junio 21, 2012

Discurso de Nestor Kirchner en la reunión de diputados del Bloque del Frente para la Victoria (2007)

DISCURSO EN LA REUNIÓN CON DIPUTADOS DEL BLOQUE DEL FRENTE PARA LA VICTORIA
Néstor Kirchner
[28 de Noviembre de 2007]

La verdad es que quería estar presente hoy aquí, te agradezco Alberto, también a Agustín y a todos los compañeros, porque a veces uno no puede expresar con palabras lo que se puede expresar en un abrazo, en un beso, en un sentimiento de la responsabilidad que se ha tenido aquí, en este bloque, de entender el punto de inflexión que vivía la Argentina.
Desde aquel 25 de mayo de 2003 que nos tocó asumir en una Argentina en llamas, que tuvimos que luchar casi en la soledad, que tuvimos que defender las ideas de cómo reconstruir un país que nos contuviera a todos, no un país para todos, porque también hay que hacer un país para todos, pero muchos de los que hablan de un país para todos, también tienen que entender que hay que hacer un país con todos, porque esa fue nuestra preocupación desde el primer momento, que todos los argentinos pudieran ser parte de este país, de esta bandera, de esta tierra, sentirse integrados. Y por esa lucha que comenzamos nosotros contra la indigencia, la pobreza, la desocupación, el desendeudamiento argentino, la recuperación de la autoestima, que fue acompañada sin un solo doblez desde las Cámaras de Diputados y Senadores por quienes asumieron las banderas de este proyecto, nuestro agradecimiento es absolutamente eterno.
Siempre digo que hay que hablar para este presente y para el futuro que es lo importante. A nosotros, que nos tocó cumplir una etapa, que nos tocó resolver la salida de la Argentina del infierno, que pertenecemos a un movimiento nacional y popular, que pertenecemos a un movimiento que ha transformado permanentemente la realidad, que sabemos cuáles son las banderas que guían nuestro accionar, queremos asumir la responsabilidad en los tiempos que vienen desde el 10 de diciembre de 2007 a 2011, entre todos, desde el lugar que a cada uno nos toque. Queremos construir la Argentina estratégica, la Argentina con autonomía en la globalización, la Argentina integrada, la Argentina que termina de vencer la indigencia, la Argentina que termina de vencer la desocupación, la Argentina que crece en inversiones, la Argentina que se federaliza como corresponde, la Argentina que contiene desde Ushuaia a Jujuy a todos los argentinos y a todos nuestros hermanos latinoamericanos en un país donde evidentemente podemos demostrar que se puede seguir mejorando, que se mejora cada día, que se gestiona día a día y que podemos construir ese país que soñaron las generaciones que estuvieron con nosotros, que nos acompañaron, que muchos de ellos hoy no están pero que ustedes como Cámara de Diputados y como legisladores los han honrado a todos aquellos que creyeron en un país mejor y que por pensar diferente sufrieron el accionar de la dictadura más cruel. 
Esa Cámara, querido Alberto, fue la Cámara del valor y del coraje, la Cámara que no declamaba sabiendo que después no salían, pero vamos a cubrir las posiciones como hicieron muchos que trataban de tener posiciones supuestamente comprometidas pero que lo hacían en el discurso y no en la acción. Esta Cámara y este bloque impulsó temas que van a quedar en el tiempo histórico, no tengan ninguna duda; gracias a ustedes no hay más Ley de Obediencia Debida, no hay más Punto Final y se terminó el indulto que nos avergonzó a todos los argentinos. 
Gracias a ustedes hay una Ley de Educación Técnica, gracias a ustedes hay una Ley de Educación, gracias a ustedes hacia el 2010 vamos a tener el 6 por ciento del Producto Bruto Interno volcado a la educación.  Son innumerables las conquistas que hemos logrado entre todos.
Por eso, nosotros ahora tenemos que diseñar y construir el tiempo que viene. No tenemos que caer en el discurso fácil ni tampoco en creer que la convivencia entre los argentinos será renunciando a principios. Porque desde algunos lugares mediáticos, muchas veces creen que encontrarnos los argentinos significa que nosotros, los que queremos cambiar, los que queremos la Justicia, los que queremos definitivamente una nueva Argentina, tenemos que vivir resignando los principios y los conceptos para construir esa nueva Argentina.
Es hora que los reyes del retroceso no nos hagan retroceder más y que nosotros tengamos la valentía y la dignidad de profundizar un proyecto de cambio en la Argentina que coloque las cosas donde corresponda definitivamente. No tengamos vergüenza por defender los principios que tenemos que defender; discutamos de igual a igual a los que tienen los conceptos del neoliberalismo, a las escuelas neoliberales que tanto daño le han hecho a la Argentina. Ahí están los que hablaban del déficit cero, ahí están los que hablaban del superávit fiscal primario, ahí están los que hablaban del ordenamiento y de la administración del Estado, nos entregaron un país fundido y quebrado.
