MENSAJE
DEL
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
DE CHILE
Ricardo Froilán Lagos Escobar
ANTE EL CONGRESO PLENO
EL 21 DE MAYO DE 2003
Compatriotas:
En el último tiempo hemos visto dos caras de Chile que
nos han sorprendido.
Una, la que muestra nuestro último Censo de Población y
Vivienda. Ahí está el Chile emprendedor, que crece, que progresa; el Chile que
da un salto en su educación, que se moderniza por todos sus rincones; el Chile
que ofrece cada día una mejor calidad de vida a sus familias.
Ése es el Chile que queremos expandir, una nación que
camina con paso seguro hacia el desarrollo, con la mirada puesta en su
Bicentenario.
Pero hemos visto también otra cara de Chile. Una cara
que, lo digo claramente, no nos gusta. Un país sumergido en un clima negativo y
confuso; un país que parece salpicado de escándalo.
Como Presidente de Chile no quiero ni voy a esquivar los
problemas. Abraham Lincoln dijo alguna vez: "Como la realidad es nueva,
ello nos debe hacer pensar y actuar de manera novedosa".
Los problemas que han sucedido en estos últimos meses no
son todos iguales. Los hay de corrupción propiamente tal. Otros son resultado
de la perversa relación entre dinero y política. Y en la mayoría de los casos
son problemas que nacen del atraso de nuestro aparato estatal.
Son distintos. Requieren soluciones distintas. No le hace
bien a Chile mezclarlos como si se trataran todos de lo mismo.
I.
EL CHILE QUE DEBEMOS DEJAR ATRÁS
En los años recientes, no sin dolor y tensiones, Chile ha
venido haciéndose cargo de zonas oscuras de su historia.
Hay quienes quieren instalar en Chile una cultura en la
que todo está permitido para hacer dinero fácil y rápido. Hay quienes piensan
que cualquier medio es legítimo para lograr sus fines. Ese no es el Chile que
heredamos de nuestros antepasados ni el Chile que queremos dejar como legado a
nuestros hijos.
La gran mayoría de quienes trabajan, tanto en el ámbito
público como en el privado, son gente honesta, de esfuerzo, de sólidos valores
éticos y humanistas. Este es el soporte moral de la convivencia, de nuestra
convivencia.
Cada vez que se descubra a un funcionario público
corrupto, dejándose corromper por intereses privados o de cualquier tipo, mi
Gobierno será intransigente en la aplicación de la ley. Hemos cooperado, y
seguiremos cooperando, con los Tribunales de Justicia para que se aclaren los
casos de corrupción y se castigue ejemplarmente a los culpables, si los
hubiere.
Chile no merece caer prisionero de gente corrupta. De
gente que haga uso de su poder para lograr un enriquecimiento ilícito.
Por otra parte, tenemos un problema crónico con nuestro
Estado, que no ofrece remuneraciones adecuadas a profesionales altamente
calificados. Esta es una vieja dificultad, que se arrastra por décadas, y que
se hizo inmanejable ante las necesidades de un país en pleno crecimiento.
Progresivamente se fue produciendo un deterioro de esta
situación, la que no supimos atacar a tiempo. Progresivamente se fue ahondando
la necesidad de contar con trabajo técnico de mayor cantidad y calidad para los
desafíos que el país debía enfrentar en áreas esenciales.
Para resolverlos, se crearon mecanismos distintos, que
están sujetos a evaluación y crítica. Lo que debemos tener claro, lo
sustantivo, es que ellos tuvieron por fin ejecutar obras legítimas e
indispensables para el desarrollo del país.
Esto es lo que separa las remuneraciones adicionales de
otros actos inaceptables o corruptos.
Quienes traspasaron esta línea deben ser sancionados. En
los demás casos se trata de corregir a fondo los procedimientos administrativos
y establecer, de una vez por todas, las formas de remuneración adecuadas para
las funciones públicas fundamentales.
Esto es lo que hemos estado haciendo con éxito en este
Congreso Nacional, de manera unida, hasta ayer mismo.
En el mes de enero se aprobó el proyecto de ley que fija
las remuneraciones de los funcionarios superiores del poder Ejecutivo. Se
estableció también un presupuesto para financiar adecuadamente funciones
críticas en distintas reparticiones públicas.
Valoro enormemente el esfuerzo de este Congreso Nacional,
que con su trabajo hizo posible que el proyecto de ley del Nuevo Trato se
convierta en ley de la
República.
Esta ley es un paso gigantesco para profesionalizar el
servicio público y la alta dirección pública. Sobre la base del mérito y la idoneidad,
permitirá llamar a concurso para llenar tres mil cargos que hasta ayer
solamente eran de confianza del Presidente de la República.
Cuando seis meses atrás un distinguido dirigente
empresarial le planteó el tema al Presidente de la República , estoy cierto
que él –en todo caso el Presidente que les habla– no pensó que en tan corto
plazo la crisis, los chilenos y este Parlamento, la iban a convertir en
oportunidad para legislar con la rapidez que se hizo y con la unidad que se
hizo.
Al mismo tiempo, esa ley establece mecanismos
transparentes, objetivos y despolitizados para el nombramiento de los altos
funcionarios públicos. Así, todos tendrán una remuneración acorde con su
responsabilidad y nadie ganará más de lo que dice su liquidación de sueldo.
El problema de los llamados sobresueldos hoy está
resuelto gracias al trabajo mancomunado de los poderes Ejecutivo y Legislativo,
de legisladores de Gobierno y de oposición. Quiero desde esta tribuna agradecer
a todos por el esfuerzo realizado.
Chile necesitaba cambiar la estructura del Estado para
asegurar mayor rigor, más eficiencia, más probidad. Estamos avanzando
aceleradamente en este camino. Como Presidente, quiero invitarlos a persistir
en él.
Está en su fase final la tramitación del proyecto de
Compras Públicas, que utiliza medios electrónicos para realizar adquisiciones.
Cualquier chileno que se interese podrá informarse sobre qué se está comprando,
a quién se está comprando y cuánto se está pagando.
A nadie le gusta la turbia relación del dinero con la
política. Quienes tienen acceso fácil al dinero tienen campañas electorales
bien financiadas y excesivamente costosas, y mayores posibilidades por ende de
tener éxito en el mundo de la política. Ello daña profundamente la fe de los
ciudadanos en la democracia.
Hemos alcanzado un acuerdo para poner fin a esta
situación. Pronto promulgaremos una ley que pone límites al gasto electoral, y
los chilenos podremos saber quién apoyó a qué candidato y cuánto fue su aporte.
Señores senadores y diputados; señores y señoras
senadores:
Las reformas en marcha no tienen precedentes en nuestra
historia reciente. Con ellas estamos dejando atrás problemas del pasado.
Cada vez que Chile se ha visto enfrentado a pruebas
difíciles, su gente ha sabido siempre ponerse a la altura. Esta es una de esas
ocasiones. Juntos estamos haciendo más grande y más digno el futuro de nuestro
país y de sus instituciones.
Por eso reitero y agradezco el aporte de cada uno de
ustedes. De su visión grande acorde con los intereses de la patria.
Desgraciadamente, hay quienes se empecinan, día y noche,
en predicar el negativismo. Nos muestran un país oscuro, pesimista; un país que
no se condice con los esfuerzos que cada uno de nosotros y cada uno de nuestros
compatriotas están y estamos realizando para salir adelante.
A ellos, a los que pintan todo gris y oscuro, los llamo a
una mayor ecuanimidad, a criticar las cosas que marchen mal –para eso es la
democracia– y a reconocer con igual celo los logros del país. Cuidemos a Chile.
Tratemos con cariño esta patria, que es la patria de todos.
II.
HAY OTRO CHILE QUE ESTÁ SURGIENDO
Hay un Chile profundo que progresa y se moderniza, que
protege a sus hijos más vulnerables, que se gana el respeto entre las naciones
del mundo, que ofrece libertad y dignidad a todos sus hijos.
Ese Chile nada ni nadie lo puede negar.
