DISCURSO EN LA CENA DE CAMARADERÍA DE LAS
FUERZAS ARMADAS, REALIZADA EN CAMPO DE MAYO
Néstor Kirchner
[5 de Julio de
2007]
Señores presidentes de las Honorables
Cámaras Legislativas de la
Nación ; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional;
señores Jefes del Estado Mayor Conjunto y Jefes de los Estados Mayores
Generales de las Fuerzas Armadas; autoridades nacionales; personal militar,
superior y subalterno de las Fuerzas Armadas; señoras y señores: en vísperas de
un nuevo aniversario de la fecha de nuestra independencia nacional vuelvo a
compartir esta Cena Anual de Camaradería de nuestras Fuerzas Armadas.
En mi carácter de Comandante en Jefe, además de un grato momento quiero compartir con ustedes, como siempre, más allá de lo simplemente protocolar un conjunto de reflexiones. Por las circunstancias especiales, en la que debí asumir se trata de la quinta oportunidad, en poco más de cuatro años, que concurro a esta cena.
En mi carácter de Comandante en Jefe, además de un grato momento quiero compartir con ustedes, como siempre, más allá de lo simplemente protocolar un conjunto de reflexiones. Por las circunstancias especiales, en la que debí asumir se trata de la quinta oportunidad, en poco más de cuatro años, que concurro a esta cena.
Como ya he manifestado la transitoria
función que cumplo no me hace olvidar ni mis ideas ni mis convicciones. Puedo
decirles que, como lo he hecho cada vez, les hablo desde el corazón, sin odios
ni rencores, con profundo compromiso patriótico y profundo convencimiento.
Los argentinos debemos tomar conciencia de
que hemos protagonizado en, estos cuatro años, cambios importantes mientras
fuimos superando problemas y estamos forjando paulatinamente la construcción de
una sólida unidad nacional.
Inspirados en el hondo compromiso patriótico
de nuestros próceres, hemos avanzado como Nación en la reivindicación y en la
consolidación de nuestra soberanía, de nuestra autonomía política y económica y
de nuestra dignidad como pueblo y como país. Esos concretos avances los estamos
logrando entre todos los argentinos: ciudadanos civiles, ciudadanos militares
con esfuerzo y valor, a partir de la puesta en marcha de un profundo proceso de
recuperación política, social y económica.
En este proceso de recuperación nacional se
inscribe la puesta en marcha de una política de defensa, que integralmente
quiere atender todas las dimensiones y organismos, que componen a nuestro
sistema de defensa. Este proceso implica reafirmar la convicción y el
compromiso inalterable de ejercer la plena conducción política de los asuntos
de defensa y a partir de ello concretar la actualización y la adecuación
integral y sistemática y sistémica de las diversas dimensiones de la misma.
El objetivo es claro: la modernización y la
adecuación del instrumento militar, a partir de un diseño idóneo para que
cumpla cada vez más eficazmente su función. La actitud estratégica, que
conforma la política de defensa de la
Nación , encuentra su clave en el concepto de legítima
defensa, el criterio esencial y ordenador sobre el cual se estructura todo el
sistema de defensa del Estado Argentino.
Contribuimos con responsabilidad a la paz y
la seguridad internacional, a través de nuestra cooperación con el sistema de
seguridad colectiva, estructurado en torno a las Naciones Unidas y a través de
la creciente cooperación política, de defensa y militar con nuestras naciones
hermanas, aquellas mismas a las que nuestra Patria ayudó a nacer. Allí se
inserta el mantenimiento de la presencia argentina en las misiones de paz de
las Naciones Unidas, particularmente las de Haití y Chipre. En igual sentido,
aporta a la conformación efectiva del Estado Mayor de la Fuerza Conjunta y
Combinada de Paz “Cruz del Sur”, con Chile; la firma de los acuerdos de
cooperación con las naciones hermanas de Perú y Bolivia; los convenios para la
fabricación de equipamiento militar, como “El Gaucho”, con Brasil, y el
Patrullero Oceánico Multipropósito, con Chile, o las labores de asistencia
civil a la población boliviana.
