octubre 29, 2010

Mensaje del Gobernador de San Juan, José Luis Gioja, ante la Cámara de Diputados (2006)

MENSAJE
DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN
José Luis Gioja
AL ABRIR LAS SESIONES DE LA CAMARA DE DIPUTADOS
EL 3 DE ABRIL DE 2006
En la Ciudad de San Juan, provincia del mismo nombre, de la República Argentina

Muchas gracias, señor Presidente.
Señores legisladores, señoras y señores: antes de leer mi mensaje creo que vale una pequeña reflexión respecto al grupo de ciudadanos que en la puerta están reclamando.
Nosotros vamos a seguir con la política de los diálogos, de la búsqueda de los equilibrios y de atender cualquier situación particular que se presente.
Pensando siempre que el equilibrio por ahí es bueno para unos y no es bueno para otros.
Lo que hay que hacer es tener la sabiduría para saber acertar cuál es la medida más justa para que el interés común sea el más protegido.
Muchas gracias.
-Aplausos-
Cumpliendo un deber constitucional, llego a esta Honorable Cámara, al igual que el primer día de gobierno, sin otra pasión que la de servir lealmente a mi Provincia, y al Pueblo que me ha honrado al elegirme.
La tarea que nos propusimos, todos sabemos es mucha y diversa.
Aceptamos que la mejor forma de mirar el futuro, es detenernos cada tanto a reflexionar sobre el pasado.
Hoy, en esta instancia, una mirada retrospectiva creo que no es ni adecuado ni eficiente.
Y lo digo por dos razones: en primer lugar, por la magnitud y cantidad de la obra encarada en este período, siendo nuestra obligación dar cuenta de ello tanto como sea posible en estos escasos minutos.
Pero en segundo término, porque a esta altura de nuestra tarea de gobierno, todos –oficialistas u opositores- ya hemos hecho conciencia suficiente de que cuando asumimos el Gobierno a fines del 2003, el mandato de los sanjuaninos nos imponía hacernos cargo de la provincia en un momento dramático de su historia.
No es necesario insistir en ello, especialmente teniendo en cuenta que ese momento se ha extendido hasta el día de hoy. Hemos debido dedicar todos los esfuerzos a curar las heridas más dolorosas, a restablecer las confianzas en las instituciones y sus líderes; y fundamentalmente a poner a funcionar a todo vapor la caldera productiva, para consolidar el desarrollo sustentable de la Provincia.
En aquel 10 de diciembre del 2003, que hoy parece tan lejano, pero del que apenas si nos separan menos de 30 meses, dijimos textualmente que “…cada uno de los que hoy estamos aquí no hemos sido convocados para satisfacer arrogancias personales ni ambiciones políticas”.
Y era la pura verdad: no llegábamos a calentar sillones, a resignarnos a ser pobres, ni a hacer concesiones con el pasado; ni mucho menos, a repetir los mismos errores. Llegábamos con la leal vocación de arremangarnos para trabajar por un San Juan que tenía la economía en menos 10, la esperanza en menos 100… y el corazón en menos 1.000.
Era un instante en que a lo largo y ancho del país algunos ya habían bajado los brazos. Pero nosotros sentíamos que Argentina y la provincia no estaban perdidas, que la esperanza todavía se albergaba en los corazones de la gente, y que aquellas horas de desasosiego podían enfrentarse con el poderoso arsenal de ideas y el esfuerzo. Ideas que se plasmaban en la convicción de que si queríamos unir nuevamente los conceptos de legalidad con legitimidad y progreso, era imprescindible unir el discurso a la acción concreta en la gestión del gobierno con convicción y trabajo.
Lo dijimos en aquel momento y lo repetimos muchas veces: había que dedicarse a hacer. Hacer para despejar los escombros y empezar a construir de nuevo. Hacer para recuperar la dignidad. Hacer para demostrar que cuando hay ganas y decisión, se puede salir adelante.
Y así comenzamos a andar este camino que se veía cuesta arriba, pero con la confianza de estar compartiendo el programa y el espíritu de un gobierno nacional nuevo, fogoso, decente.
Es verdad: nos teníamos fe. Nos teníamos fe por nuestro proyecto sanjuanino, pero también nos teníamos fe porque estábamos perfectamente sintonizados con el proyecto nacional. Y porque creemos firmemente en la autoestima de nuestros comprovincianos, que nos ayudará a superar todos los obstáculos.
Es que, pese a los presagios de los agoreros de siempre, llegábamos con un plan de gobierno real, sensato, posible: el de la Segunda Reconstrucción de San Juan. Y es allí, en las bases ideológicas de esta Segunda Reconstrucción donde se pueden encontrar, una a una, las acciones estratégicas que se han venido encarando durante nuestro mandato.
Tal vez el primer desafío que encaramos -y del que puedo decir con satisfacción que hemos salido airosos-, fue la consecución de un sólido equilibrio fiscal. Y esto es muy importante, porque los sanjuaninos nos habíamos malacostumbrado a ver el penoso espectáculo de gobiernos endeudados y derrochadores, con cuentas fiscales desprolijas. Y esa práctica ya sabemos donde nos conduce.
Cuando el presidente Kirchner decía que era hora de empezar a construir “un país en serio”, sabía lo que estaba diciendo: había que decir basta. Y en eso fuimos inflexibles.
Para nosotros –y para mí en lo personal- era imprescindible restablecer la confianza de la gente en la idoneidad y en la decencia con que se iban a manejar los recursos públicos
Nuestra receta podría ser calificada de simplista o incluso de ingenua, pero ha funcionado, y va a seguir funcionando. Vamos a administrar la provincia en base a tres premisas que estamos cumpliendo a rajatabla desde el primer día: trabajo, transparencia y en lo posible ahorro.
Por supuesto, y mal que nos pese, a veces me temo que hacer las cosas de esta forma, dejará algunos disconformes. Y lo digo con un dejo de amargura, porque todos saben que no estoy ni estaré jamás contra el disenso, pero sí me duele la crítica formulada desde la hipocresía o la especulación politiquera.
Aquellos que usan esta metodología, les vamos a contestar con el trabajo honesto de un servidor público convencido.
El General Perón solía decir: “La única verdad es la realidad”.
A fuerza de persistir en estos tres preceptos: trabajo, transparencia y ahorro, hemos logrado equilibrio y superávit en las finanzas públicas. Elemento vital a partir de los cuales mi Gobierno podrá impulsar la generación de más y mejores planes sociales, co-financiar obras públicas, recuperar la infraestructura y el equipamiento en áreas críticas como salud, educación y seguridad y además, para consensuar con los actores, como lo estamos haciendo, la mejor forma posible de recomponer el sueldo de los sectores más deprimidos.
La tarea es ardua, llevamos poco más de dos años y hemos hecho mucho. Estamos conformes, pero no satisfechos. Aspiramos a más, y no bajaremos los brazos hasta lograr nuestro objetivo.
Todos sabemos de dónde venimos y nos acordamos cómo estábamos. Basta con ese sencillo ejemplo que he dicho más de una vez: “Hasta antes de asumir este gobierno, la noticia más importante para todos los era anunciar cuándo se iban a pagar los sueldos. Hoy, pagar el 100% de los sueldos y hacerlo a tiempo ya no es noticia ni le preocupa a nadie”. Todos saben que se cumple bien y a tiempo, y no hay dudas que así va a seguir siendo.
Sin embargo, con la conciencia del esfuerzo hecho por el Gobierno, con el acompañamiento de todos los sanjuaninos; algún sector de trabajadores dependiente del estado provincial siente que sus demandas particulares están insatisfechas, les anticipo que tienen la puerta de mi despacho abierta de par en par.
Que no les quepa duda que no sólo van a ser bien recibidos, atendidos y escuchados, sino que se harán todos los análisis técnicos necesarios para encontrar salidas dignas. Pero que tampoco les quepa duda de que este gobierno jamás va a poner en riesgo su equilibrio fiscal ni comprometer los fondos destinados al despegue productivo de todos los sanjuaninos, por privilegiar a un sector en particular, por mas importante que éste sea
Creo imprescindible el consignar aquí, que en estos dos años –pero con especial dedicación durante estos últimos doce meses- nos hemos dedicado a poner el acento en el principal concepto sobre el que comenzamos a construir nuestro plan de gobierno allá por el año 2002: el crecimiento se transforma en desarrollo, solo y exclusivamente cuando provee un mayor bienestar a la comunidad.
Y permítanme desarrollar este punto:
Todos sabemos que San Juan ha venido creciendo ininterrumpidamente a lo largo de los últimos meses. Y si bien la única forma de no equivocarnos es recibir este fenómeno con humildad y aceptar que recién estamos empezando a asomar la cabeza, es bueno admitir también que las señales indican que no hemos equivocado el rumbo: la mejoría es real y se hace evidente a través de los pujantes cambios que vienen verificándose en la provincia.
Ha aumentado la recaudación fiscal, se han reabierto industrias y siguen llegando nuevos inversores. La obra pública se multiplica en todo el territorio y hemos podido encarar imprescindibles obras de infraestructura energética, todo ello gracias al apoyo nacional, pero también a los ahorros provinciales y los convenios de crédito que hemos logrado acordar en condiciones ventajosas.
Paralelamente, hemos bajado a un dígito la desocupación después de 12 años. La inflación se mantiene prácticamente controlada, y aún cuando no hayamos podido dar satisfacción inmediata y simultánea a todas las demandas, es evidente la paulatina mejora en el poder adquisitivo de los sectores más postergados.
Claro que no somos ciegos, ni siquiera cortos de vista.
Hemos dicho que estamos conformes, pero no satisfechos, estas optimistas realidades no empañan nuestra visión. Creemos que si un Estado mejora su situación económica y por ello recibe más dinero, ése es dinero muerto hasta que no se utiliza eficiente y prudentemente para generar mejores condiciones de vida a las personas. Por cierto, y para que quede meridianamente claro, sostenemos que un estado rico con gente pobre no es sino un estado miserable.
Hemos impulsado durante el año 2005, la recuperación económico-productiva de la Provincia, con agresivas políticas sociales y de recuperación de la infraestructura en servicios tan básicos para la gente como viviendas, escuelas, hospitales y seguridad.
El objetivo primordial de mi gobierno ha sido, es y seguirá siendo mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de nuestra Provincia, cualquiera sea su lugar de residencia. Y lo estamos haciendo así, porque entendemos que ello constituye un inalienable principio de justicia social que hace al desarrollo humano integral y sustentable.
Asimismo, y porque sabemos que ninguna política social puede resultar exitosa si no es a partir de la organización y el protagonismo de los propios interesados, hemos venido fortaleciendo la capacidad de interacción entre los distintos niveles del gobierno y la sociedad civil, estableciendo nuevos espacios donde cultivar las habilidades de la comunidad para participar activamente en la gestión de su propio desarrollo. No nos conformamos con lo obtenido. Vamos a seguir fortaleciendo los vínculos entre crecimiento económico y desarrollo humano.
Es claro que en buena medida ello depende de que continuemos gestionando una distribución equitativa de los recursos, priorizando una inversión social inteligente, y garantizando la prestación universal de los servicios sociales básicos.
Pero todo ello requiere, además, de dos factores fundamentales: por un lado la capacidad que tenga la provincia de seguir obteniendo ingresos sustentables en el tiempo; y, por el otro, la ampliación de la participación ciudadana, a partir del fortalecimiento de una sociedad civil que acompañe, promueva, empuje y sustente la acción del Gobierno.
Siempre he sido un hombre comprometido, no me resigno a ver por televisión lo que le sucede al País, o a mi Provincia, estoy acostumbrado a protagonizar con mis conciudadanos. No entiendo que podamos sentirnos partícipes, sólo cuando hay elecciones y después transformarnos en espectadores durante cuatro años.
Estoy hablando, señores, de dar espacios de participación para que nadie se quede del otro lado de la calle, con las manos en los bolsillos, criticando o adulando, pero sin hacer nada por formar parte de lo que está ocurriendo. Estoy persuadido que la democracia no termina en el voto, sino que empieza ahí, y estoy hablando de participar.
Somos muy respetuosos de la historia y de lo que de ella hemos aprendido. Por eso me gustaría hacer presente un fenómeno que hemos procurado permanentemente en nuestra labor de gobierno, y ha sido objeto de muchas conversaciones con el presidente Kirchner en torno a este concepto de participación ciudadana.
Se refiere a que durante casi todo el siglo pasado los países –y Argentina no ha sido una excepción- han sufrido la fatal dicotomía “lucha de clases versus colaboración de clases”, que dividió en dos al mundo durante muchas décadas.
Hoy sabemos que en esa polaridad dogmática se encerraba otra, tal vez menos encumbrada filosóficamente, pero de una brutal asertividad, que ha estado presente en la línea doctrinaria justicialista y tiene sus orígenes en el pensamiento mismo del general Perón. Me refiero a la contraposición “lucha de intereses versus colaboración de intereses”.
Por cierto que las crisis se desatan cuando los intereses que conviven en una sociedad no se pueden administrar de forma tal que armonicen o colaboren entre sí; y se transforman en tensiones que derivan en inútiles confrontaciones: Patrones contra obreros. Propietarios contra inquilinos. Ricos contra pobres. En suma, poderosos contra desposeídos, asumiendo posiciones diametrales que al final generan intolerancia, rencor y posiciones irreconciliables.
Al llamar hoy a la participación, estoy diciendo también que veo a esa dicotomía confrontacional como historia pasada. Y también que durante nuestro período intentaremos sin descanso que los distintos intereses mantengan roles de colaboración antes que de enfrentamiento.
De hecho, les puedo asegurar que buena parte del esfuerzo de nuestro gobierno en estos meses ha sido desatar nudos, tender puentes, y buscar el diálogo y la comprensión de los distintos sectores sociales en tensión o en conflicto.
Estos tiempos que se vienen, no son sino para reconstruir la riqueza común; realizando una comunidad, en la que cada uno tenga la posibilidad de realizarse.
Sólo el trabajo podrá redimirnos de los desatinos pasados.
En esta convocatoria pretendemos que cada sanjuanino cumpla una misión en el esfuerzo de conjunto, y que mirando hacia delante, echen a su espalda los malos recuerdos y se dediquen a pensar en la futura grandeza de esta Provincia, que bien puede estar en nuestras propias manos y en nuestro propio esfuerzo.
Mi gobierno está comprometido con su pueblo; con todos los sectores que conviven y ocupan un lugar en la sociedad sanjuanina; y todos merecen ser escuchados y atendidos por igual.
Sin embargo, los intereses de la mayoría son los que deben prevalecer sobre los de los sectores particulares, o de pequeños grupos.
Es bueno que todos sepan de qué intereses estamos hablando, porque al repasar la labor gubernativa del último año se verán claramente manifestados. Son los intereses de la buena gente, sencilla y honesta. Los intereses de los que producen, de los que crean, de los que hacen patria haciendo familia, de los que estudian y de los que enseñan. Los intereses de ese ciudadano de a pie, que, recordando a Martín Fierro, nunca ha sido amigo del juez. Ese ciudadano que no es influyente ni encumbrado, y al que los dirigentes tenemos que poder volver a mirar a los ojos, sin sentir vergüenza y con el afecto infinito que se siente por un hermano.
No les quepa duda, que, contra viento y marea, en eso hemos estado. Hoy, a 28 meses de haber comenzado nuestra administración y a un año de nuestra última rendición de cuentas ante esta Asamblea, puedo decir con satisfacción que hemos gobernado para ese ciudadano simple y llano, reconociendo su voz, su exigencia y su mandato. Lo hemos hecho como mejor hemos podido dentro de las complejas circunstancias que todos conocemos y ahora lo estamos llamando a participar en los nuevos espacios que iremos creando, en la certeza de que de su voluntad de colaborar, de su ingenio, de su esfuerzo y de su fe, depende San Juan para preservar el futuro.
