junio 29, 2010

Colección de documentos sobre el otorgamiento de facultades extraordinarias, suma del poder público y honores al Gdor. Juan Manuel de Rosas (1840-1841) 11º Parte

Documentos relativos a la prosecución del gobierno de Rosas por un semestre más [1]
[Años 1840 y 1841]
[11° Parte]

N° 78.
Nota del Ilustre Restaurador de las Leyes suplicando a la Honorable Sala que se ocupe de la elección del que debe reemplazarlo en el mando.

¡Viva la Federación!
El Ciudadano Brigadier J. M. de Rosas.
Buenos Aires, Diciembre 2 de 1840.
Año 31 de la Libertad, 25 de la Independencia, y 11 de la Confederación Argentina.-
Manifiesta el vencimiento del semestre, y suplica a los HH. Representantes elfjan la persona que deba sucederle.
A la H. Junta de Representantes-
Es altamente grato al infrascripto dirigirse a V. H. en cumplimiento de su deber.
Vencido está el período de un semestre por el que se prestó sumiso a continuar en el mando supremo.
Colocado al frente del virtuoso Ejército de la Provincia para repeler la salvaje unitaria invasión del cabecilla Lavalle, no era oportuno hacer aquella manifestación a V. H. entre el estrépito de las armas.
Dígnese V. H. ocuparse de la persona que deba sucederle.
Reitera el infrascripto sus fervorosas súplicas: concédale V. H. el reposo que exigen sus infortunios domésticos - Permitidle, Honorables Representantes, preparar el descanso de su fatigosa vida y contemplar desde el apacible hogar de su familia la obra gloriosa de vuestra sabiduría inmortal, ardiente heroico patriotismo.
Dios guarde a V. H. muchos años-
Juan M. de Rosas.
__________
N° 79.
Contestación de la H. Sala de Representantes.

¡Viva la Federación!
La Honorable Sala de Representantes
Buenos Aires, Diciembre 14 de 1840.
Año 31 de la Libertad, 25 dé la Independencia, y 11 de la Confederación Argentina.-
Al Excmo. Señor. Gobernador y Capitán General de la Provincia, Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes, Brigadier General D. Juan Manuel de Rosas.
La Sala de Representantes ha considerado detenidamente la nota de V. E. fecha 2 del actual mes, en que manifestando el vencimiento del semestre por el que se prestó a aceptar el mando de la Provincia, suplica se elija la persona que deba sucederle.
Penetrados están los Representantes del Pueblo de la Justicia con que V.E. reclama un descanso a su fatigosa vida. Pero por mas que quisieran acordarle el reposo que exigen sus infortunios domésticos, les es imposible contrariar el voto de toda la Provincia, que mirando en V.E. al Restaurador de sus Leyes, y al salvador de la Patria en todas circunstancias, pidió con ardoroso entusiasmo la reelección de V. E.
Desearían los Representantes a costa del mayor sacrificio aliviar a V. E. de tan pesada carga; pero traicionarían sus mas sagrados deberes, sofocarían sus mas íntimos sentimientos, si excitados por tan penosas y perseverantes fatigas, accediesen a una renuncia, cuya admisión, debe convencerse V.E., aleja quizá, para siempre el suspirado día de la grande obra de nuestra constitución.
Ese convencimiento, sobre todos los que tienen los Representantes de la positiva ruina que sobrevendría al país con la admisión de dicha renuncia, los decidió por su resolución de 14 de Abril del presente año a no hacer innovación en la ley de 5 de Marzo del mismo año.
Decididos igualmente están hoy los Representantes de la Provincia a no sobreponerse a la voluntad de sus comitentes libre y reiteradamente expresada. Convencidos están que nadie sino V. E. puede concluir la grande obra cuyo término divisan ya muy próximo.
Verdad es que la Provincia, fuerte y triunfante hoy con las glorias que le ha sabido adquirir V. E., presenta un cuadro lisonjero y muy distinto de aquella época. Pero no es menos cierto que los frutos de la paz honrosa con la Francia, y el exterminio del salvaje bando unitario en todas direcciones, serian efímeros, si retirando V.E. el apoyo de su robusto brazo, no se resigna al grande sacrificio que le exige la Patria.
Los Representantes están íntimamente convencidos que si, cediendo a las fervorosas súplicas de V.E. para que se le admita la dimisión que hace del cargo de Gobernador y Capitán General de la Provincia, se accediese a ella, seria de temer un trastorno que envolvería en nuevos males a la Confederación Argentina.
Ese poderoso convencimiento tantas veces manifestado, y la dolorosa experiencia que ha dejado la Administración de 1833, han decidido a la Sala a acordar, que sin hacer innovación en la ley de 5 de Marzo del presente año, se suspenda la consideración de la renuncia que reitera V. E., hasta que pacificada del todo la Republica, pueda ocuparse de ella sin los riesgos que hoy presenta su separación del mando a la tranquilidad de la Provincia y a la causa sagrada de la Federación.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Miguel Garcia.
Manuel de Irigoyen.
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N° 80.
Nota del Ilustre Restaurador de las Leyes, reiterando su dimisión, y ofreciéndose a continuar seis meses mas en el mando.

