abril 09, 2013

Mensaje del Gobernador de Entre Ríos, Sergio D. Urribarri, en el acto de toma de posesión del cargo ante la Asamblea legislativa (2007)

MENSAJE
DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS
Sergio Daniel Urribarri
ANTE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
EN EL ACTO DE TOMA DE POSESION DE SU CARGO
EL 11 DE DICIEMBRE DE 2007

Es un orgullo para mí como lo sería para cualquier entrerriano estar aquí recibiendo de los legítimos representantes del pueblo las facultades para llevar adelante la más alta misión al que un entrerriano puede aspirar en su provincia.
Me presento entonces ante el pueblo de Entre Ríos no solamente para cumplir el rito de asunción como gobernador, sino para dejar expresado con claridad el plan político que anima mi gobierno.
El propósito de mi gobierno es contribuir a que Entre Ríos sea una provincia vital.
Una provincia vital es una provincia:

- con buena educación, con alta consideración del valor cultural.
- con un sistema productivo fuerte, dinámico que genere oportunidades y difunda ingresos y conocimiento con justicia, creando trabajo decente, buenos salarios e impuestos.
-una provincia vital es una provincia con un Estado moderno, bien relacionado con los ciudadanos y que gestione con eficacia, con inteligencia y cumpla adecuadamente con sus obligaciones básicas.
-una provincia con determinados valores positivos que la hagan única en ciertos sentidos.
-una provincia que tenga una marca de calidad, de ciudadanía.
-una provincia vital es una provincia segura porque coloca a la vida y la libertad en primer lugar.
-es una provincia sin indigentes ni excluidos por razones de nacimiento y que pelea permanentemente, e inteligentemente, contra la pobreza y el desempleo.
-una provincia vital es una provincia en la que sus municipios crecen gozando de autonomía real y responsable.
-una provincia donde la niñez y la juventud son alta prioridad.
-una provincia que sobre la base de conocimientos y experiencia ya acumuladas, desarrolle un enclave tecnológico sobre el cual poder fundar en el futuro un complejo relacionado a la sociedad del conocimiento, a la sociedad global y, por ello con un estándar internacional .
-una provincia vital es una provincia que genere de a poco, una nueva clase política capaz de revertir la tendencia al presente continuo de nosotros, sus antecesores.
-una provincia vital es una provincia con un sistema institucional orientado al fortalecimiento democrático y no al fortalecimiento del poder.
-una provincia vital es una provincia con fuerte autonomía, con instinto federal, con proyecto propio dentro del concierto nacional.
-es una provincia en la que los que vengan a invertir se sigan quedando a vivir como ya está ocurriendo.
-una provincia vital es una provincia con buenos gobiernos.
-una provincia de la que el país entero, hable bien.
Dar los pasos que correspondan para avanzar hacia ese ideal es el propósito, es la misión, es el norte hacia dónde marchará siempre mi gobierno en estos próximos 4 años.
Ese horizonte representa un largo camino porque es larga la distancia que nos separa todavía de esa situación ideal de vitalidad, de justicia social y de desarrollo.
Pero es nuestro deber inexcusable marchar hacia eso, y lo sentimos así, porque nunca antes como hoy, Entre Ríos ha tenido la oportunidad de encarar ese desafío.
Nunca antes como ahora el país tiene un horizonte de crecimiento económico sostenible en el tiempo. Crecimiento apuntalado a su vez por un gobierno sólido y de amplia base popular que busca introducir las reformas necesarias para que ese crecimiento se difunda en desarrollo humano.
Nunca antes como ahora ese panorama nacional había coincidido con una fase provincial de armonía social, de orden estatal y desarrollo económico.
Una fase provincial diametralmente opuesta a la de hace 4 años atrás.
Partiendo desde el caos, hoy tenemos un estado ordenado y previsible con todos sus servicios esenciales funcionando.
Una economía productiva que, sobre la base de la paz social que genera un estado en orden, crece incluso por sobre la media nacional.
Estos elementos no son una opinión, sino que constituyen una información, un dato incuestionable de la realidad y a la vez muestran la valiente travesía de un gobierno conducido por un hombre que se animó a tomar un estado en llamas y nos trajo hasta aquí.
Y eso hay que reconocerlo. Con gratitud. Con generosidad. Y, principalmente, con actitud consecuente, para que ese esfuerzo no se arruine.
Y si bien los hombres nunca podemos ser más importantes que las instituciones, ex gobernador doctor Jorge Busti, en nombre del pueblo y de las instituciones del Estado entrerriano y, más importante aún, en nombre de todos y cada uno de los ciudadanos entrerrianos: muchas gracias.