Cada uno de nosotros debe sentirse orgulloso de un Chile
que, no obstante la severidad de la crisis económica internacional de los
últimos años, ha sabido crecer, mantener las cuentas en orden, mejorar en
justicia social, incorporar a más de sus hijos a una vida digna y ganarse,
además, el respeto internacional.
Nos sentimos orgullosos de este Chile que hoy tiene un
millón de viviendas más que hace diez años, para que nuestros jóvenes puedan
formar dignamente sus familias. En una década disminuyó en 43 por ciento el
déficit de viviendas. Hoy tenemos 700 mil propietarios más que en 1992. El 75
por ciento de los chilenos vive en casa propia. Más del 90 por ciento de esas
viviendas son permanentes, cuentan con energía eléctrica, agua potable y
alcantarillado.
Este es el Chile que queremos.
Las familias pobres de Chile son las que más se han
beneficiado de este progreso. Hace diez años, sólo el 54 por ciento de los
hogares contaba con refrigerador; hoy es el 82 por ciento. Déjenme decirles que
en la comuna de La Pintana
los hogares con refrigerador crecieron en 117 por ciento –más del doble– en
estos diez años.
Hace diez años, el 48 por ciento de los hogares contaba
con una máquina lavadora de ropa; hoy casi el 80 por ciento. ¡Que inmenso
cambio en la calidad de vida de esas madres, que en pleno invierno ocupaban
gran parte de su tiempo en lavar la ropa a mano! En Tirúa, los hogares que
cuentan con lavadora han crecido en un 955 por ciento en esta década.
Hoy todos debemos sentimos orgullosos de un país que
cuenta sólo con un cuatro por ciento de analfabetismo, porcentaje inferior al
de varios países del sur y centro de Europa. Orgullosos de un país que en los
últimos diez años duplicó su matrícula parvularia, aumentó en 25 por ciento su
matrícula en enseñanza media; orgullosos de un país cuyos jóvenes tienen más de
once años de escolaridad, un país que duplicó el número de jóvenes que cursan
la educación superior.
Y, nuevamente, son las familias pobres, los que viven en
comunas apartadas, los que más se benefician. En Huasco, por ejemplo, la
matrícula pre-escolar es hoy un 190 por ciento más que hace diez años; en
Colchane, los estudiantes de educación media son un 200 por ciento más que en
1992; en Pudahuel, los jóvenes que cursan educación superior aumentaron en un
330 por ciento en una década. Hay tres veces más jóvenes en educación superior
en Pudahuel que antes.
(Respondiendo a jóvenes en las tribunas: En
un rato más voy a referirme exactamente a los puntos que están señalando. Lo
que están diciendo es inexacto... Democracia es que ustedes puedan estar en las
calles gritando, mi amigo. ¡Para eso luché!).
De cada cinco estudiantes hoy en educación superior,
cuatro tienen padres que nunca accedieron a la educación superior. Esa es la
magnitud del avance de estos años. Esa es la magnitud del avance profundo que
se ha generado. Un país que da ese salto desde el punto de vista de la
movilidad social, en donde el 80 por ciento de los jóvenes que hoy cursan la
educación superior es primera generación, vale decir, sus padres nunca tuvieron
la posibilidad que ellos tienen. Ese es tal vez el salto más importante que se
ha dado. Son jóvenes como Priscilla Arellano, o como Gerardo Cabello, que cursa
un doctorado en ciencias, y que hoy nos acompañan. Sus padres nunca accedieron
a la educación superior.
Miremos los ojos de estos jóvenes. ¡Eso es crecer con
equidad! Porque estamos dando un salto generacional como nunca antes en la
historia educacional chilena.
III.
CHILE Y SU RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL
Este es Chile. Este es el país que se ha ganado un lugar
de respeto en todo el mundo.
Este Chile elegido como socio por la Unión Europea. El
Chile que firmó un tratado con Corea del Sur y, recientemente, con los países
nórdicos que componen la
Unión Europea de Libre Comercio.
Es el Chile que logró un Tratado de Libre Comercio con la
principal potencia del mundo, los Estados Unidos de América, el cual está en
vías de ser ratificado por ambos Congresos.
Estos acuerdos, que serán seguidos por otros, son una
sólida garantía para nuestro desarrollo. Las oportunidades que se abren son
enormes. Cuando la economía mundial entre en un ciclo ascendente estaremos
preparados para no dejar escapar estas nuevas oportunidades.
América Latina es nuestra patria grande, desde aquí
hacemos política exterior. Tenemos con los países hermanos relaciones
especiales de cooperación y amistad. Las señales de mejoría económica de
Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, de toda América Latina, son una buena noticia
para Chile. Podemos crecer más. Mejor todavía si la región a la cual
pertenecemos retoma el ciclo positivo.
El prestigio que Chile ha ganado en el mundo obliga a
tomar responsabilidades. A trabajar por las causas y los ideales que nos dan
identidad como nación.
Existen dos convicciones que han acompañado desde siempre
la identidad de la nación, de trabajar por causas e ideales que están en el
corazón de cada uno de los hijos de Chile: la causa de la paz y el pleno apego
al derecho internacional.
Frente a la guerra de Irak, hubo quienes pensaron que lo
mejor era el silencio, la ausencia de opinión, o apegarse a una visión
puramente mezquina y utilitaria de los intereses de Chile.
¡No es esa mi idea de Chile!
¡Chile es un país pequeño pero con una dignidad inmensa!
Está en el alma de Chile. Es la herencia de O’Higgins, es
la herencia de los padres de la patria.
Somos un país digno que no elude los desafíos. Chile es
miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y asumió plenamente la
responsabilidad que le correspondía.
Desde allí hicimos todo lo posible, dialogando
prácticamente con todos los líderes mundiales, para que el objetivo del desarme
absoluto, efectivo y comprobado de Irak se cumpliera sin tener que recurrir a
la guerra. El Santo Padre fue fundamental en su búsqueda de preservar la paz.
Pero la guerra llegó. Y con ella sus dolorosos efectos,
que estuvimos empeñados en evitar. La guerra terminó.
El mundo civilizado se moviliza por la ayuda humanitaria
al pueblo de Irak. ¡Chile estará dispuesto a contribuir en la medida de sus
posibilidades a este esfuerzo!
Naciones Unidas debe jugar un rol destacado en el proceso
de reconstrucción humana, social, política y material de Irak. El pueblo iraquí
debe determinar su futuro político y utilizar y controlar sus recursos
naturales. Sólo así se podrá construir una paz permanente en el tiempo.
A veces, es más fácil ganar la guerra que ganar la paz.
Esperemos que la paz la ganemos entre todos.
Chile fue, es y será solidario con los Estados Unidos de
América frente a los actos de terrorismo que ha sufrido. La tragedia del 11 de
septiembre de 2001 nos conmovió profundamente. Expresamos de inmediato nuestro
sentimiento de horror, a la vez que apoyamos las medidas que Estados Unidos
tomó para proteger su seguridad.
Chile está en contra del terrorismo, con pleno respeto a
las reglas del multilateralismo, buscando el predominio del derecho y el
consenso de las naciones.
Ese ha sido el
signo de este año, del cual vengo a informar en materia de política
internacional. IV.
ESTAMOS CUMPLIENDO NUESTRAS PROMESAS
Hace justo un año, en este mismo Congreso Nacional, señalé
que estamos trabajando para construir un Chile más productivo, más confiable y
más humano.
Estamos cumpliendo nuestra promesa.
Un Chile más productivo
La guerra, la desaceleración del crecimiento de nuestros
socios comerciales, los vaivenes del precio del petróleo han sometido a la
economía mundial a nuevas oleadas de inestabilidad e incertidumbre.
Aún así, hemos sido capaces de crecer. Nuestro producto
nacional es cerca de un diez por ciento más alto que el que teníamos al
comenzar mi Gobierno. Un crecimiento que es 1,8 veces superior al de nuestros
socios comerciales; un crecimiento que es 2,5 veces superior al de América
Latina.
Hemos llevado adelante una política macroeconómica hoy
reconocida por todos como seria y solvente, pero muchas veces sometida a
tensiones. Hemos mantenido el manejo responsable de las finanzas públicas y mi
compromiso ante este Congreso es: lo seguiremos haciendo.