Tenemos meridianamente claro que en el 2003 la gente nos votó para llevar adelante un proyecto, no para hacer magia ni milagros. Y también tenemos claro que cuando hace unos pocos meses debió emitir su juicio nuevamente, el sanjuanino volvió a apostar por un gobierno que lo único que tiene para ofrecer son obras. Están a la vista y de todas ellas vamos a ir conversando en este mensaje.
Sin embargo, y para terminar un preámbulo ya extenso, creo muy valioso tener presente el contexto general de esta Argentina que, bajo el gobierno del presidente Kirchner, ya cumplió su tercer año de crecimiento continuo.
No es siquiera necesario simpatizar con el oficialismo, para admitir que el repunte se evidencia en muchas áreas y muchas materias. No digo que hayamos cruzado el Jordán, pero hacia allá vamos y a buen ritmo, lo que se manifiesta en esos síntomas que veíamos hace un momento y que aun el más avezado de los analistas económicos no se hubiera atrevido a pronosticar. Son sólo síntomas, es verdad, pero son definitivamente esperanzadores.
Claro que más allá de esos buenos síntomas, hay otras evidencias del fortalecimiento macroeconómico de esta nueva Argentina. En este plano, el desendeudamiento del país sin duda resultará vital para el proceso de recuperación. Hemos renegociado la deuda externa y obtuvimos una quita del 75%, el mejor acuerdo que se haya hecho en la historia.
Por otra parte, demás está recordar el pago adelantado al Fondo Monetario Internacional, con el objeto fundamental de contar con plena determinación y soberanía en nuestras políticas, y dignificar con ello la posición del país frente a la comunidad internacional.
De las cifras nacionales, sólo quiero que tengamos presente un crecimiento de los salarios; un ingreso per cápita próximo a 4.700 dólares versus los 2.200 con que partimos en la devaluación del 2002; una tasa de desocupación nacional en torno al 10%, que significa que 4 millones de personas se incorporaron al mercado laboral; y una reducción de la pobreza en más de 20 puntos.
Las cifras no mienten. Pero hay algo que aún resulta más real que las cifras macroeconómicas: me refiero a las obras. De hecho, además de esas prometedoras cifras-país que acabamos de ver, creo que buena parte de la confianza que los sanjuaninos han vuelto a depositar en este gobierno es que muchas esperanzas del 2003 se han ido transformando en realidades concretas y a la vista de todos.
En este sentido, y ya en el ámbito provincial, vale la pena reiterar que, aun antes de asumir, ya habíamos asegurado que en nuestra voluntad de honrar cada uno de los compromisos adquiridos con el pueblo, debíamos dedicarnos a Hacer.
Hacer, pero haciéndolo bien. No para satisfacer egos ni utopías. No por responder a la pasión del momento o a la presión de las circunstancias. Para el gobierno sanjuanino, hacerlo bien ha significado no perder de vista el horizonte, ni permitirnos que la contingencia vaya borrando de a plumazos un proyecto de largo plazo, destinado a cambiar para siempre la calidad de vida y el futuro de los sanjuaninos.
En este sentido, y antes de entrar al detalle de nuestra gestión, quiero recalcar que “hacer” significa “poder hacer”, y para “poder hacer” hay que tener las herramientas adecuadas. Por eso debimos tomar dos importantes determinaciones administrativas que nos permitieran contar con los instrumentos necesarios para hacer frente a áreas de trabajo muy sensibles y prometedoras. Me refiero a la creación de la Secretaria de Estado de Turismo, Cultura y Medio Ambiente y la Secretaria de Estado de Minería.
En el primer caso, el de Turismo, avizoramos un infinito horizonte de realizaciones. San Juan es una provincia donde el turista llega sin que nadie lo llame, donde los hoteles tienen cada vez más ocupación sin que nadie los promueva, donde las bellezas y los atractivos naturales son como secretos bien guardados que se conocen sólo por el boca-a-boca de los visitantes. No queremos que eso siga así.
Nos ha costado dos años donde tuvimos que hacer todo con prácticamente nada, pero ahora vamos a darnos la oportunidad de hacer que pasen muchas cosas en esta área.
Vamos a poner lo que haya que poner para lanzar el turismo sanjuanino. Eso significa coraje, imaginación, planificación y recursos. Y todo va a estar a disposición a partir de ahora para poder explotar creativa y decididamente la más natural y menos contaminante de las industrias.
En el caso de Minería, sólo podemos decir que la creación de una Secretaría era consecuencia inevitable del pujante desarrollo de esta actividad en nuestra provincia.
Sabemos que en este campo está parte del futuro de San Juan y por ello debíamos dedicarle mejor atención y mayores recursos, que nos permitieran gestionar más eficientemente tanto su desarrollo como el control de sus actividades. Hoy lo tenemos y ello nos va a permitir encarar en mejor posición este crucial desafío productivo.
Entremos a continuación al detalle de cada área de nuestra gestión de gobierno en el período que acaba de finalizar.
El Área de Infraestructura debe ser, sin duda, uno de los espacios que despierta mayor atención, debido a la cantidad y magnitud de las obras encaradas durante este período. Por supuesto, la importancia de un área de infraestructura dinámica y en crecimiento sostenido es fundamental para aspirar a la recuperación del ritmo de desarrollo económico y social.
En este sentido, los sanjuaninos hemos sido permanente apoyados por la decisión política del gobierno nacional, quien ha incluido de manera preferente a nuestra provincia en los numerosos planes federales dedicados a mejorar, reponer o ampliar la infraestructura en todo el país.
De esta forma, durante los últimos dos años hemos logrado la puesta en marcha y el desarrollo consolidado de la etapa constructiva, tanto de grandes obras de impacto en el mediano y largo plazo como también de obras de infraestructura social básica: riego, energía, caminos, viviendas, hospitales, escuelas.
Entre las primeras se incluye el complejo hidroeléctrico Caracoles. Después de los daños ocasionados por el colapso del endicamiento artifical que obstruyó el río Santa Cruz, la obra ha retomado su régimen normal de construcción, trabajando a pleno, ocupando en la actualidad más de 1.000 puestos de trabajo.
En el plano energético, la generación de la central a pie de presa, contribuirá con energía barata al abastecimiento eléctrico de la provincia, el cual se consolidará con la construcción de la línea de 500 KV entre Mendoza y San Juan que ya está en ejecución.
La construcción de líneas de media tensión y de estaciones transformadoras en distintos puntos de la provincia tienden a mejorar en general la calidad y confiabilidad del suministro, y producirán fuertes impactos locales en el desarrollo de sectores o zonas de influencia.
La inversión en el sistema hidroeléctrico, que ya fue importante durante los dos primeros años de nuestra gestión, contará en los próximos dos años con una inversión ya asegurada superior a los 440 millones de pesos.
En cuanto a las grandes obras viales, destacamos la recuperación de los caminos interprovinciales, así como la pavimentación y repavimentación de la red provincial, caminos donde hemos superado los 200 km. en estos dos años, con una inversión superior a los 30 millones de pesos.
En el 2006 se prevé superar la recuperación de más de 300 km. adicionales con una inversión cercana a los 300 millones de pesos, destacándose especialmente los tramos de la ruta 150 que forman parte del corredor bioceánico central.
Respecto del Túnel de Baja altura por el Paso de Agua Negra, tal vez la obra pública más importante de San Juan en los últimos tiempos por su alto significado estratégico, seguimos avanzando paso a paso.
La inclusión de San Juan en un lugar prioritario en el último encuentro entre los presidentes de Argentina y de Chile, así como la relación que estamos construyendo con las nuevas autoridades trasandinas, se perciben especialmente auspiciosas para nuestros fines.
En materia de viviendas, está en marcha un ambicioso programa para continuar paliando el déficit habitacional heredado. Para ello hemos concluido y entregado en estos dos años 2.721 viviendas, tenemos en construcción 5.254, y esperamos concretar en los próximos dos años al menos las 10.000 viviendas adicionales del Plan Federal II y continuar con las otras operatorias actualmente en marcha.
De las viviendas entregadas, nos enorgullece haber dado solución al problema de los habitantes de las villas de emergencia más viejas del gran San Juan, quienes tienen finalmente viviendas dignas.
Otro grupo que esperaba desde hace muchos años por una solución, son los habitantes de los Lote Hogar sin finalizar.