Misión Cumplida. Su trabajo nos permite ahora batallar por un futuro mejor, un futuro que nos una y que nos iguale.
Pero este presente no se debe sólo a los logros de un gobierno exitoso. Por eso, en nombre del pueblo entrerriano también, muchas gracias por estos años de superación a todos los ciudadanos que contribuyeron con su esfuerzo y paciencia a la reconstrucción de Entre Ríos. Trabajadores públicos y del sector privado, empresarios, productores del campo, docentes, empleados de la salud, policías, jubilados, comerciantes.
A todos muchas, muchas gracias.
El 18 de marzo el pueblo entrerriano votó por un concepto que todos entendieron previamente y que por ello refuerza la legitimidad del programa de gobierno: ese concepto era el de La Continuidad Positiva.
El 18 de marzo la gente nos dijo: “No hay que destruir nada, pero hay que seguir mejorando todo”.
Ese el mandato que el pueblo le dio a mi gobierno.
Y es mandato que también, por consiguiente, le ha dado a toda la dirigencia política entrerriana más allá de los roles de oposición y oficialismo.
El orden de las cuentas provinciales, más una economía creciendo con vigor, más un gobierno nacional fuerte, más una economía mundial favorable al perfil del país y de la provincia dibujan un escenario de oportunidades extraordinarias para Entre Ríos.
Y es en estas instancias donde debemos tener pensamientos claros, determinación y generosidad.
Pensamientos claros para definir objetivos correctos.
Determinación para ir tras ellos haciendo lo que se deba hacer con el sólo límite de la ley, la razonabilidad y la preservación de la paz social.
Generosidad para estar a la altura de las circunstancias deponiendo intereses personales o sectoriales en pos de un interés estratégico que conlleva el beneficio del conjunto, para ahora y para el futuro.
Les decía que el propósito de mi gobierno era comenzar a dar los primeros pasos para consolidar a Entre Ríos como una provincia vital, atractiva para los que están afuera, bien vivida por todos los que estamos adentro.
Y les decía también que para plantear el paso de lo ideal a lo real hay que tener primero pensamientos claros.
Las ideas preceden a la gestión y si son claras, la facilitan enormemente.
Sin embargo antes de ir a las ideas que expresan las políticas globales y sectoriales de mi próxima gestión es necesario detenerse unos párrafos para explicar el marco en el cual esas ideas se formulan y que a veces, ciertamente, las explican.
Mi gobierno creer que lo estatal está lejos de ser lo público.
Mi gobierno cree que lo público es un entramado de acciones estatales, más otras acciones de las cientos y cientos de organizaciones civiles de la comunidad.
Mi gobierno cree que lo público, entendido de esta manera, es una construcción aún pendiente en Entre Ríos. Volver pública una política o una acción estatal significa que la gente y sus organizaciones la tomen para sí, la sientan propia, no solo como beneficiarios, sino como creadores.
Así, señores legisladores, mi gobierno viene a generar sinergia entre los ciudadanos y el Estado.
La energía liberada en este encuentro no tiene límites conocidos en la historia entrerriana y es la gran apuesta de mi gobierno. Su capacidad de generar cosas positivas es enorme. Su capacidad de generar ciudadanía espontánea tiene más efecto que sancionar mil leyes.
Definitivamente, lo público no puede quedar encerrado en lo estatal. Ahora tenemos la posibilidad de ser más ambiciosos y construir, más allá construir lo público, lo de todos.
Por diferentes motivos el Estado y las organizaciones del pueblo, prácticamente no se conocen. Entonces, gobernar involucrando a los ciudadanos será un valor y, al mismo tiempo método y fundamento de todo mi gobierno.
En tiempos de dispersión social, buscamos fomentar la cohesión social.
Ciudadanos responsables trabajando en organizaciones del pueblo de fines públicos. Y un Estado trabajando con esas organizaciones por altos fines ciudadanos.
El otro elemento de ese marco de ideas y acciones está definido por el objetivo permanente que tendrá mi gobierno de mejorar la calidad de la gestión estatal.
Del abismo el gobernador Busti nos trajo hasta este presente de funcionamiento ordenado y equilibrado del gobierno. Después de esa tarea ciclópea, ahora los que venimos atrás no podemos ignorar que debemos concentrar esfuerzos en mejorar la calidad de gestión estatal en todos sus servicios.
Mi gobierno cree que el Estado entrerriano se juega su credibilidad en cada servicio público que presta. No solamente se es creíble cuando se paga una cuenta oficial. Se es más creíble aún cuando un servicio se presta con eficacia cualquiera sea el rincón de la provincia que se trate.
