MENSAJE
DE LOS
MINISTROS ENCARGADOS DEL PODER EJECUTIVO
Felipe Arana y Manuel Insiarte
AL ABRIR LAS SESIONES DE LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
EL 27 DE DICIEMBRE DE 1841
¡Viva la Federación!
El Poder Ejecutivo
Buenos Aires, Diciembre 27 de 1841.
Año 32 de la Libertad, 26 de la Independencia
y 12 de la Confederación Argentina.
A la Honorable Representación de la Provincia
SEÑORES REPRESENTANTES:
El Gobierno penetrado de plácida emoción os saluda con intenso júbilo en la solemne apertura de la decimanona Legislatura. La era representativa de la provincia luce brillante en este recinto venturoso de honor y dignidad. Los salvajes unitarios, humillados por la opinión, ni aun pueden vanagloriarse ya de su perfidia, al contemplar eludidas sus maquinaciones desoladoras. Vencidos en la impía lid que fascinados continuaron, inundando la República en sangre argentina, compulsados han sido a rendir la cerviz. Al repeler una generosidad excelsa, redoblaron su iniquidad y sellaron su oprobioso destino. El esplendor de relucientes triunfos, reflejando sobre los anales militares de fa Confederación, enluce la esclarecida victoria de la libertad. Aproximase ya el anhelado término de sacrificios heroicos, y designase la desconsoladora esperanza de un afortunado porvenir. Altamente complacido el Gobierno rinde sumiso ante el Arbitro Supremo íntima su gratitud ardiente. Os dirige las más sinceras felicitaciones, y os congratula por la sabiduría con que habéis impulsado virtuosos la noble causa de la Confederación. Baja auspicios tan gloriosos y felices llega a daros cuenta de la administración, y solicitar vuestra soberana sanción.
DEPARTAMENTO DE RELACIONES EXTERIORES
La Confederación, invariable en su política pacífica y absolutamente neutral en los negocios domésticos de los demás Estados, vigoriza sus relaciones benévolas con los gobiernos amigos.
El de S. M. B. la ha favorecido con demostraciones honorables de amistad. Su ilustre Ministro, Caballero D. Juan Enrique Mandeville, altamente merece el distinguido aprecio del gobierno, y de los argentinos.
Honroso fue al Gobierno elevar a S. M. B. un acendrado voto de gratitud por sus nobles generosos oficios en la contienda felizmente terminada con la Francia. Lo ha retribuido S. M. con estimable benevolencia.
El cabecilla rebelde del Estado Oriental, sintiendo sobre sí el poder de la justicia, de la opinión y de la victoria, impávidamente se arrojó a molestar los altos respetos del gobierno de S. M. B., en los momentos que con irritante alevosía preparaba un golpe feroz contra la preciosa vida del Jefe Supremo del Estado, Nuestro Ilustre Restaurador. Solicitó alta mediación de S. M. para terminar la injusta guerra, con que malévolo agredió a la Confederación. La ofreció S. M. fundándose en las relaciones de origen, linaje y vecindad. El Gobierno, penetrando aquella audaz insidia, ha sometido a los ilustrados consejos del Gabinete Británico razones incontrovertibles para declinar de un avenimiento, que sólo puede estipularse sobre precisa base de dimitir el usurpador el poder ominoso con que aflige a su infortunada patria y perturba la paz de la Confederación.
Tributando a S. M. B. íntimo reconocimiento por sus finos generosos oficios, designóle la justicia de restablecer el gobierno legal en aquel Estado, y la necesidad de evitar en ambos interminables convulsiones desoladoras, por el pronto alejamiento de un aventurero sin fe, desligado de la civilización por el crimen atroz con que había reagravado su iniquidad y falsía.
Dignose S. M. la Reina Victoria anunciar a la Confederación el fausto suceso del nacimiento de una Princesa. Participando el Gobierno del júbilo de la nación británica y de la felicidad doméstica de su Augusta Soberana e Ilustre Consorte, felicitó a S. M. con íntima complacencia. Altamente grato fue a Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes dedicar al digno representante de S. M. B. una distinción de singular aprecio y benevolencia.
Íntimamente adherido el Gobierno a las estipulaciones honrosas del tratado para la abolición del comercio de esclavos, ha cumplido un satisfactorio deber. De conformidad a los filantrópicos deseos de S. M. B., y a los suyos propios, ha ordenado terminantemente a los ministros agentes de la Confederación en países extraños, se abstengan de toda transacción o ingerencia en tan vergonzoso tráfico.
