Mensaje del Vicegobernador de San Juan, Wbaldino Acosta, ante la Cámara de Diputados asumiendo el cargo de Gobernador (2002)

MENSAJE

DEL

VICEGOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN

Wbaldino Acosta

ANTE DE LA CAMARA DE DIPUTADOS

EN EL ACTO DE TOMA DE POSESION DEL CARGO DEL GOBERNADOR

EL 26 DE SEPTIEMBRE DE 2002

En la Ciudad de San Juan, provincia del mismo nombre, de la República Argentina

Señores diputados, distinguidos amigos todos, autoridades, señor ex Gobernador, amigo y compañero de fórmula del ´87 al ´91, le agradezco su gesto.

Termino de jurar por Dios, la Patria y el honor, desempeñar fiel y legalmente el cargo de Gobernador de la Provincia, de modo que he dejado de ser Vicegobernador y Presidente Nato de la Cámara de Diputados.

Los que amamos a las instituciones, sabemos que el juramento es constitutivo de la nueva jerarquía institucional.

Este cambio de sitio, de domicilio en el que-hacer de las instituciones, significa también un punto de partida.

Y también significa y tiene un sentido muy especial aquel manojo de vivencias que he tenido cuando he transitado con esta actual Cámara de Diputados.

A la que me siento honrado de haberla presidido, porque así son las instituciones, este es el sistema que en su momento el ciudadano eligió y este sistema y estas instituciones no han sido creados ayer, tienen siglos de existencia, como tienen siglos de existencia las instituciones y los pueblos que ciertamente son avanzados y avanzan en el concierto del mundo.

Pero recorro ese manojo de recuerdos de haber transitado por segunda vez en este ámbito, que yo creo que va a ser la última en este ámbito.

Recuerdo con mucho orgullo, siempre lo decía allá desde el 87 al 91, mi orgullo va a consistir en haber terminado ese mandato de cuatro años y sé que en algún momento la historia de los sanjuaninos lo van a valorar. Espero, si Dios nos ayuda, que ello en alguna ocasión pudiera ser así.

No debe haber sido, tal vez, de otro modo cuando hoy el testimonio de un hombre grande viene desde un sitio distante, a escasos minutos, a honrarnos con su presencia.

Nada tengo que decir de este Poder, nunca recibí ni siquiera la más mínima lesión que me pudiese haber herido, ni sentimientos, ni convicciones. Jamás tuve un incidente con cualquiera de los cuarenta y cinco señores diputados, tampoco con la gente del Poder, las empleados legislativos. Menos aún con los señores Secretarios.

Sólo me llevo de este ámbito un gran recuerdo, que pienso en algún momento de mi vida, más adelante, poderlo relatar.

Yo sé que toda partida de un Cuerpo significa un acto de nostalgia, así como nosotros supimos emocionarnos hasta el infinito cuando amigos nuestros, de este Poder, por circunstancias que nosotros se las respetamos, decidieron tomar otro rumbo, del mismo modo también hoy estamos recordándolos.

Pero voy a aprovechar la oportunidad, porque los tiempos excepcionales que vive la Provincia requieren prontitud en la acción. Y voy a aprovechar esta oportunidad para pedirle al Cuerpo que nos acompañen hasta que terminemos este mandato, sabiendo que desde la armonía y la coordinación de los distintos poderes del Estado son elementos esenciales para que el sistema de gobierno de la democracia pueda tener validez y eficacia.

En su consecuencia pido que nos acompañen en un manojo de leyes que vamos a enviar a la brevedad a este Cuerpo. Necesitamos imperiosamente incrementar los recursos de la Provincia. Necesitamos en forma angustiante reducir al máximo el gasto público y las propias estructuras del Estado.

Yo sé que serán temas de otro momento, pero desde ya quería adelantarles, hay una gran demanda en nuestra sociedad, todos sin excepción, queridos diputados, en esta Argentina de hoy estamos todos, algunos la disimulamos tal vez mejor que otros, pero todos estamos empobrecidos.

Queridos diputados, el recuerdo imborrable de cada uno de ustedes, de cada uno de los empleados de este querido Poder Legislativo.

Finalmente quiero decirles que cuando el Poder Legislativo se encontrare ausente en algún momento, significa que deja de existir la democracia y entonces reina alguien que ostenta el poder en calidad de dictador.

Muchas gracias, señores diputados.

WBALDINO ACOSTA