Las oportunidades únicas de las que les hablaba al principio serán aprovechables en su real magnitud sólo si nos proponemos el objetivo de tener un estado provincial de buena calidad de gestión de servicios públicos y administrativos, y sobretodo, si trabajamos comprometidamente en lograrlo.
Mi gobierno mantendrá lo que está, continuará todos los proyectos en curso, y abundará con otros de importancia central,.
Al mismo tiempo estará trabajando todos los días en hacer que los entrerrianos cooperen junto a su estado por el desarrollo de los fines públicos tratando de mejorar para ello la calidad de la administración y de los servicios.
Y por eso desde ya les pido que acompañen las eventuales modificaciones legales que propongamos.
Ya conocen entonces señores legisladores, pueblo de Entre Ríos, el fin de las acciones del gobierno.
Dicen que una de las virtudes más valiosas de los gobernantes es saber elegir a sus enemigos.
Mi enemigo no es la oposición, no son los que no piensan como yo, no son los que me han injuriado. Mi enemigo, y lo elijo, es la pobreza. Sueño una provincia sin pobres por nacimiento.
Y no lo sueño románticamente, sino porque pesa en mi conciencia lo que no hemos hecho antes y ahora para evitar el sufrimiento de miles de comprovincianos y argentinos. Tenemos responsabilidad por ello y por ellos.
Tenemos la obligación de luchar para devolverles el futuro, devolverles una vida de sentido y de esperanza.
Ya conocían el propósito de este gobernador; ahora conocen el sentimiento profundo que lo anima.
Mi gobierno va a lanzar dardos poderosos contra la pobreza, les pido que hagan honor a esa deuda social acompañando la construcción legal de esos instrumentos.
Y llamo a las organizaciones empresariales, gremiales, a las comisiones vecinales, a los municipios, a las ONGs a que nos ayuden en esa lucha que debe ser una lucha por responsabilidad, por amor, por desafío. Entonces, tenemos el propósito, tenemos el valor orientador de la acción, tenemos el sentido.
Vamos ahora a los objetivos.
Como una manera de plantear objetivos un periodista me preguntaba sobre el Bicentenario y yo le decía que veía a esa conmemoración como una oportunidad para el relanzamiento de Entre Ríos.
¿Pero relanzarnos a qué?
Y yo digo:
-Relazarnos a ser una de las mejores provincias del país y del continente americano.
-A ser uno de los faros intelectuales y educativos de Latinoamérica, como ya lo fuimos una vez.
-A ser un complejo productor de agroalimentos de avanzada, base de una economía que distribuya ingresos y conocimiento de manera equitativa.
-A ser una provincia sin pobres por nacimiento.
-A ser una provincia de niños felices, bien contenidos. Concentrados en la escuela y en jugar.
-A construir una provincia de jóvenes bien servidos por un sistema educativo que los prepare para la vida y para el trabajo. Para el ser antes que para el tener.
-A desarrollar un enclave tecnológico relacionado con la sociedad y la industria del conocimiento.
-A vivir en un ambiente saludable.
-A vivir en un territorio seguro donde la vida y la libertad estén en primer lugar.
-A vivir en una provincia de instituciones públicas, privadas y empresariales éticas y por tanto responsables.
No se equivoquen. Estas no son promesas de un gobierno que se inicia. Son los objetivos de una provincia a quince años, que trascienden lógicamente a un gobierno. Pero es un gobierno, este gobierno, el que debe dar el paso hacia esos objetivos motivando e involucrando a la sociedad.
Y nosotros podemos hacerlo ahora.
¿Por qué?
Porque existe, repito, como nunca antes una perspectiva de crecimiento con estabilidad en el país que coincide con una provincia con un estado provincial ordenado y en marcha y con sector privado que también crece. Y porque en ambos casos, lejos de destruir como era de estilo, ahora hay gobiernos que vienen a mejorar lo que hizo el anterior.
Este panorama es también una buena ocasión no sólo para mirar “para afuera” o mirar “a los otros” sino que también debe servir para mirarnos hacia adentro.
Y en el caso de quienes tenemos responsabilidades públicas es quizás el momento de aprender, de animarse a tomar las decisiones correctas.
Hacer lo que debemos hacer y no sólo lo que queremos hacer.
Hacer lo que corresponde y no lo que nos conviene hacer.
Este es un desafío que alcanza a todos quienes detentan la representación de los ciudadanos no sólo en la política sino también en todas las organizaciones de la sociedad civil.
Por supuesto que todo este camino ideal como decíamos debe estar plagado de obras, de realizaciones, de ejemplos reales, de resultados, de obras que se puedan tocar con las manos, de metas cumplidas. De más gente viviendo mejor, superándose. De eso se trata justamente un buen gobierno.