Gracias a ese manejo responsable, nuestras exportaciones
penetran los mercados con mayor facilidad. Las exportaciones de bienes así lo
corroboran. Entre 1999 y 2002 se expandieron casi un 7 por ciento.
En este ámbito, el sector silvo-agropecuario ha llevado
la delantera. En el año 2002 creció un 4,2 por ciento versus el 2,1 de la
economía chilena, y en estos tres primeros años de mi Gobierno el sector
silvo-agropecuario ha crecido en un quince por ciento.
El sector agrícola y forestal genera hoy sobre 750 mil
empleos al año y su capacidad exportadora superó en el año 2002 los cinco mil
100 millones de dólares.
¿Quién hubiera pensado en el pasado que exportaríamos 189
millones de dólares en carnes, diez veces más de lo que lo hacíamos en 1990?
Quiero agradecer la presencia de dos empresarios, Andrés Allende y Alejandro
Novoa, responsables, entre otros, de este tremendo salto productivo que estamos
dando y, a través de ellos, hagamos un reconocimiento a la capacidad
empresarial chilena para aumentar sus exportaciones. Próximamente anunciaremos
el Plan de Desarrollo Ganadero, que nos permitirá aprovechar aún más lo que son
las ventajas de los acuerdos internacionales recientemente logrados.
También hemos pasado de importadores a exportadores netos
de productos lácteos. El año pasado superamos los 43,5 millones de dólares
exportados, en términos netos, de productos lácteos. Aquí está don Jermán
Klein, de la comuna de Los Muermos. Él sabe cómo hacer y cómo exportar.
La exportación de paltas ya es cercana a los 100 millones
de dólares, la de semillas a los 200. Clementinas y arándanos, que no existían
como exportaciones en el año 1990, hoy aportan casi 50 millones de dólares
entre ambas.
Escuchen por favor esto. En sólo dos meses –dos meses– de
vigencia del Tratado con la
Unión Europea , las exportaciones, excluido el cobre, han
aumentado en un 27 por ciento al continente europeo.
A partir de estos hechos, y muchos otros, estamos en
condiciones de sostener que, si seguimos haciendo las cosas bien, Chile puede
llegar a ser una potencia agropecuaria y forestal para el año 2010, duplicando
su superficie regada, la masa ganadera y su patrimonio forestal. De nosotros
depende hacerlo.
Y ello porque nuestras tasas de interés están a nivel de
los países de Europa y cercanas a las de Estados Unidos. Ello facilita el
acceso a la vivienda propia y explica, en parte importante, la recuperación que
está experimentando la construcción.
El desempleo se ubica en torno al ocho por ciento, un
nivel muy alto para nuestras aspiraciones. Las remuneraciones por hora
crecieron en el trienio en cerca del cinco por ciento real y la inflación
acumulada en estos tres años ha sido sólo de un 10,3 por ciento.
Por cierto, estoy decidido, y mi Gobierno está decidido,
a poner todo el empeño para acelerar el crecimiento y generar las mejores
condiciones para el emprendimiento de los chilenos. Esta es la única fuente
estable de prosperidad: crecer más. La Agenda Pro-Crecimiento ,
destinada a modernizar y dinamizar tanto el sector público como el privado, ha
tenido avances notables y empieza a dar sus frutos.
Se aprobó la
Ley de Plataforma de Inversión, que incluye incentivos para
que grandes empresas internacionales se instalen en Chile.
La semana pasada me reuní con 32 de estas empresas, que
desde Chile prestan servicios al mundo. Se instalan aquí y sirven a América
Latina y al resto del mundo. Dos días atrás, General Electric instaló una
empresa que desde aquí va a servir prácticamente a todos los motores y turbinas
General Electric de los aviones en el mundo. Cuando esté a toda máquina, serán
más de 250 ingenieros de primer nivel que trabajarán desde Chile para servir al
mundo. Eso es hacer realidad una plataforma de inversiones. Esto se refiere
también a la capacidad de un país que permite con reglas claras, fijas,
estables, dar seguridad.
En mayo, hemos firmado acuerdos de doble tributación que
se suman a los existentes con Argentina, México y Canadá. Dos más están para
aprobación del Senado, tres para la firma y estamos negociando más de 16
acuerdos de doble tributación adicionales.
Aprobamos en este período legislativo la Ley de Pesca y la de Firma
Electrónica. Están en trámite el proyecto que crea el Tribunal de Defensa de la Competencia , la Ley Eléctrica y,
como ya lo señalamos, prácticamente se aprobó la Ley de Compras Públicas.
En breve enviaremos el proyecto de ley de Mercados de
Capitales II, el proyecto de Factura Electrónica, el proyecto denominado largo
de Pesca y el proyecto de Certificación de Competencias Laborales, entre otros.
Ya está vigente la
Ley de Procedimiento Administrativo que permite acelerar los
trámites en los aspectos públicos de este país, que ha sido denominada Ley de
Silencio Administrativo. Si no se resuelven dentro de 30 días determinados
aspectos burocráticos administrativos, se entiende que la sociedad aprueba
aquello. Esto facilita iniciativas de los emprendedores y asegura el ejercicio
del derecho ciudadano de recibir atención adecuada y en tiempos cortos.
Pronto enviaremos a este Congreso Nacional el proyecto de
ley sobre Adaptabilidad Laboral, que permitirá distribuir más adecuadamente las
jornadas de trabajo y su duración, para responder mejor a las necesidades de
las empresas, y con pleno respeto de los derechos de los trabajadores.
Entendámoslo bien, la adaptabilidad laboral acordada
entre empresarios y trabajadores, con la participación activa de los
sindicatos, nos va a permitir tener empresas más productivas, nuevas fuentes de
trabajo, mejor calidad de vida para los trabajadores, nuevos roles para los
sindicatos. En último término, progreso para Chile.
Junto con ello, reformar la justicia del trabajo forma
parte también de la
Agenda Pro-Crecimiento. Vamos a modernizar los Tribunales
Laborales para tener más seguridad legal frente a las malas prácticas
patronales y sindicales. Una justicia oral, más rápida, ágil y gratuita. Se
multiplicarán por tres los Tribunales Laborales en Chile y crearemos juzgados
especiales de cobranza previsional.
Hoy día el 80 por ciento de las causas laborales tiene
que ver con cobranzas previsionales. Al establecer que la cobranza previsional
va a juzgados especiales, estamos dejando espacio para las verdaderas causas
del trabajo y estamos permitiendo, entonces, un real acceso a la justicia.
Me refiero a avances muy concretos, como la Ley de Silencio
Administrativo, a la que ya me referí, la simplificación de los 35
procedimientos más importantes que contribuyen a reducir el número y tiempo
involucrado.
Se aprobaron nuevas leyes que regulan la creación de
microempresas familiares y de empresas individuales de responsabilidad
limitada. Y a través del Fondo de Garantía para la Pequeña Empresa ,
el FOGAPE, se han comprometido garantías para la pequeña empresa por más de 120
mil millones de pesos; y, a través del Servicio de Cooperación Técnica, se han
otorgado más de 25 mil subsidios a la transacción con entidades financieras.
El crecimiento de la economía es un objetivo central de
mi Gobierno. La
Agenda Pro-Crecimiento no se agota en las iniciativas que he
señalado. En el mundo global de hoy tenemos que estar siempre creciendo,
siempre modernizándonos, requisito esencial para llegar al umbral de desarrollo
que anhelamos.
Cumplimos con la infraestructura
Si queremos mantenernos en la posición que tenemos en el
mundo de hoy, tenemos que mantener los procesos de modernización. Los desafíos
de hoy los acometeremos, pero tendremos otros desafíos mañana, si queremos
mantener la rapidez de nuestro crecimiento y la forma de insertarnos en el
mundo actual. Para ello, lo que hagamos en infraestructura es la base sobre la
cual construimos.
En los últimos doce años hemos hecho una verdadera
revolución de la infraestructura del país.
