DISCURSO EN EL ACTO
EN MAR DE AJÓ, PARTIDO DE LA
COSTA
Néstor Kirchner
[11 de Octubre de
2005]
Querido señor Intendente del Municipio de la Costa , querido amigo;
queridos amigos intendentes presentes; pueblo; señor Gobernador, amigo Felipe
Solá; amigos y amigas: vengo a un lugar que me causa un profundo sentimiento,
que es estar aquí en el Partido de la
Costa , cerca de la playa de Santa Teresita donde aparecieron
las hermanas, los hermanos, las abuelas, las madres, víctimas del horror
sangriento del genocidio. Brindo en la madre de Plaza de Mayo Azucena
Villaflor, la monjita y en todos aquellos que sufrieron tremendo horror, un
profundo reconocimiento, un amor eterno en nombre del Estado argentino y en
nombre de todos los argentinos, quedará grabado en nuestra memoria.
Por supuesto la verdad, la justicia y la memoria tienen que ser ayer, hoy y mañana. Yo conversaba con el ministro del Interior para que siga colocando todo su esfuerzo porque todos los argentinos, y especialmente este pueblo, merecen saber dónde está Darío Jerez, que es una averiguación que nosotros tenemos que hacer. Vamos a poner todo lo que esté a nuestro alcance.
Por supuesto la verdad, la justicia y la memoria tienen que ser ayer, hoy y mañana. Yo conversaba con el ministro del Interior para que siga colocando todo su esfuerzo porque todos los argentinos, y especialmente este pueblo, merecen saber dónde está Darío Jerez, que es una averiguación que nosotros tenemos que hacer. Vamos a poner todo lo que esté a nuestro alcance.
En una Argentina que cuando me tocó asumir
el 25 de mayo de 2003 estábamos en un punto de inflexión, donde parecía que
todo se derrumbaba, que era imposible tener ideas, principios, sueños y amores,
que había que rendirse, que no se podía, que los argentinos no podíamos dar una
clase dirigente que empezara a reconstruir esta Patria tan amada y tan bien
fundada por nuestros padres, nuestros pioneros y nuestros abuelos. Sin embargo
por allí los centros de poder internos y externos daban poca fe, decían que la Argentina iba a
explotar, que el dólar iba a llegar a niveles inimaginables, que este país no
podía crecer si no aceptaba la receta del achique, la receta del ajuste, la
receta de la exclusión social.
Imagínense ustedes 58 por ciento de pobreza,
24 por ciento de desocupación, 27 por ciento de indigencia; a dos años de
transcurrida la asunción – claro que no estamos conformes y nos falta mucho –
pero tenemos y vamos a tener en el próximo anuncio 11.3 de desocupación, más de
mitad la hemos bajado; 17 puntos menos de pobreza, 38 por ciento, casi 20
puntos menos de pobreza; la mitad de indigencia y como dijo Felipe la mitad de
la mortalidad infantil que había en este país en sólo dos años con aciertos y
errores, corrigiendo los errores, hemos podido lograr ese esfuerzo y ese sueño.
Sueño cuando termine mi mandato poder decirle al pueblo argentino que tenemos
un dígito de desocupación, un dígito de indigencia y que llevamos la pobreza a
la mitad. Si lo consigo sé que estaré junto a ustedes logrando un gran éxito de
todos los argentinos.
Y a su vez el país creció a un promedio del
8 ó 9 por ciento, crece la recaudación, mantenemos un superávit fiscal primario
por tercer año consecutivo sin que recuerde la historia parangón en este tema;
negociamos como nadie negoció en el mundo, no en la Argentina , la deuda
privada argentina. Me decían, como tantas cosas que me dicen, que era
imposible, que era un intransigente, me acusaban de cualquier cosa. Los que
decían eso son algunos que viven muy bien en la Argentina , no bajaban
los rostros para mirar las caras de millones y millones de argentinos que
sufren día tras día para sobrevivir y reconstruir la Patria. Es muy fácil
hablar desde los sillones y las buenas oficinas de la economía del país, es muy
difícil hablar de la economía en cada rincón y en cada hogar de la Patria. Y
en esa quita ahorramos 67 mil millones de dólares de la deuda externa, ganamos,
pudimos ganar los argentinos y eso no cae sobre las espaldas de nuestros chicos
y de nuestros abuelos.
Dimos el octavo aumento a los jubilados
mínimos, de 150 llegamos con los 30 pesos del PAMI a 420. Claro que les quiero
dar a todos, tuve que partir de los que estaban más atrás. Me daba vergüenza
que gobiernos que se decían argentinos pudieran tener a nuestros abuelos
tirados como estaban. Y claro que recién están teniendo un poquito más de aire,
Dios quiera que podamos seguir en esta tarea de recuperación porque es nuestra
voluntad y nuestro deseo. Lo que a mí no me interesa es mentir, con esfuerzo lo
vamos a lograr, pero tienen prioridad y espero que dentro de algunos meses les
pueda decir que es para toda la línea de jubilados porque son a quienes
queremos tener como eje central. Un país que no tiene en el corazón a sus
padres y a sus abuelos es muy difícil que tenga futuro, que tenga destino.