Persevera como es de su deber en sostener los justos derechos de la República al territorio de las Islas Malvinas, y confía con toda esperanza que el gobierno británico consignará un acto de su elevada ilustración y rectitud.
La Confederación contempla en sus actuales relaciones amistosas con la nación francesa el grato resultado de su perseverante moderación y justicia.
S. M. el Rey de los Franceses, la Francia y las Cámaras han sostenido una política elevada en los principios de la rectitud y del honor, consignados en la convención de paz de 29 de Octubre. Los salvajes unitarios, que obstinados resistieron este don de alta munificencia, continuando una sangrienta guerra, ofrecen sobre su vencida cerviz la degradante nota de una insólita barbarie.
El Gobierno, sosteniendo la fe pública de la Confederación, lealmente ha cumplido las estipulaciones honorables de aquel pacto feliz, y las ajustadas por los comisarios nombrados con arreglo al artículo primero.
El encargado de negocios interino de Francia anunció que el gobierno del Rey había dado una entera aprobación al tratado. Allanadas fueron algunas leves dificultades concernientes a la fórmula de la ratificación.
Partió para París el Enviado Extraordinario Ministro Plenipotenciario nombrado para verificar el canje. S. M. lo recibió con alta benevolencia y honor. Todo anuncia, Señores Representantes, que están definitivamente unidos intereses y relaciones importantes que jamás debieron dividirse.
El mismo encargado de negocios, en nombre de su gobierno, ofreció la elevada mediación de S. M. el Rey de los Franceses, para llevar a término la guerra con el Estado Oriental. Tributó el Gobierno su intensa gratitud por este testimonio de fina amistad; y reprodujo al encargado de negocios las mismas poderosas razones que en respuesta al ministro de S. M. le habían obligado a no adherir a estipulaciones de paz con el pérfido alevoso cabecilla usurpador del Estado Oriental, que bárbaramente la declaró a la Confederación.
Dignose la Divina Providencia preservar del furor de asesinos aleves a sus altezas reales los Duques de Orleans y de Aumale, hijos esclarecidos de S. M. el Rey de los Franceses. Por este venturoso suceso ha felicitado el gobierno a S. M. Luis Felipe con emociones intensas de acendrada benevolencia.
Su Majestad el Rey de Dinamarca ha ratificado el reconocimiento de la independencia de la Confederación, que en nombre de su Soberano hizo el Comodoro Wulff, autorizado con plenos poderes para extender las relaciones de recíproca amistad.
Admitido para desempeñar temporalmente las funciones de Cónsul de Dinamarca un ciudadano de aquel Estado, ha verificado el canje de aquella ratificación.
Su Majestad el Rey de los Países Bajos ha restituido a su libertad el capitán de buque "Gobernador Dorrego", acordándole un socorro pecuniario. Lo ha comunicado a este gobierno con expresión de fina benevolencia, y presentándole una colección de copias auténticas relativas. Tan amistosa demostración ha sido retribuida con sincero aprecio, y cordialidad. El gobierno se ocupará de ellas para dirigirse oportunamente a Su Majestad.
El Gobierno consagra sus vivos deseos a estrechar las relaciones fraternales con los Estados americanos. Le será altamente grato comunicarles el tratado de paz con la Francia, cuando haya sido cumplidamente sellado por el canje de las ratificaciones. Adherido íntimamente a los principios reguladores del sistema americano, y al dogma sagrado de la independencia, penetrado está hacia ellos de benévola confraternidad.
Vivamente ha sentido el Gobierno la muerte del Honorable Presidente de los Estados Unidos. Consagrado fue un recuerdo de amistad y honor a su distinguida memoria.
El Enviado Extraordinario Ministro Plenipotenciario cerca de aquel gobierno, continúa en el desempeño de su misión. La justicia de las reclamaciones del de la Confederación merecer debe una decisión digna de la rectitud del ilustrado gabinete de Washington.
Acreditado el ciudadano de los Estados Unidos, que desempeñaba temporalmente las funciones del consulado en esta República ha sido reconocido Cónsul.
Su Majestad D. Pedro II ha sido coronado Emperador del Brasil.
El gobierno se complace en este acontecimiento propicio. Participa del contento con que la nación brasileña ha saludado regocijada a su Augusto Soberano.
Le ha sido muy grato acreditar cerca de S. M. I. un Enviado Extraordinario Ministro Plenipotenciario que, recibido con amistosa benevolencia, después de haber representado a la Confederación en tan espléndida solemnidad, continúa en aquella Corte interinamente en su mismo carácter, representándola en los asuntos concernientes a las relaciones del Imperio con esta República.
S. M. exoneró de su cargo al que anteriormente desempeñaba las altas funciones de Ministro Extraordinario del Brasil. Como una nueva prueba de los sinceros deseos que lo animan de manifestar a este gobierno sus sentimientos de consideración, y cuanto estima estrechar las relaciones de amistad que felizmente existen entre el Imperio y esta República, ha acreditado un nuevo Enviado Extraordinario Ministro Plenipotenciario. Ha sido muy grato al gobierno reconocerlo en este carácter. Satisfactoria y dignamente desempeña su alta misión.
El gobierno fervientemente desea que el monarca brasileño ofrezca al Imperio el estimable beneficio de la paz interior. Congratulase al considerar que penetrará S. M. la política pérfida insidiosa y aleve de un aventurero ominoso a los Estados vecinos, funesto a la República Oriental, y en desacuerdo con los sagrados intereses y derechos de la América.
El Presidente de la República Peruana anunció su instalación en el mando supremo por el ministerio de la ley fundamental. El gobierno sintió viva complacencia en dirigirle por este suceso feliz íntimas congratulaciones.
Expresando nobles simpatías ha felicitado por la Convención de paz con la Francia. Este voto de fina confraternidad americana, ha sido correspondido con alto aprecio y benevolencia.
Las supremas exigencias de la República para salvar su libertad del furor de los salvajes unitarios, han concentrado en sí la atención del gobierno. A esta circunstancia imperiosa se debe que no haya podido aún expedirse sobre algunos asuntos concernientes a las relaciones con el gobierno de Chile. Ocupase de ellos con el mismo espíritu de franca benevolencia que siempre le ha acreditado.
Los peligros que ofrecía el tránsito por las provincias de Cuyo, asediadas por los salvajes unitarios, e invadidas por los indios, impidieron la salida del Ministro Argentino que había sido nombrado.
El nuevo Presidente de Chile ha comunicado su instalación en el mando supremo, y ofrecido sus más cordiales deseos de conservar las relaciones amigables que dichosamente existen entre ambas repúblicas. El Gobierno se ha complacido altamente en felicitarlo por este fausto suceso, correspondiendo con la más fina amistad tan benévola expresión.
Íntimamente simpatiza con los nobles votos del gobierno de Chile para la reunión de un Congreso de Plenipotenciarios Americanos, con la invitación dirigida a S. M. el Emperador del Brasil, y elección de Lima para lugar de las sesiones. Une sus votos a los de la América por la realización de tan importante reunión. Decidido está a prestarle la más eficaz y grata cooperación.
La República Oriental agitase infortunada bajo el maléfico poder de un monstruo amotinado. Virtuosa y valiente sostiene su fervor patriótico bajo el peso mismo de las cadenas que le impone. Divisa el término de sus padecimientos acerbos en los propios gloriosos campos en que orientales y argentinos unidos combatieron con denuedo heroico por la libertad y glorias de la América. Espléndidos triunfos sobre los salvajes unitarios y el odio nacional conmueven al impávido desertor. Sin ejército, por su absoluta incapacidad, sin recursos, por su inmoral dilapidación, sin crédito, por sus perfidias y falta de fe pública, sin comercio interior, por el bloqueo en que se hallan los ríos del Uruguay y Paraná, sin auxiliares, porque han sido pulverizados los traidores salvajes unitarios, sin opinión, porque de todos es resistido y despreciado; y sin plan ni sistema, porque se halla desesperado y vacilante, no puede ya prolongar por mucho tiempo el oprobioso infortunio de su patria, ni satisfacer su desenfrenada alevosía contra la Confederación Argentina.
Con un crimen salvaje selló sus iniquidades sin cuento. La máquina infernal, digno trofeo es de su barbarie. El mundo civilizado se ha estremecido de indignación, y la Confederación en armas no las depondrá, hasta derribar a aquel asesino alevoso y traidor.
En esta maquinación infame el cónsul de Portugal en Montevideo fue ofendido pérfidamente por la falsificación audaz de su sello y firma. Implicado con maligna atrocidad, en aquella trama feroz, comprobó la conducta de un honrado caballero, digno funcionario de S. M. la Reina de Portugal.
Estimulado de su honor y dignidad, personalmente presentó a este gobierno explicaciones satisfactorias. Ellas arrojaron viva luz sobre aquellos enormes atentados.
INTERIOR
Las provincias de la Confederación resaltan por una esclarecida gloria. Libres de los salvajes unitarios que feroces las oprimían, saludan regocijadas el pacto federal. Los sacrificios gloriosos que han consagrado, realzan su virtud heroica. Denodados patriotas han dirigido valientes el fervoroso pronunciamiento de la opinión. Su poder y el denuedo inmortal de un ejército virtuoso, descargando el exterminio sobre los salvajes unitarios, han consignado timbres ilustres en los anales de la libertad. La justicia ha triunfado en el tremendo castigo infligido a los asesinos del ilustre Brigadier D. Alejandro Heredia.
El benemérito Ilustre Restaurador del Sosiego Público, Gobernador y Capitán de la Provincia de Entre Ríos, y el virtuoso y valiente ejército de su mando, dignos son del alto aprecio del gobierno, y de las merecidas consideraciones de los argentinos.
El Gobierno ve con grata complacencia que la provincia del Paraguay, restableciendo sus relaciones comerciales con esta, acredita su espíritu fraternal a la Confederación. La desea la sólida prosperidad y ventura a que es conducida por el gobierno digno de patriotas ilustrados que la rige, y se complace al considerar permanecen incólumes los vínculos que siempre la han ligado, en distinguido lugar, con la gran familia argentina.
La provincia de Corrientes, asediada y oprimida por unitarios salvajes, continúa su infortunio y humillación. El gobierno, firmemente resuelto a restituirla a la Confederación y al goce de su oprimida libertad, prepara elementos poderosos para anonadar a los salvajes unitarios en el último reducto de sus menguadas desoladoras esperanzas.
Hospedase entre nosotros el benemérito general en jefe del ejército combinado de Cuyo, Gobernador y Capitán General de Mendoza. La provincia lo ha recibido con demostraciones expresivas de aprecio y benevolencia. Grato es al gobierno tributarle altas y merecidas consideraciones.
Os ha presentado el gobierno, Honorables Representantes, el estado de las relaciones exteriores y de las provincias de la Confederación. El Ser Supremo, abatiendo combinaciones inicuas, ha colmado el triunfo de la justicia. Confía que bajo su divina protección y vuestra sabia cooperación, se encaminará la República, pacífica y libre, a los altos destinos de un venturoso porvenir.
GOBIERNO
Las altas atenciones de la guerra, con redoblada afluencia imponen al Jefe Supremo del Estado, Nuestro Ilustre Restaurador, el ponderoso peso de incesantes meditaciones y tareas. A esta vital exigencia debe el Ministro de Relaciones Exteriores el honor de continuar de Gobernador Delegado, y de volver a dirigiros su voz en tan grata festividad de la patria.
El Gobierno, sobrellevando el peso de las graves presentes atenciones de la guerra contra los salvajes unitarios, no ha podido consagrar sus tareas a los arreglos que demanda el sistema interior de la provincia. Os la presenta dignamente libre y colmada de gloriosos tributos.
Perseverante y enérgica, dedica con generosidad a la libertad de la Confederación sus tesoros y la sangre de sus hijos. Sostiene heroicamente su actitud marcial. Sólo sobre el completo exterminio de los últimos restos de las hordas de los salvajes unitarios, considerará terminada una lid gloriosa y feliz. Su resonante voz ha aplaudido los triunfos del valor y las proezas del heroísmo. Les ha dedicado demostraciones de esplendor y fama.
Suspendidos fueron estos cánticos de victoria por la bárbara alevosía de los salvajes unitarios. El bandido vil del Estado Oriental atentó, por una máquina infernal, contra una vida preciosa a la Confederación. Consumarse debió el designio atroz. Sólo la Divina Providencia pudo salvar a S. E. y a su virtuosa hija.
¡Señores Representantes! El tremendo anatema fulminado contra los salvajes unitarios asesinos, correspondió a la ferviente indignación de la provincia y de toda la República.
Se ha rendido ante el Omnipotente la acción de gracias que decretasteis, con magnífica solemnidad.
A vuestras íntimas expresivas felicitaciones se unieren las de toda la provincia y de la Confederación, por haberse salvado la importante vida de S. E.