Ahí están los dos mil kilómetros de autopistas concesionadas,
construidas con los más altos estándares de calidad y seguridad. Un solo dato:
desde el año 1997 hasta ahora se han reducido los accidentes en las autopistas
en un 40 por ciento y las víctimas fatales cayeron a la mitad.
Chile se ha convertido en el segundo país latinoamericano
en el movimiento de carga marítima, incrementando en casi un 70 por ciento el
número total de toneladas transportadas en los últimos doce años.
En nuestros aeropuertos operan más de 30 líneas aéreas,
que transportan más de 250 mil toneladas de carga por año, a más de 100
destinos diferentes. Es un crecimiento de casi un 300 por ciento en doce años.
La ampliación de terminales aéreos a lo largo del país ha
permitido aumentar la capacidad de atención de cuatro millones de pasajeros a
más de catorce millones de pasajeros por año.
Nada de este inmenso progreso en infraestructura hubiese
sido posible sin el compromiso compartido del ámbito público y privado. Tampoco
lo habría sido sin el trabajo perseverante, riguroso y profesional de los
funcionarios del Ministerio de Obras Públicas.
Quiero que retengan esta cifra: En 1990 se invertían en
infraestructura 250 millones de dólares. En los últimos años, en promedio, se
invierte más de mil 200 millones de dólares.
El Ministerio de Obras Públicas aumentó sus funcionarios
en un quince por ciento. Multiplicamos casi por seis la magnitud de la
inversión y los funcionarios aumentaron un quince por ciento.
En sus 117 años de vida, el Ministerio de Obras Públicas
ha jugado un rol esencial en la construcción del país y merece nuestro
reconocimiento por la capacidad técnica de sus ingenieros y profesionales, y
por el tremendo compromiso y responsabilidad institucional de cada uno de sus
funcionarios.
Son ellos los que estaban anoche, cuando hay situaciones
de emergencia como las que vimos en televisión. Como lo han estado siempre.
Mientras los capitales privados contribuyen a construir
grandes carreteras y aeropuertos, los recursos públicos pueden destinarse a
quienes más lo necesitan. Todos tenemos en nuestra retina la imagen del año
pasado con motivo de los temporales, los más grandes en cien años, cuando
Valdivia de Paine quedó aislado y una señora, Georgina Reyes, estuvo al otro
lado del puente sin poder cruzar. Ella trabajó día y noche para coordinar la
ayuda en medio de las lluvias. A ella y a su comunidad le prometimos que antes
del próximo invierno levantaríamos un nuevo puente. Ella está hoy con nosotros
y le puedo decir que el puente está terminado desde el mes de marzo.
Nuestra prioridad está allí donde más se necesita. Porque
hay recursos privados para las grandes obras, los recursos públicos van a la
infraestructura en el ámbito social. Por eso este año tendremos el cien por
ciento de agua potable en las denominadas localidades rurales concentradas,
llevando salud y dignidad a un millón 300 mil personas del mundo rural, al
completar este programa de agua potable.
Nos propusimos que cada ciudad de más de diez mil
habitantes estuviera conectada al resto de Chile por un camino pavimentado. Hoy
eso es una realidad.
El año pasado tuvimos los temporales más grandes, como
señalé, pero el Zanjón de la
Aguada no se salió, porque se habían invertido más de 22
millones de dólares en canalizarlo a lo largo de 27 kilómetros , a
través de nueve comunas.
Por eso, lo que hemos visto ayer nos hace entonces apurar
el tranco, y gracias a la construcción de distintos colectores de aguas lluvia
podemos estar un poco mejor. Pero necesitamos muchos más.
Entre el año 2004 y el año 2005 van a estar operando
siete nuevas autopistas urbanas concesionadas, cuatro ya están en construcción
y tres en licitación, por una inversión de mil 800 millones de dólares.
Reduciremos los tiempos de viaje, disminuirá la contaminación y la congestión
en la ciudad.
Con el Plan Transantiago se llevará a cabo una
reestructuración global de la red de recorridos del transporte público, cuya
base será la red de Metro y los ejes troncales que cruzan la ciudad.
Vamos a ser capaces, como señalamos, de construir 40
nuevos kilómetros de la red de Metro; haremos en seis años lo que antes nos
demoramos 35: duplicar la red de Metro que tenemos en Santiago.
V.
CHILE, PAÍS CONFIABLE
Este tremendo esfuerzo ha sido posible a partir de la
movilización de recursos públicos y privados. Este esfuerzo en el ámbito
productivo tenemos que complementarlo para mantener la calidad de ser un país
confiable.
Chile debe hacer un gran esfuerzo por recuperar
confianzas, confianzas que han sido melladas. Confianza en las instituciones
públicas, confianza en el mundo de la empresa y de los negocios, confianza en
el mundo de los sindicatos y los trabajadores, confianza de los chilenos entre
sí.
La construcción republicana
A treinta años del quiebre de la democracia en Chile, podemos
mirar con serenidad el camino del reencuentro recorrido y de lo que aún queda
por hacer para cerrar las heridas a través de la justicia y la verdad.
Los chilenos vivimos cada día más en paz. Sentimos cada
vez más a nuestras Fuerzas Armadas y de Orden como instituciones que pertenecen
a todos los chilenos. Podemos estar legítimamente orgullosos de su lealtad
institucional, del espíritu republicano con que se han integrado al
ordenamiento democrático.
Asimismo, nuestras Fuerzas Armadas han dado pasos importantes
en su modernización, aumentando su coordinación y la capacidad defensiva del
país, y así ha quedado plasmado en el reciente Libro de la Defensa Nacional ,
que por segunda vez publica nuestro país. Nuestra política de defensa está
crecientemente integrada a nuestra política internacional, para tener una
América Latina más segura y contribuir a las operaciones de paz de Naciones
Unidas. Una muestra de ello es el envío de un contingente conjunto del Ejército
y la Armada a
la isla de Chipre.
Las reformas a la Constitución
En su vida cotidiana, Chile respira una democracia cada
vez más plena.
Estoy convencido que debemos cristalizar este clima en
una Carta Fundamental que sea fiel expresión de la inmensa mayoría de todos los
chilenos.
Ustedes conocen mi pensamiento al respecto. El año pasado
fui explícito y claro en torno a las reformas que son necesarias para lograr la
democracia que Chile se merece.
Sé que no tenemos acuerdo sobre todos sus aspectos.
Hagamos entonces el mayor esfuerzo para lograr el máximo acuerdo posible.
Demos hoy todos los pasos que podamos para tener una
Constitución en la que todos concordemos, y dejemos fuera del ordenamiento
institucional, de la
Constitución , aquellos elementos en los cuales aún no somos
capaces de lograr un acuerdo.
Eso nos permitirá, por ejemplo, sacar el número de
regiones que hoy está en la
Constitución y tener un debate democrático: Cuántas y cuáles
deben ser las regiones de Chile, cómo fortalecemos las capacidades de esas
regiones para definir ellas su propio futuro, cómo logramos, así, una mayor y
mejor descentralización. Es una tarea que tenemos pendiente.
Yo me comprometí, como candidato, a que el debate sobre
el número y cuáles serán las regiones debe hacerse entre todos nosotros. Si
sacamos el número de regiones de la Constitución y lo ponemos en una ley especial,
estamos en condiciones de poder avanzar. Quiero invitar al Congreso de Chile a
que me acompañe para hacer realidad lo que quiere todo Chile: discutir
democráticamente nuestra Constitución.
Paralelamente, y de igual modo, contar que no tenemos
todavía acuerdo en el sistema electoral
Di mi opinión el año pasado sobre el peculiar sistema que
tenemos y los riesgos que conlleva el que, después de una intensa lucha
electoral, tengamos un Parlamento empatado, cualesquiera que sea su resultado.
Sin embargo, me gustaría que el debate sobre nuestro sistema electoral sea
aparte de la Carta
Fundamental , para asegurar en el futuro próximo un
procedimiento que permita el efectivo predominio de mayorías y asegure el
respeto de los derechos de la minoría, esencia del sistema democrático.
