noviembre 13, 2010

Mensaje del Gobernador de San Juan, Carlos E. Gómez Centurión, ante la Cámara de Diputados en el acto de toma de posesión (1987)

MENSAJE
DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN
Carlos Enrique Gómez Centurión
EN EL ACTO DE TOMA DE POSESION DEL CARGO DEL GOBERNADOR
EL 10 DE DICIEMBRE DE 1987
En la Ciudad de San Juan, provincia del mismo nombre, de la República Argentina

Señor Presidente de la Cámara de Diputados, señores legisladores:
Venimos a este Honorable Recinto a asumir formalmente la responsabilidad que nos encomendó el pueblo de San Juan el 2 de agosto próximo pasado.
Al expresar el juramento constitucional, lo hacemos totalmente convencidos del compromiso que implica dar respuesta a los requerimientos de la Provincia de San Juan, dentro del contexto nacional afectado por una grave crisis socio-económica.
Esta adversa circunstancia, no puede empañar de ninguna manera un hecho de singular importancia en la vida democrática que aun gobierno elegido por el pueblo, le sucede otro igualmente ungido por la voluntad popular.
Sentimos por ello una profunda emoción y agradecemos a Dios por habernos permitido ser partícipes directos de este acto trascendente, que no se verificaba desde hace mucho tiempo en la Provincia y que es una demostración cabal de la madurez cívica alcanzada por los argentinos.
Hemos accedido a la conducción de los destinos de nuestra provincia, en condiciones que pueden considerarse difíciles, pero del esfuerzo conjunto depender A que sean de transición hacia la meta que nos hemos propuesto, es decir, el progreso integral de los sanjuaninos.
A nadie escapa la situación altamente comprometida en que hoy se debate nuestro país, con una deuda externa imposible de atender, que comprime el nivel de vida de los trabajadores y posterga el crecimiento y bienestar de todo un pueblo.
Por ello se advierte cada vez más, una creciente dependencia de decisiones extrañas, que derivan luego en imposiciones habitualmente discriminatorias en materia económica y financiera, que anulan nuestra capacidad de producir y nos restan protagonismo político.
Esta dolorosa realidad podría invalidar esfuerzos y crear condiciones favorables al desaliento y a la pérdida de fe.
Ante estas circunstancias, nos hemos propuesto trabajar sin descanso, para erradicar definitivamente el centralismo discrecional y burocrático, que llega a los extremos de plantear un antagonismo irracional entre el interior y la capital de la república.
Nuestro planteo es de fondo y no es un mero cuestionamiento hacia la metrópoli.
Lo que buscamos es la armonía en el derecho y que se entienda que cuando una provincia, como la nuestra, reclama medios para alcanzar progreso y prosperidad, en ello hay un auténtico interés nacional, ya que tiende a obtener similares posibilidades para todo el país.
Debe terminarse con la injusticia que convierte a cada provincia en un estado mendicante y al poder central en una función dadivosa.
En ese sentido se inscribe nuestra posición sobre el régimen de coparticipación federal, que deben dejar de ser un factor de presión sobre el destino de cada provincia, para convertirse en un verdadero instrumento de justicia distributiva, sin rivalidades, ni preferencias ni egoísmos.
Esto nos ha impulsado a formular un adecuado diagnóstico de la realidad sanjuanina, lo cual nos permitirá responder a la voluntad de transformación expresada por la ciudadanía en los últimos comicios.
Consideramos que para ello contamos con una herramienta idónea: un equipo de gobierno, expresión de pluralismo, que pondrá al servicio de la comunidad todo su esfuerzo.
Para enfrentar la situación, y antes de adoptar decisiones, estamos resueltos a escuchar a los sectores obreros, a la industria, el comercio, la producción y las distintas entidades intermedias.
Hemos empeñado nuestra palabra y hoy la ratificamos ante Vuestra Honorabilidad, en el sentido que el nuevo gobierno, mediante la fijación de un orden de prioridades y en la medida de lo posible, atenderá los requerimientos de los sanjuaninos.