En los pueblos de la ciudad y campaña ha brillado el júbilo por este suceso feliz. El intenso entusiasmo de sus habitantes tributó sinceras demostraciones de amor y gratitud a Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes.
Se ha dispuesto el cumplimiento de la sanción soberana, por la que acordasteis el "Monumento de Gloria". Se preparan los trabajos concernientes a esta obra de alto honor para [a Confederación.
El gobierno anhela la época en que la Legislatura patria reciba las mejoras de una reforma saludable. A la completa pacificación de la República, subseguirse debe esta obra preciosa a la libertad y a los derechos civiles.
El culto sagrado resalta por su esplendor y dignidad.
Los Padres de la Compañía de Jesús, sin embargo de sus virtudes cristianas y morales, reunidos en comunidad y sujetos a la obediencia de un superior opuesto a los principios políticos del Gobierno, no han correspondido las esperanzas de la Confederación, consignadas valientemente en el decreto de su restitución. Su marcha de fusión opuesta al sentimiento federal, desagradaba altamente mucho a la opinión pública, contenida por los respetos del Gobierno. Pronunciose después fuertemente, y los padres de suyo dejaron el colegio.
Comunicará el Gobierno a Su Santidad este suceso y sus relativas circunstancias.
Tiene el Gobierno la satisfacción de presentaros el primer apéndice a la obra de la Recopilación de Leyes y Decretos Patrios.
Aunque las atenciones de la guerra contra el bando feroz unitario han impuesto al Gobierno el penoso deber de suspender los subsidios con que ocurría a los establecimientos de caridad, de beneficencia y de educación de ambos sexos, se conservan con regularidad por la filantropía generosa, con que ciudadanos benéficos los atienden. Digna es de encarecido elogio su laudable constancia.
El tribunal erigido para conocer de los recursos de nulidad e injusticia notoria, los tribunales de justicia, el Departamento de Policía, el Tribunal de Comercio, la Defensoría General de Pobres y Menores, los Juzgados de Paz en la ciudad y campaña, la Sociedad de Beneficencia, la Academia de Jurisprudencia, la Inspección General de Escuelas, la Administración de la Biblioteca, la de Correos, el Departamento Topográfico, el de Serenos, las Comisiones Administradoras del Hospital de Hombres y Mujeres, la de Vacuna y los empleados públicos en los diversos ramos de la administración, desempeñan satisfactoriamente sus deberes. Dignos son como sus magistrados, presidentes, directores y demás funcionarios públicos, a vuestro aprecie, el del Gobierno y de sus conciudadanos.
Íntimamente grato es a mi corazón cumplir un encargo especial del Excmo. señor Gobernador, Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes Penetrados de acendrada benevolencia le habéis acordado, y a sus amados hijos esclarecidas distinciones de inmenso honor. Así también lo solicitaron sus conciudadanos y jueces de paz, usando del derecho de petición. Aunque los invariables principios republicanos de S. E. no le han permitido aceptarlas, os rindo en su nombre, con emoción intensa, el más vivo reconocimiento. No es menos vehemente la profunda gratitud de S. E. por vuestra admisión a sus renuncias y a los términos en que lo hicisteis.
Me ha encargado asimismo consigne ante vosotros su ardiente gratitud a sus conciudadanos y a los jueces de paz de la ciudad y campaña, por las finas demostraciones de amor y respeto, con que han favorecido a S E. y a sus queridos hijos.
Complaceos, Señores Representantes, en el orden y dignidad de la provincia. Contempladla ahora gloriosa en armas, por el denuedo, virtud y lealtad heroica del ejército.
GUERRA
El ejército de línea y milicias, siempre leal y virtuoso, con sigila infatigable altos hechos sobre el campo de la gloria. Ningún elogio por parte del Gobierno es superior a su merecimiento. Es la garantía de la independencia y de la libertad.
Los rebajados en distintas épocas, los de la gloriosa campaña a los desiertos en 1833 y 34, los licenciados de tiempo cumplido, por sí solos forman un ejército inflamado en vivo ardor marcial.
Los voluntarios por enganche y los destinados, han aumentado las filas del ejército. Sirven con entusiasmo y decisión.
La milicia activa heroicamente ha combatido contra los salvajes unitarios en jornadas de gloria inmortal.
La pasiva rinde con ardoroso patriotismo importantes servicios. Los hacendados continúan prestando auxilios y donaciones generosas.
