MENSAJE AL PAÍS CON
MOTIVO DE IMPROPIAS AFIRMACIONES DEL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
Nestor Kirchner
[5 de Junio de
2003]
Ciudadanos Y ciudadanas de la Argentina : he
manifestado que en ejercicio del cargo de presidente de la Nación Argentina
enfrentaría públicamente cualquier forma de presión, maniobra de negociación
espuria o de pacto que buscara imponérseme a espaldas del pueblo o en contra de
la voluntad de cambio expresada en las urnas en las pasadas elecciones.
Nos planteamos construir prácticas colectivas de cooperación que nos permitan avanzar hacia lo nuevo. Por mandato popular, por comprensión histórica y decisión política estamos ante la oportunidad de un cambio cultural y moral profundo. Queremos poner fin a un modo de gestionar el Estado y a una manera de hacer política. El cambio no debe sólo reducirse a lo funcional, debe ser conceptual.
Nos planteamos construir prácticas colectivas de cooperación que nos permitan avanzar hacia lo nuevo. Por mandato popular, por comprensión histórica y decisión política estamos ante la oportunidad de un cambio cultural y moral profundo. Queremos poner fin a un modo de gestionar el Estado y a una manera de hacer política. El cambio no debe sólo reducirse a lo funcional, debe ser conceptual.
Entendemos que la gobernabilidad no puede ni
debe ser sinónimo de acuerdos oscuros, manipulaciones políticas o pactos a
espaldas de la sociedad. Hemos asumido un fuerte compromiso para lograr
incrementar la calidad institucional, para reconciliar a las instituciones con
la sociedad.
En el día de ayer y con asombro hemos
escuchado y contemplado las impropias afirmaciones hechas a la prensa por el
señor presidente de la
Corte Suprema de la Justicia de la Nación , doctor Julio Nazareno. Impropias del
cargo que ostenta, por lo que dicen, impropias del cargo que ostenta por lo que
sugieren, impropias del cargo que ostenta por la presión que tratan de
esconder. Es el pasado que se resiste a conjugar el verbo cambiar que el futuro
demanda, acostumbrado como está a un constante toma y daca para subsistir y
lograr sus objetivos a costa de la calidad institucional.
Es el pasado que no entiende lo nuevo, que
se resiste a encarar cambios, no entiende que no estamos dispuestos a negociar
el resultado de cuestiones que se resiste a encarar cambios, no entiende
que no estamos dispuestos a negociar el resultado de cuestiones que
resolver y que largamente exceden las
cuestiones económicas que se explicitan para confundir a los ciudadanos.
Es escandaloso y constituye el más grande
agravio a la seguridad jurídica, el sólo hecho de que algunos especulen con
tomar de rehén a la gobernabilidad para la obtención de ventajas o garantías
personales o institucionales.
No se trata de problemas de adicción o
adhesión de un Tribunal a uno u otro gobierno; es una cuestión de seriedad y
calidad institucional. Es que existe la obligación de ofrecer a la ciudadanía
un servicio de justicia que garantice los derechos de cada ciudadano y, al
mismo tiempo, de la sociedad toda.
Para concretar el sueño colectivo de cambio
institucional profundo, para que se instale definitivamente en la Argentina una nueva
práctica política ante tentativas de presiones o sugerencias de este tipo, es
que necesitamos de la ayuda del conjunto.
La ayuda del conjunto de la ciudadanía que
como nosotros asiste horrorizada a la reiteración periódica o cíclica de este
tipo de actitudes reprochables; la ayuda de las instituciones que con premura
deben hacer valer sus facultades constitucionales para concretar los cambios
que la ciudadanía reclama. Así como nosotros estamos dispuestos a asumir todas
las responsabilidades de nuestro cargo, seguidos al rol que la Constitución de la Nación Argentina
nos confiere, pedimos con toda humildad, pero con coraje y firmeza, que los
señores legisladores y el honorable Congreso de la Nación , haciéndose cargo de
su importante y fundamental rol institucional marquen el hito hacia la nueva
Argentina que queremos, preservando a las instituciones de los hombres que no
están a la altura de las circunstancias.
El aporte a la calidad institucional que
pedimos como ayuda es la instrumentación urgente de los remedios al mal que
enfrentamos. Son los remedios de la Constitución. No queremos nada fuera de la ley.
Es la puesta en marcha de los mecanismos que permitan cuidar a la Corte Suprema de
Justicia como institución de la
Nación , de alguno o algunos de sus miembros; la triste y
célebre “mayoría automática”, que con su accionar afecta seriamente su
prestigio y la posibilidad de que contemos con una justicia independiente y
digna. Reclamamos que cada uno ejerza con responsabilidad el rol institucional
que le compete.
Separar a uno o varios miembros de la Corte Suprema no es
tarea que pueda concretar el Poder Ejecutivo. No es nuestro deseo contar con
una Corte adicta, queremos una Corte Suprema que sume calidad institucional y
la actual dista demasiado de hacerlo.
Los cambios profundos no serán producto de
la acción individual, ni fruto de pases mágicos o jugadas salvadoras. Por eso
llamo a la responsabilidad del conjunto y sobre todo a la responsabilidad de
los que tenemos roles institucionales que cumplir.
Dios quiera que las instituciones estén a la
altura de las demandas que la sociedad y la historia imponen en esta hora. Sin
perjuicio de ello y tal y como lo sostuvimos en nuestro mensaje del 25 de Mayo
estamos dispuestos a construir junto al pueblo y en el marco del ejercicio de
su soberanía la legitimidad de las instituciones. Muchas gracias, pasen ustedes
y sus familias muy buenas noches.
NESTOR KIRCHNER
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