Si somos capaces de dejarlo para una ley especial,
podemos avanzar en tener una Constitución realmente democrática que nos
interprete a todos.
Reforma judicial y seguridad ciudadana
En materia de reforma judicial, lo prometido está
cumplido. Prometimos seguir avanzando en la Reforma Procesal
Penal. En el año 2003 se sumaron a ella las regiones Primera, Séptima, Undécima
y Duodécima.
La eficacia de la justicia no depende sólo de las
reformas ya señaladas. Requiere también que el Poder Judicial, como poder
independiente del Estado, goce de las autonomías necesarias para llevar a cabo
su misión. Mi compromiso para avanzar en esa dirección lo quiero hacer
realidad.
Hemos ingresado al Congreso Nacional el proyecto que crea
el Registro Nacional de ADN de condenados por delitos graves, para hacer más
eficientes la persecución criminal y las investigaciones judiciales.
Hemos iniciado el programa de Concesiones de
Infraestructura Penitenciaria destinado a terminar con el déficit histórico en
esta materia. Con aportes privados se construirán diez grandes recintos
carcelarios, de los cuales cinco ya fueron licitados y adjudicados. Tres están
en proceso de licitación y los últimos dos están en etapa de estudio y se
espera llamar a sus respectivas licitaciones en diciembre próximo.
Esto querrá decir que, cuando estén estos diez
establecimientos carcelarios, tendremos una cantidad de metros cuadrados para
tener al doble de la población penal que hoy tenemos.
En la represión del crimen respaldamos la labor de
nuestros cuerpos profesionales de policía. El Plan Cuadrante que desarrolla
Carabineros es el eje de esta política: Más dotación allí donde más se
necesita, más carabineros en las calles, más y mejor vinculación de la policía
con la comunidad.
Nos propusimos aumentar el Programa Comuna
Segura–Compromiso Cien, y así lo hemos hecho. Nuestro objetivo es aumentar
plazas y canchas deportivas, atraer a los jóvenes a la vida comunitaria y
alejarlos de la droga y la delincuencia.
Dijimos que cada semestre incorporaríamos una nueva villa
o población al programa especial de Elevación de los Índices de Calidad de
Vida, que iniciamos experimentalmente en la población La Legua en el año 2001. Hemos
cumplido con nuestra palabra. Hoy ya se encuentran incorporadas La Victoria y Santa Adriana,
al tiempo que se sigue trabajando con La Legua.
Nuestro esfuerzo viene acompañado de una buena noticia:
El último año se rompió la tendencia, siempre en aumento, del consumo de drogas
en nuestro país. Por primera vez hemos visto detenerse el crecimiento de este
flagelo que nos había acompañado en los últimos años.
Igualdad de oportunidades para la mujer, fortalecimiento
de la familia y Ley de Matrimonio Civil
Junto con lo anterior, ser un país confiable significa no
discriminar. La vida de todos los chilenos será mucho mejor si fortalecemos aún
más la igualdad de oportunidades para las mujeres.
Hoy aquí celebramos que otra mujer, Isabel Allende,
presida la Cámara
de Diputados, con lo cual algunos pensarán que se establece una tradición al
respecto.
El apoyo y protección a las trabajadoras temporeras ha
sido una preocupación y un compromiso fundamental de mi Gobierno, que contraje
con ellas. Durante 2002 se instalaron 144 centros de atención a hijos de
trabajadoras temporeras en 86 comunas entre las regiones Cuarta y Novena. Más
de seis mil 500 mujeres se han beneficiado de este programa.
Tal como lo prometimos, se aprobó la nueva Ley de
Pensiones de Alimentos que corrige situaciones de gran injusticia.
Se crearon 25 centros de atención integral para mujeres y
familias víctimas de violencia intrafamiliar, en las trece regiones del país.
En la misma dirección, y con el fin de fortalecer la
familia, nos hemos propuesto constituir los Tribunales de Familia en un plazo
muy breve. Ello es un complemento importante para poner en práctica la nueva
Ley de Matrimonio Civil, que no puede seguir esperando y debe ser aprobada lo
antes posible.
La cultura: Protagonista del nuevo Chile
El Estado tiene también otro frente que atender. El
Estado tiene un deber con la cultura.
El proyecto de nueva institucionalidad cultural
próximamente será ley de la
República. Chile contará con un marco institucional moderno
para el desarrollo de la cultura. Valparaíso ha sido designada sede de la
institucionalidad cultural, capital nacional de la cultura y avanza para ser
declarada patrimonio de la humanidad.
Cerca de mil 500 proyectos culturales recibieron
financiamiento público nacional o regional el año 2002. Trescientos doce
proyectos culturales se acogieron a los beneficios de la Ley de Donaciones Culturales,
sumando recursos por tres mil millones de pesos. Los recursos del Fondart se
incrementaron en casi un quince por ciento respecto del año anterior y algo similar
ocurrió con los recursos del Fondo Nacional del Libro y la Lectura y del Fondo
Concursable del Consejo Nacional de Televisión.
Aquí, en esta región, se realizó el Tercer Encuentro de
Orquestas Juveniles e Infantiles, y la fundación que apoya a estas orquestas ha
tenido un trabajo encomiable. Aquí están con nosotros Nhassim Gazale, de 19
años, quien se formó en la
Orquesta de Curanilahue y que hoy toca en la Orquesta Sinfónica
de Concepción. Aquí está la pequeña Susana Sandoval, de la Orquesta Infantil
de Contulmo. Ellos simbolizan la igualdad de oportunidades de un país que
alcanza el ámbito de la cultura.
En el cine chileno el auge es notable. Tenemos más
películas, más espectadores, y nuestras producciones llegan a más países.
Las nuevas tecnologías de la información son parte de la
cultura. 368 bibliotecas públicas dotadas con mil 125 computadores, de Visviri
a Puerto Williams, incluyendo Isla de Pascua y Juan Fernández. Para el año
2006, un millón de chilenos podrán y sabrán acceder a Internet a través de los
programa Biblioredes y de Alfabetización Digital.
Es un tremendo esfuerzo de Chile, pero Chile será
distinto el año 2006 respecto a la composición de su población y la capacidad
de acceder a estas nuevas tecnologías.
La creciente energía creadora que se despliega a lo largo
de Chile requiere de espacios físicos donde poder desarrollarse. Por ello, en
el marco de la
Comisión Bicentenario , estamos construyendo más
infraestructura cultural que la que hemos hecho en buena parte de nuestra
historia.
Ahí está la
Casa de la
Cultura de Antofagasta, el Club de Jazz de Coquimbo, la
restauración del Palacio Barburizza aquí en Valparaíso. En el sector poniente
de Santiago, todo un centro cultural en torno a Matucana 100, que va a ser el
gran polo de desarrollo junto con la Biblioteca Metropolitana.
Ahí está el Teatro Municipal de Rengo; el Museo de Historia Natural de
Concepción; el Teatro Municipal de Angol; la Aldea Intercultural
de Curarrehue, nacida como una aspiración de la comunidad mapuche; el Museo Regional
de Magallanes, en el Palacio Braun Menéndez, que cumple la función de conservar
la memoria histórica de Punta Arenas.
Un país que da espacio a los creadores. ¡Ese es el Chile
que estamos construyendo día a día!
VI.
CHILE, PAÍS MÁS HUMANO
Y junto a esto nos propusimos hacer un Chile más humano.
Mejorar las condiciones de vivienda de los más pobres
Comenzar por mejorar las condiciones de vida es lo más
esencial.
Nos propusimos aumentar drásticamente el gasto en
vivienda dirigido a los sectores más pobres.
Hemos cumplido. En el año 2002 más que duplicamos los
recursos asignados a vivienda para el 30 por ciento más pobre de la población
chilena.
Cuando establecimos el programa de vivienda social
dinámica sin deuda era para llegar a ese 20, 30 por ciento más pobre, que no
está en condiciones de pagar un dividendo.
Estuvimos en Valdivia hace un par de meses atrás y allí
habló Sandra Aguilar, casada, siete hijos. Habló diciendo que vivía de allegada
en una mediagua donde no había agua potable, donde aprovechaban el invierno
para juntar el agua de lluvia. Porque esa era el agua que ellos tenían.
