mayo 13, 2010

"Manifesto Conjunto" Carrera & O'Higgins (1814)

MANIFIESTO CONJUNTO [1]
José Miguel Carrera y Bernardo O’Higgins
[4 de Septiembre de 1814]

¿No habría sido una gloria para los enemigos de la causa americana ver empeñada la disensión civil en que se prometían ser los, terceros de la discordia y los árbitros de nuestra suerte? ¡Infames! Ese bárbaro cálculo de nueva agresión y la franca comunicación de nuestros sentimientos han abierto las puertas del templo de la unión, sobre cuyas aras hemos jurado solemnemente sacrificarnos por el sólo sistema de la patria, y consagrarle el laurel de la victoria, a cuya sombra augusta se escribirá el decreto que ha de fijar su feliz destino. Hemos sellado ya el de una eterna conciliación.
El ejército de la capital está identificado con el restaurador del Sur: un mismo deseo, un mismo empeño, un mismo propósito anima el corazón de ambos generales y de toda la oficialidad. La seguridad personal de ésta, de sus puestos y mérito, es garantida sobre nuestro honor. Nada exigimos de la probidad que les caracteriza, sino aquella deferencia más obligatoria que generosa al voto de la justicia y de la unidad. Ella es la que preside las deliberaciones del gobierno: su instalación queda sancionada, y el espíritu sólo se reanima para resistir con dignidad a unos invasores que en la desaprobación de los tratados de paz nos han justificado a la faz del mundo.
Ellos no pueden señalar el motivo de la guerra. La hacen sólo por saciar su odio implacable con la sangre americana. Mancharán sus manos sacrílegas en la inocencia de las víctimas; pero ese mismo furor es el que reclama imperiosamente la venganza de nuestras armas, y la cooperación de todo el que no quiere cambiar el noble titulo de ciudadano por la humillante y feroz cobardía de aquellos espíritus turbulentos que se han entregado a la única pasión del bajo rencor. Si hay entre nosotros almas tan ruines y execrables, avergoncémonos de que hayan nacido sobre el mismo suelo que profanan nuestros agresores; cuéntense con éstos en la lista proscripta de los enemigos de la patria: jamás tengan lugar en el libro cívico de los verdaderos hijos de Chile; y abandonados a una excomunión civil, perezcan envueltos en la infamia y el remordimiento. La muerte será el término preciso del que recuerde las anteriores disensiones condenadas a un silencio imperturbable. En la memoria de los hombres generosos no queda un vacío para especies capaces de entibiar la cordial fraternidad que nos vincula. Con ella volamos a extinguir el fuego de ese resto de tiranos que ha protestado no dejar piedra sobre piedra en el precioso Chile. Compatriotas, se acerca el 18 de setiembre; el aniversario de nuestra regeneración repite aquellos dulces días de uniformidad que sepultaron la noche del despotismo. Acordaos que vuestro valor supo renovarlos en la invasión de Pareja, enérgicamente repulsada por la conformidad de los defensores del pueblo chileno. Conciudadanos: compañeros de armas, abrazaos y venid con nosotros a vengar la patria, y afianzar su seguridad, su libertad, su prosperidad, con el sublime triunfo de la unión. Este será el titulo de la victoria, y con él ha de celebrarla la aclamación universal.
JOSE MIGUEL CARRERA
BERNARDO O’HIGGINS
[1] En vísperas de la batalla de Rancagua, ambos patriotas que disputaban el poder en Chile, unen sus fuerzas frente al enemigo común y redactan este Manifiesto Conjunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario