DISCURSO EN EL ACTO
DE REMODELACIÓN DE ESTACIONES FERROVIARIAS Y RECONVERSION DE VAGONES DE LA LINEA BELGRANO
NORTE
Nestor Kirchner
[30 de Diciembre de
2003]
Señor ex presidente de la Nación Argentina ,
doctor Alfonsín; señor vicepresidente de la Nación ; señor gobernador de la provincia de
Buenos Aires; señora intendente de esta hermosa y querida localidad de
Chascomús; ministros, amigos, amigas, hermanos y hermanos de esta querida
provincia de Buenos Aires y de esta querida ciudad de Chascomús:
Estoy realmente feliz y agradecido de poder compartir con ustedes un hecho tan significativo que demuestra que los argentinos por más que vivamos, como estamos viviendo, una de las crisis más profundas de nuestra historia, somos capaces de articular y ser artesanos de la construcción de nuestro propio futuro. Le vamos a demostrar al mundo que podemos volver a poner en marcha la dignidad nacional y que a estos ferrocarriles, que fueron destruidos conscientemente para quebrar la estructuración nacional, entre todos los argentinos los vamos a poner en marcha, demostrando que con hierros viejos vamos a hacer sueños nuevos en una patria que cobije a todos los argentinos.
Estoy realmente feliz y agradecido de poder compartir con ustedes un hecho tan significativo que demuestra que los argentinos por más que vivamos, como estamos viviendo, una de las crisis más profundas de nuestra historia, somos capaces de articular y ser artesanos de la construcción de nuestro propio futuro. Le vamos a demostrar al mundo que podemos volver a poner en marcha la dignidad nacional y que a estos ferrocarriles, que fueron destruidos conscientemente para quebrar la estructuración nacional, entre todos los argentinos los vamos a poner en marcha, demostrando que con hierros viejos vamos a hacer sueños nuevos en una patria que cobije a todos los argentinos.
Debemos tener mucha fortaleza espiritual. La Argentina tiene que
volver a ser una Nación, con autoridades que representemos los intereses y la
dignidad de esa Nación. No puede ser que a cada minuto, a cada paso se quiera
condicionar la realidad argentina. Cuando ven que empezamos a crecer, cuando
ven que estamos tratando de salir del infierno, llegan las nuevas presiones.
¡Se terminaron, la Argentina
va a tener un Gobierno con fuerza, con independencia y con dignidad!
Queridos hermanos y hermanas: se los digo
como lo hice el primer día: no me vine a sentar detrás de un sillón para durar
de cualquier manera; vine a sentarme en este sillón del pueblo argentino para
pelear junto a ustedes en la refundación y la construcción de una nueva
Argentina. Y aquellos que quieren que Argentina sea racional y seria, entre
comillas, como dicen -y lamentablemente lo dicen algunos que viven junto a
nosotros pero que no sufren el hambre y la desocupación- tienen que entender
que no es más que racionalidad y seriedad que haya dignidad, trabajo, otra
distribución del ingreso y que se vuelva a poner en marcha la patria.
Por eso les vengo a pedir en cada lugar,
trabajadores argentinos, clase media argentina, que nos ayuden, que me ayuden,
porque sé que con la voluntad indomable del pueblo argentino vamos a volver a
construir jornadas épicas del trabajo, la paz y la convivencia. Y también
tenemos que demostrarnos entre nosotros que en la Argentina terminamos y
estirpamos definitivamente a la corrupción, a los corruptos y a los que se
quedaron con el trabajo argentino.
Cuando toco esto que está hecho con manos
argentinas me da mucha fuerza espiritual, Monseñor, porque la deuda social se
paga con trabajo, dignidad, justicia, educación y con inclusión social; no hay
otra forma, con la fe en Dios y la solidaridad entre todos los argentinos. Este
es el camino que nosotros queremos.
Por eso hoy estoy feliz de estar con
ustedes. Estoy convencido de que podemos dar la batalla, pero también sé que
nos va a costar escalón tras escalón salir adelante. Sé que no se puede salir
de golpe, pero se puede salir todos los días un poco y sé, hermanos y hermanas
de esta querida provincia de Buenos Aires y de Chascomús, que tomados todos de
nuestros corazones y de nuestras manos vamos a volver a construir el país de la
esperanza y de la alegría.
No creamos lo que nos dicen, que ante cada
esperanza viene una decepción. Basta de quebrarnos la autoestima a los
argentinos. Ante cada esperanza, una nueva realización. Esto es lo que tenemos
que hacer todos los argentinos para salir adelante.
Señora Intendente, señor Gobernador,
trabajadores, amigas y amigos: muchas gracias por compartir esta mañana. Con mi
fuerza y este aire, este sentir patagónico que tengo, les digo que hoy gozo con
ustedes, pero seguramente, como pingüino que soy, soy el que más estoy
sufriendo el calor.
Muchísimas gracias. A vuestras órdenes y
gracias por compartir este momento.
NESTOR KIRCHNER
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