marzo 04, 2012

Mensaje del Gobernador de Chubut, Carlos Maestro, en la apertura del período de sesiones ordinarias (1998)

MENSAJE
DEL
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE CHUBUT
Carlos Maestro
EN LA APERTURA DEL 26° PERIODO DE SESIONES ORDINARIAS
EL 2° DE MARZO DE 1998

Señor Presidente, Señores diputados: A cuatro décadas de la primera elección de las máximas autoridades del Chubut, vengo hoy a cumplir ante Vuestra Honorabilidad la manda constitucional de rendir cuentas, por vuestro intermedio, al pueblo de mi Provincia. Llego imbuido de la responsabilidad que implica esa rendición de cuentas y también fortalecido por la satisfacción que deparan los logros obtenidos.
Hace 40 años embargaba a la ciudadanía chubutense un sentimiento de autonomía e integración al cuerpo nacional, en tanto el país acompañaba con un sesgo romántico la incorporación a la plena vida política de los antiguos territorios nacionales. Era en suma un grandioso acto político de integración provinciana.
La autonomía fue tomada como un rasgo de igualdad con el resto de las provincias. Hoy la concebimos como una igualdad de oportunidades entre pares, y la integración trasciende las fronteras hacia un mundo cada vez más globalizado. La autonomía requiere que seamos nosotros mismos, con identidad, con personalidad, con fuerza. Y la integración es hoy una tarea por demás exigente que inevitablemente se inicia con una toma de conciencia de la necesidad del cambio.
Este gobernador honra hoy a aquellos arquetipos de la naciente provincia, electos el 23 de febrero de 1958 en un acto cívico que expresó por vez primera la voluntad soberana del pueblo del Chubut.
La historia nos permite retornar a la primera página de nuestra vida institucional, donde todo estaba por hacer.
Ayer, el Estado Nacional tenía el rol sustantivo de acomodar los desequilibrios entre regiones o provincias, del mismo modo que le correspondía establecer el cumplimiento del precepto de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
El paso del tiempo y la sucesión de las teorías económicas y de las políticas consecuentes determinaron cambios vertiginosos que han provocado la caída de los parámetros convencionales del desarrollo: muy poco queda ya de las políticas proteccionistas y de los instrumentos de promoción.
Hoy, los objetivos dependen de nuestra imaginación; la puesta en marcha, de nuestra capacidad; los resultados, de nuestro esfuerzo.
Señores diputados: nuestra responsabilidad de hombres públicos es particularmente gravitante. La sociedad no puede cambiarse a sí misma; sólo lo pueden hacer los hombres que la componen. Es el principio de servicio, solidaridad, compromiso, amor por los semejantes en última instancia, lo que procuramos hacer realidad en nosotros y por ende en todas y cada una de nuestras acciones de gobierno.
Nada más apasionante que saber que depende de nuestra responsabilidad política y criterio de conducción, proponer los caminos nuevos, lanzar los desafíos que pongan en acción nuestras potencialidades, impulsar las empresas de los hombres, convocar a la gestación del futuro.
Por ello, recuperar el tiempo perdido en Chubut, como en Argentina toda, resulta un imperativo histórico. En esa empresa somos todos protagonistas. Una movilización de todos los sectores sociales, cada uno aportando lo suyo, un compromiso de nuestras clases dirigentes de liderar esa transformación que implica un gran cambio cultural, es hoy sin duda nuestra garantía de éxito en este gran objetivo. Lo demás, o mejor diría lo principal, lo aportó el Creador al permitirnos nuestras vidas en este territorio extenso, con esta variedad de climas, geografías y recursos naturales.
Necesitamos producir, producir más, pero en función de las demandas y exigencias de los mercados. Tenemos que unir inversión, esfuerzo y tecnología para ser competitivos en los mercados importantes, aprovechando las ventajas comparativas que por origen, calidad y sanidad distinguirán siempre a nuestros productos. Porque Chubut es una de las regiones más ponderadas en el mundo por la defensa del medio ambiente, porque vienen productores de otros países que se asombran de la sanidad de nuestros cultivos, porque tenemos reservas que esperan ser puestas en acción.
