junio 21, 2012

Discurso de Nestor Kirchner en Cipoletti, Río Negro (2005)

DISCURSO EN CIPOLETTI, PROVINCIA DE RÍO NEGRO
Néstor Kirchner
[3 de Mayo de 2005]

Señor gobernador de la provincia de Río Negro, amigo Miguel Angel Saiz; querido amigo y joven intendente de la querida ciudad de Cipolletti, que lo abrazo fuertemente también; intendentes y dirigentes de todas las localidades, una sola palabra acompañado de dos adjetivos, para el pueblo de toda la patria: acá, en este gimnasio, los que están adentro y los hermanos que están afuera, están luchando y el Gobierno los está acompañando para que este lugar de tierra patria, la Patagonia Rionegrina, deje de ser la periferia del país definitivamente para integrarse como corresponde. 
A los que estamos acá, a los que aprendimos la lección del olvido, jamás nos pueden dividir consignas ni marchas partidarias; nos une la lucha por tener una nación, por pelear por los pobres, por pelear por los que menos tienen, por volver a poner de pie la bandera, el escudo, la escarapela y los grandes valores de la argentinidad. 
Hemos sufrido hasta hace nada más que dos años el ver pelearse a los dirigentes entre sí, ver como se derrumbaba la Argentina y como se escapaban de las responsabilidades que tenían.
Yo les vengo a pedir a ustedes no que me sigan, porque ya vimos lo que nos pasó, sino que les vengo a pedir, rionegrinos, que me ayuden, que me ayuden a poner la patria de pie, que me den una mano, que me arrimen el corazón, el afecto y el cariño para poder escribir la nueva historia que la Argentina necesita. 
Todos ustedes saben con los intereses que luchamos –escúchenme bien-, y nosotros los argentinos tenemos que aprender la lección de la historia. Cuando la Argentina se derrumbaba, nos fueron cerrando todas las puertas, todos se abalanzaban como aves de rapiña sobre la pobre Argentina, sobre los pobres argentinos que luchábamos como podíamos. Hoy, que la estamos tratando de recuperar, todavía esos intereses están vivos, esos intereses nos quieren doblar el codo, la mano y la rodilla, pero que tengan en cuenta que enfrente hay un Presidente y un pueblo dispuestos a no claudicar en defensa de los intereses de la patria. 
No vine a ser Presidente para tratar de gozar los honores del cargo y, como algunos se quejan por allá o por allí diciendo que tengo que hacer más relaciones públicas y a veces que me tengo que callar la boca, que sepa todo el pueblo argentino desde acá de Cipolletti, desde acá de Río Negro, que no estoy especulando, no me importan los costos, no me voy a callar la boca, sino que voy a defender los intereses de la patria. 
Es fundamental tener en claro que a los que nos piden normas de buena educación y a los que se quejan porque a veces ando con el saco abierto, no les preocupa si me visto mejor o peor, lo que están haciendo es tratar de atacarnos de cualquier manera porque quieren dirigentes separados de su pueblo y entre esos intereses y el pueblo argentino, me abrazo al pueblo argentino incondicionalmente. 
Siempre voy a tener grabado en mi memoria cómo me ha recibido el pueblo de Cipolletti allá por diciembre de 2002. Era un patagónico que caminaba solo por las rutas de la patria tratando de buscar la forma de generar un proyecto alternativo y el pueblo de Cipolletti me abrió las manos, me abrió el corazón y hoy me vengo a abrazar con ellos y agradecerles semejante gesto. 
Tenemos que dar la gran batalla de la recuperación nacional y lo estamos haciendo. Hay algunos que dicen “tal país demoró veinte años en recuperarse”, “tal otro país demoró veinticinco años” y los mismos intereses quieren que la Argentina en dos años salga del infierno en el que estaba. Nos estamos recuperando y nos va a llevar más tiempo, pero vamos a salir del infierno y vamos a poner a la Argentina –como lo estamos haciendo- de pie.
Nos decían que venía la inflación y ahí está el dato de hoy, que fue 0.5; nos decían que caía la recaudación y está el dato de ayer; nos decían que las provincias no iban a tener fondos y todas las provincias tienen más de doce mil millones de pesos guardados entre todas porque hay un gobierno federal, hay un gobierno que aporta y apoya permanentemente el federalismo en este país.