Pero todas las acciones, las obras, las grandes y las chicas deben estar cargadas de sentido. El sentido es lo que diferencia una gran obra de gobierno de un gran contrato de obra pública. Una gran obra de gobierno será sólo cemento, si las personas no la apropian por sí y para sí.
De tal manera no se trata sólo de hacer, sino de la manera cómo se hace.
Hacer bien y hacerlo involucrando a las personas y sus organizaciones.
Generando valor. Cohesión social. Eso es lo que construye ciudadanía. Y eso es lo que nos hará sentir que vamos mejorando. Todos.
Así es como mi gobierno se propone:
-Entre todos los protagonistas formales e informales del sistema, replantear la educación para mejorar las oportunidades de nuestros chicos, volverlos realmente sujetos excluyentes de la educación, hacerlos el principio y el fin de todos los esfuerzos públicos por la educación. Y a la escuela, volverla la institución clave del progreso social.
Para que esto ocurra se requieren no sólo recursos sino espíritu de grandeza y un plan sencillo que todos los ciudadanos y los gobiernos podamos entender y seguir.
-Luchar contra en núcleo duro de la pobreza uniendo en un mismo sistema especialmente diseñado educación-capacitación e intermediación laboral.
-Desarrollar la potencialidad del complejo agroalimentario y convertirlo no sólo en motor de la economía, sino también en elemento central difusor de ingresos y de conocimiento, y por tanto de verdadera justicia social en sentido moderno.
-Generar un sistema profesional de gestión de recursos públicos nacionales e internacionales que nos permita desarrollar infraestructura local y regional para la producción.
-Trabajar para la concreción de las grandes obras de infraestructura básica de interconexión física, virtual y energética con el país.
-Sembrar la semilla de un enclave tecnológico relacionado con la industria del conocimiento y la alta tecnología. Bioingeniería, genética y software, son potenciales complejos entrerrianos que podemos desarrollar si nos lo proponemos.
-Desarrollar turismo en el más amplio sentido, tanto en la oferta como en la demanda.
-Incorporar tecnología de la información al servicio público como respuesta estructural a la burocracia deformada y como elemento central para establecer un nuevo estándar de calidad en la gestión estatal para la prestación de servicios como Salud, Educación, Seguridad, Registro Civil, Catastro, Registro de la Propiedad, Justicia y administración de impuestos.
Se trata de proposiciones básicas que marcharán a la par del sostenimiento de los actuales programas.
Pero todo sobre la base de una política fiscal estricta que no sólo tenderá al equilibrio sino más aún, a la generación de los superávits fiscales que permitan sostener la confianza de los ciudadanos y al mismo tiempo tener las llaves para la financiación de los programas que impulsarán la provincia verdaderamente hacia delante.
Si nos quedamos atados exclusivamente a conservar lo que tenemos, será falsa sensación de seguridad.
Como el mundo y el país avanzan, si nos quedamos como estamos, en realidad estaremos yendo para atrás. En lugar de progresistas seremos conservadores. Y no nos han votado para eso, a ninguno de nosotros.
Seremos estrictos en el marco fiscal. No por neoliberales. Sino por todo lo contrario.
Esto es política oficial.
Porque les recuerdo como lo dije en mi campaña: este gobierno viene por los grandes sueños de esta provincia y también por los pequeños sueños de sus ciudadanos. Y esos sueños conjuntos, que son la prenda de unidad de los entrerrianos, se pueden evaporar si el gobierno confunde su rol en este momento de la historia.
Por eso les pido señores legisladores, que nos planteemos altos objetivos, pero que seamos siempre prudentes al transitar el camino para alcanzarlos. Señores legisladores, pueblo, ciudadanos de Entre Ríos.
¿Por qué nos empeñamos en buscar una ecuación de calidad para todos?
Porque la educación hace libres a las personas y la libertad es el principal atributo del hombre sobre la tierra y mi gobierno cree en eso.
Esas cinco palabras tan sencillas de pronunciar son en la realidad un entramado de decisiones y acciones extremadamente complejas. Pero si esas ideas no se coronan con una acción real y concreta, no vamos a ningún lado.
Basta de discusiones sólo por el árbol. Vamos a discutir por el árbol, pero en el marco de un bosque y de un bosque en expansión, vital, armonioso.
Y para empezar a andar ese camino debe haber premisas básicas.
1- Formar la Gran Mesa de la Educación Entrerriana. Todas las instituciones de la Educación deben poder hablar y ser escuchadas. Más allá de las formalidades esa debe la conducción estratégica colegiada de la Educación entrerriana para el largo plazo.