Hay que asumir los efectos del shock impuesto por los cambios, a través de una acción concientizadora que nos involucre como dirigentes y abarque también a los ciudadanos a fin de acompasarnos a las transformaciones que ocurren en el mundo.
Debemos capacitarnos por imposición ineludible de la tecnología, porque ya no es posible acceder a un puesto de trabajo, por simple que sea, si el individuo carece de un adecuado conocimiento de las herramientas y mecanismos utilizados para llevar adelante la tarea. Si alguien en otro punto del planeta puede hacerlo mejor, más rápido y más barato, nuestro hombre pierde, la sociedad pierde. Por ello hay que valorizar el proceso educativo en todas las especialidades y niveles.
Por otra parte, el concepto de que el Estado era responsable exclusivo de las grandes obras de infraestructura para sostener el desarrollo comunitario, está superado, en función de la agilidad que asumen los procesos de la empresa privada, dispuesta hoy a hacer las inversiones que requiere su compleja ingeniería de producción y comercialización.
Pero en Chubut no creemos que todo es posible a través de la privatización indiscriminada. Mantenemos criterios particulares, ajustados a nuestros tiempos, sobre la necesaria protección de los más débiles, como de las remotas regiones marginales con respecto a los mecanismos del mercado.
En esa filosofía nos hemos apoyado para estimular las inversiones privadas, apelando a una efectiva capacidad de gestión, sin olvidar el rol que debe cumplir el propio Estado. Somos conscientes de que muchas de las cosas que hay que hacer en Chubut, no serán hechas por quienes se muevan sólo tras el rédito comercial, sino que las deberá impulsar el Estado hasta tanto se fortalezca este nuevo orden económico y se alcance el equilibrio intrarregional.
Como parte de este mensaje reciben los señores diputados sobre sus bancas un amplio informe de todas las áreas de mi Administración. Allí están insertas obras, acciones, políticas y programas ejecutados ya, o previstos en lo inmediato. Es el resumen de un Estado que hoy funciona con un alto grado de compromiso de todos los agentes del sector público. Y de una obra de gobierno que se percibe -más allá de vuestra respetable opinión como representantes del pueblo- en cada uno de los hogares chubutenses, estén donde estén instalados y cualquiera sea su condición.
Gobernamos para todos y con todos. Integramos a nuestra querida Provincia. Ordenamos su administración. Convocamos al pueblo a trabajar juntos tras grandes objetivos. Priorizamos las obras de contenido social en todo nuestro territorio, hasta el lugar más apartado. No nos movió otro impulso que el de hacer realidad nuestra propia aseveración de que no importaba dónde residiera una familia chubutense, si en las grandes ciudades o en el más pequeño paraje del interior, debía tener asegurada una condición digna de vida.
Y así se han sucedido las obras de agua potable, de gas natural, de energía, de salubridad; la construcción de caminos, viviendas, escuelas y centros sanitarios; el fortalecimiento de los servicios de educación, de salud y de seguridad. Los programas sociales y culturales; la asistencia a los pequeños productores del interior.
Y continuamos todos los días, en todas partes, haciendo lo que hay que hacer para que el pueblo se sienta atendido y correspondido por su gobierno.
Por cierto no hemos podido hacer todo lo que hubiéramos querido y que se relaciona con las legítimas demandas de la gente. Pero se comprende que actuamos en el campo de lo realmente posible.
Y esto nos permitió crecer, al punto de que la Provincia del Chubut goza hoy de prestigio en los ambientes empresariales, diplomáticos e institucionales de la Argentina, de diversos países del mundo y de los organismos financieros multilaterales.
Se advierte que somos una Provincia con un futuro espléndido y que los chubutenses hemos comenzado a demostrar con nuestros proyectos y nuestras acciones que estamos dispuestos a ser protagonistas primordiales de ese futuro.
El desarrollo provincial requiere de grandes obras de infraestructura. En los últimos años hemos podido concretar varias de ellas, algunas demoradas durante décadas. Otras -también importantísimas- están en marcha.