En este tema logramos acuerdos con la Nación para el financiamiento conjunto, modificamos la ley para ampliar los objetivos de la operatoria original y ya hemos comenzado la construcción para terminar las más de 2.200 casas inconclusas.
En materia de infraestructura médico hospitalaria, destacamos la obra del Nuevo Hospital Rawson, que con fondos provinciales y un crédito del Gobierno español que será devuelto por la Nación, concluirán dentro de 18 meses.
Además, tenemos en marcha las obras de recuperación del hospital Marcial Quiroga y hemos entregado distintas obras puntuales en varios departamentos, a un costo de 15 millones de pesos.
Para este año, las obras en construcción demandarán una inversión de 85 millones de pesos, y considerando las inversiones ya comprometidas para el 2007, la suma alcanza los 130 millones de pesos.
También entre las grandes obras consolidadas destaco que la construcción del Centro Cívico está desarrollándose con absoluta normalidad y ajustada a cronograma: en enero del 2007 tendremos el primer tercio terminado, listo para ser ocupado por las reparticiones públicas con más urgencias edilicias.
Respecto al suministro de agua potable y obras de saneamiento en ejecución, el Plan Director de Agua Potable y Saneamiento 2006-2015 supone el aumento del área servida e importantes obras de infraestructura como el subsistema cloacal Rawson, cuyas obras estamos iniciando.
Las inversiones en infraestructura para el suministro de agua potable para los próximos dos años ascienden a 26 millones de pesos, mientras que en saneamiento superarán los 98 millones de pesos; llevando el agua potable a poblaciones históricamente olvidadas, como son y como fueron Marayes, Bermejo y Vallecito.
En cuanto a la obra de reparación y forestación de la Avenida de Circunvalación, de la cual ya se ven los primeros resultados, incluye la instalación de riego presurizado en más de 100 ha. de espacios circundantes y taludes con la siembra de igual superficie de carpeta verde. La forestación con especies autóctonas y adaptadas concluirá con la implantación de 30.000 árboles y arbustos.
En el área de Servicios Públicos se destaca el proceso de regularización del transporte de pasajeros, que culminó con la nueva Ley de Transporte y su posterior reglamentación.
En materia de telecomunicaciones, por primera vez la provincia encara un Plan Provincial de Telecomunicaciones dentro del cual, entre otros temas, se concretó el primer centro de emergencias 911 del país, el cual atiende en forma eficiente a 110.000 llamados mensuales con un nivel de gestión del 97%.
También en el mismo Plan Provincial de Telecomunicaciones se amplió el servicio de televisión abierta, para que no quede un solo sanjuanino sin tener la posibilidad de ver televisión de los canales de aire.
En resumen, quiero destacar que la inversión prevista para el 2006 supera los 1.000 millones de pesos y considerando las obras que ya tienen financiamiento para el próximo año, la suma asciende a casi 2.000 millones de pesos hasta fines del 2007.
Creo que en este sentido, ni yo como Gobernador, ni todos los que hoy estamos aquí reunidos, más allá de las banderías políticas, podemos dejar de agradecer el irrestricto apoyo del presidente Kirchner en muchas de estas obras que hacen directamente a la recuperación económica y social de nuestra provincia
En el Área de Hacienda, con enorme satisfacción puedo refrendar lo anunciado hace un año atrás en esta misma ocasión: la provincia ha venido mejorando su estado económico-financiero de forma clara y permanente, por lo que fue posible enfrentar el año recién pasado no sólo sin sobresaltos, sino comenzando a ver soluciones concretas a problemas que parecían insolubles, tanto por falta de voluntad política como la sempiterna carencia de recursos.
El crecimiento experimentado en el sector real de la economía junto con un apropiado manejo de las finanzas posibilitaron que la situación fiscal provincial se consolidara en 2005, no habiendo padecido sobresaltos financieros que afectaran nuestro accionar.
Yendo a lo puntual, quiero explicar brevemente los principales cursos de acción que seguimos durante 2005.
Respecto a los cursos de acción vinculados con los Recursos de Origen Nacional, debemos destacar que los recursos efectivamente percibidos por la Coparticipación Federal de Impuestos superaron en un 5 % la última estimación que hizo la propia Nación.
Tal incremento obviamente está vinculado con el nivel de crecimiento de la actividad económica experimentado durante el año, así como en el incremento de la capacidad recaudatoria de la AFIP.
Por su parte, los recursos de origen provincial crecieron gracias a que la recaudación de Rentas 2005 fue de 181 Millones de pesos. Esto significó un 32% de crecimiento respecto a la recaudación de 2004.
Tal como acontecía con los recursos de origen nacional, el incremento que tuvimos está fuertemente vinculado con el crecimiento de la actividad económica y las transacciones, pero también con el progresivo aumento de la eficiencia operativa de nuestra Dirección General de Rentas.
Respecto a los cursos de acción vinculados con el gasto, en primer lugar reafirmo que austeridad, transparencia y eficiencia son los preceptos fundamentales bajo los cuales se ha conducido y se conducirá nuestra administración gubernamental, lo que ha permitido que, durante todo 2005 hayamos pagado nuestras obligaciones en tiempo y forma.
Y cuando me refiero a nuestras obligaciones incluyo a proveedores de bienes y servicios, a contratistas de obra y por supuesto a nuestros empleados. También, obviamente, hemos cumplido puntualmente con las obligaciones derivadas de las relaciones laborales, aportes y contribuciones, impuestos retenidos, retenciones a gremios, mutuales y demás asociaciones.
Respecto a los cursos de acción dirigidos a lograr mayor eficiencia y ordenamiento de la administración en general, destaco en forma particular que, durante 2005, se implementó el Sistema Integrado de Información Financiera como único medio obligatorio de registración en el ámbito de la Administración Pública Provincial.
Este Sistema Integrado de Información Financiera –detenido durante mucho tiempo hasta que lo retomáramos como emblema de modernidad y eficiencia- le posibilita a la Administración Gubernamental una mejor calidad de información contable, presupuestaria y de gestión financiera en tiempo oportuno, constituyéndose así en una importante herramienta de gestión
En atención a los cursos de acción vinculados con planeamiento, se posibilitó el acceso al financiamiento para importantes obras públicas en diferentes municipios y, entre muchas otras acciones que se consignan en el Anexo, destaco que a través de la Unidad Ejecutora Provincial, se desarrolló una tesonera labor que posibilitó destrabar, reactivar e impulsar el desarrollo de programas que oportunamente habían recibido financiamiento internacional y que se encontraban paralizados con alto grado de incumplimiento provincial.
Finalmente, debo destacar que la consigna dominante durante todo el año pasado, se focalizó en que la hacienda pública fuera administrada con el doble de celo. Y esto tiene un motivo: luego de años enormemente difíciles y restrictivos, se podía caer en la tentación de lanzarse a satisfacer reivindicaciones de cualquier tipo, desatendiendo las señales de cautela y humildad, que son, en definitiva, las que permiten caminar más seguros y llegar más lejos.
En el Área de Gobierno, se han dado pasos importantes en áreas particularmente sensibles como Seguridad -donde se intensificó notoriamente el equipamiento de las distintas fuerzas provinciales- y Justicia, área donde seguimos profundizando el criterio de personalización en las prestaciones que el estado proporciona a la comunidad.
Asimismo, quiero enfatizar la labor modernizadora que se está desarrollando en el Registro Civil, organismo que en los últimos dos años focalizó exitosamente su gestión en poner al día la entrega de documentos que por años estaban atrasados y, simultáneamente, proveer de primera documentación a miles de personas que carecían de ella por completo.
Paralelamente, creo que se ha hecho un valioso trabajo en las áreas de Anti-Corrupción y en Derechos Humanos, temas que fueron tratados con extremo rigor, a través de acciones multidisciplinarias que involucraron a todas las áreas de gobierno.
Profundizando en los temas específicos, quiero recalcar que, en materias de seguridad ciudadana, nuestra convicción es que ésta no se sustenta exclusivamente desde lo judicial, policial o penitenciario, sino que exige que se instrumente un programa orientado a combatir y atemperar las motivaciones que generan condiciones proclives a la marginación social y el ingreso al campo de la delincuencia coyuntural por carencia de estímulos u oportunidades.
Atendiendo estos aspectos, se llevó a cabo una política de generación de mejores y mayores ofertas laborales, cobertura básica y primaria de la salud de todos los sectores, establecimiento de incentivos para desalentar la deserción escolar y fortalecimiento de los planes de ayuda familiar y social.
Así también contribuyeron el fuerte impulso de la producción, el auge de la explotación minera y frutihortícola, el establecimiento de la cadena comercial, el cumplimiento de pagos a estatales en tiempo y forma, y una política salarial acorde a la realidad del presupuesto provincial.
Otro objetivo crítico fue reconstituir el esquema operativo de la Policía de San Juan, seriamente colapsado por falta de inversiones en recursos humanos y materiales. La inversión en equipos, móviles e infraestructura alcanza los $ 2.590.000, y las mejoras incluyen, además, el incremento de la planta funcional con la incorporación de 60 oficiales y 170 agentes.
Particularmente relevante resulta el hecho que, complementario con todo el sistema preventivo, se planificó e instaló la línea 911 de Emergencias, para cubrir en lapsos de tiempos más acotados, con rapidez y solvencia, las necesidades de auxilio en casos de incendio, delitos y emergencias civiles en el supuesto de enfermedades y desastres.
En otros planos de alto interés, se reeditó con substanciales mejoras, mayores elementos técnicos y más recursos humanos, el operativo “verano 2005/06” en toda la provincia.
En los programas de lucha contra la drogadicción, se obtuvieron resultados muy positivos con la incautación de importante cantidad de sustancias estupefacientes e inéditas para la provincia, en volúmenes de marihuana y cocaína.
Funcionaron de acuerdo a las previsiones adoptadas en la planificación pertinente, los operativos de “Máxima seguridad” en zonas de gran concentración demográfica; “Proximidad barrial” en localidades vulnerables; “Operativo cerrojo”, para caso de motines en el Instituto Penal de Chimbas, y el dispositivo destinado al control del esparcimiento nocturno de la juventud, consumo de alcohol y normas de seguridad y horarios en locales bailables.
Para finalizar este cuadro, quiero hacer un importante reconocimiento a la labor policial, en tanto que en relación a los homicidios dolosos ocurridos en el territorio de San Juan, hubo una respuesta tan contundente, que se logró el esclarecimiento del 100% de los casos, todos ellos con detención de autores.
Un aspecto de particular focalización es el desarrollo de las Relaciones Institucionales de la provincia. En este ámbito, me parece importante destacar los avances en relación al Paso de Agua Negra hacia Chile, y el optimismo que reina en el Comité de Integración del Paso dado el beneplácito con que ve este proyecto la nueva autoridad del país vecino. En otro ámbito, si bien el perfil de la Secretaria De Gobierno y Justicia es esencialmente administrativo, ha venido adquiriendo una alta implicancia político-social, desarrollándose para satisfacer los requerimientos propios y específicos de una sociedad con necesidades críticas y cotidianas.
En este sentido, quiero hace hincapié en la participación, coordinación y puesta a punto de la elaboración regional del “Plan Nacional de acción por los derechos de niños, niñas y adolescentes”, así como las múltiples gestiones realizadas en resolución de conflictos individuales y privados.
Finalmente quiero detenerme un instante en reconocer la labor del Registro Civil, y destacar el logro de una cifra récord, ya que a noviembre de 2005 sólo quedaban pendientes de entrega 481 DNI del año anterior. Se debe recordar en este sentido, que al inicio de la actual gestión el arrastre de déficit era de más de tres años y la cifra de pendientes superaba las 40.000 unidades.
El Área de Salud, es, sin duda, una de las que recibimos con mayor deterioro, no sólo en lo material sino también en lo moral. En el 2004 debimos abocarnos a salvar los aspectos de extrema urgencia, básicamente vinculados con el reordenamiento del área y sus prestaciones, lo que no sólo incluía dotar de insumos a los centros de salud, sino de limpiarlos de los gérmenes de la corrupción y la burocracia.
Esa tarea no terminó junto al año calendario sino que continuó durante todo el 2005, sumándose al gran objetivo del período: dar un verdadero salto cuántico en infraestructura hospitalaria y renovación del equipamiento técnico.
Nunca en la historia de la provincia se invirtió tanto en salud pública. Y estamos tan orgullosos de ello como conscientes de la enorme brecha que aun nos falta superar para alcanzar una situación que satisfaga realmente las necesidades de nuestra gente.
Es mucho lo que falta por hacer, pero también es cierto que es mucho lo que hemos hecho. Con criterio, con acuciosidad, con profesionalismo. Y mejor aun: con transparencia.
Yendo a lo particular, quiero recordar que en el Plan Federal que presentó el Presidente Kirchner en el 2004, acordado entre el Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, junto a cada Ministerio y Secretarias de las Provincias Argentinas, se afirmaba que “no hay política de salud allí donde no hay objetivos claros, concretos, y donde el estado de salud de la población no mejora”.
En el documento se desplegaba un nuevo modelo de salud, fundado en una estrategia progresiva y sustentable cuyo fin seria establecer un moderno modelo sanitario basado en la atención primaria como principio organizador del sistema.
También se señala un sistema de reformas, otorgando prioridad a todo aquello que fortalezca la equidad en el acceso y el financiamiento de la salud y favoreciendo la participación comunitaria de todos los niveles.
Tales acciones entre otras fueron darle mayor jerarquía a la promoción y prevención en temas como la salud materno infantil, la cobertura integral a embarazadas, el despliegue de los médicos comunitarios, el control del tabaco, la accesibilidad a medicamentos a través del Plan REMEDIAR, la redefinición de prioridades de recursos para los distintos centros sanitarios de la provincia y la capacitación de los funcionarios.
Conjuntamente con ello, se incrementó el equipamiento y los recursos de todo tipo en hospitales y centros de atención primaria, y se aceleró la construcción de 10 Centros Integradores Comunitarios, que permitirán imponer una nueva visión de la política social y Sanitaria en la provincia.
Para no entrar en largos listados que, de todas maneras, ustedes podrán analizar como es debido en sus copias papel, permítanme tan solo remarcar que el total invertido en salud en la Provincia durante el año 2005 -sin considerar inversión en Infraestructura Edilicia Sanitaria- alcanza a los 32 millones de pesos.
Una cifra inédita y que no fue usada al voleo, hecho que se evidencia en que se obtuvieron resultados concretos, visibles y que, en algunos casos, significan dramáticos avances en un período tan breve.
Entre ellos, especial atención merece el tema de la mortalidad Infantil y Materna.
La mortalidad Infantil en el año 2003 fue de 19.6 por mil nacidos vivos, y logramos reducirla al 15.8 en el 2005, lo que significa un descenso del 20% para el periodo.
En el caso de la Mortalidad Materna en el 2003 era de 4.6 por cada diez mil nacidos vivos, y logramos bajarla al 3.7 en el año 2005. Esto también representa un 20% menos y significa que San Juan alcanzó en la mitad del tiempo la meta fijada en el Plan Federal de Salud para el cuatrienio 2003 – 2007.
Paralelamente, otro dato de enorme trascendencia es el aumento geométrico de las consultas en el primer nivel de atención, las cuales saltaron de un millón cuatrocientas mil en el 2003 a casi un millón seiscientas mil el año pasado.
En otros aspectos de la gestión en Salud, durante el año 2005 se consolidó en la provincia el exitoso Programa Nacional de Médicos Comunitarios desarrollándose a pleno el postgrado en Salud Social y Comunitaria, integrando con la ultima cohorte la totalidad de 187 profesionales que incluyen Trabajadores Sociales, Psicólogos, Médicos, Enfermeros, etc.
El programa está destinado al fortalecimiento de los Centros de Atención Primaria CAPS de la provincia y procura modificar el modelo de atención, desarrollando una estrategia de cuidados de la Salud de la población nominada a su cargo.
Es verdad que, especialmente en un área de tan extrema sensibilidad y que recibimos en tan mal estado, todavía queda una titánica tarea por delante, pero nos tranquiliza la seguridad de haber podido demostrar que se puede enfrentar la adversidad y que la rigidez burocrática sólo sirve como modelo de aquello que queremos evitar.
Hoy más que nunca tenemos meridianamente claro que la mejora en salud empieza a ser una realidad jerarquizando la atención primaria, pilar fundamental de la reforma sanitaria que podremos lograr entre todos.
En el Área de Producción, permítanme hacer presente que ya en el 2004 se había fijado un objetivo prioritario: sacar a la Provincia de la postración, la desidia y el descreimiento. Es por eso que, desde el primer minuto de nuestro mandato, debíamos entregar potentes señales a la comunidad, tanto de nuestra voluntad para revertir la situación, como de nuestra capacidad para hacerlo.
En verdad, si queríamos sostener la confianza del insipiente nuevo mercado, estábamos obligados a entregar muestras irrefutables de que había comenzando una nueva etapa en la provincia y en el país.
Es que, no nos equivoquemos: en materia económica a nadie se le puede obligar a creer. Sólo la realidad dicta las normas y es por eso que lo que debíamos hacer era, ni más ni menos, que cambiar la realidad.
Esa responsabilidad del área de Producción que comenzara a fines del 2003, se ha venido extendiendo hasta el día de hoy, con esfuerzos férreamente enfocados a consolidar varias temáticas claves.
Así, les propongo entrar de lleno a conocer algunos datos ilustrativos del extenso trabajo que se ha hecho en el Área y del cual ustedes tienen información exhaustiva en el Anexo correspondiente.
Quiero comenzar destacando que de acuerdo a los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares del 2ª semestre 2005, luego de 12 años la Tasa de Desocupación volvió a descender a un dígito al alcanzar el 7.94%, en el Gran San Juan.
Esto es una disminución de poco más de 5 puntos respecto al mismo período de 2003 (13,3%), y algo más de 2%, en relación al 2ª semestre del año 2004.
Simultáneamente con estos índices de fuerte contenido humano, los otros datos relevantes corresponden a los porcentajes de aumento de los productos exportados en el 2005, comparados con el 2004.
Los productos agrícolas crecieron casi un 24%, mientras que las manufacturas de origen agrícola treparon un 52% y las de origen industriales superaron el 20%. Todo esto se resume en un crecimiento de casi el 33% del 2005 sobre el 2004 y de nada menos que de un 86% sobre el 2003.
En gran medida, este exitoso panorama de la producción provincial tiene relación con las nuevas oportunidades de financiamiento que ideó el Estado. Entre ellas quiero citar especialmente tres de las más notables:
El Crédito para la promoción de las exportaciones regionales. Esta es una línea de crédito destinada a la prefinanciación de exportaciones, incluyendo créditos de apoyo para viajes al exterior y misiones comerciales con un monto máximo de 150.000 dólares y un plazo de amortización de 180 días.
En lo que respecta a exportación, se financiaron 2 proyectos: uno para la exportación de ciruelas y otro de uva de mesa, además de 3 misiones comerciales por un total que excede los 104.000 dólares.
El Segundo crédito destacable es el ideado para la reactivación de empresas productivas a nivel de microemprendimientos. Esta línea se focaliza en los rubros agrícola, minero, industrial y servicios vinculados a la faz productiva, incluyendo proyectos turísticos. Su monto máximo es de $50.000 con un plazo de amortización de cuatro años y uno de gracia.
Y finalmente, creo meritorio reconocer el crédito para la reactivación de empresas productivas - PYMES. Esta es una línea dirigida a Pequeñas y Medianas empresas productivas del rubro agrícola, minero, industrial y servicios vinculados a la faz productiva, incluyendo proyectos turísticos, hasta un monto máximo de 450.000 pesos y un plazo de amortización de siete años, con uno y medio de gracia.
Para estos créditos, en el año 2005 se dispusieron casi 1.300.000 pesos en 32 proyectos.
Un programa especialmente sensible a esta administración es el de desarrollo de la producción y el empleo de San Juan. El Programa prevé variadas herramientas para el desarrollo de la economía provincial, como aportes no reintegrables destinados a asistencia técnica, capacitación y proyectos que sirvan a todos los actores de las cadenas productivas.
Incluye también la creación de una agencia de promoción y desarrollo denominada Calidad San Juan, proyecto en avanzado estado.
El Programa, de un valor cercano a los 150 millones, se encuentra en las etapas finales de negociación con el Banco Interamericano de Desarrollo, entidad llamada a su financiamiento.
En el mes de noviembre de 2005 se concretó la Misión de Identificación del BID y se encuentra actualmente en proceso la Misión de Orientación, con el objeto de acordar la diagramación final de los principales componentes del Programa.
Como producto de la primera Misión, se elaboró el documento de proyecto, que fue aprobado por el Comité de Gestión del organismo internacional, cumplimentando de esta forma, el primer paso para su aprobación final.
Se prevé la concreción de la última Misión (referida al Análisis) en el mes de junio próximo, de la que surgirán los reglamentos operativos del Programa, cuya ejecución se estima iniciar a principios de 2007, previa aprobación de esta Honorable Legislatura.
De gran importancia para impulsar la actividad productiva ha sido la creación de Impulsar San Juan, sociedad de garantía recíproca, una verdadera herramienta para el crecimiento.
Esta entidad tiene como fin facilitar a las PYMES el acceso al crédito, a través de la evaluación del préstamo y otorgamiento de garantías, promocionar el crecimiento y desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, estimular la generación de empleo; brindar capacitación y asesora-miento técnico, económico, financiero y gerencial. En la actualidad ya cuenta con 9 socios protectores y 80 socios participes.
No podemos terminar la introducción al Informe que ustedes tienen por escrito, sin mencionar las tres medidas fundamentales Implementadas para la Cosecha vitivinícola 2006:
- El Nuevo Contrato Obligatorio de Maquila, porque significa seguridad para el productor con una herramienta clara y transparente. Le permitirá conocer e identificar la calidad, cantidad y genuinidad de sus productos elaborados. Es de registro legal obligatorio y está pensado para preservar sus derechos.
- Las líneas de Créditos para Cosecha y Acarreo, para productores de hasta 15 ha. ó su equivalente en producción de hasta 400.000 kg., a los que se le otorgan $ 0,10 por Kg., con garantía única sobre mosto o vino elaborado.
Los acuerdos firmados con la Provincia de Mendoza y los empresarios del sector, están dirigidos a resolver el preocupante problema de la vitivinicultura en la región.
En el área minera estamos convencidos de haber interpretado el lugar que debe tener San Juan en el concierto nacional y mundial. Por eso considero positivo y auspicioso el balance de nuestra gestión de gobierno en esta área, en tanto hemos dado pasos importantes y en la dirección correcta para lograr el desarrollo productivo integral de las actividades mineras.
Este balance muestra que hubo un incremento significativo en la producción de minerales industriales, rocas de aplicación y subproductos derivados de ellos tales como cales, carbonato de calcio precipitado, carburo de calcio, ferro aleaciones, silicio metálico, cerámicos, etc.
Se verifica, además, un incremento en los valores de facturación que superan en más del 50 % a los registrados en el año 2003, destacándose que las exportaciones del sector crecieron en un 83 % respecto al período anterior.
Paralelamente, hubo un incremento muy significativo en la exploración de proyectos metalíferos y por ende, de las inversiones de alto riesgo en este sector minero.
Contamos en la actualidad, con seis proyectos factibilizados económicamente en la provincia y otros tantos en diferentes etapas exploratorias y de evaluación.
La mejora de los precios internacionales de algunos metales ha contribuido a potenciar sostenidamente la tendencia a reactivar la inversión en tareas de exploración y futura explotación de minerales metalíferos. Tal es el caso de Veladero, que se encuentra en producción desde octubre pasado, y que recientemente formalizó el primer embarque de oro desde San Juan.
Por otra parte, el Informe de Impacto Ambiental de la Etapa de Explotación del Proyecto Binacional Pascua–Lama, con reservas sobre 17 millones de onzas de oro y 560 millones de onzas de plata, y cuya inversión de capital estimada será superior a los 1500 millones de dólares.