Nosotros, sin hacer declamaciones, estamos construyendo un país donde el superávit fiscal primario es cosa de todos los días, donde el superávit comercial es cosa de todos los días, donde el crecimiento de la actividad económica es algo permanente. Hemos crecido casi el 50 por ciento, hemos mejorado el índice Gini y por primera vez en muchísimos años también hemos mejorado la distribución del ingreso en el país, se ha recuperado el poder adquisitivo de la gente y se han recuperado fuentes laborales.
Lo que vale son los hechos y las realidades concretas. Esta Argentina ya no soporta más discursos vacíos de aquellos que construyen el papel de la justicia social y después se inclinan cuando tienen que defender los principios que tienen que defender.
Ustedes defendieron donde había que defender las ideas y los principios para consolidar las bases de un país diferente.
Por eso, creo que hay que tener mucha fuerza, hay que tener muchísimas ganas, hay que tener mucha decisión, no importa que nos agravien o nos descalifiquen, hay algunos que perdieron ayer no más porque la voluntad del pueblo les dijo que no; nosotros, con absoluta humildad, hemos ganado una elección el 28 de octubre por una diferencia que no recuerda la democracia desde que volvimos en 1983 por más de 23 puntos de diferencia y no perdemos la humildad. 
Hemos logrado que el pueblo nos acompañe en el marco global de la Argentina y hemos logrado ganar en 21 distritos, en 21 provincias de este país. Yo no sé cómo hubieran reaccionado otros sectores si hubieran obtenido tamaño triunfo. Nosotros hemos reaccionado con humildad, con la pluralidad, convocando a todos los sectores a discutir y a profundizar el modelo en la Argentina, no a renunciar a los principios.
Por ello, algunos que han perdido esta elección tendrían que tener un poquito más de humildad, tendrían que agraviar menos, tendrían que descalificar menos y tendrían que pensar por qué la gente no los vota. Porque si dicen que nosotros somos tan malos como somos, cómo es que ganamos por 23 puntos. ¡Qué deben pensar de ellos, por Dios! 
Es así, porque a veces pareciera ser en este país que aquellos que no tienen ni el consenso ni la representatividad de la gente, creen que cuestionando, agraviando, descalificando o buscando algunos rebotes mediáticos, pueden recuperar el terreno que la sociedad no les da.
Nosotros no tenemos la culpa que vayan a una elección y pierdan; no tenemos la culpa que vayan a otra elección y pierdan, nosotros sabemos que la gente nos acompaña porque con todos nuestros errores y con todos nuestros desaciertos, hemos tenido la honestidad y la decisión de ponernos al frente de nuestro pueblo para construir un país distinto y con dignidad.
Esta etapa se va a acordar, y ustedes lo votaron en la Cámara de Diputados, que fuimos los que terminamos definitivamente con la relación de endeudamiento con Fondo Monetario Internacional.  Creo que esta Cámara va a ser recordada como aquella que apoyó la renegociación de la deuda externa donde ahorramos el 70 por ciento del endeudamiento que tenía la Argentina de casi 70 mil millones de dólares y así vamos encontrando puntos y temas que han marcado las directrices de un país totalmente diferente.
Por eso quería estar con ustedes hoy y agradecerles el coraje que han tenido, la fuerza que han tenido. Pero recién empezamos, nosotros recién empezamos, tenemos muchísimo por delante para hacer, tenemos muchísimas ganas, nos sentimos felices.
Les quiero, compañeros, decir de verdad que cada vez que me preguntan cómo estoy, les digo “¡qué contento que estoy!” y después del 28 de octubre estoy mucho más contento, estoy contento, esta es la realidad, es así. 
Cuando recorremos, caminamos y nos encontramos con hermanas y hermanos argentinos, encontramos el mismo marco de solidaridad y con mucha gente que inclusive no nos ha votado que tienen más claridad que los propios dirigentes que han votado que saben que lo importante es que a la Argentina le vaya bien de aquí para adelante, porque si a la Argentina le va bien de aquí en adelante, el gobierno que viene, no tengan duda, va a ser mucho mejor que el que llevamos nosotros en este tiempo.
Los argentinos tenemos que poner todas nuestras fuerzas para que a los que les toca venir a administrar esta Argentina, a los que les toca venir a administrar las provincias o los municipios y demás, les vaya mejor que a los que han estado porque eso significa que la Argentina va para adelante. Tenemos que ser solidarios, amplios, tenemos que recuperar la alegría, hay que terminar con esa acción triste y de brazos caídos porque así nunca van a ayudar a cambiar y transformar la Argentina.
Nosotros, los peronistas que tomamos en claro cuál es el destino histórico y la responsabilidad histórica que tenemos, tenemos que volcar toda nuestra fuerza y toda nuestra alegría para construir la Argentina que tenemos que construir –valga la redundancia- entre todos.
