Néstor Kirchner
[17 de Octubre de
2005]
Hace 33 años en la ciudad de La Plata , en el Club Atenas,
compartíamos un 17 de octubre con la fórmula Héctor Cámpora - Solano Lima;
luego el 12 de octubre de 1973 compartíamos la Plaza de Mayo con la asunción de la tercera
presidencia del general Juan Domingo Perón.
En aquellas dos oportunidades miles y miles de jóvenes, muchos hoy ausentes por el genocidio de la dictadura militar, nos abrazamos a la causa nacional y popular definitivamente, nos incorporamos al peronismo como instrumento de cambio, como instrumento del amanecer de un nuevo país. Lo que pasó, no nos hizo quebrar las convicciones ni la fe, por el contrario, más fe y más convicciones que un partido, porque una patria y un país para todos es absolutamente posible.
En aquellas dos oportunidades miles y miles de jóvenes, muchos hoy ausentes por el genocidio de la dictadura militar, nos abrazamos a la causa nacional y popular definitivamente, nos incorporamos al peronismo como instrumento de cambio, como instrumento del amanecer de un nuevo país. Lo que pasó, no nos hizo quebrar las convicciones ni la fe, por el contrario, más fe y más convicciones que un partido, porque una patria y un país para todos es absolutamente posible.
En el año 2002, el 17 de octubre también
estuve en Rosario, cuando llevaba adelante la candidatura presidencial,
pidiéndole ayuda a los rosarinos que me acompañen. Muchas gracias, Rosario,
muchas gracias Santa Fe, muchas gracias por vuestro acompañamiento.
Venimos en nombre de la convivencia de todos
los argentinos, venimos con nuestra autocrítica en la mano; sabemos cómo y
quiénes fueron los que generaron las máximas responsabilidades del decaimiento
argentino, pero eso no solamente fue responsable la dirigencia claudicante de
nuestro movimiento, sino también estuvieron aquellos que en nombre de la
alianza aplicaron los propios principios y llevaron al país al verdadero caos.
Hay que asumir con responsabilidad la autocrítica; no fue de un solo sector
dirigencial de la patria, sino una la responsabilidad colectiva que
lamentablemente pagó el pueblo argentino y los responsables están a los ojos y
a las caras de todos los argentinos.
Así, hoy los vemos aparecer nuevamente a
muchos de ellos como si el pueblo no tuviera memoria. Yo le pido a los
argentinos, memoria y convivencia, pero memoria, porque cuando veo aparecer a
algunos dirigentes en algunas provincias argentinas y en la Capital Federal ,
creo que muchas veces le están tomando el pelo al propio pueblo argentino,
porque creen que el pueblo argentino no tiene memoria, y no tengan ninguna duda
que el 23 de octubre va a quedar comprobada la memoria, el presente y el futuro
que el pueblo argentino tiene para la construcción de la nueva patria que es
fundamental.
Claro que la construcción de la nueva
Argentina no es una tarea fácil, claro que algunos se fueron en helicóptero,
claro que otros desaparecieron de sus responsabilidades, claro que muchos de
los que se escondieron debajo de los sillones, hoy me piden a mí que apenas en
dos años haga todo lo que tenga que hacer. No se hagan problema que pondremos
todo el esfuerzo que hay que poner, que asumiremos toda la responsabilidad que
hay que asumir, que corregiremos todos los errores que tengamos que corregir,
pero nunca nos verán salir, nunca nos verán escapar y siempre nos verán poner
la cara frente al pueblo argentino, luchando junto al pueblo argentino por las
banderas del pueblo argentino, por la Bandera de la Patria.
Hoy vengo a Rosario con la mayor de las
grandezas; no vengo a condicionar inversiones de ningún tipo ni vengo a hacer
especulaciones. Vengo a ser leal con mi historia, vengo a ser leal con la
visión de país que tengo y trato de no tener un pie acá y otro pie allá; quiero
tenerlo al lado de los humildes, los trabajadores, la clase media, el
empresariado nacional y de este pueblo de Rosario que tanto ha luchado para
salir de la marginalidad y el olvido.
No vengo a decirle a los rosarinos, porque
los amo, los adoro y los respeto como verdadero símbolo de dignidad nacional,
hagan esto porque si no tendrán esto. Se terminó la época de los mercenarios en
la Argentina ;
los rosarinos de todas las ideas me van a poder contar siempre como Presidente
de los argentinos, porque voy a estar incondicionalmente a disposición de
Rosario y de Santa Fe permanentemente con todas mis fuerzas y todas mis ganas.
Porque cuando se cree en alguien no se
condiciona el apoyo; cuando se le tiene fe a alguien siempre desde la verdad
relativa se lo ayuda. Creo en cada rosarino y en cada rosarina y jamás
condicionaría vuestro apoyo. Yo los apoyo rosarinos y voy a seguir haciendo
todas las obras que hay que hacer en este querido Rosario y en esta provincia
de Santa Fe.
Sí les vengo a pedir ayuda, soy un humilde
patagónico, un argentino que desde tiempos de la historia le toca conducir la Patria ; solo no puedo. Soy
un ser humano como ustedes, con errores y aciertos. Pero yo les quiero decir
algo, ustedes saben que a veces hasta los propios tratan de condicionar
aplicando los métodos de la vieja política, determinaciones y decisiones que
son fundamentales para la
Patria. En un lugar donde hay tanta conciencia nacional como
es Rosario, que no es la capital nacional de ningún partido sino la capital
nacional del orgullo de todos los argentinos, ese Rosario es el que quiero yo,
la capital nacional del orgullo de todos los argentinos, es central y
fundamental, del orgullo y de la dignidad de los argentinos.
A esos rosarinos dignos que hicieron lo que
tenían que hacer en cada momento de la historia, hay un hombre del Sur, un
pingüino, como le dicen algunos para tratar de desprestigiarlo, pero me siento
pingüino con orgullo, les vengo a decir que el día 23 de octubre, cuando se
vayan acercando a la urna, por Dios, vayamos olvidando a qué sector político
pertenecemos, pensemos en la
Argentina y que se den cuenta que allá hay un pingüino que
está solo y que necesita la ayuda de cada uno de ustedes para seguir cambiando la Patria. Les vengo a
pedir que me den su ayuda solidaria, que me den su apoyo para poder seguir
haciendo lo que hay que hacer.
Por eso creo firmemente en mi querido amigo
Rossi, que no preguntó ni si estamos adelante o atrás en las encuestas, no
preguntó si el Presidente lo iba a apoyar o no, solamente pensó en Rosario y en
la Patria y se
jugó, es un hombre valiente y acá lo vengo a apoyar con todas mis fuerzas. No especuló con que si había diez puntos más
o diez puntos menos, vino a pensar en lo que necesitamos los argentinos, una
Argentina que gracias a Dios está bastante mejor de lo que estaba el 25 de mayo
del 2003.
Hemos crecido a un promedio del 8 y el 9 por
ciento anual; prácticamente la desocupación la hemos llevado al 11.3 en forma
nacional; hemos bajado el índice de mortalidad infantil a niveles que no se
conocían; hemos generado superávit fiscal primario; hemos bajado la indigencia
a la mitad; hemos bajado la pobreza 17 puntos; hemos logrado en forma permanente
el mejoramiento de todos los índices, y por más que le pese a alguno, no en la
medida que queremos pero hemos mejorado la distribución del ingreso. Claro que
hay algunos que hablan y hablan, y nunca hicieron nada, nosotros mostramos la
realidad de la inversión, la realidad del crecimiento, la realidad de la
generación de trabajo. Generamos una Corte Suprema de Justicia independiente;
generamos la inconstitucionalidad de la
Ley de Obediencia Debida y de Punto Final; estamos generando
y movilizamos todo el sector productivo y agropecuario; generamos un
crecimiento industrial que hace rato no se ve en la Argentina.
Por qué no nos van a apoyar en un lugar como
Santa Fe, que se ha visto realmente favorecida con todo este crecimiento, y
Rosario. Les pido rosarinos su mano, tómenme de la mano y llévenme a hacer las
cosas que hacen falta en la
Patria.
En esta asamblea, que tenemos hoy, nosotros
también abrazamos a todos los demás
que no piensan como nosotros. No vengo a
descalificar a nadie, solamente vengo a pedir que nos ayuden a construir el
país distinto. No vengo a decir que somos mejores que nadie, pero en este
tiempo de la historia la responsabilidad de conducir es nuestra, y somos los
que más podemos hacer para que las cosas cambien, y si tenemos el respaldo
popular atrás mucho más vamos a poder hacer, esto es lo que vengo a pedir. No
vengo a descalificar al otro, me vengo a abrazar al otro, pero les vengo a
pedir a todos que me ayuden, para yo poder ayudarlos a todos y al otro también,
para hacer el Rosario, la
Santa Fe y la
Patria que necesitamos.
Queridos hermanos, desde esta querida
Rosario a la Patria
toda les digo que el día 23 de octubre no es una fecha más, estamos tan cerca
del futuro como del pasado. Ya sabemos lo que nos pasó en el pasado; por Dios,
apostemos al futuro que es lo que nos va a dar la Patria que nos contenga a
todos, esa Bandera que nos llene a todos los argentinos, esa Escarapela, que
nos haga volver a sentir dignos, esa Patria que la volvamos a sentir como
propia.
Rosarinos y rosarinas, santafesinos: muchas
gracias por compartir este día, estoy acá junto a ustedes. Vengo con el mismo espíritu, con la misma
actitud generosa, vengo a una tierra que amo. Les agradezco profundamente,
tomémonos de la mano, abramos las avenidas de Rosario para el país, para que
Rosario vuelva, como está volviendo a ser, la gran cuna del crecimiento
argentino, para este Rosario cultural, para este Rosario que es un verdadero
ejemplo, para este Rosario que defiende la educación y el trabajo, rosarinos gracias,
santafesinos gracias, fuerza.
Acuérdense del pingüino que les pide que lo
ayuden, acuérdense del sureño, acuérdense cuando se acerquen a la urna,
acuérdense que los necesita, acuérdense que si lo ayudan vamos a seguir
creciendo, acuérdense que los está esperando, acuérdense de que está soñando
con ustedes, y acuérdense de que sé que ustedes no me van a fallar.
Muchísimas gracias Rosario, muchas gracias
Santa Fe, muchas gracias Agustín.
NESTOR KIRCHNER
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