Como gobernante responsable, tenemos también el deber de señalar que, por lo menos en lo inmediato, no siempre podremos satisfacer en su totalidad, los justos reclamos de los distintos sectores que conforman nuestra sociedad.
Estamos persuadidos que con expresiones de anhelo no alcanza y que es preciso poner en marcha la ansiada transformación económica y social a partir de una prepuesta de gobierno clara y realista.
Ha llegado el momento que los sanjuaninos enfrentemos con valentía la dura realidad que nos toca vivir, superando los desencuentros, nace emprender unidos y de inmediato el camino del porvenir anhelado.
Este llamado a la unidad que formulamos ante ustedes, no constituye un acto puramente declamatorio.
Sostenemos que la unidad debe operar dentro de la variedad de corrientes de opinión, porque estamos convencidos que todos tenemos una meta común: el progreso de San Juan.
Tras estos objetivos descontaos el apoyo de los señores legisladores, cuya tarea resultará insustituible en la elaboración de un mecanismo racional para la convivencia.
Somos respetuosos de la discrepancia, pues el libre juego de las instituciones democráticas constituye une forma efectiva de colaboración, además del ejercicio de un derecho incuestionable.
Consideremos que la oposición ejercerá una responsable fiscalización de los actos de gobierno y propondrá legítimos proyectos de alternativa.
Entendemos que la comunicación franca y sin reservas constituye el elemento básico de la vida democrática.
Por ello el Partido Bloquista convocó sin egoísmos a todas las fuerzas políticas de la provincia, puesto que estaba en juego el destino de San Juan y de la Nación en su conjunto, y de allí surgió una alianza, la alianza Bloquista, ejemplo de decisión y mutua comprensión.
Quiero brindar mí homenaje al Frente de Liberación Doce de Mayo, al Partido Conservador Popular, al Partido Federal, al Partido Social Republicano, al Partido Acción Solidaria y a las organizaciones gremiales agrupadas en la Confederación General del Trabajo, que tanto colaboraron con nosotros.
Sabemos aun sí nuestras propuestas son claras y válidas para el crecimiento, existirá un equilibrio para desarrollar con éxito planes y proyectos, con el consenso de todos los sectores y de las partidos políticos representados en esta Cámara.
Ello será una prueba más de la madurez cívica de los gobernantes, que reforzará la vocación federalista que tradicionalmente anima a los sanjuaninos y que constituye un postulado irrevocable del Partido Bloquista.
A los señores legisladores y a la prensa hemos entregado una síntesis de los lineamientos generales, en los que se desarrollara nuestra gestión de gobierno.
No obstante consideramos necesario señalar que dentro del orden de prioridades anticipado, otorgaremos especial atención al desarrollo y consolidación de la vitivinicultura; la participación de San Juan en el comercio exterior de la Nación; la construcción de la presa hidroeléctrica El Tambolar y la terminación de su similar Cuesta del Viento.
Incrementaremos la construcción de viviendas mediante recursos propios y provenientes del Fondo Nacional de la Vivienda, a través de la Dirección del Lote Hogar y del Instituto Provincial de la Vivienda; no cejaremos en la defensa de la Ley de Promoción Industrial para estimular la radicación de nuevas empresas por aplicación de sus beneficios y promoveremos el desarrollo de la industria minera previendo en todo caso una creciente participación del sector privado.
La Ley de Ministerios recientemente sancionada esta orientada a facilitar el crecimiento, mediante la descentralización de funciones.
Así, al separar Hacienda y Finanzas de la cartera de Economía, se he buscado dinamizar el esfuerzo del Estado tras las soluciones integrales que reclaman nuestros problemas económicos, algunos de los cuales son de vieja data, pero que estamos resueltos a superar.
Consideramos que el concepto de libertad económica junto con el de Democracia definen las características de una sociedad organizada y permiten que en ella fructifiquen y puedan desarrollarse, constructivamente, tanto la iniciativa privada como la del Estado, en la decisión y contralor de los temas que son de interés público.
La inserción del Estado en la economía, tendrá como objetivo promover la actividad privada en todos los sectores posibles, para que despliegue su iniciativa y se convierta en verdadero motor del desarrollo económico.
