DISCURSO EN EL ACTO
DE CONMEMORACIÓN DEL 195° ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO,
EN SANTIAGO DEL ESTERO
Néstor Kirchner
[25 de Mayo de
2005]
Señor gobernador de la provincia de Santiago
del Estero; señor Vicepresidente de la Nación ; señor presidente de la Honorable Cámara
de Diputados de la Nación ;
señor presidente de la
Honorable Corte Suprema de Justicia de la Nación ; señores
gobernadores; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial;
señores jefes del Estado Mayor Conjunto y de los Estados Mayores Generales de
las Fuerzas Armadas; autoridades nacionales, provinciales y municipales;
señores legisladores; señores intendentes municipales; señoras y señores: desde
acá, desde la madre de ciudades de la
Patria , a todos los argentinos, ¡feliz Día de la Patria ¡
Es una profunda emoción poder estar en esta querida provincia de Santiago del Estero y en el interior dela Argentina aunando el
espíritu de todos los argentinos y argentinas en este 25 de Mayo, donde
cumplimos 195 años, levantando con fervor, con más fervor que nunca la bandera
de la Patria ,
los colores celeste y blanco que anidan en nuestros corazones y que son el
sentimiento de esperanza, de sueños y de ilusiones por un mañana mejor.
Es una profunda emoción poder estar en esta querida provincia de Santiago del Estero y en el interior de
Hace dos años me tocó asumir la conducción
de la Patria
en un momento muy duro, muy difícil y miraba los ojos de mis hermanos y
hermanas, sin importarme a qué partido o qué ideología tenía; miraba a los ojos
de ellos y reflejaba el sentimiento de esperanza y sueño conjunto y hoy los
puedo seguir mirando con la misma sinceridad, hermanos míos, porque estoy
dejando todo lo que tengo con aciertos y errores por esta querida tierra
argentina.
Viendo cada lugar de la Patria , recorriendo cada
rincón y buscando en tomarnos de la mano, para volver a sentir el fervor
patriótico de Mayo, como hoy lo hacemos con el señor gobernador de la provincia
de Santiago del Estero y junto a todos los gobernadores de la Patria , quiero decirles a
los argentinos que hay una dirigencia dispuesta y madura a estar al frente de
la reconstrucción nacional.
Este 25 de Mayo debe servirnos a los
argentinos para consolidar la humildad, pero no sólo de los dirigentes
políticos, sino la de los dirigentes de todos los sectores; debe servirnos para
darnos cuenta que nadie es perfecto, que la Patria necesita de cada uno de nosotros y que de
la verdad relativa de cada uno de nosotros, saldrá la verdad superadora que nos
contenga para terminar muchas veces con el juicio impiadoso y que vuelva a
reinar la piedad, el amor, la ilusión, el sueño, el cariño, el abrazo fraternal
entre todos los argentinos que es el rumbo que nos va a llevar a construir la
sociedad y la nación grande que todos deseamos.
Este 25 de Mayo, a 5 años del bicentenario,
debemos comprometernos todos los argentinos para que los índices de exclusión,
indigencia, pobreza y desempleo, cuando estemos cumpliendo los 200 años, los
tengamos ya casi derrotados y decir que los argentinos pudimos, que los
argentinos con nuestro propio proyecto, con nuestra identidad nacional,
defendiendo nuestros valores, defendiendo el sentir de Patria, dándonos cuenta
que eso de que siempre los que no son de acá son mejores que nosotros se
terminó, que se recuperó la autoestima de esta Patria, que los argentinos
valemos, que los argentinos tenemos fuerzas, que somos capaces, inteligentes,
solidarios, porque el recurso humano es la materia fundamental que tenemos para
recuperar nuestra querida Nación.
Así tenemos que sentirnos, hermanos y
hermanas, con la fe en Dios, abrazados unos con otros diciéndole al mundo que
queremos devolverle a la
Argentina ese lugar en el que merece estar, que queremos
mirar para adentro y volver a ver las sonrisas de nuestros chicos, abuelos y
jóvenes pensando que siempre habrá un día que nos va a brindar un futuro mejor.
Tenemos que pensar, mirarnos entre nosotros
y decir que estamos extirpando aquellos males que nos quebraron nuestros
valores, que entramos a vivir definitivamente y eso cada vez está más cerca,
pero sigue siendo en muchos casos la ilusión de nuestras luchas en la justicia,
en la equidad, en el respeto a los derechos humanos, en la pluralidad, en el
consenso, en la diversidad de ideas, en el pensar diferente, en el respetarnos,
en entender que una sociedad uniforme nunca avanza y que una sociedad plural y
democrática es la que sintetiza el avance de los pueblos y la que consolida
definitivamente nuestros valores.
Por eso, muchas gracias Santiago del Estero,
muchas gracias hermanas y hermanos del Norte argentino.
Estamos celebrando el 25 de Mayo aquí, todos
los argentinos, desde el Sur al Norte, están abrazados junto a ustedes, unidos
por la bandera, la escarapela y el sentido de Nación.
Me siento feliz de estar compartiendo con
ustedes y comprometido a fondo con la recuperación del lugar más dañado de la Argentina. El Norte
de la Patria
fue uno de los lugares más saqueados y desguazados.
Al Norte de la Patria , signo de epopeyas
patrióticas de la lucha por la independencia, se lo dejó muchas veces en las
manos de sus propios habitantes y en las manos de Dios, como si el reparo y la
mano cariñosa y reparadora del Estado nacional no existiera.
Estamos empezando una etapa de reparación, la Patria debe acompañar al
Norte, la Patria
debe acompañar a los hermanos y hermanas que sufren, la Patria debe trabajar para
generar trabajo, inversión e inclusión, la Patria debe tener en cuenta a todos, pero también
darse cuenta lo que ha pasado en esta región.
Por eso, aquí le vengo a decir al gobernador
de Santiago del Estero que en sus ganas, en la pasión que le veo, en la
decisión de trabajar por esta tierra, tiene mi corazón y mis dos manos
solidarias para trabajar los dos juntos para que Santiago del Estero pueda
llegar y estar en el lugar que se merece.
También le agradezco a Dios este día, este
sol del 25 de Mayo y este calor aceptable para este pingüino que viene desde
tan lejos a abrazarse con los hermanos del Norte.
A todos los argentinos y argentinas de esta
querida Patria, les tiendo mis dos manos solidarias y les repito lo que les dije
el primer día: tienen ante ustedes a un hombre común, pero con principios,
pasiones y convicciones, que acierta y que se equivoca, pero que lucha como
ustedes por esta tierra.
¡Qué flameen las banderas argentinas, qué
flamee el corazón de la patria, qué flameen las escarapelas, qué flamee el
sentido nacional de identidad nacional!
Tomémonos de las manos, abracémonos
fuertemente y todos los argentinos digamos con todas nuestras fuerzas ¡Viva la Patria ! ¡Viva la Argentina ! ¡Viva los
argentinos!.
Muchísimas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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