Hemos dado pasos fundamentales para
materializar la eficaz conducción de los organismos de Gobierno de la
democracia, en relación con los problemas de la defensa nacional. La
reglamentación de la propia Ley de Defensa Nacional, tarea esencial a los
efectos de volver operativa cuestiones centrales del sistema de defensa, se
realizó fortaleciendo el Ministerio de Defensa, como órgano de conducción,
planificación, implementación y supervisión efectiva de la política de defensa,
de administración y de conducción superior de las Fuerzas Armadas. Ello
posibilitó la materialización del rol del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas
Armadas como responsable de la elaboración del planeamiento estratégico militar
conjunto, de la doctrina conjunta y adiestramiento conjunto, al tiempo que el
organismo fue el encargado de las operaciones militares. Se dispuso la
definición precisa de las misiones y funciones del instrumento militar con
inequívoca determinación de la responsabilidad primaria de las Fuerzas Armadas,
que es la defensa contra agresiones materiales estatales externas.
Por primera vez en la historia de nuestro
país, desde que fue sancionada la
Ley de Defensa Nacional constituimos el Consejo de Defensa
Nacional, organismo clave de la democracia que en diversidad y pluralidad,
integrado por diversos sectores parlamentarios, actúa en el asesoramiento y la
asistencia a las cuestiones referidas a la defensa nacional.
Se puso en funciones al Comandante del Comando
Operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, paso decisivo
para el funcionamiento efectivamente conjunto del instrumento militar de la Nación.
Con la creación del Comité de Política
Presupuestaria se dio un importante paso tendiente a la profunda
reestructuración del sistema de administración de recursos para la defensa,
estableciendo una nueva dinámica en la que las demandas y proyectos de cada una
de las Fuerzas atraviesan un análisis crítico de calidad y de vinculación
conjunta con los otros componentes militares.
Creamos el Sistema Integral de Gestión para
las Inversiones para la
Defensa , que permite al Ministerio de Defensa evaluar
permanente y estandarizadamente los proyectos de inversión para desarrollar de
manera controlada los que cuenten con la respectiva aprobación. Asimismo se ha
creado el Comité de Logística Conjunta, instancia que efectúa un seguimiento
permanente del estado del material de las Fuerzas Armadas, su necesidad de
mantenimiento, recuperación y modernización.
El Programa de Abastecimiento Conjunto de
Insumos Comunes procura consolidar, a nivel del Estado Mayor Conjunto, la
adquisición de bienes y servicios homologables, cuya provisión hasta el momento
se realizaba en forma atomizada, a través de distintas unidades de las Fuerzas.
Este programa permitirá avanzar en la normalización del material, contribuyendo
a una mayor interoperabilidad, así como reducir cargas administrativas, mejorar
las condiciones de negociación por la existencia económica de escala y dar la
mayor transparencia a las operaciones.
Hemos instituido el sistema de capacidades
de mantenimiento, a efectos de promover el aprovechamiento conjunto de todas
las capacidades de mantenimiento de los talleres y arsenales de las Fuerzas
Armadas. Este sistema, a través de un soporte informático a disposición de las
tres Fuerzas, cataloga los procesos técnicos que los distintos talleres y
arsenales pueden brindar a las distintas unidades usuarias, aprovechándose de
esta manera las capacidades ociosas y una mayor integración logística.
El proyecto de reforma del Sistema de
Justicia Militar, que hemos enviado al Congreso Nacional, trata de corregir las
distorsiones de las concepciones que inspiraron al todavía sistema vigente para
garantizar los derechos y garantías de la Constitución Nacional ,
a los ciudadanos de profesión militar y derogar la pena de muerte que contiene.
Reordenamos integralmente el Sistema de
Inteligencia para la Defensa ,
tarea ineludible para adecuar los fines, las funciones y la eficiencia de los
organismos de defensa, que deben dedicarse a esta tarea, bajo el cumplimiento
de sus misiones siempre bajo la letra y el espíritu de la ley.
Creamos el Consejo Políticas de Géneros, a
los efectos de promocionar de manera constante y sistemática la igualdad de
derechos de ambos sexos en el ámbito de las Fuerzas Armadas, a través también
de, entre otras acciones, de la realización de cursos y publicaciones y el
listado de resoluciones para favorecer el ingreso y permanencia de las mujeres
en las instituciones militares.