El proyecto se encuentra aprobado por parte de los organismos competentes de Chile y continúa su proceso normal de evaluación en nuestra Provincia, a través de la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental Minera.
Adicionalmente, los proyectos Gualcamayo y Casposo se encuentran en este momento en su Etapa de Factibilidad Técnica Económica. Por último, de las nueve áreas de reservas mineras de la provincia de San Juan, cuatro han sido oportunamente concesionadas a particulares mediante licitación pública internacional. Las 5 restantes serán puestas a consideración de los inversores privados en el corto plazo.
Quiero hacer hincapié que en el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, nuestra administración incorporó la participación ciudadana, a través de la Consulta Pública.
En este contexto y también por propia iniciativa, fue creado el Consejo Consultivo Minero constituido por representantes de instituciones académicas, técnicas, científicas, medio ambientales, comunitarias y de organismos municipales.
Su objetivo fundamental es acoger las distintas propuestas técnicas y preocupaciones fundadas de organismos ciudadanos o profesionales en relación a la temática medioambiental minera.
En este sentido se hace necesario destacar, que todas las iniciativas gestadas por el Gobierno Nacional y el Gobierno de San Juan, están orientadas a impulsar un desarrollo minero productivo que responda en todas sus formas, al concepto de un desarrollo minero ambientalmente sostenible, sustentable y responsable.
La infatigable labor de control ejercida por la Policía Minera, a la que hemos dotado de personal y nuevas movilidades para potenciar su rol de ente de supervisor y contralor minero, y el correcto funcionamiento del CIPCAMI (Centro de Investigación para la Prevención de la Contaminación Ambiental Minero Industrial), nos garantizan que se cumplirá estrictamente con la normativa que rige la materia, en especial, la relacionada con el respeto y la preservación del entorno ambiental.
Estoy seguro, que sólo de esta manera se podrán afrontar los desafíos que presenta el desarrollo de nuestra Nueva Minería y se podrá responder al mismo tiempo, a todas las expectativas de las comunidades que están compelidas a coexistir con la actividad productiva minera.
En el tema Turismo, lo concretado en el 2005 está largamente explicado en el Anexo, pero dado que la creación de esta Secretaría es tan reciente, me gustaría repasar brevemente algunos de sus objetivos para los próximos 12 meses:
Llevar a cabo seminarios y jornadas técnicas de capacitación, información, y fundamentalmente enseñanza de idiomas, para el personal de la Subsecretaria de Turismo de la Provincia, Privados (hoteleros, gastronómicos, transportistas, etc.), fuerzas de seguridad y todos los actores intervinientes en la actividad Turística.
Desarrollar una programación de Eventos de la Provincia, a realizarse durante todo el año para mostrar el potencial económico, productivo, turístico y cultural sanjuanino, a nivel Nacional e Internacional.
Continuar el desarrollo de la Estancia Los Manantiales como Centro de Ski, comenzando con el estudio de factibilidad técnica y económica;
Elevar a la Cámara de Diputados un Proyecto de Ley para crear el Parque Provincial protegido Mercedario.
Desarrollar el Cerro Mercedario, como un lugar para llevar a cabo actividades de Turismo Aventura, como trekking y andinismo.
Dotar de infraestructura al Parque Nacional San Guillermo, con un aporte de $ 700.000 provenientes de la Administración de Parques Nacionales.
Realizar un Programa de Promoción para la puesta en valor del Parque Nacional San Guillermo, junto con el Parque Provincial Laguna Brava.
Y por último, inaugurar, en este mes de Abril, el Centro de Interpretación en Ischigualasto, lugar donde en los últimos dos años, se han realizado obras de infraestructura de servicios que no se habían hecho en los últimos 30 años tal como son: la pavimentación de las rutas de accesos y la provisión de los servicios de energía eléctrica y agua potable.
En el Área de Educación, el esfuerzo realizado durante 2005 se focalizó tanto en comenzar a dotar a los establecimientos de tecnología didáctica computacional, como en la recuperación y ampliación de la infraestructura edilicia. Quiero puntualizar que, como veremos, nunca antes en la historia de nuestra provincia, se habían licitado tantas escuelas simultáneamente y nunca antes habían estado tantos establecimientos en construcción duran-te el mismo período.
Sin embargo, yo sé que no va a faltar el que ande por ahí diciendo que en esta escuelita faltan tizas y que en aquel colegio hay varios vidrios rotos.
Para contar con la educación que todos queremos, se requiere que no sólo el gobierno y los maestros sino toda la comunidad en su conjunto trabaje todo el año cuidando, vigilando, limpiando, manteniendo, ayudando a que las escuelas tengan los materiales en buen estado y sus instalaciones en forma adecuada.
En lo específico, quiero recordar que en nuestro programa de gobierno, nos planteamos el objetivo de recuperar una educación para todos, basada en la solidaridad, justicia, equidad y calidad.
Entendemos que cuando hablamos de desarrollo económico, de explotación de los recursos naturales, de trabajo, de integración, de convivencia democrática, de medio ambiente, de salud, de seguridad, en definitiva, hablamos de educación; porque ella es la única herramienta generadora de la trama social y cultural de una sociedad más progresista, solidaria y justa.
En el año 2005 tuvimos la responsabilidad de asistir a los requerimientos educativos de 189.929 alumnos en los distintos niveles y modalidades del sistema. Para dar respuesta a este desafío, encaramos una tarea que abarca tres dimensiones: Pedagógica, De Recursos materiales y didácticos y Administrativo – financiera.
En lo referente a la dimensión pedagógica debemos destacar que el Calendario Escolar elaborado y aprobado para el año 2005, permitió el desarrollo de 180 días de clases para Nivel Inicial, EGB, Polimodal, Educación Primaria de Adultos y Educación Media de Adultos de gestión estatal y privada. El logro de este objetivo coloca a la Provincia de San Juan entre las pocas provincias de la República que dieron cumplimiento a la ley.
Para alcanzar los objetivos planteados trabajamos intensamente en la calidad de los resultados educativos, en tanto compartimos con toda la sociedad la preocupación de qué aprenden nuestros alumnos en la escuela y cómo la escuela evalúa y califica esos aprendizajes.
No podemos permitir que nuestros alumnos asistan a las escuelas sin confianza en sus propias posibilidades de aprendizaje y en los resultados del proceso educativo.
Eso significa que debemos educar para la vida y para el trabajo y bajo ese concepto estamos revisando todos los contenidos de la enseñanza, modificando las pautas de evaluación, acreditación y promoción, y desarrollando programas y proyectos de mejoramiento de la Educación Rural, Técnica y Agropecuaria.
Paralelamente, tenemos absoluta certeza de que la educación sólo puede asegurarse si cuenta con los recursos indispensables para que se desarrolle en condiciones de equidad.
Por eso, no hemos ahorrado esfuerzos en las tareas de refacción y construcción de edificios escolares, de distribución de útiles y material didáctico, de provisión de equipamiento para escuelas albergues, de subsidios a las Escuelas Agrotécnicas, de coordinación permanente con el Ministerio de Educación de la Nación para obtener todos los subsidios y aportes que pudieran beneficiar al sistema educativo.
En este sentido, las actividades desarrolladas en el año 2005 y que continuarán en el año 2006, significan 18 establecimientos en distintas etapas constructivas, por un valor que ronda los 57.800.000 pesos. Son los siguientes:
Dentro del programa 700 Escuelas, que cuenta con fondos nacionales, se construyeron en este período los edificios de la Escuela de Educación Popular de Santa Lucía y el Colegio Superior N° 1 Rawson.
Tenemos otros 7 establecimientos en plena construcción. Se trata de las escuelas especiales de Chimbas e Iglesia, Juana Azurduy de Padilla en 9 de Julio, Crucero ARA General Belgrano de San Martín, Múltiple H. Arce Videla de Oro en Albardón el Colegio Secundario “Jorge Luis Borges”, también de Chimbas; y en común con la Municipalidad de Angaco, la escuela especial de ese departamento.