2- El Consejo General de Educación debe tender a conformar una organización profesional que mediante un trabajo y una tecnología adecuadas debe actuar con eficacia en cada escuela de cada rincón de esta provincia.
3- Los maestros sólo deben dedicarse a enseñar y deberían poder hacerlo cualquiera sea la condición del entorno social de sus alumnos. A enseñar en condiciones difíciles también se aprende. No podemos esperar que la situación de los alumnos cambie para que así aprendan los contenidos es agravar en los niños el efecto de las condiciones de pobreza y marginalidad. Y nosotros buscamos todo lo contrario. Ahora bien, que quede bien claro, es responsabilidad del gobierno generar esas condiciones para los docentes. Es un trabajo arduo para los maestros y para el gobierno, pero, juntos, debemos empezarlo.
En particular quiero destacar también que, aunque lo que acabo de señalar es el aspecto más grave, es también enormemente preocupante el bajo desempeño de miles y miles de alumnos que no están afectados por razones de carencia económica. Hay en este fenómeno otro tipo de carencias que hay que revisar en las escuelas y, creo que también, en los hogares. Y revisarlo a la luz del rol del maestro como educador y, fundamentalmente, del rol de los padres como guías responsables primeros y últimos por el destino de sus hijos.
En la Gran Mesa de la Educación Entrerriana podrán discutirse en profundidad estos temas y todos los temas de esta materia.
4-Finalmente, los directores de escuela tendrán que entrenarse para volver a ser los líderes educadores. La política educativa nacional y la provincial hacen centro en la escuela. Y los directores son los líderes. Tienen responsabilidad y el gobierno los apoya.
5-Fui un ministro militante del diálogo con los gremios docentes. Visité oficinas y casas particulares de los principales dirigentes buscando siempre la mejor solución. Ahora como gobernador mi esfuerzo se redoblará.
Y les hablaba de hacer las cosas con valor, cargarlas de sentido, cargarlas de humanidad.
¿Por qué nos empeñamos en pelearle a la pobreza?
Porque la pobreza marginal niega el otro atributo esencial de la persona humana: la idea de la esperanza.
Nuestros hermanos pobres son más pobres aún, no por los bienes de los que carecen, sino porque no tienen esperanza. Nacieron pobres y creen que morirán pobres. E intuyen que a sus hijos les pasaría lo mismo.
Entonces, para devolverlos al mundo debemos devolverles la esperanza.
Para que vuelvan a creer, no en un gobierno, sino para que vuelvan a creer en la naturaleza intrínsecamente buena de la persona humana.
Y para devolverles la esperanza debemos no sólo procurarles ingresos mínimos o mejorarles su capacidad de integrarse al trabajo, sino también debemos –para definitivamente dejar de replicar pobreza- darles acceso al conocimiento. Desde pequeños. Y hacer un esfuerzo sostenido en el tiempo.
Debemos construir una cadena de estímulos al conocimiento que comience desde los primeros meses de la gestación y no se corte nunca, ni en la niñez, ni en la adolescencia, ni en la adultez.
Por eso es que también vamos a crear una Agencia de Educación, Capacitación y Empleo. Porque vamos al rescate.
Y porque debemos hacerlo con valores cargados de humanidad, de emoción y de desafío. Vamos a poner todo nuestro esfuerzo en construir esa cadena de estímulos y para ello pedimos ayuda a las organizaciones de la sociedad civil.
Si comenzamos a hacer ese trabajo ahora, en una generación, en quince años, podremos haber terminado con la pobreza marginal en Entre Ríos.
Cito estas dos áreas de acción sólo como ejemplo, pero con esa misma convicción espero que mi gobierno actúe en todas las áreas.
Cargar de sentido la acción de este gobierno popular espero sea mi sello, mi impronta personal en este desafío que es de todo el pueblo entrerriano.
Por lo que deseo con todo mi corazón que sea el desafío también de esta Legislatura.
Tenemos propósito, tenemos horizonte, tenemos el valor, tenemos propuesta; ahora voy a contar algunas de las políticas centrales.
Es importante que la gente sepa con claridad qué va hacer el gobierno en las principales materias de lo público.
Nuestra política en Salud Pública tiende a reforzar la atención primaria.
Tenemos una buena red para hacerlo. Pero nos falta más fuerza para llegar a las personas y a los grupos más vulnerables. Nuestra política apunta, entonces, sin descuidar los programas de alcance universal, a generar una atención primaria más personalizada.
Parece difícil, pero se puede hacer. De hecho lo hicimos en Concordia con un programa entrerriano que hoy está siendo recomendando por la Organización Panamericana de la Salud y que se basa en el rastrillaje social personalizado a cargo de personas debidamente entrenadas, pero principalmente comprometidas con el prójimo.