La guarnición establecida en Martín García, cumplidamente desempeña sus deberes con entusiasmo y honor.
El parque de artillería llena satisfactoriamente su objeto.
La Comandancia del Puerto y de Matrículas, comprueba celo y vigilancia.
La escuadra de la Confederación, triunfante sobre los salvajes unitarios, dignamente sostiene el nombre argentino. Brilla su ilustre Comandante General en Jefe entre los héroes de la libertad. Nuestros valientes marinos y tropa resaltan por su intrépido denuedo. Sus espléndidos triunfos presentan trofeos de gloria a la Confederación.
Zarpa una escuadrilla a los ríos Paraná y Uruguay.
Las guarniciones en los fuertes de la frontera, y las divisiones acantonadas en distintos puntos de la provincia, soportan perseverantes la dura intemperie y demás virtuosos fatigas.
Las numerosas tribus de indios amigos se distinguen por su fidelidad.
¡Señores Representantes! El ejército de línea y milicia de la provincia ha descargado un tremendo exterminio sobre los salvajes unitarios. Brilla con esplendorosos triunfos. Llevando a largas distancias su incontrastable denuedo, ha superado la inclemencia de variados climas, y vencido ásperas escabrosidad es, regocijándose en las privaciones y fatigas. El Cielo le ha circundado con la gloria de los héroes. Subordinado y virtuoso, entrelazadas ofrece a los esclarecidos timbres de su valor heroico en los campos gloriosos del honor prominente virtudes y acrisolada lealtad.
Eminentemente digno es de vuestro elevado aprecio y de la gratitud de la patria.
El gobierno ha sentido inmensa complacencia en acordarle valiosos premios y altas distinciones de honor.
Al frente de estos valientes el Ilustre Presidente del Estado Oriental, Brigadier don Manuel Oribe, ha sellado antecedentes gloriosos con un renombre inmortal. Presidiendo importantísimas victorias, brillante sobre reiterados campos de honor, honoríficamente ha cumplido la misión que fió el gobierno a su distinguida capacidad, lealtad y heroico denuedo.
El esclarecido General, vencedor en Sancala y en los gloriosos campos del Rodeo del Medio, ha enlucido con esplendorosos lauros su acreditada pericia, lealtad y valor.
El Cielo, Señores Representantes, ha libertado a la República de porción de espurios argentinos, traidores feroces. El asesino de Navarro, el salvaje unitario Lavalle, terminó ya prolongada carrera de sus horrendos crímenes. Repelido hasta los confines de la República, se lanzaba amedrentado sobre la frontera de Bolivia. Alcanzole el infatigable ardor de los guerreros de la libertad. Vengada fue la patria y la América. Termináronla asimismo los salvajes unitarios Brizuela, Avellaneda, Cubas, Acha, Vilela y otros cabecillas no menos famosos en la sede de sus enormes delitos.
El execrable desnaturalizado salvaje unitario Madrid, sumergido en un estrepitoso desastre, compulsado se vio a atropellar las nevadas cumbres de la Cordillera de los Andes.
Congratulaos, Honorables Representantes, al contemplar que en los graves prolongados infortunios de una época turbulenta y agitada, ha brillado tanto honor y encumbrada gloria para los fastos militares de la Confederación.
HACIENDA
La hacienda pública, resistiendo severas dificultades, ha surgido triunfante por la sabiduría de vuestras acertadas deliberaciones, y la constancia de vuestro patriotismo.
Las mercaderías y efectos extranjeros importados, y las producciones del país exportadas, han vuelto a restablecer las entradas de aduana.
La Casa de Moneda continúa la renovación de billetes. La construcción de planchas y fabricación de papel en Europa han ocasionado gastos considerables que ha atendido con exactitud. Los estados mensuales de la circulación de billetes que os presenta el gobierno demuestran la cantidad renovada.
Rigen sin alteración para 1842 los impuestos de papel sellado, patentes y registros de marcas:
La contribución directa no ha producido la suma calculada. Necesario es el establecimiento de una avaluación enteramente justa.
La retardación en el cobro ha provenido de no haber cerrado las comisiones la regulación de los capitales dentro del término prefijado por la ley. La urgencia de obtener su producto aceleró la recaudación.
El Gobierno ha acordado una compensación honorífica a los ciudadanos del ejército de línea y milicias y de la marina de la Confederación, y a los que se hallan ocupados en servicios relativos.
Las ha concedido por veinte años el goce del valioso privilegio determinado en el decreto de 25 de Marzo. Los heroicos sacrificios de estos valientes defensores de la libertad, merecen esta demostración de justicia y distinguido aprecio.
El solemne compromiso en el empréstito de Inglaterra ocupa la atención del gobierno. Anhela la oportunidad de un arreglo satisfactorio, que retardado por circunstancias notorias e invencibles, en sí mismo lleve la garantía de su puntual cumplimiento.
El crédito público, afianzado en el cumplimiento exacto de los compromisos del pago de las rentas y amortizaciones, mantiene la confianza, y ramifica sus relaciones con el aumento de capitales que se invierten en fondos.
La deuda flotante, representada por los billetes de tesorería, reporta puntualmente el interés establecido.
La clasificada será oportunamente amortizada.
El estado general de la Caja de Depósitos manifiesta el movimiento anual de este útil establecimiento.
Las oficinas de contabilidad, distribución, recepción y Casa de Moneda cumplen exactamente sus deberes.
Las cuentas de la provincia, por la organización y sistemas de la contabilidad y por su publicidad, ofrecen una prueba evidente de la fiel inversión de las rentas públicas. Es satisfactorio al Gobierno presentaros las de 1841. Sometidas están a vuestro examen. Pronunciad, Honorables Representantes, el fallo de vuestra conciencia, porque en este punto, os lo repite siempre el Gobierno encarecidamente, jamás se considerará investido con la suma del poder el Gobernador en propiedad de la provincia.
Por su especial encargo, debo manifestaros que en años anteriores ha consagrado asiduas tareas y constante trabajo a las cuentas y cálculos del mensaje. Que al presente, contraída su atención a la guerra y otros objetos de alta importancia, no ha podido practicar aquel detenido examen, ni ha sido posible al Gobierno Delegado, en medio de las inmensas tareas administrativas, y de un corto período, dedicar a este objeto una intensa contracción.
Se complace en presentaros el Registro Oficial correspondiente a 1841. Consignadas están en él, por su orden cronológico, vuestras honorables sanciones, los decretos gubernativos y todos los estados parciales y generales referentes al manejo de la hacienda pública.
Aunque algunos ramos no han producido la suma calculada, otros la han excedido.
Las entradas ordinarias y extraordinarias, reduciendo el metálico a moneda corriente, suman cuarenta y tres millones, quinientos treinta y cinco mil quinientos setenta y cuatro pesos siete y un cuartillo reales (43.535.574 7 ¼).
De esta suma se rebaja la existencia en tesorería que pasa a 1842 en metálico, moneda corriente y letras de aduana y tierras para que resulte lo desembolsado en 1841 con arreglo al prepuesto. Importa, reducido el metálico a moneda corriente, un millón setecientos sesenta y ocho mil cuatrocientos treinta y ocho pesos seis y medio reales (1.768.438 6 ½).
Resulta haberse desembolsado en 1841, cuarenta y un millones, setecientos sesenta y siete mil ciento treinta y seis pesos, tres cuartos de real (41.767.136 ¾).
Agregase a esta cantidad once millones ochocientos cincuenta y siete mil quinientos sesenta y seis pesos cinco y tres cuartos reales que importa la deuda particular exigible, para demostrarse el total de los gastos ordinarios y extraordinarios con arreglo al presupuesto de 1841 (11.857.566 5 ¾).
Son cincuenta y tres millones seiscientos veinticuatro mil setecientos dos pesos, seis y medio reales (53.624.702 6 ½).
El presupuesto de 1841, incluso el de la Honorable Junta de Representantes, suma cincuenta millones trescientos dieciocho mil ochenta y tres pesos, tres y cuarto reales, incluida la deuda particular exigible (50.318.083 3 ¼).
Queda demostrado haberse gastado en 1841, incluso la deuda, tres millones trescientos seis mil seiscientos diez y nueve pesos tres y cuarto reales más que la suma que votasteis (3.306.619 3 ¼).-
En las extraordinarias atenciones de la guerra gloriosamente sostenida contra los salvajes unitarios, encontrará V. H. la fundada razón de este exceso en los gastos sobre la suma votada. Debe considerarse asimismo que en él está comprendido el monto de la deuda particular exigible que corresponde pagarse en r842.
Es muy grato al gobierno cumplir con la ley de presupuesto. Os presenta el de 1842. Examinadlo y pronunciad vuestra soberana sanción.
