DISCURSO
EN EL ACTO REALIZADO EN LA
CASA DE GOBIERNO DE CÓRDOBA
Néstor Kirchner
[Mayo de 2004]
Señor Gobernador; señor Vicegobernador;
señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señor arzobispo de Córdoba;
autoridades nacionales y provinciales; señores legisladores; señor Intendente
de Córdoba, amigo Luis Juez; señores intendentes de las distintas localidades
de Córdoba aquí presentes -es un verdadero placer compartir con todos ustedes-;
presidentes de cámaras empresariales; señoras, señores:
Con verdadero placer hemos compartido y estamos compartiendo un día de trabajo en esta querida provincia de Córdoba a la que he venido nuevamente con muchísimas ganas de trabajar junto al Gobernador y los señores intendentes, y en este caso específico con el intendente dela
Ciudad de Córdoba, para en forma conjunta poder solucionar
los innumerables problemas que tenemos los argentinos; problemas a cada minuto,
a cada instante y a cada segundo, porque cuando un país se derrumba como se
derrumbó el nuestro la reconstrucción es una tarea por demás ardua, difícil y
profunda. Y no es la tarea individual personalista, fundamentalista o nihilista
de una persona en particular, sino en el marco de las respuestas colectivas, de
la construcción colectiva de toda una dirigencia y un pueblo que decide, de una
vez por todas, ponerse al frente para resolver la cantidad inmensa de
problemas, la cantidad de asignaturas pendientes, el hecho de ver hermanos y
hermanas excluidas, de ver empresarios que están recuperándose de situaciones
prácticamente de quiebra, de ver un pueblo que quiere recuperar la esperanza y
se hacen muy chiquitas las 24 horas del día.
Con verdadero placer hemos compartido y estamos compartiendo un día de trabajo en esta querida provincia de Córdoba a la que he venido nuevamente con muchísimas ganas de trabajar junto al Gobernador y los señores intendentes, y en este caso específico con el intendente de
Cuando uno ve los rostros y los ojos de
argentinos y argentinas, en este caso aquí en Córdoba, que ponen sus esperanzas
en que podamos traer soluciones quienes tenemos la responsabilidad de tener la
iniciativa política del país, en las provincias y en los municipios, la
innumerable cantidad de temas, les puedo asegurar que es motivo a veces de
agobio y de extrema responsabilidad, donde nuestra espalda suele torcerse
porque ver sufrir a tantos argentinos en una Argentina como ésta es algo
tremendamente doloroso.
Pero se puede, claro que hay que dar
innumerables batallas. Algunos quieren seguir viviendo en la filosofía del
modelo que quebró y que dejó a millones de argentinos en la calle, que les
quebró la esperanza, que los llevó a la uniformidad, que los llevó al
pensamiento único, que los hizo bajar los brazos; y hay otros, es la
diversidad. Yo creo que en la clase política argentina, en la cual me incluyo,
debemos entender que ni siendo gobierno u oficialismo ni siendo oposición hay
verdades absolutas. Hay verdades relativas. Por eso tampoco uno desde el
oficialismo, teniendo la iniciativa política, puede creer que hace todo bien,
no tener capacidad de autocrítica y no corregir los errores permanentemente.
Seguramente, pensando en la caridad cristiana, en Dios, sabemos que de diez
cosas que hacemos en cinco seguramente nos equivocamos porque es la falibilidad
propia de los seres humanos. Tenemos plena capacidad de corregir esos errores,
de enderezarlos, pero la oposición también. Hay que cesar en esta lucha por
tratar de ser gobierno mañana con la teoría de “tanto peor, mejor, a ver si
llego”. Dios quiera que quienes tenemos hoy la iniciativa política podamos ser
absolutamente permeables a las iniciativas constructivas y quienes son
oposición circunstancial en la temporabilidad que da la alternancia de la
democracia tengan la voluntad de entender que hay que llegar con propuestas
superadoras. Con descalificarnos entre nosotros damos un espectáculo muy triste
porque eso nos lleva a descalificar la esperanza de la gente y nosotros tenemos
que transformar la esperanza de la gente en una realidad de realizaciones
permanentes. Por eso la salida de la Argentina también está en la responsabilidad y la
nobleza que tengamos como clase dirigente.