En el presente año se concluirá el Acueducto que dará solución al abastecimiento de agua para consumo tanto humano como industrial de las ciudades de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly en Chubut y de Caleta Olivia en la hermana Provincia de Santa Cruz. El aporte de Chubut a la construcción de esta gran obra compartida en su ejecución con Nación y Santa Cruz se eleva a aproximadamente $ 34.000.000. Se trata de un esfuerzo significativo para una Provincia que, como la nuestra, tiene recursos magros como consecuencia de la inequidad -que ustedes bien conocen- en la percepción de un porcentual de la renta pública.
Pero al igual que todas las demás obras públicas, ejecutadas y en ejecución -y actualmente hay por cierto muchas en marcha como consta en el informe anexo-, ni una sola de ellas se ha paralizado por problemas de financiamiento.
También me es grato informar a los señores diputados que la semana próxima comenzará la ampliación del Muelle Almirante Storni en la ciudad de Puerto Madryn, otra gran obra de infraestructura que debe acompañar el crecimiento de la ciudad dotando de adecuadas condiciones de operatividad al mejor puerto de aguas profundas de Argentina.
En cuanto a la construcción del Puerto Pesquero de Rawson, conforme lo dispuesto oportunamente, en el presente mes de marzo se abrirán los sobres de la oferta económica de las empresas que participan de la licitación. A partir de ese acto, en pocas semanas comenzará la construcción de esta obra que Rawson necesita imperiosamente. La pesca costera y la artesanal son sin duda procedimientos de extracción que se afirmarán en los próximos años procurando una pesca selectiva y de alto valor agregado, lo que permitirá sostener el recurso sin los efectos devastadores que para nuestros caladeros tuvo la política pesquera de Argentina de las últimas décadas.
Respecto a estos puntos, señores diputados, quiero adelantarles que el próximo jueves 5 suscribiré en Buenos Aires con el Gobierno Nacional y las autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo la asistencia financiera necesaria para llevar adelante la plena ejecución de ambas obras, la del Muelle Almirante Storni de Puerto Madryn y la del Puerto Pesquero de Rawson. El día lunes 9 de marzo suscribiremos el contrato de ejecución de la obra del Muelle Almirante Storni con la empresa adjudicataria y en la tercera semana de marzo abriremos los sobres de las ofertas económicas del Puerto Pesquero de Rawson.
También me complace informar a los señores diputados que la Provincia, con asistencia técnica del Estado de Israel, ha comenzado a desarrollar un proyecto integral de tratamiento de las aguas negras de las principales ciudades de la costa.
Terminado el estudio y desarrollados los proyectos correspondientes, licitaremos las obras para las que contará la Provincia con financiamiento. Ello permitirá, entre otros resultados, terminar con el actual problema de las lagunas entre Trelew y Rawson y dar destino a las aguas que hoy causan graves problemas de contaminación en los barrios periféricos de Puerto Madryn.
Las obras incluirán la utilización de las aguas tratadas, para proyectos agrícolas en zonas aledañas de meseta, generando así no sólo una solución al grave problema existente sino además un importante recurso económico.
Este será también el año en que pondremos en marcha una cantidad extraordinaria de proyectos de sistematización e incorporación de tierras al regadío en todas las regiones de nuestra Provincia y que nos permitirán un crecimiento importantísimo de nuestras producciones agrícolas y ganaderas. Frustradas las obras previstas en el Valle 16 de Octubre y en el Noroeste por la falta de acuerdo y anulación del programa PIDRE entre Nación y el BID, que era la fuente de financiamiento de ambos proyectos, hemos acordado con Nación ejecutar los mismos utilizando el programa de Provincias II.