También seguimos discutiendo a pie firme con
el Fondo Monetario Internacional, discutiendo los intereses de los argentinos,
discutiendo con firmeza; seguimos discutiendo con todas aquellas empresas que
trabajan en el país y muchas que están entendiendo que tienen que empezar a
trabajar por la Argentina ,
pero hay otras empresas que tienen que entender que lo que nos hicieron es una
vergüenza. Reconocen, como el caso de Aguas Argentinas, que se llevaron 5 mil
millones de dólares del país y no pusieron dos caños de agua, ni media cloaca.
Cuando uno mira la provincia de Buenos Aires y el daño terrible que se ha
hecho, hay que tener firmeza, hay que tener coraje, hay que tener decisión, no
hay que renunciar a las cosas de la
Patria.
Y todavía algunos, cuando se produce una
diferencia o cuando hay un discurso que es absolutamente descalificante y
agresivo para los argentinos, como el del señor embajador francés, se enojan
porque Cristina le contesta. Y qué le va a decir, fue demasiado educada, menos
mal que le contestó ella y no yo, por lo que le tenía que decir, porque
realmente por lo que sucedió el señor embajador se tiene que dar cuenta que
esta Patria tiene bandera, tiene escudo y tiene Gobierno, que está frente a los
intereses de su pueblo, que no especula.
Igualmente, cuando se quieren cambiar las
cosas hay sectores, algunos sectores políticos, algunos sectores del periodismo
también, que tratan de mostrarse a veces tan, tan…, pero ponen trabas. Muchos
de ellos sabemos que están bien aceitados. Y otros porque tratan de hacer
negocios tratando de que a la
Argentina le vaya mal, que se den cuenta de que ya no estamos
más en la década del 90, que hay un Gobierno con decisión, que hay un Gobierno
con firmeza que no va a ceder a ninguna presión.
A veces quieren que la familia de uno sea
como fuere de la familia de otro, entonces nos persiguen por todos lados con
fotógrafos, con esto, mienten, truchan, hacen cualquier cantidad de cosas para
tratar de descalificarnos. Que se den cuenta que yo soy un pingüino, que donde
me vean me van a ver así, por donde quieran, por donde me vean. Yo no me
escondo ando metido con mi pueblo, junto a mi pueblo. Si les sirve para vender una revista más que
lo hagan, si les sirvo para esto también bienvenido, no hay ningún problema.
Por eso les digo que hay que recuperar una
palabra, que es la palabra verdad; la palabra verdad y verdad relativa. Si ustedes
analizan el discurso de algunos dirigentes políticos de los últimos 15 años, de
acá, de la Capital
Federal , de algún lugar del país, se van a dar cuenta cómo
fueron cambiando su direccionalidad porque lo único que les interesa es ver
cuántos votos pueden obtener en cada elección; no les interesa qué aporte
pueden hacer para que este país cambie. Por eso la gente se rebeló contra la
dirigencia política, hay que mantener el pensamiento, hay que mantener la idea,
hay que mantener la convicción, hay que mantener la firmeza cuando uno está
decidido en lo que piensa. Y cuando uno
se equivoca –yo lo hago todos los días- debe tener la humildad de pedirle
disculpas al pueblo, corregir el error y hacer las cosas como corresponde.
Nadie es perfecto, sólo Dios nos puede ayudar a errar menos, esto es
central.
Por eso vengo de corazón a trabajar con
Felipe, con todos los intendentes y el intendente del Partido de la Costa ; vengo a trabajar con
ellos con todo, porque veo que esta es una zona de turismo, que conozco porque
he trabajado mucho en el tema, que tiene mucha fuerza, que puede multiplicar y
dinamizar las divisas. Pero el señor Intendente y los demás señores intendentes
solos no pueden, el Gobierno Nacional y el Gobierno Provincial tienen que ser
solidarios para que esta región crezca cada vez más rápido. Cuenten conmigo
permanentemente.
Además vengo caminando el país desde el
2003, los que dicen que ahora vamos pueblo a pueblo porque estamos en campaña
conmigo se van a equivocar, porque yo voy a seguir pueblo a pueblo junto a
todos los gobernadores, los intendentes y la gente fundamentalmente, de toda la
patria, caminando la
Argentina. Quiero ver la patria de cerca, quiero ver los
rostros de los argentinos de cerca.
Días pasados veía a un intendente a quien quiero
mucho en un discurso que decía - lo decía de corazón, buena persona él- “hemos
inaugurado tres, cuatro, cinco comedores”; después le expresé: “le pido
permiso, señor Intendente, para decirle una cosa, está bien que hay que hacer
comedores porque lo que nos fue pasando en la Argentina fue grave,
pero lo más importante – para eso estamos lanzando trabajo, planes de vivienda-
es que la familia vuelva a comer en la casa, los padres con los hijos, los
hijos con los padres; que la familia, que la mamá y el papá puedan ver el libro
de la escuela con los chicos, que éstos puedan decirles cómo les fue en la
escuela, que puedan compartir la intimidad del amor del hogar.