Fortalecimos la capacidad del control
efectivo de nuestro espacio aéreo soberano, a través de la ejecución del plan
de fortalecimiento de las capacidades de vigilancia y control del aéreo
espacio, materializado en el reciente despliegue e integración de medios
militares del Ejército Argentino y de la Fuerza Aérea
Argentina en la frontera norte, ejecutando una real y efectiva acción conjunta.
Estamos avanzando en la creación de un nuevo
sistema de educación para las Fuerzas Armadas, sólidamente fundado en valores y
prácticas democráticas y en el más absoluto respeto a los derechos humanos. En
ese sentido, la educación para la defensa y la formación ciudadana del militar,
constituyen conceptos primarios del nuevo sistema educativo, sustentado en
orientaciones que reafirmen su rol como ciudadano y servidor público
especializado y generen una nueva cultura institucional en el marco de las
Fuerzas Armadas, que se refleje en sus rutinas, hábitos y destrezas.
Para poner en marcha esta reforma educativa,
que es uno de los ejes centrales del proceso de modernización del sector de la
defensa, se ha constituido en el Ministerio de Defensa, el Consejo Consultivo
para la Reforma
Educativa de las Fuerzas Armadas, instancia integrada por
representantes de universidades, de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, de las
Fuerzas Armadas y organizaciones no gubernamentales, además del personal de
propio ministerio.
Asimismo, también hemos constituido una
unidad de coordinación de educación y formación en el ámbito ministerial, la
cual recibe apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y
hemos dispuesto la creación de la Escuela Superior de Guerra Conjunta para
oficiales de las tres Fuerzas que el pasado 30 de marzo inició sus actividades
académicas.
En tal sentido, se inscribe la
implementación de una reforma curricular de las Escuelas de Oficiales y
Suboficiales a partir del trabajo conjunto de la totalidad de las partes
intervinientes con equipos del Ministerio de Defensa, escuelas de formación de
oficiales, institutos universitarios, organismos superiores de las Fuerzas
Armadas responsables de los mencionados institutos.
El modelo propuesto por esta reforma no es
una abstracción teórica ni significa tan solo una actualización curricular,
sino que, por el contrario, responde a una determinada coyuntura histórica, a
un sistema de valores sociales y en gran medida a un entorno tecnológico que
debe ser comprendido y dominado para asegurar la eficacia del accionar conjunto
en el inicio de los proceso de formación y capacitación.
Se suma a ello la articulación de los
institutos de formación de las Fuerzas Armadas con el Sistema Universitario
Nacional conforme a lo expresado en la
Ley de Educación Nacional y la determinación de que dichos
institutos militares se orienten a lo específico de cada Fuerza.
Se agrega también, la redefinición y la
federalización de los sistemas de ingresos a las Fuerzas Armadas, a efectos de
alcanzar un proceso de selección de aspirantes más integral, además, más
igualitario en términos de efectivas posibilidades de acceso para los
aspirantes de todas las provincias argentinas.
El establecimiento del curso básico conjunto
de aviador militar, modificó el primer año de las escuelas de formación de
pilotos de las tres Fuerzas Armadas, persigue garantizar una capacitación
básica común y racionalizar el esfuerzo presupuestario.
El Ministerio de Defensa firmó convenios con
la Universidad
de Buenos Aires y con la Universidad Nacional de La Plata a los efectos de
realizar una auditoría externa para verificar el estado de los aviones de las
tres Fuerzas así como la de sus talleres de mantenimiento.
En el Ejército hemos dispuesto un refuerzo
de 68 millones de pesos para el fortalecimiento de medios e instrucción
acelerando la modernización de vehículos blindados, impulsando el proyecto del
vehículo todo terreno “Gaucho” que, como referimos, se produjo en asociación
con Brasil, y apoyando el desarrollo del “Proyecto Hornero” para modernizar los
helicópteros de la Fuerza.
Respecto a la Armada , también hemos
dispuesto un refuerzo de 90 millones de pesos destinados a iniciar las tareas
de carenado de cascos de los buques de la flota de mar, la recuperación de los
medios aéreos y el incremento en un 30 por ciento de los días de navegación,
sin perjuicio de la recuperación de media vira del submarino San Juan y la
construcción de los patrulleros multipropósitos.
En definitiva, se trata de comenzar a
recuperar medios operativos después de años de desinversión de manera
sistemática y progresiva y fijando prioridades acordes a las reales
posibilidades presupuestarias y a los efectos de que se puedan cumplir las
misiones asignadas en un marco que garantice la seguridad operativa y la de las
personas responsables de estas tareas.