En cuanto a nuestra industria madre, encararemos un replanteo total de la política vitivinícola, que nos permita lograr el crecimiento inmediato del ingreso de los productores y alcanzar un equilibrio duradero entre la producción y el consumo.
Nuestra economía provincial debe modificar a corto plazo su estructura productiva, organizándose en función de una clara política de comercio internacional.
Para contribuir al logro de este objetivo, dinamizaremos las funciones de la Dirección de Comercio Exterior.
Asimismo, para facilitar el desarrollo de nuestra propuesta de gobierno, hemos jerarquizado las funciones de distintas Áreas, concretadas, por ejemplo, en la creación de las Secretarias de Vivienda, Minería y de Coordinación ce Piaras y Servicios y las Subsecretarias de la Mujer, de Turismo, de Trabajo y de la juventud.
El Ministerio de Educación y Cultura, señores legisladores, merece una consideración especial.
Por primera vez en la historia de San Juan, una mujer integrará el Poder Ejecutivo como titular do esa cartera de Estado.
Por otra parte nuestro Gobierno considera prioritario la atención de todo lo vinculado al ámbito de la cultura y educación, y por lo tanto nos proponemos consolidar los principios de una educación básica, pública y gratuita, que permita lograr la formación moral, intelectual, física y social del hombre, como ser trascendente.
Señor Presidente, señores legisladores:
Consideramos llegado el momento de formular un particular llamado a los servidores del Estado.
A su accionar le asignamos una significativa preponderancia, pues de su mayor o menor dedicación dependerán en gran medida, las posibilidades de éxito de nuestra gestión.
Les exhortamos a que nos acompañen con esfuerzo disciplinado y voluntad inquebrantable para superar las dificultades, teniendo como norte que la razón de ser del Estado, no es otra que la consecución del bien común.
La única manera de solucionar los problemas de cada uno, consiste en resolver los problemas de todos.
Dentro de una concepción política de auténtica solidaridad, señores legisladores, podremos alcanzar el progreso económico y social que pretendemos, porque en definitiva, la grandeza de un pueblo se mide por su capacidad de saber poner en marcha un destino común.
No es la primera vez que nuestra Provincia atraviesa una dura emergencia.
Vivimos en un suelo amenazado constantemente por su naturaleza bravía, donde cada fruto cosechado implica meses de sacrificio e incertidumbre.
En esta tierra conquistada por nosotros, vencimos contrariedades gracias a nuestra pujanza y tesón.
Por ello, ante la dura experiencia que nos viene de la historia, queremos señalar que no nos amilana la realidad de hoy.
Por nuestros antecedentes por todos conocidos, consideramos ser acreedores de la confianza de los sanjuaninos.
Estamos dispuestos a no bajar les brazos, y en la adversidad, retemplar nuestro espíritu, para cumplir cabalmente el mandato constitucional que nos ha otorgado el pueblo.
Aquí tenemos que encontrarnos todos, sin excepción. El desafío es creer y crear.
Tenemos la absoluta convicción, que tras este objetivo, nos acompaña le mayoría del pueblo de San Juan, legítimo heredero de la noble estirpe sarmientina.
Justamente la etapa inaugural de nuestro Gobierno, se desarrollará bajo la evocación del gran sanjuanino, ya que el próximo año recordaremos el primer centenario de su paso a la inmortalidad.
Desde ésta, su tierra natal, impulsaremos actos de homenaje que se proyectarán hacia todos los confines de la tierra puesto que los valores de su pensamiento cobran hoy notable vigencia, al atesorar las coincidencias básicas que necesitamos los argentinos, para concretar la tan anhelada unidad nacional.
Si bien es cierto que no podemos exhibir la personalidad arrolladora de Sarmiento en su porfía de soñar y querer un gran país, con la ayuda de Dios obtendremos la inspiración necesaria, el coraje, perseverancia, audacia y optimismo que nos hace falta para alcanzar en plenitud, todo lo que la tarea de gobernar exige.
Muchas gracias.
CARLOS ENRIQUE GOMEZ CENTURION

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