Presupuesto general de sueldos y gastos para el año de 1842, incluso los extraordinarios y reducido el metálico a moneda corriente
Honorable Junta de Representantes: Cuarenta y siete mil setecientos veintiséis pesos (47.726).
Gobierno: Dos millones doscientos un mil doscientos veinticuatro pesos siete reales (2.201.224 7).
Relaciones Exteriores: Un millón quinientos setenta y nueve mil quinientos ochenta y un pesos (1.579.581).
Guerra: Treinta y tres millones ciento ochenta y siete mil quinientos noventa y tres pesos, cinco reales (33.187.593 5).
Hacienda, incluso la deuda particular exigible: Diecinueve millones trescientos sesenta y nueve mil ciento noventa y seis pesos uno y tres cuartos reales (19.379.196 1 ¾).
Importa: Cincuenta y seis millones trescientos ochenta y cinco mil trescientos veintiún pesos, cinco y tres cuartos reales (56.385.321 5 ¾).
Cálculo de recursos para 1842
Existencia en tesorería en letras y moneda corriente, reduciendo a ésta el metálico: Un millón setecientos sesenta y ocho mil cuatrocientos treinta y ocho pesos y medio reales (1.768.438 6 ½).
Colecturía
Por derechos de entrada y salida marítima y terrestre, de puerto, correos, pregonería, grados, alquileres, arrendamientos, intereses, corrales, saladeros y policía: Treinta y cuatro millones quinientos ochenta y seis mil cien pesos (34.586.100).
Contribución directa: Un millón quinientos mil pesos (1.500.000).
Papel sellado: Un millón quinientos mil pesos (1.500.000).
Tesorería
Entradas extraordinarias: Tres millones (3.000.000).
Venta de cueros: Quinientos mil pesos (500.000).
Total de recursos: Cuarenta y dos millones ochocientos cincuenta y cuatro mil quinientos treinta y ocho pesos, seis y medio reales (42.854.538 6 ½)
Déficit: Trece millones quinientos treinta mil setecientos ochenta y dos pesos, siete y cuarto reales (13.530.782 7 ¼).
Total de recursos incluso el déficit (56.385.321 5 ¾).
El Gobierno Delegado, por orden del Gobernador propietario, se abstiene de proponeros medida alguna para llenar el déficit en 1842. Habiendo terminado ya con exceso el periodo de su compromiso para el mando supremo de la provincia, aquella tarea es del resorte de la administración que le suceda y de vuestras ilustradas deliberaciones.
Os ha presentado el gobierno el cuadro de la administración. El Omnipotente ha ilustrado vuestro patriotismo y robustecido vuestra constancia. En vosotros reconoce la patria y el gobierno los autores de inmensos bienes, de insignes glorias. Congratulaos en los esplendorosos lauros, con que triunfante la Confederación ha salvado su libertad y ennoblecido su denuedo.
SEÑORES REPRESENTANTES:
Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes, que participa con vosotros de tan brillante gloria, me ha ordenado con anheloso empeño os manifieste una resolución irrevocable. Terminado está con exceso el preciso período de su continuación en el mando supremo. No puede sobrellevar ya el poderoso peso que le impusisteis. A vuestra benévola generosidad tributo esa última ofrenda de intenso reconocimiento. Encarecidamente, con decisión íntima os suplica elijáis la persona que deba sucederle. Aléjanle de tan elevada honorífica posición sus invariables principios republicanos. Crueldad sería compulsarlo a la continuación de un sacrificio contrario a los dictados de su conciencia. También la inmensidad de sus tareas y el penetrante pesar de la irreparable pérdida de su amante esposa y de su muy amado padre, han llevado el quebranto a su salud y el desconsuelo a su corazón. No le neguéis, Honorables Representantes, tan justo reposo, después de una dilatada fatigosa carrera, y de acerbos sinsabores. Ciudadanos hay virtuosos y eminentes en nuestra querida tierra. Elegid entre ellos el que deba sucederle.
Al retirarse ya el gobierno de este augusto reino, tributa al Ser Supremo humilde íntimo reconocimiento. Os dirige su acendrada respetuosa gratitud, y se despide de vosotros penetrado de consoladoras esperanzas, al contemplar habéis acreditado, Honorables Representantes, sois los elegidos para sostener con valor republicano el triunfo de la libertad y afianzar la ventura de la patria.
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