También tenemos problemas básicos en el
país, sabemos que debemos solucionar los problemas con los organismos
multilaterales de crédito, el Fondo Monetario Internacional. No hay que tener
miedo en estos temas, bien decía el Gobernador recién que realmente cuando
estamos discutiendo con los organismos internacionales estamos discutiendo los
intereses del país. El interés del país tiene una sola bandera que abarca
globalmente a todos los argentinos. Muchas veces firmábamos cualquier acuerdo
buscando una solución y creyendo que ganábamos tiempo, así fuimos caminando
hacia una situación cada vez peor.
Por eso los argentinos debemos dar una
discusión seria, responsable y a fondo, pero que los acuerdos que vayamos
alcanzando sean la ruta de un nuevo amanecer que nos posibilite realizarnos
como país. No hay posibilidad de realización interna si no solucionamos a fondo
y con responsabilidad los problemas externos, pero que entiendan los organismos
internacionales que si no ponen voluntad para que también podamos solucionar
nuestros problemas internos, los acuerdos externos son papeles que se borran
rápidamente. No hay viabilidad interna o externa sin viabilidad de ambos lados.
Se van presentando problemas como el tema
energético, algunos decían que yo me resistía a llamarla crisis energética,
pero así la llamé, uno crisis tiene en la energía, en la familia, en la vida;
vivimos superando crisis permanentemente, así que yo no tengo ningún tipo de
problema en hablar de la crisis energética. No es mi intención tratar de
distribuir responsabilidades sobre el tema pero es evidente que la Argentina durante muchos
años generó un modelo que dejó absolutamente de lado la actividad industrial,
agropecuaria, productiva, y no se pensó en la necesidad de transformar en valor
agregado ese gas que la
Argentina tiene. Que no es un país gasífero, es un país con
gas, pero que realmente lo tiene por lo menos para afrontar los tiempos
actuales. Se priorizó la exportación, se dijo que la Argentina iba a crecer
al 1 ó al 1,5 por ciento, entonces las empresas pensaron que era mejor no
invertir que invertir. A otras el precio no les convenía y no les conviene a
veces porque evidentemente, si bien ya hemos acordado el precio a valor de
pozo, querían aumentar los residenciales y nosotros dijimos que no porque una
cosa es el aumento de gas a las industrias que exportan en dólares
generalmente, las mayoristas, pero otra cosa totalmente distintas es al resto
de los argentinos. Es hora de que tengamos que distribuir las responsabilidades
y aquellos que más posibilidades tienen más impongan como una forma de
reconstruir la sociedad. También de alguna manera se les generaba algún tipo de
incertidumbre. Pero deben entender que tienen que invertir y trabajar para la Argentina , que tienen
que poner todo el gas a disposición. Yo celebro que hoy nos haya llamado el
presidente de Repsol y diga que aparecieron 4 millones y medio más de gas en
Neuquén y que van a poner en marcha un nuevo gasoducto en el día de mañana, que
va el ministro de Planificación Federal. Gracias a Dios están avanzando muy
bien los acuerdos con Bolivia, con el fuel oil que va a llegar a Córdoba y que
estuvimos charlando hoy con el Gobernador. También estoy seguro de que tenemos
que trabajar juntos con los trabajadores y con la Unión Industrial
para que prácticamente no tengamos cortes y podamos sostener el nivel de
crecimiento que tenemos, estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios. Vamos
a ampliar el gasoducto San Martín del Sur, vamos a hacer el gasoducto del
nordeste, todo esto se va a iniciar en julio y va a permitir, en una primera
etapa, traer 15 millones de metros cúbicos día, que pueden llegar a 30 millones
de metros cúbicos y dar gas a toda la región de Chaco, Formosa, Santa Fe y
Córdoba, que va a ser muy importante. Vamos a potenciar ATCN, que es realmente
quien aporta gas al NOA, 3 millones de metros cúbicos más, que nos va a dar la
posibilidad con 1 millón de metros cúbicos de déficit. Es decir que en el 2005
nos vamos a estabilizar y en el 2006 vamos a tener una ecuación energética
estratégica, que es lo que estamos buscando y lo vamos a tener absolutamente
resuelto. Es una etapa, esperamos que el 11 de junio se ponga en marcha Embalse
y que con el gas, más el fuel oil y el trabajo conjunto podamos hacer frente a
esta situación, donde evidentemente también ha influido fuertemente el
crecimiento.
Es otro tema, las previsiones se hicieron de
otra manera y el crecimiento en la
Argentina , gracias a Dios, puede llegar a cerrar a 8,7 u 8,9,
que es muy importante. Seguimos creciendo, a pesar de esta situación crecimos
muy fuerte en los tres primeros meses, y en abril estamos creciendo un 9,6
respecto a abril del año pasado; un 3,9 menos que en marzo, pero en abril
tuvimos una semana menos y aparte un proceso de stockeamiento, aprovechando que
el precio del gas estaba más barato en boca de pozo, de muchos sectores de la
industria. Es decir que se ha mantenido el crecimiento y creo que vamos a ir
superando la situación energética correctamente. Ya evidentemente estamos mucho
más tranquilos con todos los datos que tenemos, creemos que la vamos a poder
superar con esfuerzo y solidaridad muy bien, y la Argentina sigue
creciendo que es lo importante.
Recién conversaba con el Gobernador, hemos
conversado con el intendente Juez también hoy y con otros intendentes, acerca
de que China, que gasta el 7% del petróleo del mundo, el 27% en acero y está
haciendo 50.000 millones de dólares de inversión, tiene cortes programados en
la ciudad de Shangai por el crecimiento que tiene; Brasil mismo tiene sus
astilleros trabajando de noche y el tema energético es un problema que va a ser
importante en el mundo. Creo que los argentinos en esta etapa histórica lo
podemos superar correctamente, responsablemente y en eso estamos trabajando.
También es muy importante mantener el nivel
de inversión y el nivel de generación de empleo registrado en la Argentina , que es vital,
que está sirviendo para generar otro marco social absolutamente diferente.
Y tenemos que resolver situaciones, como
dijo recién el Gobernador, que hacen a la distribución de fondos en el país.
Desde 1996 en que se dictó la Ley
de Coparticipación Federal no tenemos coparticipación en la Argentina. Nadie
se tiene que asustar cuando se discuten intereses, tenemos que ser una sociedad
madura. Cuando nos sentamos a una mesa a discutir yo tengo que tratar de
sintetizar los intereses de todos los argentinos. Y cada gobernador, como a su
vez en su provincia tiene que escuchar a cada intendente, tiene que venir a
pelear –en el buen sentido de la palabra-, a dar la disputa natural de qué
participación le corresponde en la torta de la distribución nacional. Esto es
así.
Lo mismo cuando escuchamos que hay huelgas
por disputas salariales, esto y lo otro. Es verdad, la Argentina cuando salga
del problema de exclusión social del que está saliendo, va a pasar a discutir
la distribución que corresponde a los trabajadores en la globalidad de lo que
es el producto bruto nacional, la torta nacional. Nos tenemos que acostumbrar,
en todas las democracias del mundo pasa esto, y nos tenemos que sentar a
charlar madura y responsablemente esta situación.
Vamos a conversar a fondo el tema de la
coparticipación federal. Lo que nosotros sí hemos garantizado ya es que
terminen aquellos acuerdos fiscales que servían para limitar los fondos de las
provincias. Lo sabe el Gobernador y lo saben todos los gobernadores: las
provincias están recibiendo, gracias a Dios, mucho más ingresos que años
anteriores. No hay ningún tipo de limitación, crece la recaudación y crece el
ingreso de las provincias. Se terminaron esas llamadas de Buenos Aires -a mí me
tocó ser gobernador y compartir con el colega de Córdoba esta situación- cuando
se nos llamaba para decir cuánto teníamos que entregarle a la Nación para sostener un
modelo que se caía con los argentinos adentro. Fuertemente nosotros discutíamos
y levantábamos desde la visión federal e integradora del país lo grave de esa
situación. Eso se terminó. Ahora tenemos que hacer una ley que contemple la
posibilidad de que este país se pueda desarrollar armónicamente. Vamos a dar el
debate el tiempo que sea necesario y vamos a alcanzar un punto que nos permita
sintetizar una ley que nos contenga a todos los argentinos, desde la provincia
más chica hasta la más grande, con un claro sentido federal y obviamente
permitiendo la viabilidad de todos. Tenemos que ser capaces de llevar adelante
este tema y lo tenemos que hacer.