Cuando uno menciona una cifra y dice hemos aumentado al
doble la vivienda social dinámica sin deuda, es un número, no es un rostro. El
rostro de esa mujer es un rostro que debiera tener cada uno de nosotros.
Hablamos de un Chile que crece, que se inserta al fin al
mundo y no somos capaces de dar agua potable, lo más elemental, en una
mediagua. Entonces esa sociedad tiene una trastocación de sus valores. Es que
entonces esa sociedad no va a tener cohesión social para poder competir en el
mundo. Es que entonces esa sociedad no va a tener estatura moral para pararse
frente al mundo, porque no ha sido capaz de ordenarse a sí misma.
Ese es el sentido de estas cifras, ese es el sentido de
lo que estamos buscando y por eso le dijimos que queríamos que estuviera aquí
con nosotros. Un testimonio duro, fuerte, que nos emocionó. Nos emocionó no
porque dio las gracias, nos emocionó porque pensó que tenía una posibilidad de
surgir a partir de una sociedad que le tendió la mano en Chile Solidario.
El año 1996 había 972 campamentos, en que habitaban 105
mil familias, más de medio millón de chilenos. Hemos resuelto la situación en
413 de estos 972 campamentos, y queda mucho por hacer. Pero las familias de los
campamentos El Castillo o Carlos Oviedo, en Santiago, o las tres mil 900
familias de Alto Hospicio, saben que ahora pueden vivir con más dignidad. Como
vivirán con más dignidad y sin estigmatizaciones las cuatro mil familias de
allegados –y dejarán de serlo– que hoy viven en campamentos de San Pedro de la Paz y Chiguayante en
Concepción.
Por eso digo: más que un número son rostros, rostros a
los cuales tenemos que atender. Rostros que tenemos que atender también con
educación, que es la llave maestra del progreso.
Un Chile con más educación
El año pasado alcanzamos la meta de 50 mil cupos para la
educación parvularia gratuita.
Sabemos que un elemento clave para mejorar calidad y
rendimiento escolar es contar con Jornada Escolar Completa. Hoy la Jornada Escolar
Completa alcanza al 75 por ciento de los establecimientos educacionales
subvencionados.
La formación deportiva es parte importante de la
educación de niños y jóvenes, y hemos decidido potenciar el sistema deportivo
escolar conjuntamente con Chile Deportes, para lo cual, a partir del presente
año, implementaremos los Juegos Deportivos de la Generación del
Bicentenario, cuyo sistema de competencia masificará el deporte y donde
estaremos en condiciones de detectar los talentos, para ser capaces también de
competir mejor en las lides de alta competición.
También dije, desde el primer día de mi Gobierno, que
todo joven con el talento necesario debe poder ser profesional, más allá de sus
condiciones económicas.
Hemos avanzado en esta dirección con tremenda rapidez.
Este año hemos vuelto a incrementar en un diez por ciento, en más de un diez
por ciento, el crédito fiscal para los estudiantes de las universidades del
Consejo de Rectores. Sin embargo, eso no nos satisface, seguiremos haciendo esfuerzos
en el futuro para que haya más y mejores oportunidades.
Pero también damos cuenta que existe un amplio campo de
educación privada y, por ello hemos enviado a este Congreso el proyecto de ley
que crea el Sistema Nacional de Financiamiento de Educación Superior
conjuntamente con el Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad.
A las universidades privadas también llegan hijos de
clase media e hijos de familias pobres. También requieren formas de
financiamiento que les permitan cursar sus estudios superiores.
Para acceder a esos financiamientos, eso sí, esas
universidades deben acreditar los mejores niveles de calidad exigibles a una
universidad en el mundo global.
En consecuencia, las universidades que quieran acceder a
esos fondos tienen que ser universidades que acepten los sistemas de
acreditación que son indispensables. Si se accede a recursos públicos es
indispensable acreditar la calidad de la enseñanza que allí se imparte.
Iniciamos un completo programa de enseñanza del idioma
inglés que permitirá, hacia el año 2010, que todo joven que egrese de la
enseñanza media tenga las habilidades bilingües que le permitan integrarse
plenamente al mundo global.
Junto con eso, los chilenos decidimos dar un gran salto:
tener doce años de educación mínima, cubriendo enteramente los niveles básico y
medio.
El año pasado dijimos que estábamos en condiciones de
hacerlo.
¡Lo hicimos!
Hace sólo unos días, este Congreso pleno aprobó por
unanimidad la educación obligatoria de doce años. Una vez más Chile ha ganado.
Cuando todos trabajamos juntos por el interés de todos los chilenos, en
definitiva es siempre Chile el que gana. Los jóvenes de Chile con educación
obligatoria de doce años son los grandes triunfadores de esta visión
convergente en materia educacional.
No quiero, no es mi propósito ni mi estilo, dar una
visión triunfalista de lo que hemos hecho en educación: ¡Queda mucho por hacer!
Tenemos muchos desafíos por delante, mejorar la calidad es tarea de día a día y
de muchos años.
La inmensa mayoría de los chilenos siente en su vida
familiar los pasos enormes que hemos dado.
Andrés Bello decía que "la instrucción general, la
educación del pueblo", es "la base de todo sólido progreso; es el
cimiento indispensable de las instituciones republicanas".
Por eso trabajamos con tanto ahínco, porque buena parte
de lo que Chile fue en el siglo XX lo logró gracias a nuestro sistema
educacional. Tenemos que tener un sistema a la altura de los desafíos del siglo
XXI. Por eso la educación bilingüe, por eso acortar la brecha digital, por eso
abrir los establecimientos después de las seis de la tarde, por eso la
necesidad de la Jornada Escolar
Completa, por eso padres y apoderados pueden también acceder a los sistemas
computacionales de los establecimientos de sus hijos.
Cumplimos con generar puestos de trabajo
Tenemos todavía tareas pendientes en otros campos.
Falta mucho para tener los niveles de empleo que todos
quisiéramos. Sin embargo, un paso importante: Lo prometido está cumplido. Dije
que iba a haber Seguro de Desempleo. Hoy, un millón 200 mil trabajadores están
afiliados y tienen Seguro de Desempleo.
Un Seguro de Desempleo todavía modesto, pero la mujer
temporera que alcanzó a imponer durante seis meses en el período estacional,
tiene una muy modesta, muy modesta, pero tiene una remuneración.
La enorme mayoría de los empleos es generado en el sector
privado, el 80 por ciento. De cada diez empleos, ocho son responsabilidad del
mundo privado. Con todo, mientras no se generen los empleos necesarios en el
ámbito privado, mi Gobierno mantendrá el compromiso de generar puestos de
trabajo transitorios. Este compromiso lo cumplimos el año 2002 y lo volveremos
a cumplir este año 2003 si es necesario.
En el tercer trimestre del año 2002 creamos más de 160
mil empleos. Es la época de mayor necesidad por la adversa estacionalidad de la
agricultura.
Hoy estamos concentrados en aquellas regiones y
localidades con mayores niveles de desempleo. Estamos dando prioridad a
aquellos programas que abren oportunidades de empleo de mejor calidad. El 52
por ciento de nuestros puestos de trabajo se focalizaron en programas
indirectos. 57 mil puestos de trabajo mensuales en el programa de bonificación
para la contratación del sector privado.
Pero bien sabemos que no basta con generar empleos.
Debemos dar un salto en capacitación. Nuestra meta, como ustedes saben, para el
fin de mi mandato era poder capacitar un millón de trabajadores cada año, lo
cual quiere decir que cada cinco años a lo menos, toda la fuerza laboral se
habrá capacitado a lo menos una vez, los cinco millones de trabajadores. Hemos
avanzado considerablemente en esta tarea: el año pasado se capacitaron 870 mil
trabajadores, un 40 por ciento más que el año 2001.