¡Viva la Federación!
El Ciudadano Brigadier Juan Manuel de Rosas
Buenos Aires, Febrero 27 de 1841.
Año 32 de la Libertad, 26 de la Independencia, y 12 de la Confederación Argentina.
Reitera su dimisión, y prestase en ofrenda de su íntima gratitud a continuar seis meses mas en el mando supremo.
A la H. Junta de Representantes:
Comprende el infrascripto por la apreciable nota de V. E., datada a 14 de Diciembre último, el singular sacrificio que se le exige, superior a sus fuerzas debilitadas - Después de haber consagrado al servicio de la Patria tantos años, alejarse debe de una posición en que no puede continuar reproduciendo esfuerzos colmados - Cruel seria querer compelerlo a un deber que no puede sobrellevar - Crueldad sin ejemplo negarle aun por mas tiempo el reposo del hogar doméstico - Implora pues de vuestra benévola justicia esta última recompensa - Dignaos, Honorables Representantes, admitir su dimisión.-
La confianza con que se le honra; la expresión de alta benevolencia que la realza; las encarecidas demostraciones de honor eminente con que lo favorece V. H., penetran su corazón de intimo reconocimiento. No alcanza a expresar toda la vehemencia de su gratitud. Esperando hallar en este sentimiento que le inflama las fuerzas que le niega el cansancio de una fatiga inmensa, aliéntase a presentar a los Sres. Representantes, como otra prueba mas de su respeto, y otro esfuerzo de su agradecimiento, su aquiescencia a continuar seis meses mas en el gobierno.
Es esté el último extraordinario sacrificio que aun no pudiera practicar, si no divisára el término de aquel preciso período el anhelado sosiego que rendidamente implora ante la justicia esclarecida de la Honorable Junta de Representantes.
Dios guarde a V. H. muchos años.
Juan M. de Rosas.
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N° 81.
Contestación de la Honorable Sala.

¡Viva la Federación!
La H. Junta de Representantes
Buenos Aires, Marzo 24 de 1841.
Año 32 de la Libertad, 26 de la Independencia, y 12 de la Confederación Argentina.
Al Excmo. Señor. Gobernador y Capitán General de la Provincia, Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes, Héroe del Desierto, Defensor Heroico de la Independencia Americana, Brigadier General D. Juan Manuel de Rosas.
La Sala de Representantes ha recibido con interés la distinguida nota de 27 de Febrero, en la que V. E. reiterando su dimisión se presta, en ofrenda de su íntima gratitud, a continuar seis meses mas en el mando supremo, expresando que después de haber consagrado al servicio de la Patria tantos años, alejarse debe de una posición en que no puede continuar reproduciendo esfuerzos colmados, y que seria crueldad sin ejemplo negarle por mas tiempo el reposo del hogar doméstico.
Penetrados están, Excmo. Señor, los Representantes del Pueblo de los eminentes servicios que la. Patria debe a nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes. Cada uno de ellos está dispuesto a continuarle sumas decidida cooperación, aun en medio de los mas grandes peligros: pero, considerando detenidamente este negocio, han acordado suspender por ahora su discusión.
Los Representantes del Pueblo, convencidos de su importante misión, depositarios de los intereses mas amados, se anticipan a decir francamente a V. E. que, mientras el salvaje bando unitario conserve sus armas en el último ángulo de la Confederación Argentina, mientras la Causa de su Independencia y Libertad no triunfe de todos sus enemigos, y el orden público no se presente asegurado del modo mas inalterable, su voto será siempre el que solemnemente expresa la ley de 5 de Marzo del año próximo pasado. Ellos reposan en la confianza de que el Ilustre General Rosas, a cuyo valor y genio se deben tantos prodigios, no será indiferente al clamor del pueblo generoso que le libra sus destinos. No permita el cielo que esta resolución se reciba con el carácter de cruel, porque ella amana de la confianza mas plena en el íntegro Magistrado cuya gloria y ardiente patriotismo llegarán sin reproche a la mas remota posteridad.
Dios guarde la importante vida de V. E. muchos años.
Miguel Garcia.
Manuel de Irigoyen.

[1] Fuente: Ravignani, E, Asambleas Constituyentes Argentinas, Tº VI, 2º parte, pág. 1079 ss. Ante disposiciones expresas de nuestra Constitución nacional, que no se encuentran en otras que se citan como fuente, nos ha parecido conveniente reunir los elementos de derecho público argentino que han dado origen a las expresiones Facultades extraordinarias y Suma del poder público, como así también las de Preeminencias y Honores. Todas ellas, en realidad, se dictaban para robustecer el Poder Ejecutivo en mengua de los poderes legislativo y judicial. Sería difícil un comentario doctrinario e histórico sin tener presente elementos de juicio como los que se ofrecen a continuación. Este aspecto de nuestra historia constitucional tiene caracteres genuinamente argentinos; de ahí que sea en la entraña de nuestro pasado que debe buscarse la explicación de un asunto tan particular. Como ilustración y comentario de estos elementos, recomendamos la lectura de los fundamentales debates en la Junta de representantes de Buenos Aires. (N. del E.)

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