También es evidente que se tiene que
profundizar la inversión en infraestructura, fundamentalmente en viviendas;
tenemos que generar y ayudar a generar empleo, que es una tarea central y la
vamos a seguir haciendo.
Miren, yo les puedo asegurar que hay veces
que a la Argentina
la imagino, porque también tenemos que poner los pies sobre la tierra: estamos
creciendo pero debemos 170 millones de dólares, estamos creciendo pero debemos
el 150% del Producto Bruto Interno. No hay país en el mundo que deba lo que
debemos nosotros. Y en 2005 y 2006 tenemos los vencimientos de los bodenes que
sirvieron para hacer frente a la salida de la devaluación en el año 2002: 5.000
ó 6.000 millones de dólares. Es decir que es a cada segundo un problema y uno
tiene que estar absolutamente concentrado, con mucha fe, con mucha pasión,
acompañado por la voluntad del Señor, que es fundamental porque a veces hay que
tener una fe muy fuerte para no bajar los brazos ante situaciones límite. Yo me
siento con toda esa potencialidad y sé que todos los argentinos lo estamos
haciendo.
Por eso no vamos a priorizar -yo no lo voy a
hacer y estoy seguro que tampoco los gobernadores ni los intendentes- en
disputas partidarias, en diputas partidarias internas. Cuando llegue el momento
de definir quien tiene iniciativa política, bárbaro, tres o cuatro meses antes
me parece muy bueno para consolidar a fondo la democracia, pero todos somos
responsables y tenemos una oportunidad. Dios quiera que aprovechemos esta
oportunidad. Sabemos que algunos tenemos más responsabilidad que otros, pero la
tarea de cambiar culturalmente este país es de todos. La tarea de terminar con
la doble moral y con el doble discurso que a veces tenemos los argentinos en
general, también es central.
Escuché con mucha atención la exposición que
hicieron nuestros obispos días anteriores y muchas cosas las comparto
plenamente; otras no tan plenamente, pero la mayoría las comparto plenamente y
es la verdad. A veces tengo una diferencia que siempre la digo: yo creo que hay
que seguir mirando el pasado, pero no porque el pasado nos moleste, sino porque
yo no creo que se pueda construir una sociedad sin justicia, sin verdad y con
impunidad, porque creo que llegamos a esta situación que tenemos hoy porque
todo se podía perdonar. No importaba lo que había hecho cada uno, en nombre de
la reconciliación perdonábamos cualquier cosa, entonces entramos a quebrar los
valores fundamentales de una sociedad. Es mi opinión desde mi verdad relativa,
ahora en el resto de los temas yo estoy totalmente de acuerdo. Tenemos que
hacer una fuerte constricción y creo que la Argentina puede salir,
tiene muchísimas posibilidades de salir hacia adelante.
Dios quiera que en la pluralidad, el
consenso, la amplitud absoluta, la capacidad de aceptar las críticas aunque no
nos gusten, la autocrítica superadora, la Argentina pueda encontrar el puente que nos lleve
definitivamente al lugar que nos merecemos: a consolidar el destino que deben
tener los trabajadores argentinos y también a evitar el tobogán en que cayó
inmerecidamente nuestra clase media, que juntamente con los trabajadores y los
empresarios fue el motor de la transformación de este país. Esto es lo que
alimentamos como visión de construcción de sociedad.
Querido amigo José Manuel; querido amigo
Juez, amigos intendentes radicales, vecinalistas, justicialistas; señores
empresarios; señor Obispo; integrantes de la Justicial local; señores
periodistas, muchísimas gracias por este día que me han brindado en Córdoba y
la posibilidad de poder trabajar junto a ustedes con fuerza y viendo la
realidad, asumiendo la realidad, asumiendo la alegría y también asumiendo el
dolor a veces de no poder solucionar todo, pero siempre con la voluntad de
avanzar cada día para poder solucionar muchos más problemas. Muchas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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