Pero también solo esta batalla no se puede dar. Les comentaba al señor Gobernador, al señor Intendente y a quienes me acompañan que es fundamental terminar con el doble discurso. Yo les pido con absoluta humildad, allá de donde vengo, de una provincia chica y alejada, abrazada a esta tierra patagónica, tan argentina como Río Negro, Jujuy, Santiago del Estero y todas las otras provincias de la patria, que también me ayuden en el Congreso de la Nación, necesito diputados que me acompañen, no que me condicionen, necesito diputados que me vayan dando la fuerza. 
Por eso, prácticamente, los senadores de Río Negro, inclusive de distinto partido, me han acompañado y algunos otros legisladores también. Pero es fundamental, es todos los días ir dando una batalla distinta.
Por eso digo que hay momentos en la vida de un país que son definitorios: con mis errores, con mis aciertos, estoy dejando todo lo que puedo para que esta Argentina cambie, pero si el pueblo argentino en octubre dice “sí, levante la bandera más fuerte que lo acompañamos, que lo ayudamos”, iremos hacia delante, no tengo ninguna duda que vamos a poder seguir avanzando. Si el pueblo argentino me dice “vamos Presidente que el coraje criollo está presente”, si el pueblo argentino me dice “acá estamos los hombres y las mujeres del Norte acompañándolo”, si el pueblo argentino me dice “acá estamos los hombres de la Patagonia, acá estamo los porteños”, si acá estamos todos los argentinos diciendo “es la hora de la patria”, yo se los voy a agradecer con mis brazos y voy a estar al frente de ustedes dando la batalla que hay que dar. 
Señor Gobernador: es la cuarta vez que nos encontramos en Río Negro, hemos trabajado muy bien juntos, con absoluta lealtad y pensando en la patria al igual que con los señores intendentes. Estoy reconocido y les digo a todos que hay algunos que en esta Argentina, que no son por supuesto mis hermanos y hermanas que están allí y que los quiero y les agradezco la presencia, que se quieren quedar con la recuperación del país; hay algunos que quieren el modelo de concentración económica; hay algunos –les pido de corazón que escuchen bien esto que está por arriba de cualquier bandería circunstancial, tenemos que estar muy presentes- que quieren seguir con la vieja Argentina, con la Argentina de la concentración económica, que no son los partidos nacionales y populares. Estos son los que tienen que sembrar la semilla para que alumbre la patria que todos nosotros deseamos.
Por eso, queridos amigos y amigas, estoy feliz de compartir con todos ustedes este acto democrático y les digo que tengamos fe en nuestras fuerzas, tengamos fe en la Argentina, tengamos fe en nuestra bandera, tengamos un solo himno, el himno nacional, tengamos un solo objetivo, la patria. Los rionegrinos, los hermanos de Cipolletti, de Río Negro; los de la Patagonia y toda la Patagonia; los porteños, los del Norte, todos juntos para hacer esa Argentina que deseamos.
Mucha fuerza, muchas ganas, mucha decisión, hay que llevar a la Argentina adelante.
Yo les agradezco profundamente y, para terminar, les vuelvo a dejar mi saludo profundo y el pedido de un hombre común: yo los necesito, acuérdense de cada momento e instancia de la batalla que estamos dando; yo les pido de corazón que me ayuden; yo les pido que me den la fuerza para acompañarme en las avenidas de la patria, para caminar las rutas de los argentinos, para devolverles la felicidad y la sonrisa a los que no la tienen, para hacer un país más justo, les pido hermanas y hermanos de Cipolletti y de Río Negro, no importa de qué bandería sean, que una vez en la vida pensemos primero en la patria, primero en la Argentina y que entre todos ayudemos a consolidar este proceso de cambio.
Muchísimas gracias, muchas gracias, Río Negro, muchas gracias a todas las fuerzas democráticas, muchas gracias por este ejemplo de civilidad, muchas gracias por este ejemplo de Sur, por este ejemplo de Patagonia y de lucha, muchas gracias por los ejemplos de argentinidad.
Los abrazo y que con una bandera argentina en nuestro corazón pensemos en aquellos hermanos que nos necesitan.
Gracias Río Negro, gracias Cipolletti, gracias señores diputados nacionales e intendentes, señor Intendente, señor Gobernador.
¡Viva Río Negro y viva Cipolletti!
Muchas gracias.
NESTOR KIRCHNER

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