DISCURSO EN EL ACTO
DE ENTREGA DEL PREMIO PRESIDENCIAL “PRÁCTICAS SOLIDARIAS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
2004”
Néstor Kirchner
[24 de Noviembre de
2004]
Señor Ministro de Educación, Ciencia y
Tecnología; autoridades nacionales; ministros de Educación y autoridades
provinciales; rectores de universidades y representantes de instituciones
educativas; señoras y señores: realmente compartir esta tarde con ustedes me causa
una profunda alegría y también repotencia la esperanza de poder construir
realmente una sociedad paulatinamente mejor, al menos paulatinamente mejor.
Estas cosas que se están dando enla Argentina en distintos
lugares en la lucha por la recuperación nacional, en la lucha por la
recuperación de nuestra identidad, por la recuperación de nuestra autoestima,
de que nosotros tenemos calidades y podemos superar muchísimos problemas que
parecen insuperables; esta calidad solidaria que los argentinos podemos mostrarnos
entre nosotros y podemos mostrar al mundo, y que parta de nuestras
universidades, es un salto cualitativo que realmente da fuerza a la ilusión,
fuerza a los sueños, fuerzas a pensar que con amor y solidaridad se pueden
concebir los puentes de plata que nuestra sociedad está necesitando.
Estas cosas que se están dando en
Claro que venimos de una de las crisis más
profundas que recuerde nuestra historia, no solamente por los marcos y el
contorno de esa crisis, sino porque venimos de más de una década donde la idea
de la solidaridad para quienes tenían la iniciativa de la conducción política
de este país era absolutamente anticuada. Es decir que pensar, tener ideas, ser
solidarios, reconstruir nuestra identidad, pensar en lo nacional, pensar en un
país que pueda funcionar, basar esto en nuestros cuadros, en nuestra gente, en
nuestra potencialidad natural -que la tenemos y es reconocida por todo el
mundo-, era realmente una antigüedad. Nosotros teníamos un cuadro dentro de la
distribución del trabajo del mundo y allí teníamos que funcionar
definitivamente sin tratar de tener un pensamiento alternativo, crítico, que es
fundamental para que cualquier sociedad pueda avanzar: la masa crítica, la
posibilidad de discutir, la posibilidad de debatir la idea de la verdad
relativa que pueda constituir desde esa verdad relativa verdades superadoras
que nos permitan contener a todos los argentinos en propuestas que nos
sinteticen.
Todo esto era como una idea retardataria de
aquellos que quieren discutir o debatir, pero que no les gusta hacer. Querían
generar una contradicción entre el hacer y el pensar, y cuando hay una
contradicción entre el hacer y el pensar evidentemente esa sociedad va
perdiendo el rumbo y el destino, porque hacer sin pensar es lo mismo que no
hacer o hacer mal las cosas o buscar un destino que nos lleva sin rumbo y eso
fue lo que nos pasó a los argentinos.
Es cierto que nuestros primeros pasos o
nuestras primeras acciones están fuertemente direccionados a vencer la
indigencia, la pobreza, el desempleo, a la reconstrucción de la industria
nacional, pero también tienen que estar fuertemente basados en la construcción
de un proyecto educativo que contenga a todos los argentinos. Un proyecto
educativo que, como dijo el Ministro, tenga que ver con el país, un proyecto
educativo que tenga que ver con construir los pensadores y los cuadros que van
a determinar que este país tenga una visión y un contenido estratégico.
En la Argentina a medida que se vaya logrando la
estabilidad institucional, a medida que vayamos superando estas cuestiones
límite a que nos llevó la crisis que nos ha tocado vivir, los argentinos con
mucha madurez nos vamos a tener que aprontar a discutir con gran profundidad el
proyecto educativo que nos debe contener en los tiempos que vienen porque es el
instrumento fundamental de la transformación del país. Sin un claro proyecto
educativo, sin un claro contenido de qué país queremos llevar adelante y sin la
formación de nuestros jóvenes y nuestros futuros cuadros de conducción, es
imposible pensar en una Argentina distinta. La podemos mejorar, podemos superar
coyunturalmente los problemas de desempleo, de pobreza, de indigencia, podemos
hacer crecer nuestra economía, inclusive la podemos distribuir de manera
distinta, pero no tenemos ningún futuro estratégico si no tenemos conformado el
proyecto educativo que nos dé definitivamente la orientación como país que
debemos tener. Es el gran desafío que seguramente va a empezar a moverse
fuertemente a partir del año que viene y no tengo ninguna duda –es un sueño que
uno tiene- de que seguramente en la Argentina que viene, cuando haya que definir
quién tiene iniciativa política, no va a haber nadie que pueda presentarse como
alternativa para conducir la
Argentina si no tiene en claro cuáles son las políticas
educativas y cuál es el proyecto estratégico que tiene que llevar adelante.
Porque en el marco de la crisis se podían justificar muchas cosas, pero cuando
empezamos a subir los peldaños para salir del infierno la cualificación es
fundamental y no es un concepto elitista, esto es central.
Así que lo que estamos viviendo hoy a mí me
llena de esperanza e ilusión. Cuando uno ve solidaridad, cuando uno ve amor,
cuando ve que ese encuentro fue hecho porque se piensa y se siente de esa
manera y se está dispuesto a dar mucho más que lo que por allí se pide, este es
el ejemplo que la Argentina
tiene que empezar a repetir y multiplicar.
Por eso los quiero felicitar fuertemente y
decirles que confiamos muchísimo en las universidades nacionales argentinas.
Siempre fueron la columna vertebral del desarrollo argentino y siempre fueron
cualificadas, siempre dieron excelentes profesionales, siempre fueron centros
de debate de la realidad nacional con un alto nivel cualitativo. Tienen que
seguir profundizando esa tarea, tienen que seguir siendo la masa crítica que el
país necesita y tienen que seguir con esa capacidad transgresora de atreverse a
pensar a fondo, porque esto es lo que necesita este país.
Muchísimas gracias, gracias por estar aquí.
NESTOR KIRCHNER
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