Por eso espero que con el devenir de la Argentina nueva podamos
decir que estamos inaugurando barrios, escuelas, hospitales y que estamos
inaugurando el hogar de cada familia, porque cuando una familia tiene la casa
el amor se consolida y empieza a quedar puertas adentro, en esa intimidad con
sus hijos, que es una intimidad que no se puede superar con nada. Por eso
venimos con el segundo plan de viviendas, por eso vamos a seguir invirtiendo en
viviendas y por eso vamos a seguir construyendo una Argentina distinta.
Y lo que decía Felipe, que a mí me pasaba
mucho durante la campaña electoral presidencial. Veía a abuelos y abuelas
llorar, llorar frente a sus hijos amuchándose en las casas de los abuelos para
poder sobrevivir. No como esa Argentina de 50 años atrás, en la que los hijos
iban a estar mejor que los padres y los abuelos, y hablaban del trabajo del
hijo, de la universidad, del hijo que tenía futuro. Yo quiero volver a esa
Argentina donde los padres y los abuelos se queden tranquilos, que cuando vaya
llegando el final de su vida vean que su hijo está mucho mejor que él. ¡Qué
linda esa Argentina, que es la que nosotros tenemos que construir y llevar
adelante!
Cuando empezó el gobierno había 70.000
libretas de la construcción, 70.000 trabajadores; hoy hay 400.000 trabajadores.
Hay un 15 por ciento de mano de obra que están demandando las empresas, y por
aquellos lúcidos que vaya a saber por qué eliminaron las escuelas técnicas,
falta oficio. Por eso restituimos las escuelas técnicas, las escuelas de artes
y oficios, que son fundamentales para la Argentina.
Por eso aumentamos el presupuesto educativo
de 4 puntos del Producto Bruto Interno a 6, y por eso también queremos seguir
construyendo en la decisión nacional, que no es la decisión de un partido, que
no es la decisión de ningún iluminado ni de sectores que se creen –a veces
equivocadamente, de buena fe- que el poder les cae en las manos para siempre.
Lo primero que tenemos que aprender todos los dirigentes que estamos acá arriba
es que el ejercicio del poder, el ejercicio del gobierno es algo temporario, y
lo bueno en la democracia es el reciclaje permanente que permite que el pueblo
pueda ir optando y eligiendo.
Por eso la Justicia independiente,
por eso el cambio de la Corte ,
y por eso pudimos llegar a que se declare como corresponde la
inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, todo eso
que hizo tanto daño al país y que fue el germen de la impunidad en la
patria.
Queridos amigos, hoy vengo acá a construir
una amistad, yo quiero ser amigo de ustedes, circunstancial presidente de la
patria pero amigo eterno de ustedes, un pingüino que se acerca a abrazarlos con
toda la fuerza. Y de esta reunión, señor
Intendente, me llevo el afecto y el cariño de los argentinos; construimos una
amistad, para mí no habrá recuerdo más imborrable.
También quiero decirles que los argentinos
tenemos que honrar a San Martín, Belgrano, Mariano Moreno, Yrigoyen, Perón y
Eva Perón, que fueron cimientos de una patria distinta.
Les puedo asegurar -lo comentamos con
Cristina- que cada beso, cada abrazo, cada mano apretada es un compromiso
interminable con nuestro pueblo. Yo como ustedes sueño con una clase
trabajadora reconstruida, con una clase media con movilidad ascendente, una
clase media pujante y transformadora de la patria, que vuelva a crecer con la
fuerza que este país necesita. También con empresarios nacionales, que se
termine ese espejismo por el que durante la década del noventa les hicieron
creer a muchos empresarios que había que vender sus empresas y transformarse en
gerentes de intereses foráneos. Hoy los veo reconstruyendo sus empresas,
reconstruyendo el empresariado nacional, veo la aparición de las PyMES. Por eso
propusimos que todo lo que va a inversión no pague impuesto a las ganancias
-espero que la Cámara
lo apruebe cuanto antes- para que las PyMES vayan para adelante, que son la
base central del cambio y del destino de la Argentina.
Muchas gracias de corazón, acuérdense que yo
como ustedes soy un ser humano que piensa, lucha, llora, siente y se angustia,
los únicos que me pueden ayudar a seguir llevando a la Argentina son ustedes.
Y a toda la Patria , desde la Capital Federal a
Jujuy, desde la
Capital Federal a Tierra del Fuego, desde la Capital Federal a la Costa , les pido que el 23 de
octubre se acuerden que de a poco estamos recuperando la Patria y que hay un pingüino
-que hoy se siente pingüino más que nunca con este calor- que está esperando la
mano solidaria y el voto solidario de todo el pueblo argentino. Muchísimas
gracias a la Costa ,
muchas gracias señor Intendente por el afecto, por regalarme su amistad, por
creer.
Muchas gracias por ser Patria y por levantar
la bandera de la Nación.
NESTOR KIRCHNER
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