Asimismo, y luego de demoras en la obtención del financiamiento internacional, en el mes de enero pasado comenzó a ejecutarse en Argentina el programa integral del PROSAP. En el mismo, Chubut accedió a una importante porción de ese crédito, lo que nos permite ejecutar las obras previstas en el Valle de Sarmiento, en la zona de Gualjaina y en el Valle del Chubut. Se encuentran ya en ejecución las obras previstas en la zona del Lepá y en poco tiempo comienzan las comprometidas en el área de Cushamen En cuanto al Valle de Telsen, técnicos israelíes han comenzado ya los estudios de las obras a ejecutar en ese lugar.
Destaco también a los señores diputados que mi Administración está dispuesta a encarar otro gran emprendimiento: la irrigación de miles de hectáreas de meseta en zonas cercanas a Trelew. A nuestro interés se suma también, y por primera vez, el interés del sector privado, por lo que hoy podemos transmitir a ustedes nuestro pleno optimismo en la concreción de ese gran proyecto.
Otro fuerte desafío que nos hemos impuesto ha tenido en los últimos meses un alentador desarrollo: el proyecto de construcción de un Ferrocarril Transpatagónico que conecte Choele Choel con Tierra del Fuego y con ramales que desde la Costa Atlántica nos conecten con el Pacífico. Esta obra, que no dudo será la más importante de este siglo en la Patagonia, nos integrará plenamente al resto del país, potenciará el desarrollo de nuestros puertos como partícipes activos del comercio exterior de Argentina, permitirá la vinculación comercial bioceánica, un crecimiento espectacular de sectores como el minero y el forestal, y en definitiva forjará un progreso más acelerado de Chubut y de toda la región. El compromiso de Nación de acompañarnos en esta gran empresa quedará concretado en los próximos días, cuando se suscriba el tratado que ponga en marcha oficialmente este emprendimiento. Una empresa internacional de primera línea se encuentra ya trabajando en el proyecto ejecutivo que estaría concluido en el mes de julio próximo, posibilitando a partir de allí la convocatoria a licitación pública por el procedimiento de concesión.
Tengo igualmente muy en claro que el progreso de nuestra región cordillerana requiere de una obra clave: la carretera pavimentada que una Bariloche con Esquel y Trevelin a través del circuito de los Lagos. Esta obra, así como la pavimentación de los caminos que conducen a Río Pico, El Maitén y otras localidades cordilleranas, merecerán este año todo nuestro empeño para obtener el necesario financiamiento. No tengo dudas de que podremos obtenerlo y seguramente el próximo año, cuando vuelva si Dios quiere a este recinto, podré ya hablar no de propósitos sino de materializaciones.
Señores diputados: el camino de realizaciones que transitamos nos entusiasma pero también nos compromete cada día más.
La tarea es enorme, pero se torna indispensable llevarla a cabo sin dilaciones ni temores. Hay que avanzar todos los días con decisión, con coraje.
La clase dirigente debe dar hoy el ejemplo. Si nunca fueron aceptables las discusiones vanas o por temas menores, hoy menos que nunca cabe distraernos de los grandes objetivos que podemos y debemos cumplimentar. Seguramente ustedes sienten la misma angustia que me embarga cuando todos los días atiendo a quienes nada tienen y aún confían, pese a todo, en un futuro mejor para ellos y sus hijos, depositando su confianza en nosotros. Pero esa angustia es también lo que cada día me fortalece en la convicción de que hay que construir ese futuro. Si es posible, avanzar con todos; pero si no, avanzar sin flaquezas con los que quieran hoy hacerlo, en la seguridad de que no podemos perder más tiempo convenciendo a los demás. Porque si no actuamos al máximo de nuestras posibilidades, llegará el momento en que la brecha que nos separe de las sociedades que han alcanzado un alto nivel de desarrollo será tan grande que nuestro destino pasará a ser incierto.
En las últimas semanas he recibido delegaciones de empresarios, funcionarios y técnicos de Canadá, Estados Unidos, Israel, Brasil, Noruega, Holanda, España, Finlandia, Italia y Francia. Vinieron y volverán, y vendrán muchos más. Con ellos proyectaremos y ejecutaremos gran cantidad de cosas.
Patagonia es un territorio que aún tiene todo por hacer. Es tiempo, insisto, de realizaciones. No esperemos más. La Revolución Productiva es ya un sentimiento del pueblo chubutense que asumió que es el camino a transitar.
