israel porque el estado judío necesita fronteras
defendibles para asegurar su propia supervivencia. Apoyemos a Israel porque es
la línea del frente en la batalla por la supervivencia de Occidente.
Debemos
decir la verdad. La verdad que Jordania es Palestina, la verdad que Samaria y
Judea son parte de Israel, la verdad que Jerusalén no puede caer, la verdad que
Israel es la única democracia en una región oscura y tiránica, la verdad que
Israel es la pieza clave de Occidente.
Por
supuesto, sólo soy un invitado extranjero y debería ser modesto. Israel es una
democracia y yo respeto cualquier decisión que su pueblo y su gobierno tomen.
Pero estoy orgulloso de estar aquí y agradecido por la oportunidad de compartir
mis pensamientos y creencias con ustedes.
Porque
es aquí donde nuestra civilización está bajo ataque en estos momentos. Es aquí
donde nosotros, hombres y mujeres de Occidente, debemos demostrar nuestra
decisión de defendernos. Es aquí donde Israel ha encendido la luz de la
libertad y donde, europeos y estadounidenses, deben ayudar a los israelíes a
mantener esa luz que brilla en la oscuridad. Por el bien de Israel y por el
bien de todos nosotros.
Toda
Raba... Y shalom a todos ustedes.
GEERT WILDERS
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Fuente: www.porisrael.org
[1] Geert Wilders (nacido en Venlo, Países Bajos, el 6 de
septiembre de 1963) es un político neerlandés, fundador del Partido para la Libertad (PVV) de
inusitado crecimiento en Holanda. Desde 1998 fue diputado del parlamento de los
Países Bajos, inicialmente como miembro del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD); pero
en 2004, por causa de desacuerdos políticos, se separó del VVD y fundó su
propio Partido por la
Libertad (PVV) de tendencia liberal conservadora. Es tildado
no obstante de xenófobo por ser contrario al Islam, como admirado por muchos
otros, quienes lo consideran líder “sin rival de los europeos que desean
mantener su identidad histórica”. El 27 de marzo de 2008 Wilders publicó en
Internet su película, FITNA. Su planteo central es la amenaza de la “Islamización
de Europa”, sobre la que advierte por la creciente inmigración musulmana y su
falta de integración a la cultura de los países donde se asienta.
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