DISCURSO EN VILLA
LUGANO
Néstor Kirchner
[19 de Mayo de 2007]
Un día, hace muchos años, estuve en este
querido barrio de Lugano de la mano de la familia Pandolfi y de otros amigos
que me traían cuando fui recién elegido como gobernador de mi provincia y
descubrí otra Capital Federal, descubrí otra realidad y descubrí que en Lugano
también se sufría como se sufre aún hoy en el país federal, en el país puertas
adentro; descubrí hermanos y hermanas en Lugano que no participaban de la renta
de esta querida Capital Federal y también descubrí seres humanos hermosos dispuestos
a dar todo sin pedir nada.
A partir de allí, comenzamos con esta loca idea para algunos de intentar cambiar la relación de fuerzas enla Argentina y animarnos,
con coraje, a construir un proyecto distinto, un proyecto que contuviera a
todos los argentinos.
A partir de allí, comenzamos con esta loca idea para algunos de intentar cambiar la relación de fuerzas en
En cada elección y en esta en la Capital Federal ,
queridos hermanos y hermanas, se discuten dos proyectos políticos, puede haber
cualquier tipo de alianzas, acuerdos o transacciones políticas o de otro tipo,
pero tengan en claro que lo que se discute o es un país para todos o tratar de
volver al país para unos pocos.
Lo que se discute con absoluta claridad es
si nosotros somos capaces de incorporar definitivamente al país con la Capital y a la Capital con el país o
seguimos teniendo una Capital que mira al país como si el país fuera distinto a
la Capital.
Yo estoy seguro, porque conozco a los
capitalinos, piensen como piensen, que son parte viva de la Argentina y van a ser el
gran esfuerzo de abrazar a la
Capital con el país y al país con la Capital para que la Argentina en su conjunto
tenga la potencialidad de un proyecto que pueda avanzar con la fuerza que todos
necesitamos.
Pero no se puede tratar de obtener victorias
de cualquier manera, no sirve ganar por ganar una elección. Por eso nosotros
confiamos en Filmus y en Heller, queremos ganar una elección con candidatos que
garanticen un proyecto transformador, no en el discurso, sino en la acción
cotidiana, en la acción permanente.
Nosotros sabemos que algunos dicen que la Capital vota distinto que
el país, ese es el discurso de aquellos que están buscando una retaguardia
porque saben que el país está avanzando decididamente hacia el cambio. Es el
discurso de los que quieren hacer de la Capital un rancho aparte.
Yo les digo a los intelectuales, a los
universitarios, profesionales, trabajadores, a la clase media de la Capital Federal ,
que tengan en claro –y sé que lo tienen- que es fundamental hermanarse con el
conjunto de la Argentina
para construir esa Argentina con autonomía, esa Argentina con decisión.
Yo me pregunto: ¿hay algún capitalino
argentino que pueda estar en contra de esta decisión concreta que tenemos de
llevar adelante la recuperación de la memoria, la justicia, el castigo a los
que cometieron los horrendos crímenes y que definitivamente la Nación Argentina recupere altiva la memoria de honrar a sus próceres y a las instituciones como corresponde?
Me pregunto seriamente si hay algún
argentino capitalino que diga que está en desacuerdo con la negociación de la
deuda externa que llevamos adelante donde ahorramos por primera vez en la
historia 70 mil millones de dólares a los bolsillos argentinos.
Yo me pregunto si hay alguien que pueda
estar en desacuerdo en haber dicho “chau, Fondo, los argentinos recuperamos
nuestra dignidad, nuestra memoria y nuestra capacidad de decisión”.
Me pregunto si hay algún argentino que viva
en esta querida Capital que no se puede sentir con esperanza cuando ve que la
pobreza bajó del 60 por ciento al 26,9, que la indigencia bajó del 27 al 8,8 y
que la desocupación bajó casi del 27, 30 por ciento a un promedio del 9. Es una
Argentina que se va integrando, es una Argentina que va recuperando sus mejores
valores, pero todos sabemos que todavía estamos en el infierno y con Daniel
esto lo percibimos con absoluta claridad.
Cuando veíamos que las empresas solicitaban
mano de obra con especialización, mano de obra capacitada y nuestros chicos,
nuestros hermanos jóvenes, habían quedado absolutamente desplazados de la
estructura productiva en el década del 90 porque no tenían oficio, Daniel
Filmus implementó nuevamente las escuelas técnicas en la Argentina para darles a
nuestros chicos los instrumentos de trabajo y dignidad.
Ahora me pregunto si puede haber un proceso
transformador en la
Argentina , cuando el 10 de diciembre salgamos del infierno,
si no hay un proyecto educacional que garantice esa transformación. Esa nueva
ley de educación democrática, plural que llevó adelante Daniel Filmus y que se
está empezando de implementar en toda la Argentina va a garantizar que realmente tengamos
la construcción de la equidad, la integración, la inclusión y educación para
todos los argentinos. Es un verdadero ejemplo de práctica democrática y plural
y una ley de educación que nos contiene a todos.
También, para que esa Ley de Educación no
sea solamente una ley, dijimos cómo la vamos a financiar y Daniel Filmus
consiguió, convenció y nos hizo entender a todos la necesidad de que esté
instrumentado por ley y que hacia el Bicentenario 6 puntos del Producto Bruto
Interno Nacional sean destinados a la educación como elementos concretos y
reales que permitan la transformación en la Argentina.
Por eso hablamos de dos proyectos: nosotros
que queremos que el país se vuelva a industrializar como lo está haciendo;
nosotros que queremos con todas nuestras fuerzas que el país vuelva con la
fuerza de la construcción a forjar los instrumentos, las herramientas y los
cambios que la Patria
necesita; nosotros qué queremos la construcción de un país con decisión
nacional; nosotros que queremos que vuelva la industria de la autoparte y el
trabajo digno que permita la inclusión de miles y miles de argentinos; nosotros
qué queremos recuperar la capacidad de producción con valor agregado en nuestra
Argentina. Fíjense ustedes que en la Argentina el 48 por ciento de las exportaciones
hoy son con valor agregado, son manufacturas industriales; fíjense el
crecimiento de las exportaciones, el crecimiento de la industria, el primer
trimestre la Argentina
volvió a crecer el 8 por ciento.
Por eso yo les pido capitalinos: hay otros
que les interesa ganar la elección de cualquier forma y sin principios, por lo
menos a mi juicio; está bien, la democracia lo permite, pero tengamos la
claridad absoluta, ganar para claudicar a nosotros no nos interesa, a nosotros
nos interesa ganar para cambiar, para transformar, para abrir los nuevos
vientos, para abrir las nuevas avenidas, para abrir las esperanzas de una
Patria diferente, distinta.
A nosotros nos interesa tener la iniciativa
política para que Lugano, por dar un ejemplo, como tantas otras villas de la Capital , no sea un
instrumento de cambio en las elecciones. Se acuerdan que hay compañeros que
padecen pobreza cuando hay elecciones y entonces hablan de Lugano y de los
lugares marginales de la
Capital , pero cuando tienen que conducir no aparecen nunca
por Lugano ni aparecen por la periferia de la Capital. Nosotros
queremos que Lugano vaya hacia el centro y tenga los beneficios del centro de la Capital , así como otras
villas que existen en la
Argentina , que existen en la Capital Federal.
Por eso, queridos hermanos y hermanas, debe
tener absolutamente en claro esto y a todos los argentinos les digo que estos
dos proyectos de país van a confrontar indudablemente en las urnas en forma
permanente, los que quieren volver a la década del 90 con aquel proyecto que
empezó en 1976 y que muchos de ellos aplaudieron y los que estamos tratando de
construir en forma plural un proyecto que nos permita generar la alternativa
que necesita nuestro país, un proyecto no sectario, terminar con el sectarismo,
esto no lo va a solucionar solamente un partido o un sector o una visión.
Aquellos que por muchos años hemos militado con nuestras fuerzas en el
movimiento nacional y popular permanentemente, somos quienes más entendemos este
tema. Es fundamental generar un amplio espacio, un amplio ámbito, coordinando
la construcción de un proyecto integrador nacional que nos permita construir la Argentina que deseamos,
sin hegemonismo de ningún sector, con el hegemonismo del pueblo que garantice
la transformación.
Pero seamos amplios, seamos plurales,
abramos los brazos a todos aquellos que quieren caminar en la construcción de
la nueva Argentina y sepamos respetarnos las diferencias; sepamos respetarnos
las visiones que podamos tener distintas de cada punto.
Y a los otros, a los que van a competir
también por la iniciativa de la conducción de la Capital Federal ,
les decimos que tenemos nuestros brazos abiertos, que no vamos a responder
agravio con agravio, que no vamos a responder descalificación con
descalificación, que no vamos a caer en lo que ellos dicen que no se debe hacer
pero que hacen en campañas sucias o en hechos que lastimen la moral, la
idoneidad y la hidalguía de todos los porteños.
El proyecto que encabezan Filmus y Heller en
la Capital Federal
es un proyecto integrador, amplio, con amor, con pasión, sin necesidad de
responder a actitudes totalmente equivocadas con otras, porque ése sería un
gran error.
Queremos abrir los brazos, queremos abrir
los corazones, en el Día de la
Escarapela queremos abrazarnos a la patria y decirle a la Argentina toda y a la Capital Federal
toda, que nosotros queremos una patria para todos, y en una patria para todos
no hay lugar para rencores, no hay lugar para broncas, no hay lugar para tratar
de generar confrontaciones innecesarias.
¡Vamos con todo, vamos todos juntos, vamos
con pluralidad, vamos con fuerza, vamos con las convicciones, vamos con los
principios, vamos por las ideas, vamos por nuestra historia, vamos por nuestros
próceres, vamos por nuestra dignidad, vamos por un país para todos y con una
Capital integrada!
Muchísimas gracias Lugano, muchísimas
gracias hermanos, ¡con fuerza, con alegría, con vocación de lo que pensamos,
que se abran las avenidas de la patria para todos los argentinos sin ningún
tipo de distinción.
Muchísimas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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