Por último, en materia de producción,
resulta imprescindible mencionar la recuperación del astillero Tandanor, que
hemos dispuesto por decreto, revocando la Resolución de 1991 que lo privatizó
fraudulentamente, así como Tandanor volverá a formar parte de un polo naval,
que también integrarán el Domecq-García, permitirá la amplia recuperación del
sector de astilleros con aplicaciones tanto militares como civiles.
Este es el año del 25º aniversario de la Guerra del Malvinas.
Reivindicamos a los que lucharon con valor y honor y reiteramos nuestro repudio
a los que con aventurerismo y usurpando la soberanía popular, buscaron
perpetuarse en el poder utilizando una auténtica reivindicación del pueblo
argentino. Mantendremos en alto la demanda plasmada en la Constitución Nacional :
los argentinos nunca renunciaremos a nuestra soberanía en las Islas Malvinas.
En el primer brindis que compartimos, apenas
asumí en 2003, les dije que Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas quería
que queden en la historia grande la patria, que se los recuerde por su
participación plena en la forja de una nueva nación, por su trabajo en esta
recuperación de lo argentino.
Nunca nos ha parecido justo para la memoria
histórica de las Fuerzas Armadas ni sensato para su propio futuro, que se
quiera identificar las aberrantes acciones de algunos con instituciones que han
sido creadas para defender nuestra Constitución Nacional, nuestro país, la vida
y la libertad de los argentinos.
Seguimos sosteniendo que nadie tiene derecho
a escudarse en el prestigio y en la historia de nuestras Fuerzas Armadas. El
combate contra la impunidad que estamos dando es frontal y definitivo. El
silencio y la complicidad solo han servido para alargar el camino hacia la
actuación de la Justicia.
No solo un Gobierno, sino la sociedad y
todos los poderes que componen el Estado argentino, el Poder Ejecutivo, el
Poder Legislativo y el Poder Judicial, han concretado y concretan pasos
trascendentes para terminar con la impunidad del terrorismo de Estado.
En todo el mundo se observa con atención y
se valora el ejemplo de la lucha contra la impunidad y a favor del respeto a
los derechos humanos que nuestra Patria de Argentina libra. Es la Justicia , son los jueces
de la Constitución ,
con independencia garantizada, los que juzgarán a los responsables del
terrorismo de Estado impulsado por la dictadura. Será la Justicia la que ponga las
cosas en su lugar, distinguiendo a inocentes de culpables.
Las nuevas generaciones de jóvenes con
vocación militar, tienen que ver en esta acción de la Justicia la oportunidad
de construirse un futuro que les ponga en rumbo del reencuentro con nuestro
pueblo para que triunfen la verdad, la memoria y la Justicia , como garantía
de la no repetición de esos hechos aberrantes.
Los argentinos hemos reconstruido consensos
en torno a valores y principios básicos irrenunciables. En ese marco, la
sociedad argentina hoy no concibe otra forma de convivencia que no sea la
democracia, la vigencia del Estado de derecho y la defensa irrestricta de los
derechos humanos.
Los valores de las Fuerzas Armadas deben ser
coincidentes con los de la sociedad a la que sirven. Esta es la base
fundamental de la relación entre Fuerzas Armadas y sociedad.
Los argentinos hemos decidido con valentía enfrentar
nuestro pasado para que no se vuelva a repetir, porque sabemos que un
reencuentro definitivo nunca provendrá del silencio y la negación, sino del
ejercicio responsable de la memoria.
No habrá reconciliación sin Justicia. Así,
el respeto irrestricto por los derechos humanos, la Justicia y la lucha
contra la impunidad, son cuestiones que ya no pueden quedar afuera de ninguna
agenda política pública.
Como vemos, en este corto repaso de nuestros
añejados problemas, no pueden solucionarse en un corto lapso, pero es
importante apreciar lo mucho y lo rápido que estamos avanzando.
Es importante mantener el superávit fiscal,
es importante acumular reservas, es central mantener el superávit comercial y
no decaer en la lucha de la inclusión con crecimiento, con producción para que
disminuya la pobreza, la indigencia y aumente el trabajo.
