DISCURSO EN EL ACTO DE
REIVINDICACIÓN DEL CAUDILLO FELIPE VARELA, EN SAN FERNANDO DEL VALLE DE
CATAMARCA
Cristina Fernández
[5 de Junio de 2012]
Gracias,
muchas gracias.
Hacía
un tiempito que no venía a Catamarca. Me acuerdo que la última vez que vine fue
para inaugurar una fábrica recuperada y la verdad que hoy me ha recibido con un
clima maravilloso.
Señora Gobernadora; señor Vicegobernador; señor Intendente; queridos gobernadores de Salta, deLa Rioja
y de Santiago del Estero; queridos y queridas catamarqueñas y catamarqueños: la
verdad que cuando recién escuchaba a Lucía enumerar algunas de las obras, de
las tantísimas obras, escuelas, rutas, obras hídricas a lo largo y a lo ancho
de Catamarca y a lo largo y a lo ancho del país o cuando recién escuchaba a
Hugo Sigma inaugurar esta fábrica de productos medicinales monoclonales, la
primera en Sudamérica para el tratamiento de enfermedades oncológicas o cuando
recién escuchaba al sacerdote agradecer la reconstrucción y la restauración del
seminario…
Señora Gobernadora; señor Vicegobernador; señor Intendente; queridos gobernadores de Salta, de
Pero
yo no vengo hoy a hablar de obras. A mí me encanta hablar de las obras, pero yo
hoy quiero hablar de otras cosas, quiero hablar de la memoria, quiero hablar de
la verdad histórica y quiero hablar de la dignidad de los pueblos. Y porque
quiero hablar de esas cosas, es que hoy vine a entregarles el decreto que
ordena general de la Nación
al coronel Felipe Varela.
Ese
Felipe Varela que, como tantos otros patriotas, fue desaparecido, escondido y
muchas veces calumniado por la historiografía oficial y hasta por la música
también: hay una zamba por ahí que dice “Felipe
viene matando y se va”, como si hubiera sido un asesino o un vándalo, y
cuando en realidad, en la historiografía oficial se escondieron los verdaderos
crímenes que se cometieron en el interior del país masacrando a los caudillos
federales.
Todavía
recuerdo el libro de otro argentino, que no es de nuestro partido y que tampoco
es catamarqueño, es riojano, que me regalara Beder cuando estuve y que se llama
“Los coroneles de Mitre”, donde
relata cómo pasaron a degüello a cientos y cientos de riojanos de una manera
atroz.
También
intentaron sepultar la memoria de los desaparecidos durante la última dictadura
militar como también quisieron la impunidad, pero no pudieron porque mujeres de
pañuelos blancos salvaron la memoria como también lo hizo -y quiero recordarla-
Dolores Díaz, “la Trigra ”.
Anotíciense: en 1867, en la batalla de Pozo de Vargas, cuando se cae del
caballo muerto, a Felipe Varela, lo iban a lancear y una mujer, a la que
apodaban “la Tigra ”, lo levantó, lo puso en las ancas de su
caballo y lo salvó. Esto para que sepan el rol que hemos tenido también las
mujeres en la lucha por la independencia y por el federalismo y que nada es
casual.
Una
mujer que, junto a otras mujeres, luego fue encarcelada, pero miren lo que son
las cosas de la historia: se la llevaron presa a Santiago del Estero y las
tuvieron allí porque peleaban en las montoneras federales.
Por
eso, hoy 4 de junio, que se cumplen 142 años de la muerte de Felipe Varela, es
una fecha que también trae muchos recuerdos, muchas memorias: allá en 1870,
murió Felipe Varela, tísico en Chile; también un 4 de junio de 1940, hoy hace
42 años, moría otro militar, el general Mosconi, otro patriota también……; un 4
de junio de 1952, hoy hace 60 años, asumía el general Perón su segunda
presidencia con el voto femenino y con Eva Perón al lado... …,la gran
responsable de haber obtenido el voto para las mujeres, y este 4 de junio, hoy,
hace pocas horas se acaba de constituir el Directorio Nacional y Federal de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales recuperada para todos los argentinos. ¡Qué 4
de junio, eh!