Ya licitadas y en proceso de adjudicación, están la escuela Técnica “Obrero Argentino” de Capital, la Andina de Caucete, el Colegio Provincial de Rivadavia, Domingo de Oro de 25 de Mayo, el Colegio Secundario de Barreal, el Benjamín Lenoir de Ullum y la Agrotécnica Ana Pérez Ciani de 9 de Julio.
Por último, a punto de entrar a licitación, están el Colegio Secundario Chimbas II, el Fray Justo Santa María de Oro de Jáchal y el Albergue Dr. Juan Carlos Navarro de 25 de mayo, obras que demandarán casi 14 millones de pesos más.
Asimismo, y para complementar este plan de recuperación edilicia, encaramos la ejecución de obras de construcción y refuncionalización de las Salas de Informática para las 59 escuelas que participan del Programa Integral para la Igualdad Educativa.
De los niños sanjuaninos todos somos padres y madres. Y cuando digo todos, digo todos, sin excepción. No podemos lavarnos las manos y endosarle la responsabilidad exclusivamente al gobernante, sea quien sea. Eso sería perder de vista la obligación más sagrada que tenemos para con nuestros chicos: darles las herramientas necesarias para construirse una vida mejor que la que nos tocó a nosotros. No les podemos fallar y no les vamos a fallar si en esto ponemos el hombro todos.
Señores legisladores: tenemos en claro que en tiempos tan arduos y tan inciertos no ha sido fácil creer y, mucho menos todavía, pedir que crean en uno.
Pero nuestra percepción, recogía en las visitas regulares a los distintos ámbitos de la provincia, nos indica que nuestros comprovincianos alientan y apoyan tanto nuestra gestión cuanto la del Presidente Kirchner.
Sin duda que esto nos satisface y mucho, pero con humildad aseguramos que pondremos todo nuestro empeño en mejorar cada día más para merecer la consideración del pueblo de la provincia. Y esto lo tiene grabado todo mi equipo de gobierno.
La verdad, Señor Presidente , Señores Legisladores , es que no hemos estado viviendo una época de milagros, sino –como dijera Winston Churchill- de sangre, sudor y lágrimas. Una época con buenos resultados pero muy dura y muy centralizada en que el desafío aceptado hace poco más de dos años ha sido devolverle a nuestra gente la confianza en sus dirigencias.
Francamente, Señor Presidente, Señores Legisladores, no podemos asegurar que ese desafío ya esté cumplido. Más aun, creo que ni siquiera tenemos el derecho a cantar triunfo y registrar a nuestro haber todo lo que hemos hecho, porque las dirigencias políticas argentinas todavía estamos al debe con nuestro pueblo, y vamos a seguir al debe por mucho tiempo todavía.
Es verdad que este gobierno paga los sueldos a tiempo, que ordenó la Administración, que le plantó pelea a los corruptos y los burócratas.
Es verdad que el Rawson ya está en la recta final, que estamos empezando a terminar el Centro Cívico, que se volvió a trabajar en los diques, que ya se está construyendo la Línea de 500 Kv que nos unirá energéticamente a Mendoza.
Es verdad que hemos bajado a menos de la mitad la desnutrición infantil y erradicamos las villas de la capital.
Es verdad que nunca antes se construyeron tantas escuelas nuevas, se pavimentaron tantos kilómetros de caminos y se llevó el agua a tantos rincones de la provincia.
Todo eso y mucho más, como acabamos de ver, es verdad y está a la vista. Pero para mí, si bien todo eso es cierto, también es insuficiente, y por eso veo estos dos años de gestión apenas como un buen comienzo.
No es –y espero ser lo suficientemente claro en esto- que no me sienta legítimamente orgulloso con los resultados obtenidos hasta el momento, sino que, simplemente, creo que sólo hemos hecho lo que se debía, de la mejor forma que pudimos.
Si nuestro estilo, nuestras capacidades, nuestras ideas y nuestra forma de ponerlas en práctica han demostrado ser adecuadas al objetivo de comenzar a salir del infierno, podemos decir que estamos en el camino correcto y que no debiéramos abandonarlo.
Pero de ninguna manera eso debe significar que hayamos cumplido las metas. Más aun: antes de que cualquier funcionario de mi gobierno caiga en el más mínimo acto de soberbia, yo lo conmino a que, en vez de envanecerse por todo lo que hemos hecho, se dedique a pedir perdón por todo lo que no hemos alcanzado a hacer.
Creo que levantar la bandera de la humildad no es un acto vano. Por el contrario, es una necesidad impostergable en todo aquél que detente un cargo público.
Para que la dirigencia política (y en eso incluyo a todos quienes estamos hoy aquí, opositores y oficialistas) no vuelva a ser fuente de desconfianza y resquemor, quienes hoy detentamos la responsabilidad de administrar y sostener la institucionalidad, tenemos que legitimarnos a través del irrestricto cumplimiento de las promesas.
Tenemos que perseverar en hacer las cosas bien, en ser transparentes y honestos. Tenemos que perseverar en pensar con audacia y realizar con cautela. Tenemos que perseverar en ser tolerantes e inclusivos. Tenemos que, en definitiva, seguir demostrando que hemos venido a servir y no a servirnos.
Finalmente, más de una vez he dicho –y quiero ahora reiterarlo con la más profunda de las convicciones- que no somos una provincia pobre, sino una provincia que se sintió pobre, se puso objetivos pobres, vivió como pobre, y ha pensado pobremente.
Eso debe acabarse. Y si en estos dos primeros años de gobierno comenzamos a dar vuelta esa costumbre, en los próximos dos años de gobierno vamos a hacer hasta lo imposible para tratar de revertirla para siempre.
No sólo seguiremos encarando la tarea de reconstruir el capital provincial sino que vamos a dedicarnos con todas nuestras fuerzas a reconstruir el alma sanjuanina.
Hemos progresado sí, pero no todo lo que hubiéramos querido, ni con la rapidez que hubiéramos querido. Y ello porque nada nos salió gratis hasta ahora y nada de lo que nos espera desde ahora –que es mucho y muy desafiante- va a serlo.
Somos conscientes de que vamos a tener que trabajar dos, tres, diez veces más y mejor, si queremos entregar el gobierno con la frente en alto. Vamos a tener que trabajar dos, tres, diez veces más y mejor, si queremos devolverle a los sanjuaninos el San Juan que se merecen.
Somos parte de un país y a él nos debemos antes que nada. Por eso, creo que podemos hacer un importante aporte creativo y productivo al programa del presidente Kirchner, y esperar que, sin dudarlo, esto sea retribuido tan generosa y permanente como hasta ahora. El gobierno nacional no va a abandonar a San Juan y San Juan no va a abandonar un proyecto de país que considera suyo.
Quiero terminar con un recuerdo y un augurio. Y quisiera que esos dos elementos nos den la fuerza necesaria para cumplir con lo prometido y proyectado:
Hasta hace apenas dos años, muchos decían que los argentinos no íbamos a poder llegar a acuerdos con los acreedores internacionales. Y pudimos.
Que no íbamos a poder generar políticas de fomento a los productores locales. Y pudimos.
Que no íbamos a poder contener la inflación. Y lo estamos pudiendo.
Que no íbamos a poder pelearle a la alta desocupación, levantar los salarios, bajar los índices de pobreza, doblegar la sensación de inseguridad, y ni hablar de pagarle al Fondo. Pero pudimos.
Argentina pudo y San Juan pudo. Por eso, mi augurio es claro, es simple y es perentorio: si nos mantenemos unidos, si apretamos los dientes y seguimos trabajando cada vez más, que a nadie le quepa duda de que vamos a seguir pudiendo.
Señor Presidente, Señores Legisladores, señoras, señores: agradezco a esta Honorable Cámara en general y a cada uno de ustedes en particular, la voluntad, la tolerancia y la dedicación con que han encarado la crucial tarea legislativa y los convoco a continuar siendo protagonistas de esta nueva página de nuestra historia.
Que Dios nos dé a todos la oportunidad de reencontrarnos dentro de un año, viendo a esta querida tierra más próspera, más unida y más feliz.
Muchas gracias.
JOSE LUIS GIOJA

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