Los esfuerzos no son vanos, los esfuerzos
rinden frutos para el país y para cada uno de sus sectores. Si cuidamos
nuestros logros será posible seguir avanzando. Es importante avanzar sobre
cimientos firmes. No se trata de no tener problemas, hasta la velocidad de
nuestro crecimiento actual es fuente de problemas, pero bienvenidos sean los
nuevos problemas que plantea el crecimiento si vamos en camino de mejorar la
vida de todos nosotros. A cada problema, trataremos de buscarle la mejor
solución y sin duda juntos la encontraremos.
En ese camino de mejora concretando un gran
esfuerzo, hemos dispuesto también, por Decreto Nº 871 del día de la fecha, que
los integrantes de las Fuerzas Armadas, su personal militar y su personal
civil, perciban un incremento salarial idéntico al que se ha pactado para todo
el sector público.
Saludo a todas las mujeres y hombres de las
Fuerzas Armadas, a los oficiales superiores, a los oficiales y jefes, a los
oficiales y suboficiales, a todos los civiles que se desempeñan en el área de
Defensa.
Me dirijo a todos quienes en estos momentos
celebran en las guarniciones en todo el país y especialmente al personal que
cumple funciones en la
Antártida , en Haití y en Chipre como Cascos Azules de la ONU y también, antes de
terminar, les quiero decir que siempre, con absoluta claridad, no buscando el
camino de la hipocresía, no buscando el camino muchas veces de la convivencia
fácil, desde el primer día que me tocó ser Presidente en los temas más
complicados, más difíciles que teníamos que resolver en la Argentina y que por
distintas circunstancias, no ustedes, pero sí a la realidad que le tocó vivir a
la Argentina
tuvo como certeros protagonistas a la realidad institucional que vivió nuestro
querido país, yo siempre me expresé con un pensamiento claro, con un
pensamiento desde mi verdad relativa pero diciéndoles qué era lo que pensaba.
No traté ni nunca trataré como Presidente ni
después que deje de serlo, dejar las convicciones de lado, bajo ningún aspecto.
Yo creo profundamente en la construcción de un país integrado, creo
profundamente en nuestras instituciones armadas integradas al desarrollo del
país, pero también creo profundamente en que no se puede construir un nuevo
país en la impunidad, en el silencio o impidiendo la actuación de la Justicia. Siempre
lo pensé así y en esta quinta cena que compartimos, quiero volver a decirlo con
todo realismo, con toda sinceridad y con toda valentía como corresponde ante
ustedes, que sigo pensando lo que pensaba el primer día y que sé que
paulatinamente entre ustedes y nosotros, entre todos los argentinos, entre los
que nos toca ocupar los distintos roles que tenemos la absoluta claridad de
cuál es el camino que tiene que seguir la Argentina.
Yo estoy seguro que las instituciones
civiles y las militares, protagonizarán sin duda la reconstrucción
institucional de la
Argentina , tarea difícil, estamos tratando de salir de ese
infierno en el que estuvimos durante tanto tiempo económico, social e
institucional de distintas alternativas tan conocidas por todos nosotros, pero
es evidente que tenemos que dar un paso cualitativo y estoy seguro que la Argentina lo va a dar.
También sé del esfuerzo que la gran mayoría
de ustedes ha hecho permanentemente en esta Argentina cuando llegó la crisis
terminar y sé que tienen una clara comprensión del rol que tiene Argentina en
la región, que tiene la región en el mundo y la Argentina que nosotros
queremos para nosotros y para servir a la integración con autonomía en la marco
de la globalización en el mundo que nos toca actuar.
Así que, con las visiones parecidas que
podamos tener, con las visiones diferenciadas que podamos tener, en el mundo de
la pluralidad, el consenso y la democracia que es lo más importante que puede
tener un país, tengan ustedes también nuestro profundo agradecimiento en el
acuerdo y en la diferencia para la construcción de los cimientos
institucionales de la
Argentina que supieron construir nuestros pioneros, que supieron
construir hombres como San Martín, Belgrano, Mariano Moreno, entre otros, y que
nosotros tenemos que tratar de darle la trascendencia en los tiempos que nos
toca vivir para que definitivamente la Argentina tenga esas síntesis institucional y de
convivencia que todos deseamos.
NESTOR KIRCHNER
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