La
verdad que la designación de esos 17 directores, de los cuales 16 corresponden
al Estado nacional, a los Estados federales y también a los trabajadores, es un
símbolo también que se haya hecho un 4 de junio. La verdad que no fue una cosa diagramada
para que fuera un 4 de junio, sino que fue que los términos que obliga la Ley de Sociedades y los
términos que obliga el propio Estatuto de YPF, dieron que todo el proceso,
precisamente, culminara con la elección de su Directorio, de su órgano societario
allá en la ciudad de Buenos Aires este 4 de junio.
Uno
piensa en el tiempo perdido, uno piensa en tantos millones de argentinos
anónimos, olvidados y sepultados en la memoria de su pueblo y creo que uno
piensa también en esta reivindicación que hoy estamos haciendo de Felipe
Varela, que fue, no solamente un hombre de compromiso federal, sino que fue,
además, un hombre de profundo contenido americanista que se enfrentó a Mitre
por la guerra genocida de la
Triple Alianza donde se masacró al pueblo paraguayo siendo
uno de sus opositores más firmes.
La
primera historiografía revisionista que habla sobre cómo Felipe Varela había
luchado y había tenido diferencias con Juan Manuel de Rosas, lo ocultó y esas
son las cosas que no tenemos que hacer más. Porque si es imposible encontrar
personas perfectas, que hayan acertado en todas y cada una de las etapas de sus
vidas, lo importante es el saldo histórico de cada uno de nosotros. Y ese
hombre americanista, que proclamaba la unidad de los americanos…
Hoy
me emocionó mucho la intendenta de Valle Viejo cuando me recibió con la foto
puesta en un cuadro muy lindo, donde en una punta estaba Felipe Varela, en la
otra punta estaba Néstor y decía: “Uno
fue americanista, allá en la época de la guerra de La Triple Alianza y
otro fue el primer secretario general de la UNASUR , también con profundo sentido de la América del Sur”.
También
hicimos lo mismo con Juana Azurduy, proclamándola generala del Ejército
Argentino, para llegar a conocer la verdadera historia, para desenterrar
literalmente a los que fueron sepultados para que no se conociera la verdad.
A
nosotros nos presentaron la historia fragmentada, como que nada tuviera que ver
con nada, como si cada cosa no tuviera una causalidad. Y la verdad que cuando
uno mira a nuestro país, la República Argentina , con su diversidad geográfica
y cultural, sus incontables riquezas, tanto en minerales como climatológicas,
de tierra, de recursos humanos -nuestra principal riqueza-, nuestro pueblo,
esos universitarios orgullosos de ser egresados de la universidad pública
nacional y gratuita que hoy retornan al país… devolverle lo que el país les dio
y que en algún momento les quitó, yo me siento tan orgullosa de cada una de
estas cosas que aparecen todos los días, desde esta fábrica, desde la
reparación de un monumento histórico que además alberga a estudiantes
argentinos, de este reconocimiento a un hombre como Felipe Varela que es, en
definitiva, el reconocimiento que nos hacemos a nosotros mismos los argentinos,
como hombres y mujeres capaces de hacer cosas que transformen la realidad y
mejoren la calidad de vida de todos los argentinos, que de eso se debe tratar
la política y no de ninguna otra cosa.
Esto
es recordar, rever. Y, en este sentido, les voy a contar algo: el otro día charlábamos
con los historiadores del Instituto Dorrego que me fueron a ver para entregarme
unos libros y también invitarme a algunos eventos y los 3 principales libros,
hoy “best sellers”, son libros
históricos.
Los
argentinos tienen ganas de saber, porque sienten que les han cambiado la
historia y que les han mentido mucho; tienen ganas de conocer quiénes fueron
los verdaderos patriotas porque como Felipe Varela, no pudieron dejarse un
diario de guardaespaldas histórico como hizo Bartolomé Mitre, o como el Chacho
Peñaloza tampoco lo pudo hacer, como tampoco lo pudieron hacer tantísimos
otros, como Facuando Quiroga, el “Tigre de los Llanos”, o Martín Miguel de
Güemes, que está ahí en mi despacho con Macacha, o como los hombres que
lograron cuidando la frontera norte que hoy seamos un país independiente.
El
otro día lo recordaba en Bariloche cuando hablaba de “los chisperos” French y
Beruti y la famosa anécdota de las escarapelas que, cuando éramos chiquitos y
leíamos Billiken, nos decían que era porque se trataba del Día de la Patria. Mas que el Día
de la Patria ,
era la marca, porque a ellos había que entregarles los fierros si era necesario
si el Virrey no se iba. Que le cuenten a la gente de una buena vez por todas,
la verdad para que se sepa.
Porque
nos venden la visión edulcorada y la verdad que lo más valioso de esos hombres
y mujeres es que no fueron santos ni ángeles, porque cuando uno es santo o
ángel, casi tiene la obligación de ser bueno, es imposible no ser bueno, por
eso sos santo o ángel.
Lo
importante es ser hombres y mujeres de carne y hueso y jugarse la vida por la
patria, por los ideales y por las convicciones, con errores y con aciertos,
pero jugarse la vida. Eso es, en
definitiva, lo que los han hecho diferentes; no eran perfectos, pero dieron su
vida por un proyecto colectivo de país y de nación. Y en el caso de Felipe
Varela, defendiendo a la patria grande como lo han hecho tantos.
Cuando
venimos a recordar estas cosas, cuando venimos a recordar a estos seres
olvidados, a propósito de nuestra historia, no venimos para dividir; al
contrario, nosotros sabemos más que nadie que la división nacional solo ayuda a
unos pocos. Venimos simplemente a que todos los argentinos conozcan la historia
completa para no volver a repetir viejos errores que nos enfrentaron a través
de consignas o conceptos culturales que poco tenían que ver con los intereses
concretos, económicos y sociales de cada uno de nosotros.
Queremos
una Argentina unida; queremos una sociedad que sepa cuáles son los objetivos;
queremos que en estos nueve años, con nuestros errores y con nuestros aciertos
-y esto no significa que tengan que adherir a nosotros a través de una ficha o
ideológicamente- reconozcan que hemos recuperado cosas que creíamos perdidas
definitivamente para todos los argentinos.
No
nos hace perfectos, no nos hace únicos, pero creo que nos hemos ganado un lugar
en la historia de este pueblo porque hemos dejado todo y hemos recibido muchas
veces la calumnia, la injuria y la difamación, pero no ya desde la política,
sino hasta en términos personales. ¡Qué no le dijeron a él, las cosas que tuvo
que sufrir! Él era muy fuerte, pero le llegaban mucho las cosas, tal vez
demasiado, y le llegan más cuando me atacaban a mí; sufrió mucho y tuvo que
hacer un esfuerzo muy grande.
Por
eso quiero decirles a todos los argentinos que casi parece un signo histórico
que en aquellos hombres y mujeres, que dieron tanto por la patria, que se nos
fueron tan pronto, esté esta historia que estamos rescatando, esta historia que
queremos conocer y que queremos hacer conocer al resto de los argentinos, no
para dividir, sino al contrario, para despertar definitivamente la conciencia
de los 40 millones que necesitamos imperiosamente la unidad nacional como
presupuesto básico del crecimiento y como la segunda independencia de nuestro
país, la de la economía, la del conocimiento, la de la ciencia, la de la
tecnología, la de la educación y la de la salud. Esa es nuestra segunda
independencia y por eso la vamos a seguir peleando todos los días en un mundo cada
vez más difícil.