Reformamos el estatuto de capacitación. Esto permite que
la franquicia tributaria pueda usarse en la nivelación de estudios básicos y
medios, en los niveles técnico profesionales y en la capacitación en nuevas
tecnologías de la información. En un año, 41 mil personas aprovecharon el
programa de Nivelación de Estudios. La meta es llegar a 120 mil beneficiados en
nivelación de estudios por tres años.
Yo quiero desde aquí felicitar a aquellos que se atreven
a nivelar sus estudios. Hay que tener coraje para, ya adulto, atreverse a dar
un paso y reconocer que no terminó su educación, y que lo puede hacer.
Esta meta la vamos a cumplir. En esta meta colaboran
todos, también nuestras Fuerzas Armadas, que utilizan el Servicio Militar
Obligatorio. Y el año pasado seis mil conscriptos hicieron nivelación de
estudios mientras hacían el Servicio Militar.
Desde octubre último, en este ámbito también, se
encuentran en plena operación los cambios en el sistema previsional a través
del Sistema de Multifondos. Esto permite que las personas accedan a distintas
tasas de rentabilidad y puedan mejorar sus fondos de pensiones.
Permite, en definitiva, que ellos sean los dueños en el
ámbito de pensiones para poder colocar sus recursos en donde mejor piensen,
acorde a sus intereses.
Del aumento global de un nueve por ciento en el
presupuesto de salud, la mitad estuvo destinado a la atención primaria.
Junto con eso, enviamos a este Congreso Nacional los
proyectos de ley para impulsar la reforma que garantiza los derechos a la salud
en condiciones de igualdad para toda la población.
Yo quiero agradecer particularmente el esfuerzo de la Cámara de Diputados, que
permitió que de los cinco proyectos que se enviaron, cuatro se despacharan
durante el segundo semestre de 2002. Hemos conversado con la Comisión de Salud y de
Hacienda del Senado y estoy seguro que se abocarán a estos proyectos con
similar diligencia.
La aprobación en general, en el día de ayer, de la Ley de Isapres, nos permite
mirar con optimismo las tareas que tenemos por delante.
Mientras se completa la tramitación de estos proyectos,
iniciamos el piloto del Plan AUGE, en el cual los beneficiarios de Fonasa hoy
día pueden acceder a un conjunto de garantías. El plan piloto es parte del Plan
AUGE:
Todos los cánceres infantiles están siendo tratados
gracias al plan piloto.
El tratamiento de todas las cardiopatías congénitas.
El tratamiento de la insuficiencia renal.
Más dos mil 680 pacientes fueron atendidos por alguno de
estos tres problemas, entre agosto y el 31 de diciembre de 2002.
Y este año, en abril, hemos incluido dos nuevas
patologías con cobertura garantizada. En primer lugar, el cáncer cérvico
uterino, con cobertura de atención del cien por ciento y, en segundo lugar, los
cuidados paliativos del dolor, que mejoran la calidad de vida de todos aquellos
pacientes que tienen cáncer terminal.
En otras palabras, en tanto entre en aplicación el plan
completo del AUGE, por la vía de los planes piloto estamos avanzando de manera
que la población tenga claro que lo que estamos haciendo es garantizar tiempo y
acceso, en cada una de estas enfermedades. Así será con las 56 patologías que
están hoy incluidas en el Plan AUGE.
Y también hemos puesto en marcha tres experiencias
innovadoras en la gestión de salud, en la gestión hospitalaria. Se trata de los
centros de referencia de Maipú y Cordillera Oriente, además del Hospital Padre
Alberto Hurtado.
Junto a lo anterior, quisiera valorar la comprensión
creciente que todos los actores del sector salud tienen respecto de la reforma
que estamos impulsando. Ello nos alienta a pensar que vamos a ser capaces de
aprobar la Reforma
de la Salud
este año y tenerla al servicio de todos los chilenos el próximo año. Ese es un
desafío del Ejecutivo y del Legislativo, que lo asumimos ante el pueblo del
Chile aquí, en este 21 de Mayo.
Así hacemos más humano nuestro país.
Competir en el mundo global nos obliga también a cuidar
el medio ambiente. El año pasado, la cobertura de aguas servidas no era
superior al 40 por ciento. El año 2006, con las inversiones que hoy estamos
realizando, Chile tendrá el 80 por ciento de las aguas servidas del país siendo
tratadas como corresponde. Al inicio de mi Gobierno no alcanzaba al 20 por
ciento, en seis años pasaremos del 20 por ciento al 80 por ciento y para el año
2010 tendremos cobertura del cien por ciento.
Cuidado del medio ambiente son muchos ámbitos. También
mejorar la calidad de vida.
En el año 2000, aquí, en esta tribuna, me comprometía a
construir el Sendero de Chile, una ruta peatonal que permitiera unir a nuestro
país por las orillas de la
Cordillera de Los Andes.
Hemos tenido el concurso de muchos. El próximo verano
podremos caminar los primeros 500 kilómetros . En el Bicentenario, siete mil 500 kilómetros ; y
podremos recorrer el país desde Visviri a Tierra del Fuego. Este recorrido va a
conectar 40 áreas protegidas, entre reservas y parques nacionales, y será uno
de los caminos con mayor diversidad ecosistémica en el mundo.
Aquí estamos generando un espacio para nuestros jóvenes,
para nuestros adultos, para entender que la calidad de vida son muchos
elementos: Es deporte y cultura, es educación y tecnología, es cuidado de
nuestro ambiente y nuestro entorno.
Terminar con la miseria
Y junto con esto, nos hemos propuesto terminar con la
miseria. Chile será más humano cuando podamos decir que no hay compatriotas
nuestros que tengan que vivir en condiciones de miseria.
Por eso propusimos el año pasado un tremendo desafío:
Terminar con la miseria hacia el año 2006. Esto significa atender a 225 mil
familias indigentes en Chile.
Para eso creamos el programa Chile Solidario.
Poco más de mil profesionales y técnicos han sido
contratados por el Fosis para esta tarea. Todos estos cargos fueron llenados
por concurso y los postulantes, en su gran mayoría, son jóvenes. Jóvenes cuyo
único deseo es servir a los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad.
Jóvenes a los cuales se suman otros mil profesionales de los 322 municipios que
se han incorporado voluntariamente al programa.
A través de Carmen Gloria Abarca, que tiene a su cargo 40
familias en Hualañé, quiero expresar mi agradecimiento a esos miles de jóvenes
que son ejemplo de vocación de servicio público.
Estuve arriba en Colchane. 180 familias aymaras a cargo
de seis jóvenes aymaras que trabajan en esta actividad. Me he reunido en
prácticamente cada región de Chile con ellos. Hay camiseta, hay interés, hay
pasión por lo que se hace.
No es cierto que los jóvenes no están ni ahí. Los jóvenes
están ahí cuando hay causas que valen la pena y Chile Solidario vale la pena.
Y también hay trabajadores voluntarios. Héroes civiles,
de los cuales todos debemos estar agradecidos. Claudia Correa vivió toda su
vida en una casa de menores. Fue su propia experiencia la que la llevó al
trabajo solidario. Es voluntaria del programa de Adultos Mayores. Trabajan sin
remuneración para devolver lo que ella entiende que la sociedad le entregó.
Hoy, Chile Solidario atiende a 55 mil 200 familias. A
fines de este año serán 115 mil.
Cuando se debatió este programa, algunos plantearon que
si conocíamos a los pobres, sabíamos dónde estaban, era más corto mandarles un
cheque. Mandándoles un cheque dejaban de ser pobres, superaban la línea de la
extrema pobreza. Lo que pasa es que eso era lo mejor para superar
estadísticamente la línea de la pobreza, pero no estaba acorde con la dignidad
de aquellos.
Superar la indigencia requiere de la voluntad de aquellos
que la sufren. Las familias que se incorporan a Chile Solidario asumen
compromisos de qué hacer con sus niños en la escuela, y por eso el programa
Liceo Para Todos toma en cuenta a Chile Solidario; qué se hace con su
consultorio y por eso el Fondo Nacional de Salud le da una tarjeta a todos los
que están en Chile Solidario para acceder directamente a los consultorios de
salud; para saber que son titulares de derecho en materia de pensiones
asistenciales; para saber que ellos también pueden impetrar derechos del
Estado. Es que cambia la relación, no es el Estado el que espera, el municipio,
el Gobierno, la ventanilla pública que espera que llegue el indigente a
demandar, que en muchos casos no sabe qué ni cómo demandar. Esa es la verdad.
