noviembre 07, 2010

Discurso de Manuel Ugarte en el Congreso de Amigos de la URSS, en Moscú (1917)

DISCURSO PRONUNCIADO EN MOSCU, DURANTE EL CONGRESO DE AMIGOS DE LA URSS [1]
América Latina y la Revolución Rusa
Manuel Baldomero Ugarte
[10 de Noviembre de 1917]

En nombre de la delegación de la América Latina, representada aquí por delegados de la Argentina, México, Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, Cuba, Ecuador y Uruguay, traigo un saludo y una adhesión entusiasta a este Congreso. Nuestras repúblicas del Sur, es decir, las tres cuartas partes de un Con¬tinente, ochenta millones de habitantes, en conjunto, han sufrido tantos azotes del imperialismo y tantos desmanes de las oligarquías, que hoy vuelven los ojos hacia este centro de renovación y de luz.
Los diez años de experiencia soviética han tenido entre nosotros una influencia decisiva, aun sobre aquellos que no militan en el partido comunista, porque nos ha ayudado a descifrar nuestros propios fenómenos en dos órdenes diferentes.
Primero, en el orden internacional, revelándonos como puede vivir un pueblo sin presiones extrañas, sin empréstitos, sin entregar sus riquezas a las compañías extranjeras que después especulan con el hambre y con la desgracia de una colectividad. Las repúblicas de la América Latina, hipotecadas hoy por las deudas públicas, y por la entrega de todas sus riquezas a los organismos imperialistas, sólo pueden esperar hoy una salvación inspirándose en el ejemplo y en los métodos que nos ofrece Rusia, que ha sabido levantarse sin pedir dinero al extranjero y sin enajenar o comprometer ninguno de sus resortes esenciales.
También nos ha dado un ejemplo Rusia en el orden interior, mostrándonos que las colectividades sólo pueden desarrollarse plenamente después de desembarazarse de los parásitos que interrumpen su vitalidad. Nuestros pueblos de la América Latina están explotados doblemente: por los políticos del terruño y por los especuladores extranjeros. Y la experiencia de Rusia nos enseña que hay que llevar las dos acciones a la vez: la que ha de liberamos del imperialismo invasor devolviéndonos el libre goce de nuestros territorios y la que ha de liberamos de los políticos incapaces, ambiciosos o venales que comprometen nuestras autonomías. Sólo un movimiento profundo de las masas de nuestra América puede restablecer la salud de la América Latina.
Por eso traemos aquí nuestra esperanza, dispuestos a agrupamos alrededor de Rusia si alguien intentara algo contra ella y dispuestos también generalizar en nuestras tierras los resultados adquiridos durante esta experiencia que es la más extraordinaria y la más fecunda que ha conocido la humanidad.
MANUEL UGARTE

[1] Fuente: Archivo Gral. de la Nación Argentina.

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