Por eso, Alberto, gracias, y Agustín, compañeras, compañeros, amigos que están aquí, muchas ganas, mucha fuerza, mucha alegría, mucha “polenta”. Es decir, nuestros hermanos tienen que ver que somos capaces de estar al frente para seguir construyendo justicia social, para seguir construyendo dignidad, para seguir luchando por los principios que nos llevaron a incorporarnos a la vida política porque todos nosotros pertenecemos a una generación que cuando se incorporó a la vida política lo hizo para construir un país mejor y tenemos la obligación de llevarlo adelante con toda nuestra fuerza.
Nuestros hermanos son los trabajadores, nosotros queremos construir ese proyecto policlasista de la alianza trabajadora con nuestra clase media; queremos empresarios nacionales también, pero queremos empresarios comprometidos con la realidad argentina y sabemos que hay intereses dentro de la propia Argentina que muchas veces creen que es bueno que les vaya mal a la Argentina para que les vaya bien a ellos, a unos pocos. Esta era la teoría del crecimiento de unos pocos o el famoso derrame del vaso que nunca llegó.
Hoy ustedes y nosotros nos podemos mirar a los ojos y sabemos que estamos trabajando fuertemente en la construcción de la distribución del ingreso, que estamos trabajando fuertemente en la recuperación de la Justicia, la equidad. Yo siempre recuerdo la angustia que tenía en ese 25 de mayo cuando me bajé de helicóptero y vi la plaza llena de miles y miles de personas que no venían a pedir ni siquiera trabajo, venían a pedir un plan social. La Argentina de hoy está luchando por la distribución del ingreso, por la inversión, por el mejoramiento de las calidades laborales, por la generación de nuevos puestos de trabajo, por la inversión tecnológica, científica, por un proyecto educativo que ayude a la transformación del país, hemos bajado la desocupación del 20, 21, 22 al 7,4 que es ahora en octubre, es decir, que hemos reconstruido no la tarea que con mucho esfuerzo le tocó ejercer a muchos que les tocó gobernar antes que para tratar de zanjar los temas había que hacer un comedor. Nosotros hoy estamos volviendo a la vieja premisa que teníamos los argentinos, los peronistas y los no peronistas, de que la familia se vuelva a reunir en su propia casa, en esas tantas casas que hemos construido en toda la Argentina, para que con trabajo y dignidad la familia pueda a la noche o al mediodía poder encontrarse y compartir un hogar, no tener que llevar los pibes al comedor para poder sobrevivir.  Hemos recuperado eso en este país.
Yo me voy feliz por haber sido Presidente y le agradezco al pueblo argentino y a la historia. Qué más puede ser uno, tengo que estar feliz y contento que en este tiempo de la historia se me haya permitido ser Presidente de todos los argentinos, es un alto honor, me siento totalmente realizado. Pero no me voy de la vida política, bajo ningún aspecto. Presidente se es un tiempo de la historia, militante político y argentino comprometido con estos principios que nos unen, se es toda la vida. 
No tengan ninguna duda que vamos a estar trabajando y luchando todos juntos, con la misma alegría de siempre. Porque hay algo que tenemos que aprender, como les digo a algunos compañeros que a veces se ponen medio tristes cuando terminan la función: no, esto de querer ser toda la vida, es imposible, lo bueno es la renovación, eso ayuda, oxigena, es muy bueno. Cada uno tiene que ocupar la función que en cada tiempo histórico le toca, pero de menos tenemos que ser muy agradecidos porque a todos los que nos tocó ser, hemos recibido la posibilidad de brindar nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, nuestras capacidades al servicio del pueblo argentino.
Así que, lo que la sociedad tiene que ver en nosotros es que estamos comprometidos con la Argentina, con la construcción de una patria latinoamericana, con la construcción que merecen nuestras provincias, no solamente desde el cargo que en determinadas circunstancias nos toca ostentar, sino de que sabemos ser militantes y sabemos ocupar el lugar que nos toca en cada momento.
Por eso, todo nuestro esfuerzo, yo sé que ustedes van a hacer todo el esfuerzo, los que se van, los que se quedan y los que vienen, cada uno desde el lugar que le toque. Los que no tengamos cargos determinados, no seamos diputados, ministros o algo por el estilo, seremos militantes que estaremos trabajando por todo el país para construir esa organización que definitivamente genere el instrumento que garantice al pueblo argentino tener las posibilidades claras y concretas de que un proyecto en la Argentina nacional y popular se consolida definitivamente.
A algunos les molesta la palabra “popular”, nosotros nos somos populistas, somos populares porque nos preocupan los intereses de los más y de todos, nos preocupa garantizar los intereses de los más y, fundamentalmente, de los que más sufren.
Así que, muchísimas gracias, mucha fuerza, mucha alegría, gracias por compartir este momento. Sigamos con las mismas ganas de siempre, con la misma fuerza de siempre y con la frente alta, con dignidad. Al agravio y a la descalificación, un cariño y un saludo y a los que quieren convivir con nosotros, los dos brazos abiertos y el corazón también.
Muchísimas gracias. 
NESTOR KIRCHNER

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