De las decenas de acciones que hicimos en CAFESG ésta es la que más brilla.
Brilla en la sonrisa de las decenas de personas que rescatamos y brilla en las sonrisas de decenas de mujeres que, habiendo estado una vez desocupadas, se capacitaron y salieron a las calles a buscar a sus hermanos dolientes, necesitados, vulnerables. Les vieron las caras, registraron sus nombres, conocieron su voz, escucharon sus historias. Esas personas, niños, adultos y ancianos, detectados dejaron de ser virtuales NN y muchos de ellos han recomenzado su vida de ciudadanía.
Ese esfuerzo sirvió, a tal punto de que hoy es el modelo a replicar en toda la provincia y en muchas provincias de nuestro querido país. Pero atención, se puede copiar el modelo, pero es más difícil copiar el espíritu.
Estas personas, trabajadoras impecables, entendieron que su misión era más que su trabajo y que su premio era más que su salario.
Yo admiro a esas 117 mujeres y hombres del programa Promotores de Salud de Cafesg. Los admiro por el valor de recuperar sus propias vidas desde el trabajo. Los admiro por su compromiso con el prójimo. Y los admiro porque golpean las puertas de la Cafesg diciendo: “¡Queremos hacer más!”.
Y por que las admiro son también hoy mis invitadas de honor. Allá están.
Gracias por venir.
Son auténticas líderes sociales responsables, que han generado un modelo sobre el cual girará la política de salud y acción social de los próximos cuatro años en lo referido a las zonas profundas de nuestra sociedad.
La otra política pública en Salud es la de reforzar y mejorar la organización.
Vamos a hacer un esfuerzo en mejorar la gestión. Y para eso vamos a hacer una fuerte apuesta a la tecnología de la información y a la tecnología de gestión. Pensamos a la Salud Pública como un sistema y en los sistemas la información debe fluir ordenada y oportunamente.
También pensamos que ha llegado el momento de hacer un esfuerzo en la integración de los recursos disponibles de todo el sistema de salud público y privado. Pensamos que con tecnología que permita el control y el monitoreo de los servicios prestados mutuamente, no hay ningún problema para la complementación de servicios públicos y privados en la salud.
Pero la condición entonces es el desarrollo de sistemas electrónicos de información. El problema de la relación del sector público y el privado en Salud es, básicamente, el manejo de los papeles y los plazos. Avancemos. Ni el Estado, ni las empresas podemos dilapidar recursos que, en materia de salud, serán siempre escasos.
En términos comparados, tenemos una provincia segura. Pero si no seguimos trabajando, se va a tornar insegura.
Nuestra política de seguridad consiste en lo que llamamos Esfuerzo Provincial de Policía y que se basa en concentrar y afectar todos los recursos humanos y materiales de la fuerza exclusivamente a la función de seguridad pública.
Paulatinamente la Policía provincial dejará de prestar servicios de seguridad privada, dejará de prestar servicios de notificación de trámites judiciales, dejará de intervenir en trámites civiles, etc., para concentrarse exclusivamente, y sobre todo en las grandes ciudades, en su rol de preventor y represor del delito.
Esa decisión obliga a disparar una serie de decisiones complementarias hacia el interior de las organizaciones relacionadas con el sistema de reclutamiento de oficiales y suboficiales, su formación inicial y permanente y un sistema de estímulos al buen policía.
La otra política estructural en materia de seguridad es la referida a la incorporación de los medios tecnológicos adecuados para la prevención y la lucha contra el crimen. El acceso a bases de datos desarrolladas constituye hoy la base de cualquier investigación que se precie de efectiva.
La incorporación de tecnología de la información para seguridad pública es política de Estado para este gobierno que se inicia.
En particular, este Esfuerzo Provincial de Policía pondrá especial énfasis en lo que se denominan “las nuevas amenazas”. Hay mucho por trabajar allí y requerirá de una gran dedicación y profesionalismo de nuestros policías.
Dije al principio que desde el caos vinimos a este presente de orden que nos deja sin excusas para intentar dar los pasos hacia delante que los ciudadanos entrerrianos necesitan.
Traducido al ámbito de la Acción Social estatal, eso significa la necesidad imperiosa de avanzar hacia lo que se da en llamar conceptualmente: Desarrollo Humano.
Y allí nuestra política es replicar el modelo de funcionamiento del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. El Estado no puede hacerlo todo y menos aún lo relacionado con el mundo particular, el mundo de las familias, el mundo de las organizaciones comunitarias.