Pero
aquí estamos y seguimos creciendo en medio de la tormenta, aunque parece que la
tormenta no acaba porque de Europa vienen rayos, truenos, relámpagos, lluvias y
ventarrones.
De
todas maneras, quiero decirles que vamos a seguir tomando todas las medidas que
tengamos que tomar para seguir creciendo y sosteniendo el trabajo de todos los
argentinos.
Por
eso quiero decirles también, que este laboratorio que estamos inaugurando hoy y
que da trabajo a 60 hombres y mujeres muy calificados, es parte de otro
proyecto de otro laboratorio del mismo grupo que en octubre lo vamos a
inaugurar y que lo hacemos también con financiamiento del Estado a través del
Proyecto de Préstamos del Bicentenario.
Estamos
decididos a seguir sustituyendo importaciones pese a las críticas interesadas
que nos hacen algunos que solamente vivieron importando cosas; queremos
que inviertan para que esas cosas puedan
hacerse en el país y generen trabajo para los argentinos.
Por
eso, no les pedimos que dejen de ganar plata, los empresarios tienen que ganar
plata; simplemente les pedimos que inviertan en el país para sustituir
importaciones, que es generar trabajo para los argentinos. Porque además,
estamos haciendo una formidable inversión en educación y capacitación de nuestros
recursos humanos.
Por
eso, aunque también lo oculten, somos, según Naciones Unidas, el país que
mayores inversiones de calidad recibe: esto es que los que quieren invertir en
ciencia y tecnología, se deciden mayoritariamente por Argentina por la calidad
de los recursos humanos y de nuestra educación, educación pública y gratuita y
no solamente primaria y secundaria, sino también para la universidad.
¡Dios
mío!, tienen que pasar cosas en algún país vecino para que los argentinos nos
enteremos lo que significa tener universidad pública y gratuita y haber hecho
este Gobierno la inversión más importante que se tenga memoria en materia
universitaria. Diez universidades hemos creado.
Este
próximo jueves estaremos en la
Universidad de Lanús para inaugurar un nuevo laboratorio y
así lo haremos en todos y cada uno de los puntos del país, llevando la ciencia
y la tecnología.
Yo
tengo una obsesión. Miren: este siglo XXI vamos a necesitar energía, alimentos
y conocimiento; los que tengan estas tres cosas, van a ser de los grandes
protagonistas del siglo XXI y ahí quiero ver a mi país.
Para
eso necesitamos seguir sosteniendo la inversión, el consumo, la educación, en
definitiva, la convicción y el sentimiento. Porque esto no es solamente una
cuestión de razonamiento; esto también hay que sentirlo. Para poder hacerlo
bien, además de saber, hay que sentirlo. Hay muchos que saben mucho y no
entienden nada porque no miran con el corazón. El corazón te ayuda al
conocimiento para que realmente puedas ver más allá de lo que tus ojos
miran. Y esto es lo que muchas veces les
falta a algunos. Esperemos que cada vez sean menos; esperemos que cada vez haya
más argentinos que puedan ver por ellos mismos y no por lo que otros les
cuentan o les dicen o les escriben.
Si
es fácil mirar y escuchar a tu alrededor, acordarte cómo estábamos en el 2001,
en el 2002 y en el 2003 cuando llegó Néstor y cómo estamos hoy. Que estamos en
Disneylandia, no. ¿Y quién quiere estar en Disneylandia? Queremos estar en la Argentina , con nuestros
defectos, con nuestros errores, con lo que hemos hecho y con lo que todavía nos
falta. Pero siempre acá, en la
Argentina , nuestra casa y nuestro lugar.
Gracias,
Catamarca, muchas gracias, los quiero mucho a todos y mucha fuerza para seguir
adelante. ¡Fuerza!
CRISTINA FERNANDEZ
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