En cada una de esas 55 mil familias, su puerta ha sido
golpeada por un representante de nosotros, de los poderes públicos, de Chile, y
ése le tiende la mano en nombre de los 15 millones de chilenos. Cuando ustedes
hablan con esas familias sienten que aquí ha habido un cambio en la relación
entre el Estado y la sociedad, los ciudadanos. No es clientelismo, es
enseñarles a ponerse de pie y hacer valer sus derechos, es distinto.
Y como me dijo alguien dos días atrás, en una reunión que
tuvimos cuando salió la cuenta del programa: “Me daba vergüenza decir que era
pobre, y que tenía que ir al municipio a pedir que me dieran". Tenía
vergüenza. La vergüenza tal vez debiera ser nuestra de no ser capaces de
transmitir lo que son los criterios, porque si hay un programa, si Chile se
ordenó, si Chile se organizó, estamos en condiciones de tender la mano. Es al
revés. La vergüenza es nuestra de no haber llegado antes a golpear a esa
puerta, porque hay jóvenes, y gracias a ellos estamos golpeando las puertas de
esas 55 mil familias.
Y al término de mi Gobierno habremos golpeado las puertas
de 220 mil familias. 800 mil chilenos dejarán la línea de indigencia y tendrán
la sensación de un país que también se preocupó de ellos. Ese fue nuestro
compromiso. Por eso estamos aquí.
Por eso, a quienes se preguntan con razón, en qué se
emplean los impuestos que pago cada año yo les diría: ¿Con qué eficacia se
emplean? Miren este programa, se van a sentir orgullosos de su contribución
tributaria como chilenos.
VII.
CHILE TIENE UN CAMINO AL FUTURO
Compatriotas:
Los tiempos que ha enfrentado mi Gobierno han sido
tiempos duros, duros para el mundo, duros para América Latina, duros para
Chile.
Un mundo incierto, desequilibrado a ratos, desfavorable
para los países emergentes como el nuestro.
Pese a todas las dificultades, en la primera mitad de mi
Gobierno Chile consolidó las fortalezas que lo prestigian y destacan
internacionalmente.
Tenemos claridad de objetivos y propósitos. Por esto
hemos podido avanzar, a pesar de aquellas voces que, en los momentos más
delicados, les gusta pedir golpes de timón en uno u otro sentido.
Sin embargo, en los momentos más duros he tenido siempre
la comprensión y, por qué no decirlo, el cariño de la gente, en especial de los
más modestos, alentándome a no desmayar en el camino escogido. Quiero desde
aquí expresarle a cada uno de ellos y ellas mi gratitud, mi cariño, mi
compromiso por no cejar frente a obstáculos y dificultades.
Nunca me he sentido solo. Me he sentido acompañado por la
inmensa mayoría de este país que tiene claro, más allá de la pequeña coyuntura
y turbulencia, el sentido superior en que estamos trabajando.
Cuando en el mundo soplaban vientos de guerra, subía en
Chile el precio del petróleo y del dólar. Subieron las tarifas del transporte y
el pasaje de las micros. Soportamos fuertes presiones para crear todo tipo de
subsidios. ¡Gran imaginación para crear distintos subsidios! No cedimos a la
tentación demagógica. Sabíamos que se trataba de un fenómeno transitorio y
pasajero. Los hechos nos dieron la razón. Es fácil ser popular con medidas
oportunistas. Lo difícil es no olvidar el objetivo, mantener el rumbo en medio
de la tempestad. ¡Es lo que hicimos y volveremos a hacer!
Entre todos, señores y señoras diputadas, señores y
señoras senadores, entre todos hemos construido una base firme para plantearnos
tareas más exigentes. Sí, seis son ahora las tareas más exigentes:
Uno, crecer a ritmos superiores.
Dos, terminar con la extrema pobreza.
Tres, asegurar el acceso a salud de los chilenos.
Cuatro, proteger a nuestros hombres y mujeres de más
edad, a los adultos mayores que crecientemente son parte más significativa de
Chile, por el envejecimiento de nuestra población.
Cinco, poner nuestra educación al nivel del siglo XXI.
Seis, elevar nuestra integración tecnológica y científica
al mundo del mañana.
Para que nuestro país avance a tranco firme hacia el
desarrollo, necesitamos alentar más inversiones nacionales y extranjeras;
reforzar más las diversas formas de asociación entre Estado y el sector
privado; estimular más el espíritu emprendedor de los grandes, medianos y
pequeños empresarios; generar más espacios para la creatividad de nuestros
trabajadores.
Hoy se perciben signos de reactivación de nuestra
economía, pero no hay que desmayar. Está bien que así sea, el esfuerzo da sus
frutos, pero tenemos que seguir trabajando con más fuerza. Así, esos signos
reactivadores tendrán que convertirse en crecimiento sostenido. Y el
crecimiento tendrá que convertirse en bienestar para todas las familias
chilenas.
Vivimos en una sociedad más adulta en muchos aspectos.
Los ciudadanos han desarrollado su capacidad crítica. Se habla hoy abiertamente
de aquello que antes se ocultaba. Las censuras van quedando atrás.
Permítanme decirles, el oxígeno de la libertad le hace
bien a Chile.
Tenemos que cuidar ese patrimonio. Tenemos que proteger
el debate de ideas, rechazar cualquier expresión de intolerancia, respetar el
derecho a disentir de todos los ciudadanos.
Pero también es imprescindible cuidar la dignidad de las
personas, elevar la calidad del debate, cuidar el equilibrio y la justicia en
el trato que nos damos todos los chilenos.
La capacidad de procesar civilizadamente las diferencias,
hacer funcionar las instituciones, es una conquista esencial. Por desgracia, a
ratos, los intereses corporativos, los intereses particulares, llevan muchas
veces a que algunos pierdan de vista el horizonte superior. Si todos somos
capaces de deponer los intereses particulares en bien de la patria, Chile tiene
asegurado su futuro. Atrevámonos a hacerlo.
Recientemente hubo discusiones complejas en nuestro
Congreso Nacional. Implicó enfrentar algunos intereses corporativos. La forma
en que ustedes reaccionaron permite abrigar esperanzas en este sentido.
Las tareas que tenemos por delante deben ser abordadas
con un sentido nacional. Si unimos fuerzas y apostamos por la búsqueda de
acuerdos, ganará el país. Para ello se requiere que, por encima de las legítimas
diferencias políticas, alentemos la unidad nacional.
Nunca debemos olvidar que formamos una comunidad, una
familia, que tiene que ser capaz de enfrentar unida los retos del mundo actual.
Chile tiene que tener no sólo un pasado, sino básicamente
un destino. Para tener ese destino se requiere trabajo y participación de
todos.
Chile tiene que ser no sólo un territorio, sino su
espíritu. Y ese espíritu, tal como lo hacemos con la llama que calienta nuestra
morada o que señala el camino, tiene que ser avivado a cada instante con el
esmero que ponemos en las cosas importantes.
Chile tiene que ser no sólo nuestro país, tiene que ser
nuestro orgullo. Y para que sea nuestro orgullo no hay que pensar en quién hace
la tarea, sino que pongámonos cada uno a hacer la tarea que nos corresponde.
Por eso conciudadanos del Congreso quiero invitarlos a
encabezar la tarea de engrandecer la patria. Quiero invitar a todos los
chilenos y chilenas a sentir orgullo por lo que juntos hemos construido, elevar
nuestro espíritu, forjar unidos el destino de nuestra patria.
Hemos trabajado tanto y tan duro, en condiciones
difíciles, ahora que vemos la luz al final del túnel, ahora es cuando la patria
nos convoca a todos. A eso los llamo, ciudadanos de la Cámara , del Senado,
compatriotas de Chile.
Muchas gracias.
RICARDO
FROILAN LAGOS ESCOBAR
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