De tal manera la clave del éxito en los programas sociales está dado por el grado de involucramiento que el Estado logre generar en las organizaciones civiles de la comunidad. El gobierno debe motivar a que las organizaciones del pueblo presenten su proyecto y el gobierno evaluarlo y, eventualmente, financiarlo.
Este modelo se basa en que la gente haga y no que sólo el gobierno haga.
Entonces, el gran trabajo político ya no es “dar”, sino motivar. Nos esperan cientos de buenas noticias allí y seguro les vamos a poder contar historias valiosas que nos van a enseñar mucho a todos.
Pero tenemos una apuesta adicional.
Creemos en el arte, en la creatividad, creemos que un tambor sonando en un barrio puede generar el milagro de la pertenencia, puede unir a los niños con el mundo, puede devolver sentido a vidas extraviadas.
Creemos que el arte puede crear comunidad desde la propia gente y desde ese vínculo generar cultura local, cultura barrial, identidad, pertenencia, cultura por la paz.
Hay en la Argentina y en Latinoamérica experiencias maravillosas. Ojalá en un par de años podamos contar una buena historia en algún barrio entrerriano.
Nuestra política se llama IZAP, Intervención en Zonas de Acción Prioritaria.
Para comenzar el programa se desarrollará principalmente en barrios puntuales de Paraná, Concordia y zonas rurales.
Una vez más la cuestión no será tanto “hacer”, sino motivar para volver a vidas de sentido y motivar para asumir responsabilidad social.
Pero pensamos también que el desarrollo humano no debe olvidar las vanguardias y Entre Ríos está atrasada, pero no tiene por qué renunciar a ellas. Todos los días nos enteramos de algún exitoso técnico entrerriano haciendo carrera en el mundo. La Ciencia y la Tecnología también son para Entre Ríos. El futuro nos ha tirado un guante. Mi gobierno lo levanta y acepta el desafío. Vamos a potenciar Ciencia y Tecnología que funcionará, no aislada en un mundo para pocos, estará dentro del Ministerio de Desarrollo Humano, porque para eso debe servir la tecnología. Es sólo una semilla que otros gobiernos deberán continuar regando todos los días porque la continuidad está en la naturaleza misma del desarrollo científico y tecnológico.
Y Desarrollo Humano también es calidad de vida y la calidad de vida está íntimamente ligada a la calidad del medio ambiente.
El conflicto por la pastera de Fray Bentos, al cual ya voy a referirme, disparó un conflicto internacional, pero también disparó un conflicto de igual magnitud hacia el interior de nosotros mismos, los entrerrianos y los argentinos, respecto de la cuestión del medio ambiente.
Hay un antes y un después en las cabezas de cada uno de nosotros. Y debe haber un antes y un después real en la gestión de los gobiernos. Nuestro Estado debe desarrollar una estructura ciertamente eficaz de control ambiental y de promoción del buen ambiente.
Debemos reducir drásticamente los márgenes de tolerancia a la contaminación evitable, industrial y urbana. Y verán comprometido a mi gobierno en la solución de los temas más graves. Y menciono -no sólo a título de ejemplo- la situación del Volcadero de Paraná, hecho que, después de avergonzarnos, debe motivarnos a encontrar soluciones veloces, inteligentes y definitivas.
Nuestra política será reforzar la organización estatal destinada al control y a la promoción del medio ambiente sano y a generar una corriente de inversión pública ligada a lo ambiental.
Tengo un agradecimiento que hacer, en nombre de mis hijos y en el mío propio, a ese grupo de hombres y mujeres de Gualeguaychú que con su lucha abrieron nuestros ojos y los ojos del mundo para siempre. Nuestra idea de “lo ambiental” será otra desde esas valientes demostraciones de poder ciudadano.
Este gobierno quiere ser claro. Apoyamos todas las acciones lícitas del pueblo de Gualeguaychú en su rechazo, que es el rechazo de todo Entre Ríos y de toda la Argentina, al enclave contaminante de Botnia; y apoyamos también a nuestro gobierno nacional en su reclamo judicial internacional como la única vía posible para cambiar definitivamente la realidad.
Nuestro gobierno llevará adelante todas las acciones lícitas a su alcance para poner de manifiesto el derecho de los ciudadanos entrerrianos a vivir en un ambiente sano. Y reclamaremos en todos los foros y en cada una de las intervenciones públicas que lo ameriten.
En particular, además, quiero reconocer la tarea y el compromiso del ex presidente Néstor Kirchner. Desde que estalló el conflicto, el presidente fue consecuente con el pueblo de Gualeguaychú y estoy seguro que desde el llano seguirá apoyando la lucha.
