DISCURSO EN EL ACTO
DE ENTREGA DE VIVIENDAS EN AVELLANEDA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Néstor Kirchner
[31 de Agosto de
2006]
Señor gobernador de la provincia de Buenos
Aires; querido amigo intendente de Avellaneda, Cacho Alvarez querida señora y
amiga Vicegobernadora; señores intendentes; amigos, amigas; Madres de Plaza de
Mayo; Manolo: me siento profundamente feliz de estar aquí en esta querida
ciudad de Avellaneda, hago un abrazo muy grande para la Guardia Imperial
y para los hinchas de Independiente también, para los dos.
Realmente es un placer poder compartir aquí en Villa Tranquila el cumplimiento de los objetivos, en esta lucha de la construcción de la nueva Argentina, una construcción que parte desde una Argentina que explotó, desde una Argentina que la dejaron absolutamente destruida, de una Argentina que debe tener pasión para construir el futuro, pero tiene que tener memoria y justicia para consolidar ese futuro. Un país que no tiene memoria, que no tiene justicia, no puede construir su futuro y tenemos que saber las cosas que nos pasaron.
Realmente es un placer poder compartir aquí en Villa Tranquila el cumplimiento de los objetivos, en esta lucha de la construcción de la nueva Argentina, una construcción que parte desde una Argentina que explotó, desde una Argentina que la dejaron absolutamente destruida, de una Argentina que debe tener pasión para construir el futuro, pero tiene que tener memoria y justicia para consolidar ese futuro. Un país que no tiene memoria, que no tiene justicia, no puede construir su futuro y tenemos que saber las cosas que nos pasaron.
Por eso, cuando el doctor Alfonsín en el día
de ayer decía que él luchó contra la dictadura y que no sabía dónde estaba este
compañero que les está hablando, él sabe bien -porque mis compañeros saben-
cómo fuimos perseguidos y cómo en algún momento tuvimos que sufrir detenciones
por levantar nuestra voz. Lo que pasa es que no teníamos amigos militares que
nos dieran pasaportes o que nos pudieran defender; nos tuvimos que ir allá, a
nuestras tierras, en los lejanos lugares. No teníamos asesores de nuestro
partido gobernando mi provincia como pasaba en Santa Cruz.
Por eso, doctor Alfonsín: reconozco que
usted es un hombre de la democracia, le reconozco también el juicio a las
juntas militares, pero no estoy de acuerdo con lo que hizo con las leyes de
Obediencia Debida y Punto Final. No estoy de acuerdo y se lo voy a decir a lo
largo de la historia y de los tiempos, porque eso garantizó la impunidad que
estamos sufriendo en nuestro país.
Y también le digo para que todo el pueblo
argentino escuche: ni usted ni yo somos héroes ni mártires; los mártires son
los 30.000 desaparecidos que tuvo que sufrir el pueblo argentino.
Entonces no pasa por discusiones
individuales, pasa por respuestas colectivas, doctor. Doctor, aporte su
experiencia a la construcción de la justicia, aporte su experiencia a la
construcción del amor, aporte su experiencia a la construcción de la justicia
que eso es lo que está esperando el país y no aporte a la construcción de un
partido conservador que es lo que quiere detener el cambio y la transformación
en la Argentina.
Nosotros queremos progresar, queremos transformar, queremos
cambiar, queremos traer justicia, queremos traer equidad, queremos devolver lo
perdido a los excluidos, como bien lo decían el gobernador Solá y el Intendente
recién.
Por eso, yo les voy a seguir tendiendo mis
manos a ustedes y a todos los argentinos que de buena voluntad nos quieran
ayudar a construir un país distinto, y si a algunos para poder existir
políticamente les sirve apuntar contra este Presidente, que apunten. A cada
golpe que me den les voy a responder con los brazos abiertos con amor, con
cariño, con fe en Dios, con fe cristiana, eso es lo que voy a hacer como
Presidente de los argentinos.
Estas viviendas que se levantan hoy en Villa
Tranquila, no son un acto tan grande de un Gobierno sino fundamentalmente es el
reconocimiento a la lucha que se han ganado los habitantes de Villa Tranquila
por tener viviendas dignas para sus familias y el Gobierno viene a cumplir con
una demanda de justicia que esa lucha merecía durante largo tiempo.
Acá no hay mujeres ni hombres providenciales
ni hay ideas fundamentalistas que puedan llevar a la Argentina adelante. La
construcción colectiva, la diversidad, la pluralidad, terminar con las posturas
nihilistas, con las posturas sectarias, entender que construir un país es tarea
de todos, hay que entender que las grandes políticas nacionales tienen que ser
políticas amplias de todos los sectores que quieran cambiar esta patria.
Por eso queridos hermanos y hermanas, les pido
a los intendentes, a las organizaciones sociales, a las organizaciones de
derechos humanos, a las organizaciones comprometidas con el pueblo, a los
trabajadores argentinos, al empresariado nacional, a la industria nacional, que
la tenemos que seguir recuperando, que nos tendamos la mano y construyamos una
argentina para todos. Que sigamos bajando la indigencia, que bajemos la
pobreza, que bajemos la desocupación, que vuelvan a levantarse las chimeneas,
que vuelvan a crecer nuestro campo con la fuerza que necesita, que se vuelva a
generar el trabajo que la patria necesita y es fundamental.
Les puedo asegurar que venimos trabajando
desde el día a la noche, con ganas y con mucha fuerza, pero hay cosas que
hacer, es lo que nuestro pueblo quiere, el hacer también no sólo el decir, y en
esa tarea del hacer hay que tener las orejitas bien abiertas para ir
corrigiendo los errores que se puedan cometer.
Por eso le digo al pueblo argentino: coraje
argentinos, coraje por lo que necesita nuestra patria, coraje por los que más
necesitan, coraje por nuestros pibes, coraje por nuestra juventud, coraje por
nuestros viejos, que los tenemos que tener como ejemplo; coraje por aquellos
que dieron todo por construir una historia distinta, coraje por la unidad y la
hermandad, coraje por la unidad espiritual de los argentinos, coraje por hacer
las cosas que tenemos que hacer para ser una dirigencia que esté a la altura de
la historia.
Querido intendente y querido Gobernador,
muchísimas gracias, pero a trabajar mañana más que hoy y pasado mañana más que
mañana para hacer la patria, para levantar la bandera, para abrazarnos al
escudo con orgullo, para abrazarnos entre los argentinos mirándonos a los ojos
y para construir la patria de todos, para todos y con todos,
Muchas gracias Avellaneda, muchas gracias a
todos los que nos acompañan, muchas gracias por todo. Siempre memoria,
Justicia, verdad van a ayudar a construir el futuro que la patria necesita,
para que en un futuro la sonrisa vuelva a ser una cuestión cotidiana en los hogares
argentinos, por un futuro donde reconstruyamos la mesa diaria de los
argentinos, por un futuro donde no tengamos que fundar comedores sino inaugurar
casas donde quienes trabajan puedan comer en la misma mesa con sus hijos. Eso
es justicia, eso es equidad, por un futuro de la reconstrucción de la familia,
por un futuro de la reconstrucción del cariño, por un futuro de la inclusión
social.
Muchas gracias Avellaneda, muchas gracias
patria Argentina, los saludo con todo mi afecto.
NESTOR KIRCHNER
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