Hicimos la convocatoria el 10 de Mayo de 1996, hace menos de dos años.
Cada día hay más gente que se suma. A todos los alentamos. Y en todos los temas productivos estamos avanzando sin pausa: floricultura, bulbicultura; todo tipo de frutas finas; montes de frutas de carozo; tambo ovino y caprino; aromáticas; producciones de papas y de ajos; granjas pelíferas de zorros y visones; cría de chinchillas, de avestruces; aprovechamiento del guanaco; cría del ciervo colorado; acuicultura y maricultura; pesca artesanal y costera de alto valor agregado; desarrollo de la minería en gran escala, pero también de PYMES mineras; producción lanera de excelencia con procesamiento de la lana en nuestras plantas de Trelew; desarrollo forestal; turismo en gran escala; agroturismo en todo nuestro extenso territorio; industrialización del petróleo; de nuestros caolines y arcillas; de la piedra laja y otras canteras; desarrollo del polo alumínico, de nuestro potencial energético y portuario, de una amplia gama de proyectos agro-industriales que aprovechen nuestra diversidad climática y los mercados de contraestación; industria textil y de construcciones navales. Todo ello y seguramente mucho más, es el futuro. Ya es el presente en gran parte del mundo que supo desarrollarse a tiempo.
Hoy nosotros marchamos a paso firme tras ese futuro. Con todo tipo de dificultades, de carencias, cometiendo los errores propios de la falta de experiencia, partiendo en la mayoría de los proyectos desde cero, o de un muy modesto grado de desarrollo. Soportando la mirada socarrona de algunos; la envidia y hasta la bronca de los eternos profetas del fracaso; de los que para poder destacarse juegan siempre a que "cuanto peor, mejor" para sus fines políticos. Pero con una gran comprensión y acompañamiento de la inmensa mayoría, sin distinción de sectores sociales, regiones o banderías políticas.
Todo tiene su tiempo: aceptándolo, trabajamos con coherencia y perseverancia. Con fuerza. Con alegría. Sabemos que la verdadera alegría está en la lucha, en el sufrimiento que supone esa lucha y no necesariamente en la victoria misma.
Los tiempos que vengan serán sin duda, si nos proponemos, tiempos de realizaciones.
Para que nuestros hombres y mujeres y sus hijos y mis hijos puedan vivir en su tierra con dignidad.
Por mandato del pueblo chubutense administro el Estado y lidero este proceso sin duda transformador. Estoy dispuesto a continuar haciéndolo si el pueblo de mi provincia se manifiesta inequívocamente por seguir confiándome esas responsabilidades.
Al respecto, informo a los señores diputados que en el día de la fecha ingresa a esta Casa un Proyecto de Ley del Poder Ejecutivo Provincial proponiendo la enmienda del artículo 149º de la Constitución de la Provincia del Chubut y que, consecuente con nuestra disposición expuesta de hacer lo que el pueblo quiere, suscribo también en el día de la fecha un decreto por el cual el Poder Ejecutivo de la Provincia del Chubut convoca al pueblo chubutense el día 17 de mayo del corriente año para que se exprese en las urnas, en todo el territorio de la provincia.
Creo firmemente en el ejercicio pleno de la democracia y de la soberanía popular y entiendo que el pueblo chubutense me dirá, en las urnas, si estoy o no equivocado en la posibilidad que expresé de continuar rigiendo los destinos de esta Provincia.
Señor Presidente, señores diputados, chubutenses:
He expuesto ante ustedes mis ideas, mi visión del futuro como mandatario de mi pueblo, y he reiterado la convocatoria para una etapa de trabajo esforzado pero fecundo.
No estamos velando las armas, sino que las empuñamos: ya estamos en la lucha junto a cada chacarero, a cada productor, a cada empresario, a cada poblador, a cada muchacho que estudia, a cada familia chubutense, porque ellos, en definitiva, son los forjadores del futuro que soñamos.
Nada más.
CARLOS MAESTRO

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