También quiero agradecer en ese marco al jefe de Gabinete de Ministros del gobierno nacional, doctor Alberto Fernández, aquí presente, por su compromiso, por haber atendido siempre a los ciudadanos de Gualeguaychú y al gobierno de Entre Ríos, por su paciencia, por su comprensión, por su sentido del deber.
Alberto gracias por tu trabajo, y gracias por tu presencia hoy. Significa mucho, en muchos sentidos, para todos nosotros.
También quiero ser claro en la formulación de la siguiente idea y espero ser bien interpretado:
Gualeguaychú puede hacer muchas cosas a causa de la pastera: lo único, lo único que no puede hacer es paralizarse, detener su vitalidad, su fuerza económica, su creatividad, su espíritu, esos atributos que la han hecho, ciertamente, única.
Gualeguaychú no debe, no puede olvidar su futuro.
Y este gobierno estará junto a ustedes reclamando y al mismo tiempo empujando para adelante, si ustedes lo proponen.
Entre Ríos tiene oportunidades enormes al alcance de la mano. Les decía que tenemos la potencialidad para convertirnos en territorio de un complejo productor de agroalimentos de alta eficiencia, con una estructura interna que promueva la distribución equitativa de ingresos, trabajo y conocimientos.
La política económica del gobierno provincial estará orientada a conseguir los medios legales, financieros, logísticos y la infraestructura para aplicarlos como servicios a la producción. Eso contribuirá al fortalecimiento de una corriente de inversión productiva en la provincia en todas las áreas, con ventajas comparativas señaladas como vectores de crecimiento.
La política productiva está complementada por un activo intangible: la idea de trabajar complementariamente, generando sinergia, concentrados gobierno provincial y productores y empresas en las variables controlables, gestionando por el interés común. Los que han visto el mundo saben que nuestra región está lejos de su techo. Bueno, hagamos las cosas que nos ayuden a acortar esa brecha más rápidamente.
Pero señores, la producción son hechos, no palabras. Así que espero que en esta área, dentro de unos meses podamos contar también buenas historias.
Tenemos plena confianza en que esa área del gobierno va a rendir sus frutos en ese sentido.
Y así, no me alcanzarían ni dos gargantas para contar las ideas para cada área.
Turismo, infraestructura, Región Centro, desarrollo y relaciones municipales, programas para grandes ciudades, UADER.
De esta manera, humildemente pero con vigor, pido permiso a esta Legislatura, en cuanto de ella dependa, para llevar adelante nuestro plan de gobierno con las innovaciones y aprobaciones legales que se requieran.
Tenemos todo el derecho de hacerlo porque miles de entrerrianos nos votaron para formular ese plan, pero también tenemos la obligación de hacerlo, porque es nuestro aporte al futuro de esta provincia.
Señores legisladores, pueblo de Entre Ríos, mi gobierno viene a sostener firmes las riendas del Estado, pero al mismo tiempo viene a hacer un esfuerzo para involucrar a los ciudadanos en la construcción de lo público.
Vengo no en tiempos de caos. Vengo en tiempos de oportunidades. Pero no sólo de oportunidades de mejoramientos económicos.
Pienso en la oportunidad de hacer que el gobierno se apropie de la agenda de los temas ciudadanos.
Pienso que es la oportunidad para hacer un esfuerzo para que los gobernantes del futuro sean mejores que los de esta, nuestra generación.
Y yo voy a dar un primer paso.
Por eso quiero ser un gobernador con agenda ciudadana.
Quiero ser un gobernador ligado a los temas de la mesa familiar. Bien ligado a los problemas y a las vivencias de las personas y las familias.
Soy un gobernador decidido a poner más énfasis en las personas que en lo puramente estatal y, puesto a elegir, elegiré por las personas.
Y porque lo soñé un día.
Pienso que ha llegado la hora de formular un pacto. Un pacto que quizás nadie jamás escriba ni firme. Porque es un pacto que está en los sueños, en la mente y en el corazón de los ciudadanos.
Como un equipo que junta fuerzas antes de un partido: ciudadanos, organizaciones públicas y gobierno, apilemos una sobre otras nuestras manos, busquemos inspiración, coraje y compromiso para celebrar y cumplir un pacto
Un pacto por lo ambiental
Un pacto por la Educación
Un pacto para el trabajo
Contra la pobreza
Un pacto a favor de las bellas causas
Un pacto por la convivencia
Un pacto para la cultura
Un pacto para la ciudadanía
Hagamos que Entre Ríos sea “un pacto para vivir”.
Y mucho antes de lo que imaginamos la nuestra podrá ser una provincia mejor para nuestros hijos.
Muchas gracias, que Dios bendiga a sus hijos.
SERGIO DANIEL URRIBARRI

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